FREE VOLUMEN 1 NÚMERO 4
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Esta edición está tan buena que decidimos que debería tener su propia canción y su propio baile. Le pedimos al compositor Drew Swinburne que nos hiciera un tema. Sabíamos que podía hacer algo que estuviera a tono porque es el encargado de las partituras del Cute show de VBS TV y de un programa de títeres experimental: el Showbeast. ¡Y estuvimos en lo correcto! “Party parade”, o el tema de la Edición Payasa de Vice, es una rolita alegre que incorpora sonidos desenfadados de piano de juguete con ritmos juguetones de payasos. Para bajar el MP3, vayan a viceland.com. Ahora, cambien de hoja y bailen con la coreografía que hicimos para la canción.
VOLUMEN 1 NÚMERO 4 Foto de portada por Roe Ethridge
LA PAREJA DISPAREJA Cena, DMT y Growing . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
¿QUÉ ES LO QUE HACE A UN PAYASO TAN PAYASO? . . . . . . 64
LOS JUDÍOS MÁGICOS De Manischewitz a Mescalina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
¡AUCH! Una manifestación violenta contra la carne me hirió la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
EN AMBOS LADOS Inmigrantes mexicanos y las familias que dejaron atrás . . . . 22
INFANTICIDIO EN MERSEY Dentro de las violentas vidas de los onceañeros de Liverpool . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
ROBERTO BOLAÑO Extracto de 2666 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
LO QUE HICE EN MIS VACACIONES DE VERANO Fotos por Maggie Lee . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
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Antonio Vargas ha sido bailarín profesional y coreógrafo por doce años. Ha hecho todo, desde musicales y videos hasta telenovelas. Nuestras instrucciones fueron que capturara lo juguetón y diverso de esta edición con su baile, ¡y los resultados fueron espectaculares! “El baile es una mezcla de distintos estilos”, dijo, “empezando con algo contemporáneo, algo de (Bob) Fosse, un poco de ballet, algo de vogue, y terminando con un poco de inspiración de A chorus line. Básicamente, estoy jalando un poquito de todos los estilos, y después, colapsando al final”. Para ver el video de este baile, que presentó ante una fascinada audiencia en la galería de arte Vice, entren a viceland.com.
Cabecera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 Empleados del mes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Correo Vice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 DOs & DON’Ts . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Moda: Playeras y la falta de ellas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 Moda: Suecas que no se ven suecas . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Moda: Saliendo con un un skate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Moda: Jogger Stalker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
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La página de Johnny Ryan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102 Skinema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 La página de Epicly later’d . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 Ruleta de juegos de Sheppard . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 Reseñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108 Lista de personajes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110 Lista de marcas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
FUNDADORES Suroosh Alvi, Shane Smith EDITOR INTERNACIONAL Jesse Pearson (jessep@viceland.com) EDITOR Santiago Stelley (santiago@vbs.tv) EDITOR ASOCIADO Zaratustra Vázquez (zaratustra@vicemexico.com) EDITOR ASOCIADO INTERNACIONAL Amy Kellner (amy@viceland.com) DIRECTOR GENERAL Eduardo Valenzuela (eduardo@vicemexico.com) DIRECTOR INTERNACIONAL Erik Lavoie (erik@viceland.com) EVENTOS, DISTRIBUCIÓN Y VENTAS Emmanuel Cobos (emmanuel@vicemexico.com) Claudia Alfaro (claudia@vicemexico.com) Varenka Ruiz (varenka@vicemexico.com) VENTAS Zoraya del Río (zoraya@vicemexico.com) TRADUCTOR Marco Tulio Valencia (tulio@vicemexico.com) CORRECTOR EDITORIAL Iván Sierra (ivan@vicemexico.com) EDITORA DE MÚSICA Laura Woldenberg (laura@vicemexico.com) DISEÑADOR Christian Salinas (nahual@vicemexico.com) VICE MÉXICO Envíanos: cartas, DOs & DON’Ts, discos para reseñar, revistas, libros, etcétera Presidente Masaryk 101-1001, C.P. 11570, México DF Phone +(52) 55 5255 1909 Fax +(52) 55 5203 4061 VICE NEW YORK 97 North 10th St., Suite 204, Brooklyn, NY 11211 Phone 718 599 3101 Fax 718 599 1769 VICE LOS ANGELES 722 North Figueroa Street, Los Angeles, CA 90012 VICE UK 77 Leonard St., London, England, EC2A 4QS Phone +44 (0) 20 7749 7810 Fax +44 (0) 20 7729 6884 VICE MONTREAL 127 B King Street, Montreal, QC, Canada H3C 2P2 Phone 514 286 5224 Fax 514 286 8220 VICE TORONTO 1349 Queen Street West, Toronto, ON, Canada, M6K 1M1 Phone 416 596 6638 Fax 416 408 1149 VICE AUSTRALIA PO Box 2041, Fitzroy, Victoria, Australia 3065 Phone +613 8415 0979 Fax +613 8415 0734 VICE NEW ZEALAND P.O. Box 68-962, Newton, Auckland, New Zealand Phone +64 9 378 1111 Fax +64 9 378 1113
PRESIDENTE DEL CONSEJO Julio García Lourdes O. (julio@vicemexico.com) DISEÑO EDITORIAL inkubator.ca DISEÑO WEB Solid Sender TEXTOS Roberto Bolaño, Kevin Failure, Gabriella Gómez-Mont, Robert Johnson, Hamilton Morris, Chris Nieratko, Patrick O’Dell, Marguerite Seger, Stephen Lea Sheppard FOTOS Blossom Berkofsky, Angela Boatwright, Roe Ethridge, Stuart Griffiths, Robert Johnson, Richard Kern, Maggie Lee, Patrick O’Dell, Dulce Pinzón, Michael Rudiger, Marguerite Seger, Dan Siney, Jess Williamson ILUSTRACIONES Laura Park, Johnny Ryan, Aiyana Udesen VICE SCANDINAVIA St. Eriksgatan 48 A, SE - 112 34 Stockholm Phone +46 (0)8 692 6260 Fax +46 (0)8 692 6274 VICE ITALY Via Melzi D’Eril, 29, 20154, Milan, Italy Phone +39 (0)2 45479185 Fax +39 (0)2 99986071 VICE GERMANY Brunnenstr. 196, 10119 Berlin, Germany Phone +49 (0) 30 246295-90 Fax +49 (0) 30 246295-99 VICE JAPAN Phone +81-3-5766-0697 Fax +81-3-5766-0698 VICE NETHERLANDS Postbus 15897 1001 EA Amsterdam, The Netherlands Phone +31 (0) 20 6732530 Fax +31 (0) 20 6738751 VICE BELGIUM Lange Winkelhaakstraat 26, studio 35, 2060 Antwerpen, Belgium Phone +32 (0) 3 232 18 87 Fax +32 (0) 3 232 43 02 VICE FRANCE 21, Place de la République, 75003 Paris, France Phone +33 (1) 77 37 17 33 Fax +33 (1) 44 61 70 27 VICE ESPAÑA C / Palma de Sant Just 9 ab, 08002 Barcelona, España Phone +34 93 3101066 Fax +34 93 664573414 VICE AUSTRIA Favoritenstraße 4-6 / III, 1040 Vienna, Austria Phone +43 (1)90 76766 Fax +43 (1)90 76766 99
Vice es una publicación mensual. Octubre de 2008. Presidente Masaryk 101-1001, col. Polanco, CP 11560, México, DF. Teléfono: (5) 5255 1909. Fax: (5) 5203 4061. Editor responsable: Julio Mariano García Lourdes Ochoa. Certificado de Reserva del Instituto del Derecho de Autor: 04-2008-09091704100-102. Certificado de Licitud y Contenido, en trámite. Imprenta: Compañía Impresora El Unversal S.A. de C.V. Allende 176. Col Guerrero. México D.F. Tel: 5117 019. Distribución gratuita. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Vice. Se prohíbe su reproducción total o parcial.
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EMPLEADOS DEL MES
MAGGIE LEE
HAMILTON MORRIS
Maggie es una pequeñísima bolita de diversión. Primero apareció en una sesión fotográfica de Vice enseñando las tetas, y ahora es una de nuestras fotógrafas favoritas. También mantiene vivo el casi extinto mundo de los zines con varias publicaciones fotocopiadas, como la reciente Brainstorm No. 8: “Cool beans”, integrada por su envidiable colección de libros de calcomanías de la infancia. Como todas las personas chingonas que conocemos, creció en Nueva Jersey, escapándose de su casa para ir a presentaciones de hardcore en los sótanos e iglesias de Nuevo Brunswick y Filadelfia. En la preparatoria, trabajaba en Mail Boxes Etc. fotocopiando y enviando zines gratis y robando la revista Vice del buzón de un cliente. Ahora va a la escuela de arte Pratt en Brooklyn, donde maneja la estación de radio del campus; hace un blog en supmaggielee.blogspot.com y flota por todos lados en una nube hecha de magia.
