Revista Redintensiva 2024

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23 años de compromiso con la Medicina Intensiva y la Sociedad Chilena

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Red intensiva 23 años trabajando por entregar a Chile los mejores médicos críticos

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Miembros Directorio Ejecutivo 2022-2025

6 Past President

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Conectando a Chile con los protagonistas de la Medicina Crítica a nivel global

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Un programa de especialización en Medicina Intensiva del adulto

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Sergio Valdés, Un testimonio: pionero de la Medicina intensiva en Chile

9

23 años de historia

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Kinesiología intensiva en Chile

19

Educación continua: un imperativo ético con el paciente y la sociedad

31

Saludos a la red por sus 23 años

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Una invitación a ser parte de una sociedad a la vanguardia de la Medicina Crítica en Chile

Sociedad Chilena Medicina Crítica y Urgencias (Red intensiva) 23 años perfeccionando a los profesionales de la salud

23

AÑOS DE

COMPROMISO CON LA MEDICINA INTENSIVA

Y LA SOCIEDAD CHILENA

Estimados socios, colegas y amigos en esta bonita aventura que ha significado formar parte de la Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva:

Este ejemplar llega a sus manos mientras celebramos los 23 años de vida de nuestra sociedad, y es un pequeño testimonio material del enorme trabajo realizado desde que en 2001, con el sueño de contribuir a mejor medicina crítica y de urgencias para Chile, un grupo de médicos visionarios decidió fundar Red Intensiva.

Hoy nuestra sociedad se ha consolidado como un pilar en la formación de los profesionales de la salud que salvan vidas en las salas de urgencia y las UCIs del país. No solo para los médicos, sino también para enfermeros, enfermeras y kinesiólogos, que tienen la posibilidad de capacitarse en distintas subespecialidades y con la garantía de recibir siempre los conocimientos más actualizados en cada una de ellas.

Hemos contribuido a acercar la salud chilena a los más altos estándares internacionales, generando conocimiento científico de vanguardia en directa colaboración con los más connotados profesionales a nivel mundial.

Este largo camino ha sido posible gracias a todos ustedes: los más de 1.200 socios activos que día a día contribuyen participando y aportando sus capacidades a la construcción de una red cada vez más fuerte. Asimismo, quiero agradecer la invaluable labor del Directorio y de todos los comités que siste-

matizan el trabajo de nuestra sociedad, y a todos quienes trabajan, año a año, para dar vida a los eventos y cursos que constituyen los cimientos de nuestra sociedad.

En el grupo anterior destacan todos quienes hacen posibles nuestros dos simposios anuales (el Simposio Internacional de Emergencias Médicas y Paciente Critico, SIEMPAC, y el Simposio de Urgencias Médicas Medicina Intensiva y Trauma, SUMMIT), así como a quienes diseñan e instruyen nuestros cursos de educación continua y avanzada como Ventila, FCCS, USECC, USECC Advance, Quemados y Grandes Quemados (BECC), Emergencias Neurológicas y Neurocríticas (ENNCC) y de Infectología crítica para No Infectólogos (CINIS), todos fundamentales en el proceso de formación de especialistas en nuestra área.

Los quiero felicitar, pues cada uno de ustedes ha contribuido directamente en la formación de varias generaciones de profesionales altamente capacitados y comprometidos con brindar la mejor atención posible a los pacientes críticos que llegan a las clínicas y hospitales del país.

Nuestro compromiso como directiva es seguir trabajando constantemente por este objetivo, con la misma convicción que nos ha inspirado por más de dos décadas y asumiendo siempre nuevos desafíos, para que lleguemos a nuestro aniversario número 50 en la misma posición de liderazgo e innovación que tenemos hoy día.

Invito a todos los actores del sistema de salud chileno a sumarse a este desafío para seguir fortaleciendo la medicina crítica y de urgencias y, juntos, lograr que Chile tenga un sistema de salud de excelencia, que brinde a todos los pacientes la atención que necesitan y merecen.

Javier Enrique Bolaño Cantillo Presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva

MIEMBROS DIRECTORIO EJECUTIVO 2022-2025

Dr. Sebastián Ugarte Ubiergo Past President  y Socio fundador.

Dra. María Luisa Marocco Jefe Comité de Ética

Dr. Fernando Pérez Miembro comité académico.

Dr. Rolando Bolivar Marín Castanier Miembro comité académico

Dr. Javier Enrique Bolaño Cantillo Presidente.

Dr. Alexis Francisco Mosquera Almao Miembro comité académico

Dr. Wilson Villamar Representante Ramo de Medicina de Urgencias.

E.U Claudia Navarro Representante Ramo de Enfermería Intensiva

Dr. José Antonio Ortega Navia Secretario General

Dr. Misaed Sánchez Soto Miembro comité Académico.

Klgo. Felipe Castillo Merino Representante Ramo Kinesiología

E.U Paula González Representante  Ramo Enfermería de Urgencias

PAST PRESIDENT

Desde el año 2001 hasta el 2014, nuestra Sociedad fue dirigida por un Directorio colaborativo, representando una red de trabajo en la que participaron los jefes de las Unidades fundadoras: inicialmente los Drs. Eugenio Poch, Sebastián Ugarte y Luis Soto. Con el tiempo, se sumaron los representantes de las nuevas unidades que se integraron. Sin embargo, conforme a la normativa que rige a las Sociedades y que exige un Presidente electo, la Sociedad debió dar el paso hacia una inscripción formal y adecuarse al sistema jerárquico establecido.

De allí a la fecha se ha mantenido

Periodo 2014-2016: Dr. Sebastián Ugarte Ubiergo

Periodo 2018-2020: Dr. Nicolás  Andrés Urrutia González

Periodo 2016-2018: Dr. Juan Espinoza Huircalaf

Periodo 2020-2022: Dr. Jorge Ricardo  Méndez Martínez

RED INTENSIVA: 23 AÑOS TRABAJANDO

POR ENTREGAR A CHILE LOS MEJORES MÉDICOS CRÍTICOS

En este importante aniversario, la Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, mejor conocida como Red Intensiva, celebra la consolidación de un trabajo serio, arduo y sistemático que hoy rinde importantes frutos de los que se benefician no solo sus afiliados, sino principalmente los pacientes que se enfrentan a la difícil realidad de ingresar a una urgencia y, por extensión, sus familias, amigos, parejas y demás seres queridos. Es decir, tras dos décadas de crecimiento, hoy Red Intensiva puede jactarse, sin pretensión alguna, de ser un aporte relevante para la sociedad chilena en general.

Como se podrá ver con mayor detalle en las siguientes páginas de esta revista, Red Intensiva -a través de sus presidentes y directores-, no ha escatimado en esfuerzos ni recursos en su afán por traer al país a los médicos más importantes del mundo, que hoy

escriben la historia de la medicina contemporánea. Asimismo, han procurado acercar las voces de estas eminencias no solo a Santiago, sino también a los profesionales de la salud en regiones e, incluso, a doctores de otros países iberoamericanos, que participan en las charlas semanales que organiza la red de manera virtual todos los sábados, para debatir sobre distintos temas de interés.

La posibilidad de interactuar directamente con el padre del ultrasonido pulmonar o con uno de los referentes más importantes en el desarrollo y la actualización de los protocolos para el manejo de la sepsis en urgencias -a quienes no solo pueden escuchar en los eventos que lleva a cabo la red, sino que hacer preguntas y expresar puntos de vista-, es uno de los elementos más valiosos para sus afiliados.

