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Ciencias Clínicas
Los elementos de mayor trascendencia dentro del programa de Ciencias Clínicas son: La introducción al estudiante de medicina, a la "Clínica Médica", a través de la Relación Médico Paciente aspectos teórico y práctico, tomando en cuenta que es esta relación donde se sustenta el alto porcentaje de éxito en el diagnóstico, la fase de Anamnesis (interrogatorio) de la Historia Clínica. La implementación teórica será reafirmada a través de trabajo de campo, talleres, laboratorios y las prácticas hospitalarias con pacientes, con quienes se llevará a cabo la relación Médico-Paciente, así como la evaluación de los signos vitales, medidas antropométricas e inicio del examen físico e hipodermía.
Para que el estudiante pueda desenvolverse dentro del campo de la clínica, se hace imprescindible el manejo del léxico médico por lo tanto el conocimiento de la Terminología Médica, será la base para la comunicación en la formación del nuevo médico. La formación médica, por las características que el profesional de la medicina debe llenar, requiere de una sólida formación ética y moral, por lo que se inicia el curso de Ciencias Clínicas con una introducción a estos dos aspectos. Por las necesidades en el contexto en que se desenvuelve el estudiante de medicina, se hace imprescindible incluir técnicas de primeros auxilios, en sus conocimientos fundamentales, que, en otros países, se incluyen desde los primeros años de estudios. Además, técnicas básicas de administración parenteral, asepsia y antisepsia, que serán de suma utilidad en su entorno.
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El objetivo principal es Desarrollar en los alumnos los conocimientos, habilidades, destrezas, y actitudes necesarias para realizar una adecuada relación y comunicación médico-paciente, historia clínica, medición de signos vitales, talla, peso, antropometría, pruebas semiológicas, aplicación de primeros auxilios, asepsia y antisepsia e hipodermia, todo basado en el humanismo, ética y responsabilidad profesional.
MORAL Y ÉTICA MÉDICA
En la época actual la población en general y los usuarios de los servicios de salud en particular, están más informados, conocen mejor sus derechos y están más dispuestos a hacerlos valer. Los pacientes han desarrollado su cultura médica en forma sorprendente y con frecuencia conocen más de su padecimiento que la población en general, y cuestionan las aseveraciones y las indicaciones de sus médicos. Inicialmente discutían la prescripción como resultado de haber consultado un diccionario de especialidades farmacéuticas; en la actualidad hacen referencia al último artículo sobre el tema aparecido en Internet.
Esta cultura médica permite a los pacientes una mayor participación en el proceso de su atención y seguramente contribuirá a una recuperación más rápida y efectiva de su padecimiento, que compromete al médico a mantenerse actualizado en los conocimientos médicos vigentes. Los errores, omisiones o incluso negligencias, son puestos en evidencia por el paciente y sus familiares, a través de quejas y demandas en diferentes instancias públicas.
La presencia de las comisiones de los derechos humanos, a nivel local o nacional, ha hecho evidente la importancia que tiene el respeto a los derechos humanos, a través de la aplicación de los principios éticos vigentes. Las autoridades de salud del país han manifestado desde el inicio de su gestión, interés prioritario por mejorar continuamente la calidad de la atención, a través de la “Cruzada por la Calidad”, y en una segunda instancia al haber ubicado a la ética en la atención médica y en el desempeño de los servidores públicos en general, como un elemento fundamental en el desempeño institucional, incluyendo en el Programa Nacional de Salud, el compromiso para que cada hospital cuente con su propio Código de Ética.
La ética y la calidad de la atención médica
La búsqueda permanente de la calidad de la atención médica, a través de los diferentes mecanismos conocidos, fundamentalmente con la aplicación del proceso de mejora continua, ha identificado diferentes rutas, todas ellas de gran importancia. Se propone como definición del concepto de calidad de la atención médica, al siguiente: Otorgar atención médica al paciente, con oportunidad, conforme a los conocimientos médicos y principios éticos vigentes, que permita satisfacer sus necesidades de salud y sus expectativas.
Principios Éticos
los principios éticos originales, cuya principal representación se encuentra en el Juramento de Hipócrates, han evolucionado en algunos casos y en otros conservan su vigencia. En este documento nos referiremos a los siguientes: • Principio de beneficencia: “Dirigir las acciones de la práctica médica a buscar el beneficio del paciente y de la sociedad, mediante la prestación de la atención médica”. • Principio de equidad: “Otorgar atención médica a los pacientes, conforme a sus necesidades de salud, sin distinciones, privilegios, ni preferencias”. • Principio de autonomía: “Derecho de los enfermos adultos, en uso de sus facultades mentales, para decidir lo que ha de hacerse con su persona, en lo referente a atención médica” • Principio de confidencialidad: “Derecho del paciente de que se respete el secreto en la información proporcionada al médico, durante la relación profesional médico-paciente” • Principio de dignidad: “Otorgar atención médica al paciente en forma congruente con su condición humana, en cuanto a su organismo, su conciencia, su voluntad y su libertad”. • Principio de respeto: “Compromiso del médico de otorgar atención a sus pacientes, con la consideración y cortesía que su condición de humano enfermo requiere”.
• Principio de honestidad: “Valor del ser humano que lo conduce a expresarse y obrar con apego a la ley, a las normas vigentes y a los principios éticos y religiosos” • Principio de solidaridad: “Compromiso del médico de compartir sus bienes y conocimientos, con las personas que requieren de sus servicios o apoyo, y de promover la donación de órganos para trasplantes”
• Principio de honestidad: “Valor del ser humano que lo conduce a expresarse y obrar con apego a la ley, a las normas vigentes y a los principios éticos y religiosos”. • Principio de lealtad: “Compromiso del médico de corresponder a la confianza depositada en él”. • Principio de justicia: “Compromiso de otorgar a cada quien lo que le corresponda, según el derecho o la razón”
CÓDIGO DEONTOLÓGICO TRIBUNAL DE HONOR COLEGIO DE MEDICOS Y CIRUJANOS DE GUATEMALA
Aprobado en Asamblea General Extraordinaria del 26 de agosto de 2017
CÓDIGO DEONTOLÓGICO COLEGIO DE MÉDICOS Y CIRUJANOS DE GUATEMALA
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Por mandato de la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, artículo 19, el Código Deontológico debe ser revisado periódicamente; asimismo el artículo 31 de los Estatutos del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala obliga a que los Códigos Deontológicos de las profesiones agremiadas sean revisados cada cinco años. Además, después de que en Asamblea General Extraordinaria celebrada el 23 de agosto del año 2014 se “improbó” la propuesta de actualización del Código Deontológico elaborada por el Tribunal de Honor (período 2012 – 2014), nuevamente se revisó y actualizó el Código Deontológico y se volvió a improbar en octubre de 2015 en Asamblea General Extraordinaria. En la misma Asamblea se ratifica el nombramiento de la Comisión de Acompañamiento para la revisión de dicho Código. Esa comisión entregó al Tribunal de Honor la propuesta en el mes de marzo de 2017, la que fue revisada por los miembros del Tribunal y es la que se propone a todos los agremiados para su aprobación.
Deontología es una palabra de origen griego (deonthos = deber y logos = tratado) que se traduce como “TRATADO DE LOS DEBERES”. La deontología se refiere al deber de los profesionales de comportarse adecuadamente y su observancia es obligatoria en el ejercicio de la profesión ante la sociedad.
CAPITULO I DEFINICIÓN Y ÁMBITOS DE APLICACIÓN
Artículo 1. - El Código Deontológico establece las normas basadas en los principios éticos universales, para que los médicos se relacionen con colegas, pacientes, instituciones, empresas, industria farmacéutica y otras entidades o personas afines en cualquier ámbito de su vida profesional.
Artículo 2. - Las normas que impone este Código deben cumplirlas, obligatoriamente, todos los agremiados en el territorio de Guatemala.
Artículo 3. - El Tribunal de Honor asume como uno de sus objetivos primordiales la promoción y desarrollo del Código Deontológico, dedicando su atención, preferentemente, a difundir el conocimiento de sus preceptos y obligándose a velar por su cumplimiento.
Artículo 4. - La profesión médica está dirigida al servicio de la persona y la sociedad, al respeto de la vida humana desde su concepción (sinónimo de fecundación o fertilización), a la dignidad de la persona, cuidado de la salud y a la calidad de vida del individuo y de la comunidad.
Artículo 5. - Se reconoce el derecho a denunciar ante el Tribunal de Honor las infracciones a los preceptos éticos en que, presumiblemente, hubiere incurrido un agremiado.
CAPITULO II OBJECIÓN DE CIENCIA Y CONCIENCIA Artículo 6. - El médico puede realizar la objeción de conciencia entendida como la negativa a someterse, debido a convicciones éticas o morales, a una conducta que se le exige, ya sea jurídicamente, por mandato de la autoridad o por una resolución administrativa, de tal forma que
Artículo 7. - El reconocimiento de la objeción de conciencia del médico debe garantizar la libertad e independencia de su ejercicio profesional. No es admisible una objeción de conciencia colectiva o institucional.
Artículo 8. - La objeción de conciencia ha de operar siempre con un sentido moral y ético por lo que se deben rechazar, como actos de verdadera objeción, aquellos que obedezcan a criterios de conveniencia u oportunismo.
Artículo 9. - El médico puede realizar la objeción de ciencia, entendida como la negativa de raíz técnica a la práctica de una actuación que se le exige.
Artículo 10. - El médico debe comunicar su objeción de conciencia o de ciencia, pertinentemente, a donde corresponda, tratando siempre de preservar la salud y la vida del paciente.
CAPITULO III
RELACIONES DEL MÉDICO CON SUS COLEGAS Y CON LOS DEMÁS PROFESIONALES DE LA SALUD
Artículo 11. - Las relaciones entre médicos y profesiones afines agremiadas en el CMCG deben basarse, siempre, en el respeto, deferencia, lealtad y consideración recíprocos, cualquiera que sea la vinculación jerárquica existente. La solidaridad es uno de los deberes primordiales de los médicos y las profesiones afines agremiadas al CMCG. Estas características tienen sentido si no lesionan los derechos de terceros.
