POETAS INVITADOS : Ingrid Córdova Bustos
Flavio Vicente Lillo Víctor Munita Fritis Adolfo Hans Muñoz Sembler
Leonidas Rubio
ISSN 0719 ‐ 1448 REVISTA LITERARIA N° 15 San Bernardo, Chile 2015 Directora: Mónica Montero Correo Electrónico: revistalaotracostilla@hotmail.com Dirección: Pasaje El Carpintero #15405 San Bernardo Fono: 22 833 46 75
Ingrid Córdova Bustos nacida en Santiago de Chile, profesora de Lenguaje y Literatura, Gestora Cultural y Poeta organizadora del Colectivo Poético “LA GUARIDA”, grupo junto al cual realiza lecturas poéticas mensuales , tratando de revivir la bohemia santiaguina.
Durante 25 años imparte clases Colegio Latinoamericano de Integración; establecimiento emblemático en Chile, vinculado al caso de los profesores secuestrados en Dictadura. Siempre interesada en hacer del arte, una forma de promoción de los valores humanos, desarrolla talleres literarios para jóvenes y adultos en diversas organizaciones del centro y periferia de la capital. Forma parte de la Primera Antología de Poesía Reyentrú, Leutun Ediciones Literarias (2007, Chile). Ha sido publicada en prestigiosas Revistas Literarias de su país: Revista Literaria de Poetas Mujeres “Safo” (2007 2009), Revista de Arte y Literatura Verbo (des)nudo N°16 (Agosto de 2014), Revista de Arte y Literatura Verbo (des)nudo N°18, Edición Especial
(Enero de 2015). Es
seleccionada para integrar la Antología del CONCURSO INTERNACIONAL DE POESÍA, efectuado por la Editorial “Márgenes Azules” (Agosto, 2014, Pehuajó, Argentina) y para participar en el “X Encuentro Internacional Comunitario de Escritores y Artistas Plásticos, "Entretejiendo desde el hacer de las palabras y las imágenes" en la Provincia de San Juan – Argentina (25 al 29 de AGOSTO 2015). Su poesía recorre, básicamente, dos derroteros: poesía social y poesía erótica. Incursiona también en narrativa, a través de la crónica literaria. Hoy prepara la edición de su poemario “De Placeres y Rebeldía” y de su libro “Crónicas de Ciudad”
Las tiendas están llenas, siempre están llenas. Miles de hormigas apuradas se lanzan a las calles en las ciudades del mundo, rebozando modernidad y desperdicios. Huelen, buscan, se encaraman en escaleras mecánicas, ascensores transparentes, malls inaugurados por el alcalde de turno. Se arrastran por sus pasillos hipnotizados por el canto de estas nuevas sirenas con facha de elegantes promotoras. Una guerrera y una obrera disputan a dentellada limpia la oferta del día, el último grito de la moda. Más allá, oscuramente languidecen las Otras, Esas, las bastardas sin un peso en los bolsillos sin bancos famosos sin paraísos en cuotas sin tarjetas novedosamente diseñadas. Extinguidas en el orden social de la global colonia se consuelan hurgueteando en la basura.
RECLAMO
Las palabras amanecen solitarias ateridas, confusas, inquietas. Parten, entonces, a buscarme sin permiso cada día en cualquier sitio, averiguan la calle y el
número
de mi voz silenciosa, encuentran las llaves de pórticos clausurados, abren cerrojos de vetustos tragaluces Y se cuelan por las ranuras en los momentos que vivo. Brincan a mi
alrededor
susurrando al
oído
melodías ignotas evocando lejanos pasados presagiando improbables futuros. Zigzaguean por la piel con su mordaz cadencia para recordarme su significado. Rozan con ternura mi cabeza aturdida, asaltan cual
beso feroz
mi boca ávida, golpean incesantes al centro del pecho acorazado reclamando el para ser dichas para estar vivas
espacio
Ingrid Córdoba Bustos
ANHELO No quiero espejos reflejando mi silueta en la penumbra, obsecuente claroobscuro que permanece ajeno, opaca luz de atardeceres cenicientos. No más silencios bajo la piel
enmudecida
ni soles laxos asentados en el
alma,
guardianes pétreos de tanta muerte cotidiana. Denme las dudas oscilantes de lo incierto camino irresoluto al
filo de un cuchillo.
