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PASEMOS EL PENTECOSTÉS A LA PRÓXIMA GENERACIÓN

P & R: NEXTGEN Y EL ESPÍRITU SANTO

AG News, la agencia oficial de noticias de las Asambleas de Dios pidió a un panel de líderes ministeriales que comentaran sobre el Espíritu Santo y la siguiente generación (NextGen), que incluye a niños, adolescentes y adultos jóvenes. Los participantes son:

Marcus L. Arrington, 44, es pastor principal en The Embassy Center MKE] en Milwaukee. También sirve como director asociado del Programa de Logro de Postgrado Ronald

E. McNair en la Universidad de Marquette. Arrington y su esposa, Crystal, tienen dos hijos, Jacen y Makaila.

Cynthia Gandhi Dobbs, 38, y su esposo, Destry, dirigen el Metro Chi Alpha de Tulsa. Tienen un hijo de 17 años, Obadiah. Cynthia sirve también como la especialista de recursos de misiones interculturales en el equipo nacional Chi Alpha y es directora de la Red de Mujeres Ministras de Oklahoma de las Asambleas de Dios.

Norlan Hernández, 34, es director del Centro para Liderazgo Hispano Jesse Miranda en la Universidad Vanguard. También es fundador y presidente de Faithful Teachings Inc., una asociación sin fin de lucro que colabora con comunidades religiosas locales en iniciativas integrales para la transformación de la sociedad en América Latina. Sus áreas de investigación incluyen identidad latinoamericana, teología, contextualización, liderazgo y justicia. Hernández y su esposa, Isabel, son padres de Aella Mia.

Josh A. Wellborn, 47, sirve como director nacional para los jóvenes de las Asambleas de Dios en Springfield, Missouri. Él y su esposa, Jennifer, por más de 20 años han hecho discípulos que hacen discípulos para la próxima generación. Tienen cuatro hijos.

John W. Kennedy, editor de AG News, planteó las preguntas a los participantes de la mesa redonda. A continuación se presentan las respuestas editadas:

AG News: ¿Por qué a veces el Espíritu Santo parece más evidente que en otras ocasiones?

Cynthia Gandhi Dobbs: A veces Dios decide manifestarse de una manera que impresiona a la gente. Cuando buscamos arrepentimiento y consagración su presencia se hace evidente. Cuando la adoración es reforzada con amor al Señor, podemos sentir que Su amor y Su presencia se irradian hacia nosotros.

A veces siento un profundo anhelo y hambre avivados por la lucha o la necesidad que experimento en ese momento. Entonces, me esfuerzo por buscar al Señor, y su presencia se hace más palpable. Él se acerca a los quebrantados de corazón.

Marcus L. Arrington: Jesús explicó que el Espíritu Santo estaría con y en sus seguidores (Juan 14:17). Pablo afirmó en Romanos 8:11 que el Santo Espíritu, el poder que levantó a Jesús de los muertos, vive en quienes siguen a Cristo. Aunque el Espíritu de Dios está con nosotros siempre, no siempre estamos conscientes de este hecho, pues hay muchas voces que nos distraen. Es necesario que «practiquemos estar en su presencia» a través de la alabanza, la adoración y la quietud en tiempos de oración para que podamos reconocer el suave susurro del Espíritu (1 Reyes 19:12,13).

El Espíritu Santo no es una «cosa». Por ser una persona, cultivo mi relación con Él. Por consiguiente, su presencia es aún más evidente para mí. Puedo reconocer su voz, conozco qué le complace y qué lo aflige. Me doy cuenta cuándo está cerca y cuando está lejos.

Norlan Hernández: El esfuerzo de la gente por buscar la presencia del Espíritu Santo son razones poderosas de que a veces esa presencia es aún más evidente. El anhelo genuino y la búsqueda incesante de la presencia del Espíritu de Dios fomentan las condiciones internas necesarias para que experimentemos más de Él. Además, el contexto integral de lo que nos rodea (el tiempo, la sociedad, la cultura, las finanzas y la familia) repercute en nuestro anhelo y esfuerzo de buscar la manifestación del Espíritu Santo. Circunstancias, como el terremoto de Turquía y Siria, provocan una intensa necesidad, no solo de comprender la realidad que se debe enfrentar, sino de cómo encontrar esperanza y liberación.

AG News: ¿Está el Espíritu Santo más activo en unos países que en otros?

Hernández: Hernández: El Espíritu Santo obra en las personas, comunidades y países que lo buscan. La realidad de las necesidades de los países del sur, en general son mayores que las de los países del norte. La violencia, pobreza y corrupción existen a niveles mucho más elevados. Por eso, las personas en estos contextos tienen una mayor necesidad de esperanza y liberación. Es de estas condiciones que nace ese anhelo de experimentar la presencia del Espíritu de Dios. La gente confía en el Espíritu Santo para encontrar paz en medio de la guerra, amor en medio del odio, sustento en medio de necesidad extrema, sanidad en medio de falta de recursos médicos.

