心理学
P S I C O L O G Í A
Un abanico del silencio a la palabra Los chinos se acercan de a poco a la psicoterapia. Aunque en su tradición distinta a la de Occidente no es fácil ese abordaje, el diván empieza a andar.
中国 人 和心 理治 疗 在心 理治疗 中 ,许 多中 国 人认为要从习惯沉默 变为 愿意倾 诉 是一 个艰 难 的过程。但年轻一代 对心 理治疗 这 种西 方疗 法 持开放态度。
QIAN MA: "LAS NUEVAS GENERACIONES SE ATREVEN A DAR EL PASO DE PEDIR AYUDA"
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• Mónica Cofré orienteoccidente88@gmail.com
E
l elogio del silencio es parte de la sabiduría ancestral oriental que postularon pensadores chinos como el filósofo Lao Tsé, quien en uno de sus textos del Tao Te Ching, el titulado “Unidos por el silencio”, plantea: Aprende el ejercicio del silencio y te colmará la dicha del no-hacer. Muy pocos en este mundo comprenden su importancia (El hacer no haciendo, la no interferencia es el Wu-Wei en chino). Hace 22 años, cuando la doctora en Psicología (UBA) Teresa Yuan –hija de padre chino y de madre siria– desembarcó con el psicoanálisis en la tierra de su padre, comenzó con la construcción de un puente entre China y Argentina, el país con más analistas del mundo: según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calculan casi 200 profesionales de la salud mental por cada 100.000 habitantes. En China, el psicoanálisis enfrenta resistencias desde varios planos. Es que en su cultura el silencio tiene un fuerte arraigo. Sin embargo, en los últimos años va apareciendo un terreno fértil al presentarse el psicoanálisis como un espacio de apoyo y contención para afrontar las consecuencias del acelerado cambio social que vive la milenaria nación. Además del silencio como valor legado por el taoísmo, hay que considerar la resistencia que surge del desconocimiento de la psicología como ciencia y del procedimiento de un tratamiento psicológico, así como de considerar que las cuestiones emocionales pertenecen a la intimidad. Pero poco a poco esta novedad se va instalando como una herramienta para la salud y el bienes-
tar psico-biológico, desde que comienzan a experimentarlo, en especial, las nuevas generaciones que viajan fuera de China o viven en las grandes ciudades. Otro aspecto a remarcar es la influencia del sistema político en la habilitación o proscripción de su aplicación. Para Yuan –autora del libro China, un nuevo comienzo para el psicoanálisis y miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina– “las ideas de Freud ingresaron en China por la vía académica a comienzos de 1900, al final de la última dinastía Qin. Desde entonces el psicoanálisis tuvo varios resurgimientos y caídas por causas sociopolíticas”. Pese a ello, “la llama del psicoanálisis en China nunca se apagó”, dijo. Podría suceder que en Argentina los chinos repliquen las resistencias a la psicología que se dan en China. “Los chinos, por cultura, son mucho más inhibidos y no ven bien a la persona que habla mucho, desconfían de ella. Ellos valoran los actos más que las palabras”, asegura la psiquiatra china Qian Ma, quien con apenas ocho años llegó junto con su familia a Buenos Aires desde Tonghai, su pueblo natal en la zona rural de la provincia de Jiangsu. Su origen le permite trabajar de modo más empático con sus pacientes coterráneos. “Son los miembros de las nuevas generaciones quienes se atreven a dar el paso de pedir ayuda, de hacer terapia si una situación los desborda. El trabajo en el psicoanálisis es a través de la palabra, de introspección, de reflexión, y para eso se requiere tiempo y disponibilidad”, afirma Qian. Hay empresas chinas radicadas en Argentina que están permitiendo a sus empleados con puestos jerárquicos traer a sus hijos a vivir con ellos, y justamente son
Otro abordaje sobre la salud mental La doctora Shi-Jiuan es miembro del Instituto Taos, comunidad interdisciplinaria que, con sede central en Ohio, EE.UU., se focaliza en prácticas que promueven los procesos creativos, de aprecio y de colaboración en las familias, las comunidades y organizaciones de todo el mundo, entre ellos China, Taiwán y Argentina. Tras vivir 20 años en EE.UU, desde 2005 trabaja en Taiwán usando sus experiencias de prácticas de colaboración con un modo diferente de
