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La generación Wired

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Conclusiones

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de muchas de las empresas mencionadas. En 1995 compró Digidesign para la producción de Pro Tools, antes compró Pinnacle Systems, empresa que fabricaba software y hardware para creación audiovisual en el escritorio; más adelante en 2004 adquirió también Sibelius abarcando casi todas las ramas de la creación audiovisual y musical. Yamaha, otro gigante de la industria, compró una célebre empresa que competía en la venta de software de edición de audio llamada Steinberg.

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Es por esto que es casi comprensible la dificultad para encontrar hacking independiente en la creación audiovisual, a principios de los años dos mil. La llegada del siglo XXI se anunció como un momento de coronación de las tecnologías de mediación detrás de secretos industriales, en las postrimerías de la nueva era de las redes digitales e Internet. Si bien el fenómeno de Internet sale de nuestra reflexión, vale la pena destacar la forma en que posibilitó el flujo acelerado de conocimiento. Propuestas como las del software libre se beneficiaron con esto, pero también normalizaron la cultura de desarrollo privativo de las empresas dominantes en los mercados. Entre otros, la industria protegió cada vez más sus patentes ofuscando la utilización de sus programas y desarrollando:

Protecciones contra copia a través de complejos pero no siempre efectivos métodos contra réplica. Alianzas entre compañías de software para hacer compatibles e interoperables sus desarrollos, imponiendo paulatinamente la estandarización por oscuridad y bajo convenios económicos.

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