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Los celos entre hermanos

los celos

entre hermanos múltiples

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Clr. María Florencia Prieto

“Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo o alguien que considera propio’’.

Los celos infantiles son un sentimiento natural que surgen en los niños cuando se sienten desplazados. Cuando algún acontecimiento o situación reduce el tiempo, las muestras de afecto, la disponibilidad que los padres les ofrecemos a nuestros hijos, los celos aparecen y se manifiestan con gran facilidad e intensidad. En este proceso los niños sienten, en algún momento de su proceso evolutivo, que tienen que competir por ganarse de modo exclusivo el amor, disponibilidad y tiempo de sus padres. En el caso de los hermanos múltiples, como madres y padres en ocasiones, podemos cometer el error de pensar que como aprendieron a compartir absolutamente todo desde el útero materno, esto nunca sucederá entre ellos. Pero cometemos una gran equivocación. Al igual que cualquier otro ser humano, desde el minuto uno de vida, nuestros multis aprendieron también a competir: por un lugar dentro de la panza, por la exclusividad de nuestros brazos en un ataque de llanto, por obtener la “mejor” toma en el proceso de la lactancia, por captar nuestra plena atención en cada situación que emprendían desde pequeños y siguen emprendiendo día a día. La competencia surge así como la capacidad para fortalecer la identidad y reforzar la autoestima. Y aún más en nuestros multis como una necesidad de diferenciarse dentro de su proceso de individuación. ¿Podemos evitar que esto suceda? La respuesta es un no contundente. Pero podemos acompañarlos en este proceso con algunas sugerencias: Con todas estas sugerencias intentaremos lograr que nuestros multis se sientan únicos y puedan ir reforzando su autoestima. Porque una autoestima adecuada es fundamental para su desarrollo. No solo mejorará el estado emocional de nuestros multis, sino también sus relaciones sociales y su desarrollo cognitivo. Reforzar la autoestima genera seguridad en sí mismos y los ayuda a aceptar los errores y a aprender que si me equivoco, no pasa nada, puedo seguir intentándolo a mi tiempo y sin competir con otro para obtener lo que tanto quiero: “que es el AMOR de mamá y papá”. ¡Ojalá puedan implementarlo!

'Ante todo validando cualquier emoción que aparezca en un “ataque” de celos (enojo, ira, angustia, tristeza). Sentirlos no es nada grato así que como madres y padres abracemos esa sensación con mucho amor y sin juicios de valor. Empaticemos con lo que están sintiendo en ese momento. 'Compartiendo tiempo individual con cada uno de nuestros multis. (A veces se nos hace imposible por nuestro contexto y situación familiar, pero es importante al menos intentarlo!). 'Evitando todo tipo de comparaciones como: “Ay! Tu hermano no llora tanto como vos”; “Sos vos el que siempre se manda alguna macana!”; “Tu hermano lo hace mejor”; entre otras frases descalificatorias que mejor no seguir mencionando. 'Destacando, valorando y reforzando sus aspectos positivos: “¡Qué bien lo hacés!”, “¡Cada vez te sale mejor!”, “¡Te felicito!”, “¡Eres único!”, “¡Me gusta como sos!”, “Me encanta compartir tiempo contigo”. Estas frases lograrán hacerlos sentir únicos y especiales. 'Tratando de incentivar eso que tanto les gusta. Muchas veces por practicidad y/o comodidad del adulto los anotamos o hacemos con nuestros multis la misma actividad: natación, fútbol, dibujo, ir a la misma plaza, tomar siempre el helado en la misma heladería. Intentemos indagar y potenciar esa habilidad que tienen, esa actividad que tanto disfrutan.

Bibliografía '

www.elbebe.com

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Las Mellizas. Ca. 1904. S/A. Colección Adolfo Hipólito Santa María. Agradecimiento: Adolfo Hipólito Santa María Historia Visual Argentina (HVA) Gentileza: Marcela Cooke

¿Cochecitos

eran los de antes?

Laura Pérgola

En 1733, el arquitecto William Kent fabricó el primer cochecito para los hijos del Duque de Devonshire. El cochecito era tirado por un pony o por una cabra.