Quiero cuerpo y navaja inextinguible con los demonios bañándose en mi
Ingrid Córdoba
Bustos
TERCIOPELO NEGRO Ángeles rebeldes caminan por la sangre ataviados en terciopelo negro, con alas espesas de deseo. No es paraíso la promesa, sino fuego incandescente , hálito de cuerpos condenados, estremece la piel desamparada sellando la consigna de silencio. Ellos que saben de pecados, me instruyen en la carne y la lujuria.
sangre.
Poeta, músico, dramaturgo y gestor cultural. Nació en San Bernardo, Santiago Chile en 1977 Entre sus logros actividades y funciones destaca: Tercer lugar del premio municipal de literatura para estudiantes de San Bernardo a la edad de 15 años Director del pasquín Kilómetro16 de la comuna de San Bernardo (19972000) Vicepresidente del grupo literario del Ñuble, Chillán (2010) Gestor cultural acreditado por el consejo de la cultura y las artes 8va región Fundador y actual presidente de la agrupación cultural literaria “Los tontos útiles” en la Ciudad de Rancagua. En el año 2010 lanza desde una avioneta 13.000 poemas sobre la ciudad de Chillán El año 2011 lanza 20.000 poemas sobre la ciudad de Rancagua Marzo 2015 se encierra en una jaula del zoológico safari de Rancagua en protesta contra la depredación que realiza el ser humano al planeta. El 27 de abril de este año recibió el premio regional de literatura de la región de O´higgins por su libro Margen Sus obras también han sido llevadas a las tablas por la compañía de teatro La Jungla Durante su vida ha realizado incontables intervenciones urbanas literarias, en las cuales se cuentan, declamaciones, festivales literarios, concursos, realización de talleres literarios, visitas a escuelas lanzamiento de poemas desde avionetas y edificios y performance literarias prólogos y presentaciones para diversos escritores. Ha escrito en su vida 5 libros de los cuales solo los últimos tres 3 han sido publicados en papel
Corazones de papel (1992)
Soledades y miserias (1997)
Poemas para sobrevivir a una catástrofe (2013)
Concierto subacuático (2014)
Margen (2015)
Sus poemas han sido traducidos al inglés, además de ser leídos en diferentes medios internacionales. Ha representado a Chile En el festival ecopoético de Ramallo, San Nicolás de Los Arroyos y Rosario en Argentina. La compañía de teatro “La jungla” ha llevado sus poemas a las tablas. Y actual ganador del premio regional de poesía Oscar Castro 20142015.
En esas noches en que las olas rompían nuestros silencios, reventando a los pies de nuestra cama de arena. En Dichato o en Pelluhue, a través de tus ojos te podía ver desnuda, tímidamente enamorada. A lo lejos, las fragatas subrayaban el horizonte camino a Valparaíso. nosotros con hambre, con miseria; sin saber si comprar un cartoné o pan con manteca; amándonos, mordiendo el frío con nuestros cuerpos, bajo el calor y la luz de un cigarrillo olvidado en la arena, mirando las carroñas recorrer los acantilados, o las gaviotas cantar los himnos de las mañanas tristes. Fuimos todos los elementos, padecimos todos los dolores propios de lo que nos despojaron, y si bien; hubo días en que bebimos vino y tuvimos hambre, o compramos pan y bebimos frío, siempre vuelvo a la orilla, al recuerdo de cuando estaba vivo.
S O B R E
E L
T R A B B A JJO O
¿De qué tan alto podría caer este vaso de ron?, ¿qué distancia existe entre el hambre y la muerte?. He sido subyugado, he sangrado con envidia por otros licores que no he bebido. En sus parrillas está mi carne vencida, salando sudores, en sus copas, la sangre derrotada. Vuelvo a casa, mañana el tarjetero volverá a timbrarme las heridas.
D D e ll pp ee rr pp ee tt u o
ss o c o r r o
Todos los ojos miran el tuyo palpitante, la boca vertical Tu obsesión por el Rimbaud de las aulas. Todo en ti será lluvia, no tendrás gatos, y en el trozo de mármol donde escribirás tu epitafio, los odiarás por herencia, dirá: En esta vida nunca paró de llover.