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Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva

Todos los que han podido experimentar estos eventos coinciden en que el contar permanentemente con espacios e invitados de esta envergadura no solo constituye para ellos una gran experiencia de vida y un gran crecimiento personal, sino que incide directamente en la calidad de la oferta académica de la red.

En efecto, una de las características más valoradas de la oferta académica de Red Intensiva es que sus cursos están permanentemente siendo actualizados con los descubrimientos e investigaciones más recientes a nivel internacional, y que de la misma forma se van incorporando nuevos cursos para hacerse cargo de los avances en

los procedimientos y tecnologías que deben implementarse en las salas de urgencia chilenas.

Finalmente, y de la mano con lo anterior, la red ha desempeñado un rol clave en la formación de centenares de profesionales, ayudando a subsanar uno de los dolores más grandes de la salud chilena, como es la falta de especialistas, que es aún más evidente en las subáreas de la medicina intensiva.

Es por todo esto que celebramos estos 23 años con la satisfacción de una labor que se ha realizado bien, y con grandes expectativas para los logros de los que podremos dar cuenta en un próximo aniversario de la red.

23 AÑOS DE HISTORIA

Desde que tres doctores visionarios y comprometidos con la medicina crítica decidieron unir sus conocimientos, Red Intensiva se embarcó en un vertiginoso camino de crecimiento que la ha posicionado como un invaluable aporte para la salud chilena.

Aunque cada uno estaba a cargo de un transatlántico de la salud pública chilena, las oficinas de los doctores Sebastián Ugarte, Eugenio Poch y Luis Soto (QEPD) se ubicaban a pocos metros unas de otras. Era el año 2000 y en ese entonces el doctor Ugarte era el jefe de la UCI del Hospital Salvador, el doctor Poch dirigía la del Instituto de Neurocirugía Asenjo, y el doctor Soto estaba cargo de la del Instituto Nacional del Tórax, y los tres recintos estaban emplazados en la misma cuadra (una misma man-

zana) de la comuna de Providencia.

Los tres habían comenzado a sostener reuniones clínicas mensuales para tratar temas de interés que abarcaran sus respectivas especialidades, pues en esos tiempos sus contactos eran principalmente a través de interconsultas, y pese a la alta exigencia de sus cargos, aprovecharon la cercanía geográfica para profundizar este trabajo conjunto. Esas reuniones fueron la semilla de una red colaborativa primero bautizada Red Oriente -en alusión a su pertenencia al Servicio de Salud Metropolitano Oriente-, y que luego se transformaría en Red Intensiva.

La visión que compartían se basaba en incorporar a otras unidades de cuidados in-

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“Nos brindan la oportunidad de participar en importantes intercambios internacionales para conocer otras experiencias y también contribuir activamente en múltiples iniciativas como la Global Sepsis Alliance”, destaca Ugarte.

tensivos del sistema público de salud y desarrollar todos los ámbitos de la medicina Intensiva. “En esa época las UCI del país estaban a cargo de médicos de diversas especialidades, principalmente internistas, también anestesistas y algunos cirujanos.

Existía un anhelo generalizado por el reconocimiento de la especialidad de Medicina Intensiva, el fortalecimiento de la formación de posgrado y la necesidad de impulsar la formación médica continua”, explica 23 años después el doctor Ugarte.

A las unidades que representaban los tres “padres fundadores”, en los albores de la Sociedad se incorporaron el doctor Iván Araya Hormazábal, de la UCI de la Fundación Arturo López Pérez, el doctor Jorge Godoy, del Hospital Sótero del Río, los doctores Albán Cortés López y Enzo Sáez, del Hospital Barros

Luco Trudeau, además del doctor Antonio Hernández, del Hospital Militar, y el doctor Rodrigo Soto Figueroa, del Hospital de la Fuerza Aérea.

La solidez del elenco y la ambición del propósito proyectaban un futuro auspicioso, y la magnitud que iba adquiriendo el proyecto requería tener personalidad jurídica y un marco regulatorio, por lo que se constituyeron oficialmente como la Sociedad de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva.

El primer simposio

En el año 2001, a poco andar desde su nacimiento, decidieron lanzar un congreso de medicina intensiva. El doctor Soto mantenía una relación estrecha con connotados médicos internacionales, que aceptaron su invitación a exponer en el evento; el doctor Poch se encargó de revisar personalmente los títulos de cada conferencia para dotarlas de un enfoque atractivo y novedoso; y el doctor Ugarte asumió la responsabilidad organizativa del evento.

En mayo de 2002, en el Hotel Crowne Plaza, tuvo lugar el primer Simposio Internacional de Emergencias Médicas (SIEMPAC), organizado por Red Intensiva y cuyo debut tuvo tal éxito que siguió repitiéndose año a año. Este 2024, el SIEMPAC celebra su vigésimo segunda edición.

El SIEMPAC se pensó como un espacio de intercambio de conocimientos y contacto con eminencias internacionales pero, sobre todo, como un insumo más para aportar a la formación de médicos intensivistas. ”Su potencial en el campo de la educación médica se incrementa con numerosos cursos que se desarrollan previo al congreso y que son de gran interés para la práctica de la medicina intensiva , como el Fundamental Critical Care Support (FCCS), que nuestra Sociedad trajo a Chile en abril del año 2003”, destaca el doctor Poch.

Los cursos fueron multiplicándose y creciendo en complejidad con el tiempo. Luego implementaron un curso avanzado de ventilación mecánica (VENTILA) con los Drs. Tomicic y Ugarte, un curso de emergencias neurológicas y neurocríticas (ENNCC) con la Dra. Yoselin Santos y Jordi Serra, un curso avanzado de manejo del paciente quemado y gran quemado (BECC) con los Drs. Ugarte, Marocco y Santos, un curso de Ultrasonido en emergencias y cuidados críticos (USECC), un curso avanzado de Infectología crítica para no infectólogos (CINIS) con la Dra Sheyla Jimenez, y un curso avanzado de Ultrasonido en la evaluación cardiovascular y hemodinámica (USECC avanzado). Además la Sociedad creó un curso On Line gratuito de manejo de COVID 19 dirigido por el Dr Ugarte, durante los difíciles años

de la pandemia en que la capacitación presencial era imposible para ayudar a los profesionales del país. “Todos estos son avalados agrupaciones internacionales como LACCTIN e impartidos por Instructores nacionales reconocidos y acreditados, lo que es un aporte formativo sólido”, añade Poch.

Gradualmente la Red fue multiplicando estos espacios de educación médica y profesional en forma continua. Se instauró el Simposio de Urgencias Médicas, Medicina Intensiva y Trauma (SUMMIT), a fin de año y se comenzó llegar a regiones, desarrollando jornadas desde Arica a Punta Arenas. También recibió reconocimiento internacional -como Sociedad Nacional Oficial por la World Federation of Societies of Intensive and Crítical Care Medicine (Seul, 2015) y por la Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Madrid, 2014). En 2017, asimismo, trascendieron las fronteras con la realización del Congreso Panamericano e Ibérico de Enfermería y un año después con el Congreso Panamericano e Ibérico de la Federación Panamericana .

Estos reconocimientos son importantes para la sociedad: “Nos brindan la oportunidad de participar en importantes intercambios internacionales para conocer otras experiencias y también contribuir activamente en múltiples iniciativas como la Global Sepsis Alliance”, destaca Ugarte.

En la misma línea, Poch considera que “estos reconocimientos avalan el compromiso de los profesionales de la Red con la excelencia clínica, la investigación científica y la educación médica continua, y posiciona a la red como un referente nacional e internacional “como un actor clave en la promoción de la salud y la mejora de la calidad de vida de los pacientes críticos”.