Artículo 12. - El médico no atenderá pacientes que están bajo tratamiento de otro colega, salvo cuando: a) Sea llamado por el colega tratante para esclarecer o sugerir un diagnóstico u orientar un tratamiento, debiendo concretarse a expresar su opinión al colega que la solicitó. b) El paciente acuda espontáneamente a su consultorio. c) Lo solicite el enfermo hospitalizado o sus familiares en caso de incapacidad del paciente, previo conocimiento del médico tratante. d) El caso sea de evidente urgencia, dando pronto aviso al médico tratante. e) Haya cesado la asistencia del médico tratante. f) El caso le sea enviado por otro colega para diagnóstico o tratamiento especializado o intervención quirúrgica, después de lo cual, el paciente quedará en libertad de volver a su médico. g) El médico tratante no se encuentre en la localidad y no haya dejado sustituto. h) Exista impedimento temporal o definitivo del médico tratante. i) Un paciente sea referido a una institución pública por cualquier causa, en cuyo caso, se debe guardar el respeto, deferencia, lealtad y consideración al médico referente.
Artículo 13. - No se debe pagar, ni aceptar comisión o porcentaje económico o en especie, por la referencia de pacientes, ni de instituciones a las que el médico refiera pacientes para ayudas diagnósticas (laboratorios, estudios de imágenes, etc.).
Artículo 14. - Es deber del médico no cobrar honorarios a sus colegas, padres, esposa e hijos que dependan económicamente del mismo, siempre y cuando el médico tenga conocimiento del parentesco; quedará a criterio del médico cobrar únicamente los gastos que genere la consulta, material o insumos utilizados en el procedimiento realizado.
Artículo 15. - Queda a criterio médico el cobro por sus honorarios de atención a colegas, padres, esposa e hijos que dependan económicamente del mismo, si ellos tienen cobertura de seguro médico.
Artículo 16. - El médico no debe aceptar una plaza desempeñada por otro colega que, según su conocimiento ha sido destituido injustificadamente y no debe aceptar ocupar la plaza que se encuentre en conflicto laboral.
Artículo 17. - El médico no debe procurar conseguir para sí, cargos o funciones que están siendo desempeñados satisfactoriamente por otro colega.
Artículo 18. - La responsabilidad ética del médico no desaparece ni se diluye por el hecho de trabajar en equipo.
Artículo 19.- La jerarquía dentro del equipo de trabajo no podrá aprovecharse para constituirla en instrumento de dominio o exaltación personal.
Artículo 20.- El médico que dirige el equipo de trabajo en cualquier ámbito de desempeño, cuidará de que exista un ambiente de rigurosidad ética, moral y de tolerancia hacia las opiniones profesionales divergentes; así mismo, deberá aceptar que un integrante del equipo se rehúse a intervenir cuando exponga una objeción razonada de ciencia o de conciencia.
Artículo 21. -Los agremiados en condición jerárquica laboral y/o docente deben abstenerse de promover o permitir la explotación y abuso en cualquiera de sus formas.
Artículo 22. - Los conceptos sobre aspectos personales, médicos, científicos, profesionales o deontológicos que ocasionen disentimiento u opiniones encontradas no suscitarán polémicas públicas, debiendo discutirse en privado o en el foro de sesiones apropiadas entre profesionales. En caso de no haber acuerdo deberá acudirse al Tribunal de Honor del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, el cual tendrá una participación directa en misión de arbitraje.
Artículo 23. - El médico que se desempeñe en los ámbitos administrativo, gerencial y de toma de decisiones, debe velar por la aplicación del Código Deontológico y los normativos propios de la institución en la que se desempeñen.
CAPÍTULO IV
RELACIÓN MÉDICO‐ PACIENTE Artículo 24. ‐ La relación médico-paciente se establece cuando el profesional de la salud acepta la petición del paciente o del representante legal, en su caso, que acude en busca de su opinión, consejo y un posible tratamiento. El objetivo principal es la prevención, preservación, protección y recuperación de la salud manteniendo el respeto a la dignidad del paciente. El consentimiento se expresa habitualmente de forma verbal o escrita, debiendo dejar constancia en la historia clínica.
Artículo 25.- El médico debe documentar la autorización del paciente, de los padres o tutores de menores de edad, representante legal de personas con capacidades especiales, para efectuar la evaluación, manejo y/o tratamiento médico. Si por la urgencia de la situación, resultara imposible obtenerla, deberá prestar la atención que le dicte su conocimiento y experiencia profesional, explicitando las razones en la historia clínica.
Artículo 26.- Los agremiados deben establecer con su paciente una relación de lealtad, decoro, respeto, comprensión y tolerancia debiendo conducir el interrogatorio, el examen clínico y las indicaciones diagnósticas y terapéuticas dentro de la más estricta consideración moral de la dignidad humana sin discriminación por causa alguna.
Artículo 27.- El médico debe actuar diligentemente apegado a la ciencia y a los principios éticos, dedicar al paciente el tiempo necesario para interrogar, examinar, indicar las etapas diagnósticas y opciones de tratamiento, explicar de manera adecuada y comprensible, toda la información pertinente a su estado de salud y respetar la decisión del paciente.
Artículo 28. - Si el paciente debidamente informado no accediera a someterse a un examen o tratamiento, que el médico considerare necesario, o si solicitara del médico un procedimiento que éste, por razones científicas o éticas, juzga inadecuado o inaceptable, el médico queda dispensado de su obligación de asistencia, debiendo dejar documentado por escrito la no aceptación con firma o impresión dactilar del paciente o del representante legal, en su caso, firmando a su ruego un testigo asistencial.
Artículo 29. - El médico no debe comprometerse a curar ni ofrecer un resultado preciso; debe informar de manera clara y comprensible basado en evidencia científica los posibles pronósticos acerca de la afección consultada.
Artículo 30. - La asistencia médica exige plena relación de confianza entre médico y paciente. Cuando el médico realice la evaluación al paciente, especialmente en personas vulnerables por su estado de conciencia, capacidades intelectuales o en procedimientos ginecológicos, proctológicos, urológicos y en menores de edad, debe solicitar la presencia de un acompañante.
Artículo 31. - A solicitud del paciente, el médico está obligado a proporcionar un informe a otro colega con los datos que posea, así como facilitar copia del resultado de las pruebas realizadas que obren en su poder. Ello presupone el respeto a la decisión del paciente de elegir o cambiar de médico o de centro asistencial.
Artículo 32. - El médico debe comunicar al paciente el pronóstico de su enfermedad, incluso, en casos graves o con desenlace fatal inminente, de una forma comprensible, veraz y con sensibilidad humana. La familia será informada únicamente con el consentimiento del paciente, excepto cuando las condiciones del paciente le incapaciten para tomar decisiones o cuando se trate de menores de edad.
Artículo 33. - El médico debe respetar las creencias religiosas y costumbres de su paciente en la aplicación de procedimiento de diagnóstico o tratamiento. Se exceptúan los casos de urgencia médica. El médico tiene derecho a no prestar sus servicios por razones profesionales y/o personales, siempre que no haya riesgo de complicaciones inmediatas que pongan en peligro la vida del paciente.
Artículo 34. - El médico debe prescribir a sus pacientes únicamente los recursos diagnósticos y/o terapéuticos, basados en conocimientos científicos comprobados.
Artículo 35. - Cuando el médico acepta atender a un paciente, se compromete a asegurarle la continuidad de sus servicios profesionales, los cuales podrá suspender si se convence de que no se le profesa la confianza necesaria y no se acatan sus indicaciones. Entonces, advertirá de ello al paciente y/o a sus familiares, y facilitará la referencia a otro médico, al cual trasmitirá la información oportuna, para que se encargue del caso.
Artículo 36. - El médico, en ningún caso debe ejercer su profesión en condiciones que puedan comprometer la calidad de los cuidados y de los actos médicos, salvo en una extrema urgencia o catástrofe.
Artículo 37. - El médico en ninguna circunstancia debe extender informes o certificados carentes de veracidad.
CAPITULO V ATENCIÓN MÉDICA AL FINAL DE LA VIDA O EN FASE TERMINAL
Artículo 39.- El médico tiene el deber de intentar la recuperación de la salud del paciente. No deberá emprender o continuar acciones diagnósticas o terapéuticas sin esperanza de beneficios para el enfermo, proporcionando los cuidados paliativos hasta la muerte natural.
Artículo 40.‐ El médico debe tener en cuenta la voluntad explícita del paciente a rechazar medidas extraordinarias para prolongar su vida. Cuando su estado no le permita tomar decisiones, tendrá en consideración y valorará la opinión de las personas responsables vinculadas.
Artículo 41.‐ El médico, por ningún motivo, provocará intencionadamente la muerte del paciente, aun en caso de petición expresa. La eutanasia no está permitida en ningún caso y es contraria a la práctica médica.
Artículo 42.‐ La decisión de poner término a la supervivencia artificial en caso de muerte cerebral, solo se tomará en función de los más rigurosos criterios científicos y las garantías exigidas por la ley.
CAPÍTULO VI SECRETO PROFESIONAL
Artículo 43. -El secreto profesional es la obligación de no revelar información sobre hechos vistos, oídos o relatados acerca del paciente, en el ejercicio de su profesión y fuera de ella. El secreto profesional es inherente al ejercicio de la medicina, se impone para la protección del paciente y el profesional está obligado a guardarlo. El secreto profesional no prescribe con la muerte del paciente.
Artículo 44. - El médico tiene el deber de exigir a sus colaboradores no médicos absoluta discreción y la observancia escrupulosa del secreto profesional. Ha de hacerles saber que ellos también están obligados a guardarlo. Las instituciones deben respaldar el actuar médico en materia de secreto profesional.
Artículo 45. - El médico puede revelar el secreto profesional con discreción en los siguientes casos: a) Por autorización expresa del paciente. b) Cuando es requerido por autoridad competente. c) Por imperativo legal en los casos en que es obligatoria la denuncia. d) Cuando existe claro peligro para el paciente, otras personas o para la sociedad. e) En los casos de enfermedades que requieran notificación obligatoria ante las autoridades sanitarias. f) En la atención de menores de edad ante quienes tienen la patria potestad. g) Cuando el médico se vea perjudicado legalmente por mantener el secreto profesional.
Artículo 46. - Cuando un médico cesa en definitiva el ejercicio de su práctica privada, su archivo de expedientes clínicos podrá ser transferido al médico que le suceda o al que el paciente solicite. Si esto no sucede, los expedientes clínicos deben ser destruidos.
Artículo 47. - El médico no debe publicar, por ningún medio escrito, digital o de cualquier otra índole fotografías, estudios diagnósticos, nombres o cualquier otro indicio que identifique al paciente.