Recién a partir de 1840 los cochecitos se hicieron famosos en el Reino Unido. La Reina Victoria compró tres coches de bebé de la “Hitchins Baby Store” para que sus hijos pudieran pasear. En 1889 se construyó el primer cochecito con un sistema polivalente que sería el antecesor de los que usamos en la actualidad. Tenían una cuna grande que le permitía al bebé mirar a la persona que empujase el coche. En general, era una cesta de mimbre, como las que se usaban para transportar alimentos, pero no eran realmente cómodos. Por lo tanto, la producción recayó en fabricantes de carruajes y vagones, quienes les pusieron un sistema de suspensión para que resultase más cómodo de transportar y más seguro para lxs niñxs. Sin embargo, recién en 1920 los cochecitos empezaron a ser accesibles para la población en general. Poco se sabe cuándo aparecieron los primeros cochecitos dobles. Como ya señalamos, los cochecitos eran un verdadero lujo (por los precios en la actualidad también), y más aún si había que conseguir uno doble y ni qué hablar si se necesitaba uno triple. Vale la pena tener en cuenta que al no haber tantos nacimientos múltiples, el mercado era pequeño y los cochecitos dobles o triples eran producto del ingenio y habilidad de algún herrero o de quien se diera maña para fabricarlo. Así, las mellizas Julita María y Zulema María, quienes nacieron en Olavarría, Buenos Aires, el 22 de octubre de 1903, hijas de José Ignacio Zubillaga Beramendi y Julia María Bosc Genta, ambos hijos de inmigrantes y naturales de Montevideo, Uruguay, tenían un cochecito muy especial. Tal vez traído de Europa, tal vez fabricado en la Argentina o en Uruguay. El cochecito de la foto es un modelo similar a los primeros con una cesta preparada para un solo bebé a la que se le agregó en este caso una división para transportar a ambas niñas.

Recién a finales del siglo XIX, aparecieron los cochecitos para transportar a dos niños. No eran diseñados exclu-

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Imagen de Luiz y José Velloso (1946 y 1947) Gentileza: Marta Fatone

sivamente para múltiples. Tenían un carro y una larga distancia entre ejes. Fueron populares hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Otro ejemplo es el cochecito que usaron los gemelos idénticos Luiz y José Velloso, quienes nacieron en Porto Allegre, Brasil, el 20 de noviembre de 1946. Sus padres decidieron mandar a fabricar un cochecito doble para trasladar a los gemelos, ya que no era fácil conseguir uno en el mercado en esa época. En la primera foto, vemos que comparten un cochecito simple de mimbre. En la otra imagen, vemos el cochecito doble fabricado para llevarlos de paseo. Simplemente con una base de ruedas con un cajón sin separación para llevar a ambos. Por supuesto, eran cochecitos de otra época… que no tenían las normas de seguridad que necesitamos en la actualidad para trasladar menores y, que seguramente, no eran imprescindibles en tiempos en los que la población no era tanta y los riesgos en las calles eran menores.

El cochecito es, tal vez, una de las cosas más importante que se necesita comprar cuando esperamos múltiples, aunque no la primera que hay que tener. A menos que decidamos quedarnos en casa hasta que empiecen a caminar, necesitaremos un buen que cochecito que podamos maniobrar en las calles de nuestro país o en las de cualquier parte del mundo. Algunas familias consideran que su cochecito será un método seguro y conveniente de transporte por varios años, por eso hay que investigar antes de comprar. Y hay que tomarse todo el tiempo del mundo porque, como decía antes, no es lo primero que debemos comprar. Durante el embarazo, podemos buscar, preguntar, pero evitar pensar en todo lo que necesitamos, porque es el momento de cuidar nuestro embarazo y lograr que nuestros bebés permanezcan la mayor cantidad de semanas posibles en nuestra “panza”. No me canso de decir que ese lugar es la “mejor incubadora del mundo”. La pregunta sobre cuál es el mejor cochecito que debemos tener es muy frecuente en la Fundación Multifamilias. Si compro uno con los asientos uno al lado del otro o uno detrás del otro, si compro dos cochecitos simples y los uno con conectores,… Y cómo sé si me entrará en el ascensor o si pasará por las puertas… por eso, no es fácil decidir o comprar aquel que está más de moda, hay que investigar, medir, consultar las experiencias de otrxs para estar segurxs antes de hacer una importante inversión.

