INVESTIGACIÓN研究 34 Aunque Argentina flexibilizó la tramitación de visados para que más chinos vengan a pasear, estudiar o hacer negocios aquí, todavía hay algunos obstáculos que el gobierno espera subsanar. Qué pasa con las visas 有关签证 无论是申请来阿定居,短期学习交流,甚或只是旅游的中国人,在申 请阿根廷签证时都曾被其复杂死板的程序折磨得焦头烂额。 虽然两国政府已承诺并简化了签证手续,但困难真的被解决了吗? 在法律条例和无数表格的后面还有何隐情?
Desde que China volvió a salir al mundo y devino en factor glo bal gravitante, millones de sus ciudadanos, sean empresarios, alumnos, académicos, turistas o funcio narios, viajan por doquier. Casi no hay ae ropuerto, ciudad o bar de la Tierra donde no se los vea. Para este siglo, Argentina aceptó de socio estratégico a China, pero todavía no tiene un intercambio de per sonas acorde. Y el tema visas se plantea muchas veces como problema. ¿Lo hay? ¿Hay restricciones formales, o de prejui cios, que en tal caso explicarían las otras?
Quizá haya, incluso, más sinrazones en el no otorgamiento de visas a viajantes (desde uno flojo o no de papeles hasta un grupo de música oficial que iba a tocar a la Fiesta de la Vendimia en Mendoza y no fue aceptado, como ocurrió) que a residentes.
En Estados Unidos hay 350 mil estudian tes universitarios chinos; aquí, apenas un puñado. Y en turismo, desde que en 1997 China lanzó su Aproved Destination Status para facilitar la salida a sus ciudadanos, el salto de viajantes fue de 10 millones en 2000 a 150 millones en 2017, pero a Ar gentina llegan unos 35 mil al año. Es cierto que a donde más viajan los chinos es a su vecindad, a Europa y a EE.UU. Pero otros países latinoamericanos hicieron más por atraer un mayor número de visitantes.
En 2016 Argentina comenzó a aplicar el AVE (Autorización de Viaje Electrónica) pa ra ciudadanos chinos con pasaporte de la República Popular (se exceptúa a Macao, Hong Kong y Taiwán) o con pasaporte di plomático u oficial que cuenten con una vi sa vigente categoría B2 emitida por EE.UU. o la países del espacio Schengen de la UE. Si se aprueba online en los 10 días de plazo que da el sistema (se tramita en la página www.migraciones.gov.ar/accesible/in dexP.php?reciprocidad ) pueden ingresar directamente a Argentina como turista sin necesidad de tramitar visa consultar.
Si el pedido es denegado o queda pen diente, no significa restricción, pero el postulante apersonarse al consulado más próximo y allí se verá su situación de acuer do a los requisitos, y se dará o no la visa.
En una entrevista reciente con Dang Dai en Beijing, el embajador Diego Guelar des cribió avances en la flexibilización del siste ma de visados, iniciado por el gobierno de
Cristina F. de Kirchner y continuado por el de Mauricio Macri. “Ahora –dijo– hay dos nuevos objetivos: tender a eliminar el AVE y que si el turista tiene visa de EE.UU. o Schengen que pueda ir directamente a Ar gentina sin realizar el trámite online, como ya hacen Chile y Perú; y tender a eliminar el Renure, registro al cual debe inscribirse una entidad o empresa para poder invitar a una contraparte china a la Argentina; pro pondremos que alcance sólo con una carta de invitación verosímil”, informó.
Según Guelar, “con el nuevo sistema ya hay más turistas, pero hay mucho por cre cer. Tenemos casi 40 mil visitantes chinos al año y queremos 100 mil de aquí a tres o cuatro años. Para ello, otra idea que traba jamos con Uruguay, Brasil, Chile y Perú es que cada país acepte la visa del otro otor gada a un ciudadano chino, en los términos que maneja cada uno. O sea, si un país da una visa de 90 días a un visitante chino, éste podrá entrar a cualquiera de nuestros cinco países dentro de ese plazo; si –como es el caso de Argentina– el visitante tiene visa de 10 años con entradas múltiples, podrá visitar los otro cuatro países suda mericanos durante la vigencia de esa visa”.