Josh Wellborn: Esto puede ser lo que sienten muchos cristianos de los Estados Unidos cuando participan en un viaje misionero o leen sobre maravillosas señales y milagros que suceden en el extranjero, en especial en aquellos países en vías de desarrollo.

La Biblia advierte una y otra vez que el materialismo es dañino para el crecimiento espiritual. Como consecuencia, los países (o cualquier lugar) donde las personas buscan a Dios, y no han sido engañados por el materialismo, tendrán mayor éxito en escuchar al Señor a través del Espíritu Santo.

Dobbs: La Palabra de Dios dice que cuando el enemigo venga como una violenta marea, el Señor levantará su estandarte contra Él (Isaías 59:19). Cuanto mayor sea la oscuridad, tanto más fuerte será la luz. Cuanto mayor sea la ceguera espiritual, tanto más poderosa será la presencia del Espíritu Santo para reconciliar a los hombres con Dios

AG News: ¿Cómo podemos pasar el Pentecostés a la siguiente generación?

Hernández: Debemos pensar en maneras relevante para la cultura. Por ejemplo, la narración de historias es tradicional en muchas culturas, como la de los indígenas americanos y otras comunidades nativas, que acostumbran usarla para divulgar conocimiento. Para estas comunidades una manera de pasar el Pentecostés serían las historias de la primera experiencia con el Espíritu Santo y su impacto en la vida de los que la vivieron. Otras comunidades se apoyarán en los registros escritos para transmitir el Pentecostés a la próxima generación.

Podemos documentar testimonios, reflexiones personales, y estudios de casos cuando familias y comunidades han vivido la presencia del Espíritu Santo en la vida de sus miembros. Estos esfuerzos en el entorno tendrán más posibilidad de sobrevivir a la persona o a la generación. Quedarán plasmadas en las prácticas y tradiciones culturales de la comunidad. Fácilmente podrán ser reforzadas.

Dobbs: Al vivir un estilo de vida pentecostal que los jóvenes puedan ver y al expresarnos sin vergüenza alguna sobre el Espíritu Santo. Los jóvenes tienen hambre y sed de una relación genuina con Dios. El temor y la vergüenza de lo que podría suceder cuando la gente experimente Su plenitud, ha hecho que paguemos un precio muy alto.

Demos oportunidad a que pregunten acerca del Espíritu de Dios. Planifiquemos servicios centrados en aprender más sobre cómo recibir el bautismo en el Espíritu Santo. Entrenemos a cada creyente para que ore por otras personas con el fin de que sean bautizados en el Espíritu. Si andamos en el poder del Espíritu y además creemos que a través de Él podemos realizar poderosas obras de sanidad, liberación y consagración personal, la generación más joven aprenderá a través de nuestro ejemplo.

Arrington: Podemos transmitir el Pentecostés al enseñarlo, al vivir en santidad y demostrarlo. Algunos llaman a esto «transmisión cultural». Pentecostés es la manifestación de la cultura del cielo en la tierra. La hegemonía del Espíritu de Dios seguida de sanidades, milagros, predicación poderosa, generosidad, amor y temor de Dios; esa es la manifestación del cielo en la tierra (Hechos 4:32–35). Pentecostés debe transmitirse como algo más que hablar en lenguas y adoración exuberante. Es un estilo de vida de libertad y gracia en el que los creyentes se mueven dirigidos por el Espíritu de Dios.

Santo es un don de Dios, nuestro Padre celestial.

Dios nos ama con perfección, no como los padres terrenales, aunque hagan su mejor esfuerzo. No hay teléfono celular o ropa moderna, ni regalo que se compare con el don del Espíritu Santo. Él nos da poder. Él transforma. Él hace milagros. Él intercede. ¡No hay razón de temer ante un regalo como este!

Wellborn: Jesús presenta al Espíritu Santo como nuestro Consolador y nuestro Abogado. Los jóvenes deben entender que el Espíritu Santo les habla de lo que ellos sienten en su corazón respecto a la moral, el amor, la pasión, el llamado y la voluntad de Dios para su vida. (Juan 16:13) El Espíritu Santo es tu ayudador y vive en tu corazón (Juan 14:17).

Dobbs: El Señor no nos dará algo dañino cuando le pedimos algo bueno (Lucas 11:9–13) No debemos temer a ser influenciados por espíritus extraños cuando pedimos a Dios que nos dé el Espíritu Santo, porque Jesús se anticipó a nuestro miedo y nos dio la solución.

Wellborn: La mejor manera de pasar el legado espiritual es vivir de verdad lo que creemos en comunidad con la siguiente generación. Mucho de la herencia cultural que les transmitimos viene del ejemplo que damos al vivir nuestras prácticas espirituales. Si queremos que los jóvenes y niños reciban Pentecostés, nosotros debemos vivirla.