Camino por recorrer

Por supuesto, los eventos y cursos fueron de la mano con un prolífico trabajo en in-

vestigación y publicaciones científicas, además de la edición de libros y un relevante rol respaldando la formación de posgrado en universidades. Asimismo, la sociedad desempeñó un papel destacado durante la pandemia de Covid-19, colaborando estrechamente con el Ministerio de Salud y el Colegio Médico, y ha contribuido a entregar información objetiva, científica e imparcial a los medios de comunicación.

Pese a todo, en la Red aún observan un importante déficit de especialistas en medicina intensiva, y advierten que la mayoría de los médicos que trabajan en las UCI del país no tienen la especialización. “Es sorprendente que muchas unidades cuenten con médicos generales a cargo, una situación que sería inusual en otros países. Esto significa que los pacientes más graves son atendidos por profesionales con menos forma-

ción y experiencia, a menudo con solo un especialista supervisando en ocasiones de forma indirecta”, explica el doctor Ugarte, quien sostiene que en el país “aún queda camino por recorrer para tener servicios de cuidados intensivos y de urgencias liderados y atendidos por estos especialistas en todos los días de turnos, conforme a la tendencia actual en medicina”

Por lo mismo, el compromiso de sus padres fundadores es que la Red seguirá consolidando su trabajo y trayendo al país conocimiento de vanguardia en cuanto a tratamientos, procedimientos y tecnología, con el fin de que las áreas de urgencias en todo el país sean operadas y dirigidas por especialistas en medicina intensiva de manera constante, con los mejores estándares profesionales, académicos y también humanos.

KINESIOLOGÍA INTENSIVA EN CHILE: TERAPIA FÍSICA Y TERAPIA RESPIRATORIA AL SERVICIO DE LOS PACIENTES

CRÍTICOS

En Chile, la historia de la kinesiología intensiva nos muestra un hito muy significativo a nivel de la gestión clínica-asistencial cuando en el año 2004 se publica la Guía de organización y funcionamiento de unidades de pacientes críticos, en la cual se reconoce la necesidad de incorporar al kinesiólogo al equipo de profesionales de cuidados intensivos del paciente adulto las 24 horas del día, los 7 días de la semana. En el mes de Junio de año siguiente, se da inicio al proyecto de kinesiología intensiva 24 horas en la UPC del Hospital Salvador de Santiago, a cargo del Kinesiólogo Marcelo Sepúlveda Benavente y el Dr. Sebastián Ugarte Ubiergo, ambos miembros fundadores de nuestra sociedad. El proyecto fue un éxito, demostrando el impacto positivo de la kinesiología intensiva tanto en los indicadores clínicos y como de gestión asistencial.

Han pasado ya casi 15 años de aquella iniciativa, en los cuales la kinesiología intensiva de ha desarrollado de manera exponencial, incorporándose a los equipos de UPC en todas las regiones del país, tanto en clínicas privadas como en los hospitales de la red pública de salud. Se han definido los perfiles del cargo, es reconocida como una especialidad DENAKE por parte del colegio de Kinesiólogos de Chile, y muestra un desarrollo desde la academia a través de la oferta de formación continua, postgados y publicaciones científicas.

Ampliamente reconocida es la contribución de la kinesiología intensiva en la pan-

demia COVID 19 colaborando estrechamente con el ministerio de Salud no solo en la atención directa de los pacientes, si no que también en la capacitación del personal clínico y la gestión de ventiladores mecánicos. Los Kinesiólogos y kinesiólogas de unidades críticas se posicionaron también en la primera línea de atención junto al equipo interdisciplinario. Dicho aporte se vio reconocido socialmente difundiéndose en medios de comunicación masiva del país, dando de esta forma un nuevo impulso al desarrollo de la especialidad

En la actualidad podemos definir con absoluta convicción al Kinesiólogo y Kinesióloga de cuidados intensivos como un profesional que se encarga de diseñar y llevar a cabo las estrategias para el restablecimiento o recuperación de la movilidad funcional así como la mantención y la recuperación de la función respiratoria a través de un proceso clínico integral, crítico y sistemático que se enmarca en un modelo basado en el funcionamiento humano (CIF OMS) que considera las recomendaciones de la World Phisioterapy (WP) y que utiliza las herramientas clínicas de evaluación e intervención de la terapia física y la terapia respiratoria reconocidas a nivel mundial. La kinesiología intensiva tiene como fin proteger y restablecer el funcionamiento físico, psicológico y social de los pacientes críticamente enfermos, contribuyendo de esta forma a logro de los objetivos sanitarios de nuestro país.

UN PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA INTENSIVA DEL ADULTO CON LA GARANTÍA DE UNAB, CLÍNICA INDISA Y RED

INTENSIVA

Con dos modalidades, de dos y cuatro años dependiendo de la formación previa de quien lo curse, este plan de estudios ha contribuido a entregar al país más y mejores profesionales para desempeñarse en las Unidades de Paciente Crítico de todo el país.

Como parte del compromiso que tienen las universidades con contribuir a la solución de los problemas más complejos que tiene un país, la Universidad Andrés Bello (UNAB), de la mano con Clínica Indisa y con Red Intensiva, desarrolló el Programa de Especialización en Medicina Intensiva del Adulto, con una duración de cuatro años, que está orientado a formar especialistas en cuidados intensivos “con conocimientos médicos actualizados, destrezas clínicas, aptitudes y

competencias técnicas para brindar atención integral, realizar monitorización y soporte vital avanzado de pacientes críticos adultos expuestos a riesgo vital actual o potencial”, en concordancia con la más reciente información científica disponible y con un celoso respeto por los principios éticos y protocolos de la medicina intensiva.

El programa no sólo es atractivo por contar entre sus credenciales el ser impartido por la Universidad Andrés Bello en conjunto con Clínica Indisa y con el apoyo de Red Intensiva, sino que su director es el doctor Sebastián Ugarte, médico cirujano, especialista en medicina intensiva y fundador de la sociedad, que además es uno de los intensivistas más reconocidos del país y desempeñó un rol público muy relevante para

educar a la población durante la pandemia de Covid-19.

“Durante los años de la pandemia muchos médicos generales comenzaron a trabajar en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y se enamoraron de la especialidad, pero enfrentaron dificultades para formarse directamente debido a la falta de programas especializados en ese momento”, relata el doctor Ugarte, explicando que la habilitación de esta alternativa académica ha sido, precisamente, una manera de contribuir a mitigar el déficit de especialistas del país: “La formación de decenas de especialistas en nuestra institución está contribuyendo significativamente a cerrar la brecha existente en nuestro sistema de salud”, asegura.

El programa incluye en sus contenidos todos los aspectos relevantes para el cuidado de pacientes críticos, como anestesia, radiología, cardiología, cuidados respiratorios, trauma y quemados, neurocríticos, ventilación mecánica, hemodinamia, medicina basada en evidencia, gestión, infectología y nutrición, entre otros, pero más allá de la indiscutible densidad académica que posee, quienes lo han cursado destacan que un componente fundamental que atraviesa todo el programa es poner en el centro de todo al paciente y su bienestar.

“Me ha gustado mucho de este programa el que a los profesionales se les entrega una formación integral, en que, si bien hay una exigencia académica muy ardua en la parte formativa, también hay una parte muy importante en cuanto a gestión hospitalaria y en cuanto a lo humano”, relata el doctor Rodrigo Mariño, quien está en segundo año del programa y relata que decidió cursarlo luego de interactuar con algunos de sus egresados.