Hamilton es un misterio envuelto en un enigma envuelto en un laberinto de drogas alucinógenas con nombres que suenan como códigos postales canadienses. Le pedimos que hiciera una biografía, y esto es lo que escribió: “Tomo a las mujeres igual que tomo el café: bien molido y en bolsitas de plástico. Duermo en los pisos de clubes de comedia y pago mis comidas con chistes. Escribo para la revista SkyMall para subvencionar mi adicción al jarabe para la tos. La otra noche sufrí una sobredosis en la avenida Bedford y, mientras moría en los brazos de un programador de computadoras que no conocía, me di cuenta de que necesito ayuda. Estoy buscando comida caliente y una buena mujer”. Si alguien tiene comida caliente o una buena mujer para Hamilton, favor de enviar un mail a canyoubelieve thisguy@whatapieceofwork.org. Ve LOS JUDÍOS MÁGICOS, página 18
Ve LO QUE HICE EN MIS VACACIONES DE VERANO, página 92
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JESS WILLIAMSON
DULCE PINZÓN
Le hablamos a Jess a las diez de la noche un día entre semana y le dijimos: “Oye, ¿puedes ir ahora mismo a esta sinagoga y fotografiar a una bola de judíos que anda hasta el pito de LSD?”. Y contestó: “¡A huevo!”. Y terminó en el bosque probando un ácido por primera vez. “¡Es la neta!”, nos dijo. “Había bichos cósmicos en mi pelo y duendes graciosos colgados de los árboles. Me tomó tiempo darme cuenta de que todos estaban enojados conmigo y no disfrutaban el flash de mi cámara tanto como yo. Le di mi cámara a un tipo y le dije que me castigara con el flash, que realmente me doliera, y me reí como por una hora”. Jess volvió a la universidad en Texas. Esperamos que disfrute su descenso a un mundo de drogas químicas que destruirá su vida. Sólo bromeamos: el ácido es divertido.
Dulce nos dio una biografía de un millón de páginas llena de honores y premios y un chingo de mamadas impresionantes. Algo de lo más destacado: su trabajo ha sido exhibido, publicado y coleccionado internacionalmente. En 2001, sus fotografías fueron usadas para la portada de una edición del libro de Howerd Zinn A people’s history of the United States. En 2002, ganó la beca a jóvenes creadores en México. En 2006, obtuvo una mención honorífica en la competencia Proyecto Satan Fe y triunfó en la duodécima edición de la bienal mexicana del Centro de la Imagen. En 2006, fue socia en fotografía de la New York Foundation for the Arts y es actualmente socia de la fundación Ford. ¡Dios mío, mujer! Pensamos que debe detenerse un poco y meterse, como el resto de nosotros, más ácido.
Ve LOS JUDÍOS MÁGICOS, página 18
Ver EN AMBOS LADOS, página 22
CORREO VICE
OSITO DE MIEDO
¿Y LA COARTADA?
Hola. Tengo dudas respecto a sus políticas de seguridad o sobre qué es lo que recomiendan hacer en situaciones en las cuales determinada acción podría beneficiar a Vice, pero llevarnos irremediablemente a la muerte. Estaba con unos amigos a las afueras de Chicago esperando el camión que me llevaría de vuelta a la universidad y vi a dos horribles hombres negros de ghetto merodeando por ahí. Se veían muy densos, y uno tenía la cara como de R. Kelly, pero medio bizco. Los dos se sentaron a hablar jive o ghetto — o como se llame eso que estaban hablando — , y pensé en tomar una foto porque los dos traían cajas de Build-A-Bear, que es un lugar al que vas a hacer tu propio oso de peluche. Pensé que estaría muy cagado porque se veían terroríficos, terriblemente hardcore, aparte de que uno de ellos tenía un tatuaje de una AK-47 en el cuello. De cualquier forma, de haber tomado la foto sólo para que les llegara a ustedes, es muy probable que hubiera muerto. ¿Debí haberme arriesgado? Gracias. MICHAEL BLUM Chicago, IL
Vice: Recientemente regresé a casa después de un encantador fin de semana en el campo. Descansando en casa esa tarde de domingo, finalmente tuve la oportunidad de ver su reciente Edición de Fotografía, que llevé a mi viaje, pero nunca tuve oportunidad de leer a pesar de que moría de ganas por hacerlo. Quisiera recalcar la dominante fealdad de toda la publicación. Cada página, cada imagen parecía un intento por capturar, hiperbólicamente, la fealdad. Me pregunto si le enviaron un comunicado a todos los colaboradores pidiendo artículos sucios, polvorientos y freaks. ¿Han realizado recientemente un estudio que los convenciera de que la mayoría de sus lectores responde sólo ante lo grotesco? Me sentí triste mientras leía el número. Hay mucha fealdad en el mundo. ¿Por qué quieren cortar árboles y desperdiciar tinta, agua y energía para reproducir lo grotesco en gran escala? No creo que el número se sostenga artísticamente. No tiene comentario social. Ni siquiera crea tensión en toda la extensión de la palabra. Carente de contenido (eso es un hecho), no puedo evitar pensar que Vice es un vehículo del nihilismo. Perdón por el comentario tan fuerte, pero tienen que saberlo: su Edición de Fotografía me hizo escribir mi primera carta de queja a una publicación en mis cuarenta y tantos años de edad. Así que mi pregunta para ustedes es ¡por qué! ¿Cuál era el objetivo, el punto? Por otro lado, creo que Vice es una revista que vale la pena, y he sido su lector por años. Gracias por leer esta nota. SEAN FARRELL Vancouver, BC
¿Somos nosotros, o es categóricamente imposible leer esto en voz alta sin terminar hablando con el más ñoño de los ceceos?
SU ANUNCIO, AQUÍ Querido Vice: ¿Qué pedo con la Edición de Fotografía, digo, con la Edición de Publicidad? Es una de las peores cosas que los he visto hacer. No por las fotos, que, por cierto, están muy buenas, sino por la cantidad de anuncios que ponen. La edición de Nueva York tiene anuncios en casi una página, sí; una, no. ¡Puta madre, las primeras treinta páginas son de puro anuncio! Espero que a la Vice mexicana no le pase igual, pero lo dudo. Vice solía ser una revista que me gustaba porque no me ponía mierda y media cada vuelta de hoja. Pero no, no, no: tenían que cagarla. Pareciera que unos pinches tenis son más importantes que las fotos. ¿Qué pedo con eso? En resumen, váyanse a la verga. Su pinche mierda es una mamada. Chinguen a su madre. Quédense en la derecha, pinches riquitos putos. Vía mail Uf, si te encabrona tanto, espero que nunca nadie te enseñe una copia de algo como Vogue, o en verdad te vas a cagar en los pantalones del coraje.
CON FILO Querido Vice: Gracias por usar su cómoda posición social para legitimar nuestro elegido estilo de vida. Nos hemos suscrito a su revista para que la próxima vez que uno de nuestros miembros esté de rodillas frente la tina, con los brazos bañados en sangre, pueda ver el lado curioso de la situación y reírse de los moralistas. Es bueno saber que existe un medio ingenioso, producido en masa e internacionalmente distribuido que entiende nuestros impulsos y los transmite con el adecuado y objetivo cinismo. ¡Sigan con ese filo! SOCIEDAD DE TORTURA SERIAL, ASESINATO Y DESMEMBRAMIENTO SEXUAL Humour Failure House Val Solanas Cul-de-Sac UK, 0 HWE L6UGHD Deja que sean los ingleses quienes, una vez más, se claven tanto en sus complicados intentos de “satirizar” que nadie pueda entender exactamente cuál es el punto al que quieren llegar. 14
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Mmm, si realmente consideras cosas como tetas, adolescentes metaleros, niños japoneses juguetones, fiestas de alberca inflable y skate como ejemplos de la horripilantez del mundo, quizá quieras hacerle un favor a tu sensible personita y nunca volver a salir de tu casa ni asomarte por la ventana ni encender la TV por el resto de tu vida. Este mundo es cabrón, anciano.
¿QUE QUÉ? Vice: Por favor, díganme que no usaron en serio a un “estilista de comida” para la Edición de Helados. ¿Un “estilista de comida”? Antes se burlaban de cómo los medios son unos pendejos gastando su presupuesto en contratar tanta gente como les es posible, y ahora mírense: pagándole a un hombre adulto, presumiblemente gay, por arreglar un helado y un banana split en dos tazoncitos para que le tomen fotos. Esta es EXACTAMENTE la misma actividad por la que le pagan 4 dólares por hora a los quinceañeros en la costa de Jersey durante el verano. ¡Puta madre!, yo probablemente lo hubiera hecho tan sólo porque me dejaran comerme el helado después de las fotos. Ve tú chingados a saber cuánto le pagaron a este cabrón. La única manera que tienen de redimirse frente a mis ojos es decirme que Matthew Vohr es el nombre del adolescente que encontraron en la playa y que llamar a lo que hizo “estilista de comida” fue solamente un chiste editorial. Por favor, díganme que eso es lo que hicieron. No contrataron a un “estilista” para hacer su helado, ¿verdad? L. BEECH Brooklyn, NY Lo hicimos y creemos que los resultados fueron pecaminosamente indulgentes. Escríbenos a info@vicemexico.com (incluye ciudad y estado o provincia) o a Vice México, Presidente Masaryk 101-1001, colonia Polanco, delegación Miguel Hidalgo, CP 11570, México, DF. Las cartas pueden ser editadas debido a su longitud.
La pareja dispareja
que, en lo personal, no somos los tipos más psicodélicos del mundo. Joe: Yo, para nada. Kevin: En serio, sólo somos alchólicos. Eso sí es sorprendente. Su música no suena para nada como de alcohólicos. Es repetitiva y precisa. Con alcohol sólo pensarías que es como un mal roncanrol. Joe: De una manera u otra, no me interesan las drogas para nada, pero sé que a mucha gente que nos escucha, sí, y que nos valoran así. Y está bien, pero no me gusta que la gente nos escuche sólo cuando está hasta la madre.
Cena, DMT y Growing La primera vez que tomé DMT, estaba escuchando a Growing. Dejé mi cuerpo y floté con una gracia singular a través de un reino angelical con catedrales góticas y cuevas brillantes bajo un cielo rosado de cortinas ondulantes. Después de eso, desafortunadamente, tuve que toser y vi un pulpo con cara de calavera tratando de sofocarme. Luego, mis pulmones desaparecieron. Era, del mismo modo, asombroso y terrible, y la música de Growing se prestaba para eso. Sus canciones sonaban como si quisieras tocar el océano en la guitarra, y trinos de pájaros, en un sintetizador del espacio exterior. ¡Uf! ¿Ya ves lo que pasa cuando usas psicotrópicos? En fin, al ver cómo su música está hecha a la medida para tripearle, pensamos en poner a los dos tipos de Growing con DMT, ya que ellos se jactan de nunca antes haberlo experimentado. Kevin dijo: “¡Claro!”, y Joe: “De ninguna manera”, lo que suena como una respuesta perfectamente razonable a “Oye, ¿quieres tomar un alucinógeno intenso y después ser entrevistado con tu banda?”. So, Kevin se fue a un cuarto a ponerse con DMT mientras Joe se quedaba en la cocina preparando la cena. He aquí lo que sucedió.
