OPERATIVO ESPECIAL FIAT 500L
Donde las agitadas corrientes del Atlántico Sur chocan con el continente, dos mundos —tierra y agua— convergen en un escenario de inmensidad. Lo recorrimos a lo largo de Chubut con la variante monovolumen del Cinquecento, en una intensa prueba a través de la Patagonia marina. Practicidad para la familia y más de 4.300 kilómetros de ruta, acantilados y mar. Por MartIn SacAn • Fotos: Miguel Tillous
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Imponente cola de la ballena franca austral y amanecer en Puerto Madryn. Abajo, antiguo puesto de control de Puerto Lobos y la foto "twitteada" por el astronauta Wiseman: en la parte superior se alcanza a divisar PenĂnsula ValdĂŠs. En la imagen principal, los 500L de cara al mar en BahĂa Bustamante.
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En su edición 174 (octubre 2010), la revista Lugares dedicó un buen artículo a prácticamente la misma zona que abarcamos en este viaje. Es más, la infografía que ve aquí, la tomamos prestada de dicha nota.
S
on las 6.45 hs. en Puerto Madryn y apuramos el café. Hay que anticiparse al sol y aprovechar sus mejores tonos. Ayer, a 400 kilómetros de la Tierra, un astronauta pensó lo mismo en una estación espacial, y subió a Twitter una foto con la leyenda: “Hermosa vista del amanecer en Península Valdés, Argentina”. La imagen es la portada del diario local que yace sobre la mesa del desayuno. Efectivamente, los 4.000 kilómetros cuadrados del accidente geográfico son visibles desde el espacio. Como una protuberancia con forma de hacha, unida al continente por un bracito que así, en escala quién sabe cuánto,
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luce frágil, quebradizo. Se trata del istmo Ameghino y, una hora después, cruzándolo en auto, se revela extenso y sólido. Irrompible. Lo atravesamos con dos Fiat 500L, la versión monovolumen y más familiar del pequeño clásico de la industria mundial. Ideal para quienes resignaron tener un Cinquecento en su cochera porque los hijos casi adolescentes no entran en las plazas traseras, o el baúl es demasiado ajustado para las vacaciones. Para todos los que se quedaron con las ganas, y todavía lo miran de reojo en los semáforos, el mayor espacio y versatilidad puede hacer del 500L su oportunidad. La costa argentina es mucho más que música electrónica y daiquiris. Desde el río Negro —en dicha provincia homónima— hasta Tierra del Fuego se
despliegan tres mil kilómetros de playas y acantilados bañados por un océano turbulento, en una especie de balcón con vista al mar que pocos países pueden ostentar. Su aparente desolación no es tal: la riqueza de vida costera y marina es de importancia superlativa para la ecología y la economía. Solo hay que aprender a descubrirla.
Arriba, todo el esplendor de la ballena franca austral en la lente de Tillous. Aquí, la dupla 500L en un típico ripio en Valdés.
Guanaco curioso y choiques corriendo ¡a más de 30 km/h! A la izquierda, en Camarones, y a la derecha, típica estancia patagónica que utiliza chapa en su construcción. Abajo, panorámica de Bahía Bustamante.
