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PUBLIREPORTAJE
CRAIGELLACHIE
Protege El Legado De La Tradición Escocesa Del Whisky “
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Ubicada entre las montañas del paisaje, a la orilla del río Spey, The Macallan se enorgullece de su nueva destilería que reúne el pasado, presente y futuro de su proceso de elaboración artesanal de whisky”
Recorrer Craigellachie, en Escocia, es hacerlo a través de la historia de unos de los licores más apetecidos mundialmente: el whisky. Sí todos los caminos conducen a Roma, aquí todos conducen a las más de 40 destilerías de oro líquido. A lo largo del río Spey, todo huele a whisky. Mientras uno camina se escuchan, por doquier, numerosos golpes de martillo que son el reflejo del trabajo de la tonelería Speyside
Cooperage que construye, día tras día, durante nueve horas, las barricas de roble que almacenarán los whiskies que luego se compartirán por todo el mundo.
Aquí está el aposento del whisky. Todos deben reposar y madurar al menos tres años para poder obtener el certificado de denominación de origen: Scotch Whisky. Muchos single malts maduran entre 12, 15 e inclusive muchos más años. Las barricas que almacenan este licor antes le dieron cobijo al jerez, oporto, vino de Madeira, brandy o ron. Así cada barrica aporta al whisky aromas y sabores propios. Hablar en Escocia de whisky es hacerlo de un proceso que ya es un legado de historia y tradición. Desde 1494 ya existían en el país numerosas referencias sobre este maravilloso licor, que debe su nombre a la expresión gaélica uisge- beatha, que significa algo así como “agua de vida”.
Llegar al pueblo de Craigellachie no es difícil. Luego de aterrizar en Londres-Heathrow, Birmingham o Manchester se hace un vuelo a Inverness, allí con carro de alquiler y un pequeño viaje de hora y media, recorriendo la ribera del rio Spey, se llega al pueblo. Allí nos reciben con la gentileza de sus habitantes, quienes saben que ostentan uno de los tesoros más apetecidos globalmente. Aunque hay muchas destilerías, una que lograr captar la atención de todos sus visitantes es una cuya estructura antiquísima y prestigiosa, amén de recién renovada, acoge la producción de The Macallan. Es ahí donde, desde 1824, la afamada destilería ha estado creando sus famosos whiskies, tomando inspiración de su majestuoso entorno natural, el cual incluye el impresionante río Spey. Luego de una renovación multimillonaria que culminó en 2017, la casa licorera renace como lo que siempre ha sido: sitial de los whiskies más lujosos del mundo. Liderado por la firma de arquitectos Rogers Stirk Harbor + Partners, la nueva era de esta casa que nunca pierde de perspectiva los humildes comienzos de su marca. La destilería es de alta tecnología, con techo verde, necesidades de energía que se satisfacen en un 95% de fuentes sostenibles. Además, cuenta con la estructura de techos de madera más sofisticada del mundo, con más de 380,000 piezas. Los nuevos alambiques, el mayor pedido de cobre para la industria, son réplicas perfectas de los originales, por lo que es imposible
discernir si se destiló un whisky en la nueva instalación o en la antigua. El estudio de arquitectura utilizó la piedra natural de la zona, la madera y el prado natural para realizar la construcción, con el objetivo de representar las antiguas colinas escocesas, maximizando la belleza del edificio a la vez que se minimiza el impacto visual en el paisaje. En su interior, la estructura ondulada del techo es una impresionante obra de ingeniería. Cada ensamblaje y viga tiene un nombre diferente y se ha puesto a prueba en más de 160 condiciones de cargas diferentes para entender los efectos que podrían causar el viento, la nieve o el hielo sobre esta estructura compleja.
Marcando la pauta, dentro y fuera de la botella
Las tradicionales destilerías hasta ahora solo se enfocan en sus procesos de producción. Con su destilería, The Macallan rompe los convencionalismos con unas instalaciones renovadas, más frescas y vanguardista que no solo busca fabricar un producto de excelencia, sino también ofrecer una experiencia exquisita al consumidor: una inmersión real en las colinas escocesas para pasar un fin de semana y degustar el lujoso whisky de la zona recién extraído de las tradicionales barricas de madera de Jerez que reposan bajo la montaña. Además, el centro de visitantes incluye el archivo de la propia destilería. Una colección de 398 botellas, 19 decantadores y cuatro frascos que se muestran al público por primera vez.
Aunque, dado la pandemia hay muchas restricciones de viaje, aquí les dejamos algunos puntos de interés para conocer Craigellachie y, por supuesto, esta maravillosa destilería donde se pueden probar los mejores whiskies del mundo.