EL RINCÓN DE GABY

y también realiza el ejercicio de recordar como te sentías cuando tus papas prometían cosas que no cumplían o cuando no te hacían caso en algo que para ti era muy importante; acaso ¿te gustaría que tus hijos pasaran por lo mismo?, y si inconcientemente lo hiciste es momento de que ellos recobren la confianza en ti y tomes la decisión de cumplir lo prometido y mostrar empatía y una escucha muy activa cuando ellos te platiquen cosas quizás para ti triviales o sin interés pero que para ellos es todo su mundo; también recuerda preguntarle con posterioridad del tema que te platicó para que vea que estas al pendiente de sus cosas y que no era interés fingido.

 No le encomiendes cosas que no son propias de su edad, ni l@ hagas responsable de situaciones que te corresponden a ti resolver, no le robes su infancia, la vida es una y hay que vivirla en plenitud y en cada una de sus etapas; está en nuestras manos que nuestr@s hij@s sean niñ@s y no adultos en un cuerpo de niñ@s.

 Cuando hables con el o ella o con otras personas de ellos, evita compararl@s contigo o con otros niñ@s de su edad, tanto en lo bueno como malo, recuerda que son seres humanos distintos, con fortalezas, capacidad y virtudes propias.

 Dile a diario cuanto l@ amas, abrázal@ como si fuera el primero, disfruta sus sonrisas, sus miradas tiernas.

 Mientras duerme acércate y respira a su ritmo, a la par dile lo importante que es en tu vida, cuanto lo amas y platícale como te sientes.

 Dales masajes, míral@s a los ojos y diles lo mucho que l@s amas.

 Platícale de tu niñez, lo que te gustaba hacer, y porque no, hazlo con ellos.

 Acepta tu responsabilidad de ser padre o madre, y no deposites en otros, si bien es cierto los abuelos, primos, amigos, vecinos etc., son de muy buena ayuda, tus hijos requieren de tu tiempo y de tu interés.

 Es cierto que a algunos de nosotros no nos en- señaron a mostrar nuestros sentimientos, pero recuerda como te hizo o te hace falta hasta la fecha un abrazo o que tus padres te dijeran lo mucho que te quieren o lo orgulloso que se sienten de ti, y si eso no te gustó para ti, porque repetir patrones.

 Quita de tu mente el pensamiento de “…que importa son solo niños, ni se dan cuenta…”; “…que van a entender…” “…que van a saber de la vida…”; si vieras como están llenos los consultorios de los terapeutas o psicólogos de pacientes que sus traumas, miedos, inseguridades y limitaciones de la edad adulta provienen de la niñez, e incluso desde el embarazo.

 Ríe mucho con ellos, la sonrisa alimenta el alma y las carcajadas de un niño son una caricia al corazón.

 Establezcan una pequeña tradición, rutina, encuentro o cita ya sea diaria, semanal, quincenal o mensual, que puede consistir en cocinar, arreglar algo, ir de paseo, al parque, andar en bicicleta, hacer ejercicio, ir de compras, a comer, a la oficina de alguno de los padres, al cine etc., lo importante es que ese espacio es tuyo y de tu o tus hij@s, y pueden participar ambos padres, aunque lo ideal es que cada uno tenga el suyo, para generar empatía propia; además es importante que todos sepan que ese tiempo es dedicado para ustedes y que pase lo que pase se cumple y que si es necesario modificarlo por cuestiones que pueden surgir de improviso, hay que mostrar respeto, avisar, hablarlo y fijar un nuevo espacio lo más pronto posible.

Espero les sea de ayuda lo que les comparto y recuerden que el estar presente con nuestros hijos no solo físico sino emocionalmente, hará que estos adquieran mayor seguridad y con el tiempo su relación se volverá más sólida e inquebrantable, y por supuesto que el mejor regalo que le podemos dar a nuestros niñ@s en su día, es demostrarles cuanto los amamos y lo importante y dichosos que nos sentimos al contar son su presencia en nuestras vidas, y lo agradecidos que estamos con ellos, con Dios, el universo, la energía o en quienes ustedes crean, por habernos elegido como sus padres.

Que tengan una excelente semana