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Fots! Bueno, yo también la escucho en el trabajo, y funciona como un ruido blanco que me hipnotiza y me ayuda a concentrarme para escribir o editar. Entonces, también es buena para trabajar. Drogas y trabajo. Kevin: Sí, son similares, especialmente cuando estás trabajando en algo creativo.
Joe lavó los platos.
Kevin se puso DMT.
Vice: Estabas riéndote, y lo primero que dijiste cuando regresaste del trip fue: “Podría acostumbrarme a esto”. Kevin Doria: Me puso muy rápido. Me di dos toques y ya estaba puesto. Te recargaste y dijiste: “Guau, un avión”. ¡Ah, sí! Ese avión voló directo por la luz del cielo. ¿Un avión de verdad? Yo... creo que sí. Pensé que era muy gracioso, y, de repente, era como viajar por el espacio. Había muchos patrones en la luz del cielo. Quisiera dibujarlo. Era como un millón de luces en el cielo, y cada una tenía su propio tejido brillando con un billón de colores distintos de luz, como un arcoíris. Las luces estaban apiladas entre ellas, pero una pasó por en medio de todas. Tenía algo extraño y retorcido, algo como un reloj de arena. ¿Sabes que dicen que Francis Crick descubrió el helix del DNA cuando andaba en ácido? Sí, fue totalmente de ese estilo. Puta madre, nunca había visto nada parecido. Todo se
movía al mismo tiempo en esta pinche forma extraña, y creo que la música tuvo algo que ver. ¿Qué estabas escuchando? “So much love to give”, con el DJ Falcon y Thomas Bangalter. Un clásico del french house. ¿Tu música está muy influenciada por el french house? Eso espero. Me gusta mucho. ¿Todo se movía al ritmo de la música? En un punto, cerré mis ojos, y la música se volvió inconsecuente. Suena estúpido, pero estaba esta extraña mierda derretida, casi como si estuviera buceando a través de algún cristal opaco, ¿sabes? Y estaba esa como mezcla entre venado con ratón y un poco de mantis religiosa, y como que, ¡bup!, como que saludándome. No bromeo. Esa madre estaba ahí. Y salía y entraba de toda la masa derretida que siempre estaba en movimiento hacia enfrente. Como si estuvieras atravesando en cohete por un extraño pegamento. Se formaba y desaparecía una y otra vez. Fue increíble.
Guau, entonces viste una cosa. Vi una cosa. No sé si vi LA cosa, pero seguro vi algo. Tenía ojos enormes, como de alien, pero se veía buena onda. No se veía malo o que fuera a morderme o algo. ¿Te habló? No, no era necesario. ¿Fue divertido? Sí, nunca voy a olvidar esto. Nunca jamás. Hablemos con Joe ahora. ¿Qué onda, Joe?, ¿qué haciendo? Joe DeNardo: Estoy haciendo unos huevos, ¿está bien?
¿En serio? Pero si está bien aquí. Es un garage acondicionado en medio de la nada. Joe: Por mucho tiempo no tuvimos este tragaluz. No había nada de luz en todo el lugar. Lo acabamos de poner hace como un año. Antes de eso, no teníamos ni una ventana. Kevin: No me afecta mucho, pero, cuando recién nos cambiamos aquí, éramos cinco y se podía apreciar cómo la falta de luz afectaba de diferente manera a cada uno. Dennis se fue enseguida: no era feliz.
¡Claro! Kevin se puso con DMT, y ahora tú te comerás unos huevos. Joe: Así es esto. Ahí tienes nuestras diferencias.
Creo que puedo ver cómo se vuelve claustrofóbico. Joe: Cuando estás en tu cuarto tratando de trabajar... De hecho, nunca lo había pensado antes, pero puedes ver cómo tus ojos buscan escapar por una ventana, y cuando no existe ninguna, bueno, pues, eso me pone ansioso.
¿Entonces no eres tan wild man como Kevin? Joe: Bueno, nunca he viajado antes. Algún día me gustaría intentarlo, pero no durante una entrevista. Además, no sé si me gustaría hacerlo en esta casa. He tenido malos presentimientos sobre este espacio antes.
Su música está muy viajada. En cierto modo, puede llevarte a consumir DMT. Es por eso que quisimos que lo experimentaran, de hecho. ¿Piensas que tu música es psicodélica? Kevin: Puedo entender cómo es que la gente la toma de esa manera, pero lo gracioso es
¿Qué pasa cuando tocan en vivo?, ¿cuál es su estado mental? Joe: Eso es lo malo, pero yo me he dado cuenta de que necesito estar pedo para difrutarlo. En los últimos años, cuando toco sobrio, siento que estoy luchando por sentirlo. Kevin: Sí, hay un cierto afloje que te da el tomar. Creo que los dos somos bastante ordenados. Joe: ¿Bastante? Kevin: O no tanto. La cosa es que, cuando tocamos y no estamos hasta la madre, tenemos la tendencia a sobreanalizar cada pinche segundo de la música. Como: ¿está aburrido?, ¿está divertido? Lo opuesto a un “¡Agh! Vamos a divertirnos. Ustedes son una banda de dos. ¿Qué otras bandas de dos disfrutan? Kevin: Suicide. Daft Punk. Joe: Primero Kraftwerk eran sólo dos tipos. ¿Querían ser específicamente un dúo? Kevin: No, para nada. Buscamos un tercer miembro, pero creo que es como esa canción de Huey Lewis, “I’m so happy to be stuck with you”. Ja, ustedes son como Bert y Ernie. Kevin: Sí, somos como parientes. Estamos al tanto de los defectos de cada uno, pero no me encabrono tanto con Joe ni creo que él conmigo. Él se ve encabronado contigo ahora mismo. Kevin: Nah, esas son sólo sus jetas naturales. MEG SNEED
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Los judíos mágicos De Manischewitz a Mescalina POR HAMILTON MORRIS, FOTOS DE JESS WILLIAMSON
uando entré al departamento en la calle Ridge del Lower East Side de Manhattan, no vi mucho porque las luces estaban apagadas. Era una habitación vacía con sillones pegados a las paredes, botes y botellas vacías en todos lados. A las cuatro de la mañana, lo único que había ahí eran los restos de una fiesta. Nada inusual. Un judío jasídico estaba botado boca arriba. Su kipá estaba en un cojín junto a su cabeza. El celular no dejaba de sonar con música klezmer digitalizada desde el interior de sus pantalones de lana. No se movía. Me acerqué a ver si seguía con vida. El teléfono sonó un poco más antes de que lo tomara y contestara, momento en el que respiré aliviado. Podía escuchar a alguien cantando en una habitación en el pasillo. Pasé sobre el jasídico desmayado y caminé hacia la siguiente habitación. El interior estaba completamente a oscuras. El aire era tibio y tenía olor a cuerpos. Diez, tal vez quince judíos desnudos estaban parados, cantando en perfecta armonía. Se detuvieron para saludarme; después, siguieron. Me quedé en silencio mirándolos hasta que pude decir algo: “¿Qué está pasando?”. Una voz en la oscuridad me respondió algo incomprensible sobre el LSD, y todos explotaron en carcajadas. Y los cantos continuaron. Sólo me quedé unos minutos observándolos anonadado, hasta que encontré la puerta y salí. De regreso a la otra habitación, un jasídico que no había visto me informó que la fiesta ya había terminado, que ya no había ácido y que debería regresar al día siguiente. Le pregunté cuán seguido hacían ese tipo de cosas. Me respondió: “Constantemente”. Para muchos, la religión es algo tedioso. Una obligación pasada de generación en generación recompensada sólo con la gracia de ser desagradable. Pocos han tenido una genuina experiencia religiosa, algo que garanticen la adoración, reverencia, tiempo y fe. Sé que yo no he tenido una. En el misticismo judío, Dios es parcialmente definido por su falta de definición. Es infinito e incognoscible, el eterno signo de interrogación. Tuve mi primera experiencia psicodélica fumando salvia en la camioneta de un amigo a los 16. Caí gritando de risa, bañado en lágrimas, mocos y babas. Sabía que algo significativo acababa de suceder, algo que definitivamente cabía bajo el título de “Infinito e inconocible”. Pero decir que fue una experiencia religiosa estaría mal: fue mejor. Dos días después, recibí una llamada de uno de los judíos. Esperaba que fuera otra invitación a una fiesta, pero, para mi mal viaje, era una petición para ir al funeral de uno de sus amigos. Había muerto de sobredosis de cocaína la noche anterior. Me subí a