CAPÍTULO VII PERITAJES Artículo 48. - El médico puede actuar como perito, cuando sea requerido para dictaminar en la materia especializada de su competencia, demostrando la acreditación académica en el área o
Artículo 49.- El médico perito debe actuar con responsabilidad, imparcialidad, objetividad y honradez.
Artículo 50. - La actuación del médico como perito es incompatible con la asistencia médica al mismo paciente durante el proceso.
Artículo 51. - El médico no debe actuar como perito con miembros de su familia conforme a la ley o con personas con quienes mantenga relación que pueda influir en la imparcialidad de su dictamen.
Artículo 52.- El médico en calidad de perito hará de conocimiento a la autoridad competente, si el paciente rehúsa ser interrogado o examinado.
CAPITULO VIII JUNTAS MÉDICAS
Artículo 53. - Junta Médica es la conformación de un grupo de tres o más médicos de una o varias especialidades con la finalidad de evaluar a un paciente. Puede ser solicitada por el médico tratante, el paciente, la familia o responsables directos del paciente.
Artículo 54.- El médico tratante no debe oponerse a la conformación de una Junta Médica cuando la promueva el paciente, la familia o los responsables directos del paciente. La elección de los colegas que puedan integrarla, será de común acuerdo entre los implicados.
Artículo 55. - El médico tratante podrá proponer Junta Médica en los siguientes casos: a) Cuando sea difícil realizar un diagnóstico definitivo y/o plantear un tratamiento o pronóstico. b) Cuando no ha obtenido resultados satisfactorios con el tratamiento instituido. c) Cuando en determinados casos tenga que confirmar con otras opiniones un pronóstico grave o fatal. d) Por problemas legales, laborales o administrativos relacionados con el paciente.
Artículo 56. - Para las Juntas Médicas también aplica el secreto profesional.
Artículo 57. - La Junta Médica observará las siguientes normas: a) Al médico tratante le corresponde fijar día y hora cuando deberá realizarse, haciéndolo del conocimiento de los médicos participantes con la debida antelación. b) El médico tratante coordinará la discusión en las Juntas Médicas. c) El médico tratante comunicará al paciente y/o a sus familiares el resultado de las opiniones el cual quedará documentado en su historial médico. d) De no haber acuerdo, debe ser comunicado a los interesados por el médico tratante. e) Los médicos consultantes tienen derecho a cobrar honorarios.
Artículo 58.- El médico convocado para integrar una Junta no debe convertirse en médico tratante, excepto a solicitud expresa del paciente o la familia.
Artículo 59. - Los integrantes de las Juntas Médicas deben observar actitud de consideración y respeto para no afectar la reputación moral o científica del equipo.
CAPITULO IX RELACIONES DEL MEDICO CON INSTITUCIONES Y PROFESIONES AFINES Artículo 60. - Los médicos deben cuidar la salud de la población y velar para que, en el sistema de salud, se cumpla con los requisitos de calidad, suficiencia y mantenimiento de los principios éticos.
Artículo 61. - Las obligaciones institucionales del médico no lo eximen de los deberes éticos con sus colegas, profesionales afines, pacientes y personal con el que labora. Se abstendrá de llamarles la atención en público, respetando en todo sentido la categoría profesional de sus subalternos.
Artículo 62.- El médico respetará las funciones específicas asignadas al personal a su cargo en las áreas de trabajo. En casos de emergencia se podrán reasignar funciones al personal.
Artículo 63. - El médico que trabaja para una institución no debe aprovecharse de esa condición para ofrecer atención en el ámbito particular.
CAPITULO X REPRODUCCIÓN, RESPETO A LA VIDA Y DIGNIDAD DE LA PERSONA
Artículo 64. - El médico debe respetar la vida y la dignidad del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural, por lo que no es ético admitir la existencia de un período en que la vida carece de valor.
Artículo 65. - El derecho biológico y natural que tiene el ser humano a reproducirse, debe ser respetado y protegido por el médico desde la concepción.
Artículo 66. - No se podrán generar embriones humanos para propósitos de investigación, dejarlos en congelación ni discriminarlos o descartarlos por ninguna razón ni utilizarlos para obtención de células madre embrionarias.
Artículo 67. - Es contrario a la ética fomentar o participar en actividades o procedimientos que, contraviniendo el principio natural de la maternidad, faciliten o promuevan la técnica de úteros en alquiler o maternidad subrogada.
Artículo 68. - Está proscrita la clonación con fines reproductivos o terapéuticos, es decir, toda intervención que tenga por objeto crear un ser humano genéticamente idéntico a otro ser humano, vivo o muerto.
Artículo 69. - El médico debe proporcionar la información pertinente y veraz a los pacientes para que puedan decidir, con conocimiento y responsabilidad, en materia de reproducción.
Artículo 70. - El médico por objeción de conciencia o de ciencia podrá abstenerse de intervenir en la práctica de esterilización o fertilización, e informará al paciente de su decisión y respetará la libertad de las personas interesadas en buscar a otro médico.
Artículo 71. - El médico debe obtener el consentimiento libre, espontáneo, consciente y voluntario de la persona, antes de realizarle una esterilización terapéutica, además de informarle de las consecuencias orgánicas, psicológicas, mentales y emocionales de esta intervención médica.
Artículo 72. - La esterilización no puede ser practicada por decisión unilateral del médico y en ninguna circunstancia por razones eugenésicas, demográficas, políticas o punitivas.
Artículo 73.- El médico deberá informar en forma completa y detallada de las posibles secuelas orgánicas, psicológicas, mentales y emocionales que pudieran derivarse de toda intervención médica que pueda alterar la función reproductiva del paciente.
CAPITULO XI INVESTIGACIÓN EN SERES HUMANOS
Artículo 74.- Las investigaciones en seres humanos deben basarse en los principios éticos fundamentales, las declaraciones y normas nacionales e internacionales consensuadas para estos fines.
Artículo 75.- El avance en medicina se basa en la investigación y, por ello, no debe prescindir, en muchos casos, de una experimentación en seres humanos, siendo la preservación de la salud de éstos prioritaria para el médico investigador, quien debe respetar la vida de la persona por encima de la ciencia y la tecnología.
Articulo 76.- El médico investigador debe adoptar todas las precauciones posibles para preservar la integridad física y psíquica de los sujetos de investigación, debe tener especial cuidado en la protección de la persona humana perteneciente a poblaciones vulnerables. El bien del ser humano que participa en una investigación biomédica debe prevalecer sobre los intereses de la sociedad y de la ciencia.
Artículo 77.- Toda investigación que se realice en seres humanos debe estar revisada y autorizada según los protocolos de investigación, por un comité de bioética debidamente registrado en las instituciones y/o universidades, y/o aprobado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Artículo 78.- Las investigaciones en seres humanos deben contar con el libre consentimiento informado y comprendido por el participante, o quien tenga la representación legal, en caso de que sea menor de edad o incapacitado, tras haberle informado de forma adecuada de los objetivos, métodos y beneficios previstos, así como sobre los riesgos y complicaciones potenciales. También se le indicará su derecho a no participar y retirarse en cualquier momento, sin que por ello resulte perjudicado. En el caso de menores de edad adicionalmente se deberá contar con el asentimiento informado, otorgado por ellos.
Artículo 79.- El Médico como investigador debe reconocer la autoría y coautoría de las personas participantes en el trabajo la investigación.
CAPITULO XII TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y TEJIDOS
Artículo 80.- El Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala reconoce los beneficios derivados del trasplante de órganos, por lo tanto, es recomendable que el médico fomente la donación bajo los principios que la ley establece.
Artículo 81. - Para la realización de trasplantes de órganos procedentes de seres humanos vivos, los médicos extremarán todas las medidas tendientes a proteger la salud y la vida del donante y del receptor. El médico responsable del equipo se asegurará del libre consentimiento por escrito del donante, sin que para su consecución haya mediado violencia, presión psicológica o económica.
Artículo 82- La donación de órganos y tejidos de seres humanos vivos o provenientes de cadáveres, (autorizados en vida) o post mortem por familiares debe ser voluntaria y gratuita.
Artículo 83.- Las personas que se encuentren privadas de su libertad podrán otorgar su consentimiento para utilización de sus órganos y tejidos con fines terapéuticos, solamente cuando el receptor sea cónyuge, concubino, concubina, hijos o familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad, comprobado legalmente.
Artículo 84.- Las personas física y mentalmente incapaces, las que se encuentran en estado de inconsciencia, las mujeres embarazadas y los menores de edad, en ningún caso podrán ser donantes de órganos. Artículo 85.- Cuando el órgano de un donante con muerte cerebral se trasplantará, médicos que no pertenezcan al equipo de trasplante determinarán la muerte del donante mediante criterio clínico y los exámenes complementarios correspondientes.
Artículo 86.- Los tejidos u órganos provenientes de cadáveres podrán utilizarse solamente si el donante, en vida, autorizó su extracción o si sus familiares lo autorizan post mortem. El médico del trasplante debe verificar por todos los medios a su alcance que el donante no haya expresado en vida su negación a la donación.
CAPÍTULO XIII PARTICIPACIÓN EN TORTURAS O EJECUCIONES Artículo 87.- El médico jamás debe emplear sus conocimientos, competencia o habilidad para la tortura o cualquier otro método cruel, inhumano o degradante, así como provocar la muerte, sea cual fuere el fin perseguido o las razones invocadas, en ninguna etapa de la vida de un ser humano.
CAPITULO XIV PUBLICACIONES Y ANUNCIOS MÉDICOS
Artículo 88.- El médico no debe: a) Acreditarse títulos que no posee, realizar o anunciar tratamientos para los que no ha sido entrenado. b) Anunciar promesas de curación infalible ni utilizar medicamentos o procedimientos secretos. c) Dar consulta, diagnóstico o recetas por prensa, radio, televisión, o cualquier medio de comunicación e informática sin conocimiento y evaluación clínica del paciente. d) Utilizar para sus prescripciones o indicaciones escritas, papel en el cual esté impreso propaganda de farmacias, laboratorios, industria farmacéutica o de cualquier otra clase, conjuntamente con el nombre o datos que identifiquen al médico. e) Mencionar nombres comerciales o de la industria farmacéutica en artículos científicos o en medios de comunicación. f) Anunciar, con ardid o engaño, servicios gratuitos o de bajo costo. g) Anunciar tarifas de honorarios o descuentos especiales. h) Exhibir publicaciones y anuncios médicos en lugares inadecuados o sitios que comprometan la seriedad de la profesión.
