Doll-up '17

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Doll-up ‘17

Alessandro

Michele

Saber de moda nunca fue tan fácil

Nueva York París Londres Milán Barcelona

Palomo Spain Vanessa Schindler Marine Serre Ciudades emergentes





Intensidad_

Sin duda alguna la moda es pura intesidad, para bien o para mal y es algo que nunca deja indiferente a nadie, para algunos es un mundo difícil de entender, aburrido en ocasiones, cargado de rarezas y prendas de ropa sacadas de los circos más extravagantes, para otros, un universo de culto, una corriente en la que meterse de lleno para empaparse de todas las tendencias, colores, formas, estampados, estilos y tejidos que hacen de la vida un lugar en el que la palabra reinventarse cobra más sentido que nunca... Y en el medio estamos nosotros, Doll-up, una revista anual que surge en “pleno siglo XXI” para acercar la moda a aquellos que no la entienden o les da pereza (más bien lo segundo) y no quieren estar comprando 7 revistas al mes, y para lo que ya son perfectos entendidos de la alta costura y quieren rememorar los mejores momentos del año acompañados de las nuevas promesas del panorama, suena bien, ¿verdad? Esperamos que tú disfrutes tanto leyendo esta revista como nosotros de hacerla.

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SUMARIO

Madrid Jorge Vázquez María Escoté Custo Barcelona

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París

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Chanel Armani Privér Iris Van Herper

Entrevistas Palomo Spain Alessandro Michele

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MilĂĄn Versace Dolce & Gabbana Prada

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Nueva York Marc Jacobs Ralph Lauren Oscar de la Renta

Personajes Marine Serre Vanesa schindler

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Londres

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Tommy Hilfiger Burberry Christopher Kane

Ciudades emergentes 29 67

BerlĂ­n Tokio

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Palomo

Spain Hace falta mucho aplomo y una autoestima de CEO del Ibex para entrar como Pedro por su casa en la rotonda del hotel Palace de Madrid atalajado con un abrigo de ¿astracán? hasta las suelas, zapatos bicolor de tahúr de casino, gafas de sol XXL, camisa de topos abierta hasta medio pelo en pecho, estola rojinegra y un bolsazo dando tumbos a su paso. Alejandro Palomo, Palomo Spain para el mundo, 25 insultantes añitos, no parece cojear de ambos atributos. Así ha irrumpido en el hipercompetitivo mundo de la moda este chaval de Posadas (Cordoba) educado en las mejores escuelas de Londres. Su talento y su puesta en escena han seducido, desde Beyoncé, a la crema de la crema de los modernos del globo.

BARBIES Y PLAYMÓBIL Alejandro Palomo jugaba a muñecas y muñecos y siempre quiso ser modisto. Después de deslumbrar en París, hoy desfila en la Mercedes Fashion Week de Madrid...

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No tengo nada que ponerme. ¿Hay algo para mí en su catálogo ? Hay de todo para ti. Mi madre se pone lo mío y es una señora. Pero se supone que diseña para hombres. Blusas, vestidos, faldas, lucidos por modelos chicos... En la ejecución y en mi cabeza es moda de hombre. No hay pinzas, no hay caderas, no hay pecho. Pero para el mundo es ropa destinada a quién se la quiera poner. Fíjese: no me imagino al pleno del Congreso vestido de Palomo. Pues sí, sería un horror, la verdad, porque son todos feísimos. En mi mundo es mucho más idílico, son todos mucho más guapos. Ya, pero me temo que la realidad se parece más al Congreso que a sus desfiles de efebos. Por piezas mi moda es comercial. Hay una camisa básica, una gabardina, una chaqueta ponible. Vale que el total look Palomo sea un pasote, pero hay prendas para todos.

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¿Los efebos son por provocar? No. Si hay una provocación es espontánea, no adrede. Diseño lo que querría ponerme y me gustaría ver a los chicos alrededor. ¿Inspiración o trabajo? Ambos. Además del talento, hay que tener las ganas y la energía para proyectarlo. Y suerte. Fue trabajando sobre el cuerpo de Pol, mi novio, cuando cambió todo. Me inspira, se convirtió en esa figura de musa. Creo para él. ¿O sea, que su ropa es amor? Amor, sexo, ternura, depende del momento. Pero sí, siempre hay una emoción detrás.


¿Le sorprende su propio éxito? No. Sé dónde quiero llegar y cómo, y lo sé desde el principio. Desde que monté mi marca, sé perfectamente dónde quiero ir y quiénes son mis referentes y a eso aspiro. Por eso no me sorprende mi proyección, eso es para mí lo que tiene que pasar, y si no estuviera pasando, no valdría la pena. Eso suena muy presuntuoso. Pues sí, ambicioso, presuntuoso. Pero hay que ser así. Yo miro a Valentino y quiero ser ese tipo de figura. Si esto no hubiera pasado, me daría cuenta de que no puedo, pero según pasan las cosas, sí te ves en el camino adecuado. ¿Y también está preparado para darse una bofetada? Pues también. Bueno, mmm, pues mira, no. Tampoco lo veo necesario. No dejo de ser de la tierra. Quiero es seguir trabajando, igual hago una colección que no gusta, o el programa que hago no hace audiencia y me la pego, pero esta es mi apuesta.

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Hablando del programa. ¿Se ve con autoridad para juzgar a otros siendo tan joven? Me veo reflejado en ellos porque hasta hace poco he estado en su lugar. Pero he demostrado que tengo un criterio válido, que entiendo de costura, de cómo se hace ropa bien hecha. ¿Por qué no voy a juzgarlo si estoy capacitado? Pero igual ni le conocen. Si te gusta la moda y no me conoces es que no has leído una revista los dos últimos años. Unos me conocían y otros no, pero la mayoría sí, y me respetan mucho. ¿Y qué le diría a la gente de su edad que ni estudia ni trabaja? Que son unos vagos, en mi generación hemos crecido quejándonos de la crisis y de nuestro país de mierda. Pues lo que tienes que hacer es reaccionar, no quejarte tanto y hacer algo para que tu país no sea una mierda. ¿Cómo se quedó cuando Beyoncé se puso una pieza suya? Impactado, la verdad. Digamos que me alegró del día. ¿Le gustaría vestir a la Reina? No me molestaría. Sería bastante moderno por su parte.

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MADRID



Jorge Vázquez Mogambo, el nombre de la colección de Jorge Vázquez para la pasada primaveraverano 2017, ya anticipaba bastante de la esencia de la colección. Como en la película de John Ford, la propuesta del diseñador es un viaje a África desde dos puntos de vista o, para ser más exactos, desde dos tipos de mujer: por un lado, Ava Gardner –exuberante, impulsiva, temperamental y valiente- y, por otro, Grace Kelly –sofisticada, delicada y elegante.

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Ambas protagonizan el safari más lujoso y más hedonista que se ha hecho nunca y ambas completan, cada una a su manera, el guardarropa ideal para ello. Las prendas tienen guiños coloniales de finales del siglo XIX, como los bolsillos de plastrón o los tejidos crudos como el lino, pero tamizados por el filtro de la exuberancia y el exotismo. Las texturas son muy ricas y están muy cuidadas, empezando por la rafia

trenzada hasta casi convertirse en un tweed de verano, hasta muselinas de seda y tules sutilísimos. Los colores parecen salidos directamente de un paisaje de Kenia y recuerdan a tribus nativas granate, azul cobalto, terracota, verdes intensos, amarillo clorofila o rosas empolvados que contrastan con los estampados de motivos oceánicos (como si nuestro safari terminara al borde del mar) salpicados de bordados en 3 dimensiones. Los accesorios también encajan a la

perfección con esta idea de viaje exótico: sandalias de ante planas de estilo gladiador, pamelas de rafia curtidas por el sol y bolsos de piel rústica decorados con formas animales. La puesta en escena, con jirafas a tamaño natural de mimbre trenzado, juncos salvajes y una pasarela de granito negro cheyenne y mármol crema marfil que simulaba el estampado de cebra, ha terminado de dibujar esta idea europea y un tanto onírica del continente africano.