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Por la gran variación
Seamos sinceros: es difícil tener el tiempo necesario para recorrerla íntegra. Es menester elegir, dejar caer la tijera sobre el mapa para recortar una porción y desentrañarla como corresponde. Puerto Madryn y la cercana Península Valdés merecen una semana completa. El empacho de fauna marina está garantizado, al igual que imágenes predestinadas a fondo de pantalla, para envidia del compañero de oficina. Pero si algo de la mística de la Patagonia profunda se ha apoderado de usted, anímese y siga al sur hasta la inhóspita Bahía Bustamante, 190 km antes de Comodoro Rivadavia, muy cerca del límite con Santa Cruz. Hasta allí llegamos esta vez con las dos unidades del Fiat 500L en versión Pop Start, la única disponible. Lo hicimos obsesionados con el mar, con sus secretos, sin terminar de entender, por ejemplo, cómo la luna en su remota soledad puede acaso influir en las mareas. Mundo marino Desde la costanera de Madryn ya puede escucharse el soplido de las ballenas, aunque todavía son indescifrables en
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la oscuridad. El de la marea, un camino, en cambio, tractor –y vaya tractor– "remolca" es iluminado por las la embarcación en luces del 500L, que Puerto Pirámides. Todos los avistajes si bien son halógede ballenas salen nas poseen buena desde allí. Lobos potencia. Desde marinos reposando en la costa, y la completa (ver abajo el "Enano", apuntes) pantalla que en este viaje táctil, sintonizamos se recibió de fotógrafo naturista. una radio local por Arriba, ambos curiosidad. monovolúmenes, y más ripio Superadas las patagónico. playas de El Doradillo, una verdadera platea —¡todavía gratis!— para ver a los gigantes de Valdés, la locutora pronostica “vientos de más de 50 km/h”. Y no falla. El 500L los siente en forma (como para no), pero menos de lo esperado, tal vez por ir bien apoyado con neumáticos 225/45 sobre llanta de 17 pulgadas. Eso sí, en las subidas hay que rebajar a quinta, ya que la sexta es pura y exclusivamente una sobremarcha. Y el torque máximo, de 13 kgm, no sobra. Había escuchado muchas historias sobre el viento patagónico que impide caminar, y hasta me atraía vivirlo. Lo imaginaba, por ejemplo, en Puerto Deseado (Santa Cruz) o en Cabo Vírgenes (el extremo sur continental),
recomendado
Sobre la costa de Puerto Madryn, el hotel Territorio conjuga su gran tamaño con la calidez de sus ambientes, cada uno tratado con cuidado y especial atención por el detalle que remite al entorno natural. Es nuestra elección cada vez que vamos a Madryn, y enteramente recomendable. Para conocerlo en detalle: www.hotelterritorio.com.ar.
pero nunca en Pirámides, el único centro urbano de la península y donde en 2008 pasé un simpático año nuevo. Algo debió sospechar Figueras, que ni se bajó del auto. ¿Resultado? Mirador de la Lobería, abortado. Con mejoras sobre el 1.4 Fire de 16
APUNTES DE VIAJE Kit antipinchazo El auxilio temporal del 500L es poco apropiado para nuestras rutas, por lo que nunca está de más el kit reparador. Por suerte no hizo falta.
VENTO Con fuerte viento en contra (más de 50 km/h), el consumo promedio aumentó dos litros cada 100 km, como demuestra el ordenador. Pura Patagonia.
Arriba, la evidencia de que el suelo en Pirámides fue un antiguo lecho marino. Y "bondi" acondicionado, en versión playera.
Eco Esta función registra en un pendrive cuán ecológico es nuestro manejo, en base a cuatro parámetros: aceleración, desaceleración, cambio de marchas y velocidad. ¿Calor? El techo panorámico posee una cortina textil. No fue el caso, pero sospechamos que en verano debe ser caluroso. Avistaje Southern Spirit es una de las mejores opciones para embarcarse. No es barato ($550 en temporada baja), pero estar ahí y no hacerlo... Off Desconectar el control de tracción puede evitar que nos quedemos atascados, en caso de que haya que arrancar sobre una superficie blanda, como arena o piedras sueltas.
Curiosidad histOrica
Definitivamente impensado al asomarse al pueblo de Camarones, hay un museo dedicado a Juan Domingo Perón, quien pasara parte de su infancia aquí. Aunque el punto de vista —y explicación del guía— es en exceso condescendiente para con el General, muestra una faceta poco conocida, con algunas cartas y fotografías pocas veces vistas. Pequeño pero prolijo y bien armado, es una verdadera rareza que, estando en Camarones, vale la pena visitar. Entrada: $5. Sí, leyó bien.
