BASADO EN LA OBRA DE D.L.MOODY
ESTUDIO “LA ORACIÓN QUE PREVALECE” CAPÍTULO 4: ACCIÓN DE GRACIAS A continuación hablaremos de otro elemento de la oración que es la acción de gracias. Tendríamos que estar más agradecidos a Dios por lo que nos concede. Quizá algunos tienen un hijo en la familia que se está quejando constantemente, nunca está contento. Como veran no produce mucho placer que un hijo haga una cosa así. O si le das limosna a un pobre que siempre está refunfuñando, y nunca agradece lo que se la da, es posible que al final le cierres la puerta. • La ingratitud es una de las cosas más difíciles de tolerar. • Un santo no agradecido es una contradicción. • El mal y el desagradecimiento son hermanos gemelos, que viven y mueren juntos; cuando alguien deja de ser malo, empieza a ser agradecido. El Salmo 150 empieza cada línea con "Alabadle!". Es imposible pensar en un culto espiritual y evangélico que no contenga la alabanza a Dios en el corazón. La consideración de las adorables perfecciones de Dios que descubrimos en el Evangelio nos hace acudir a Él con mayor solemnidad, pedirle bendiciones con mayor confianza, volar a Él en alas de la fe y del amor, glorificarle más espiritualmente. Se dice que en un período de gran abatimiento entre los primeros colonos de Nueva Inglaterra, en los Estados Unidos, se hizo la proposición en una de sus asambleas públicas de proclamar un ayuno. Un viejo labrador se levantó; les dijo que estaban provocando al cielo con sus quejas, y pasó revista a lo que poseían, y les mostró que tenían mucho de qué estar agradecidos, y propuso que en vez de designar un día de ayuno debían designar un día de agradecimiento. Se hizo así, y esta costumbre se continúa en el país hasta nuestros días. LAS PRUEBAS PRODUCEN LIBERACIÓN Y AGRADECIMIENTO Dios envía la dificultad, luego nos manda que le invoquemos a Él; nos promete su liberación; finalmente, todo lo que nos requiere es que le glorifiquemos. Salmos 50:14-15 (RVR1960) 14 Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; 15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Salmos 50:14-15 (NTV) 14 Haz que la gratitud sea tu sacrificio a Dios y cumple los votos que le has hecho al Altísimo. 15 Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria». Adaptado por @JonathanHedz
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BASADO EN LA OBRA DE D.L.MOODY
PABLO, EJEMPLO DE UNA VIDA AGRADECIDA Entre todos los apóstoles ninguno sufrió tanto como Pablo; pero no vemos que ninguno de ellos dé gracias tan frecuentemente como él. Tomad la epístola a los Filipenses. Recordad lo que sufrió en Filipos; cómo le azotaron y le echaron en la cárcel. Con todo, cada capítulo de esta carta rebosa acción de gracias y regocijo. Hay en ella este conocido pasaje: No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. (Filipenses 4:6). Hay aquí tres preciosas ideas: 1. «No se preocupen por nada», 2. «oran por todo», y 3. «denle gracias». Siempre conseguimos más cuando somos agradecidos por lo que Dios ha hecho por nosotros. Pablo dice de nuevo: «Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros» (Colosenses 1:3). De modo que le estamos dando gracias constantemente. Podemos leer cualquiera de sus epístolas, y encontrar que están llenas de alabanza a Dios. UN EJEMPLO DE AGRADECIMIENTO Un labrador estaba una vez arrodillado ante la tumba de un soldado cerca de Nashville. Alguien se acercó y le dijo: -«Por qué estás con tanta atención ante esta tumba? ¿Hay un hijo tuyo enterrado aquí?». -«No» -contestó-, «durante la guerra todos mis familiares estaban enfermos y no sabía cómo podría dejarlos cuando me llamaran para incorporarme a filas. Uno de mis vecinos vino y me dijo: "Iré en tu lugar; yo no tengo familia". Fue y cayó herido en Chickamauga. Fue llevado al hospital y murió allí. He venido todas estas millas para poder escribir en su tumba estas palabras: "Murió por mí"». Y esto es lo que el creyente puede decir siempre de su bendito Salvador, y puede muy bien regocijarse: «Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, fruto de labios que confiesan su nombre» (Hebreos 13:15).
Adaptado por @JonathanHedz
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