Me vuelve a la mente, todo ese desierto de nubes secas que me recuerda a ratos que te necesito, que siempre estás ahí, con el piyamas doblado, y tu ropa fría de ausencias. hasta que las horas desangran los días. te espero, las noches tienden a dormir a latigazos esperando tu presencia tentada de juventudes. Pero así es el amor, Paciente... piadoso. Así camino día a día con tu imagen apretando el cuello, y los botones del mouse hurgueteándote la vida. Te amo, con esa magia que tiene la primavera sobre los magnolios, mi condena es esperar que los años decanten los arrebatos y te sientes en mis rodillas, un poco más pesada que hace 17 años, un poco más alada, un poco más mujer que en los días del discurso moral que nos separó, cuando los vientos negros no creían que un poeta también podía ser padre. Pero la vida sigue su rueda mordaz, yo te pienso, te espero, sentado sobre la misma canción que compuse cuando salías de tu primera jaula, con los mismos acordes, con las mismas lágrimas.
Callado Veo pasar gentes como sombras, Como lĂĄpidas en blanco, Como lombrices bajo la piedra hueca Les duelen los amaneceres en las tardes se esconden en las orillas Y por las noches intentan unir sus fragmentos Para poder desnudarse enteros Para beber la sangre de otros La leche de otras Con gotas que arden en la herida de los labios, Con los gemidos muertos Y el aullido lejano de los perros SueĂąan con las miserias de sus historias, Se vuelven cuchillos o cruces A esperar el sol de la maĂąana
Afuera los jilgueros no regresan a sus jaulas, el viento los mueve en sentidos inciertos, el fuego de sus alas derrama cenizas sobre los prados. Las viejas histéricas aúllan a la cruz que arde en medio de la zarza, los niños las observan con desprecio, sonríen sobre los columpios de hielo que derriten su niñez, se hacen hombres a fuerza de pala, recogen las cenizas de los jilgueros, le bajan la mirada al patrón que les arroja las monedas para el pan que convierten en vino, y sus puños se endurecen para soltar un poco la rabia de ser pobres sobre sus mujeres, les descuelgan los hijos del cuerpo a golpes y las arrastran como corderos al lecho a saciar el hambre de animal en celo. Todo se vuelve a cubrir de cenizas, los jilgueros caen muertos sobre los campos, otra mancha de sangre hay que borrar de las sábanas.
Ambos somos puño sur En el país de las oportunidades Los extranjeros que no descubrieron América Ambos fuimos poetas gracias al entrenamiento en los frigoríficos de la academia derecha uno/ izquierda dos / derecha uno y al centro corría todos los días hasta la universidad la micro era cara para un boxeador de la palabra aun cuando ya estaba todo abandonado imaginaba que un día en la cima del cerro más terroso erigirían una estatua con mi rostro mientras tanto en la espera usaba un pantaloncillo con la bandera de mi país creyendo que me salvarían del nocaut y la miseria pero entrené como un toro en un armario chino retando a Rusos y al sol.
T H E R O C K Y S T E P S / R o c k y II
Soy uno de esos niños que saltó contigo al amanecer en el Philadelphia Museum of Art Rocky nos regaló el fuego por las tardes en medio de los buitres Balboa fue el Prometeo de Rubens.
U N G U AN TE D O R AD O EN LA M AN ZAN A D E AD ÁN Ambos cuando nos vemos de frente nos encontramos parecido a Rocky Marciano. ¡vamos poeta! ¡Micky te ama! y ponemos una invisible gargantilla de oro sobre nuestros cuellos y hablamos en tonos más bajos acariciando el pescuezo en una foto familiar sintiendo la vida en un cameo atravesando con saliva una casa que se pudre y nos miramos de frente como dos púgiles poetas que ya no desean pelear y solo ruedan su película inmutable.
NO QUIERO REVANCHA
La vida lejos de ella es una Cursiva Yo también encontré el amor de la mujer que ama los libros y me abraza. Yo también grito su nombre después de cada poema derecha uno/ izquierda dos / derecha uno y al centro he sufrido y tengo experiencia derecha uno/ izquierda dos/ costilla abajo y nos hacemos el amor como en las películas mirando sol cuando amanece.