Artículo 89.- La divulgación de los resultados de los trabajos de investigación médica deben estar fundamentados en el método científico, y no se debe distorsionar su veracidad o propiciar mala interpretación ante la opinión pública.
Artículo 90.- No se debe utilizar propaganda, artículos, entrevistas u otras actividades de divulgación científica dirigida al público no médico, como promoción personal del autor o de una entidad comercial. La información se limitará a los datos específicos que el público necesita conocer.
Artículo 91.- El médico puede ofrecer al público sus servicios por medio de anuncios de tamaño y caracteres discretos sin fotografías clínicas. En ellos se limitará a proporcionar su nombre y apellidos, títulos científicos o universitarios, procedimientos que realiza, horas de consulta, dirección y teléfono de la clínica.
CAPITULO XV LAS REDES SOCIALES
Artículo 92.- Al utilizar las redes sociales, el médico debe, en todo momento, mantener una conducta profesional apegada al contenido de este Código, respetando la confidencialidad y el secreto profesional.
Artículo 93.- El médico no debe utilizar las redes sociales para realizar consultas, opiniones diagnósticas, recetar o dar seguimiento a pacientes.
Artículo 94.- Al hacer uso de las redes sociales el médico debe asegurarse de que el paciente no sea reconocido o identificado a través de las imágenes o por cualquier otro dato.
CAPITULO XVI RELACIÓN DEL MÉDICO CON LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA,
EMPRESAS DE SUMINISTRO DE MATERIAL MÉDICO QUIRÚRGICO Y PROVEEDORES CONTRATADOS DE SERVICIOS DE SALUD
Artículo 95.- La relación del médico con las industrias y/o empresas debe ser regida por los principios éticos, rigor científico, racionalidad, espíritu de cooperación y sentido de servicio a los pacientes.
Artículo 96.- El médico debe tener libertad de prescripción, lealtad hacia el paciente y transparencia hacia la sociedad, sin estar vinculado a la obtención de beneficios personales, sin condicionamientos ni motivaciones de origen comercial.
Artículo 97.- La modalidad terapéutica o diagnóstica seleccionada por el médico debe ir precedida por el conocimiento de la patología del paciente y respaldada por la investigación científica.
Artículo 98.- Los médicos que asumen responsabilidades directivas en actividades científicas y de formación médica, y reciben financiamiento de entidades comerciales privadas, deben garantizar la independencia de los contenidos de los programas que desarrollan, expresando con claridad y transparencia la naturaleza del patrocinio recibido.
Artículo 99.- El médico no debe condicionar, solicitar o aceptar compensación de ningún tipo, a cambio de prescribir un medicamento o utilizar un producto o servicio médico; ni establecer acuerdos de colaboración por la asistencia a congresos, actividades de educación médica continua o de cualquier otro tipo.
Artículo 100.- El médico debe mantener con los representantes de la industria farmacéutica, médico quirúrgico y de servicios una relación ética, respeto profesional y cortesía, para conocer los avances y la eficacia de los productos en la búsqueda de la seguridad e idoneidad del tratamiento a los pacientes.
Artículo 101.- Los médicos, en calidad de conferencistas, deben declarar si existe conflicto de intereses en cuanto al contenido de su conferencia; detallar tanto los beneficios como los efectos colaterales del producto farmacéutico y dispositivos médicos e informar con veracidad y ética los resultados de las investigaciones.
Artículo 102.- El médico que, en calidad de experto, hace recomendaciones tanto en medios científicos como en medios de comunicación general, debe hacer constar si tiene vinculaciones con la industria.
Artículo 103.- El médico que participe en una investigación científica promovida por una empresa farmacéutica debe condicionar su participación a disponer de plena libertad para su publicación,
Artículo 104.- Los médicos con responsabilidades en la dirección y gestión relacionada con la adquisición de suministros tienen un deber deontológico de ejemplaridad, tanto ante los médicos y el personal de su institución como ante los usuarios.
Artículo 105.- El médico tiene derecho a recibir una compensación razonable de la industria farmacéutica por su trabajo como investigador, consultor, congresista o docente; tiene también el deber de manifestar estos vínculos siempre que sea procedente y realizará la correspondiente declaración de intereses, especialmente, al hacer públicos los resultados científicos.
Artículo 106.- El médico puede asistir a actividades de educación médica continua tanto en el ámbito nacional como internacional, patrocinado por industrias farmacéuticas, empresas de suministro de material médico quirúrgico, proveedores de servicios de salud o de cualquier otra índole, siempre que no comprometa la libertad de su práctica médica.
CAPITULO XVII DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 107.- Cuando un acto profesional sea manifiestamente contrario a los principios éticos y morales no previstos en este Código, la Junta Directiva del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, lo trasladará al Tribunal de Honor quien lo conocerá para su estudio, consideración y dictamen correspondiente.
Artículo 108.- El Tribunal de Honor está en el derecho de posponer el conocimiento de una denuncia cuando pese sobre el mismo caso un juicio en los Tribunales de Justicia, y en el que la comprobación de los hechos en que se basa la denuncia sea competencia del Ministerio Público y de la Justicia Ordinaria.
Artículo 109.- El Tribunal de Honor se regirá por lo establecido en su Reglamento para el conocimiento de una denuncia.
Artículo 110.- Siendo las resoluciones emitidas por el Tribunal de Honor netamente éticas y morales, puesto que únicamente está facultado para investigar y sancionar faltas que transgredan uno o más artículos del presente Código Deontológico, dichas resoluciones no serán vinculantes con el juzgamiento de faltas o delitos, razón por la cual ninguna resolución emitida por el Tribunal de Honor puede ser utilizada como prueba anticipada, medida o plataforma, para presentar ante el Ministerio Público o los órganos Jurisdiccionales del Estado.
Artículo 111.- Cuando un agremiado sea condenado por un Tribunal de Orden Penal, el Tribunal de Honor podrá conocer únicamente por faltas a la ética, posteriormente al cumplimiento de la condena.
Artículo 112.- De conformidad con lo establecido en los Estatutos del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, el Código Deontológico deberá revisarse cada cinco años para su actualización.
Artículo 113.- Lo contenido en el presente Código deroga totalmente el anterior una vez sea aprobado por Asamblea General Extraordinaria del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala.
JURAMENTO HIPOCRÁTICO
HIPOCRATES: Nació en Cos, isla del Egeo, hacia el año 460 A.C. Liberó a la medicina de la tutela sacerdotal y la separo de la filosofía. Aborda la enfermedad desde el punto de vista naturalista sin intervención de las fuerzas divinas. Inicia el examen con un cuidadoso interrogatorio, luego observa, escucha y palpa. Describe con rigor científico los síntomas, el aspecto y la posición del paciente. La medicina hipocrática destacaba por su estricto profesionalismo, caracterizado por una disciplina y práctica rigurosa, recomendaba que los médicos siempre fueran bien aseados, honestos, tranquilos, comprensivos y serios. El médico hipocrático daba especial atención a todos los aspectos de su práctica: debía seguir especificaciones detalladas para «la iluminación, el personal, los instrumentos, el posicionamiento del paciente y las técnicas de vendaje y entablillado» . Debía, incluso, mantener sus uñas con una longitud precisa. Entre otras cosas se le debe la descripción del rostro de los enfermos graves y moribundos (facies hipocrática). Conoció bien las fiebres ardientes(paludismo), la tisis (tuberculosis pulmonar) y el mal sagrado (epilepsia). Fue un maestro de la inspección según se deduce de sus descripciones de algunas enfermedades, uso la percusión y la auscultación, aunque en forma limitada. Descubrió el frote pleural comparándolo con el crujir del cuero y el chapoteo del líquido en el tórax que aún en la actualidad se conoce con el nombre de SUCUSIÓN HIPOCRÁTICA. La medicina debe a Hipócrates el arte de la inspección y la observación clínica. Por este motivo, resulta más correcto llamarlo “PADRE DE LA MEDICINA”. Hipócrates realizo el juramento hipocrático.
JURAMENTO HIPOCRÁTICO:
El juramento hipocrático es un juramento público que solo pueden hacer las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Medicina. Tiene un contenido de carácter ético, que orienta al médico en la práctica de su profesión. En su forma original regulaba las obligaciones hacia el maestro y su familia, hacia los discípulos, hacia los colegas y hacia los pacientes.
Texto del Juramento Hipocrático Clásico:
Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higía y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.
Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más.
Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla. En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos. Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos.
Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.
VERSIÓN DEL JURAMENTO HIPOCRÁTICO DE LA CONVENCIÓN DE GINEBRA:
Ha habido varios intentos de adaptación del juramento hipocrático a lo largo de la historia. En 1948, se redactó un juramento hipocrático en la convención de Ginebra, con el texto siguiente: • En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. • Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento del que son acreedores. • Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones. • Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí. • Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos. • No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase. • Tendré absoluto respeto por la vida humana. • Aun bajo amenazas, no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. • Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.
La Asociación Médica Mundial (AMM) el 18 de octubre de 2017 aprobó, en su 68ª Asamblea General celebrada recientemente en Chicago, una nueva versión de la Declaración de Ginebra, equivalente al Juramento Hipocrático. La actualización incorpora dos conceptos clave, como son la autonomía del paciente y el cuidado de la salud del propio profesional. Así pues, el texto aprobado es el siguiente:
Promesa del Médico
COMO MIEMBRO DE LA PROFESION MÉDICA: • PROMETO SOLEMNEMENTE dedicar mi vida al servicio de la humanidad; • VELAR ante todo por la salud y el bienestar de mi paciente; • RESPETAR la autonomía y la dignidad de mi paciente; • VELAR con el máximo respeto por la vida humana; • NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente; • GUARDAR Y RESPETAR los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente; • EJERCER mi profesión a conciencia y dignamente y conforme a la buena práctica médica; • PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; • OTORGAR a mis maestros, colegas y estudiantes el respeto y la gratitud que merecen; • COMPARTIR mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y el avance de la salud; • CUIDAR mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar atención médica del más alto nivel; • NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, incluso bajo amenaza; • HAGO ESTAS PROMESAS solemne y libremente, bajo mi palabra de honor.