Musicoterapia y múltiples

Gabriel F. Federico Musicoterapeuta prenatal

La musicoterapia es una profesión que acompaña a las familias en sus procesos de gestación desde hace muchísimos años en la Argentina, en especial de manera clínica a los embarazos de alto riesgo. Y quisiera compartir algunas reflexiones personales. Hablar de musicoterapia en el embarazo es referirnos a todas las experiencias musicales que pueda recibir o generar una persona gestante, con o sin pareja, junto a un profesional matriculado y especializado en el campo prenatal. En este nuevo paradigma que nos impuso la pandemia a quienes acompañamos gestaciones especiales, además de desafíos nos ha permitido descubrir nuevas formas de conectarnos. Y no me refiero a la conexión por medio de internet, sino a lo que significa encontrarnos empáticamente en un momento del día para intercambiar una experiencia de manera sincrónica, vivencial y presente. Hoy el otro está ahí para ayudar más allá del dispositivo que se utilice. La no presencialidad no es un limitante para poder darnos cuenta de que en muchos casos la situación que estamos atravesando, las dudas, las angustias y las ansiedades hoy tal vez son más compartidas que en aquellas épocas cuando el/la compañero/a de la mujer gestante tenía que salir todo el día del hogar a trabajar. Quizás el teletrabajo permite estar más tiempo en casa brindando otras opciones. Muchas de las parejas que atiendo comparten muchísimo más de lo que compartirían del embarazo si no estuviéramos en pandemia, y eso hace que la vivencia sea realmente diferente. La experiencia compartida alivia el peso de la responsabilidad, además de que ayuda muchísimo a la futura mamá a resolver y tolerar su día a día, en especial cuando el embarazo es múltiple y ya se ha pasados la mitad de la gestación. La conexión y la comunicación con los bebés que son elementos fundamentales para su desarrollo, están muy presentes inclusive desde antes de su nacimiento. El vínculo se ha convertido en el eje del trabajo que nos planteamos, y ese es quizás el punto clave en el que entra en juego el trabajo musicoterapéutico. La experiencia musical que se ofrece es un puente que le permite a la mamá acceder a la comunicación con sus bebés de una manera alternativa y única, con sensaciones muy profundas.

La música es un elemento que habilita a transmitir sensaciones y emociones, entonces una canción puede decirnos aquello que no podemos poner en palabras, una melodía puede hacernos llorar o brindarnos la energía que necesitamos para empezar el día con más optimismo. Pero todo esto orientado por un profesional, sin dudas permitirá transitar esta etapa de una manera diferente. Por otro lado, la experiencia de la estimulación sonora que reciben los bebés de manera intrauterina, ya sabemos que activa además de sus aparatos auditivos, su sistema sensorial. A eso, también debemos sumarle las hormonas que se desprenden de la mamá cuando está realizando la experiencia de la escucha, y que se ponen en circulación a través del torrente sanguíneo que circula por los cordones umbilicales. Por lo tanto, debemos buscar la forma de que la mamá tenga la mayor cantidad de experiencias positiva para que esas músicas que están sonando puedan ser asociadas a una experiencia placentera. Y que de alguna manera deje una huella positiva en los bebés. Esto es muy importante porque en la medida que la experiencia se repita, los bebés se irán acostumbrando a las diferentes melodías y, sin dudas, la música se convertirá en una herramienta muy importante que ayudará a regular el estado de los recién nacidos. Siempre me consultan por recetas para que los bebés se calmen. Tal vez no llamaría receta a este tipo de experiencias sino que lo tomaría como una alternativa que ha brindado muy buenos resultados en muchos casos. Pero esto no es mecánico, la cosa no es poner música y dormir o hacer otra cosa, el secreto es compartir la experiencia con los bebés. Al poner una música que a la mamá le guste mucho, cantar o tararear las melodías los bebés reciben la vibración de la voz de su mamá, captan los sonidos y, a la vez, se está produciendo una situación vinculante, donde quizás la madre pueda llegar a sentir que no sabe cantar o tal vez no le gusta pero eso no quiere decir que no disfrute de la experiencia. En musicoterapia buscamos que la futura mamá pueda conectar con sus bebés de una manera diferente a la que se imaginaba. Que pueda poner en algún lugar sus miedos, ansiedades y angustias para que se pueda allanar el camino de la crianza. Esta modalidad es lo que hoy la virtualidad nos permite. Previo a la pandemia los casos de embarazos, sean múltiples o no, pero que requerían reposo no tenían mucha posibilidad de encontrar un espacio terapéutico en el que aliviar la carga psíquica que se acumula día a día. Quienes acompañamos a estas mamás podíamos hacer sesiones a domicilio, y la verdad es que hoy podemos ofrecer este espacio de manera virtual en el que la mujer no tiene que salir de su casa, en el que se minimizan los riesgos en todo sentido, y en el que, además, podemos acompañar a aquellas personas que viven en otro lugar que no es la misma ciudad donde nosotros vivimos. Creo que encontrar formas de equilibrarse, de estar alineado es realmente un alivio para encarar todo lo que va a venir y contar con herramientas que ayuden a organizarse en la casa una vez que los bebés nazcan es algo de suma importancia. Nadie puede dar la receta mágica porque no existe. Es todo ensayo y error, ensayo y acierto, si sale mal pruebo otra cosa, y si sale bien lo repito hasta que no funcione más y vuelvo a empezar.