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María Escoté Después de ese guiño pícaro a la niñez, fruto de su colaboración el pasado mes de febrero con My Little Pony, María Escoté dirige su mirada a China, mercado clave de la firma con 30 nuevos puntos de venta en el último año. Tal y como explica ella misma en su backstage, My Little Pony fue la colección que la situó en el punto de mira de su nuevo partner en el gigante asiático, una de las webs más potentes del país. “Hemos hecho tres ‘reality shows’ con tres desfiles. Allí, a la vez que salen los desfiles en la tele, luego se ponen a la venta”, explica. Un “see now, buy now” que está a la orden del día.

“Este es mi trabajo y me lo tomo muy en serio, pero tengo una visión de la moda artística, optimista y festiva”, contaba en el backstage de la pasada temporada y lo reitera una vez más. Por eso la diseñadora utiliza su propio lenguaje para relatarnos ese viaje a la Cochinchina que da título a esta nueva colección y que explora parte de su estética mediante el uso de piezas inspiradas en el taekwondo -tal y como ocurre con los cinturones y las bolsas- así como en los animales que componen el zodiaco chino.

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La serpiente, el dragón, el ratón, el tigre o el mono son algunos de los animales estampados y bordados en una colección que ilusiona a María por haberse atrevido con nuevas siluetas como el ‘oversized’ en pantalones, monos y chaquetas. Teniendo en cuenta la trayectoria de la diseñadora, de líneas estrechas y entubadas, se trata de un hito en su estética que ha sabido resolver sin perder un ápice de su esencia tal y como hemos visto con el primer look de la colección compuesto por un pantalón ancho, tipo ‘culotte’, y un ‘cropped top’.


Los contrastes del país, que han dejado huella en su universo estético, han sido plasmados a través de una gama cromática intensa en la que cabe destacar el negro, amarillo, rojo, naranja, rosa, azul, blanco... Además, María tenía ganas de trabajar los colores lisos y el universo monocolor -algo que hace a través de conjuntos al más puro estilo ‘boiler suit’ y delicados vestidos- creando una colección en la que los estampados no son mayoría absoluta como en anteriores temporadas. Además de sus clásicos vestidos, un ‘must-have’ para todas sus clientas, María ha incluido cárdigans oversized con los que la diseñadora simboliza las alturas montañosas, el toque actual del denim -también en versión ‘total look’- o los gorros que suelen verse en las calles de China a juego con los

looks que lucían las modelos. Una desemejanza también representada en looks de vestidos ‘minimal’ y el calzado de esta temporada: las zapatillas Converse. Aunque ha tenido muy poco tiempo para desarrollar esta colección, a causa de su estancia estival en China, María está más que contenta con el resultado. Teniendo en cuenta que sus diseños los luce Katy Perry, Miley Cyrus y Rita Ora, ¿qué más se puede pedir? Como reza su nota de prensa, “cuando uno cree que el mundo termina, llega a la Conchinchina. Más lejos, ya no hay nada”.

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Custo Barcelona Es un cliché decir que en la moda, para sobrevivir, uno debe renovarse o morir. Pero no por ello deja de ser efectivo. Cuando llevas más de 20 años sobre las pasarelas el cambio es tu constante. Que se lo digan a Custo Dalmau que debuta en la pasarela madrileña con su cuadragésimo desfile.

“Este es un nuevo comienzo”, dijo el diseñador. “Ahora queremos vestir también a los hijos de aquellos que nos han acompañado todos estos años”. El epicentro, el brillo. Su colección Light Years es, además, una oda a la individualidad. “He estado hace poco en París y me ha dado la sensación que todo el mundo viste muy similar, nosotros queremos dar otra opción”. Respiren. El color y el grafismo, características inherente de la firma, se mantiene. Pero en esta ocasión los tonos rojizos y azulados rebajan

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su intensidad para encontrarse con los dorados y plateados. “El efecto metálico está en todas las piezas”, explica Custo Dalmau en el backstage, vigilado por la atenta mirada de los abrigos y chaquetas con estampados étnicos y geométricos. Pero en el desfile también se vieron vestidos (mini y midi) variaban conforme avanzaban los pentagramas de Forget (Patrick Topping): con volantes, con aberturas, con detalles de patchwork, con cortes asimétricos. Entre tanta propuesta para la mujer, hubo espacio para el armario masculino, donde los jacquards de terciopelo y las sargas dejaban ver un especial acabado metálico en trajes de chaqueta, americanas cruzadas, abrigos oversize y gabardinas. Ojo, fueron testigos Nieves Álvarez y Fiona Ferrer, por lo que es posible que las prendas construidas y acabadas con redes de hilos de lúrex brillen, de nuevo, en los medios antes de la llegada del otoño

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MARINE SERRE

5 cosas que tienes que saber sobre Marine Serre, ganadora del LVMH La diseñadora francesa de 25 años se hizo con el prestigioso galardón de 300.000 euros gracias a su estética deportiva y sus diseños repletos de referencias islámicas.

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La diseñadora francesa ha ganado el Premio LVMH, uno de los más importantes para los nuevos talentos del sector desde que se pusiera en marcha en 2014.

diseñador japonés Kozaburo Akasaka, conocido principalmente por sus colecciones masculinas de denim, ha logrado hacerse con el Premio Especial, dotado con 150.000 euros.

La joven, de 25 años de edad, ha recibido el galardón (300.000 euros y una tutoría de un año bajo la supervisión del conglomerado francés para potenciar su carrera) de la mano de Rihanna y ha conseguido arrebatárselo a competidores con más renombre internacional como Toon Ahn (Ambush) o Molly Goddard. El

Los miembros del jurado, formado por personalidades tan reconocidas en el mundo de la moda como Maria Grazia Chiuri (Dior), Karl Lagerfeld, Nicolas Ghesquière (Louis Vuitton), Marc Jacobs, JW Anderson (Loewe), Phoebe Philo (Céline) y Humberto Leon y Carol Lim (Kenzo). Ghesquière ha declarado a la edición británica de Vogue que la

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decisión ha sido “bastante unánime” y que han valorado la estética “deportiva, femenina y romántica de su propuesta”. “Es fascinante ver a alguien que tiene 25 años y que además de tener mucho talento es tan pragmática, algo que era importante en el veredicto de este año”, apuntó el director creativo de Vuitton. Este premio (al que optó en una primera frase por primera vez un español, el cordobés Palomo Spain), sin duda supondrá el despegue de la carrera de esta joven.


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Trabaja para Balenciaga Antes de crear su propia marca, Serre trabajó como asistente de estilismo en la casa de Alta Costura Fred Sathal y On aura tout vu así como en las colecciones prêt-à-porter de Annemie Verbeke y Alexander McQueen. Allí cultivó su interés por el saber hacer artesanal y el lujo. Después de trabajar gracias a un par de becas junto a Raf Simons en Dior así como en la firma de culto Maison Martin Margiela, la francesa fue fichada en el equipo de diseño de Gvasalia en Balenciaga.

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Venderá en los templos del lujo El próximo mes de septiembre su colección estará a la venta en espacios tan reconocidos como Dover Street Market, Opening Ceremony, Nordstrom o SSENCE. Teniendo en cuenta que la propia Rihanna ha alabado su propuesta, es cuestión de tiempo empezar a ver sus diseños en los más codiciados armarios.

Motivos islámicos y ropa deportiva, su sello de identidad Su colección ‘Radical call for love’ está plagada de motivos de influencia islámica (como la luna creciente o el hijab) que, según declaró a Business of Fashion, son su forma de responder a la reacción xenófoba tras los ataques terroristas del año pasado en París y Bruselas. Además sus prendas beben de la estética deportiva que está marcando la pauta hoy en día y define la forma de entender la moda en el siglo XXI.


No es su primer premio Hasta la fecha solo ha presentado dos colecciones (’15-21’ y ‘Radical call for love’) pero su trabajo ha sido reconocido en varios certámenes. Su última propuesta fue seleccionada en el festival Hyères en enero de 2017 y en el prestigioso ANDAM, entregado por la Association Nationale Pour le Développement Des Arts de La Mode.

