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EL RINCÓN DE GABY

hay dentro de nosotros más que describir lo que tenemos frente a nosotros, que muchas de las veces la gran mayoría sin tener la información podemos asumir hechos que no existen pero que con base a nuestra información o “experiencia” damos por ciertos y podemos equivocarnos al emitir juicios y condenar a personas o experiencias como buenas o malas, lo que produce como señalé emociones y sentimientos que pueden lacerar o alegrar no solo nuestra vida sino también la de los demás. Un ejemplo simple son los mensajes que leemos en mensaje de texto, tuit, Facebook, Instagram o WhatsApp, ¿Qué tan seguros están de que lo que leen es la “verdadera” intención del mensaje?... Somos los lectores quienes poblamos de significados lo que leemos, y si a eso le súmanos el uso de un emoticono, un gif o un meme, a veces, aún con ellos, resulta oscura la interpretación del mensaje y provocar con ello malos entendidos.

Por eso si quieres conocer a una persona más que escuchar lo que otros opinan de ella, prepárate para escuchar, observar, platicar con él o ella y te darás cuenta que quizás no es como te lo imaginas o como quisieras que fuera o quizás tampoco como te contaron que es esa perso- na, hay que tener siempre en mente que el otro simplemente es como es, que es otro mundo, otra persona, otro ser humano y dejemos de interpretar los silencios, actitudes, lo que escribe, lo que habla o deja de hablar, hagamos a un lado nuestras proyecciones en los demás y el concepto que tenemos de ellos, que a veces parece tan rígido que si se modifica nos causa decepción y duele por las expectativas que depositamos en esa persona, que a veces distan mucho de la realidad, dejemos de fabricar juicios y expectativas, de personas y empecemos a aceptar al otro, como alguien diferente a mí que al igual que yo es un ser que cambia y que aun y cuando pasemos por las mismas situaciones o parecidas somos dos personas diferentes con emociones, sentimientos, experiencias, temperamento, fortalezas, creencias, miedos, retos y circunstancias diferentes a mi… por ello antes de describir o juzgar a una persona o una situación, detengámonos y pensemos ello es así o lo estoy pasando por el filtro de mis experiencias, porque cuando renunciamos a juzgar y condenar, en cambio, las paredes que limitaban nuestra comprensión del mundo se derrumban para dejar paso a la aceptación.

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Lindo día

Fabiola Villar Arriaga

Se ha vuelto una costumbre desde hace un par de años el cubrir el Festival de Cine Francés. Cada año en octubre que se realiza asistimos a la sala de cine para realizar después una reseña en este boletín para así poder hablar de diversas propuestas de un cine que es diferente (si lo comparamos con el Hollywoodense) a lo que una persona está acostumbrado pero que vale la pena darle una oportunidad y por eso se realizó una selección de lo más significativo para hablar de algunas de ellas.

El cine francés tiene algunas particularidades que lo hacen único en su tipo. Esto se puede reflejar en las tomas que son más profundas que dan la sensación que son lentas pero utilizan ese recurso para ser más reflexiva. Así cómo en los diálogos que reflejan a la sociedad, al saber estructurar sus argumentos por eso son buenos con los discursos y no se detienen el expresar su forma de pensar de una forma sutil y educada. Los finales no siempre son predecibles incluso hay veces que lo dejan a elección del espectador.

Empezamos el recorrido con la película “Alta costura (Haute couture)” acerca de la vida detrás de las costureras dentro de un taller de una marca de lujo francesa. Todo cambia al brindar la jefa del depar- tamento una oportunidad a una joven que pasa por un momento complicado y comete un error al provenir de un hogar de escasos recursos de un barrio a las afueras de París. Una historia de dos personas que aparentemente no tenían nada en común que provienen de contextos distintos cómo se pueden complementar de una forma inexplicable que nos recuerda a la película de “Amigos (intouchables)”. El aprender un oficio le puede llegar a cambiar la vida de una persona que veía todo perdido por nacer en un hogar con conflictos que es más fácil caer en vicios que seguir una vida ordenada. Por otro lado la otra persona necesita de ese cariño al vivir de forma solitaria y esto descuida su salud al sentir que a nadie le importa.

Continuamos con una historia entrañable acerca de cambiar el rumbo de la vida de unos jóvenes que llegaron a Francia de forma ilegal, nos referimos a “La brigada de cocina (La brigade)”. Una reconocida chef acepta el trabajo en un albergue de inmigrantes que se preparan en un nuevo país, nueva cultura para no ser deportados a sus países de origen buscando un mejor futuro. Después de un comienzo difícil, la chef se siente identificada con la situación que viven los jóvenes que decide crear un taller para que aprendan a cocinar y esto los mantenga aleja-

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