De eso se trata el proceso que se realiza en musicoterapia, de acompañar a la futura mamá en su embarazo, ayudarla a sentirse segura, acompañada empáticamente y ofreciéndole un espacio donde poder tramitar aquello que no le permite disfrutar de la experiencia de gestar, llámese elaborar los miedos, trabajar las inseguridades o inclusive aliviar tensiones que pueden ser más emocionales o mentales que físicas.

El primer campamento

Analía Romano

Para los que no han leÍdo mis anteriores notas en la revista Multifamilias, les cuento que soy mamá por 4; fui primeriza de una nena y a los 23 meses nació la segunda. Pero por esas sorpresas hermosas y dichosas que te da la vida, pasaron 4 años y quedé embarazada de mellizos, una nena y un varón. Sobre ellos me voy a referir en esta nueva nota que con mucho cariño redacté para las mamis múltiples que leen la revista de la Fundación. Les cuento que a mí siempre me costó el despegue de mis hijitos, se me fue aflojando con la segunda hija y un poco más con “los terceros”. Al día de hoy recibo recriminaciones de todos, un poco menos de los mellizos. Pero a pesar de que ellos, los más chiquitos, fueron los que pude soltar más fácil, no voy a olvidarme nunca de cómo me sentí cuando vivenciaron su primer campamento. Fue una experiencia para ellos y también para mí. Ellos tenían un gran entusiasmo por ir, yo sabía, por mi hermana, que es docente, que la mejor edad para realizar ese tipo de vivencia es a partir de los 11 años. Sin embargo, hoy por hoy todo se adelantó, y los 9 años no era una edad que estuviera tan lejos tampoco. Así que allá fueron ellos con su bolsa de dormir, su muda de ropa y su alegría. Si bien no venía nada mal un poco de paz y orden en la casa aunque más no fuera por una noche, en un momento era demasiado el silencio y muchas las preguntas, pero sobre todo una: ¿me extrañarán? Al otro día cuando fui a buscarlos la verdad que los noté muy contentos y realmente se habían divertido mucho. No me habían extrañado casi nada, un poquito el nene, pero nada que no pudieran soportar! Y yo, un poco más tranquila, aproveché lo mejor que pude el tiempo y también hice más cosas de las que cualquier otro día ordinario hubiera podido hacer con ellos presentes. Así que mi consejo es que si son un poco como yo se animen a soltar y no tengan tantos miedos. Ellos sobreviven, y crecen. Obvio que deben asegurarse de que el campamento sea como lo fue en este caso, con el colegio, con los profesores y docentes que ya conocen, con sus mejores amigos y compañeritos; tal vez también podría ser el que organiza la colonia o cualquier otra institución que nos dé mucha confianza. Es decir, aquel en el que ellos se sientan contenidos con sus docentes y sus amigos, y por qué no decirlo, también nos sintamos contenidas nosotras, las mamis. Lamentablemente todas estas vivencias se han interrumpido hace ya más de un año a raíz de la pandemia; pero como todo pasa, la pandemia también pasará y los campamentos de nuestros hijos volverán a hacerse realidad con toda la alegría que significan para ellos.