Todos los días a las 5 de la mañana la pobreza nos llama y nos hace el desayuno: 5 huevos en un vaso/a la boca nos chorrea y el estómago/ Tenemos la esperanza de alcanzar los sueños y corremos /en la población/ por ellos y la gente nos saluda nos dan la bendición a mí me dice el poeta y a ti el semental de Italia Balboa Yo no creo en dios y tu sonríes con el Padre Carmine corriendo como un enfermo de objetivos con la cruz de aire en la cabeza Al final de todas las cosas no somos más que el loquito del pueblo esos que bailan en medio de las plazas de provincia y la gente ríe tirando unas monedas.
Bebí de esa dulce copa Amor puro / único entrega desmedida devoción incluso... La ilusión es la hermanita pequeña del desengaño... El opuesto absoluto del amor puro no es el odio / es la indiferencia esa que con la inocencia de la palabra –miedos disfraza la culpa de lo escondido Silencio...sólo silencio
T u s m ie le s
Sobre tu cuerpo voy cayendo dejando mis ganas en tus mieles Jadeantes apuramos ansias Destruyendo mitos Energizando átomos sin fantasmas y sensuales Éxtasis, placeres, lujurias, vaivenes, Temblores, espasmos, carne... Amor / desamor para siempre y olvido y me fundo en tu cuerpo me eterizo y me eternizo en tu esencia, en tu mente en tu consciente / en tu inconsciente en tu aquí y en tu ahora en tu entera existencia Silencio...sólo silencio
V ie n to s d e S e p tie m b r e
Fueron los vientos de septiembre Los que soltaron la sonrisa de otro tiempo Dos miradas se encontraron Y caí en esos…tus ojos Que me devolvieron al tiempo sin tiempo Y ese destino me enfrenta a otro sitio A otro rito vencido Fue un sueño / otra visión Otro abrazo / otra razón Ahí me vi parado frente a ti amando cada átomo queriendo negarme gritando mis verdades esas que suda un corazón las que casi desmayando y a débil voz… sólo te abrazaron siguiendo camino a casa temblando Silencio…sólo silencio
Su propia voz…..la voz del vigilante El relato
X IX E l señ o r T a ra p ak a Continuaba ese viaje casi instantáneo inmerso en el deseo y pensamiento que lo inundaba que lo rodeaba por completo, que convertía toda su esencia como un conjuro, como esa juramento que le hizo en su primer encuentro humano, Se reafirmaba en aquella antigua promesa casi como en el acto de mayor rebeldía contra el destino entero, casi descartando despiadadamente las lecciones de todos sus maestros, aferrándose a ella frenéticamente, a ese recuerdo que no lo dejaba respirar, Quería exorcizar a cada fantasma que cubrían con nieblas y brumas la gran respuesta, flotaba por cada valle de la noche atravesando los rumbos que cortaban los rezos de cada uno de sus santos…
Sentía que había sobrevivido a las fuerzas del tiempo y millones de cometidos que nadaban ausentes, quería aunque fuera por unos pocos segundos Sacudirse el destino que corría como aguas del río de la media luna ancestral…. Traspasaba los espacios que cubrían los días como aureolas era casi una demencia, esa bendición casi convertida en hechizo que jamás se había desecho… El Vigilante, cedía y sabía que estaba demorando y sacrificando su retorno… Se acercaría a ella con el sigilo más erudito, casi sentía su aroma, no había horizonte que ocultara esa sonrisa, eran recuerdos de viajes infinitos, músicas y eternas locuras… casi como repitiendo esos momentos sagrados para él, no existía en esa fracción de segundo nada esfumado, era un proceso largo, quimeras, ilusiones, fantasías, sueños, delirios, utopías…. sólo quería recordar y soñar un momento con futuros y en gestos secretos de lo venidero… quería sentir abrigada toda esa sombra, quería ser una centella en la noche… ”sólo con ella”…se repetía.