Por su parte, el doctor Daniel Rubio, anestesiólogo, quien también optó por este programa, destaca que haberlo elegido le entregó importantes herramientas para el desempeño de su carrera, incluyendo “abordar a los pacientes de una manera ordenada y sistemática, además de adquirir conocimientos avanzados en fisiología, fisiopatología, farmacología, soporte de órganos como ventilación mecánica y técnicas extracorpóreas”.

Dada la buena acogida del programa, el año pasado se abrió la posibilidad de cursarlo como una especialidad primaria, en un periodo de cuatro años, abriendo la posibilidad de formarse a médicos directamente en ese período sin requerir de una especialidad primaria.

El programa de cuatro años llegó a complementar el diseño inicial, destinado a médicos que ya contaban con una especialidad y que tiene una duración de dos años.

“Mis dos años de subespecialidad fueron muy gratificantes, de mucho crecimiento profesional, personal y académico. Además tuve la oportunidad  de realizar  labores de gestión y organización en la pandemia, donde pudimos aplicar todo lo aprendido para atender  de la mejor manera a los pacientes que se encontraban más críticamente  enfermos”, rememora el doctor Óscar Ramírez, internista e intensivista.

Por su parte, el doctor Iván Arellano, emergenciólogo e intensivista, destaca que se trata de un programa que “tiene muchas herramientas y siempre está a la vanguardia del conocimiento, en que el conocimiento siempre se mantiene en el momento, y por eso me impulsó a incorporarme en este rodaje de formación que gusta bastante

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y me impulsa a quedarme en la UNAB y en Red Intensiva”, agrega, refiriéndose a que posteriormente se incorporó al personal docente de la universidad.

Una experiencia similar relata el doctor Jorge Méndez, emergenciólogo e intensivista, quien destaca la cercanía y disposición de los profesores del programa, y que éste se basara siempre en la última evidencia disponible. “Antes de hacer esta subespecialidad ya hacía turnos en intensivos, pero al entrar al programa se adquieren más fundamentos de los cuidados críticos, lo que se traduce en un mejor manejo y finalmente en una mejor sobrevida de los pacientes”, asegura.

Como parte del compromiso que tienen las universidades con contribuir a la solución de los problemas más complejos que tiene un país, la Universidad Andrés Bello (UNAB), de la mano con Clínica Indisa y con Red Intensiva, desarrolló el Programa de Especialización en Medicina Intensiva del Adulto, con una duración de cuatro años

EDUCACIÓN CONTINUA: UN IMPERATIVO ÉTICO CON EL PACIENTE Y LA SOCIEDAD

Para alguien que trabaja en cuidados intensivos la educación continua no es una alternativa, sino una obligación ética ineludible con sus pacientes y con la sociedad misma. Aunque ninguno la expresa exactamente con esas palabras, esta frase refleja el espíritu de lo que responden con firme convicción todos y cada uno de los médicos que fueron entrevistados para este artículo. Todos ellos han sido alumnos de los distintos cursos o programas que ofrece Red Intensiva, todos recomiendan que doctores, enfermeros, kinesiólogos y todos quienes trabajan en cuidados críticos los tomen, y algunos incluso se convirtieron, con el tiempo, en profesores de esos cursos.

Una de ellas es la doctora Luisa Marocco, quien comenzó su relación con la sociedad como invitada inter-

nacional a sus congresos en 2013 -cuando trabajaba en el Hospital San Bernardo de Salta, en Argentina-, para tres años después trasladar su vida completa a Chile cuando el doctor Ugarte la invitó a hacerse cargo de la Unidad de Quemados de Clínica Indisa y a participar de la red. Hoy, como integrante del directorio de la sociedad y coordinadora de la beca de medicina intensiva de la Universidad Andrés Bello, la doctora declara con orgullo que sigue siendo alumna de los cursos de la Red.

“El que no se actualiza y no está a la vanguardia hace medicina de los años 80. En Chile, lamentablemente, y en todo Sudamérica, tenemos centros de salud que hacen medicina de los ‘80 donde se quedaron con los conceptos viejos y eso no es posible. Hay que ir evolucionando porque algo que hace diez años se dijo que estaba mal hoy puede estar bien, y al revés”, explica Morocco.

La homogeneidad en la visión de los profesionales no es casual: la experiencia les ha

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mostrado que se desempeñan en un área que está en constante evolución, donde adquirir los últimos conocimientos en tecnología y herramientas diagnósticas y terapéuticas puede marcar la diferencia entre salvar o no la vida de una persona, e indudablemente impacta en su bienestar en un momento tan difícil como estar en una Unidad de Cuidados Intensivos.

tro del área. Esta nueva forma de abordar a los pacientes críticos requiere cada vez más médicos con formación en temas específicos para tratar urgencias neurológicas, respiratorias o de cualquier índole de la mejor manera posible.

“Tenemos un compromiso con los principios universales éticos de poner al paciente en primer plano, brindándole la mejor atención en el momento exacto en que la debe recibir, con el principio de la no maleficencia. Estos son principios fundamentales de la bioética y requieren de un perfeccionamiento continuo”, sostiene el doctor Fernando Pérez, jefe de servicio de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica Hospital del Profesor, y miembro del directorio de Red Intensiva y de su cuerpo de instructores.

La relación del doctor Pérez con la Red comenzó en 2019, cuando se inscribió en el curso Fundamental of Critical Care Support (FCCS), del que cinco años después es instructor. Luego de esa primera experiencia tomó un curso de ecocardiografía crítica, posteriormente uno de neurología crítica y uno de ventilación mecánica avanzada, y el año pasado todo su staff de médicos y enfermeras en la UPC la Clínica Hospital del Profesor se capacitó también en un curso de cuidados críticos.

La importancia de las subespecialidades

Uno de los cambios que han transformado la medicina intensiva con gran rapidez en los últimos años es la importancia que han ido adquiriendo las subespecialidades den-

“Hay urgencias en todas las áreas y hay pacientes críticos derivados de todas las especialidades. En este contexto, los especialistas que hemos escogido la urgencia  o los intensivos tenemos un reto enorme para mantenernos, no solo al día con nuestros conocimientos, sino además estar a la altura de la discusión sobre los pacientes con muchas especialidades a diario. Esto genera una enorme responsabilidad y esfuerzo diario para mantener nuestros conocimientos al día. En urgencia el Urgenciólogo y en la UCI el intensivista, son como los directores de una orquesta que deben, con el conocimiento adquirido y con la práctica diaria, llevar la terapia de sus pacientes, con el apoyo multidisciplinario que se requiere. Todos los días son distintos y todos tienen retos a menudo impensables”, sostiene con gravedad el doctor Rolando Marín, médico cirujano de la Universidad de Cuenca, urgenciólogo de la USACH y posgrado de medicina intensiva de la UNAB, quien además es miembro del Comité Científico de Red Intensiva.

A juicio del doctor Jorge Méndez, ex presidente de Red Intensiva, la educación continua en medicina intensiva es especialmente importante para Chile, donde de por sí hay un déficit de especialistas y este es aún mayor respecto de especialistas dentro del área de urgencias. “En la medicina, cualquiera sea la especialidad, uno siempre tiene que estar estudiando para no quedarse atrás en el conocimiento. En la medicina

crítica no es lo mismo hacer turnos en intensivo que ser intensivista, lo digo porque he vivido las dos realidades. Es muy importante que los médicos que trabajan en intensivo se especialicen, porque además de lo anterior hay un déficit importante de intensivistas, y esto se acentúa aún más en regiones”, advierte.

de estar constantemente actualizándose por el surgimiento de nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas que deben comenzar a implementar con sus pacientes.

