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MONDO FREAKO Samantha Hudson Ravera nostálgica
Ironía, sarcasmo, controlar de forma muy inteligente determinados códigos para jugar al borde de la incredulidad y el ingenio. Samantha Hudson regresa con “AOVE” (Subterfuge, 23) con la misión de dejar muy claro que al margen de cualquier etiqueta ella se dedica a hacer música. En mayo, además de conciertos, presentará la gala de los Premios MIN en el marco del Mallorca Live Festival.
y luego te tienes que desetiquetar porque la gente empieza a verte como una parodia de la parodia y es todo tan meta que aburre”. “AOVE” es un EP que sirve como un elogio, un homenaje a la contracultura club y a sus salidas por la noche madrileña más maquinera. “Es un poco un hibridaje de mis mejores amigas, de mis incursiones cada vez más esporádicas en la noche madrileña y además una presentación que mandamos para el Benidorm Fest. De ahí brotó una preciosa flor, esa primera maqueta que me encantó aunque fuera mega guarrindonga”. En todo este viaje, Samantha siempre ha ido de la mano de creativos, productores y amigos con los que sigue creciendo y apostando. Siempre se rodea de los suyos para sentirse libre y, a la vez, aparecen nuevas figuras que hacen más grande todo su universo artístico. “Por primera vez en toda mi carrera he disfrutado el momento de sacar un EP y crearlo. Cuando me reuní con la Diega, productor también de ‘Perra’, me di cuenta de que este nuevo sonido me queda súper. Luego llegó la Yenesi, que tiene mucho morro y es muy fresca. Siempre viene bien rodearte de algo burbujeante y que te enseña cosas en tendencia. Todas mis amigas no paran de mandarme trends de TikTok todo el rato, canciones en speed-up… Yo estoy cero en TikTok, yo soy ya una mujer divorciada de cuarenta y cinco años y a veces me siento como una madre posteando en Facebook”.
Cool, sexy, raver, máquina, guateque, house del 2010, David Guetta con pronombres, un poco de hardbass, un poco de bumping… Samantha Hudson piensa defender “AOVE” como se merece y por eso se acerca a nuestro estudio para sincerarse y hablar a fondo sobre música.
SAMANTHA DEFINE este “AOVE” como un discurso con un pasado fiestero que no llegó verdaderamente a vivir. “Es un poco una nostalgia de esa década dosmilera, finales de los noventa, polígono parquineo… Que jamás alcancé a vivir porque estaba en mi casa viendo ‘Los Lunnis’. Pero, también tiene tintes de generación Z porque como dijo Bad Bunny ‘Baby, la vida es un ciclo’. Así que ahora estamos electrónicas todas, electrizantes diría yo”. Samantha está cansada de tantos prejuicios que la industria ha colocado en ella por su físico o su forma de expresión. Que solo con pestañear la releguen a un nicho concre-