GRADUACIÓN 4º ESO 25 DE JUNIO 2013 Beatriz López Rodríguez Mi discurso, más que un discurso es una pequeña nota al pie de página, porque a veces lo más sencillo es lo más sincero. Hace poco hablábamos en clase de lo que significa ser profesor, que nos duele y que nos encanta, y os sorprendió descubrir que no sólo enseñamos, sino que también aprendemos de todos y cada unos de nuestros alumnos y alumnas. Quizá no es nuestro papel, pero es inevitable conocer vuestras ilusiones y sueños, vuestras ganas de vivir, o el punto de vista de una generación que no es la tuya. Nos enriquecéis como docentes, pero mucho más como personas. En centros como Navelgas el privilegio es doble, todo es cercano y familiar, y la relación profesor-alumno lo más estrecha que se puede imaginar, porque vosotros dejáis que sea así. Nos conocéis y os conocemos. Así se que Dani nunca será una persona silenciosa y pensativa, que siempre transmitirá su alegría y optimismo. Que Manuel sabe de problemas informáticos más que nadie. O que David tiene más sensibilidad artística de la que cree. Que Andre, siempre discreta, esconde más de lo que enseña. Y que Sara es una buena compañera que de vez en cuando nos muestra su gran sentido del humor.
Que Yolanda no puede ver una escena violenta en las películas porque se estremece. Ángel tiene muy claro cuál quiere que sea su futuro, lo cual no es frecuente. Y que Eliza nunca tiene miedo a expresar sus opiniones, siempre respetando a los demás. En Eliza me detengo por ser ella la última en llegar y ganarse nuestro cariño con tanta rapidez. No quiero mentir, también nos enseñáis otras cosas, en momentos robados, como los resultados futbolísticos del fin de semana, las curvas peligrosas del último rally, qué es ser eurofan o cuanto costó la orquesta en la fiesta de no sé dónde. Espero
que
este
centro
signifique
para
vosotros
tanto
como
vosotros significáis para él; que os hayamos transmitido mucho más que conocimientos, una forma de enfrentar la vida siendo personas integras, con capacidad de opinar y respetar a los demás. Al fin y al cabo pueden ser algunas de las claves para unos de los proyectos más importantes de la vida: ser feliz y hacer felices a los que nos rodean. Vayáis donde vayáis, y hagáis lo que hagáis, espero que recordéis con cariño vuestros años aquí, ya sean treo o sólo uno. Y que la expresión “hasta pronto” no sea una frase hecha. Yo sólo diré “hasta luego”…