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El timbre del departamento de la calle Ridge tenía un anuncio de estudio fotográfico, lo cual podía, o no, ser una mentira. Dentro había gran variedad de fauna judía, desde los de atuendo jasídico completo hasta los que parecía que iban llegando de una reunión hippie, todo surgido de un ambiente de extrema opresión religiosa. Algunos eran viejos. La mayoría, sin embargo, eran jóvenes. Casi no había mujeres, y las que estaban no parecían tener mucha relación con el jasidismo. Eran espectadoras, como yo. En el funeral, Aaron y yo hablamos sobre trabajar con un catalizador espiritual llamado 2C-E. En la fiesta, esa noche, abrimos una bolsita, cortamos el polvo blanco en pequeñas líneas y lo ofrecimos. Alguien preguntó qué era, y yo dije que era un psicodélico sintético de la familia de la mezcalina. Un tipo de pelo largo y ondulado gritó del otro lado del cuarto: “¡El 2C-E no es mezcalina!”. Me pareció extraña su altanería psicodélica, pero estuve de acuerdo con él al subrayar que este químico no es mezcalina, sino que sólo está relacionado. Los judíos se juntaron alrededor de las líneas de polvo. Aaron dio un paso al frente y enrolló un dólar. Se posó sobre las líneas e inhaló una, parpadeó y estornudó el polvo sobre el público que esperaba su turno, la mayor metida de pinche pata con drogas y judíos. Literalmente, un chiste de Woody Allen. Todos los demás intentaron salvar lo que quedaba con tarjetas de crédito, mientras que Aaron caminaba torpemente hacia un cuarto seguido de una pelirroja. Empecé a masticar un pedazo de kugel con nerviosa anticipación. Aaron es obscenamente carismático y uno de los pocos judíos mágicos que puede pasar por un gentil. Habla sin acento, viste ropa normal y coquetea sin piedad con cualquier mujer a su alrededor. Después de salir del cuarto, le informó a un amigo: “¡Rompí mi voto de celibato después de un día!”. El amigo le respondió: “¡Eres un animal!”. A pesar de todo esto, Aaron viene de una familia a la que define como “ortodoxa a ultranza” y ha pasado todo tipo de pruebas religiosas, igual que el resto de los presentes. Me dijo: “He tenido dos circuncisiones porque mi madre se convirtió, y el judaísmo corre por la madre. Viví en California hasta los 13; después nos cambiamos a Nueva York, donde es más religioso, y dijeron: “Oh, los rabinos de California no son legítimos. Tienes que convertirte de nuevo”. Tenía 14 años y era un muy mal momento para una circuncisión, pero no importó: se pusieron a trabajar en mi pene con un cuchillo. Mi pubertad estaba empezando, y tres rabinos de ochentipico años sostenían mis bolas en las manos. “¿Tengo que hacer esto?”, les pregunté. Me contestaron: “¿Qué no quie-
res ser judío?”, y yo dije: “¡Claro que no!”. Los papás de Aaron piensan que es un drogadicto degenerado y esperan pacientemente que regrese a la vida de religión ortodoxa en Monsey, Nueva York. Me aseguró que eso nunca sucederá. En la calle Ridge, otro judío, este en sus treinta, llamado Hershel, se metió una línea de 2C-E. Hershel tiene la barba café claro, y el cuerpo, redondo. Su voz es hipnóticamen-
despegando mis pies del lodo con cada paso. Frente a mí había una monstruosidad de lámina corrugada de dos pisos con marco tipo A. Detrás había un lago iluminado por la luna con una cascada y cientos de hectáreas de tierras paradisiacas. La propiedad y la casa fueron pagadas por un grupo de misteriosos judíos ancianos que simpatizaba con la causa. ¿Su única petición? Que nadie utilizara la tierra para sembrar mota. Dentro de la cabaña, iluminada con velas, había mucha gente cantando y hacía un calor extremo por el fuego de un calentador de barril de aceite que estaba en medio de la habitación. Judíos sudados y semidesnudos adornaban el lugar tirados en sillones oscuros, dormidos en camas, esquinas, suelo y vigas. Una mesa de picnic estaba saturada de cajas de bolas de matzo, veladoras de vidrio con imágenes de Jesús y la Virgen María, y botellas de vino Manischewitz. Tomé asiento y me comí un papelito de LSD, y después le di uno a Hershel, quien se rio mientras se lo ponía en la boca. Procedió a calentar trastes con agua en la estufa para poder hacerse un mikvah en una alberca para niños que había afuera. Luego empezó a llover. Estaba muy obscuro como para escribir, así que sólo me recosté y escuché la lluvia de abril en el techo de lámina. Éxtasis total. Se sentía como si cada gota cayera del cielo para hacerle una puñeta a mis tímpanos. Hershel salió de la lluvia, y le comenté cuán hermoso sonaba, a lo que me respondió: “¿Cuál lluvia?”. Estaba seguro de haber descubierto alguna imposiblemente extraña versión del paraíso. Desperté bruscamente la mañana siguiente por una discusión entre dos judíos. “Si te portas de esta manera, no llegarás a ningún lugar. Quieres tener mujeres, ¿verdad, Yoni? ¿Quieres cogerte a una mujer en su vagina?”. Yoni traía un kipá y todavía estaba en el área gris entre jasídico y mágico, algo así como una muy incómoda pubertad psicodélica, dudoso de las viejas maneras, pero temeroso de las nuevas. Ofendido por los íconos cristianos, le había rascado las caras a Jesús y a María de sus respectivas veladoras durante la noche. Un judío llamado Lavvy le gritó: “¡Jesús te ama aunque le hayas rascado la cara!”. Yoni gritó: “¡No, no, no! ¡A la verga con Jesús!”, mientras se tapaba los oídos en agonía. Esta clase de escenas no era inusual, y fue por el bien de Yoni. Una aparentemente insignificante lección se convirtió en una dolorosa crisis teológica que le destruyó su realidad y paradigmas. Lavvy, quien viene de la misma parte de Brooklyn que Yoni, se ajustó con más tranquilidad. Se ha hecho reputación como diseñador de moda, lo cual ha ocasionado revuelo en la atmósfera judía ortodoxa por mandar modelos por la pasare-
“Los psicodélicos me permitieron redescubrir a Dios. Antes del LSD, odiaba a Dios”.
metro Parkville en Brooklyn y caminé hacia la calle 39 algo nervioso. Ir al funeral de un judío jasídico al que nunca había conocido y sin portar un kipá, con un abrigo morado de piel esponjada, me ponía intranquilo. Fuera de la capilla Shomrei Hadas, pasaban jasídicos fumando nerviosamente. Entré y me senté en la parte posterior, tratando de pasar desapercibido. Al frente de la sinagoga, una pared de judíos vestidos de negro bloqueaba la vista de lo que estaba sucediendo. Escuché las plegarias hebreas seguir automáticamente, y poco a poco mi incomodidad social se convirtió en tristeza. Cuando el funeral terminó, observé la caja de pino ser subida a una Ford Excursion mientras turbas de amigos y familiares lloraban, fumaban y hablaban por sus celulares. La noche anterior, uno de sus amigos ex jasídicos se había puesto un fiestón de drogas, metiéndose cantidades masivas de coca, éxtasis y todo un surtido de benzodiacepinas. Estaba bien — pedísimo, pero bien — cuando se fue a dormir al lado de su novia. La mañana siguiente, ella despertó junto a un cadáver. Aaron me explicó: “Es un atascón de drogas sin fin y sin educación. Todos estos jasídicos han vivido muy protegidos. No puedes imaginártelo a menos de que hayas estado ahí. Cuando se alejan de sus familias, nadie les ha dicho que no mezclen esto con lo otro, speed con éxtasis, alcohol con Xanax. Se convierte en algo serio y peligroso”. Le pregunté quién les vende estas cosas. “Hay dealers que se divierten con todo el asunto, como: ‘Ey, hay que poner a los jasídicos hasta el culo’,
¿sabes?, y está bien, pero ellos no se imaginan que eso es precisamente lo que les va a pasar: se van a poner muy muy hasta el culo”. Cuando me dijo esto, me sentí algo frustrado. Tal vez fui egoísta, pero el solo hecho de pensar que todo lo que iba a ver de esta renegada cultura jasídica adicta a las drogas era esta pequeña rebanada, que todo se había acabado y que todo mundo se tranquilizaría después de este susto, desintegrando la escena en la oscuridad antes de que yo siquiera pudiera saber qué había estado pasando ahí, realmente me deprimía. “Supongo que este es el fin”, comenté. Aaron hizo una pausa y dijo: “No, no, para nada”. Y, de hecho, me invitaron a una fiesta la noche siguiente. Me tomó un momento aclarar mi trasfondo religioso: soy judío. Me hicieron mi bar mitzvá (en Masada, ni más ni menos), pero nunca fui a la escuela hebrea. Nunca fui al templo. Usé CliffsNotes para medio aprender hebreo y memoricé mi lectura del Torá de una grabación en MiniDisc. Resumiendo, no sé nada de judaísmo. Tampoco soy religioso ni espiritual en ningún sentido. Me siento raro diciendo la palabra oración. Los judíos que conocí en la calle Ridge vienen de barrios jasídicos y ortodoxos de Brooklyn. La mayoría habla yiddish como su primer idioma. Fuera de nuestro amor por lo psicodélico y, tal vez, genes, no tenemos nada en común. Me los presentaron a todos por el amigo de un amigo de un amigo. Le llaman hongos mágicos a los hongos psicodélicos, y bajo esta misma lógica podemos llamarle judíos mágicos a estos judíos. Esa fue mi primera impresión.