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Mezcla de artesanía y modernidad Aunque sus propuestas son rabiosamente contemporáneas, en sus diseños se puede apreciar el savoir faire más artesanal combinado con tejidos tradicionales. La colección que la ha llevado a la victoria también es una mezcla de opuestos: viejo-nuevo, lujo-vulgaridad, alta culturabaja cultura, como han señalado desde Bussines of Fashion. Tras el éxito que han cosechado anteriores ganadores, parece seguro que en los próximos meses las propuestas de Serre tendrán un hueco reservado (y merecido) en la moda contemporánea.

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PARÍS

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Chanel El escenario plateado y la calma helada de la Costura de Chanel se bastaron para que un escalofrío de emoción recorriera el Grand Palais, y eso que la temperatura de París aún no era demasiado fría.

Los espejos que cubrían la pared y el suelo convergían como sueños rotos y acogían el paso de las modelos, vestidas con elegantes trajes de sastre, todos con algún toque brillante, desde las cuentas que decoraban algún sombrero hasta las perlas famosas de Coco.

“Im-pe-ca-ble, destellos, plata, todo muy brillante”, dijo Karl Lagerfeld en el backstage, él mismo con una chaqueta metalizada a juego con todo lo demás, desde sus guantes hasta el smartphone que llevaba en el bolsillo, para añadir más adornos plateados todavía.

Para el final del desfile, los metalizados se habían hecho tan poderosos que todo un vestido brillaba, no sólo los zapatos de plata y el brazalete de perlas alrededor de un tobillo.

La explicación iba más allá: Mujer cuchara; no el cubierto de plata, sino una referencia a la estatua en bronce de Alberto Giacometti de 1926, que ha servido de inspiración a la nueva mujer Chanel. Eso se traduce en

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proporciones inesperadas, el famoso traje de tweed de Coco transformado con una nueva silueta o hasta hecho vestido, con la cintura más alta y las caderas algo abullonadas. La mejor definición fue “impecable”, a través de sombreros pequeños o el pelo corto y relamido; cinturones altos ciñendo la cintura, o los salones brillantes de tacón alto. Parecía que, en este mundo cambiante e incierto, la moda de Chanel fuera lo único impertérrito. La sensación era de una precisión casi militar.


¿Qué se buscaba entonces? En sus 35 años de carrera en Chanel, el mensaje de Lagerfeld ha ido pendulando desde 1982 bien hacia su fundador o bien alejándose de él; unas veces, una separación deliberada; otras, una vuelta a las raíces de la firma. Sin embargo sí que asomaba algo diferente en este show, cierta vuelta a las raíces, la calma que precede a la tormenta. Karl nunca habla de política, pero sí tuvo algo que decir acerca de otros diseñadores, sentado en el backstage con su impecable indumentaria: “Estoy un poco harto de los diseñadores de Costura que salen en vaqueros y camiseta”, dijo en referencia casi segura a su colega Maria Grazia. Pero todavía queda por ver si en este momento de inseguridad global, las mujeres querrán volver al origen de la moda: los trajes de día, los trajes de cóctel y los vestidos de noche. Karl conoce bien a sus clientes de Chanel, por lo que esta colección será todo un éxito.

Pero además, por supuesto, se trataba de costura en su esencia más pura y comprensible. Los clientes encontrarán que lo aparentemente simple es en realidad complejo: no solo un traje de tweed, sino una pieza tejida a mano o con pliegues forntales artesanales; o un penacho de plumas en rosa claro que parece surgir del bordado de un corpiño brillante, sujeto a su vez por un cinturon ancho y alto. Otro de los vestidos parecía tejido con goma.


Armani Privé “¿Por qué el naranja? Es un color que sienta bien a rubias y morenas; es fresco, y nuevo para mí, la nueva generación Armani”, anunció el diseñador en el backstage, flanqueado por las nominadas al Oscar Nicole Kidman e Isabelle Huppert. Por el contrario, todos habríamos pensado que tal color solo era apto para pleno verano, para las vacaciones... o las advertencias del peligro. Pero demostrando su profesionalidad en la moda, esta visión Armani de un verano teñido de resplandor naranja tenía un encanto muy fresco.

Armani ya ha utilizado un solo color antes, por ejemplo en aquella colección que iba del lila al malva más oscuro. Debe tener ojo de artista para estas variaciones sutiles y gradaciones, porque este todo al naranja tampoco se encasillaba en un solo tono. Los colores variaban desde un homenaje al rico y llamativo imperio otomano, con sus diseños arabescos, a materiales ligeros y enredados en tonos similares. Parecía que el

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diseñador se hubiera sumergido en este imperio del sol a través del encaje color mandarina salpicado de cristales y el sedoso lúrex brillando en los pantalones. Ya en su primer lanzamiento de la colección Privé en enero de 2005 dijo que esto no era un proyecto para alimentar su vanidad, sino un deseo de servir a sus clientes con un armario que quieran llevar. También dijo que tenía la intención de hacer esta parte de su negocio igual de rentable que sus muchas otras colecciones.


Armani ha conseguido hacerse con una auténtica red de clientes leales, desde aquellos que quieren dejar su huella en Hollywood hasta otros tan discretos que nadie los conoce. El mensaje de este Privé era claro y brillante: prendas ideales para la brisa de verano. ¿Fue imaginativo? ¿Salvaje? ¿Impactante? El espíritu de Giorgio Armani tiene que ver con la modestia, la calidad y el arte. Pero ¿cómo se vería ese naranja brillante en vestido entallado y brillante sobre el ROJO de la famosa alfombra? Así como trasladar el resplandor de una puesta de sol italiana a Los Ángeles.


Iris Van Herpen ¿Alta Costura o alta tecnología? ¿O ambas al mismo tiempo? Ese es el reto que afronta Iris van Herpen cada temporada. Pero mientras que las descripciones de su proceso creativo –como las piezas en 3D fundidas a mano o el moldeo por inyección– siguen siendo desconcertantes para los no técnicos, sus colecciones son cada vez más completas.

Este desfile contaba una historia de “entre líneas”: esas líneas, rectas pero interrumpidas con intersecciones geométricas, que decoraban la pasarela y se unían al fondo con una maraña de rejillas metálicas. Las prendas, sin embargo, no daban la sensación de enjaular el cuerpo, sino que eran más bien esculturas ligeras que seguían con naturalidad la silueta femenina.

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En movimiento, la ropa parecía tan resueltamente “normal” que si no fuera por las explicaciones de las fichas –que detallaban cada vestido al milímetro y el proceso de su confección– nadie habría notado en esta colección las ideas revolucionarias de Iris como diseñadora, tan a años luz de sus colegas de la Alta Costura. La clave tras la confección de estos vestidos etéreos era, a saber,

‘piezas en 3D fundidas a mano’. Y en adición a ese proceso, “colores hechos a mano mediante moldeo por inyección”. Así era un vestido que por fuera estaba compuesto de tul de seda; pero para el público era imposible detectar esta mezcla de tecnología y tejido tradicional, efecto que en realidad suaviza las líneas y hace los diseños más

confortable para la piel. En cuanto a su visión de moda en sí, Iris ha desarrollado una silueta y una personalidad que son muy reconocibles: vestidos cortos de cóctel con la cintura definida y faldas plisadas –si se adecúa tal descripción y no suena demasiado banal–. Pero también había vestidos largos y ligeros, hechos al parecer en tul de seda,


con decoraciones de líneas hechas en 3D y moldeadas después a mano. También estaban los colores, inyectados a mano para dar aún mayor verosimilitud a la combinación de tecnología y artesanía. Los tejidos de seda estaban en su mayoría decorados –y modelados– con motivos creados a mano para crear un efecto de cristal roto. ¿Son estas creaciones de alta tecnología cómodas en realidad y ponibles? Si hablamos del mono drapeado, moldeaba tan bien las formas del cuerpo que le doy muy buena nota como prenda real. Lo mismo para un vestido muy chic hecho en piel cortada a láser con organza plisada a mano y formas de crinolina suave. Iris ha recorrido un largo camino desde que sus modelos luchaban por soportar físicamente sus embrollos futuristas. Si sigue adaptando la alta tecnología a las demandas humanas, puede sentar precedentes para la costura del siglo XXI y su evolución estilo Mad Max convertirse en una emocionante y nueva normalidad.