Una voz potente, poderosa, enérgica resonó en su interior, como mensaje telepático, astral… lo obligó a interrumpir su viaje hasta ella… retumbaba esa voz en su interior y el mensaje se hizo claro y nítido… la voz le dijo
“este mundo es, de hecho, un ser viviente dotado con alma e inteligencia, una entidad única y tangible, que contiene a su vez, a todos los seres vivientes del universo, los cuales por naturaleza propia, están todos interconectados ”…
No podía ser otro… Se manifestaba el gran Tunupa… era el señor Tarapaka, el gran maestro de Kalasasaya EL, era quien salía a su encuentro a interceptar
su distracción.
L E O N ID A S R U B IO
Ego sum Michelangelo (NUEVAS VISIONES DEL MONTE CARMELO)
"Chile me mató porque me llevaron a un mundo de nada" (M. Á. PobleteK. Romanoff)
P r o e m io Esta es la historia como debió ser dicha pero no tuve tiempo de contarla de este modo porque, a decir verdad, tampoco lo sabía. Me sobraba mi nombre pero lo adoraba porque mi nombre era como mi otro yo que me velaba en sueños. Los hermanos que tuve me los dio la fe en nuestras aguas sagradas, me los dio el amor por las canciones tristes y los juegos santos que teníamos de noche. Así subimos al monte que me estaba destinado con un mal augurio, un hipo, una resaca de llanto. Nos abrazamos para esconder las caras en los hombros porque las lágrimas dan más rabia: a los 14 años eso lo sabe cualquiera. Tuvimos que aspirar esos solventes para soltar el alma que se retorcía de hambre. Las almas son mascotas delicadas que suspiran, inhalan para recordar el camino a casa, de regreso al cuerpo que las suelta. Por eso algunas no vuelven, porque cortan el hilo de subir tan lejos, por esos cerros de Dios que hasta las lluvias han abandonado. En eso fijábamos la mente cuando recordé los cuartos del hospicio, en Curicó, ese pueblo maldito donde aprendí a conectar con otros pensamientos antes de dormir, cuando los otros niños me mojaban. Entonces vi a la Dama Blanca que me llamaba idéntica a mi madre, la preñada por un ángel apestoso. Me reconoció como su hijo porque su virginidad no había sido bien pagada y tenía intactos sus velos.
Me prometió cosas que jamás nadie había visto porque yo era el príncipe de las visiones mientras mis amigos roncaban dentro de las bolsas. Me retorcí de gusto, la espuma de mi boca tuvo la miel de los altares del Reino que pude lamer desde la misma tierra aunque después me sacaron espinas de la lengua. La Virgen es volátil y solvente, espectro de bricolaje en los cerros de mi pueblo a los que subió por una inhalación de fe dura que le cortó el hilo y dejó suelta la bobina. Hizo un pacto conmigo: la puta madre e hija que me dejó tirado en un hospicio para cumplir un plan maravilloso. Volvió para embellecerme y consolarme. Ego sum Michelángelo y ésta es mi historia.
I
NIGREDO "Nada nace ni nada crece sino después de la putrefacción y después de haber sufrido el severo cambio. Y es esto lo que ha hecho decir a un sabio que si no se pudre no se podrá disolver, y si no se disuelve, volverá a la nada." (Diálogo de Calid y Morien. Tratado Anónimo de Alquimia. Sig XVII)
Tuve en las manos un pájaro de seda, liaba telas de araña con sueños atrapados y partículas del monte, sedimentos de experiencia. No todos los sueños eran residuos de nacimiento. El polvo lunar en su plumaje indicaba remotos ascendientes pero tuve que dejarlo ir porque los pájaros felices son mal presagio. Esa mañana manó sangre por los muros y vinieron a buscarme, los recién nacidos se desvelaron llorando, los corderos sacrificados no emitieron ni una queja y no tuve explicaciones. Pero lo mejor de mí no anuncia nada. Tuve un pájaro en el puño y mi visión fue más lejos ese día, canté mejor, bailé y me amaron los tunantes haciendo de sus vidas algo más que huesos hilvanados. Hasta que en todas las casas me reclamaban y me pesaba el don de interpretar los deseos. Dejé huir al pájaro y vi que no se llevaba la verdad sino una parte de ella que conserva el sentido y deja en su lugar un perfume insinuante que seduce y se hace más apetecible ocultando su origen. No siempre puedo organizar los indicios. Lo mejor de mí no anuncia a nadie.