De esto deberíamos hablar

Leonor Guggini

Transitando un embarazo múltiple (dentro de una evolución normal gestacional) no debería haber motivo de conflicto o negación al desarrollo de alguna actividad física regular. Desde Yogaterapia se les permite sintonizar con sus posibilidades y reconocer las limitaciones que afectan a la madre temporalmente. Darse nuevas respuestas entre lo conocido y lo nuevo por conocer. Cada embarazo es único y particular. Si es posible se debe generar en las madres la posibilidad de desarrollar tacto y contacto. Sin fatiga y sin esfuerzos desarrollar la conexión activa desde una postura cómoda la cual aportaría mayor seguridad, identidad de cada ser, y por sobre todo evaluar los registros psicofísicos emocionales. “Yo siento desde afuera de la piel externa hacia mi espacio intrauterino”. A través de la permeabilidad se logra esta verdadera comunicación personal y con ella en cada memoria prenatal. ¿El cuerpo es límite, frontera o es permeable a mi cone-

xión interna?

Frente a las dificultades sensibles de este período gestacional el acercamiento de ayuda debe ser acompañar y preparar el avance del embarazo. Estimular lo que siente, percibe y darle todo tipo de facilidades para mantener un estrecho contacto con su estado a través de un trato adecuado con cada caso en particular, respetando la inclinación del cuerpo.

¿Qué conviene realizar? ¿Se puede planificar cambios en la actividad? ¿Qué temores limitarían la participación más activa?

Si hay fuga de registros personales no será posible modificar parámetros de espacios y la función respiratoria adaptada a la modificación diafragmática (en sus diferentes diámetros y volúmenes) disminuiría, (a). La respiración nos permite existir, orienta, instala, conecta. Inhalar y exhalar es una constante diaria, opuesta y complementaria. Si se mantiene aire residual al inspirar y no se exhala correctamente el intercambio respiratorio es superficial y disminuye la oxigenación. Mejorar la respiración moviliza el diafragma tanto los diámetros y perímetros del tórax.

Desde una posición cómoda sentada APANASANA sobre silla o con la espalda apoyada sobre una pared, dejar las piernas estiradas separadas entre sí. Pueden tener complementos debajo de las rodillas, apoyando las lumbares, dejando los brazos flojos con las manos sobre los muslos sin esfuerzo ni fatiga conservando la cabeza y el cuello relajados sin tensar los hombros. Cuidar el suelo pelviano es nuestro sostén higiénico y funcional diario.

Una respiración clave durante el embarazo es la GUTURAL o PARA TRAQUEAL (UJJAYI) que actúa sobre el nervio vago procurando un estado de colocación personal y tranquilidad a través de la inhalación y exhalación con boca cerrada expresando mentalmente el sonido SO aspirado y HAM exhalado. Una respiración acompasada da calma; una respiración alterada es corta y da fatiga.

Otras son SITALI, SIKTARI, NADI SODHANA alternada. Las dos primeras son bucales. Una va con lengua colocada en “U” entre labios. Se inspira por la lengua en forma de tubito con una pequeña detención o retención de aire de 3 segundos y se exhala por nariz. Es sumamente refrescante y produce saliva. La segunda es netamente dental (entre dientes). Se inspira a través de ellos y cerrando la boca se exhala por la nariz. Completar con el último ejercicio que es alternar entre las dos narinas, intercambiando la dirección de inspiración por un lado y exhalación por el otro ocluyendo con dedo cuarto y pulgar alternadamente las fosas nasales.

Al finalizar ¿cómo realizar ejercicios de cuello para evitar CERVITALGIAS por lLactancia?

La incidencia de una postura durante el sagrado acto de amamantar puede influir de manera positiva como negativa. Si es inadecuada deteriora este proceso de vínculo afectivo y nutrición. Una complementación adecuada la cambia y mejora. Ejercicios de Mula Bandha o rotación de cuello anterior, posterior, laterales y circulares en ambos sentidos.

¡“Las invito a descubrir y ser descubiertas en la etapa más hermosa de la vida”!

Leonor Guggini

Profesora Superior de Yoga (USAL). YOGATERAPEUTA con EUTONIA (A.M.A - LONAVLA YOGA INSTITUTE (India) filial Bs.As.

Estudio Buddhi Yoga

Tel: +54 1144058248 Integrante de equipo interdisciplinario en maternidad del Hospital Raúl F. Larcade de San Miguel.