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Alessandro

Michele Director creativo de la colección masculina y femenina de la firma italiana Gucci.

Nacido en Roma, se formó en la Accademia di Costume e di Moda Romana con el objetivo de ser diseñador de vestuario. Comenzó su carrera en el mundo de la moda diseñando los accesorios para Fendi. Tom Ford, por aquel entonces responsable de la firma, llamó a su puerta allá por el 2002, año en el que Michele comenzó a trabajar para Gucci. Casi diez años después, fue nombrado adjunto a la dirección de Frida Giannini. Bajo la batuta de Frida tuvo responsabilidad directa sobre los artículos de cuero, zapatos, joyas y colecciones de origen.

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Dirigir una de las marcas más influyentes del momento no debe dejarle tanto tiempo para soñar… ¿Convertirse en director creativo era su anhelo? Sueño constantemente, menos cuando trabajo. Siempre encuentro el momento, si uno lo tiene en su cabeza, siempre se logra sacar tiempo. No se trata de un instante concreto. Uno puede soñar en el coche mientras conduce. Yo sueño hasta cuando me siento mal. Lo hago para ser mejor. Y mi imaginación termina perteneciendo a la gente. Si perdiera la habilidad para fantasear, dejaría de trabajar. Haberme convertido en director creativo es un capítulo más de mi pasión. Ahora me gustaría, por ejemplo, tener una bonita casa de campo o una granja. Deseo muchas cosas. Soy como un niño pequeño…, lo de menos es el cargo. Por ejemplo, ahora mismo estoy deseando volver a un local maravilloso donde estuve comiendo con un amigo mío. Lo haré después de este encuentro. Al final se trata de vivir, de sentir, porque eso es lo bello. Su visión arriesgada de la moda ha funcionado en un contexto de globalización y en un mercado criticado a veces por su inmovilismo.

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Tras tanta globalización, ha llegado el momento de exhibir nuestra personalidad; es necesario. Reconozco la autenticidad por la energía, por el aura de amor y felicidad que rodea a las personas que lo son. ¿Ese es el verdadero lujo? ¿Ser usted mismo? Sí. Lujo en el pasado significaba dinero y poder. Hoy es libertad, ser quien quieres ser. Siempre digo que nadie puede robarte tu creatividad, tus ideas. El dinero es solo papel. Sus creaciones son también una oda al pasado. De hecho, se inspira en Tiziano, se


rodea de cuadros ingleses, de la época de los Tudor, y de muebles de anticuario, de copias antiguas del Decamerón… Todo eso ya forma parte de mí. No suelo buscar la inspiración en la historia; mis creaciones empiezan con un sentimiento, con una emoción, con un instante; como en una película. Aún así hay algo nostálgico en su manera de ver el mundo… Siempre digo que ese adjetivo no significa volver al pasado. Significa estar en contacto con algo muy profundo en nuestro interior. Cuando me siento nostálgico, estoy más receptivo a cuanto me rodea… Hoy le rodea la celebridad… La revista Time le incluyó este año entre las cien personas más influyentes del planeta. ¿Cómo se sintió? Curioso sobre la definición de fama. Muchos otros italianos podrían figurar en esa lista que podría ser muchísimo más larga. Ahora toca luchar para permanecer ahí. Siempre está bien figurar en clasificaciones así si estás haciendo algo bien. Me siento orgulloso por Italia y por la pasión que pongo en mi trabajo, pero sinceramente me siento igual que antes de figurar en ella.

Los innumerables mundos de Michele tienen un poder de atracción sin precedentes. Aquí, él desentraña su propio pasado, obsesiones estéticas y fantasías fabulistas

“La gente necesita realidad”


D “Después de años trabajando para muchas compañías diferentes, fue tan increíble que alguien me permitiera hablar sobre moda de otra manera”, dice Michele, refiriéndose a la libertad que se le ofrece en ese momento por los progresistas. Bizzarri quien, después de pasar tiempo hablando con el diseñador, resolvió darle una oportunidad. “Quería hacer algo hermoso, eso era todo. Sabía que estaba dentro de mí. Me sorprendió cuando la gente comenzó a hablar sobre la moda sin género. Quiero decir que podría parecer nuevo ahora, pero no fue en el pasado. Quizás vivimos en una era que no está tan abierta a todo como pensamos. Creemos que estamos un paso por delante, pero no a veces. Parece vintage que un hombre se parezca un poco a una niña o viceversa. Pero para mí es algo así, no quiero decir normal, pero es muy natural. Si piensas en Monsieur Saint Laurent, en Ossie Clark o en Elton John”. La oficina de Michele, es un gran lugar de techos altos que ya ha construido, con sofás y sillas de terciopelo antiguo, alfombras persas, montones de libros plantas de queso, viejos

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retratos maestros, aves taxidermicas. El aire está lleno de incienso y, a lo largo del tiempo que pasamos juntos, el sonido del Canto Gregoriano. El diseñador es inusualmente abierto e incluso modesto en su comportamiento y de hecho todavía hay cierta modestia en sus colecciones, una fragilidad encubierta y una subversión de estatus que desmiente el hecho de que su Gucci ha crecido exponencialmente desde su llegada. Apenas tres años después de su mandato y Michele ha mostrado colecciones de Resort en el Palacio Pitti en Florencia y en la Abadía de Westminster en Londres. Al momento de escribir se anunció que Gucci Resort 2019 se ubicará en el antiguo sitio de Alyscamps en Arles a fines de mayo de este año. Es la primera vez que los responsables de la preservación de este hito histórico han acordado organizar dicho evento. Mientras tanto, en 2016, la sede central de Gucci en Milán se trasladó a un espacio de 35,000 metros cuadrados dentro de la antigua fábrica aeronáutica Caproni en Via Mecenate. Cerca del aeropuerto de Linate, está geográficamente e ideológicamente a kilómetros de distancia del resto de la moda milanesa, un reino separado de Gucci. Reúne todas las oficinas de la marca en Milán, salas de exposición, la pista de aterrizaje y los estudios de diseño y fotografía, y es el hogar de más de 250 miembros del personal. Y las ventas también están aumentando. En septiembre de 2017, los ingresos de la empresa se habían disparado un 49%, su mayor aumento en 20 años.


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Fotografía superior - conjuntos de la nueva temporada de Gucci para la nueva campaña publicitaria 2017/2018. Fotografía derecha - detalle de unos de los zapatos icónicos de esta colección con incrustaciones de cristales y bordados a mano.




¿La inspiración? El género de ciencia-ficción de los años 50-60 incluyendo el programa de tv “Star Trek”


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MILÁN


Versace Donatella Versace tiene algo muy fuerte con las mujeres. Mujeres fuertes. Las mujeres que dan zancadas por una alfombra azul y púrpura que brilla por la iluminación estroboscópica y las letras de canciones que celebran a mujeres con una misión. Las chicas de Donatella caminando a pasos agigantados con glamurosos tacones altos ya han sido vistas antes. También el año pasado, cuando la diseñadora llevó su ejército de modelos al antiguo y enorme FieraMilano, un lugar donde se celebraba la feria de moda de los 80.

El edificio se ha convertido en la central de Versace, donde Gigi Hadid puede contonearse con un abrigo de seda de paracaídas y un vestido cortado aquí y allá con joyas en cada abertura. Luego estaba Naomi Campbell, en un uniforme rojo y azul marino que parecía ofrecer una oportunidad deportiva de exhibir la cintura y la pierna cruzando una falda de seda.

los modelos, aunque ella ya caminó para Donatella en 1998, casi 20 años atrás.