Por su parte, en otra entrevista de Dang Dai en el consulado argentino en Guang zhou señalaron que el trámite online para el AVE “no es engorroso (una crítica que suele escucharse), es igual al que hay con otros más de cien países donde tenemos trámites consulares similares”. Aun así hay problemas, quizá porque –en ese caso–muchos hablan cantonés y no mandarín, contratan a un gestor y se traba. Y porque el trámite sólo se permite por Google, pro hibida o restringida en China.
Fuera del método AVE, hay otras visas de tratamiento aparte, por ejemplo para reuni ficación familiar. En ese caso el consulado en Guangzhou justamente es el de mayor demanda dada su cercanía con la provin cia de Fujian, de donde proviene la mayor cantidad de chinos en Argentina. El tema es que muchas veces se otorga la visa y el ciudadano que viaja a reencontrarse con la familia logra sacar su DNI y luego vuelve a China, y así puede viajar otras veces a Ar gentina ya sin problemas, desnaturalizando la idea. “Lo ideal sería que, si va a trabajar allá, tramite lo que corresponde para un estatus de mayor permanencia o residen cia en nuestro país", dijeron en Cancillería.
Otra visa es para estudiar, dependen del programa (un año, dos, 90 días, etc.), aun
que también las autoridades argentinas se quejan porque se dieron casos en los cua les el solicitante afirma que irá a estudiar pero “no tiene ningún papel que lo acredite, o sabemos que tienen familiares en Argen tina, o sea que no van a estudiar”.
Desde el campo académico argentino aceptan que puede haber casos así, y re cuerdan algunos casos espúreos en los '90 y principios del 2000, pero también di cen que a veces se complican por demás. “Han llegado a rechazar porque ‘no tienen acento rioplatense’ o absurdos por el estilo para trabar una visa de estudiante”, dijo la autoridad de una facultad nacional.
Una de las instituciones con mayor cau dal de estudiantes chinos es el Centro Uni versitario de Idiomas, que arrancó hacia 2003, justo tras un gran escándalo con inmigrantes ilegales en universidades pri vadas. Luego de varias gestiones y, sobre todo, con el cambio en la ley migratoria, implementado a mitad de la década pa sada, hubo mejoras. “Antes, los alumnos chinos que venían por un curso de español y querían pasar de una categoría más for mal debían volver a China a hacer el trámite para después regresar a Argentina. Con la modificación de la ley, se permitió que hi cieran el cambio de categoría acá”, dijo el director general del CUI, Roberto Villarruel.
Ello supuso un gran salto en la cantidad de alumnos chinos, fue la mejor época. Pe ro a poco andar se suspendió ese método. Y siguió una larga gestión con la Dirección Nacional de Migraciones para que los tuto res vieran qué querían hacer los alumnos. De acuerdo a eso, se fueran contactando con las universidades o instituciones. En el caso del CUI, además, se coordinó la fecha de inicio del ciclo lectivo para que la fina lización siempre quedara pegada al inicio de los ciclos universitarios, y no hubiera así una brecha en la cual los alumnos queda ran en un estatus migratorio informal.
Para Villarruel, “desde hace algunos años con Migraciones estamos muy bien, no rebotan casi ningún permiso. Y visita mos siempre los consulados en Shanghai, Guangzhou, Beijing y Hong Kong, también con buena relación. Pero tienen libre albel drío y el criterio del cónsul es definitivo”.
Al respecto, según otra fuente, en esas delegaciones pueden pedir a un estudiante chino el contrato laboral del padre para de mostrar respaldo económico, y ello puede no ser posible por el tipo de empleo del padre; o pedirle una cuenta bancaria que
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OPINIÓN
La razón de la burocracia
Para ingresar al país, Argentina exige visa consular a quienes por tan pasaporte de unos 100 países. No así a otro tanto. Casi en partes iguales. Las exige a toda África me nos a Sudáfrica; en América, sólo a Bahamas, Belice, Cuba y República Dominicana; a Europa y Oceanía en ningún caso y sí a muchos países de Asia, excepto Japón, Corea del Sur, Hong Kong, Georgia, Emiratos Árabes, entre otras.