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EMIGRAR EN FAMILIA, UN DESAFÍO A ENFRENTAR

Desde hace ya un tiempo, la globalización ha traído un deseo de probar suerte viviendo en otro país. Emigrar en familia, presenta algunas características distintas al que lo hace solo, ya que son varias las personas que deberán enfrentar un proceso migratorio y seguramente lo harán de diferentes formas y tiempos. Por eso, es importante prepararse para esto desde lo concreto (trámites, visas, posibilidades de trabajo, vivienda, etc.) para poder tener todo en regla y no enfrentarse a situaciones demasiado complejas al llegar. Pero también es importante prepararse en lo emocional. Después de quince años de acompañar familias que se expatrian puedo afirmar lo importante que es dedicarle tiempo a este gran cambio en la vida de las personas. Sea por un tiempo o para siempre el proceso emocional que se inicia es inevitable y es fundamental poder saber lo que nos pasará en pequeña o gran medida para tener las herramientas que puedan ayudarnos. En el 2004 partimos con mi marido e hijos a vivir a París por una propuesta laboral en la empresa donde él trabajaba. El entusiasmo y el deslumbre que significaba para mí poder vivir en una ciudad como París no me ayudó a ver todo lo que después pasaría. Gestionar las emociones que se pusieron en juego como un electrocardiograma, por momentos me hacía poner en duda sobre lo que habíamos hecho. Aunque en otros, afirmaba mi convencimiento de la gran oportunidad que estábamos teniendo. Esto fue una tarea compleja al principio por desconocimiento del proceso que se inicia al migrar. Es por eso que como coach decidí dedicarme a acompañar a estas familias para ayudarlos en su arraigo para poder vivir esta experiencia como una gran aventura. Es importante saber que el proceso migratorio tiene características diferentes a otros duelos. Duelo es la dolencia que surge al perder algo querido o conocido. Es el proceso de adaptación a una nueva forma de vivir a partir de esta pérdida. Esto no es instantáneo y mucho menos debemos pensar que no lo sentiremos por el simple hecho de que esta elección es algo que nos entusiasma. Por otro lado, al expatriarnos por trabajo en empresas o al migrar, el duelo que haremos es parcial porque si bien decidimos partir, podemos regresar en cualquier momento. Estas visitas a nuestro país de origen y la gran oferta de medios para comunicarnos que hoy tenemos son, a

veces, un impedimento para arraigarse. Una sensación de estar acá y allá se nos instala y a veces eso nos hace sentir partidos. Lo mismo sucede con las visitas de amigos y familiares con los que vivimos días intensos y, luego, tenemos que volver a despedirnos con todo lo que eso significa. Y más en épocas de pandemia con la incertidumbre de cuándo volveremos a verlos. Cuando nos vamos a vivir a otro país atravesamos varios duelos.

1. FAMILIA y AMIGOS que se dejan y que nos dan pertenencia y seguridad. Por eso acá es importante que demos lugar a rituales de despedida, en los que brindemos la oportunidad de expresar nuestro cariño y recibir ayuda de quienes nos quieren. En el caso de nuestros hijos también involucrarlos a ellos aunque sean pequeños. Explicarles nuestra decisión pero también darles la oportunidad que expresen y elijan alguna razón por la que ellos también parten. Mostrarles dónde iremos, contarles cómo es, qué posibilidades se abren frente a ellos para despertar su entusiasmo. Siempre recomiendo también conectarse, incluso antes de partir, con personas que viven en el futuro país, expatriados y locales que puedan ayudarnos en los primeros tiempos. Su soporte es de vital importancia. 2. CAMBIO CULTURAL. Los hábitos y las costumbres cambian. A veces sutilmente, pero también lleva un tiempo ir incorporando esas nuevas maneras de comer, de vestirse, de comportarse. Es fundamental abrir muy bien los ojos para ir aprendiendo lo nuevo que se nos presenta. Ayudar a nuestros hijos a descubrir estas diferencias y que puedan asombrarse frente a ellas probando nuevos hábitos con entusiasmo. En los niños y adolescentes esto puede llegar a ser una dificultad grande. Tener paciencia e ir creando metas a cumplir facilita el proceso. Siempre hacerlo con ellos. Proponerles cosas pero dejar que ellos elijan lo que quieren lograr y acompañar eso por más simple que nos parezca.