La infatigable modelo pisaba fuerte con sus botas acordonadas de color escarlata, todavía ahí con el resto de

En el backstage, Donatella no se había quedado sin palabras. Tampoco más tarde durante la noche, cuando

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Luego estaba la música de Violet + Photonz, celebrando “la fuerza de las mujeres y el poder del futuro femenino”. La letra llegó a decir “el espectáculo, este espectáculo es de las mujeres que tienen posibilidades” y “da el salto, si no hacemos nada, no conseguimos nada”.

se sentó en la cena entre Serena Williams y Naomi Campbell formando un trío potente. “Tenemos que acelerar el camino del presente al futuro”, dijo Donatella. “He estado pensando en cuántas mujeres importantes marcan la historia. No reconocemos a muchas, pero es verdad. Es por eso que tenemos que tener una mujer como próxima presidenta”. Ya estuviera Donatella señalando a Hillary Clinton como presidenta de Estados Unidos o simplemente hablando de las mujeres poderosas


en general, desplegó un poderoso desfile: colorido, lleno de energía, más hermoso cuando Gigi Hadid o su hermana Bella salían a la pasarela, pero siempre llamativo. Los desfiles de Versace han constituido de forma tradicional una fuerte declaración de intenciones, pero este parecía listo para la venta. Por todos los diseños en rojo, amarillo y azul inmersos en estampados gráficos digitales, hubo un ponible vestido negro o una versión más deportiva como un mono redondeado. ¿Vuelta a los 80? Sí, pero atractiva para una mujer deportiva y sexy que ni siquiera habría nacido cuando Gianni Versace, fundador de la marca, era el hombre principal. Y en este mundo digital, es probable que el universo fast fashion ya esté copiando las piezas más simples, como un vestido rojo ajustado, cortado aquí y allá para combinarse con tiras negras. Sin embargo, la

copia es la mejor prueba de que el estilo es adecuado. Y esta era una colección auténtica y equilibrada con minivestidos de una simplicidad sexy en colores como el morado y el verde césped, mientras que un envolvente conjunto de chaqueta y pantalón sugería trabajo en lugar de juego. ¿Mujeres poderosas? No todas –ni siquiera Hillary– pueden llegar a alcanzar ese estatus. Pero al menos Versace ofreció un armario poderoso Los nuevos tejidos que marcaron la diferencia eran ultraligeros, de ondulante nylon, creando un efecto de seda y un jersey técnico que esculpía la forma del cuerpo. Estampados de damero, tradicionales chubasqueros a juego y adornos de encaje. Todo parecía fresco. Dicho esto, estas prendas no eran tan innovadoras como ha sido Versace, por ejemplo, con la introducción de la malla metálica que parece estar teniendo un resurgimiento leve.


Dolce Gabbana La escena de adolescentes del front row se acicalaba el tupé; las chicas, en grupo, rubias y lánguidas, buscaban el cool con sus flequillos. La música empezó a sonar y los clientes acomodaron sus bronceadas piernas de eternas vacaciones. “Trópico italiano” era el mensaje escrito en luces al final de la pasarela.

De repente, ¡PUM! Un grupo de chicos y chicas del montón saltó a la pasarela: todos con pantalones vaqueros desaliñados, camisetas holgadas y zapatillas de deporte gastadas. Y parecía que no les importaban un bledo ni Brandon Thomas Lee ni Dylan Jagger Lee o Pamela Anderson y los hijos de Tommy Lee, todos sentados en primera fila. Apenas vieron siquiera a la hermana pequeña de Nicole Richie, Sofía. Y Huiwen Zhang, ¿la gran estrella de cine chino y modelo? Nunca habían oído hablar de ella.

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Esta panda feliz sólo quería bailar hasta desfallecer, o al menos hasta que el show de Dolce & Gabbana acabara y todas esas personalidades de la vida real subieran a bailar de verdad a la pasarela. “Es pura diversión, ¡diversión, diversión!”, dijo Stefano Gabbana en el backstage con una pirueta. “Los hemos traído a todos de Nápoles”, agregó el diseñador refiriéndose a su desfile de Alta Moda, celebrado allí en julio junto a su socio Domenico Dolce. El desfile de primavera/verano de 2017 siguió en continua fiesta. Y así

fue, una repetición de la velada que Stefano y Domenico llevaron a cabo en Nápoles, ahora trasladada a Via Monte Napoleone en Milán para celebrar la colección y la apertura de la nueva tienda. Los clientes fueron agasajados con alta ópera y comieron en largas mesas de brillos dorados y candelabros de plata que competían con el brillo las palmeras. Pero ¿qué hay de la colección? Dolce & Gabbana vertieron una declaración extraña: “El punto de partida ya no es el outfit en sí mismo”, decía la nota de


prensa. “Es el deseo de contar nuestra historia de dos, revelar una emoción, una forma de vida. De esta manera, la gente ya no compra una prenda sino un recuerdo, un amor, un momento especial, ADN”. Continuaba así: “Nuestro ADN está en el sur y en todos los símbolos que lo representan: flores, pasta, pan, amuletos de buena suerte, conchas, peces, símbolos religiosos, música, helados, bebida, muñecas, galletas, tenedores, cucharas, pizza y mandolina. Todo esto es amor, es la #DGFamily”.

Traducción: “No tenemos muchas novedades que mostraros, pero queremos que os lo paséis de lujo”. Y así ocurrió, con chaquetas que llevaban “JAZZ” bordado en lentejuelas; tops ajustados con vaqueros ceñidos al muslo y estampados que abrazaban todo cliché imaginable del sur de Italia, desde rosas encendidas hasta girasoles gigantes, tomates brillantes, peces, platos de espagueti y siluetas de melón alrededor de los pechos. Lo que no estaba relacionado con la

comida era lo suficientemente dorado como para eclipsar una catedral. Y, por supuesto, decoración de iglesia e imágenes religiosas entraban en la mezcla. Entre todos los clásicos de Dolce & Gabbana, hubo vestidos estrechos y bolsos que parecían tambores. En realidad, para ser una nueva colección no presentó grandes novedades. Pero fue divertido. Y Domenico y Stefano, saben que hacer moda divertida garantiza gran parte del éxito a la hora de hacer marca.

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Prada ¿Hacia se miraba? Allí aparecieron las modelos de Prada caminando decididas con vestidos lisos y negros apenas iluminados por un cinturón de color; sujetador negro y grandes pantalones sobre recatadas faldas de cuadros. O un impermeable ceñido con firmeza al cuerpo, anudado con fuerza a un lado y adornado en cada muñeca con ribetes rosas de plumas de marabú.

“Pues porque en realidad era la prenda más tonta que se podía elegir”, explicó Miuccia Prada en el backstage acerca de este look de plumas. Eso fue después de que hiciera su habitual salida breve para recibir el aplauso, aplaudiendo ella a su vez al director de cine estadounidense David O. Russell. Por encima de las cabezas de las modelos se proyectaban extractos de su película Past Forward, cuyas imágenes remitían a la vida de la mujer moderna: una caminata hasta el trabajo a lo largo de un muro, el

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tintineo de los tacones en los largos pasillos del aropuerto, una carrera mareante escaleras abajo, una figura corriendo despavorida, una maleta (de Prada, claro) abandonada en el suelo. Sin palabras. Una película muda sobre Prada. En el backstage, entre la melé de figuras del cine -como Jack Huston, Paredes Sinqua y Kuoth Wiel- y viejos amigos como el arquitecto holandés Rem Koolhaas, Miuccia habló de la colección, en esta ocasión una propuesta no muy complicada de

entender de prendas ligeras, tanto para el trabajo como para el ocio. “Quería interesarme por otros motivos de la vida de las mujeres, que fueran diferentes a los de anteriores temporadas. Quiero centrarme en el ahora y hacer algo mucho más sencillo, tratar de buscar una nueva forma de elegancia”, dijo el diseñador. “La palabra elegancia suena a antiguo, pero también denota algo muy significativo y muy calculado”, continuó.”Vivimos en un momento en


el que la moda se ha vuelto íntima, real, sensible, y lo que intento es tratar esto de una manera que sea contemporánea. Busco un tipo de simplicidad y elegancia que sean actuales”. Prada ha recogido -y tal vez moldeado- la vida de la mujer de hoy, ofreciendo un armario de corte limpio y dejando decidir a la usuaria si le parece bien o no ponerse unos shorts cortísimos y floreados que apenas asomen bajo una chaqueta sobria de cuadros. En esta colección daba la sensación de que cada prenda podía combinarse de muchas maneras diferentes, bien con liso o con estampados, con falda o con shorts. Entre los accesorios de esta temporada destacó una placa enorme colgada de una cadena como si fuera una medalla olímpica -a lo mejor, un premio por conseguir llegar al final del día-. Después del show, David O. Russell mostró la versión completa de su película en la Fondazione Prada, el complejo de modernos espacios de exposición de arte que crearon Miuccia y su marido, Patrizio Bertelli, a las afueras de Milán. La película expandió la historia que habíamos visto sólo en fragmentos en el desfile. El estreno será en Los Ángeles en noviembre. Puede ser que Prada, en un momento en que caen las ventas en todo el mundo, haya tratado de ofrecer prendas conscientemente amables a la vista y fáciles de llevar. Pero tal es la fuerza y ​​la originalidad de Miuccia que el desfile, como siempre, parecía mucho más que la suma de sus ponibles partes.