“Visa consular” significa que quien desea ingresar a Argentina con pa saporte de su país debe dirigirse al Consulado argentino de donde vive y solicitarla, sea para turismo, estu dios, negocios, asistir a ferias, etc. Deberá completar un largo cues tionario y adjuntar documentación adicional como constancia de sol vencia económica, certificado de empleo, reserva de pasaje de ida y vuelta y de hotel, itinerario turístico o carta de invitación (certificada ante escribano) de una persona física residente en Argentina. Quien viaje por trabajo o negocios debe presentar una carta de invitación emitida por una persona jurídica inscripta en el Registro Único de Requirentes de la Dirección Nacio nal de Migraciones (Renure). Con todo eso, se solicita turno al consu lado, que incluye una entrevista. En el caso puntual de quienes porten pasaporte de la República
puede no existir porque hay familias chi nas que ahorran plata literalmente bajo el colchón para el estudio de sus hijos. Esta exigencia –dijo esa fuente– implica “retraso permanente en los permisos de viajes y algo peor: se alimenta el mito que se repite a cada universidad china adonde uno va: ‘en Argentina, el problema son las visas’”.
La queja es atendible si se consideran otros casos, como el de un director del Ins tituto Confucio de Lima, Perú, o sea un alto funcionario, que por problemas de visa no pudo ingresar a Argentina para una visita
Popular China, existen todos los tipos de visa ya citados. Desde 2016, quienes tengan visado válido y vigente para entrar a EE.UU. o a la Unión Europea pueden solicitar la Autorización de Viaje Electrónica (AVE) en el portal web de la Direc ción Nacional de Migraciones. Los sistemas de visa buscan re gular y restringir el ingresos de ciertas personas de ciertos países. De “ciertas” personas (y no nece sariamente de todas) pues la docu mentación probatoria a presentar para la visa se produce y circula en la economía formal. Así, se espera “filtrar” a potenciales migrantes económicos, que buscan ingresar al país no para hacer turismo (por ejemplo) sino para quedarse. Esto lleva a una segunda cuestión, bastante obvia: la exigencia de visa sólo tiene sentido cuando la distancia entre un punto y otro es tal que requiere subirse a un avión, y por lo tanto hay un dispositivo (el aeropuerto de llegada) donde es imposible eludir el control do cumentario. Poner visa con un país donde existe frontera terrestre con cientos de puntos de cruce equiva le a (y requiere) militarizar la fron tera, como hace EE.UU. con México. Las visas no turísticas (negocios, estudios, etc.) ponen a prueba la “formalidad” de la persona que quiere viajar y la de la empresa o
institución que la invita. Para ins cribirse en el Renure hay que acre ditar personería jurídica, inscrip ción ante la IGJ y la AFIP y otras cuestiones. Además, el requirente es responsable de la permanencia legal y de la partida del país del invitado una vez vencida su visa, en general otorgada por 90 días. Cumplir con todos los requisitos no equivale a obtener la visa. Entre un verbo y otro media la entrevista consular, y la última palabra la tiene el Cónsul, que puede aducir mo tivos inespecíficos para rechazar la solicitud de alguien que cumple con todos los requisitos explícitos. Las visas le “ahorran” al país de destino futuros rechazos en fron tera o deportaciones. Son la parte “blanda” –de papel, y no de metal–de los mecanismos securitarios. Los sistemas de visa y los meca nismos administrativos por los que se otorgan son, en cierto modo, dispositivos de screening, de eva luación de la “veracidad” de los motivos por los cuales las personas desean cruzar fronteras internacio nales. Algunas personas tienen mo tivos “legítimos” para desplazarse y pueden proveer evidencia de la ve racidad de sus motivos. Otras per sonas, cuyos motivos son igual de legítimos (¿acaso hay razones no legítimas para trasladarse?), pero están “flojas de papeles”, deberán encontrar otros caminos –mucho más caros e inseguros– para cruzar las fronteras.