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válvulas y 95 CV, el 500L tiene prestaciones domésticas (15 segundos para el 0 a 100 km/h), y más si viaja cargado. Es, junto con el auxilio temporal, la crítica más importante que se le puede hacer. Como contrapartida, la caja manual de sexta le permite relajar el motor y minimizar el consumo: 7,5 litros cada 100 km/h yendo a 110 km/h y menos de 9 en ciudad. Pero con semejante viento en contra, el ordenador indica dos litros más cada 100 km. Salvo los 80 km desde Madryn a Puerto Pirámides, el resto de los caminos internos de la península son de ripio. Consejo: prestar tención, ya que su buen estado hace olvidar lo peligrosos que son, y en temporada alta sobran accidentes. Allí, sobre el ripio, el mayor despeje del 500L viene de diez para ir en busca de lobos y elefantes marinos, pingüinos de Magallanes, guanacos, maras y zorros, por mencionar algunas de las más de 300 especies que habitan este santuario de naturaleza. La estepa y más allá La proa ya apunta hacia Bahía Bustamante, 310 km al sur de Puerto Madryn
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Los "Big
por la RN3. A los Cinquecento" posan mandos del 500L, con una pequeña embarcación en la butaca regula en la costa. Sacán altura y el volante charla con Matías Soriano, nieto de en profundidad, y si Lorenzo, quien bien la posición es empezó todo en buena, el asiento Bahía Bustamante, y ambiente en una podría brindar mejor de las casas de la sujeción lateral. La estancia. Las chicas insonorización, tande Alma Patagónica, en Camarones to de rodamiento (nos salvaron un como de motor, es almuerzo), una ballena "saluda" y para destacar. bar en Pirámides . A nuestra izquierda el mar, y del otro lado esa planicie inmensa que es la estepa. Arbustos barridos por el viento y sequedad. Mucha sequedad. Todo tiene un motivo: el conservacionista William Conway explica en Patagonia, los grandes espacios y la vida silves-
APUNTES DE VIAJE Derechos La regulación lumbar ejerce más presión sobre la base de la espalda que en otros autos. Depende de cada uno, pero puede ser útil después de muchas horas al volante.
Origen Bajo el revestimiento del piso del baúl, una placa delata su fabricación en la planta europea de Serbia. Buena calidad general. Quietitas Como corresponde, las tuercas de las llantas están en una caja ad hoc. Impecable.
Agradecemos especialmente a Alejandro Carribero (en el medio en la imagen), biólogo, que además de ayudarnos con la logística nos instruyó sobre la naturaleza de los alrededores. Arriba, el Ecocentro, en Madryn. Recomendable visita.
City Brake Control Lo incluye el Pack Luxury, que, junto con el techo panorámico, cuesta $9.100. En detalle, el sensor láser con el que actúa. Completo Desde la pantalla táctil se puede regular la sensibilidad del sensor de lluvia, de luz, del aumento automático del volumen de la radio (al incrementar la velocidad) y la intensidad del display. Impresentables ¿Son dos balizas? ¿Son dos samurái? No, son Tillous y Sacán “disfrazados” para ver las ballenas. Es lo que hay...
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Los 500L entre restos óseos, y diferentes vistas del Golfo Nuevo, Península Valdés.
tre que entre 2,5 y 4 millones de años atrás la Cordillera de los Andes se elevó extraordinariamente e interceptó las lluvias del Pacífico. Este autor estima que desde el borde de Los Andes hasta el Atlántico, la estepa cubre casi 178 mil km², en otro tiempo reino de guanacos, ñandúes, pumas y liebres, hoy todos desplazados por la oveja. Muchas de estas, recién esquiladas, nos miran pasar durante los últimos 35 km de ripio. Allí es donde aflora otra virtud del 500L: su equilibrio de suspensiones. Está muy bien resuelto, ya que incluso con neumáticos de perfil 45 filtra bien las irregularidades. Bahía Bustamante es una estanciapueblo. Un lugar tan agreste —en invierno viven 15 personas y a la noche se corta la electricidad— que puede desesperar a unos tanto como fascinar a otros. Lo que no está sujeto a discusión es la belleza del mar en estas latitudes, bravo y ancho, inabarcable. Con la austeridad de la Patagonia áspera, la tradición de la familia Soriano persiste en el procesamiento de algas marinas: con algunas de ellas se fabrica el agaragar, gelatina vegetal que da consistencia, por ejemplo, al dulce de batata. Costas con historia Camarones atrae por su simplicidad, el viejo almacén Rabal de 1901 —donde todavía se consigue de todo— y un