RELACIÓN MÉDICO PACIENTE Comunicación adecuada con el paciente
La importancia de construir y mantener una comunicación adecuada con el paciente es innegable para cualquier disciplina médica, pero quizá sea mayor para el médico familiar (MF), ya que la comunicación incluso se ha considerado como un instrumento indispensable para el trabajo del médico de familia. Dos de las principales funciones clínicas que debe cumplir todo médico ante su paciente son el diagnóstico y el tratamiento, para cumplirlas de manera satisfactoria, el MF debe incursionar no sólo en el aspecto biológico del individuo, sino también en las dimensiones psicológica y social, lo cual le obliga a internarse en aspectos de elevado contenido afectivo para el paciente por lo que requiere tener un espíritu humanista, gran apertura a las necesidades del paciente, disposición para trabajar en equipo, así como transmitir experiencias y conocimientos tanto al
paciente como a la familia y al equipo de salud. La comunicación no sólo debe servir de vehículo para obtener información que el médico necesita en el cumplimiento de sus funciones, deber emplearse también para que el paciente se sienta escuchado, para comprender enteramente el significado de su enfermedad y para que se sienta copartícipe de su atención durante el proceso de salud enfermedad. En estos tiempos de globalización, la medicina no escapa a tal fenómeno, por lo que, entre otros aspectos, se debe tratar de vincular la formación del MF con los problemas que demanda la sociedad, de tal forma que se pueda dotar a este profesionista con un potencial en habilidades comunicativas que le permitan contender más eficientemente con la problemática que le plantea su profesión en los escenarios reales, complejos y dinámicos. El propósito de este trabajo es presentar diversos tópicos sobre el tema de la comunicación en la relación médico paciente con la intención de contribuir a que el MF logre una comunicación más efectiva con su paciente, la familia y el equipo de salud.
Un razonamiento inicial para estimar la importancia de la comunicación en la relación médico paciente. Identifica que uno de los aspectos de mayor interés para el enfermo es que el médico demuestre estar interesado por él, que utilice palabras comprensibles, que proporcione información sobre el tratamiento, transmita tranquilidad, aconseje al paciente pero que le permita ser él quien decida, que tenga libertad para comentar sus puntos de vista y que el médico considere su opinión acerca del tratamiento. Tates coincide en que una de las mayores necesidades del paciente es ser entendido y conocido, esto es: que una de las mayores cualidades del médico debe ser su conducta afectiva que le permita reflejar sentimientos, mostrar empatía y preocupación por sus pacientes, y aunque el autor además señala que una explicación de la falta de estas cualidades se puede encontrar en la asimetría cultural entre el médico y el paciente, lo cierto es que, como también señala Fones, las cualidades humanísticas del médico, parecen ser muy valoradas por los pacientes y la comunicación como parte de ellas. La falta de adherencia terapéutica es otro de los principales argumentos para investigar la influencia de la comunicación. Al respecto, Britten, encontró que la falta de intercambio de información entre el médico y paciente, la falta de comprensión en el diagnóstico y la incomprensión del tratamiento indicado, ocasionan la falta de adherencia terapéutica por parte del paciente. Otros hallazgos de estos autores, mostraron que las expectativas de los pacientes no se exploraban y que los errores que culminan en una falta de adherencia al tratamiento parecen estar vinculados a supuestos y conjeturas tanto del médico como del paciente. Con respecto a la satisfacción o insatisfacción que produce una comunicación adecuada, diversos autores, encontraron que, si el médico practica una buena comunicación, existe un elevado nivel de satisfacción de los usuarios con su forma de entrevistar y su forma de proporcionar información con la consiguiente insatisfacción del paciente por la mala interacción con su médico. Maguirre señalan que cuando el médico logra identificar y entender los problemas importantes de sus pacientes, es capaz de generar mayor satisfacción con la atención recibida y es capaz de alcanzar una mayor adherencia al tratamiento, finalmente, el médico incrementa su bienestar por los resultados adecuados en el manejo del paciente. Igualmente se ha encontrado una alta asociación entre la satisfacción del médico con su trabajo y el proceso de comunicación con el paciente. Existen evidencias de que los médicos reportan menor cantidad de entrevistas frustrantes después de un programa de entrenamiento en habilidades de comunicación.
Relación entre insatisfacción del paciente y quejas por mala práctica
La relación entre insatisfacción del paciente y quejas por mala práctica se ha vinculado con dificultades en la comunicación médico-paciente. En México esta situación se evidencia por las demandas ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Infante ha documentado los aspectos relevantes de la percepción de los pacientes sobre la calidad de la atención médica y encontró que los motivos de queja se podían agrupar en nueve rubros; de éstos, los problemas específicos de comunicación estuvieron presentes en un porcentaje elevado. Se identificó un substrato de mala relación médico-paciente en la que la comunicación fue un aspecto fundamental. Otros dos factores descubiertos por Infante, se refieren a la elevada incidencia de quejas debidas a problemas de comunicación asociada a diferencias culturales entre el médico y el paciente, y una posible
asociación de problemas comunicativos relacionados con aspectos organizacionales de la atención médica. Independientemente de la queja del paciente, la cultura y las dificultades administrativas de los servicios de salud, deben ser fenómenos de interés en el estudio de las habilidades de comunicación en la relación médico-paciente.
Baile señala que existe la necesidad de mejorar las capacidades comunicativas del médico y aunque ejemplifica la situación con la habilidad de los médicos para otorgar malas noticias, señala que aproximadamente el 90% de ellos no ha tenido un entrenamiento formal para tal función. Por ejemplo, los programas educativos de pre y posgrado no enseñan la manera de dar malas noticias al paciente; por lo que los médicos lo aprenden hasta que tienen la oportunidad de observan la forma en la cual otros colegas manejan tales situaciones durante su práctica profesional. Se puede ubicar a la comunicación dentro de los atributos interpersonales del médico, considerados como la expresión de aspectos de carácter profesional y personal observables en la interacción con sus pacientes. Así, se ha de considerar la aptitud comunicativa del médico como parte de la competencia requerida para confrontar la diversa y compleja problemática que presenta el paciente.
Es conveniente resaltar que, aunque el paciente no está en la mejor posición para juzgar la competencia profesional de su médico, existen dos áreas en las cuales puede convertirse en el mejor juez de tal competencia: a) dominio de la relación médico-paciente b) habilidades interpersonales. Korsch, apoya la anterior idea, al estudiar la relación entre las técnicas de intervención del médico y la satisfacción del paciente, encontrando una relación significativa entre dicha satisfacción y lo amigable y simpático que pudiera ser el médico, sus habilidades de comunicación, la explicación médica de la naturaleza de la enfermedad y el manejo adecuado de la preocupación y ansiedad del paciente. Como se puede observar, aunque sólo el segundo aspecto señala directamente a la comunicación, en realidad todos estos aspectos son relativos a las habilidades comunicativas, que posibilitarían dicha satisfacción del paciente. En México, Lifshitz señala que el trabajo clínico abarca la habilidad de establecer una relación afectiva con el paciente, la cual facilitará la obtención de información: • Fidedigna • Completa • Jerarquizada
Que al mismo tiempo haga contemplar la necesidad de obtener información complementaria. Este mismo autor considera que como parte del perfil profesional del especialista médico, se debe poseer un espíritu humanista. Una apertura para las necesidades de comunicación del paciente y su familia, así como una disposición para transmitir sus conocimientos y experiencias no sólo a los pacientes y sus familiares, sino también a los alumnos y miembros del equipo de trabajo.
MODELOS DE COMUNICACIÓN:
• Modelo de las tres funciones del médico: que consiste en recolectar información, responder a las emociones de su paciente y educar e influenciar la conducta del paciente para su mejor manejo. • El modelo clínico centrado en el paciente: el cual presupone que la experiencia del enfermo se mueve cada vez más a niveles más abstractos, que se necesita comprender el significado de la enfermedad para el paciente y también sugiere una comprensión compartida del médico y paciente acerca de los fundamentos comunes del problema y su manejo. Exige del médico que entienda y responda a los sentimientos, miedos, percepciones y expectativas, así como la relación entre el sufrimiento y la vida del paciente. Dicho modelo implica primero considerar que cada paciente es único, en segundo lugar que el médico debe tener apertura hacia la expresión de sentimientos del paciente, a pesar de que algunos de ellos pueden resultar “conflictivos”, y en tercer lugar, considerar que se debe tener maestría y actitud mental en el proceso de escuchar, para captar las expresiones verbales y no verbales del paciente, así como entender que el trato de persona a persona se basa en la confianza y el compromiso bilateral.
• El modelo de abordaje sistémico familiar para el cuidado del paciente: desarrollado desde la óptica de la terapia familiar y la teoría general de sistemas, considera tres principios: a) que la familia significa el contexto más relevante que puede influir en la salud y la enfermedad, b) que deja de ser válida la ilusión de una díada en la atención médica, para convertirse en un triángulo terapéutico conformado por el médico, el paciente y la familia, en donde esta última es considerada como factor fundamental para obtener buenos resultados y c) que la mayoría de los desórdenes de salud son la resultante de una interacción compleja de múltiples factores y que el paciente se afecta a diferentes niveles y no sólo en el biomédico. • El modelo del autoconocimiento del médico: el cual parte del supuesto de que a partir del conocimiento que el médico obtenga de sus propios sentimientos, puede otorgar más poder a sus encuentros clínicos, sin embargo, el autoconocimiento no deberá significarse en un fin en sí mismo, sino servir de medio para ser más acorde con la experiencia del paciente. Como podrá observarse, en todos los modelos se aprecia la importancia de interrelacionarse adecuadamente con el paciente, lo cual requiere una buena capacitación del clínico en habilidades comunicativas para el mejor manejo de esos fenómenos identificados y que pueden suscitarse en su trabajo cotidiano con sus pacientes. Dentro de las habilidades que requiere el médico para desempeñarse bajo el método centrado en el paciente, se encuentra la de escuchar en forma activa, lo cual obliga escuchar con una concentración intensa y total.
No sólo escuchar el significado literal de las palabras, sino el significado de las expresiones, implica responder activamente de forma tal que revele las expresiones del médico. Así, lo que se denomina escuchar activamente, se convierte en un requisito para mantener la comunicación en los planos verbal y no verbal, pero también para mantenerla en un nivel afectivo que permitiera comprender el verdadero significado de la enfermedad para el paciente, y la expresión abierta de sus sentimientos, lo cual refuerza que la comunicación y el sentido humanístico del médico son cualidades muy valoradas por el paciente.