4
El asilo San Ramón es el lugar sin centro, el punto de fuga de un azar abolido por un dado cuyo desplazamiento es fortuito entre el rebote y el espiral, entre el cero y el omega. Sus radios están en todas partes y su circunferencia en ninguna a no mediar el anhídrido de las viejas salamandras que ponen tinta en el negativo de las pesadillas. El asilo San Ramón es la frontera donde se pierden los niños que la cruzan y se materializan los que desaparecen afuera para poner en engorda sus órganos internos con vistas a un probable trasplante de espíritu. Ramón Nonato es el patrono de los niños cuyo nido es un tarro vacío. Él multiplica el tolueno, él multiplica los fideos blancos, él multiplica el pan ácimo, las galletas de chuño, el acné y las duchas frías de tolerancia. Ramón Nonato nació de una madre muerta, su placenta fue lanzada a los perros, su nodriza fue una vaca sagrada cuyas ubres fueron implantadas en un serrallo de monjas maestras en hacer mermelada de maleza y crema de feto. Durante los años 70, en un pueblo maldito llamado Curicó, entre marchas y cuecas patrióticas conocí la leyenda y supe que las madres no abandonan sino que son llamadas por dios a otros caminos. Aprendí a estirar mi prepucio para conciliar el sueño mientras mis pechos de niño se llenaban de leche y los pasos de las monjas gordas y los niños mayores se escuchaban clandestinos en los pasillos del asilo a la hora en que sólo circulan los que tienen contraseña.
Se suele subir al cerro Membrillar por el lado de las matas donde se apartan las ovejas que tienen más sucio el pelaje, ramonean allí sin plan ni concierto. Los chicos suben cuando se han desmoronado los castillos y los timbres de agua empiezan a marcar boletas en la mente. Nos alineamos como pájaros en las perchas porque los círculos almacenan demasiada información que puede caer en adultez equivocada; los adultos no pueden tener discernimiento y es cansador para nosotros siempre tomar las decisiones. Por eso subimos conejeando por el lado tupido donde hay unas pirámides abandonadas que hacen eco; los chicos tocan blues y cantan con la garganta rasposa, la harmónica soplada con las manos aleteando en el peine para que la sordina confunda la poca melodía si en realidad las bolsas de solventes son el único fuelle efectivo y conviene afinar la lengüeta con sal de fruta antes de llamar al duende. La ebullición gaseosa sube a los ojos por vías rápidas y angostas: los ductos nasales comunican con el depósito del espíritu, el ducto anal con el punto expansivo de su origen; la cima del cerro conecta con el centro de la tierra. Los lagrimales espuman un mensaje que se volatiliza en luces bajo los párpados morados. El Rucio devuelve burbujas y humo de hoja de choclo por su nariz de sabueso. Es alfa y conoce grutas especiales para el apareamiento a salvo de corrientes y de los depredadores. Pero yo espero en un espino a que el útero de la tierra espume con polvillo efervescente y suban las fumarolas hasta el cielo para que mi madre sea enviada por el proxeneta de dios, arcángel Gabriel, y aparezca orlada de bisuterías celestiales y me saque de este mal ascenso.
IV V IS IO N E S D E L A P O C A L IP S IS D E M IG U E L Á N G E L “Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal”.
“Las cosas que terminan dan paz y las cosas que no cambian están siempre concluyéndose. Lo terrible es la esperanza.”
P r im e r S e llo Fue en vano todo intento de resistir las visiones. Mis pensamientos cuajaron como nata o espuma. Experimenté islas o últimos deseos, maleficios cotidianos. Me identificaba con fucsias, lámparas, siluetas en los muros, burbujas, pelusas. Intenté conectar y sólo obtuve semitonos, estáticas de guerra en onda corta y monólogos del ciberespacio. Padecí sed de lenguas, don de lenguas. Me excitaron las dunas del desierto que avanza. Creí convertirme en cisne pero lo detuve, me reconocí en su plumaje pero lo estrangulé despacio porque amo el lugar infértil donde habito. Y el primer acompañante me advirtió: soy el Ángel del Placer y estoy perdido.