3. IDIOMA. Aunque el idioma sea el mismo, siempre hay un vocabulario propio, modismos, dichos, humor y también todo esto por momentos nos desconcierta. Si nos vamos a un país en el que se habla otro idioma, siempre recomiendo aprenderlo lo antes posible. La lengua nos da muchísima información sobre la idiosincrasia de la gente local. Dedicar tiempo a su aprendizaje es ganar mil puntos para nuestra integración. A veces no es fácil, sobre todo en países asiáticos en los que la

forma de escribir y leer es tan diferente. Pero así y todo se puede, y siempre mostrar interés por aprender el idioma ayuda a que la gente local nos facilite las cosas con empatía. Con los niños puede suceder que con la escolarización comiencen a mezclar los idiomas y hasta a veces terminen hablando más en la lengua local que en la nuestra. A veces, esto genera confusión en los padres porque sienten que se va perdiendo el idioma materno. Por eso, es aconsejable no perder la costumbre de integrar el nuevo idioma sin perder el propio. El bilingüismo es una enorme adquisición cuando migramos.

4. LA TIERRA, nuestros paisajes, nuestro clima. En mi caso sufrí mucho el invierno en París, que duraba muchos meses y sobre todo con gran ausencia de sol.

5. ESTATUS SOCIAL y EL GRUPO DE

PERTENENCIA. Dejamos de un día para el otro de pertenecer a un grupo, a un pueblo, a un barrio. Nos resulta difícil reconocer los distintos códigos sociales de los grupos de pertenencia. En los niños y más en los adolescentes también esto puede costar. Sobre todo cuando el grupo se convierte en una referencia importante en la formación de su identidad. Por eso es aconsejable estar atentos a lo que les va pasando para apoyarlos en las dificultades que ellos mismos encuentren en su sociabilización para colaborar a que puedan ir recuperando seguridad en sí mismos. Descubrir, que a pesar de ser distintos, hay ciertas cosas que son comunes a la condición humana nos acerca a personas impensadas que muchas veces terminan siendo grandes amigos.

6. NUESTRA SEGURIDAD FÍSICA. Hay países donde

no nos sentimos seguros, ya sea porque hay posibilidades de catástrofes naturales, o riesgos de guerra o terrorismo y así como muchas personas en este momento desean emigrar buscando más tranquilidad frente a la inseguridad en su país, muchas otras se enfrentan a otros miedos desconocidos que también hay que aprender a integrar para poder preservarse. Con los niños también esta puede ser una oportunidad de darles más libertad en caso de vivir en lugares más seguros o de ayudarlos en ese proceso de cuidado de sí mismos en un mundo que aún desconocen.

En este esquema muestro gráficamente cómo es ese proceso de cambio.

a. Empieza normalmente con una sensación de shock al tomar la decisión, nos sentimos un poco paralizados y el entusiasmo nos tiene un poco obnubilados mirando solo lo bueno que me va a pasar. Aparece entonces cierta negación.

b. Luego atravesamos una serie de emociones que de una manera irregular irrumpen dentro nuestro y nos hacen sentir muy vulnerables. Es el tiempo de la preparación de la partida, trámites, mudanza, despedidas. Danzan en nuestro interior la alegría, la emoción por la aventura, el interés por lo nuevo pero también los miedos, las responsabilidades, las dudas y el sentirnos desbordados por todo lo que tenemos que hacer. Y, por sobre todo, la tristeza por alejarnos de nuestros seres queridos. En este tiempo es muy importante escucharse y aprender a gestionar eso que sentimos. Taparlo o minimizarlo solo posterga el proceso. Por eso recomiendo pedir ayuda a familiares o amigos que puedan darnos una mano y también a algún profesional especializado en migraciones que pueda contenernos y darnos herramientas que nos sirvan para atravesar este momento. Ayudar a nuestros hijos en este proceso es fundamental. Explicarles la decisión que hemos tomado y colaborar a que ellos también se sientan parte de este proyecto familiar. Mostrárselos como una aventura pero también escuchar las emociones que puedan surgir en el cambio. Dejarlos elegir qué quieren llevar que pueda servirles como objeto de apego para el proceso de cambio. Nunca decidir por ellos. En caso de ser mellizos ellos mismos servirán de apoyo mutuo. De todas maneras incentivarlos a que puedan identificar lo que sienten en forma personal sin hacer comparaciones entre ellos colabora a que no se polaricen los comportamientos.

