M A E S T R A S
transformación y legados
¿Quienes han sido mis maestras?
Esta propuesta de taller realizada en el espacio personal y en el Museo, gira en torno a la Exposición “Maestras” que tuvo lugar entre el 31 de octubre de 2023 y 4 de febrero de 2024. Cada uno de los diferentes miembros del grupo, acudió de manera personal a visitar la exposición, que previamente se había ido trabajando en el Taller Emoción-Arte.
En la visita realizada al Museo, a través del programa Hecho a Medida del Área de Educación, se les propone a las participantes la reflexión sobre quiénes han sido nuestras maestras. Tras esta reflexión, el educador del Museo, les anima a que plasmen de manera plástica el resultado. En otra de las sesiones, en el aula-taller del Museo se lleva a cabo una puesta en común, tras la que se solicita que quede plasmada por escrito, cuyo resultado, teniendo en cuenta la pérdida de la frescura que supone la presentación oral, es lo que queda reflejado en esta revista.
SOMOS TRIBU
1 M i m a d r e m i
m a e s t r a
Considero a mi madre mi maestra, ya no sólo por lo que me enseñó a mi ,sino a todos mis hermanos .
Nos enseñó a amar la naturaleza y a utilizar sus recursos para cuidarnos, sanarnos y disfrutarlos tanto por sus aromas, propiedades etc.
Tomar una infusión de manzanilla para tratar una indigestión, lavarnos los ojos o usar su aceite en un esenciero para dar buen olor.
Consiguió que todos sus hijos aprendieran a cuidarse de forma natural, con alimentos verdes, frutas ,verduras y a utilizar y cuidar la naturaleza .
Julia Oñate
SOMOS TRIBU
E U M M D 1
2 H a n d e j a d o e n
m í u n a h u e l l a
Creo que la mayoría de las personas que han pasado por mi vida, han dejado en mí una huella; empezando por mis padres.
Hacia los 14 años en plena adolescencia tuve la suerte de tener una gran maestra. Era española, pero pasó unos años en Roma donde se enriqueció con una corriente renovadora y libre. Todo lo vivido nos lo transmitió a sus alumnas con entusiasmo y convicción.
A mi se me abrió una gran ventana al mundo. Quería saberlo todo, experimentar, crear, conocer… Despertó mi deseo de leer, de empaparme de los libros
Otro aspecto fue el del deporte. En aquella época, fundamentalmente el deporte era más masculino que femenino. Empecé a jugar al baloncesto despertando una gran afición.
Deseaba viajar para conocer mundo. Siempre nos decía: “viajando se conoce mucho y se cambia nuestros conceptos del mundo y de las personas”. Es cierto.
Desperté el deseo de transmitir todo lo que aprendía. Siempre tuve claro que quería ser maestra.
En mi primer colegio, tuve la suerte de trabajar con la pedagogía de Freinet.
Una escuela viva, una continuación de la vida del niño. Un aprendizaje significativo. Empleando sus técnicas: el texto libre, la asamblea…
He disfrutado mucho del trabajo con los niños/as.
Creo que he vivido la vocación de maestra con entusiasmo y convicción.
Ángeles García
SOMOS TRIBU
E U M M D 2
3 M i s e g u n d a
M A E S T R A
Después de mi madre, mi segunda MAESTRA en mi vida fue una profesora que me educó en el respeto a los demás.
Me encontró mi primer trabajo
Siempre me llamó la atención en ella la flexibilidad y a la vez rectitud y cariño con que nos trataba.
Con el paso de los años me la volví a encontrar, de casualidad, era religiosa, pero no llevaba hábito porque estaba yendo a la cárcel de mujeres entre semana
Me llamó la atención su estilo y forma de estar, me dio mucha alegría volver a verla y recordar los años en los que me educó.
Ana M. Moreno
SOMOS TRIBU
E U M M D 3
c o s t u r a
En el trabajo sobre la maestra, he puesto todo lo relacionado con la costura. Me llamo Isabel, soy la mayor de cuatro hermanos. Mis padres trabajaban y yo tenia que quedarme con mis hermanos casi todos los días. Por las tardes era cuando se cosía. Así cogí yo la afición por la costura.