te suave, y su aura, en general, es como estar envuelto en una toalla tibia. Hershel se casó a la fuerza a los 18. Tiene una esposa y dos hijos en Williamsburg, Brooklyn, de quienes escapó para explorar los psicodélicos. No tiene casa y vaga de un lugar a otro rezando y comiendo LSD. Piensan en él como el líder de los judíos mágicos, pero es muy modesto para aceptar el título. Me explicó: “Tengo una idea. Esta es más jasídicos tomando drogas psicodélicas. Crecí como jasídico, pero no conocía a Dios. Después fui ateo, y luego conocí las drogas psicodélicas y entendí. Los psicodélicos me permitieron redescubrir a Dios. Antes del LSD, odiaba a Dios”. Entre todo este libertinaje, me pude escapar y empecé a caminar hacia el puente Manhattan. Todo hubiera sido muy extraño si no hubiera estado viajando. Unos días después, recibí una llamada de Aaron. Me dijo que los habían expulsado a todos del departamento de la calle Ridge y que se habían cambiado a una cabaña en las montañas Catskill, un lugar sin electricidad ni agua potable. Me dio una lista de teléfonos y me dijo que me fuera de aventón lo más pronto posible. Conocí al que me iba a dar el raide en su casa, en Brooklyn, donde me recibió con una lagrimeante fumada de un gravitybong que me dejó comatoso todo lo que duró el viaje al bosque. Reviví en medio de la oscuridad, mientras el carro frenó en un claro lodoso. Aaron salió de entre los árboles con una antorcha en la mano. Seguí la flama a través de los árboles,
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la vistiendo atuendos hechos de chales de oración deconstruidos, kipás y otro tipo de vestimenta judía. Lavvy se cansó de reeducar a Yoni, se envolvió en la bandera de los Estados Unidos, se puso un casco de motociclista y se fue por la puerta como una versión israelita de Evel Knievel. Se fue desnudando conforme se internaba en el bosque que rodeaba la casa, donde hay un cementerio de automóviles. Lavvy se montó en la cabina de un autobús a punto de desintegrarse vistiendo sólo su casco. En este punto, me pregunté cómo iba a regresar a casa. Busqué al judío con el que había llegado, pero, para mi desgracia, lo encontré inconsciente en un disfraz de Clifford el perro rojo. Me cercioré de que respirara, y después lo sacudí un poco en un inútil intento por despertarlo. Para cuando volvió a oscurecer, me di cuenta de que el único con intención de partir era yo. Me serví una copa de Manischewitz y me recosté. No había comido nada aparte de matzo y LSD en las últimas veinticuatro horas. Cuando ya había abandonado toda esperanza, se me acercó una pareja que regresaba a la ciudad y a la que yo no había visto o conocido la noche anterior. Subí a su carro y manejamos a casa escuchando un CD rayado de Ricky Martin. La chica me preguntó qué hacía en el bosque, ya que me veía diferente al resto. Le dije que estaba escribiendo un artículo sobre el uso de drogas en la comunidad jasídica, que era lo que le contaba a todos. Nadie dijo nada por unos momentos, y después ella dijo: “Sí, es todo un problema”. Hizo una pausa, bajando el volumen del estéreo, y prosiguió: “Mi novio murió hace dos semanas por una sobredosis de cocaína”. Mi corazón se detuvo. “Estuve en el funeral. Fue muy triste”, le dije. “Sí”, me respondió con la voz quebrada. Su nuevo novio cambió su posición en el asiento y le dijo: “Fue muy triste, pero sabes que tienes que seguir adelante”. “Sí, sí, claro”, acepté, “no puedes quedarte en el pasado”. El novio puso la mano en el hombro de la chica y subió el volumen de “Livin’ la vida loca”. Nadie habló por el resto del camino. De regreso a la ciudad, me bajé en la calle Canal sintiendo una sobredosis de confusión. La siguiente llamada que recibí de mis judíos mágicos me informó que los habían corrido de la cabaña de las montañas. Resultó que, después de todo, los ancianos no eran los dueños. Se juntaron todos de nuevo en una sinagoga en el Lower East Side. Llegué a medianoche para encontrar judíos saliendo a la calle con cigarros encendidos, bebiendo y coqueteando con las shiksas. Un jasídico que nunca había visto me tomó de la mano y me dijo: “Bienvenido a casa”. Dentro pude ver la palabra rabino escrita en una pared con un símbolo de anarquía sustituyendo la a. En la esquina, un judío estaba sentado al piano tocando “Stairway to heaven”. Tomé asiento, y se me acercó Aaron, quien me sugirió que fumáramos DMT en la parte de atrás. Un polvo amarillo con el color y consistencia de cerilla de oído seca fue cuidadosamente colocado en una pipa. Inhalamos los dos sentados uno al lado del 20
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Dentro pude ver la palabra rabino escrita en una pared con un símbolo de anarquía sustituyendo la a. otro en unos escalones sin iluminación, cobijados por las ramas bajas de un árbol. Mi cerebro se dividió en dos; después, en cuatro; luego, en ocho. Exhalé y, de pronto, me di cuenta de que había un tipo en chanclas frunciéndonos el ceño del otro lado de la calle. Me pregunté de nuevo qué significaba todo eso. En los sesenta, rabinos judíos reformistas empezaron a utilizar drogas psicodélicas para buscar a Dios. Algunos llegaron a la conclusión de que la experiencia psicodélica era mucho más importante que la experiencia religiosa; en algunas ocasiones, llegando tan lejos como para decir que compararlas sólo serviría para desacralizar la santidad de las drogas psicodélicas. En 2000, se descubrió que un grupo de judíos ortodoxos que vivía en Queens vendía más de cien mil tabletas de MDMA a la semana. La policía decomisó más de un millón de tabletas en su departamento. Algunos periódicos dijeron que fue el decomiso más grande en la historia de Nueva York. Pero ¿por qué sorprende esto? Todo el mundo se droga. En este momento, en algún lugar, hay una monja alucinando con jarabe para la tos y un monje inhalando limpiador de polvo para computadoras. Lo que importa es cómo se hace. Mientras algunos de sus contemporáneos alegan sobre si es permisible fumar mota en el Sabbath o si el LSD es kosher, los judíos mágicos han abandonado toda burocracia religiosa y destilan lo que conocen de judaísmo a sus esencias más deliciosas, consumiéndolo sin vergüenza y esperando que otros sigan su ejemplo. De alguna forma, es una religión psicodélica de la manera más pura posible. Durante mi viaje a las montañas Catskill, una planilla de LSD fue adquirida y consumida en cuestión de minutos. Los judíos mágicos espumeaban de la boca con lujuria psicodélica. Hershel tomó mi brazo y me dijo que le
gustaría hablar conmigo a solas. Caminamos por un sendero sin iluminación y vimos nuestras siluetas. “¿Sabes, Hamilton? Algunas personas quieren hacer esto por los motivos equivocados”, dijo Hershel. Asentí mientras seguía. “A veces sólo quieren orgías, y a veces tenemos orgías, pero debes entender tus intenciones”. Asentí de nuevo, preguntándome qué querría decir. Continuó: “Estos son lugares poderosos. Cuando pones luz de nuevo en el cuadro, automáticamente remedia mucha de la oscuridad; pero no pienso que sea necesariamente bueno. Creo que destruye todo lo que tienes. Si estás enfocado, puedes reconstruir. Pero no todos lo están”. En este punto, los dos estábamos viajando muy duro, y yo era capaz de entender tanto como él lograba sentir. Aun así, pienso que fue algo dentro de estas líneas: “Estamos jugando con cosas poderosas, y algunos de nosotros no somos muy brillantes y, por lo mismo, podríamos quedar permanentemente llamados por lo que estamos haciendo”. Unas horas después, uno de los judíos mágicos se chingó una línea de ketamina mientras navegaba sobre el lago en un bote de remos. Regresó a la playa, se colapsó en la entrada, vomitándose todo y perdiéndose en un muy profundo agujero de Special K mientras los demás lo veíamos aterrorizados. Eventualmente, todos se distrajeron, lo pusieron de costado, y regresó a la fogata a meterse más ketamina. Mientras el sol salía y los cantos alienígenas de lo que ahora identifico como pájaros armónica de vidrio me ponían en trance, vi a Hershel salir del bosque. Traía un libro con oraciones en las manos, sonriendo y fumando un cigarro. Los dos escuchamos a los pájaros por un minuto, mientras yo aceptaba la posibilidad más extraña de todas: la posibilidad de que todo tuviera sentido.
EN AMBOS LADOS
En ambos lados
“Estaba tan feliz, tan orgulloso de que, finalmente, podía pagarle a mis padres y de que ahora mi madre vive en un lugar bonito. Deberían ver el baño: está muy bonito”.
Inmigrantes mexicanos y las familias que dejaron atrás ENTREVISTAS POR GABRIELLA GÓMEZ-MONT FOTOS POR DULCE PINZÓN ay un parque de diversiones en la comunidad de El Alberto, en el estado de Hidalgo. Es administrado por indígenas hñahñu. Ahí, en lugar del típico carrusel o rueda de la fortuna, la diversión toma un giro inusual: puedes pretender, por unas horas, ser un inmigrante ilegal tratando de cruzar la frontera a los Estados Unidos. Serás perseguido 17 kilómetros; habrá disparos, cercos de alambre de púas, cactus, sirenas, gritos; tendrás que correr a esconderte, e inclusive verás una muerte teatral, o dos. Y sólo cuesta 250 pesos. Es un simulacro “con fines educativos” del “tortuoso camino de un mojado cruzando la frontera”, según lo explican los organizadores. Sin embargo, este argumento de educación y entretenimiento para toda la familia (a veces hay gente con bebés, como en la vida real) parece no ser suficiente, pues el parque ha sido objeto de críticas que lo señalan como un centro de entrenamiento para personas que realmente planean cruzar la frontera. Otros atacan el lugar por tratar con ligereza la terrible experiencia que los inmigrantes pasan en su búsqueda de algo todavía más básico que el sueño americano: comida en la mesa y techo para sus familias. El parque temático, aun estando en el centro de México, lejos de la frontera, fue inspirado en la vida real. La población de la comunidad de El Alberto ha bajado a un poco más de doscientos habitantes — en comparación con el promedio de dos mil que había en años anteriores — debido a que la gente está emigrando en masa a los Estados Unidos. Para enfrentar este problema, se formó un consejo municipal, el cual decidió como estrategia reunir las historias de los antiguos habitantes de El Alberto que emigraron, a la vez que revivir una reserva ecológica y garantizar, de esta forma, un ingreso estable para que sus habitantes ya no sientan la necesidad de cruzar la frontera real. Apenas se pone el sol, casi ochenta lugareños que trabajan en el parque visten sus uniformes de policía o se convierten en coyotes enmascarados para los turistas. ¿Y la experiencia real? Algo completamente distinto. Cada migrante que espera en la fila de quienes pasan por debajo del cerco, o en la de quienes se esconden en una cajuela, sabe que, si logra cruzar la frontera, no verá a su familia en México durante los próximos quince años, o algo así. Pero, aunque no la vea, una vez que se establezca en Nueva York tendrá que mandarle dinero. Compañías como Western Union — que cobra altísimas comisiones por el envío de dinero — saben y pueden confirmar que es un hecho frío y seco. En Latinoamérica, esta lealtad familiar es una industria de veinte billones de dólares anuales. De hecho, en la mayoría de estos países, es una de las más importantes — si no es la que más — fuentes de divisas. Imagínate. Los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos, ganando un salario mínimo, mandan más dinero a sus países que el que estos pueden generar en otros rubros de la economía. Pueblos enteros están siendo transformados por el dinero que llega mensualmente, pueblos cuyas generaciones enteras viven en los Estados Unidos. Puedes estar en contra o a favor. Puedes decir lo que quieras. Pero, vaya, no puedes negar que se necesitan muchos HUEVOS para correr en medio de la noche con los únicos pantalones que pudiste traer con la esperanza de que no te dispararan, sólo para terminar en Brooklyn preguntándole al siguiente wey de la fila si quiere papas extracrujientes con su orden. Vice habló con miembros de familias que están en ambos lados de la frontera. Dulce Pinzón fotografió a los emigrados en Nueva York, y después voló a México para ver a los que dejaron atrás.