c. Luego aparece el enamoramiento del recién llegado. Un tiempo de descubrimiento del nuevo lugar. Todo nos deslumbra y se polarizan las sensaciones. “¡Esto es mucho mejor que allá!”. “¡Esto es vida!”. Son frases que solemos decir.

d. Pero a los pocos meses cuando empezamos con nuestra rutina y las cosas se van acomodando nos enfrentamos al real cambio, y las ausencias e incomodidades empiezan a aparecer. Es el tiempo de gestionar el enojo, la culpa, la vergüenza y fundamentalmente la tristeza. Como no son fáciles estas emociones, tener herramientas y aprender a darles lugar escuchándolas en uno y en los demás, sin abrir juicios y validando lo que se siente, ayuda a que adentro nuestro empiecen a aparecer respuestas para reubicarnos en la nueva vida. En las familias esto no siempre se vive en simultáneo. Muchas veces los roles se polarizan. Aparece el sobre adaptado, que nos da tranquilidad porque “está rebien”. Mientras que otro toma el rol del “amargado”, que “nada le viene bien”, “se vive quejando, es un desagradecido con la oportunidad que se le brinda”, son palabras que a veces dejamos salir de nuestra boca. O también el de-

primido que se la pasa llorando por cualquier cosa, pero en definitiva no puede verbalizar lo que realmente le está pasando. Por eso aprender a gestionar todo esto es tan importante para que los roles no se rigidicen y aparezca el “emergente” que muestra de una manera exagerada lo que el resto de la familia no puede expresar. En familias múltiples también todo esto es importante tenerlo en cuenta. Los hijos mellizos o gemelos suelen acompañarse mucho en los cambios. Sienten que son dos o tres en la misma circunstancia y posiblemente eso les dé seguridad para ir abriéndose camino en grupo. Cada caso es diferente y creo que como padres hay que estar atento a esto, pero quizás al principio una escolarización en forma conjunta ayude al arraigo, que luego se irá evaluando cada año. La experiencia de vivir en el extranjero es para mí una oportunidad de hacer un camino a nuestro interior. Un desafío a enfrentarnos con quien somos de verdad. Muchas veces este cambio coincide con la crisis de la mitad de la vida, momento crucial para rever nuestras creencias y mandatos y poder reinventarnos de una forma más integrada. Cruzar “el charco” colabora también a ver lo que hemos dejado con distancia. A poner a la luz lo que estaba en la sombra y también a aprender que en ningún lugar se encuentra el paraíso. Que toda elección tiene su parte oscura y su parte atractiva y que está en nosotros cómo decidimos encarar este desafío tomando cada obstáculo como una gran oportunidad. La familia es un lugar ideal para poder ejercitar todo esto como un equipo. Todos podemos llegar a convertirnos en sostén del resto, y el resto puede llegar a ser nuestro sostén. Pero es indispensable que aprendamos a conocer y mostrar nuestras fortalezas pero también nuestras vulnerabilidades. No minimizar a nuestros hijos como si ellos no tuvieran herramientas internas. Preguntar es mejor que aconsejar o decidir por ellos imaginando que sabemos lo que les pasa. Generar espacios de escucha y diálogo libre de juicios nos hará sorprender y crearemos una sinergia que seguramente hará de nosotros un grupo inquebrantable. Saber todo esto de antemano simplemente ayuda. Atravesar la experiencia con conciencia y viviendo cada momento con total presencia hará que este tiempo lejos de casa se convierta en un antes y un después en nuestra vida.

Mária Berardi

(counselor y coach ontológico especializada en procesos de expatriación)

@mariaberardiexpats

Soy Mária Berardi, counselor y coach ontológico especializada en procesos de expatriación. A partir de una experiencia personal de vivir en el extranjero durante seis años con mi marido e hijos, decidí especializarme en acompañar emocionalmente a familias que como nosotros decidían hacer una experiencia de vida en el exterior. A través de mi Ig @mariaberardiexpats doy herramientas y reflexiones acerca del proceso. Acompaño a las familias a prepararse para el cambio y la adaptación a la nueva cultura de forma personal, virtual y también con talleres vía zoom. Siempre compruebo la importancia de generar un espacio de escucha que, de forma incondicional, pueda ayudar a mis clientes a vivir esta experiencia de una forma positiva e inolvidable con todo lo que ella encierra.

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