Cuando los títeres de Villafañe llegaron a China. DangDai.

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怀旧

T R I B U T O

Villafañe y sus títeres andariegos La visita del gran titiritero argentino a China en 1958.

新中国初期的木偶戏 上世纪 50年代,哈维·毕夏法内大师 携带他的木偶到访刚刚成立的新中国 • Mónica Cofré orienteoccidente88@gmail.com

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uentan que “La Andariega”, carreta con la que el extraordinario artista Javier Villafañe recorrió mundos desde 1935, devenía escenario donde se armaba la función de títeres: una lona, un telón y arriba, único adorno, el Gallo Pinto, veleta de lata inmóvil que siempre señalaba el Norte. En 1957 fue invitado para participar como jurado, al año siguiente, en el Festival del Títere y la Marioneta más importante del mundo en Bucarest, y no dudó. Con su compañera en la vida y el arte, la también titiritera Elba Fábregas, empezaron a programar el gran viaje. Amigos y familiares organizaron fiestas para recaudar fondos y compartir la alegría entre vino y arte de la gran hazaña que les esperaba, recuerda el periodista y amigo de Villafañe, Pepe Quintana. Durante 25 días viajaron en barco desde Buenos Aires. Pero para honrar

las palabras de Maese Trotamundos (uno de sus personajes) “andar es el destino del titiritero” y ese no fue el único “norte” de esta pareja aventurera. Javier y Elba fueron los primeros titiriteros argentinos y latinoamericanos en participar de aquel festival de la UNIMA (Unión Internacional de la Marioneta). Los acompañó, entre otros, el poeta Mario Jorge De Lellis junto a artistas argentinos y chilenos, como la cantante Violeta Parra. Cuando terminó el festival, los Villafañe dejaron Rumania y viajaron a China y a Mongolia. “Era parte de un intercambio comunista de bienes culturales”, cuenta ahora, más de 60 años después, Juano Villafañe, hijo de la pareja de titiriteros y actual director artístico del Centro Cultural de la Cooperación. China los recibió en escuelas, bibliotecas, ministerios y radios en las que fueron entrevistados; las autoridades culturales chinas les hicieron decenas de agasajos y regalos. Lamentablemente no quedó registro fotográfico ni en papel de aquel viaje: se perdieron por las sucesivas mudanzas, la vida nómade y los temores a las requisas, en épocas de dictadura militar. Sin embargo, quedan las anécdotas que relató al volver su amigo Quintana, o apuntes y recuerdos de las conversaciones con Villafañe que tiene Pablo Medina, su biógrafo y amigo, quien cuenta que Villafañe

Ignacio Huang A 60 años de que Villafañe mostrara sus títeres en China, en Argentina un destacado inmigrante de esas tierras invierte el recorrido y viene haciendo una enorme labor de difusión de títeres tradicionales chinos. El actor y director teatral Ignacio Huang se destaca, entre otras labores, por difundir ese arte popular.

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estaba vinculado al PC argentino, más como simpatizante que como militante. “Sus ideas estaban más cerca del comunismo que del peronismo, aunque ambos eran partidos del pueblo”, dice. Y agrega: "El compromiso de Javier pasaba más por el arte, militaba desde el arte, y era un gran poeta. De la sociedad china Javier aprendió el gran desarrollo alcanzado por las agrupaciones de títeres dedicadas al teatro de sombras”, cuenta también. Y añade que en 1955, Beijing fue sede del 1er Encuentro de Teatro de Títeres de Sombra, de gran repercusión por la cantidad de elencos que participaron demostrando sus habilidades en un arte que los mismos chinos crearon. La relación de la Nueva China con la UNIMA permitió que el arte popular de los títeres chinos en todas sus expresiones —marionetas, de guante y teatro de sombras— se difundiera a todo el mundo. Acerca de las diferencias y similitudes que Villafañe notó entre el teatro de títeres chino y el occidental (italiano), “el títere de guante era y es muy conocido en China. Habría surgido durante la dinastía Ming, en Quanzhou, provincia de Fujian”, dice Medina. Y en cuanto al teatro de sombras (que desde el siglo XVIII, Occidente conoció como “sombras chinescas”), Villafañe supo, por sus colegas chinos, que contaba, como todo el arte del títere tradicional, con el apoyo del propio Mao. “Se consideraba una forma adecuada del arte del pueblo, ya que fortalecía y permitía el mejoramiento cultural y educativo”, relata su biógrafo. FOTO CLAUDIO MEDIN


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