algunos de esos adolescentes o jóvenes los que piden hacer terapia. “Los nacidos en las décadas de 1980 o 1990 ya tienen experiencia de algún tratamiento en China”, agrega Qian, médica por el Instituto Barceló y especializada en psiquiatría en la Asociación de Psiquiatras Argentinos. “La ignorancia mata. En el campo todo era muy primitivo”, cuenta Qian, y trae dos recuerdos que quedaron marcados en su memoria. Haber sido testigo de cómo los niños se ahogaban en los ríos de su pueblo natal y sus familiares no sabían cómo responder a la urgencia o pedir asistencia médica para salvarles la vida, y observar anonadada los rituales que hacía a su abuela —único sostén de la familia ya que su abuelo había emigrado a Argentina—, quien invocaba a los espíritus cuando no encontraba la salida a sus problemas. La cuestión generacional y de segmento social al que pertenecen los ciudadanos chinos que viven tanto en China como en Argentina es otro de los factores que determinan quiénes hacen una consulta o llevan adelante un tratamiento con un psicólogo. “Yo decidí ir porque me sentía mal y no puedo ir a un psicólogo cualquiera. Consulté con la doctora y eso me ayudó bastante. Ahora estoy más positivo”, sostiene por ejemplo un estudiante de Ingeniería en Alimentos en la UADE, que llegó a Buenos Aires en 2009 y trabaja en la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado. “Mis padres quedaron en China, no entienden mucho esta sociedad, siguen viviendo en el pasado”, confiesa. François Jullien, filósofo y sinólogo francés, un gran investigador de la lengua y el pensamiento chinos, interroga desde
pensar y de trabajar en la salud mental, trabajo social, educación y sistema judicial en Taiwán y China. Como en general los enfoques de salud mental en ambas poblaciones se centra más en los problemas, diagnósticos y un tipo de relación jerárquica entre el terapeuta/exerto y el paciente, Shi-Jiuan busca crear espacios donde todas las voces se escuchen y valoren para presentar enfoques alternativos y operar sobre clientes, familias y sistemas en Taiwán y China. Sobre la recepción de la terapia psicológica en su tierra, Shi-Jiuan dijo a Dang Dai que la sociedad china aún es muy reticente a pedir ayuda a un psicólogo (tal vez por no saber bien de qué se trata) y confía más en
su libro Cinco conceptos propuestos al psicoanálisis: “Pese a la revolución que efectúa, ¿no sigue dependiendo Freud de herramientas intelectuales europeas? ¿Y no deja por ello en la sombra ciertos aspectos de la práctica analítica que su teoría no pudo explorar? ¿Y cómo se puede dar cuenta de ello, si no es saliendo de Europa?” El autor propone un punto de crece entre la noción de “disponibilidad” que, si bien aclara, Freud no la plantea explícitamente, gira alrededor de ella en sus “Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico” y la definición de “el sabio” en China. “En China, la disponibilidad consistirá en mantener el abanico completamente abierto —sin rigidez ni evasión— de manera de responder plenamente a cada solicitud que surge (…) El conocer chino no es tanto hacerse una idea de algo cuanto volverse disponible a algo” describe en su texto. Así, también en el plano de la psicología, la cultura oriental y la cultura occidental pueden converger y complementarse contribuyendo al entendimiento del comportamiento humano. Sin imposiciones ni sobrevaloración o hegemonía de una sobre otra (ciencia occidental vs. saberes sin método), sino desde la apertura al potencial que cada una puede aportar para ofrecer un ambiente facilitador para el tratamiento de la salud mental de los seres humanos inmersos en un mundo en constante cambio. En tanto, en China la cuestión crece: Yuan dice que ya surgieron oficialmente analistas miembros directos de la Asociación Psicoanalítica Internacional (API) y muy pronto habría una propia institución china. Y que observó avances en el reciente 5° Congreso Chino de Psicoanálisis en Wuhan.
el círculo íntimo de amigos y/o familiares. Los más jóvenes, las mujeres y quienes viven en las grandes ciudades, son los que se acercan a consultar. Está convencida de que, debido a los cambios vertiginosos en la vida cotidiana de las grandes ciudades chinas, el número de personas que opten por este tipo de terapia definitivamente se incrementará. En Buenos Aires, la Fundación Centro de Estudios Sistémicos (FundaCes) cada año dicta un postgrado que ofrece esta formación en su programa Certificación Internacional de Prácticas Colaborativas patrocinados por el Instituto Taos y el Houston Galveston Institute.
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