“La tecnología avanza de una manera muy rápida, y seguir formándose es imperioso, no es algo electivo, no hay forma de que uno pueda no hacerlo. Si uno se queda atrás, claramente se convierte en una persona no competente en el área hoy en día, y eso es muy complejo”, asegura al respecto el doctor Rodrigo Mariño, becado de medicina intensiva del adulto y médico residente de la UPC de Clínica INDISA.

Una opinión similar sostiene el doctor Óscar Ramírez, médico internista intensivista y docente de Medicina en la UNAB, quien afirma que para el país “es extremadamente relevante seguir formando médicos en cuidados intensivos para tener mayor personal en áreas como manejo de membrana de oxigenación extracorpórea, medicina neurointensiva, ventilación mecánica y manejo de pacientes quemados, entre otras”, indica Ramírez.

La doctora Marocco coincide en el deber de ampliar los conocimientos dentro de la medicina intensiva: “Yo, por ejemplo, partí en medicina intensiva haciendo neuro y ahora estoy en nutrición, y entre medio transité por otras especialidades, pero si hoy hay una actualización en neuro claro que voy a instruirme en ella”, explica.

Nuevas tecnologías, nuevos procedimientos y la irrupción de la inteligencia artificial (IA)

Otro motivo por el cual los médicos consultados consideran extremadamente relevante, particularmente para quienes se dedican a los cuidados críticos, seguir especializándose, es la velocidad con que se incorporan las nuevas tecnologías, nuevos procedimientos y, recientemente, la inteligencia artificial (IA) en las salas de emergencia. Esto genera, explican, la obligación

Para el doctor Daniel Rubio, anestesiólogo y becado del programa de Medicina Intensiva del Adulto, seguir especializándose es una importante muestra de compromiso con el paciente: “Como profesional de la salud, tienes la responsabilidad ética de proporcionar el mejor cuidado posible a tus pacientes, lo que implica mantenerse actualizado en tu campo. Los nuevos descubrimientos y tecnologías requieren actualización constante para ofrecer el mejor cuidado a nuestros pacientes y la formación continua te permite mejorar tus habilidades clínicas, aprender nuevas técnicas y mantenerse al día con las mejores prácticas médicas”, explica.

En la misma línea, el doctor Marín sostiene que la necesidad de formación continua que “no puede dejarse para un próximo año, ya que un resbalón académico, un descuido de un par de meses te puede dejar en una triste soledad de conocimientos que solo irá en desmedro de nuestros pacientes. Cuando empezaba mi carrera mis profesores decía que en medicina no se deja de estudiar nunca, puedo decir que eso no solo es una verdad, sino una necesidad”.

El aporte de Red Intensiva

Tal como el caso del doctor Pérez, que comenzó como usuario de uno de los cursos y años después se convirtió en instructor Continúa en la página

de uno de ellos y en integrante del directorio de Red Intensiva, todos los consultados para este artículo tienen una opinión muy positiva del trabajo de la sociedad no solo en cuanto a su oferta académica y la posibilidad de certificarse en ellos, sino también por los otros espacios que ofrece durante el año y que hacen muy atractivo afiliarse a ella. Entre los espacios más destacados de la red se realizan congresos, seminarios, simposios, y charlas -incluyendo el Simposio Internacional de Emergencias Médicas y Paciente Crítico (SIEMPAC) y el Simposio de Urgencias Médicas, Medicina Intensiva y Trauma (SUMMIT)-, que incluyen tanto cátedras de prominentes médicos internacionales como cursos introductorios que preceden a los congresos.

“Cuando uno ya está adentro es muy interesante, por el nivel de exigencia de los cursos y por estar expuesto a estos seminarios, congresos y cursos de formación, tras los cuales uno ve un importante crecimiento profesional. Después de unos años, al hacer un feedback, uno se da cuenta del crecimiento que ha adquirido. Creo que Red Intensiva es primordial en la medicina crítica”, relata al respecto el doctor Mariño.

Si bien en cuanto a medicina Chile tiene una oferta bastante amplia en educación continua los cursos de la red tienen una atractiva ventaja precisamente por estarse actualizando constantemente al ir de la mano con los otros espacios de innovación que se llevan a cabo permanentemente, y también al incluir muchos elementos prácticos. “La red se preocupa porque en los cursos se incorporen herramientas prácticas y que éstas se vayan actualizando a medida que vayan cambiando a nivel internacional con mucha rapidez, por lo que uno puede ejercer esos nuevos conocimientos al día siguiente de haber terminado con la capacitación”, explica el doctor Pérez, quien destaca además que estos conocimientos también están disponibles para otros profesionales que trabajan en cuidados intensivos, como kinesiólogos y enfermeros.

Esto también es destacado por la doctora Marocco, quien sostiene que “el médico puede tener muchos conocimientos pero si no tiene el soporte de enfermería, kinesiología, de técnicos atrás, seguramente le va a ir mal al paciente. Es fundamental formar líderes para que comanden equipos y que trabajen alineados por la misma escuela en un trabajo multidisciplinario”

Entre el amplio abanico de posibilidades que ofrece la red, recientemente se comenzó a impartir un nuevo curso de ultrasonografía avanzada enfocado en la valoración hemodinámica y el uso de la sonda transesofágica, aspectos que son fundamentales en el manejo de pacientes críticos y que permitirán a quienes lo tomen mejorar la atención y el tratamiento de sus pacientes.

CONECTANDO A CHILE CON LOS

PROTAGONISTAS

DE LA MEDICINA CRÍTICA

A NIVEL GLOBAL

A través de distintos congresos, cursos y charlas, Red Intensiva ha acercado a la comunidad médica nacional a las más relevantes eminencias en cuidados críticos de todo el mundo, generando un espacio de interacción directa único con quienes están, actualmente, escribiendo la historia de la medicina contemporánea.

El 30 de mayo de 2023, la comunidad médica internacional en pleno lamentó el fallecimiento -con apenas 60 años-, del profesor Paolo Pelosi. Innumerables organizaciones y personalidades de todo el mundo dedicaron extensos homenajes al trabajo que el médico italiano realizó a lo largo de su vida en los campos de la anestesiología y la medicina intensiva, además de su compromiso con el bienestar de los pacientes, su labor docente y los diversos espacios que ocupó durante su carrera, incluyendo la presidencia de la Sociedad Europea de Anestesiología.

Entre los cientos de escritos que aparecieron esos días, sin embargo, se cuela uno que publicó el mismo Pelosi, solo días antes de morir, y que está dirigido a Chile: “Orgulloso de recibir el prestigioso Premio Internacional a la Carrera en Medicina Intensiva de la Sociedad Chilena de Medicina de Cuidados

Críticos y Emergencias (…) Gracias al profesor Ugarte y a la junta directiva”, se puede leer aún en su cuenta de Linkedin.

El mensaje aludía a la última edición del Simposio Internacional de Emergencias Médicas y Paciente Crítico (SIEMPAC 2023), organizado por Red Intensiva, y cuya inauguración consistió, precisamente, en una charla magistral dictada por el profesor Pelosi el día 26 de mayo del año pasado.

Para los afortunados profesionales de la salud que asistieron al simposio se trató de una oportunidad invaluable para escuchar una de las últimas conferencias dictadas por esta eminencia de la medicina crítica, quien en esa oportunidad abordó los pros y contras de la medición de la presión transpulmonar para individualizar la ventilación mecánica.

Presencia de vanguardia y formación

La del año pasado, en todo caso, no fue la única oportunidad que tuvieron los seguidores de Red Intensiva de escuchar al profesor Pelosi -quien ya había participado en la edición 2020-, ni fue el médico italiano la única eminencia que expuso en el SIEMPAC 2023 o en sus ediciones anteriores. Por el contrario, traer a Chile a los protagonistas de la medicina crítica mundial para que expongan sobre sus distintas especialidades es parte del sello de Red Intensiva, y uno de los elementos más valorados por sus afiliados.