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Doña Anerina, 72 años México
Toño, 35 años Nueva York Trabajo en una cafetería. Vine a Nueva York después de tener problemas en mi pueblo. Básicamente, me metieron al bote a los 20 años porque mi novia, de 15, quedó embarazada, y sus papás se encabronaron. Estaban tan encabronados que se las ingeniaron para meterme a la cárcel aunque ya lleváramos más de un año viviendo juntos. Pasé nueve años encarcelado. Hasta que me escapé. Una noche oí a un grupo de siete prisioneros planeando su escape. Entre ellos estaba un doctor que me pagaba para que lavara sus platos. Estaba encerrado porque había envenado a seis mujeres. Me incluyeron en sus planes porque se dieron cuenta de que los escuché. Amenazaron con matar a mi familia si no me quedaba callado y me iba con ellos. Así que escapamos. Uno de nosotros murió al escapar, pero el resto sí la hicimos. Fui a despedirme de mi mamá y me fui para los Estados Unidos. Le pagué 2,000 dólares a un coyote para que me cruzara. Llevo ya ocho años aquí. Es difícil estar lejos de mi familia, pero estoy feliz, y es más fácil ganar buen dinero si estás dispuesto
a trabajar duro. Y trabajo duro. Mis padres gastaron todo su dinero para sacarme de la cárcel, y decidí que se los regresaría. En los años que llevo aquí, les he mandado más de 40,000 dólares para que se construyan una buena casita; la que tenían antes estaba muy fea: era de adobe. Pero ahora tienen una muy bonita, con piso en lugar de tierra. Es medio extraño, supongo: pagué por una casa a la que nunca he entrado. De hecho, nunca había visto la casa hasta ayer, cuando Dulce me enseñó las fotos que le tomó a mi mamá en México. También hacía más de diez años desde que vi una foto de mi mamá. Estaba tan feliz, tan orgulloso de, finalmente, poder pagarle a mis padres y de que ahora mi madre vive en un lugar bonito. Deberían ver el baño: está muy bonito. Mi padre ya murió, y eso es triste porque nunca pude estar en nuestra casa con él. Con suerte, podré visitar a mi mamá en los próximos meses. Si me encuentro una novia, tal vez y hasta me quede en México y viva con ella y mi mamá en esta casa. Afortunadamente, los abogados que contrataron mis papás arreglaron mis problemas legales, y ahora puedo visitar sin problemas. Es gracioso pensar cómo éramos y cómo somos sabiendo que todos hemos cometido errores y que trataremos de mejorar.
La mayoría en mi pueblo tiene familiares viviendo en Nueva York. Nuestras familias nos mandan dinero cada mes. El pueblo ha cambiado mucho por eso. Antes vivíamos en casas de adobe y madera, toda la familia vivía en un cuarto, y los baños sólo eran hoyos en la tierra. Pero eso ya cambió. Todos mis hijos viven en Nueva York. Mi hijo Toño me manda dinero; mi nieto Vicente, también. Tiene como 22, y es como un hijo para mí porque su mamá lo dejó conmigo cuando era joven, cuando ella se fue al otro lado. Así que creció conmigo. Se preocupa por mí y me manda dinero para ir al doctor. Vivo con mi nieto Lucas. Tiene 20 y me ayuda con la cosecha. Han pasado como ocho años desde que vi a Vicente, Toño y mis otros hijos. Toño vive en un departamentito con un cuarto, y ahora yo vivo en una casa muy grande. Tengo un cuarto blanco, donde guardo mi cosecha: frijol y maíz. Me gusta mucho mi nueva cocina con mi nueva estufa. ¡Y el baño! Me acuerdo de antes. Llenábamos una tina de metal con agua y la calentábamos con carbón. Ahora es distinto: tenemos hasta baño para las visitas. La vida es más fácil gracias a Toño y Vicente. Me gustaría visitarlos en sus casas allá, pero ya es muy tarde para mí. Ya tengo 74 años y no podría ir a Nueva York aunque quisiera. He trabajado muy duro, y compré la tierra en la que vivo. Por eso no iría a Nueva York. Creo que lloraría todos los días si no pudiera ver mi tierra y mi pueblo. VICE
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“Nos atraparon y nos deportaron tres veces antes de poder entrar, y en una ocasión el coyote hasta perdió a uno de nuestros hijos”.
Mary, 62 años Nueva York En México no podíamos ganar lo suficiente para alimentar a la familia, así que vinimos a ver cómo era la vida aquí. Realmente quería conocer Nueva York, los edificios, las Torres Gemelas. Aunque las Torres ya no están. Estaba aquí cuando eso pasó. Fue terrible. Todos anduvimos muy asustados por mucho tiempo, y hubo tantos rumores de bombas en escuelas y en el metro. Empezamos a imaginarnos bombas en todos lados. Ahora está más calmado, aunque, en el fondo, creo que la gente todavía siente peligro. He estado aquí por ocho años y me las he arreglado para cruzar a la mayoría de mi familia. Limpio casas, y mi esposo trabaja en un car wash. Trabajamos seis días a la semana. Vivimos en un departamento de tres recámaras en Brooklyn con toda nuestra familia, ocho en total. Los únicos que se quedaron en México son mi hija Elizabeth y sus tres hijos. Vino por un tiempo, pero tuvo que regresar porque dejó a sus hijos con su suegra. Le mandamos unos 200 dólares a la semana para ayudarle con el gasto porque su esposo es un vividor. Hace como cuatro años que no voy a México. No creo que regrese pronto. Ni de visita. La última vez que fui, cuando tratamos de regresar, estuvimos un mes en Tijuana tratando de cruzar. Nos atraparon y nos deportaron tres veces antes de poder entrar, y en una ocasión el coyote hasta perdió a uno de nuestros hijos. Por tres días lo estuvimos buscando. Andábamos bien tristes y preocupados. Hasta que lo encontramos. Desde entonces, nos da miedo regresar de visita. Fue terrible no poder regresar a Nueva York. Toda nuestra vida está aquí. Aunque, cuando estoy aquí, realmente extraño los aguacates, los mangos mexicanos y las nueces. Me gustaría regresar a México algún día, pero eso no pasará pronto porque mi hija menor va a entrar a la universidad. 24
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Elizabeth, 29 años México Fui a Nueva York con mi esposo. Dejamos a nuestros tres hijos con su mamá. Fue muy muy triste. Nunca había estado lejos de ellos más de unas horas, y ahí estábamos, despidiéndonos sin saber cuándo nos volveríamos a ver. Pero también fue por lo que nos fuimos en primer lugar: para darles una buena vida. Al cruzar la frontera, íbamos con un grupo de doce personas. Estaba asustada. Me imaginaba escenas de películas y malas posibilidades. El coyote nos juntó y nos explicó las reglas: teníamos que caminar en una sola línea; si decía corran, corríamos lo más rápido posible sin parar; si decía agáchense, nos agachábamos y no nos asomábamos hasta que nos avisara. Nos explicó que un error de una persona podía meternos en problemas a todos, así que debíamos hacer exactamente lo que
dijera. Cuando llegamos al cerco y empezamos a cruzar por debajo, sentí que estaba soñando todo el asunto. Era tan extraño. Empezamos a las once de la noche y caminamos por ocho horas. En un punto, vimos una patrulla a lo lejos, nos escondimos, y no nos encontró. Había muchos arbustos alrededor. Cuando llegamos a nuestro primer destino, el coyote hizo una llamada por celular. Una hora después, escuchamos chiflar a alguien, y llegaron dos autos, donde nos amontonaron. Mi esposo se fue en la cajuela con otros tres hombres. Nos llevaron a San Diego, y de ahí volamos a Nueva York. Una vez ahí, no podíamos encontrar trabajo. Me daba miedo hasta salir del departamento. Sentía que me perdería en las calles o en el metro. No hablaba inglés; sólo medio entendía colores y unos cuantos números, que no ayudaba de mucho. Conseguí trabajo en una tienda
de discos, pero lo dejé porque el dueño se aprovechaba de que éramos ilegales y no nos pagaba. Luego trabajé en una tortillería de mexicanos, pero no era muy buena ordenando las tortillas, así que renuncié. Luego, en una fábrica estampando camisetas y chamarras. La gente ahí era muy mala, siempre te gritaba, y yo no podía soportarlo, así que también renuncié. Después conseguí un trabajo en un restaurant. Casi renuncio el primer día porque me fue muy mal. Pero decidí que no me dejaría vencer. Fue un punto de cambio en mi vida. Terminé siendo la gerente de ese restaurant unos años después. No me derrotaron esa vez. Después de dos años, regresé a México por mis hijos, pero ya no pudimos cruzar la frontera. Tratamos varias veces, hasta que decidimos quedarnos en casa. Extraño a mi familia en Nueva York. Nos mandan dinero para ayudar con el gasto. Somos muy unidos. VICE
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“Perdí un zapato en medio de la nada, y en un punto el guía tuvo que llevarme del brazo para que tuviera el valor de seguir”.