S é p t im o s e llo (Visiones volátiles de triple solvencia)
P r im e r o jo
Y supe que una danza era mi forma de batalla. Que no sería escuchado en mi queja celeste sin las luces giratorias de mi cuerpo sometido a radiación gama de mirada extra‐terráquea. Y bailé frente a buenos y malos ‐dios reconocerá a los suyos‐ para hacerles gusto y confort y pagarme con divertimento. Aprendí a tragar en medio del baile, para eso me alimento de cualquier cosa, engullo lo necesario para continuar resistiendo estas visiones. Tragué ojos, lenguas, prótesis, implantes, subí por el cuello, fui cubriendo hasta llenar el poro de la vida, desplazarme por dentro de la dermis como el ácaro de la sarna hasta encontrar la raíz del pelo de la vida. Bailé y proclamé a la Madre parecido a otro, siendo uno más de las calles sin causa. Combiné pasos frente a vitrinas platinadas de la gran Babel donde tengo hermanos impedidos. Los gnomos de almacén me salían a empalmar, mi vida es un vidrio refractando una paliza. Y vi señales desde carrozas brillantes, veteranos y muñecos. Bailé hasta marearlos. A ellos se les cambia el libreto con el vértigo, sus pupilas ruedan por el piso, los dedos se les clavan en las cuencas, contorsionan llevándome ganas, me ofrecen pinta, pitillo importado, secadores de sueño, cinturones para que te los afirmes me dicen, pero se mascan al final. Bailé arriba de sus carros. Ellos limpiaban el vidrio porque pensando se empaña, salpicaron un agua muy rara y bendita, se buscaban palpar y aventaron los brazos, poseían el limpiador de brisa para activarse, abrazarme con las puertas, morderme con el parachoques, desnudarse del chasis porque ellos enteros son el carro. Yo sólo pude bailar en este trance, confundí la muerte con feriados, me puse entero al alcance de la garra. Afuera los trajes son violentos. Hormas semovientes, ropas deshabitadas me buscan, consumen sólo algunas partes pero lo quieren todo. Por eso no se hacen esperar y solfean directamente el doblaje de lo oscuro. Los solté mientras no me distrajeran de mí, los dejé y me cuidé los días fértiles para no quedar lisiado.
Ahora tengo concurso (ganas de...) y ritmo‐ritmo. Soy el príncipe del festival del ecce homo y vengo con todos mis chicos a apostolar el peso de esta cruz que me ha caído encima. Se juntaron en la estación del infierno. De allá salieron micros con la bandera de la población, barras para mí y discípulos de turno con frioleras y rollos de guirnaldas con pompones, chaya microfilm y cierres‐relámpago que encandilan. Circulé para ellos y arrojé a la multitud un beso repartible porque soy híbrido y multi mutaciones. Arriba bailé el día de advientos y abajo todos fueron mis votivos, de boca en boca, de punta a punta, de flexión a reflexión, hasta convertirme en mentira titilando en verdad, orbitar en la cabeza matrona como una luna con tacos y un pretérito digno de las mejores mitologías. Soy el mesías de morir por la tele. Bailar para mi grey es bendecirlos porque en mis ritos sólo participan los elegidos del gueto. Pero en verdad os digo que el que ame no estará vencido. Por eso bailo para despertar a mi amor. Él trae su mirada hasta el santuario, clavada encima envolviéndolo, apresándolo. Es autista y tiene tos pero se lo cuida y hace amores en el aire. Ven a ver le digo girando, hay razas con órganos salvajes que vuelan sin tragar, ven a ver, hay arquetipos vivos entre los reflectores. Él es autista y sopla que da miedo. Yo me cuelgo a su espinazo, lo miro por arriba con la cabeza al revés, le tiro el humo en la cara, le beso los ojos con mi boca de rouge, lo inyecto de punta a cabo para que se ponga fuerte, lo instalo al centro de mi mente por si nos enfoca en directo la cámara escondida en el interior de cada uno. Soy el Ángel de la Seducción y estoy inspirado.