“Nuestros congresos nos permiten interactuar directamente con el docente que escribió la guía que todos los días estamos poniendo en práctica. Nos sentamos a la misma mesa y charlamos de igual a igual”, explica la doctora Luisa Marocco, cuya relación con la Red está marcada por esta instancia pues comenzó como invitada internacional -argentina- al SIEMPAC de 2013.

Además del SIEMPAC, la red realiza un segundo gran evento anual; el Simposio de

Urgencias Médicas, Medicina Intensiva y Trauma (SUMMIT), y de manera permanente durante todo el año ofrece una actividad semanal -todos los sábados a las 09:30 horas-, en que de manera virtual se aborda un tema de interés distinto también con la participación de expertos de alto renombre tanto nacionales como internacionales. Esta última instancia congrega hasta a 150 profesionales de la salud cada semana, incluyendo médicos de distintos lugares de Iberoamérica.

“Siempre traemos expositores que están en la vanguardia y que se encuentran entre los autores más reconocidos y con más publicaciones científicas en cuanto a medicina de urgencia”, destaca el doctor Iván Arellano, médico intensivista y docente del programa de medicina intensiva y pregrado UNAB.

En efecto, otro de los expositores que han generado alto interés entre los asistentes a estos espacios es Daniel Lichtenstein, médico intensivista francés considerado el padre de la ecografía pulmonar, técnica que comenzó a implementar desde 1985, que debió defender durante décadas ante la comunidad médica tradicional y que hoy es parte de los protocolos formales en las terapias críticas inmediatas.

El doctor Lichtenstein es autor de varios libros relativos a la ecografía pulmonar, más de veinte artículos científicos originales, y ha sido clave en la enseñanza de la ecografía crítica con un enfoque holístico. Además de invitarlo al SIEMPAC, Red Intensiva gestionó una visita del doctor Lichtenstein a Castro, generando un acercamiento muy importante de un protagonista de la medicina contemporánea también a regiones.

Otra eminencia que ha participado de estos encuentros es la doctora estadounidense Janice Zimmerman, quien además de ser la autora de uno de los libros ancla de la medicina intensiva (“Fundamental Critical Care Support”), y haber sido merecedora de

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numerosos premios a nivel internacional, se convirtió en la primera mujer en ser electa presidenta de la Federación Mundial de Sociedades de Medicina Intensiva y Cuidado Crítico.

“Tenerla aquí en Chile como invitada de Red Intensiva claramente nos aportó muchísimo, porque además de escuchar su exposición hemos podido interactuar directamente con ella, que es la autora de uno de los trabajos más grandes que hay en terapia intensiva a nivel mundial”, remarca el doctor Rodrigo Mariño, becado de medicina intensiva del adulto y médico residente de la unidad de pacientes críticos de Clínica Indisa.

También desde la primera línea de vanguardia de la medicina intensiva, Red Intensiva ha invitado a sus congresos a los doctores Phillip Dellinger y Andrés Esteban. El primero es autor de más de 250 artículos y 30 libros sobre cuidados críticos y enfermedad pulmonar, y es reconocido como uno de los pioneros de la campaña internacional de la sepsis desde su comienzo, hace 20 años, y aún como una pieza clave en la implementación y actualización de esa campaña. El doctor Esteban, en tanto, es una autoridad de renombre mundial en cuanto a ventilación mecánica, campo al que ha dedicado más de 30 años.

“Creo que Red Intensiva está haciendo una labor importante de formación para los médicos y también para la sociedad, porque finalmente quien se beneficia de estos conocimientos son los pacientes y la sociedad chilena en general, al cada día tener médicos mejor capacitados en cuidados intensivos”, valora el doctor Fernando Pérez, jefe de servicio de la unidad de pacientes críticos de la Clínica Hospital del Profesor. Integrante del directorio de Red Intensiva y del cuerpo de instructores de la red.

A través de distintos congresos, cursos y charlas, Red Intensiva ha acercado a la comunidad médica nacional a las más relevantes eminencias en cuidados críticos de todo el mundo, generando un espacio de interacción directa único con quienes están, actualmente, escribiendo la historia de la medicina contemporánea.

DR.

SERGIO VALDÉS,

UN TESTIMONIO:

PIONERO DE LA MEDICINA INTENSIVA EN CHILE

Por más de 50 años, la vida del doctor ha estado ligada a la medicina crítica nacional. De alguna manera nacieron juntos, él como doctor, las UCIs como una nueva modalidad. Su memoria es un archivo histórico que no para y que ahora se dirige al uso médico de la tecnología, la inteligencia artificial y la robótica.

Cuando Sergio Valdés era aún un estudiante de medicina, a fines de la década de los ’60, en el país aún no existían las unidades de cuidados intensivos. Fue cosa del destino que precisamente en 1969, el año de su egreso, debutara un programa implementado por la Universidad de Chile y financiado por la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS) para habilitar la primera UCI general de Chile.

La oportunidad fue cosa de suerte, pero sin duda fue su talento el que lo convirtió en uno de los siete seleccionados para hacer su residencia en ese lugar. Así comenzó un camino de más de cinco décadas que convirtió la memoria del doctor Valdés en un archivo histórico de la medicina nacional.

La primera UCI

La unidad era una sala abierta, con cinco camas coronarias y seis de cuidados intensivos, separadas unas de otras con cortinas. Contaba con un osciloscopio que permitía ver la señal del electrocardiograma -poco más que un tubo de rayos catódico-, y con dos enfermeras en cada turno. Eran condiciones privilegiadas para la época y motivo de orgullo para el equipo.

La implementación de la primera UCI chilena fue tan significativa que quedó plasmada en una película que aún se conserva en los archivos de la OPS.

La unidad se fue perfeccionando de a poco, incorporando métodos de control de la presión arterial - una cánula que se insertaba en la arteria radial y un reloj para leer los indicadores-, luego un equipo de Electronics for Medicine, que permitía medir presión arterial, respiración y electrocardiograma. Los resultados aún se anotaban a manos en grandes sábanas de papel, aunque a diferencia de las otras áreas, donde esto se hacía cada seis horas, en la UCI se realizaba un control horario de los signos vitales.

Luego de un par de años como médico residente y habiéndose convertido en jefe de

esa UCI, Valdés se dio cuenta de que necesitaba ampliar sus conocimientos. Eran mediados de los ’70 y el doctor hizo un viaje que cambiaría su vida y el futuro de la medicina crítica en Chile.

Max Harry Weil

Valdés viajó a Estados Unidos para asistir a un congreso en que participaría Max Harry Weil, fundador de la Sociedad de Cuidados Intensivos de Estados Unidos y uno de los pioneros en el área. Era un profesor famoso a nivel mundial, pero lo que vio el aún joven doctor chileno superó todas sus expectativas. “Tengo que ir a estudiar con él”, concluyó. Y lo hizo.

Era 1976 y el doctor Weil comandaba la unidad de cuidados intensivos más tecnológica de EE. UU. Contaba con ingenieros, bioquímicos, y una sala de 30 metros con computadores IBM que probablemente parecería la escena de una película de ciencia ficción para el 95% de la sociedad chilena de la época.

La UCI estaba muy automatizaba, tenía la capacidad de recolectar cientos de miles de datos y para analizarlos trabajaba en conjunto con la University of Southern California y el Center for the Critically Ill, el centro más grande y más tecnológico de ese país.