Bernabé, 35 años Nueva York He estado en Nueva York por quince años. Tengo tres hijos que nacieron aquí, así que son ciudadanos estadounidenses. Espero pronto tener papeles yo también. He limpiado vidrios por ocho años. Me pongo un arnés y me columpio de ventana a ventana. La ventana más alta que he limpiado estaba en un piso treinta y cinco. Estaba asustado al principio, pero te acostumbras rápido. Nueva York es muy bonito desde arriba, no tanto desde la calle. Vivo en el Bronx con mis hijos, esposa, un primo y dos amigos. Hablo con mi familia en México una vez a la semana. Les mando fotos cuando puedo y les mando dinero cada mes. Nos mandan videos de México para que nuestros hijos conozcan cómo es allá. La última vez que vi a mis papás fue hace ocho años. La cosa es que se necesita mucho dinero para ir para allá. Salir del país es fácil: pagas por un boleto de avión y ya. ¿Pero regresar? Eso es otra historia. La última vez que fuimos, para regresar a nuestra casa a Nueva York mi esposa y yo tuvimos que cruzar el desierto y le pagamos a una mujer para que volara con nuestros hijos porque ellos sí tienen papeles. En total, gastamos 7,000 dólares por el viaje, lo que es mucho dinero. Así que no, no vamos muy seguido: es caro y riesgoso. Pero sí extraño la tranquilidad de México. La vida es muy rápida aquí. Y sólo en México hay buena comida mexicana. 26
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Minerva, 32 años México Mi hermano mayor fue el primero en irse a los Estados Unidos. Sólo tenía 15. Y ahora viene y va tan seguido como quiere. Ya ni le paga al coyote porque se sabe los caminos como la palma de la mano. Yo, en cambio, no voy a regresar a los Estados Unidos a menos que lo pueda hacer legalmente. Tal vez es mi edad, pero me mata de miedo pensar en que lo tuviera que hacer de nuevo. Correr por la noche evitando la policía: no, no, ya no. La primera vez que crucé tenía 19. Era difícil inclusive entonces. Tenía mucho miedo y frío. Perdí un zapato en medio de la nada, y en un punto el guía tuvo que llevarme del brazo para que tuviera el valor de seguir. Crucé al otro lado con dos de mis primos; el mayor tenía 25. Y luego, días después, llegué a Nueva York. No me gustó nada, así que sólo me quedé unos meses. La segunda vez que crucé tenía 24. Una amiga mía tenía un novio chicano y nos convenció de cruzar juntas. La situación económica de mis padres era muy difícil, así que decidí ir a Nueva York otra vez y trabajar para ayudarles. Mi sueño era comprarle un auto a mi papá. Nuevecito, de agencia, oliendo a nuevo. También quería construirles una casa porque las casas feas me deprimen. Así que le dije a mi amiga que iría con ella. Supuestamente, el novio
nos ayudaría, pero no tenía idea de nada. El guía que contrató nos dejó en el río en Matamoros; nos pidió su dinero y nos abandonó ahí. Resultó que todavía había que pasar dos retenes. Fue una experiencia muy dura, sacada de una película; pero tuvimos suerte. Esa vez estuve siete años en Nueva York. Todo me salió muy bien, aunque fue una experiencia muy intensa. Trabajé siete días a la semana y tuve varios trabajos: de niñera, limpiando casas y oficinas, trabajos aquí y allá. Y, después de los primeros dos años, extrañé mucho mi casa y decidí que tenía que volver a México. La gente con la que trabajaba de niñera, muy buenas personas, me dijeron que me guardarían el trabajo si regresaba a Nueva York, lo que hice después de dos meses en México porque la situación estaba horrible. Mi familia tenía muchas deudas, la casa que estaba ayudando a pagar todavía estaba en construcción, tenía que terminar de pagar el carro que le había comprado a mi papá, y no podía conseguir un trabajo decente para hacerlo. Esa vez regresé a los Estados Unidos escondida junto con otras tres mujeres en la cajuela de una limusina. Como yo era la más flaca, tuve que estar arriba de todas por horas. Acaloradas, nerviosas e incómodas. Hace un año y dos meses, regresé a México de una vez por todas. Regresé porque me enfermé: trabajé demasiado. Estuve en el hospital por varios días y no tuve visitas. Me sentí realmente sola y me empecé a preguntar si todos mis sacrificios
valían la pena. Decidí que debería cuidarme mejor, descansar un poco. Me fui con la meta de ayudar a mi familia y lo había hecho. Pero ahora estaba ahí, sola, de 30, sin un marido o novio. Así que aquí estoy, de regreso en México. Creí que sería realmente feliz cuando regresara, pero ha sido muy difícil. Sí, tengo una casa de tres pisos que fue construida con mi dinero. Mi padre tiene su auto, la pick up que siempre había querido. Pero, desde que regresé, no he podido conseguir un trabajo decente. Lo que pagan por una semana de trabajo lo podía haber recibido en Nueva York de niñera en unas horas. He estado viviendo de mis ahorros, pero ya casi se me terminan. Es duro. También me di cuenta de que, después de ser independiente por tantos años, estaba de regreso viviendo con mis padres. Y mis hermanos y hermanas se acostumbraron a que yo ayudara a mis papás porque ellos tienen sus propias familias y apenas y pueden con sus propios gastos. Mis dos hermanos que están en los Estados Unidos los están ayudando ahora lo más que pueden. Estoy cansada de ser supermami, de cuidar a todos excepto a mí. Lo que realmente me gustaría hacer es ser maestra de jardín de niños con horas normales de trabajo. Realmente me gustan los niños. Pero necesito un título para hacer eso. Así que no sé qué estaré haciendo en los próximos meses cuando mi dinero, finalmente, se termine. VICE
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DOs
La mantita espacial es perfecta. Quiero una para la próxima vez que me encuentre en la mañana prometiéndole a Dios que nunca lo volveré a hacer si me permite no morir.
Si me hubieran dicho: “Imagínate a un paquistaní nerd que parece que se acaba de mear en una galería de arte”, jamás se me habría ocurrido pensar que sería alguien con quien me gustaría ir a tomarme una cerveza.
¿Se trata esto de “orgullo panochil”, o qué pedo? Porque, si es así, nosotros nos formamos para tomarnos una foto también.
Qué tranquilidad y armonía provee el tren eléctrico de Jimmy. Quiero ser como él cuando sea grande. De hecho, ¿puedo ser él ahora mismo?
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El único inconveniente de salir con una princesa del reino elfo de las flores es la cara de “Oh, mi Dios, es tan adorable” que haces cada vez que la niña suelta una risita. Sin onfender, pero te hace ver como un caguengue sin chiste.
DON’Ts
Una ensalada y un café del Starbucks cuesta como 10 dólares. Cuatro de estos, y podría conseguir su boleto. Quince de estos, y podría pagar el aborto.
Mira, es increíble cuando te aseguras de que tu bebé esté cómodo sin que lo queme el sol; pero, cuando has llegado al punto de hacerle su propio howdah, eres, básicamente, un donverga.
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¿Qué no debería estar en algún lugar actuando el proceso de la fotosíntesis para un montón de niños de cuarto grado? ¿Quién quiere llevarse a casa un cloroplasto pedo?
Óyeme, cabrón, traes la bragueta abierta. ¿Quién te crees que eres? ¿Ese wey de los Boredoms?
Amigo, quizá también deberías usar playeras que digan “Los payasos tocaban mi área cuando tenía 5”.
Playeras y la falta de ellas FOTÓGRAFO: BLOSSOM BERKOFSKY ESTILISTA: JACLYN HODES Modelo: Raquel at Muse Maquillaje: Tamah K., de See Management
Ropa interior Hanky Panky. Vestido McQ por Alexander McQueen. Playera American Apparel. Playera Ksubi. Ropa interior Agent Provocateur.
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Playera Converse. Bustier Opening Ceremony. Cinturón Miss Sixty. Ropa interior Hanky Panky. Playera Actual Pain. Ropa interior Hanky Panky.
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Playera Mishka. Tights Fogal. Playera Ludwig. Traje de ba単o Lux. Playera Adidas. Vestido Patricia Field.
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Suecas que no se ven suecas Soy mitad francesa y mitad cingalés y, cuando veo fotografía de moda contemporánea, no me siento identificada. Además, solía modelar, y el único trabajo que podía conseguir era sentada en posición de loto con un puto bindi en la frente: ya sabes, sesiones fotográficas “étnicas”. Quería tomar estas fotos para poder mostrárselas a algunas chicas que viven en Suecia, pero que no se ven para nada como pensamos que las suecas se “deberían” ver. Todas las chicas que se desnudaron para mí tenían orígenes completamente distintos. Maria es mitad moldava y mitad cubana; Hedvig, mitad trinitense y mitad sueca; Olga, mitad italiana y mitad polaca; Naomi, mitad barbadense y mitad sueca; Signe, mitad alemana-senegalés y mitad sueca-noruega, y los papás de Haddy son de Gambia. FOTOS, TEXTO Y ESTILO: MARGUERITE SEGER Asistente de fotografía: Patricia Reyes. Peinado y maquillaje: Nina Belhkir / Mikas
MARIA, 19 años Vice: ¿Dónde creciste? Maria: Me cambié a Suecia cuando tenía 7. De Moldavia. Mi ma es de Moldavia, y mi papá, cubano. Se conocieron como estudiantes de intercambio en Ucrania en la era soviética. Moldavia todavía la siento como casa.