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curioso Museo de Perón (ver recuadro). Llegamos subiendo por la RP1, para nuestro asombro de un ripio impecable. Solo una cuneta sorpresa nos puso en aviso sobre la ausencia de chapón protector de cárter, aunque ningún bajo llegó a golpear. Almuerzo sobre la hora en Alma Patagónica, con “gastada” incluida de nuestras anfitrionas: “Esos autos no tienen polvo, no vinieron andando hasta acá”. En fin... A pocas cuadras, el omnipresente mar otra vez, la tentación de adentrarnos en él a través del Cabo Dos Bahías, y allí vamos. Gracias al opcional del techo pano-
rámico de 1,5 m² —viene junto con el City Brake Control (ver apuntes)— de “mi” 500L, los cielos patagónicos se disfrutan más. Afuera empieza a refrescar, y el climatizador automático de dos vías se encarga de templar el habitáculo, aunque para recorrer la poco conocida pingüinera del cabo hay que bajarse y caminar. Fue aquí, cerca de Camarones, donde el vapor Villarino, que años antes había traído de Francia los restos de San Martín, naufragó definitivamente en 1899. Pero además, de haber estado en estas costas en 1520, habríamos visto pasar a Magallanes antes de culminar —con
NACIDO PARA VIAJAR
Por Carlos F. Figueras
xisten dos Patagonias. La cordillerana, plagada de lagos de ensueño, cerros nevados, verdes y frondosos bosques que mutan al amarillo y al naranja en el otoño. La otra, árida, terrosa, diezmada por los vientos y recostada sobre el mar que cambia del gris al turquesa o el azul profundo. Distintas en extremo pero fascinantes cada una a su manera. Por eso, cada tanto vale la pena hacer una incursión a la Patagonia costera, abandonar el aburrido trazado de la RN3 y adentrarse en caminos de ripio que conducen a pueblos que nacieron a orillas del Atlántico austral: Puerto Lobos, Camarones, Cabo Raso, Bahía Bustamante, Cabo Dos Bahías o la Península Valdés. Nuestra base de operaciones fue el Hotel Territorio en Puerto Madryn, sin duda el mejor de la ciudad. El trayecto a Madryn desde Buenos Aires lo cubrimos en el día, con paradas solo para reabastecimiento y total abstinencia gastronómica para desgracia de Tillous. Si bien fue un “paseo” largo, soportamos durante largos tramos fuertes vientos en contra —el de la Patagonia supera con facilidad los 50 km/h—, lo que penalizó tanto el consumo (unos 10,5 litros/100 km) como las prestaciones, obligándonos a conectar la quinta marcha y de esa forma ponerle el pecho a Eolo. Transitando caminos de ripio, los 500L demostraron que en las huellas profundas no arrugan debido al generoso y bienvenido despeje. Al día siguiente, ambas unidades debieron bancarse más de 800 kilómetros, casi la mitad por caminos y sendas de ripio. Nuevamente el odioso viento se hizo presente. Tal comentábamos con Martín (Sacán), la Ley de Murphy es implacable. “Si vas hacia el sur tendrás viento del sur y retornando hacia el norte, el viento soplará del norte...”. Así fue, Murphy no falla. El último día fue más light: Puerto Madryn y el puerto camaronero de la capital de Chubut: Rawson. Por la tarde, Tillous
junto a Sacán decidieron realizar un avistaje de ballenas en Pirámides. Los más de 4.000 kilómetros recorridos sirvieron para confirmar su más que correcta aptitud rutera, su bajo consumo gracias a un motor moderno y caja de seis marchas, posición de manejo descansada y un despeje que permite encarar caminos secundarios de ripio/tierra sin que el cárter, transmisión y sistema de escape sufran las consecuencias, junto a una llamativa estanqueidad que evitó filtraciones de polvo en el habitáculo y baúl. El 500L ratificó sus virtudes como eficiente monovolumen familiar que invita a desplegar mapas para disfrutar de un largo y placentero viaje al destino elegido.
E
Arriba, bar con pool, y exquisitas vieiras gratinadas en Pirámides. Aquí, en Puerto Lobos, justo en el límite con Río Negro.