familiar. O el de una mujer de 37 años que tramitó una visa para estudiar en Argenti na y no le creyeron por su edad. “‘No está claro su objetivo de ir a estudiar a Argentina a esa edad’, le respondieron antes de re chazarla. Desconocen que de 35 a 45 años es la edad de la nueva clase media china y de quienes están en condiciones econó micas para trasladarse a otro país, incluso a estudiar”, comentó apesadumbrada otra fuente, en este caso china.
Volviendo a Villarruel, sugiere una política de Estado en la promoción argentina como
destino para los países del Asia Pacífico, como “hicieron Chile y Perú con un progra ma de internacionalización de la educación más planificada que nosotros, que somos espasmódicos y no tenemos algo en este sentido, ni es homogéneo el criterio de ho mologación de títulos con muchos países, menos los latinoamericanos. El gobierno anterior intentó algo, pero no alcanzó”.
Agregó que otro tema que influye en la carencia de una perspectiva de interna cionalización de la educación es “el de la autonomía de las universidades –un capital
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Marisa Inés Pacecca - UBA, Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes
OPINIÓN
Laura Bogado Bordazar - UNLP, IRI, Centro de Estudios Chinos
Hay avances y facilitación
Los flujos migratorios de chinos de ultramar se han ido incrementan do en los últimos tiempos. Según cifras extraoficiales, Argentina pasó de contar con un stock de migrantes chinos de alrededor de unas 40.000 personas en el año 2000/2002, a casi triplicar la cifra en la actualidad. La comunidad china residente en Argentina se presenta hoy como la comunidad asiática más numerosa, concen trándose geográficamente en la ciudad de Buenos Aires y en el co nurbano bonaerense, aunque tam bién se sitúan en otras provincias de nuestro país.
Como es sabido, las relaciones político-económicas entre China y Argentina se han ido profundizan do en la última década y adquirie ron el status de “Asociación estra tégica integral”, lo cual –entre otras cuestiones– ha generado un mayor flujo de migrantes chinos hacia nuestro país, ya sea en calidad de residentes temporarios o perma nentes, o en calidad de turistas y empresarios. Las corrientes migra torias que llegan a Argentina son reguladas por la Ley número 25.871 de 2004, que alcanza también a los ciudadanos chinos de ultramar y que define las categorías que ad quieren los migrantes.
La dinámica de las relaciones bila terales de los últimos tiempos llevó
a que en 2015 la ex Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y el Presidente chino, Xi Jinping, firmaran un acuerdo sobre la “Facilitación y agilización de los procedimientos para el otorga miento de visados por turismo”, entre otros, con el objetivo de fortalecer los lazos diplomáticos y políticos entre ambos países.
El acuerdo prevé la agilización de los visados (a turistas individuales dentro de un plazo de 10 días hábi les), cuestión que facilitaría situa ciones de demoras muy extensas, que desvirtúan el espíritu de los viajes por turismo. Este acuerdo además prevé la cooperación entre los organismos de Turismo de am bos países.
Esta situación de incremento de los flujos de turismo de ciudadanos chinos a diferentes destinos en to do el mundo debe entenderse con juntamente con el ascenso social de millones de ciudadanos chinos en las últimas décadas, quienes han sofisticado sus gustos y destinado más dinero al turismo.
Por este motivo, y con la intención de captar cada vez a más turistas chinos, el nuevo gobierno argenti no, en 2016, aprobó el Decreto Nº 892 por el cual se decidió eximir de visado consular a aquellos ciudada nos chinos que posean un visado vigente para los Estados Unidos de
América o para los países que con forman la Unión Europea; la auto ridad de aplicación es la Dirección Nacional de Migraciones. De esta manera, la solicitud del visado se completa con un simple formulario electrónico que debe completarse a través del sitio web oficial de esa Dirección, que en un plazo de 10 días aprobaría el visado.