Comunicación Centrada en el Paciente
La comunicación centrada en el paciente, puede lograr que el paciente perciba haber encontrado puntos comunes de acuerdo con su médico que la experiencia de su enfermedad ha sido explorada, y que su nivel de molestias y preocupación han sido evaluadas. Esta relación se traducirá en una mayor recuperación del estado de salud del paciente con mejor recuperación de sus molestias y preocupaciones, todo lo cual puede contribuir a disminuir la necesidad de realizar pruebas diagnósticas o referencias a otros niveles de atención, con lo que finalmente también las instituciones de salud podrán observar los beneficios. Se ha cuestionado si la calidad de la comunicación entre el médico y el paciente hace diferencia significativa en los resultados que promueven la salud. Se ha visto que la comunicación efectiva influye tanto en la fase de obtención de datos para la historia clínica, como para la discusión del plan de manejo. Los resultados suelen ser: la salud emocional del paciente, control del dolor y mejoría en ciertas medidas fisiológicas como la presión sanguínea y niveles de glucemia. Acerca de la posible influencia de los malos entendidos entre el médico y el paciente en cuanto a la prescripción médica, se ha detectado que obedece a una falta de intercambio de información adecuada, que existe mucha información en conflicto, y que el enfermo no comprende algunas implicaciones de su diagnóstico ni las acciones que el médico toma con la intención de preservar la relación médico-paciente. De lo anterior, se destaca la importancia de explorar y permitir que el paciente exprese sus expectativas y preferencias hacia las acciones y decisiones del médico, pues el clínico parece no darse cuenta de la relevancia de las ideas del enfermo sobre la indicación médica para el éxito del plan terapéutico. Se puede destacar la falta de participación del paciente en la consulta y que los errores médicos generalmente se asocian con esta falta de participación. Debe señalarse la necesidad de implantar intervenciones educativas que contribuyan a solucionar problemas como los detectados, basadas en un modelo de abordaje que tome en cuenta ambas partes, pues hay argumentos para creer que se puede influir favorablemente sobre ambas partes, pero dado el desbalance de poder, la mayor responsabilidad debe recaer en el médico quien está obligado a explorar las ideas y expectativas del paciente, para maximizar lo valioso de tal información en cada consulta.
Habilidades de Comunicación
En la búsqueda de las habilidades comunicativas que deben desarrollar los profesionales de la salud, aparentemente no existe una clasificación clara de las características deseables para un adecuado desempeño del médico en su práctica clínica.
Básicas
• Abrir y cerrar la entrevista.
Iniciar con una pregunta abierta. • Habilidad para obtener y cuestionar datos. • Habilidad para organizar la entrevista. • Responder a las emociones y otras habilidades de la relación. • Manejo de la violencia. • Negociación para cambios de conductas indeseables.
Intermedias Avanzadas
• Habilidad para dar malas noticias. • Historia espiritual del paciente. • Decisiones avanzadas. • Dilemas éticos. • Confrontación del alcohólico con su diagnóstico.
Esta categorización, aunque interesante porque es de las pocas realizadas, parece muy general en sus enunciados y puede diferir de las necesidades prácticas y educativas del médico familiar en nuestro medio, como se puede evidenciar a través de algunos estudios realizados.
Tipos de Pacientes en Medicina
Son muchos los tipos de pacientes que pueden pasar por una consulta médica. Hemos querido hacer un repaso por los principales tipos de pacientes en medicina: • Pacientes agradables: Los pacientes agradables son generalmente muy fáciles de cuidar. Por suerte, la mayoría de los pacientes entran en esta categoría. Sin embargo, el principal problema de estos pacientes es que, dada su simpatía, un médico puede estar tentado de ser más tranquilizador y optimista de lo que debe ser cuando el realismo dicta lo contrario. • Pacientes valientes: Los pacientes valientes tienen la fuerza emocional suficiente para afrontar con entereza cualquier diagnostico por duro que resulte. • Pacientes que no cumplen: Estos pacientes pueden ser muy frustrantes para un paciente porque nunca parecen querer continuar con el tratamiento que se les prescribe a pesar de seguir acudiendo a la consulta para quejarse de los síntomas que le trajeron allí por primera vez. Es el caso, por ejemplo, de los fumadores que no dejan el tabaco. • Pacientes enfadados: No todos los pacientes reaccionan bien ante un mal diagnóstico, algunos lo hacen con enfado, rabia e incluso ira. Recuerda que la ira puede ser el mecanismo de defensa del paciente ante alguna otra emoción subyacente, como el miedo, la ansiedad o la depresión. • Pacientes manipuladores: Estos pacientes han aprendido cómo conseguir lo que quieren si es bueno para ellos o no. Tenemos que ser capaces de reconocer cuándo estamos siendo manipulados y tener cuidado para evitar «ceder» cuando sabemos que no es en el mejor interés del paciente. • Pacientes exigentes: Este tipo de pacientes requieren mucha atención. Pueden resultar agobiantes en ciertas ocasiones, por lo que a veces tienes que fijar con suavidad límites a lo que puede y no puede hacer por ellos. • Pacientes directos: Son los pacientes a los que gusta estar al mando, controlándolo todo. Te dicen lo que quieren y no dudan en mostrarse en desacuerdo con el médico si no les gusta lo que está diciendo o haciendo (o no haciendo). • Pacientes ansiosos: Este tipo de pacientes pueden llevar mucho tiempo y a menudo requieren mucha tranquilidad. El caso más extremo es el paciente hipocondríaco que llama a urgencias ante el más mínimo dolor.
HISTORIA CLÍNICA ¿Qué es la historia clínica de un paciente? Y, ¿para qué sirve?
En el momento en el que una persona acude por primera vez a realizar un control de su salud o a solucionar un episodio de enfermedad, se origina un documento personal y único en el que aparecerán todos los datos relacionados con su salud, ya sea en un hospital, en un centro de atención primaria o en un consultorio médico. La historia clínica es un documento imprescindible para guardar toda la información relativa a la salud de un paciente y los servicios y atención prestados al mismo.
Se puede definir la historia clínica como un documento legal de la rama médica que surge del contacto entre un paciente y un profesional de la salud, donde se recoge toda la información relevante acerca de la salud del paciente, de modo que se le pueda ofrecer una atención correcta y personalizada.
En el grupo de los profesionales de la salud que tienen acceso a este documento de un paciente se encuentran: médicos, enfermeros, fisioterapeutas, odontólogos, psicólogos, podólogos, cirujanos, oftalmólogos, y profesionales de cualquier otra especialidad médica.
Modelos de Historia Clínica
En la actualidad, lo más habitual es encontrar las historias clínicas en formato electrónico, aunque hasta el momento no se han informatizado todas las historias creadas antes de la era digital, por lo que siguen en formato físico de papel. Además de esta categorización, existen tres modelos, que son: • Historia clínica cronológica. Utilizada de forma tradicional en los hospitales. • Historia clínica orientada por problemas de salud. Utilizada en los centros de atención primaria. • Historia clínica realizada para el seguimiento concreto de una enfermedad, en unidades especializadas y con preguntas concretas.
Datos que se incluyen en la historia clínica de un paciente
Los documentos incluidos dentro de la historia clínica de un paciente recogen toda la información relativa a los procesos médicos y asistenciales de dicha persona. En ellos se identifica además el nombre de los profesionales que han intervenido y de la medicación aplicada. En definitiva, cualquier dato trascendental que ofrezca un conocimiento veraz y actualizado del estado de salud del paciente. La información exacta que aparece en el archivo es: • Documentación relativa a la hoja clínico-estadística • Autorización del ingreso • Informe de urgencia • Anamnesis y exploración física • Evolución • Órdenes médicas • Hoja de interconsulta • Informes de exploraciones complementarias • Consentimiento informado • Informe de anestesia • Informe de quirófano o registro del parto • Informe de anatomía patológica • Evolución y planificación de cuidados de enfermería • Aplicación terapéutica de enfermería • Gráfico de constantes • Informe clínico de alta
Función que cumple la historia clínica
La función principal de la historia clínica es facilitar el trabajo de los profesionales de la salud que tengan que tratar a un paciente, conociendo de primera mano y de forma inmediata toda la información relativa a su salud.
Entre sus funciones, se encuentra la posibilidad de que el médico ofrezca una asistencia personalizada al paciente, aprender y mejorar los aciertos y errores en tratamientos pasados, investigar algunas ramas científicas a partir de la información contenida en el documento, mejorar la calidad de la salud de un paciente, gestionar y administrar los servicios médicos de las instituciones sanitarias, etc.
Datos legales sobre la historia clínica
• El médico o profesional de la salud que acceda a la información confidencial que aparece en una historia clínica, deberá mantener, según la legalidad y el Código Deontológico de su profesión, la privacidad y la confidencialidad de dichos datos, guardando el secreto de cualquier información revelada. • El paciente tendrá derecho a que quede constancia escrita de cualquier proceso médico en su historia clínica, que además deberá estar identificada con un número único y personal. • El paciente podrá acceder a sus datos siempre que quiera, ya recibir una copia de la misma si la solicita. Además, tendrá derecho a la confidencialidad y privacidad de sus datos, siendo además un delito grave el acceso a la historia clínica sin autorización.
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN DE SIGNOS VITALES
Para lograr realizar un control de signos vitales a un paciente, es necesario disponer de diferentes instrumentos los cuales nos permiten, como profesional de la salud, realizar ciertas técnicas y con esto obtener la valoración requerida como datos complementarios para la atención del paciente.
Cada instrumento de valoración requiere el conocimiento de cierta técnica y/o habilidad, lo cual varía según el parámetro que necesitemos reconocer, pero antes de aprender a realizar un correcto control de signos vitales, debemos conocer e identificar cada uno de los instrumentos y formas de medir los S/V según el parámetro P/A, F/C, F/R y T° correspondiente.
• Presión Arterial P/A Anteriormente mencionamos que la presión arterial consiste en la fuerza que ejerce la sangre ante las paredes de las arterias, se consideran como presión sistólica “contracción de la aurícula” y la presión diastólica es la “relajación del ventrículo”. Para medir la presión arterial se requiere del instrumento ESFIGMOMANOMETRO Y FONENDOSCOPIO, los cuales al momento de complementarlos dan la instancia para escuchar y observar el rango de la presión arterial en un paciente. Existen diferentes tipos de modelos de estos instrumentos, a continuación, observaran diferentes ejemplos:
Esfigmomanómetro Análogo
Es un instrumento para medir la presión arterial, la cual está compuesta por un reloj (manómetro), una válvula de presión, una perita de bulbo de goma, brazalete y dentro contiene una cámara inflable.