“Estuve dos años allá haciendo investigación y trabajo clínico, trabajos experimentales con nuevas tecnologías, nuevos catéteres.. todo era innovación. Había dispositivos para medir el ácido láctico en la sangre, sistemas de feedback para medir la oxigenación de la sangre, control y monitorización de los indicadores. Había profesionales de Israel, de Brasil… Era el crisol de los cuidados críticos y me empapé de esa atmósfera tecnológica”, recuerda hoy el doctor Valdés.

Fue su verdadera instancia de formación en cuidados críticos de alto nivel, y tras finalizar una beca de especialización en enfermedades pulmonares en la Universidad de Cali-

fornia, volvió a Chile para compartir todo lo que había visto. Permaneció un tiempo en la unidad de tratamientos intensivos José Joaquín Aguirre y luego aceptó la invitación de la Clínica Las Condes, que le pidió crear su unidad de cuidados intensivos.

1983

Los recursos de Clínica Las Condes permitieron crear una unidad sumamente moderna y tecnológica para el Chile de 1983. Valdés sentía la obligación ética de llevar esos conocimientos más allá, y la UCI de la clínica se abrió a la academia. Llegaron doctores de distintas universidades y hospitales chilenos, y luego también de países vecinos. Se transformó en una escuela de medicina crítica de avanzada que introducía la tecnología y sus posibilidades de brindar datos objetivos en la toma de decisiones.

Se implementó el neuromonitoreo crítico, la monitorización hemodinámica, cardiovascular y respiratoria, se desarrollaron mecanismos de apoyo para intervenciones más complejas y graves, incluyendo transplantes de pulmón, riñón, hígado y corazón, instalación de corazones artificiales, oxigenadores de membrana y otros grandes desarrollos que hoy son basales para el soporte vital de los pacientes.

Uno de los desafíos que seguían pendientes era poder analizar la información que se recogía para poder realizar análisis clínicos multidisciplinarios. Valdés implementó, en la clínica, un software que permitía proyectar, en una pantalla gigante, esta información, permitiendo que un equipo de doctores pudiera analizar la información simultáneamente. “Con eso evitábamos uno de los grandes problemas de la medicina en general y de la medicina crítica en particular, que es la visita secuencial, en cadena, donde pasa un doctor, anota una cosa, pasa otro, y no hay interacción. Creamos un comando estratégico, y creo que fue el primero en Latinoamérica”, recuerda el doctor.

Cronos y Kairós

Instaladas las bases de la nueva medicina intensiva chilena, Valdés concentró su atención en las medidas que se debían implementar para optimizar el factor tiempo, clave en medicina y más aún en medicina crítica. “Uno tiene que actuar como las fuerzas Delta, oportunamente. Cronos, el tiempo inflexible del reloj, y Káiros, el dios del tiempo de la oportunidad. Las cosas hay que hacerlas cuando corresponde, ni antes ni después, porque sino uno se precipita o se demora y tanto uno como otro pueden ser errores críticos”, explica el doctor.

Para ser eficientes en ello, requerían contar con toda la información disponible y poder registrarla y analizarla. Habían llegado los ’90 y ya había muchos sistemas de monitorización disponibles, pero no contaban con la memoria suficiente para almacenarlos. Lo consiguieron.

Clínica Las Condes se cambió de edificio y la nueva unidad ya contaba con alta tecnología. Era 2013, Las sábanas de anotación de las enfermeras habían sido casi completamente reemplazadas por instrumentos de registro, pero aún quedaba mucho por hacer. Y esa realidad, dice Valdés, no ha cambiado demasiado en la última década.

Un país conservador

A juicio de Sergio Valdés, la inteligencia artificial (IA) no es una novedad para el mundo y tampoco para Chile. Siri, Alexa y otros sistemas llegaron hace una década, y si bien se está empleando la tecnología en aspectos como los posibles efectos adversos de medicamentos la IA aún tiene mucho que aportar en cuanto a evitar diagnósticos erróneos, patologías asociadas y otros aspectos.

Los avances tecnológicos, dice, ocurren a intervalos cada vez más cortos, y representan un potencial enorme para la medicina. “El chat GPT tiene un potencial enorme aun-

que todavía esté en entrenamiento, y las facultades de medicina siguen siendo muy conservadoras. Deberían haber empezado a conversar esto hace 15 años porque la bioinformática, la informática médica, la telemedicina, la IA, son todas áreas que deberían y estar en el currículum de las escuelas de medicina”, lamenta el doctor.

En particular, dice que estos cambios son apremiantes para Chile pueden resolver problemas de equidad y distribución de recursos que son muy complejos en un país tan largo y geográficamente difícil. Su percepción es que estos avances van a ir de la mano del mundo privado, pues la lentitud y burocracia harán imposible que lo haga el Estado.

“En Japón ya hay hospitales basados en IA, con robótica, sillas de rueda robóticas, escáneres verticales, y sí, esto implica recursos pero también permite distribuir el conocimiento y que se pueda llevar a regiones remotas vía telemedicina”, afirma.

El doctor Valdés valora los esfuerzos de Red Intensiva por difundir estos temas en sus congresos, pero cree que “esto tiene que ir más allá de una sociedad médica, tiene que ser un plan nacional, incluir alianzas público privadas y ser muy altruista”.

Su mensaje final para la Red, para el país y, sobre todo, para quienes hoy estudian medicina, es que hagan las cosas con pasión: “Piensen que pueden trascender a través de su conocimiento y eso es lo más importante. Hay muchos jóvenes apasionados por la medicina y hay que darles oportunidades pero despertarles también el sentido de trascender, hacer cosas que valgan la pena con su vida y su profesión. Para eso estudiaron medicina, para eso yo volvería a estudiar medicina”.

SALUDOS A LA RED POR SUS 23 AÑOS:

Dr. Sebastián Ugarte

“Querida Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva,

En este día especial, queremos celebrar el aniversario de una Sociedad dedicada a la excelencia en el cuidado de los pacientes más críticos. Su compromiso con la formación, la colaboración multidisciplinaria y el avance continuo en Medicina Intensiva y de Urgencias es verdaderamente inspirador. Gracias por su labor excepcional durante estos ya 23 años, por su contribución invaluable a la comunidad médica y por su continua búsqueda de la excelencia en el cuidado de la salud. ¡Feliz aniversario! Con gratitud y admiración.

Dr. Iván Arellano

“Quiero agradecer, en este aniversario número 23, a Red Intensiva por haber generado un gran avance y haber ayudado mucho a la formación de grandes profesionales que han sido un aporte para el país. Sus cursos han significado un gran beneficio para el manejo de las Ucis y esta formación continua se agradece y espero que siga muchos años más”.

Klgo. Felipe Castillo

En este 23 aniversario de Red Intensiva me gustaría reconocer la gran labor de esta sociedad en promover el desarrollo y crecimiento de la kinesiología intensiva, siendo parte integral de sus directorios desde los primeros años, y constituyéndose en una gran plataforma que nos permite desarrollar nuestra especialidad a través de la formación continua de los kinesiólogos y kinesiólogas de Chile. En los personal muy

agradecido de poder compartir con todo el equipo estos 23 años de historia.

Dra. Luisa Marocco

“Este aniversario 23 nos encuentra muy unidos, muy concentrados en lo que estamos haciendo como sociedad y con muchos desafíos por delante: crear nuevos cursos y seguirnos capacitando, porque incluso los que hoy somos docentes seguimos siendo alumnos, ya que eso nos permite seguir creciendo como personas, profesionales, equipos y como sociedad”.