A los 13 años, entré a trabajar en un taller de modista, que se dedicaba a la alta costura. Como es normal entré de aprendiza. Iba a entregar la costura en una caja que abultaba más que yo. También tenia que ir a recoger los muestrarios de botones y muestras de telas para que las vieran las clientas. Tenia miedo por si no lo hacia bien y cogí la costumbre de santiguarme. Poco a poco fui ascendiendo. Adelantaba las pruebas que corrían prisa para entregar. Me llevaba el trabajo a casa para terminarlo. Como no teníamos luz cosía con un candil de carburo. Me daban la una o las dos de la madrugada y a las siete y a las 7 tenia que levantarme para ir a trabajar. Salí del taller con 24 años para casarme.
Entré siendo una niña y salí como mujer. Aquí tuve mi primera maestra sin desmerecer a mi madre.
A lo largo de mi vida, he tenido muchas maestras más.
Hoy tengo 83 años y sigo teniendo maestras.
Isabel Fonteboa
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M i m a e s t r a , l a
SOMOS TRIBU
E U M M D 4
He querido dibujar y pintar de colores un mandala para hablar de mis maestras, porque no podría nombrar solo a una.
La parte central del mandala es un círculo pintado de negro y desde ahí se despliega el dibujo con colores morado y rojo, que son los colores que representan mi estado de ánimo en este momento: introspección, decadencia, miedo, vació, agresividad. Y siempre hay alguien, maestro, amigo, amiga, que me da la mano y me brinda enseñanza, me inspira, me ilumina; alguien que me influye a actuar de determinada manera siguiendo sus enseñanzas o ideas en las elecciones que tomo en mi vida.
Desde ahí, los colores negro, morado y rojo se transforman en emociones positivas: poder, energía, sabiduría y creatividad. Y el mandala se abre y se despliega con colores de apertura a la vida, azul y verde, para hacerme dueña de ella y disfrutarla.
Todo se repetirá de nuevo, en el momento que alguien me de la mano cuando lo necesite.
Lourdes Aguado
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M i s m a e s t r a s
SOMOS TRIBU
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6 H I P A T I A
Hipatia nació en Alejandría, Egipto, en el año 355 o 370 d. C.
Hija y discípula de Teón, un ilustre matemático Superó a su progenitor en saber, en astronomía y en su dedicación a la filosofía.
Destacó como estudiosa de las ciencias y la filosofía, materias a las que se dedicó desde joven. Obtuvo la cátedra de filosofía platónica, por lo que le llamaban "la filósofa "cultivó varias disciplinas: filosofía, matemáticas, astronomía, música... Se la reconoce como la primera mujer matemática de la que se tiene. Conocimiento Autora de obras sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los astrolabios e inventó un densímetro. Su trabajo más extenso fue en álgebra.
Escribió un comentario sobre la Aritmética de Diofanto en el que incluía soluciones alternativas y nuevos problemas .
Murió apedreada por una horda de descerebrados que consideraban que por su condición de mujer no debería haber ayudado a la humanidad a seguir avanzando .A día de hoy no es una persona muy conocida por la mayoría.
Elegí a Hipatia de Alejandría para recuperar a mujeres válidas que marcaron la historia de la humanidad.
Desde mi condición de feminista comprometida creo que es una obligación de todas las mujeres hablar de las anteriores a nosotras que ayudaron a cambiar el mundo
Marga Doblas
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7 M i a b u e l a , f u e
m i M A E S T R A
Una silla de anea, que era dónde se sentaba mi abuela para coser. También un cuadro que hice de mi taller de costura.
Ambas cosas están unidas en la foto. De esa forma quise representar, que mi abuela, fue mi MAESTRA. En mi vida.
La abuela tuvo la sabiduría de hacernos disfrutar de las pequeñas cosas.
Paqui Rico
SOMOS TRIBU
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a p r e n d i z a j e m á s i m p o r t a n t e
Leer y escribir es el aprendizaje más importante que te abre al mundo y a todos conocimientos.
Por eso, mi homenaje va dirigido a la Maestra, una monja, que a su lado y con un banquito, me enseñó a leer y escribir y dadas las circunstancias hacerlo a una edad muy temprana.
Yo no quería ir al colegio, pero mi sino ha sido no salir nunca de él.
Era la época Franquista , que iba imponiendo, a través de sus textos y su educación Nacional-catolicista toda su ideología en la población, incluidas las cartillas en las que las niñas aprendíamos a leer.
La monja, muy mayor ya, se llamaba Sor Mercedes y provenía de una familia burguesa de Barcelona, nunca perdió su acento catalán, pero en su vejez si perdió la memoria. Orgullosamente, mi nombre y mi rostro nunca lo olvidó.