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VANESSA SCHINDLER

Como cada primavera, los seguidores de la moda emergente tienen una cita al sur de Francia con el festival internacional de moda y fotografía Hyères, que ya cuenta con su ganador. Vanessa Schindler es la suiza de 29 años que ha conseguido impresionar al jurado con sus siluetas cinemáticas. La joven, que justo acaba de terminar un master en moda en la Universidad de Arte y Diseño de Ginebra, presentó una colección inspirada en materiales sintéticos con uretano, una resina química que une los tejidos.


“Urethane Pool, Chapitre 2” es la colección femenina de Schindler en la que incluye, entre otros, un abrigo de pelo sintético, un vestido lila hecho con terciopelo falso con capas en las mangas y un suéter con uretano orgánico. Los interiores recientemente demolidos de Bavinger House, así como el espíritu chic y místico de la actriz -convertida en instructora de yoga - Yvette Mimieux sirvieron de inspiración a la diseñadora para componer su colección. “Urethane Pool, Chapitre 2”, colección de Vanessa Schindler “El uso de sus materiales es verdaderamente increíble los materiales no están típicamente conectados con la moda que ella representa de

una manera tan poética, sutil y femenina, y su manera de conectar el pasado y el futuro” dijo Laure Hériard-Dubreuil, fundadora de The Webster y jurado del certamen. Schindler fue una de las diez diseñadoras internacionales que competía por el premio, valorado en 15.000 euros y que quedaron finalistas entre los 300 aspirantes. Gracias a este premio, Vanessa Schindler tendrá la oportunidad de trabajar en los talleres de Chanel y recibirá una beca de 10.000 euros de Petit Bateau para producir una colección cápsula que será producida y vendida por la marca.

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Los aretes de uretano y perlas que diseñó para su primera colección de Hyères saldrán a la venta en su sitio web a mediados de mayo, y la nueva colección saldrá a la venta para el verano. Ella producirá tiradas cortas de prendas, hechas “una por una”. Schindler también puede comercializar, con una cápsula de cinco piezas para Petit Bateau, que se lanzará a tiempo para el festival, que se realizará del 26 de abril al 30 de abril. Para eso, jugó en su pasión compartida por las líneas, mezclando su estética fluida e instintiva con las rayas rectas clásicas de la marca.

Schindler impresionó a un jurado encabezado por Bertrand Guyon de Schiaparelli con su colección de otro mundo - “Urethane Pool, Chapitre 2” - basada en siluetas cinemáticas que combinan materiales sintéticos inspirados en el interior con uretano, una resina química que une las telas cuando se seca.

Una camiseta blanca con líneas azules y líneas onduladas asimétricas en las mangas, el dobladillo y el escote. Las líneas onduladas también bordean su camisa con capa trinchera en el impermeable emblemático de la casa, y rompen la exclusiva franja de marinière de Petit Bateau con grandes pinceladas verticales en un vestido largo que se puede usar al frente o al revés.

Esta vez, ha llevado el concepto más allá, experimentando con nuevas formas de construir prendas usando el material translúcido y elástico. “Las piezas están prácticamente dibujadas con uretano”, dijo la diseñadora, que describió un voluminoso vestido ondulado de color rosa hecho estirando una tela y cubriéndola con uretano para fijarla. También presenta bordados de Maison Lesage. El diseñador también ha colaborado con la especialista en tejidos de punto Cécile Feilchenfeldt en tres piezas “dibujadas” con el material. “Básicamente llenamos formas de uretano con tejidos de punto”, dijo Schindler. La diseñadora, que está “fascinada por los años cincuenta y sesenta, y el diseño de interiores”, planea trabajar según su propio horario y enfocarse en pequeñas ediciones.

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MATERIAL GIRL “Es realmente, realmente lento”, dijo Vanessa Schindler, quien presentará una cápsula de looks nocturnos en su estudio en Ginebra en la próxima edición del Festival Internacional de Moda, Fotografía y Accesorios de Moda de Hyères, como último ganador del año de los premios Gran Premio y Público y Ciudad de Hyères por la sección de moda.

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NUEVA YOR


RK


Marc Jacobs Después de una semana de cambios dinámicos vapuleando la moda de Nueva York, como el nuevo concepto del “lo veo-lo compro”, la temporada americana terminó bañada en retro de la mano de Marc Jacobs.

Fue de nuevo la década de los 70 con halos de rastas en las cabezas de las modelos, botas de plataforma de cuñas extremas y zapatos que las ponían en vilo. Entremedias, faldas cortas y dulces en rosas y naranjas, con un abrigo largo de vez en cuando para demostrar que no se trataba de un evento musical hipster de hace medio siglo, sino moda y actual para el mundo de hoy. Cuando salió brevemente al final del show para saludar, Marc se apartó de las guirnaldas de luces que

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habían creado durante el desfile una atmósfera de cuento. Los vestidos, cortos y decorados con estampados digitales, parecían casi de dibujos animados; mientras que otro largo envuelto en tul rosa con mangas abombadas sugería más bien una fiesta de disfraces para niños de siete años. Los vaqueros elásticos en morado oscuro resultaban más normales de cara a la primavera/verano 2017 a no ser por las botas en fucsia de

plataforma vertiginosa. Los diferentes calzados, aunque todos a modo de bloques de juguete para niños, eran obviamente menos 70s que las botas, sobre todo cuando iban combinados con un abrigo de sastre por debajo de la rodilla en tonos rosa y púrpura. El efecto general era extraño, como de payaso y extraterrestre a la vez, a menos que el plan fuera el típico: montar un show llamativo para tener cobertura de prensa y más tarde atender las peticiones de los distribuidores, alargar el bajo a las

faldas, usar colores más tranquilos y calzado literalmente terrenal. Sin embargo, Marc todavía mantiene un poco de su antigua magia. Y tras una larga semana de discusión sobre los nuevos modos de impulsar el comercio textil, había algo emotivo, incluso encantador, en su manera de hacer arte a través de la ropa.

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Ralph Lauren Cien mil orquídeas blancas, que abigarraban las paredes y enmarcaban las ventanas, desplegaron su rica fragancia y se llenaron de mariposas: tal maravilla de la naturaleza era la entrada al desfile de Ralph Lauren, celebrado en su tienda de Madison Avenue.

Pero el propio diseñador se apresuró a sugerir que esta orgía de belleza no era solo para nosotros, los pocos afortunados que fuimos invitados a sentarnos en los sofás de terciopelo para ver el desfile. Lo más importante era mostrar la colección de primavera/verano 2017 y las flores estaban allí para atraer a los clientes, que solo podrían comprarla durante cuatro días siguientes. Me producen una enorme confusión todas estas temporadas de Pre-Fall, Crucero, verano, otoño e invierno

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que se venden indistintamente en cualquier época del año. Pero por una vez, me quedó claro. La ropa era para ese momento del invierno en que el hielo se derrite y llega la primavera. De ahí los looks viajeros pero elegantes a través de unas prendas no demasiado enérgicas. Todo era suave seda en colores cálidos y terrosos, aderezados con joyería tribal, un estilo bastante contundente que se reforzó aún más con los collares con varios platillos sobre el pecho.