Además de enseñar los mandatos de Dios (Deuteronomio 6:6,7) debemos repetirlos una y otra vez a nuestros hijos. Debemos hablar de ellos cuando estemos en casa y cuando estemos de viaje, cuando nos acostemos y cuando nos levantemos.

AG News: ¿Por qué no debe tener miedo un joven de buscar al Espíritu Santo?

Arrington: El joven promedio no tiene miedo de los regalos. En realidad, la mayoría de los jóvenes anhela recibir los dones. El Espíritu

AG News: ¿Qué consejo darían a los jóvenes que creen que no necesitan el Espíritu Santo?

Arrington: Jesús dijo a sus discípulos que esperaran a recibir el don del Padre antes de iniciar su ministerio (Lucas 24:49). Para vivir, dirigir, y servir como Dios quería, necesitaban a Alguien más con ellos. Jesús sabía que ellos enfrentarían mucha adversidad (como, burla, abuso, castigo físico). Debido a eso, necesitarían Su poder para soportar. También quería asegurarse de que sus discípulos pudieran sanar, y ayudar a las personas del mismo modo en que Él lo había hecho. Su poder nos da a los cristianos una clara ventaja sobre nuestros enemigos.

Marcus Arrington

El mundo se aleja cada vez más de Cristo y se corrompe moralmente. Los valores cristianos, que antes eran valorados, hoy no son tolerados. El contexto cultural del momento y el temor de ser avergonzado en las redes sociales requiere de mucho valor. El poder del Espíritu Santo nos da el valor que necesitamos. Muchos jóvenes se enfrentan a la presión del grupo, a la influencia de los medios de comunicación, al deseo de encajar o de ajustarse a lo que dicen los demás sobre asuntos como la identidad de género. Necesitamos el poder de Dios para vivir en santidad, amar con pureza y avanzar con valor entre los leones.

Hernández: Puede ser muy beneficioso asistir a un programa de discipulado sobre el Espíritu Santo con su pastor/líder de jóvenes. Hablar también con personas que han tenido experiencias con la presencia del Espíritu de Dios. Sus relatos siempre incorporarán testimonios de transformación, esperanza y liberación. Además, invitarlos a retiros centrados en pasar tiempo con Dios y buscar la presencia del Espíritu Santo, y acompañarlos con un compromiso de discipulado.

Wellborn: Jesús aclaró a sus discípulos que necesitaban recibir el bautismo en el Espíritu Santo. Las Escrituras dejan claro que el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo son experiencias para todos los creyentes (Juan 3:5). En el libro de Hechos vemos varias evidencias físicas: estruendo como de un viento fuerte, llamas de fuego y otros idiomas (Hechos 2:2–4). No observamos ese mismo patrón repetirse en la Palabra de Dios, pero el elemento que se repite una y otra vez cuando los cristianos reciben el bautismo en el Espíritu es la experiencia de hablar en otras lenguas (Hechos 10:46; 19:6).

AG News: ¿Qué diferencia debe marcar el Espíritu Santo en la vida de un cristiano?

Hernández: Desde que nos iniciamos en nuestra fe cristiana a través de la confesión de fe, el Espíritu Santo comienza su obra en nosotros. Seguirá obrando cambios al guiarnos, dirigirnos, consolarnos e influir en nosotros. El Espíritu de Dios está activo en nuestra vida, así como nuestra familia y amigos. Él debe estar presente cuando tomamos decisiones. Los jóvenes pueden preguntar al Espíritu Santo con quién tener un noviazgo, qué hacer ante los problemas, cómo encarar las relaciones que han roto, qué carrera estudiar en la universidad, qué pasantía aceptar, en cuál carrera invertir. Nuestras palabras, acciones y conducta deben reflejar lo que creemos.

Wellborn: Me interesa más la evidencia a largo plazo del bautismo en el Espíritu Santo: una vida que se caracteriza por el poder y la obediencia a la voz del Espíritu de Dios. Los cristianos podemos ser representantes del amor del Señor cuando utilizamos los dones del Espíritu prometidos a todos los creyentes (1 Corintios 12:1–31).

Dobbs: El Espíritu Santo produce piedad. Podemos ver la evidencia de madurez espiritual y abundancia del fruto del Espíritu en los creyentes llenos del Espíritu de Dios. Él, con amor, nos señala nuestras debilidades y nos ayuda a superarlas. Nos da convicción y consuelo a la vez. El creyente lleno del Espíritu tendrá una patente carga por las almas perdidas. El anhelo de hablar de las Buenas Nuevas los motivará a vivir con generosidad.

Arrington: El Espíritu de Dios produce una transformación total. Por ejemplo, el apóstol Pedro era muy diferente antes de recibir la plenitud del Espíritu. En él se operó un cambio de carácter. Pasó de ser el que negó varias veces a Jesús (Mateo 26:69–75) a ser uno de los principales líderes de la iglesia primitiva. Predicó con valor (Hechos 2:14–40; 3:12–26) y se enfrentó a los líderes religiosos que se oponía al mensaje de Jesús (Hechos 4:8–20).

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