En esta dinámica de facilitaciones de los intercambios, en el mes de junio de 2017, luego de la visita del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, a la República Popular China, se aprobó la extensión del visado por turismo individual y negocios por diez años para ciudadanos chinos, de entradas múltiples de 90 días cada una. Cabe mencionar que se prevé la reciprocidad para los ciudadanos argentinos.
Son éstas muestras contundentes y claras de las acciones de coopera ción que han realizado ambos go biernos en los años recientes para facilitar los intercambios de turistas y empresarios entre ambos países, sin perjuicio de lo cual aún resta por regular y facilitar las situacio nes migratorias y de visados de las personas que deciden viajar tanto a China como a Argentina por mo tivos de estudio. Situaciones que cada vez van adquiriendo mayor relevancia y creciendo en número de casos debido a la profundiza ción no sólo de las relaciones polí ticas y diplomáticas, sino también culturales entre ambos pueblos.
histórico importante–, que va por un carril, y las decisiones políticas nacionales, que van por otro. Ese aspecto queda, así, libra do a lo que haga cada universidad”.
Fuera de la región, se citan como buenos ejemplos los de España, que homologó los títulos secundarios y universitarios hace unos años, y de Australia, donde el ingre so anual de estudiantes de otros países es enorme y eso ayuda a mover también la economía, no sólo en matrícula, sino en turismo, comida, vivienda, vestimenta, etc.
“Cualquier emprendimiento de intercam
bio con China tiene la posibilidad de la in migración ilegal, pero creo que en el tema de los universitarios o los estudiantes es más fácil descifrar que en otros campos; tenemos que ponernos de acuerdo, nada más”, concluyó el titular del CUI.
En el ambiente académico creen que, pese a los problemas, todos soluciona bles, crecerá el flujo estudiantil, más de China hacia Argentina que al revés, aun que éste también aumentará. Es que ven un imaginario del estudiante chino sobre Latinoamérica muy valioso y atractivo para
venir a estudiar. E identifican un prejuicio: la idea de que los chinos buscan la espe cialidad comercial, pero en rigor observan estudiantes nuevos ávidos en temas como urbanismo, problemas sociales, etc.
También observan que la mayoría de chi nos prefiere universidades privadas porque en las públicas les piden como requisito te ner aprobado el secundario, sin dar tiempo para rendir reválidas. Y creen que el futuro del intercambio académico va ir más por los postgrados, de más fácil acceso.
En cuanto a viajes oficiales y de empre
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sarios, en general no hay problemas.
Al margen de los trámites formales y más allá de casos de tráfico de personas que llegan a la Argentina desde países de la re gión laxos para estos trámites (en la Comi sión Argentina para los Refugiados apun taron a Ecuador y Paraguay), quizá haya un trasfondo de larga data que comprende prejuicios y temores a la “invasión amarilla”, concepto acuñado en la Europa del siglo XIX por el auge de Japón, pero que exten dido a todo Oriente. Para Corina Courtis, doctora en Ciencias Antropológicas por la UBA, docente e investigadora en Flacso y el Conicet, quizá las negativas de permisos podrían relacionarse con visas espúreas y casos de corrupción dados en consulados argentinos a fines de la década de 1990 y principios del 2000. Pero también pueden esconder discriminación, sobre todo en el más antiguo staff de Migraciones.
Para Courtis, puede haber un estereo tipo del chino creado en función de la dis criminación por componentes económicos (“están sin permiso de residencia”, “evaden impuestos”, etc), físico (su aspecto no ter minan de ser aceptados como argentinos), lingüísticos (sospecha de que usan el idio ma según convenga o de que hay intención de no integrarse a la sociedad argentina), percepción negativa de la comunidad (“se encierran y rechazan al medio local), espa cio (el barrio chino, o el coreano, fue perci bido como “invasión”), o delincuencia (la fi gura de la “mafia china” como catalizadora de la atribución del desvío cultural y de las normas y es relacionada con la violencia).