VersAtil,
su segundo nombre El 500L es de los monovolúmenes del segmento B más funcionales. Con 31 cm más de distancia entre ejes que el 500 convencional, las plazas traseras son amplias y regulan tanto a lo largo como en inclinación de respaldo. El piso casi plano facilita las cosas para el quinto pasajero, y todos van con cinturones inerciales y apoyacabezas tipo coma. Las amplias ventanas permiten disfrutar del paisaje y, con el opcional del techo panorámico, la experiencia se potencia. Además, la butaca del acompañante se tumba tipo mesita, y el baúl aprovecha los 61 cm plus de largo de carrocería, para ofrecer un correcto volumen (varía entre 350 y 400 litros). El detalle: el piso tiene dos posiciones, una más elevada.
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Mar, estepa y postales para todos los gustos. En la fábrica de aluminio Aluar (Madryn), y restos de un Ford de los 50. Abajo, explosión acuática tras un salto de la franca austral: las adultas rondan las 40 toneladas de peso.
¡Gracias!
En viajes con más de un auto, estar comunicados es muy práctico ante los –inevitables– cambios de planes que surgen sobre la marcha. Como de costumbre, Uno Comunicaciones nos proporcionó los handies, de buen alcance y calidad de sonido. Para más info: www.unocom.com.ar
fiat 500L ■ Datos de fÁbrica motor
él ya muerto y Elcano a la cabeza— la primera circunnavegación del globo; en 1578, a Francis Drake en la que sería la segunda; y en 1833, al célebre Beagle con Charles Darwin a bordo. Gigantes en la Península Durante el último día, más relajado en materia de kilómetros, coincidíamos con Figueras en que, si de andar se trata, el 500L recuerda poco al Cinquecento, ya que se muestra mucho más confortable y silencioso. Y no es casual, porque no se trata de un citycar sino de un segmento B, que parte de otra plataforma y con factura en la planta europea de Serbia. Otro punto interesante, y que lo deja
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con una atractiva relación precio-producto, es su equipamiento, impecable en seguridad. Seis airbags, control de estabilidad, ayuda al arranque en pendiente, luz de curva y la exclusiva opción del City Brake Control. Al circular entre 5 y 30 km/h, a través de un láser detecta vehículos a menos de 12 metros, y de ser necesario aplica los frenos (funciona sólo con el cinturón abrochado). Último paseo por Madryn y una cita obligada: el Ecocentro. Se trata de un museo, o mejor dicho un centro cultural dedicado al mar, que en tono didáctico busca generar comprensión sobre su importancia en relación al ser humano. Hace casi 150 años, ese mismo mar hizo desembarcar, casualmente aquí muy cerca, al Velero Mimosa, con los primeros colonos galeses que se instalaron en la zona. Desde que partimos de Buenos Aires, los odómetros de los 500L superaron los 4.300 kilómetros cada uno, de los cuales más de 400 fueron sobre ripio. Con un motor moderno pero de potencia justa, demostraron un acertado equilibrio de suspensiones y un correcto desempeño dinámico. Poseen virtudes
Naftero, delantero transversal, 4 cilindros en línea, 1.368 cm3, (72 x 84 mm), 4 válvulas por cilindro, doble árbol de levas a la cabeza comandado por correa dentada. Inyección multipunto. Compresión: 10,8:1. Circuito de lubricación: 2,9 l. Potencia máxima: 95 CV a 6.000. Par máximo: 13 kgm a 4.500 rpm. Relación CV/litro: 69,44. Relación peso/potencia: 13,1 kg/CV.
• EL OPERATIVO EN CIFRAS Distancia total recorrida:...................4.345 km Sobre asfalto:............................................3.910 km Sobre tierra y ripio:................................... 435 km Promedio consumo (l/100 km):.................... 9,6
familiares, generoso equipamiento (solo les falta GPS) y la suavidad de los mandos —pedales, dirección, selector— los hace agradables de conducir. Y, por ende, para viajar. Y si hasta aquí casi no hablamos de las ballenas fue para obviar el lugar común. Y porque son, en realidad, apenas la punta visible del inmenso iceberg de vida marina de la región. Sin embargo, es inevitable mencionarlas, porque protagonizaron un cierre antológico cuando los rojizos y naranjas decoraban el cielo (la idea era embarcarnos al mediodía pero llegamos tarde). Un salto aquí, otro allá y uno más al fondo. Sepan disculpar lo escueto de la descripción, pero el resto es estar ahí.