Esfigmomanómetro Digital
También llamado como oscilométrico, se caracteriza por realizar mediciones oscilométricas, por esta razón no es necesario contar con un fonendoscopio para proceder con la valoración de la presión arterial. El oscilométrico se puede adquirir en dos formatos uno para utilizarlo en el brazo a la altura del corazón como el análogo y otro formato que se utiliza en la muñeca de las personas. Este instrumento está formado por las siguientes partes; pantalla digital “sistólica y diastólica”, botón de memoria, botón de encendido, tubos o vías de látex, brazalete con cámara.
Fonendoscopio o Estetoscopio
Es un aparato acústico el cuál se utiliza en diversos servicios de salud, su finalidad principal es la auscultación de diferentes secciones de un cuerpo humano o animal. Generalmente el estetoscopio se utiliza para escuchar ruidos cardiacos, ruidos respiratorios, ruidos intestinales, entre otros. Para el control de la P/A se utiliza como instrumento complementario de la valoración de los parámetros. Sus partes son las siguientes; olivas, arco metálico, tubuladura, campana y membrana.
• Frecuencia Cardiaca F/C La frecuencia cardiaca se considera como la distención de los vasos sanguíneos producida por las ondas de sangre que el corazón envía por la contracción del ventrículo izquierdo (Pulso). Para realizar la valoración de la F/C debemos conocer cuántos latidos tiene un paciente en un minuto y la forma más simple para saberlo es la siguiente: 1. Ubicar la arteria más accesible y cómoda para ser palpada. 2. Colocar sobre la arteria los dedos índice y medio sin generar mayor presión, ya que, si uno comprime la zona (arteria) provocaría una interrupción del flujo sanguíneo y alteraría la valoración de la F/C. 3. Al momento de percibir el pulso se procede a mirar un reloj y contar las pulsaciones en un minuto.
• Frecuencia Respiratoria F/R La respiración es el proceso mediante el cual se toma oxígeno del ambiente y se expulsa el anhídrido carbónico del organismo. El ciclo respiratorio comprende una fase de inhalar y otra de exhalar. Para realizar la valoración de la F/R debemos reconocer cuantas respiraciones realiza un paciente en un minuto y la forma más fácil para reconocerlo es la siguiente: 1. Distraer al paciente para que no se dé cuenta del procedimiento (contar respiraciones) 2. Observar el reflejo de la inhalación del paciente (si no logra observar, coloque su mano por encima del hombro del paciente) 3. Observar en un reloj y contar las respiraciones por un minuto.
• Temperatura Corporal T° La temperatura corporal es el calor que genera el organismo el cual representa el equilibrio entre la producción y la perdida de calor por el mismo. Para controlar la temperatura corporal utilizamos un termómetro el cuál se presenta en diferentes tipos de formatos.
Termómetro
Este termómetro antiguamente era confeccionado con mercurio el cuál al estar en contacto con el calor corporal subía sus niveles indicando la temperatura de la persona. El mercurio es una sustancia con altos estándares de toxicidad para el cuerpo humano y como su contenedor era de vidrio la posibilidad de que este termómetro se rompa esparciendo su contenido era muy alto. Por esta razón en la actualidad estos termómetros los fabrican con otro tipo de contenido, el más conocido es alcohol pintado. La zona más común en donde se coloca el termómetro es en la axila.
LA BIOTIPOLOGÍA Y SUS APLICACIONES
Esta rama de las ciencias médicas, novísima en cuanto a su designación, y en cuanto a su concepción moderna, tiene, sin embargo, sus orígenes, en las concepciones del Padre de la Medicina; es decir, de Hipócrates. Para decirlo de una vez, la Biotipología se propone estudiar la estructura del sujeto, tomado como tipo individual o fenotipo; como tipo vital o biotipo, según la designación de Pende. Y tomando como fundamento que, en la construcción de éste intervienen, dos factores o grupos de factores fundamentales: "uno determinado por el plan arquitectónico de la especie, y otro dependiente de la influencia del medio en que el individuo se desarrolla y se encuentra." El primer
factor, que tiene su fundamento en los mecanismos y leyes de la herencia, es de una gran tenacidad y fijeza; y determina lo que corrientemente se denomina como el idiotipo o genotipo. El otro factor constituido por el gran complejo de las acciones del ambiente, añade al genotipo los caracteres adquiridos en contraposición a los hereditarios y su conjunto recibe en la nomenclatura actual el nombre de paratipo. La unión de los caracteres del genotipo con los del paratipo constituye el individuo como entidad orgánica, fisiológica y psíquica irreductible; y por ende, en medicina, un problema clínico particularísimo. Y fue basándose en una multiplicidad de observaciones empíricas, que el Padre de la medicina clasificó los individuos humanos, en cuatro tipos vitales con caracteres generales comunes; como un criterio orientador que ayudara a resolver los problemas clínicos particulares.
ANTROPOMETRÍA
La antropometría es el tratado de las proporciones y medidas del cuerpo humano. Como tal, la antropometría es una ciencia que estudia las medidas y dimensiones de las diferentes partes del cuerpo humano ya que estas varían de un individuo para otro según su edad, sexo, raza, nivel socioeconómico, etcétera. Etimológicamente, la palabra antropometría es de origen griego “ánthropos” que significa “hombre” y “métron” que expresa “medida” y el sufijo “ -ia” que se refiere a “cualidad”. Tal como fue dicho anteriormente, se refiere al estudio de las medidas y proporciones del cuerpo humano. La antropometría está relacionada con los estudios de la antropología física o biológica, que se ocupa en analizar los aspectos genéticos y biológicos del ser humano, bien sea grupos, razas, y compararlos entre sí. En vista de su función, la antropometría se clasifica en dos tipos: estructural y funcional. En relación a la primera, se encarga de las medidas de cabeza, troncos, y extremidades en posiciones estándar. Por su parte, la parte funcional toma medidas mientras el tiempo está en movimiento, ambas funciones se completan ofreciendo medidas del propio individuo y el entorno que el mismo necesita para desenvolver sus actividades diarias. En este punto, es importante mencionar al “hombre de vitruvio”, dibujo realizado por Leonardo Da Vinci, en el año 1490. Representa una figura humana desnuda e inscrita en una circunferencia y un cuadrado, tomando en cuenta las proporciones del cuerpo humano indicadas en los textos de arquitectura del arquitecto de la antigua Roma Vitruvio. En virtud de ello, se considera como un logro del Renacimiento el estudio de la simetría del cuerpo humano por Leonardo Da Vinci y otros autores. La antropometría se utiliza en diferentes áreas como alimentación, deporte, vestuario, ergonomía, arquitectura, entre otros. Para ello se elaboran fichas antropométricas en las que se registran las medidas y dimensiones del cuerpo humano, estatua, peso, entre otras medidas lo que permite obtener una estadística de los cambios físicos del hombre y las diferencias entre las razas. Actualmente, la antropometría es aplicada en diversas áreas de medicina para estudiar las enfermedades y anomalías que afectan las dimensiones del cuerpo humano. En relación a este punto, en conjunto a esta ciencia trabajan otras, como, por ejemplo: la puericultura en el desenvolvimiento de del cuerpo infantil.
INSPECCIÓN MÉDICA
En términos médicos, "inspección" significa observar la persona o la parte del cuerpo. Es el primer paso en un examen físico.
Examen Físico
Se trata de maniobras de palpación del hígado, riñón, y evaluación de la expansión torácica respiratoria, respectivamente. El examen físico es aprendido por el estudiante de medicina con un alto grado de automatización. Durante nuestra época de estudiantes, probablemente en más de una ocasión, hemos pasado momentos de angustia intentando retener y reproducir estas maniobras. La práctica cotidiana nos indicaría que la importancia de las mismas en la actualidad es limitada.
A continuación, se analizará al examen físico desde el punto de vista de sus objetivos, precisión diagnóstica, alcances y limitaciones para poder luego reflexionar sobre su utilización como herramienta en nuestra actividad asistencial.
¿Para qué realizamos el examen físico?
Examinamos a nuestros pacientes con dos tipos de fines:
1 - Diagnósticos: en este sentido el examen físico es una prueba diagnóstica más, y cabe analizarlo bajo las mismas consideraciones en cuanto a sensibilidad, especificidad y valores predictivos de cada maniobra. Sin embargo, se diferencia de otros métodos auxiliares en que las maniobras tienen muy baja morbilidad (el único riesgo se relaciona con las consecuencias de la detección de falsos positivos).
2 - Desarrollo de la relación médico-paciente: existen beneficios no relacionados con objetivos diagnósticos. El solo hecho de la revisación transmite al paciente, en la mayoría de los casos, sensación de cuidado, atención y reaseguro.
¿Qué tan exacto es el examen físico como prueba diagnóstica?
Tenemos información sobre la frecuencia con que un determinado signo aparece en una entidad (sensibilidad), o la probabilidad de que, estando ese signo presente, el paciente tenga esa entidad (valor predictivo positivo). Pero rara vez hallamos información acerca de la probabilidad de que un paciente sano no tenga ese signo (especificidad), o la probabilidad de que frente a la ausencia de ese signo el paciente esté sano (valor predictivo negativo).
En general predominan los signos más sensibles que específicos. No obstante, los signos del examen físico son habitualmente poco exactos y no es rara la variabilidad Interobservador (baja precisión). Por ejemplo, la auscultación del cuello para el diagnóstico de estenosis carotídea tiene una sensibilidad aproximada de un 60% y una especificidad del 25 al 60%. En general el examen físico es más preciso para el diagnóstico de síndromes que para el de entidades (síndrome de condensación vs. cáncer de pulmón).
Para confirmar un diagnóstico intentaremos incrementar fundamentalmente la especificidad de nuestro examen físico, para lograr así el mayor valor predictivo positivo posible. Para descartar un diagnóstico deberemos optimizar la sensibilidad por ser ésta la propiedad más importante para determinar el valor predictivo negativo de una prueba diagnóstica.
Cuando un signo tiene una especificidad extremadamente alta (mayor del 95%), su presencia tiende a asegurar la presencia de la condición investigada. En estos casos decimos que dicho signo es patognomónico. Cuando un signo tiene una sensibilidad extremadamente alta, su ausencia tiende a descartar la presencia de la condición investigada.