"La colección se inspira en el espíritu nómada, una sofisticación exótica que se consigue contrastando formas puras con texturas rústicas", dijo Ralph Lauren, con su familia aplaudiendo entre el público, como tienen por costumbre. El diseñador aludió a sus colores –entre oscurecidos bronces y oro barnizado– como "tonos del desierto". Y había algo tropical o incluso tribal en algunas piezas, largas y esbeltas, aunque no fuera precisamente su destino un paraíso tropical, sino los eventos urbano y nocturnosEntre las prendas, chaquetas personalizadas de color crema a beige, con algunos estampados animales como vimos en un bolso de leopardo muy audaz. Había efectos muy peculiares, como los cárdigans de macramé texturizado o cortes en forma de flor a la altura del vientre. Pero así es el 'lo veo-lo compro', las prendas de ropa deben ser lo suficiente llamativas como para atraer a los clientes, pero no tan salvajes que los aleje.


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Oscar de la Renta La salida de Peter Copping, sonada por ser el diseñador que reemplazó al difunto Oscar de la Renta, trajo un cambio de ritmo a la casa. Mientras que Copping, de origen británico y formado en París, quiso devolver grandeza histórica y elegancia a una ropa que rayaba la Alta Costura, el dúo de esta temporada, Fernando García y Laura Kim, han seguido el camino de Valentino: la inocencia femenina.

El punto de partida de este glamour de barrio zona alta, pero bajado a la tierra, fue el calzado: plano, a menudo sandalias decoradas que complementaban trajes de chifón blancos y tenues, u otros vestidos en blanco y negro de corte más firme, algunos con encaje escarlata. Como tributo a los orígenes de Oscar, nacido en Santo Domingo, la colección incluyó intensos estampados latinos y lo que podría haber sido un traje tradicional dominicano, con la parte superior bordada de tipo campesino unida

por un cinturón a una falda plisada. También podría recordar al estilo de Valentino. No hubo nada de malo en la colección, salvo por el mismo problema que afrontan tantas marcas en este momento: tras la marcha del fundador, ¿cómo alimentar las raíces para que estas crezcan y florezcan en sintonía con los tiempos que vivimos? Especialmente cuando tanto los diseñadores que dan la cara en los desfiles como el equipo que hay entre bastidores y las personas en los talleres están en perpetuo movimiento de una empresa a otra.

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BERLíN En la jerarquía de las semanas de la moda, es posible que Berlín no sea la sede de los desfiles más extravagantes o de alto perfil, pero sin duda presenta la mayor renuencia a los fanáticos de la moda y los adoradores de tendencias.

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Y seguramente, este desprecio consciente de las marcas y el estado de lujo es el principio que hace que el estilo callejero de Berlín sea tan asertivo. En la capital alemana, las elecciones de vestuario son más una muestra de estilo personal que una lealtad a las marcas de moda. (Excepto en el caso de las zapatillas de deporte, donde hay más amor por las Tres rayas alemanas que por el Swoosh). Los conjuntos generalmente se inclinan por un enfoque más informal / relajado con una fuerte actitud contracultural. Incluso para conjuntos más disfrazados, hay cierta ambivalencia del grunge que proviene de un rico trasfondo de influencias subterráneas, multiculturalismo ecléctico y calles llenas de graffiti. Flamante y muy años 70, este atuendo lo transportará de día a la noche, o al revés. Un colorido mono de seda con grandes gráficos de paloma se superpone sobre una camiseta estampada vintage. Un corte de pelo de mújol y un bigote en forma de herradura añaden un estilo más retro y endurecen los tonos pastel, mientras que las bien gastadas adidas Sambas en el diseño OG completan el aspecto desaliñado pero clásico.

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Otro guiĂąo fue la la toma de decisiones que ignora las tendencias modernas. Estas dos miradas canalizan los temas monocromos y de estampado general a travĂŠs de fuertes atuendos vintage que cuentan con pajaritas, chalecos y zapatos de vestir de la vieja escuela. Otros accesorios, como el bombĂ­n, el abanico y la barba completan el estilo antiguo, mientras que las gafas de sol Ray-Ban Wayfarer y los pendientes negros llevan algunos acentos actuales.

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LONDRES

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Tommy Hilfiger Una vasta pista redonda iluminada de un rojo feroz y unas letras brillantes que decían: “Tommy Now: Rock Circus”. Con su moda ambulante y muy centrada, al menos una gran parte de la colección, en el concepto See Now, Buy Now, el diseñador estadounidense aterrizó en Londres. Si bien previos espectáculos tuvieron lugar en los muelles de Manhattan o Venice Beach en Los Ángeles, la caravana Hilfiger llegó a Reino Unido rodeada de toda la parafernalia de un auténtico circo rodante.

No le faltaba nada a esta orgía de entretenimiento: Gigi Hadid como modelo estrella; perritos calientes y hamburguesas; copas de champán; acróbatas balanceándose en sus cuerdas en el techo de la carpa; música rap tan alta que hacía temblar el suelo; incesantes proyecciones digitales; y una pantalla central que retransmitía el desfile en directo. ¿Y qué hay de la ropa en sí? Alegre, colorida y absolutamente predecible. Por ejemplo, un cárdigan alargado, con rayas rojas y Royal Blue; una parka

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invernal con una capucha forrada en pelo; una boina de lana; una chaqueta de cuadros... Nada que no hayamos visto ya en un desfile de Hilfiger, él mismo incluido. El rojo era el color predominante; los cuadros, el estampado esperable; los largos eran cortos para enseñar bien los calcetines altos. Luego estaban los vaqueros, claro, denim con parches y efectos de lejía. Los pantalones cortos, seguramente en cuero, cedían protagonismo a las


medias. Los pájaros que decoraban las espaldas tenían un halo amenazante. No es que la colección tuviera nada malo, hasta estaba divertida. Pero el estilo Hilfiger no casa bien con la moda británica, que a pesar de manejar menos dinero, ofrece muchas más ideas en un simple desfile que todo lo que pudiéramos ver en todo este jolgorio de moda.

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Burberry Desde que Burberry decidiera plegar su enorme carpa de los Royal Parks de Londres, siempre llena de estrellas internacionales, la marca se muestra mucho más terrenal. La temporada pasada, su nueva manera de abordar lo inglés se tradujo en una presentación que incluyó esculturas de Barbara Hepworth y la presencia de sus artesanos, que enseñaban su trabajo directamente al público, todo en el marco de una antigua y ruinosa librería, ahora demolida.

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Esta vez, Burberry se ha trasladado a otro edificio histórico, un palacete restaurado en East London en cuyos antiguos muros de piedra se exponían imágenes de fotógrafos británicos. A pesar de la ruidosa manifestación de un grupo en contra del uso de pieles (eso que Burberry se basa en los impermeables y no utiliza la piel), el mensaje del diseñador consiguió abrirse paso.

clase trabajadora, sobre todo de las imágenes urbanas del norte”, declaró Christopher Bailey, diseñador de Burberry. "Había estado revisando todas estas imágenes y empecé a construir una idea de cómo aplicarlo a la colección. Y me gustó la grandeza de este edificio. Tiene que ver mucho con lo tratamos de decir en la colección: cierta grandeza, pero erosionada por los años”.