Dr. Rolando Marín

“Quiero agradecer a todos quienes trabajan con nosotros codo a codo para sacar adelante estos proyectos, a los miembros de la directiva y a todos los docentes que de manera voluntaria y entusiasta entregan sus conocimientos con alegría y responsabilidad. Por eso es importante sumar voluntades para seguir en este permanente camino de la formación continua que está dirigida a todo el personal de salud. La Red Intensiva tiene sus puertas abiertas a nuevos talentos y todos aquellos que estén deseosos de participar y que tengamos muchos más años de actividad”.

Dr. Rodrigo Mariño

“Saludo muy cordialmente a todos los miembros de Red Intensiva. Me alegra mucho poder compartir con todos este ambiente de formación y crecimiento que es indispensable y nos tiene a todos muy contentos. Ya este año estamos preparando todos juntos nuestros simposios y nuestros congresos que sé que van a salir muy bien y creo que todos estamos ansiosos de ver cómo se desarrolla el 2024”.

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de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva

E.U Claudia Navarro

“Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más profundo agradecimiento a Red Intensiva en su aniversario número 23. Durante estas más de dos décadas, Red Intensiva ha sido un faro de conocimiento, excelencia y dedicación en el campo de la medicina crítica.

Agradezco de manera especial a todas las enfermeras, médicos, técnicos y profesionales de la salud que han colaborado a lo largo de los años para hacer de Red Intensiva un referente en el ámbito de cuidados críticos.

¡Gracias por todo lo que hacen y por su incansable dedicación!”.

Dr. Fernando Pérez

“Gracias por esta instancia. Soy un convencido de que el profesional de la salud debe tener un proceso de mejoramiento continuo y la red cumple con ofrecer programas muy buenos para ello, lo que debe ser reconocido y valorado. La red es hoy en día una organización científica sin fines de lucro dedicada a capacitar a médicos del área intensiva, y quiero felicitarla en este aniversario por esta gran labor”.

Dr. Eugenio Poch

Fundador de la Red

Intensiva

“Estimados miembros de la RED. En esta oportunidad tan especial quiero expresarles mis más sinceras felicitaciones en ocasión del 23 aniversario de su fundación. Su labor ha sido admirable, llena de dedicación, profesionalismo y entrega tanto a la educación como al cuidado de los pacientes que más lo necesitan, lo que ha sido la principal misión de nuestra organización

desde sus inicios y para mí un motivo de orgullo y pertenencia. Sólo cabe desear a todos sus socios muchos años más de éxito”.

Dr. Óscar Ramírez

“Le envío un fuerte abrazo a los miembros y junta directiva de la red intensiva . Les agradezco la oportunidad de hacerme parte de la sociedad, de mantenerme en formación continua del más alto nivel academico , siempre con un trato muy respetuoso y formal. Muchos saludos”.

Dr. Daniel Rubio

“Quiero enviar un cálido saludo a la red intensiva en su XXIII aniversario, extendiendo mis mejores deseos para este momento tan especial. Que este hito sea un recordatorio de los logros alcanzados y una inspiración para los futuros éxitos que están por venir. ¡Felicidades y que continúen los éxitos!”

Dr. Sergio Valdés

“Mis felicitaciones porque el trabajo que han hecho es un trabajo de perseverancia en que han buscado ir juntando voluntades, han sido ecuménicos, han invitado a gente de distintas áreas y han tenido que sortear dificultades importantes de gente que no ha comprendido los esfuerzos que ha querido hacer la Red Intensiva en estos 23 años”

UNA INVITACIÓN A SER PARTE DE UNA SOCIEDAD A LA VANGUARDIA DE LA MEDICINA CRÍTICA EN

CHILE

Dr. Sebastián Ugarte

“La Sociedad Chilena de Medicina Crítica y Urgencias representa una valiosa oportunidad para formar parte y participar en un grupo multidisciplinario que incluye enfermeras, kinesiólogos, médicos y otros profesionales. Esta colaboración fomenta un espíritu de trabajo en equipo esencial para el óptimo funcionamiento de nuestros servicios. Además, nos brinda la posibilidad de interactuar con destacados profesores internacionales y conocer las mejores prácticas en nuestras especialidades a nivel mundial. Su programa educativo garantiza que estemos siempre actualizados y evitemos quedarnos obsoletos, siendo una oportunidad invaluable para todos nosotros”.

Dr. Eugenio Poch

“La membresía ofrece una serie de beneficios en formación y actualización. como el acceso a cursos y eventos de formación continua a precios preferenciales, descuentos en la matrícula de cursos y diplomados, posibilidad de acceder a programas de formación y recursos educativos como webinars, podcasts y artículos científicos. Asimismo, la oportunidad de conocer e interactuar con otros profesionales de la medicina intensiva de Chile y el extranjero y participar en grupos de trabajo sobre diferentes áreas de la medicina intensiva (...) La membresía ofrece una amplia gama de beneficios que pueden ayudar a los médicos y profesionales afines a mejorar su formación, desarrollo

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Chilena de Medicina Crítica y Urgencias, Red Intensiva

profesional y contribuir al avance de la medicina intensiva en Chile”.

Dr. Rodrigo Mariño:

“Red Intensiva a uno le aporta muchas herramientas y la posibilidad de entrar en un ambiente de formación y actualización continua, además de permitirle estar expuesto a muchos puntos de vista y debates que permiten llegar a la mejor conclusión respecto de un tema en base a las publicaciones científicas y la misma experiencia que han tenido los docentes. Creo que Red Intensiva aporta muchísimo en cuanto a la formación y el crecimiento profesional, sobre todo”.

Dr. Iván Arellano

“Red Intensiva es una importante herramienta para ir adquiriendo conocimiento y formación continua, con exponentes de todo el mundo, publicaciones y congresos, entre otros espacios muy relevantes”.

Dr. Fernando Pérez

“La red ha generado una serie de herramientas de capacitación que cada día se actualizan y perfeccionan para todos los profesionales que están en ella puedan tener esas herramientas de la forma más clara, práctica y rápida que sea posible. Uno de los problemas que tienen los profesionales de la salud hoy en día es la gran cantidad de información disponible, ya que muchas veces no es posible revisar todas las nuevas publicaciones, y lo que hacen instancias científicas como RI es actualizar en cada especialidad las mejores prácticas que debe adquirir cada médico en su especialidad. La red es una especia de guía muy importante para que médicos y profesionales de la salud puedan estar constantemente capacitándose de forma adecuada. El mensaje es a integrarse”.

Dr. Oscar Ramírez

“La sociedad ofrece alternativas muy interesantes, muy académicas y con tecnología. Recomiendo totalmente la formación  en ultrasonido, neurointensivo, y manejo de paciente quemado. Tener el conocimiento en estos grupos de pacientes, tener la in-

formación más actualizada además de la práctica es lo que marca la diferencia en los desenlaces”.

Dr. Rolando Marín

“Está el aporte en habilidades técnicas, actitudinales frente al paciente, el conocimiento científico, pero sin duda el aspecto más importante es el cambio de paradigma que se entrega entre una UCI cerrada y una UCI humanizada en donde se pone al ser humano como centro, y cuando hablo del ser humano me refiero a todos los actores en el proceso de salud. Tan importante es el paciente como el que le atiende, así como su entorno, familia, pareja y amigos. La visión holística de la medicina crítica me ha abierto a nuevas formas de interaccionar y tomar decisiones más certeras frente a problemas cotidianos y los que no son tan habituales”.

La Sociedad Chilena de Medicina

Crítica y Urgencias representa una valiosa oportunidad para formar parte y participar en un grupo multidisciplinario que incluye enfermeras, kinesiólogos, médicos y otros profesionales.

Dr. Sebastián Ugarte

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