PRIMEROS AUXILIOS
En la vida cotidiana, ya sea en el ámbito laboral, escolar, etc. nos enfrentamos a situaciones de emergencia y/o accidentes, mismos que se caracterizan por requerir de soluciones rápidas, así como eficaces. Las quemaduras, la insolación, las fracturas, el atragantamiento, entre otras situaciones pueden presentarse en casi cualquier contexto. Sin embargo, ¿podemos considerar que estamos preparados para actuar ante la presencia de alguna de ella? De manera generalizada, no existe aún una cultura de la Protección Civil aplicada a la cotidianidad en término de Primeros auxilios, que se base en la disposición, medidas de auxilio y de recuperación ante cualquier eventualidad de una emergencia. Lo anterior, puede ser el resultado de la falta de conocimiento de la sociedad respecto al que hacer y no ante una situación que amerite de una atención prehospitalaria o respecto a la relevancia de poder intervenir de manera oportuna cambiando así el resultado de dicha. Sin embargo, la falta de conocimiento no nos exime de la
responsabilidad social y por el contrario, debe de incitarnos a la búsqueda de herramientas teóricoprácticas que nos habiliten para hacerle frente a las emergencias. De ahí que contar con conocimientos básicos acerca de los Primeros Auxilios es de gran relevancia para la atención de alguna emergencia, ya que ello nos permite estar más habilitados para poder intervenir a tiempo y de una manera oportuna en beneficio de la víctima. En este sentido, conocer las técnicas de atención primaria; los materiales y equipo necesario para intervenir, así como tener una noción general de las pautas y lineamientos generales de intervención pueden marcar la diferencia en las consecuencias de un accidente y su posible solución, llegando a ser en algunos casos la determinante para salvar una vida. “Saber para prever y prever para proteger” define el objetivo de este manual, el cual pretende dar un panorama general de las acciones a realizar ante situación sorpresiva e inesperada que exija la puesta en práctica de los primeros auxilios. Por ello, el estar preparados y siempre alertas son las claves para poder auxiliar, constituyendo pautas de conocimiento que deben de tener y ser responsabilidad de todos los miembros académicos, administrativos, docentes y alumnos de cualquier instancia educativa, ya que prevenir, intervenir y controlar circunstancias de emergencia forman parte del deber social.
Conceptualización de los Primeros Auxilios
Los primeros auxilios son los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales brindados a las personas accidentadas o con enfermedades de aparición súbita antes de la llegada de profesionales especializados o de la respectiva atención en un centro asistencial (Emergencia Anónima, 2010). Asimismo, se considera que abarcan las técnicas sanitarias básicas que se llevan a cabo en los primeros momentos y que no siempre se pueden realizar con medios sofisticados o especializados y que en la mayoría de las ocasiones se realiza mediante materiales mínimos que son improvisados en el lugar de los hechos (Gutiérrez, E & Gómez, J., 2009). Como tal, los primeros auxilios implican una facilitación en el proceso de intervención siendo su finalidad la pronta recuperación del paciente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no reemplazan en ningún momento la atención e intervención especializada del personal de salud. De ahí la relevancia ante la presencia de una persona que requiera de los primeros auxilios, se utilicen las técnicas básicas para mantener a la persona estable para su consiguiente atención integral.
Clasificación de los Primeros Auxilios
En base a la magnitud de la problemática, los primeros auxilios se clasifican en dos tipos: 1. Primeros auxilios emergentes o emergencias: que implican la atención de situaciones en las que existe peligro vital para el accidentado. Tal es el caso de paro cardiorrespiratorio, asfixia, shock, hemorragias y envenenamiento.
2. Primeros auxilios no emergentes: en los que no existe ante tal un peligro de gran magnitud.
Algunos ejemplos de esta atención pueden ser un dolor abdominal, una fractura de brazo, entre otros Objetivos de los primeros auxilios
Los objetivos de los primeros auxilios son la conservación de la vida; evitar complicaciones físicas y psicológicas; ayudar a la recuperación, así como asegurar el traslado de los accidentados a un centro asistencial
Principios Básicos de los Primeros Auxilios
Es importante considerar que los principios básicos de los primeros auxilios consisten en: • Mantener la calma, actuando de una manera rápida. Esto implica mantener una actitud de tranquilidad ante el paciente con el propósito de brindarle confianza tanto a él como a las personas que se encuentran cercanas y que fueron testigos del incidente. En ocasiones, la situación ameritará que seamos nosotros quienes tomen la iniciativa relacionadas a la solicitud de una llamada al personal médico, etc.
• Llamar a los servicios de emergencia. Es necesario que se activen los servicios de emergencia ante situaciones como la pérdida de conciencia del paciente; dificultad para la respiración; presencia de dolor en el pecho o abdomen; hemorragias abundantes; convulsiones; posible intoxicación, así como otras de gravedad. • Evaluar la situación. Lo anterior hace referencia la necesidad de que se realice un análisis rápido y general de la situación y del lugar en donde ocurrió este incidente. De manera que se identifiquen las posibles fuentes de peligro tal es el caso de amenazas de derrumbes, rupturas de canales de agua o de gas, la presencia de fuego, etc. • Examinar al lesionado. Es de suma relevancia que se identifiquen si la persona presenta signos vitales (respiración, pulso, etc.), si es que está consciente, si presenta alguna herida expuestas, sangra, etc. • No hacer más que lo indispensable. No debe de moverse al accidentado hasta conocer cuál es su estado general y haberle proporcionado los cuidados necesarios. Sin embargo, existen tres situaciones en las que resulta inminente la movilización, tal es el caso de poder proporcionarle adecuadamente los primeros auxilios, evitar que se agraven sus heridas y/o protegerlo de un nuevo accidente. • Mantener la temperatura corporal del herido. Ello implica no proporcionarle un calor excesivo ni que se encuentre a temperaturas bajas. • Tranquilizar a la víctima. • No dejar solo a la víctima. • No administrarle medicamentos
De acuerdo a la Federación Internacional de sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (2010) se plantea que los cuatro principios de gestión de los primeros auxilios son: 1. No asumir riesgos para usted, la persona enferma o lesionada, así como la de cualquier testigo. 2. Controlar la situación para que se pueda acceder sin peligro a la persona. 3. Atender a la persona lesionada o enferma. 4. Actuar por etapas.
Asimismo, es importante considerar que para actuar ante situaciones de emergencia es necesario seguir la premisa P.A.S. (Proteger, Avisar y Socorrer) misma que se describe a continuación:
Proteger
Al paciente al mismo tiempo que se asegura el lugar de los hechos con el fin de evitar que se produzcan nuevos accidentes o se agraven los ya ocurridos. Avisar
A los equipos de socorro, autoridades o al personal médico por el medio más rápido posible para que apoyen en la atención de la víctima o enfermo.
¿Qué hacer?
Socorrer
Al accidentado o enfermo repentino, prestándole cuidados primarios en lo que llega el personal pertinente
Es conveniente que se asegure la zona del accidente o incidente mediante señalización. Llamar al personal correspondiente indicando el lugar o localización del accidente; tipo de accidente o suceso; número aproximado de heridos; estado o lesiones de los heridos, si se conocen y circunstancias o peligro que puedan agravar la situación. Aplicar las técnicas correspondientes de acuerdo al tipo de patología o enfermedad.
Etapas de los Primeros Auxilios
Las cuatro etapas de toda acción de los primeros auxilios son: 1. Examinar si la situación es segura. 2. Planificar las acciones de primeros auxilios de acuerdo con la examinación anterior. 3. Actuar prestando los primeros auxilios y ayuda psicológica. 4. Evaluar el efecto de los primeros auxilios y controlar a la persona.
ETAPA ACCIONES Examinar Examinar la situación y comprobar si hay peligro
- Antes de dirigirse a la persona es importante cerciorarse de que la situación es segura. - Comprobar que no ha peligro para usted, la victima u otras personas que son testigos.
Examinar el estado de la persona
- ¿La victima tiene hemorragia o asfixia? (De ser así la actuación debe de ser inmediata). - ¿Está consciente? - ¿Respira? - La persona tiene lesiones. - ¿Hay signos de shock o trauma psicológico?
Planificar Conseguir ayuda
- Solicite o pida que alguien más solicite ayuda médica.
Planificar las medidas de primeros auxilios
- En base al examen inicial o básico que se realiza, se deben de planificar qué medidas adoptar hasta la llegada del profesional. - Evaluar cuanta ayuda se puede proporcionar en base a las habilidades y conocimientos con que se cuenta. - Asegurar la seguridad propia
Actuar Prestar los primeros auxilios
- Brindar los primeros auxilios para emergencias del riesgo vital y otras lesiones específicas en base al examen inicial.
Prestar los primeros auxilios psicológicos
- Hablar con la persona y su familia. - Informarle sobre lo que ocurre y lo que usted va a realizar.
En caso de ser necesario, preparar a la persona para el trasladado Evaluar Evaluar el efecto de las medidas de primeros auxilios
- Corroborar que la ayuda médica llegará pronto. - Comprobar que las medidas de evaluación inicial son las adecuadas. - En caso de que la persona pierde el conocimiento, se deben de adoptar medidas de soporte vital.
CADENA DE SUPERVIVENCIA
La cadena de supervivencia consiste en una serie de actuaciones encaminadas a conseguir la reanimación cardiopulmonar (RCP) de una persona con la finalidad de que tenga mayor probabilidad de sobrevivir y presentar el mínimo de secuelas, siempre y cuando se realice adecuadamente (Ponce, 2007). De acuerdo a la American Heart Association (AHA, observaciones del 2010 a la fecha) los elementos de la cadena de supervivencia para adultos son: 1. Reconocimiento inmediato del paro cardiaco y activación del sistema de respuestas de Emergencia.
2. RCP precoz con énfasis en las compresiones torácicas. 3. Desfibrilación rápida. 4. Soporte Vital avanzado. 5. Cuidados integrados postparo cardiaco.
ELEMENTO Activación del Sistema de Emergencia
RCP Básica
Desfibrilación Auricular CARACTERÍSTICAS
Es necesario que se notifique por parte de un testigo de la necesidad de poner en marcha el RCP, notificando a los Sistemas de Emergencias como el 125.
Es realizada por testigos antes de la llegada de un desfibrilador y la Atención Vital Cardiopulmonar Avanzada (ACVA). Este elemento debe considerarse como temporal.
Es fundamental para que el paciente sobreviva.
RCP Avanzado Es realizado por el personal especializado en el lugar del suceso y es decisivo para el control de paro cardiaco.