A la memoria de Rafael Otón Solís Rojas y Blanca Quirós Álvarez La batalla (detalle) AISLADO | Acrílico sobre tela | 2015 | 200 x 250 cm | Colección del artista
”Nature is not only all that is visible to the eye, it also includes the inner pictures of the soul.”
Edvard Munch
Tomás Sánchez pertenece a la estirpe de los Thoreau, Withman, Emerson, a los que cantaba Martí. Esos gigantes que nos hicieron pensar que la naturaleza era la esencia primera del hombre americano, o del hombre a secas; y que se postraban delante de las catedral vegetal adorando el “esplendido y silencioso sol”, arrobados por la más abrumadora sinfonía de la creación. Esa en la que al contrastar con el impecable oficio de un artífice mayor, el arte queda reducido a simple reproducción mimética si el artista no se transforma a su vez en creador de mundos imposibles. Technê vs. poiesis, esos conceptos que desvelaban desde Platón y Aristóteles a Jheronimus Bosch: el arte como expresión de la imperfecta naturaleza imitativa del hombre o como representación de su ingeniosa creatividad. Y a caballo entre ambos territorios, refundando toda una tradición, Tomás Sánchez: “pintor de
metáforas”, que es como le gusta definirse a sí mismo, para alejar su impecable técnica de cualquier etiqueta hiperrealista. […] Ahora bien, Tomás no es un paisajista común y corriente. Pinta paisajes irreales salidos de su imaginación, anhelos, donde se mezclan las más diversas especies y las frondosa copas anuncian un océano vegetal, que ahora sí en su ‘olarasca’ —como diría el poeta José Emilio Pacheco, en creacionista portmanteau—, agita esa marea de hojas desde una orilla casi aritmética (Orilla desde el blanco, 1996) invadiendo los confines del mundo. Son escenas imposibles, centenarios robles en ortopédica genuflexión, islotes trashumantes, penínsulas interrumpiendo un fondo marfil como homenaje mínimo de abstraccionismo geométrico, el viaje de ida y vuelta del ojo, proponiendo simplificaciones geométricas. Son universos utópicos y surreales, pero en cuanto pueblan el lienzo adquieren como las buenas historias incuestionable veracidad, llegando a ser más reales que la realidad.
Y es en esa sutil manera de revelarse a la reproducción mecánica, de entender el paisaje como vehículo de debate, y no simple fragmento o ventana exterior, que la obra de Tomás Sánchez rompe con lo académico, lo obsoletamente tradicional y se instala sólidamente en el arte contemporáneo. Cuando miramos en retrospectiva su carrera, uno descubre algunas de las claves que hacen su obra tan singular: están pobladas de humanismo, de respiración vital. Y es que aún en el más deshabitado de sus paisajes es el hombre el centro de la composición, porque están pensados partiendo de una perspectiva interiorista, como altares, capillas, vehículos de contemplación en permanente interacción con el observador. La mirada ecológica nunca se desprende de una visión antropológica: aún cuando evita cualquier vulgar antropocentrismo
—para Tomás la naturaleza no es una prótesis del hombre, sino parte consustancial de la existencia humana. Basta un análisis formal, para descubrir que todo, desde la composición, el color, la relación fondo-figura, hasta la relación geométrica con el soporte está diseñado para que el ojo penetre, no divague, siga ciertas rutas, se detenga, explore, y alcance, con suerte, su propio nirvana espiritual. Uno no observa las obras de Tomás, uno entra en ellas, penetra, porque si es indudable su efectiva técnica pictórica, gran parte de su meticulosa facturación radica en el absoluto dominio de las perspectivas. […] Como Wang-ƒô, Tomás Sánchez, también escurridizo, se salva cada día desapareciendo por entre las exuberantes selvas tropicales, orillando los nudos de las islas evanescentes que nunca se cansa de inventar.
Fragmentos del texto Cómo se salvó Tomás Sánchez Joaquín Badajoz. Manhattan, Agosto 12, 2016.
La batalla | Acrílico sobre tela | 2015 | 200 x 250 cm | Colección del artista Adoración | Óleo sobre tela | 2005 | 200 x 250 cm | Colección del artista
Antagonismo | AcrĂlico sobre tela | 2015 | 150 x 110 cm | ColecciĂłn del artista
Con la puerta abierta | Acrílico y óleo sobre tela | 2015 | 200 x 250 cm Colección del artista Hombre crucificado en el basurero | Acrílico sobre tela | 1992 | 110 x 150 cm Colección del artista
Entre silencios | Acrílico sobre tela | 2015 | 180 x 250 cm | Colección del artista
MUSEO DE ARTE COSTARRICENSE JUNTA ADMINISTRATIVA María Fe Alpízar Durán Rocío Fernández Salazar María Enriqueta Guardia Yglesias Liudimila Kikisch Martiniuk Hugo Pineda Villegas Antonietta Sibaja Hidalgo Pablo Valverde Bohórquez
EQUIPO ADMINISTRATIVO Orlando Araya Delgado Sianny Arroyo Aguilar Alexander Camacho Brizuela Dayhanna Delgado Salazar Bryan Valverde Arias Fanny Valverde Hernández Rosy Vázquez Rojas
DIRECCIÓN Sofia Soto Maffioli
JEFE DE OPERACIONES Flory Mendoza Fernández
SUBDIRECCIÓN Xinia Carmona Valverde
EQUIPO OPERATIVO David Álvarez Solano Cecilia Bermúdez Arguedas Olman Carvajal Ulloa Francisco Herrera Jorge Marín Araya Juan Carlos Marín Araya Ligia Marín Araya Juan Martínez Gutiérrez Marco Antonio Ramírez Ramírez José Sánchez Vargas Rafael Solís Cubillo Manuel Soto Mora Alfonso Vargas Ramírez
SERVICIOS SECRETARIALES Sandra Millón Alvarado Yadira Vidal Castillo AUDITORÍA Yilena Alcázar Arroyo CURADORA JEFE María José Chavarría Zamora EQUIPO TÉCNICO Melissa Aguilar Rojas Byron González Aguilar Guillermo Calvo Loaiza Ana Luisa Cerdas Albertazzi Marissia Obando Razak M. Lourdes Robert Montes de Oca Maribel Rodríguez Rodríguez Ana Gabriela Sáenz Delgado Vivian Solano Brenes
ESCUELA CASA DEL ARTISTA EQUIPO ADMINISTRATIVO José Edwin Araya Alfaro Director Artístico Sarita Riggs Brenes Directora Administrativa
Exposición Curaduria Hortencia Montero (Cuba)
Museografía María Lourdes Robert
Coordinación Clara Astiasarán
Montaje Olman Carvajal Jorge Marín
Fotografías Rodolfo Martínez
Diseño Gráfico Melissa Aguilar José Antonio Ramírez Pérez
Abierto hasta 27 de noviembre, 2016 Martes a domingo. 9:00 a.m. - 4:00 p.m. Entrada gratuita. Todo pĂşblico
Tel 2291-8670 (oficinas) 2256-1281 (Museo) | Parque Metropolitano La Sabana, San JosĂŠ, Costa Rica