Y a lo largo de toda su vida me fue repitiendo como un mantra: “Tú, métete a monja, que se vive muy bien y todos los domingos comemos tarta”, Gracias, Sor Mercedes, porque sin ti, posiblemente no hubiese sido capaz de descubrir tan pronto todo lo sorprendente de este mundo.
M. Reyes González
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SOMOS TRIBU
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U n a b a n i c o d e
M a e s t r a s
Sobre fondo negro, las letras vuelan como una bandada de pajaros alzando el vuelo. Luego al posarse, se juntan formando palabras y estás se convierten en líneas y lineas dando origen a los libros.
Mi primera maestra de escuela, me enseñó a leer y escribir algo tan importante para la vida, también a amar y disfrutar de los libros.
A mi madre y abuelas que me enseñaron tantas cosas y me permitieron disfrutar de unos cuentos muy pequeñines "cuentos de calleja". Que regalaban con los flanes.
Un abanico de Maestras que a lo largo de mi vida me dieron tanto... Mil gracias a todas
Amalia Gómez
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SOMOS TRIBU
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1 0 M i g r a n m a e s t r a
f u e m i m a d r e .
Mi gran maestra fue mi madre.
Nos enseñó ( pues éramos 5 hermanos) a ser buenas personas.
Era amable, cariñosa, solidaria, en su mesa siempre había un plato de comida para quien lo necesitara, e incluso una cama si era necesario.
Insistía en que estudiáramos, que el saber no ocupa lugar, nos decía. Ella apenas sabía leer y escribir.
La gustaban mucho las plantas.
Hoy soy la persona que soy gracias a ella.
Manoli Fuentes
SOMOS TRIBU
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m
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m a e s t r a
Mi madre fue mi maestra, muchos de los valores que me han convertido en la persona que soy ahora, forman parte de mi gracias a sus enseñanzas. Ella era una persona con inquietudes muy variadas; le gustaban muchas cosas, como viajar que era cuando ella se sentía más contenta, leer, la música le encantaba cantar, cuidar de sus plantas… Por está afición aparece en mi dibujo la rosa, como un homenaje a ella, ya que siempre la he relacionado con esa flor. Se que a mí madre le hubiera gustado volar como las mariposas, pero por las circunstancias de su vida, sus alas nunca se separaron del suelo. Lo que más agradezco es que me inculcase desde pequeña a ser buena persona y tener valores.
Pepa Criado
1 1 M i m a d r e f u e
SOMOS TRIBU
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e s m i t í a P e p a
Mi maestra por María Jesús González Irigoyen
Mi Maestra es mi tía Pepa.
Esta tía es hermana de mi madre. Debido a que mi madre trabajaba todo el día yo pasaba mucho tiempo con esta tía, que es de la que realmente he aprendido.
En mi trabajo he puesto un trozo de punto y un abrigo de piel atravesado por 2 hilos. Mi tía forraba abrigos de piel para una peletería y yo la he visto muchas tardes forrando abrigos y haciendo punto. Yo me fijaba mucho en estas dos labores porque veía que mi tía no sólo se concentraba mucho en ellas, sino que además hacía todo lo posible para que quedaran perfectas, no le importaba deshacer y volver a hacer la labor hasta que quedara perfecta. Ésto es fundamentalmente lo que me ha enseñado, hacer, un trabajo realmente bien hecho, pero sobre todo me ha enseñado a poner atención y conciencia a todo lo que hago.
M. Jesús González
1 2 M i M a e s t r a
SOMOS TRIBU
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E S E N C I A .
MIS RAICES: MI ESENCIA.
He conocido a muchas mujeres notables a lo largo de mi vida, pero ninguna dejó su huella en mí como las mujeres de mi familia. Por eso valoro tanto mis raíces.
Empezaré por mi abuela, que nos transmitía esa sabiduría popular: refranes, dichos y sus cuentos… ¡conocimiento de la vida y moraleja!
Su madre había fallecido siendo ella niña, en la epidemia de la gripe española, y se crio con una mujer muy anciana, que fue quien le marcó su particular filosofía de vida y le enseñó esos cuentos ¡tan bonitos y tan largos! Con los que tanto hemos disfrutado. La recuerdo sentada en la mesa camilla haciendo ganchillo. Nos colocábamos alrededor y le pedíamos que nos contara un cuento. Yo tenía más de 20 años la última vez que se lo pedí: ¡Abuela, cuéntanos el cuento del Rey Salomón!
