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LA TERAPIA DE PAREJA... ¿AYUDA O PERJUDICA?
from ABRIL 2024
by Mujeres
Diana Patricia Arriaga De la Garza
Lic. en Ciencias de la Comunicación y MBA en Recursos Humanos
Hace varios años intenté arreglar algo que creo, desde el inicio no tenía solución, pero siempre hay que intentar hacer lo que esta en nuestras manos para hacer que las cosas mejoren o salgan lo mejor posible, por eso dicen muy comúnmente por ahí “la fe es lo último que muere” e intentamos aferraros a una idea y ponerle mucho empeño a algo que quizá ya no tenga mucho sentido.
Ahora yo me pregunto haciendo alusión un poco al artículo que escribí el mes pasado en relación a la terapia, cuando se trata de hacer terapia en pareja ¿eso ayuda o perjudica más la relación?
Según algunas investigaciones dicen que tres de cada cuatro parejas admiten una mejoría tras la terapia. Pero sabemos que las discusiones, la rutina y la falta de sexo son unos de los principales motivos de separación, sin embargo, muchas veces creo que la terapia en pareja puede ayudar a tener una buena ruptura y no necesariamente salvarla.
La clave está en ir cuando ambos miembros lo sientan y tengan además los mismos objetivos, de nada vale si uno quiere recuperar la relación y el otro romperla.
Tiene que haber primero voluntad, ganas de querer solucionar las cosas, y segundo, motivación. Es recomendable acudir a este tipo de procesos cuando las parejas tengan malestar o insatisfacción, quieran resolverlo y tengan ambos el mismo o los mismos objetivos como lo mencione anteriormente.
La terapia es mucho más eficaz si se acude nada más observar el malestar en la relación que si se deja pasar y pasar el tiempo hasta que el desgaste pueda más que cualquier cosa.
Una terapia de pareja no sólo vale para recuperar la relación, sino también para tener una ruptura lo menos conflictiva y dolorosa posible. De modo que el objetivo de todo es que la pareja se comunique y resuelva lo que quiera resolver para sentirse mejor consigo mismo y con el otro.
La mayoría de las parejas van a consulta porque discuten mucho, pero “detrás del ruido, hay conflictos sin resolver”. Por tanto, lo primero que hay que poner sobre la mesa es el problema real por el cual la relación no funciona como antes.
Muchos expertos dicen que hay que trabajar el diálogo frente al monólogo. Es decir, es necesario empatizar con el otro, escucharle, saber qué le ocurre realmente e intentar entenderlo.
Lo principal en terapia es enseñar a: saber escuchar, ponerse en los zapatos del otro, aprender a comunicar lo que sentimos o nos molesta sin herir a la otra persona, responsabilizarnos de nosotros mismos, huir de la dependencia emocional, aprender a discutir, atender y cuidar la relación de pareja, y a poner unas bases para volver a ilusionarse.
“En los problemas de pareja los dos son parte del problema y los dos son parte de la solución”.
Dependiendo de la pareja en cuestión y del motivo que le haya llevado a terapia, se utilizarán unos recursos u otros, pero todos tienen los mismos objetivos: que la pareja aprenda a resolver sus conflictos, a gestionarlos porque “una pareja feliz no es aquella que no los tiene, sino aquella que sabe adaptarse y enfrentarse a ellos”. Yo creo que al final de la terapia, las parejas deciden seguir juntos o no, pero esta decisión es consciente, hablada y compartida entre ambos.
La terapia es por tanto un recurso más, cada vez más utilizado en nuestros días porque ya no se ve con tanto estigma como hace algunos años, al que las parejas pueden recurrir si así lo desean ambos. Bien para recuperar lo que un día perdieron y crecer en la relación sin que sea demasiado tarde para recoger los restos del naufragio. O bien para aceptar y afrontar que la relación ha terminado sin que suponga ni mucho menos, una derrota, pues en ocasiones, la ruptura es la mejor de las soluciones.
Creo firmemente que una terapia de pareja nos ayudará a conocernos individualmente y, sobre todo, nos enseñará a ser mejor pareja en esta, o en futuras relaciones.
Y recuerden sean felices.