"Quería que la colección fuera todavía más honesta, menos pulida y algo más cruda, como esa aspereza de la

Con una presentación definida como "una colección real, orgánica", por contraposición a las que surgen a


partir de una única imagen, la estética Burberry se dividía en diferentes imágenes aunque nunca en masculino y femenino, ya que ambos sexos salieron indistintamente. Esta temporada, los abrigos llegaron en coloridos tejidos semitransparentes y gomosos, que parecían de plástico y no en los habituales tejidos de lujo de Burberry. En colores suaves, pero con esa sutil sensualidad que desprende la ropa plastificada, estos impermeables se ajustaban más a los cánones del siglo XXI, a diferencia de otra serie en cuadros, más propios de la marca. Sin embargo, Bailey vinculó en su explicación este material antiagua con un trasfondo histórico: "Encontré unas imágenes fantásticas de mujeres de Greenham Common vestidas con

plásticos, plásticos literalmente”, contó Bailey, refiriéndose al campamento pacifista antinuclear formado por mujeres en 1980. "Se estaban cubriendo de la lluvia", continuó el diseñador. "Y me gustó la idea de que hay otros modos de protegerse, de apostar por algo y cuestionar nuestra identidad". Otro elemento a destacar fue el punto, colorido y estampado, en representación del estilo escocés e incluso con trazas de encaje y tartán. Vimos una atrevida minifalda que parecía una chaqueta de uniforme reciclada. Como la mayoría de la oferta online de la marca a cuenta del ‘see-now-buy-now’, la falda costaba casi 2.000 libras y se agotó prácticamente a las pocas horas de terminar el desfile. Igualmente ocurrió con las joyas con cristales, grandes,

chispeantes y para ambos sexos, pensadas de nuevo para romper con las texturas y el contexto. Irónicamente, dada la explicación de Bailey en tanto a su visión, en general la colección resultaba pulida. Y con tanta celebridad en el front row, incluidas las recién contratadas colaboradoras del Vogue británico, Naomi Campbell y Kate Moss, el desfile parecía de todo menos terrenal. Sin embargo, la exposición fotográfica, que en su mayor parte eran meras fotografías colgadas de las rústicas paredes, sí imprimía a la presentación un golpe de realidad. Doscientas imágenes de célebres fotógrafos británicos del siglo XX forman el corpus de Here We Are, comisariada por Christopher Bailey, Lucy Kumara Moore y Alasdair McLellan.

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Christopher Kane Había dos manifestaciones a un paso de donde Christopher Kane celebraba su desfile de otoño/invierno 2017: unos a favor de la pertenencia de Reino Unido a la UE y otra en contra de la visita de Estado del Presidente Trump a Gran Bretaña.

Dada la sensibilidad del diseñador hacia la gente coriente –ya que él mismo ha sido un trabajador escocés de la clase obrera–; y dado su interés por el arte urbano y su lucha en favor de los oprimidos, esta presentación en la Tate Britain tenía todas las papeletas para encumbrarse como diseñador. Pero, a pesar de todo ello, el creativo parecía tener la cabeza en otra parte, tal vez incluso en el espacio exterior. Kane es un artista con la ropa, pero la propuesta de esta temporada, más de mezclas imposibles y sin el reciclaje

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de su anterior colección, era muy confusa. Comenzó, como el mismo ready-to-wear, en el interior de una fábrica. La idea era aplicar los lujosos damasquinados de seda y el tafetán a looks más pragmáticos. Las modelos vestían prendas de trabajo con cierres de velcro y cárdigans lacios, ideas que el diseñador parecía haber rescatado de colecciones anteriores, como aquella de los sombreros de lluvia de plástico y los atuendos como de clases pobres y oprimidas, a no ser por las telas

exquisitas y los precios desorbitados. Pero Kane estaba intentando otra cosa esta vez, al contrastar esas plantillas baratas de espuma con las sandalias caras o al sacar esas zapatillas con brillos holográficos. Ese mismo material misterioso y futurista también apareció en la ropa. "Pensé en lo mecánico, me gusta mucho esa textura de los vertidos de petróleo, pero darle un toque mucho más metálico”, explicó el diseñador. "También las flores holográficas, con


prímulas saliendo de entre la mala hierba". Las prendas no eran tan raras como Kane las ponía. Pero hubo ciertos looks impactantes, como los estampados de naves espaciales y tecnología extraterrestre, obra del peculiar artista Lonel Talpazan, que murió en Estados Unidos hace dos años. Había imágenes llamativas y coloridas de naves espaciales sobre los vestidos largos y las faldas. Tal vez la presión interminable de tener que producir al menos seis colecciones al año afecta tanto a Kane que ha sido incapaz de cohesionar tantas ideas. Porque había algunas ideas únicas que realmente funcionaban, como las prendas que se abrían en un lateral con una sensualidad muy audaz. Pero toda esta colección de otoño/ invierno 2017 se hacía difícil de digerir, al igual que la última campaña publicitaria que lanzó Kane la semana pasada en el tabloide The Sun, que anunciaba su colección primavera/ verano 2017 mediante unas fotografías tomadas en una gruta religiosa que hay cerca de su casa familiar en Escocia. Hubo algunos momentos grandiosos, especialmente un vestido de terciopelo negro, corte al bies y un hombro inclinado, único con esa sencillez tan segura de sí misma. Kane imprimió en sus vestidos plateados y entallados, sus disfraces de traje espacial y las aplicaciones de flores brillantes, lo mejor del diseñador salió a relucir en los pocos looks de líneas sencillas.

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TOKIO La colaboración es la base de lo que mantiene la moda interesante, pero es raro que los diseñadores de alto perfil lleven a cabo un proyecto juntos. El show de Sacai y Undercover trajo a dos de los talentos más destacados de Japón al mismo escenario, uniendo a Jun Takahashi y Chitose Abe para una experiencia de pasarela que yuxtaponía sus perspectivas para la primavera de 2018. Con Tyler, The Creator y la ex estrella del fútbol Hidetoshi Nakata en la primera fila, rodeada de actrices y personas influyentes, el evento fue el más visitado de Tokyo Fashion Week.

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La Fashion Week de Tokio se está haciendo grande de nuevo. Japón ha sido durante décadas un semillero de talentos de diseño: el icónico Rei Kawakubo, cuyo trabajo se celebrará con una exposición del Costume Institute a partir de mayo, y Yohji Yamamoto e Issey Miyake a través de Jun Takahashi, Chitose Abe y Hiromichi Ochiai. Cada temporada, una nueva etiqueta de It parece surgir de la isla. Sin embargo, ¿por qué, entonces, durante las colecciones de Amazon Fashion Week de la semana pasada, fue el sentimiento local de que la moda de Tokio se ha estancado? Quizás el listón simplemente se ha establecido demasiado alto. Donde Tokio difiere de otras Semanas de la Moda internacionales es que, en lugar de malo, los peores espectáculos tienden a ser demasiado seguros: sastrería de primera categoría, carente de pasión. Tanto la pista de aterrizaje como el estilo de la calle sufren de la misma acusación: con el auge de la moda rápida y las redes sociales, se han diluido.

Esta temporada, las colecciones más

fuertes confrontaron esa declaración de frente, aprovechando la cultura japonesa actual para resonar con el mejor estilo de romper reglas fuera. En el desfile de j.w. Ford, Shinpei

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Yamagishi lamenté la pérdida de la individualidad en el estilo de Tokio, que cree que es impulsado por la mentalidad de seguimiento de la multitud de Instagram. Detalles como una cola en rodajas en la parte posterior de un abrigo de plumero

e hilos blancos posteriores fueron diseñados para ser invisibles en fotos fijas. “Solo puedes verlos cuando salgas a la calle”, dijo. “Quería devolver a la gente al mundo real”. Akiko Aoki citó un deseo similar de volver a tiempos más simples, usando vestimenta

folclórica nativa para armar delantales de cuadros de corsé y extravagantes blusas con mangas abullonadas. Su construcción 3-D también desafió la fotografía frontal, con diferentes formas visibles desde “el frente, la espalda y los lados”.

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Toda la informacion de esta revista esta sacada de numerosos blogs y revistas de moda como Vogue, Harper’s bazaar, Hypebeast entre otros. Todos los derechos de imagen y autor estan retribuidos a los creadores de cada imagen y texto. Esta revista esta realizada como proyecto personal, sin ningun animo de lucro y sin la intencion de ser comercializada.

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Mónica Fajardo

Directora Editora Diseñadora gráfica Diseñadora editorial Correción de textos

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Doll-up ‘18

Balenciaga

Saber de moda nunca fue tan fácil

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