¡Qué buena narradora! Sus ojos azules nos miraban y sus manos se posaban en las nuestras en el momento crítico. Y, al final, siempre una enseñanza. Y sin embargo mi madre, siempre serena y cabal. ¡Veía la hierba crecer!. Nunca una voz más alta que otra, nunca un insulto, nunca una bofetada… con una mirada bastaba. ¡Imposible el desacato!
A mi madre todo el mundo la quería y la respetaba. A ella acudían, porque ella siempre ayudaba. Sabía qué decir. Sabía qué hacer. Tuvo amigas hasta la muerte. De hecho, yo me llamo Nieves por una de ellas. ¡Mi madre era una lección de vida!
¡Y sus manos!, ¡me alucinaban!, se movían de una forma suave, cuando cosía, al levantar algo delicado, cuando hacía esas rosquillas que tanto me gustaban… Yo la admiraba, la quería, me sentía segura a su lado, pero ¡era muy difícil estar a la altura de esta mujer!
Diré, no obstante, que no fue nunca una madre cariñosa (no así de abuela). Y yo, buscando su calor, hasta el día anterior a mi boda, me dormía cada noche enganchada a su brazo, con la cabeza apoyada en su hombro. Debía dolerle, pero no se quejaba. ¡Qué a gustito estaba yo!
¡Y mis hermanas! ¡Ay mis hermanas! (Yo soy la tercera, ¡una posición malísima!) Ellas son mi refugio cálido, de cariño, de comprensión. De amor, ¡pero el de verdad!. Mi madre hizo de nosotras un verdadero equipo y ¡con ellas iría al fin del mundo!
¡Qué afortunada he sido!
Nieves Gómez
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No cumplí las expectativas de mis padres que esperaban un varón. No puedo asegurar que mis actitudes en la infancia estuvieran motivadas por la continua repetición de ese incumplimiento pero lo cierto es que los juegos propios de las niñas no me interesaban demasiado. No digo que no haya jugado con muñecas, cocinitas y demás objetos propios de mi condición de niña, pero cuando realmente disfrutaba era jugando al balón, corriendo, patinando, cualquier juego en el que ensuciarse o romper la ropa no importaba, en los que sacaba tanta energía y satisfacción que cuando regresaba a mi casa “la música desaparecía”.
Era costumbre en mi familia comprarnos libros infantiles que nos leían hasta que pudimos leerlos nosotras y fue entonces cuando llego a mis manos un libro “Mujercitas” de LouisaMayAlcott, tan cursi como casi todos los cuentos infantiles de la época, pero en este aparecía un personaje principalque me impactó, Jo,no cumplía los estándares femeninos de su época, ella quería otra cosa.
A veces se sabe lo que no se quiere pero no se sabe lo que se quiere. No creo que en ese momento fuese tan consciente del impacto que me causo el personaje pero ha estado presente en mi infancia, adolescencia y juventud como ejemplo para entender que en la vida se debe ser como uno siente independientemente de cómo los demás esperan que seas. Creo haberlo cumplido y al contrario que Antonio Machado yo vivo en paz conmigo misma y en guerra con el mundo.
M. Ángeles González
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I S M A E S T R A S
SOMOS TRIBU
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u n d e s c u b r i m i e n t o
Para mí la grafología fue un descubrimiento yo la conocí con 40 años venía de un pueblo muy pequeño y mi cultura era muy corta. Todo lo que aprendí de las letras y sus y su significado me marcó mucho todavía hoy que ya han transcurrido 30 años me sigue gustando pero ya no me asombra tanto.
Carmen Aparicio
SOMOS TRIBU
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r d a d e r a m a e s t r a
Para mí, el oficio de peluquera, fue un aprendizaje a todos los niveles: oficio y valores.
Los símbolos que he puesto en el trabajo, son las herramientas, con las que mi tía me fue enseñando.
Mi tía fue una verdadera maestra. Me enseñó las distintas técnicas, para ser una buena peluquera. Quería que supiera como cortar y peinar dependiendo del momento (bodas, fiestas, el día a día…)
Además, me inculcó, el respeto a las personas, la responsabilidad en el trabajo, la puntualidad el orden y la limpieza.
Fue mi maestra en todos los aspectos de la vida. Me ayudó a ser una buena persona, a la vez que una excelente profesional.
Mari V. Ortiz
SOMOS TRIBU
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