La discriminación se rastrea también en “una matriz de racismo contra pueblos ori ginarios, criollos e inmigrantes latinoameri canos. E influye el significante flotante del ‘peligro amarillo’ y otros. La discriminación integra un proceso de exotización del no occidental, proceso de ajenidad no resuel to. Los chinos son siempre ajenos”, dice.
Es que, añade, la ley migratoria argentina se ajustó a la deseada migración europea y se ajustó a una realidad que cambió por la inmigración de países vecinos. Se pasó de “una ley de bienvenida a otra restricti va, basada menos en el control fronteri zo que en el de residencia. La última ley (25.871/2003-4) benefició a ciudadanos del Mercosur. Desde entonces, los contro les anteriores recaen en africanos y asiá ticos. Sólo pueden obtener la residencia si son inversores, docentes, estudiantes, casados con argentinos, con hijos argen tinos y otras condiciones”, expresó.
Mejoras en turismo, pero lentas
En septiembre de 2016 se imple mentó el sistema AVE, que permite que los ciudadanos chinos con visa vigente emitida por EE.UU. o en el espacio Schengen (bloque euro peo) puedan viajar como turistas a Argentina con el solo requisito de presentar una solicitud ante Mi graciones. Ello mejoró el trámite y aumentó el turismo chino hacia Ar gentina, aunque aún falta celeridad en las respuestas a las solicitudes. Según averiguó Dang Dai al consul tar a agentes de viajes especializa das en China, antes de esta medida los criterios de otorgamiento del vi sado dependían de cada consulado y no tenían un criterio único.
La AVE simplifica el trámite de visa para turistas chinos. Con todo, los tiempos de demora en la respuesta a la solicitud en varios casos supe ran los 10 días hábiles (como marca el punto 2.J del procedimiento) y, al ser una diligencia que se realiza online, a los interesados en viajar de China a Argentina se les com plica conocer los motivos de la demora en la respuesta o cómo continuar con el trámite. El formu lario en Internet, además, pareciera complicado, aunque en Cancillería aseguran que no lo es.
Así como se conocen casos de turistas chinos que, habiendo soli citado con antelación su visado y sin obtener respuesta, han viajado igual a Argentina y no se les permi tió ingresar, también hay casos de otros que obtuvieron su visa en 48 hs.: los tiempos en las respuestas de autorización o negación de la entrada al país no son ecuánimes. Un ejemplo de los problemas que surgen en ocasiones se da en los cruceros a la Antártida o al Sur ar gentino y chileno. De acuerdo con el testimonio de otra agencia, aun en puertos chilenos se ha obliga do a bajarse del barco a aquellos ciudadanos chinos (o de otras pro cedencias) que no completaron el trámite online
Una fuente diplomática comentó, algo enojada: “El turista dijo que
había hecho el trámite, pero falta ba algún paso más para finalizarlo y se embarcó igual en China. Y el oficial de Migraciones argentino, aun con el barco en un puerto chileno, lo hizo bajar pues así no podría bajarse en Argentina. Esa situación enojosa nos obliga a emi tir una visa provisional urgente. En tal caso, no deberían hacerlo bajar del barco”. Entre Cancillería y Mi graciones no siempre hay armonía. Por fallas en el procedimiento de autorización para el ingreso al país, muchos turistas chinos eligen otros destinos en sus viajes a Latinoamérica, contaron en una de las agencias de viaje. Inclusive, algunas agencias decidieron no ofrecer más los tours desde China a Argentina.
Pero en el gobierno hay opti mismo. El ministro de Turismo, Gustavo Santos, dijo a Dang Dai, al igual que Guelar, que hay una meta: llegar a los 100 mil turistas chinos en pocos años más. Y seña ló que debe aprovecharse el hecho de que el país asiático ya sea el primer emisor mundial de turistas. Entre otras políticas, el gobierno impulsa una mejor conectividad aérea, agregó.
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