HADDY, 26 años Vice: ¿Te molestaron alguna vez de niña por tu apariencia? Haddy: No. Oh, hubo una ocasión, de hecho. Estaba jugando voleibol, y una chica me dijo algo así como: “¡Maldita turca!”, y yo le dije: “¡No soy turca: soy negra!”. Pero, fuera de eso, no he tenido muchos problemas.
¿Cómo te sentías de niña por tu apariencia? Cuando crecí, había muy poca gente oscura en Moldavia. Eso ha cambiado, pero es un país muy racista. Nunca sentí que alguien me dijera algo negativo, pero, por otro lado, ¡yo siempre me vi como blanca! Si creces con gente clara, entonces asumes eso. Fui una vez, de 3 años, con mi mamá y le dije: “Mamá, mamá, soy blanca, ¿verdad?”.
¿Cómo te sientes con tu apariencia hoy? Orgullosa. En Suecia, me siento única. Recibo atención adonde voy. Normalmente, los clubes están llenos de suecos. Hay muchas personas que te encuentran exótica. ¿Piensas que a las personas les afecta cuando una cierta apariencia se sobreexplota en las corrientes de moda? ¿O somos lo suficientemente inteligentes para decidir por nosotros mismos sobre cosas importantes, como esa? Estaba haciendo una pasarela, y estaban ahí unas chicas muy pequeñas, tal vez de 7 u 8 años, hablando de cómo no podían comer dulces porque iban a engordar. Era tan raro. ¿De dónde sacaron eso?
¿Cómo te querías ver? He tenido diferentes períodos. Mi época Beyoncé, cuando quería un culo más grande. Siempre me han jalado en dos direcciones la blanca y la negra. Así es cuando eres una mezcla. O, tal vez, no. Porque siempre he pensado que los mulatos son guapos, pero hay ciertas cosas, como ¿no podría tener el pelo de mi mamá?, ¿no podría tener el culo de mi abuelita paterna? Ropa interior Cosabella. Calcetines Coming Soon por Yohji Yamamoto. Collar Tanja Malo.
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Brazalete Tanja Malo.
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HEDVIG, 25 años Vice: ¿Qué pensabas sobre tu apariencia cuando estabas creciendo? Hedvig: Pensaba que yo era blanca. Hasta que tuve 6 años y se burlaron de mi pelo, pensé que me veía justo como mi mamá.
OLGA, 23 años Vice: ¿Cómo te sentías con tu apariencia al crecer? Olga: A veces hubiera sido divertido ser una rubia hermosa, pero, al mismo tiempo, tuve mucha autoestima. La aprendí de mi mamá.
¿Qué hay del racismo? Eso es algo bueno de Suecia: casi no hay racismo aquí. ¿Pero existe? Más o menos. Estoy estudiando medios y comunicación, y en ningún evento de negocios al que he ido ha habido gente de color.
¿Cuál es el aspecto favorito de cómo te ves? Tengo colmillos, que solía odiar. Iba al dentista cuando era niña y pedía que me pusieran paladar, pero, como solo era cosmético, no hacían nada al respecto. Me ponía superfuriosa. Pero ahora la gente me reconoce por mis colmillos.
¿Cómo te sientes con tu apariencia el día de hoy? Estoy muy feliz sobre cómo me veo. Ahora los mulatos se están haciendo más comunes en Estocolmo, pero no siempre fue así. La mayoría de la gente mezclada que sale a clubes tiene entre 18 y 20 años. ¡Pero de mi edad — 25, 26 — no hay muchos! Me encanta no verme como todos los demás.
¿Qué tal el racismo? ¿Has visto algo de eso? En Italia y Polonia, la gente hace comentarios racistas abiertamente. En Suecia, a escondidas. Son las señoras educadas que adoran la ecología y van al teatro las que dicen que les gustan las cosas “exóticas” y “étnicas”. Eso es completamente racista y condescendiente aunque no se den cuenta de que están siendo racistas.
¿Sientes que estás atrapada en medio por tener orígenes mixtos? Cuando estoy aquí, siempre me siento completamente sueca. Pero, cuando voy a los Estados Unidos, por ejemplo, me tratan como una persona negra. Eso fue una cogida cerebral la primera vez que fui. De pronto, toda la gente tiene todas estas preconcepciones sobre mí. Un tipo que conocí me dijo: “Si todo lo convertimos en una guerra, ¿qué lado crees que te recibiría?”. Y le contesté que sí, que suponía que el lado negro, y me dijo: “¿Ves? ¡Eres negra!”.
¿Ha habido alguna vez un choque entre tus dos orígenes? De hecho, tengo tres orígenes. Me veo italiana, pero de esa cultura es de la que menos conozco. Soy muy sueca, pero en la escuela siempre soy la “polaco-italiana”. ¿Es una ventaja la belleza? Definitivamente es una ventaja. Creo que me han dado trabajos basados en mi apariencia, porque me veo limpia, amable e inofensiva. Desafortunadamente, viéndote así es más fácil conseguir ciertos trabajos, en especial si eres una chica. La gente prefiere que las chicas se vean así. Y a veces es tentador ajustarse a lo que quieren sólo porque conseguirás algo con mayor facilidad.
¿Qué tipo de hombres te acosan? Creo que ningún sueco me ha invitado a salir. Puedo ir al club más blanco de toda la ciudad, y, si hay un tipo negro, sé que se me va a acercar. Creo que es mi tipo de cuerpo. Es algo cultural. Si llegara a Trinidad y Tobago con un cuerpo flaquísimo, la gente me diría: “¡Tenemos que alimentarte, chica!”. Bra Cosabella.
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Camisón NOM*d. Collar Bijules NYC.
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NAOMI, 24 años Vice: ¿De dónde eres? Naomi: De un área donde no hay mucha gente de color ni inmigrantes, así que suelo ver muchas actitudes en mi contra. Pero aprendí a morder muy rápido. Sólo digo: “No está bien decir eso”.
SIGNE, 19 años Vice: ¿Qué pensabas de tu apariencia cuando eras niña? Signe: Estaba plenamente consciente de que no era blanca. Cuando veía a alguien en la calle que se veía como yo, me quedaba quieta. Mis dos hermanas se ven blancas aunque tengamos el mismo papá.
¿Se han burlado de tu apariencia? No, pero la gente solía pensar que era gracioso comentar que soy oscura. Eso era raro al ir a Barbados, de donde es mi papá. En Suecia soy negra, pero en Barbados soy clarita. Si le digo a alguien que soy de Barbados, me corrigen y me dicen que mi papá es de Barbados y que yo soy de Suecia.
¿Cómo te sientes hoy con tu apariencia? Todavía tengo un ideal muy distinto. Así no es como me quiero ver. Mejora con cada año, pero hay momentos en los que no es tan cagado. Obviamente, a nadie más le importa. Sé que todo está en mi cabeza. Sé que mis amigos me quieren por quien soy y no por como me veo.
¿Qué piensas del racismo en Suecia? Está escondido dentro de más personas de las que piensas. ¿Cómo lo encuentras? El lugar en el que crecí es conocido por ser racista a escondidas. Una vez hubo un programa en la TV sobre nuestra escuela. Nos entrevistaron. Había suásticas pintadas en toda la escuela y grafiti de supremacistas blancos. El director, todo limpio y pulcro en su traje, fue cuestionado por la reportera: “¿Qué opina de todo este racismo? ¿Qué está haciendo al respecto?”. El director contestó: “¿Racismo? No lo había notado”. Yo me quedé así de: ¿qué? ¡Las paredes de mi escuela dicen que Hitler era un buen hombre!
¿Alguna vez has deseado ser blanca? Seguro. Me siento blanca. Mis amigos me dicen que soy la persona más blanca, anglosajona y protestante que conocen. Me siento completamente sueca. ¿Qué es lo que más te gusta de tu apariencia? Creo que es única. La gente nunca adivina de dónde soy. Algunos dicen que soy mitad asiática; otros, que soy brasileña. Es gracioso. Especialmente en los inviernos, cuando estoy pálida, la gente me pregunta si soy de Francia o de algún otro sitio.
¿Quiénes escriben esas pendejadas? Lo enfermizo es que son las mismas personas que te dicen hola en el pasillo. Para mí, todos son parecidos: “Tú estás bien porque hablas perfectamente el sueco”. Hay chicos en la escuela con esos puntos de vista. Es enfermizo.
¿Tienes algún consejo de belleza para nosotros? Las semanas en las que me enfiesto mucho, bebo mucho y duermo poco es cuando mejor me veo. Creo que el alcohol me hincha la cara y me hace ver llenita o algo así. Así que: mucha fiesta. Calcetines y bra Agent Provocateur. Collares Fafafa.
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Shorts Bernhard Willhelm. Brazalete Fafafa.
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Saliendo con un skate FOTOGRAFÍA: ANGELA BOATWRIGHT. ESTILISTA: ANNETTE LAMOTHE-RAMOS Asistente de estilista: Laura Anne Katzman. Peinados: Conrad Dornan. Maquillaje: Sarah Egan
Vestido Samantha Pleet. Playera Alphanumeric. Jeans Marithé+Francois Girbaud. Reloj Betsy Johnson. Chamarra Modern Amusement. Vestido Ezekiel. Bra Betsey Johnson.
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Blusa Volcom, jeans Altamont, jeans y playera Alltamont, chamarra Harley-Davidson vintage, jeans Volcom. Fila de en medio: vestido vintage. Fila de abajo: playera Alphanumeric, jeans Marithé+François Girbaud, zapatos TopShop, chamarra Modern Amusement, vestido Ezekiel, zapatos Kathrytn Amberleigh, vestido Samantha Pleet, blusa Alphanumeric, jeans Marithé+François Girbaud, reloj Betsey Johnson, chamarra Modern Amusement, vestido Ezekiel, bra Betsey Johnson.
En el sentido de las manecillas del reloj: suéter Marc por Marc Jacobs, vestido Converse por John Varvatos, zapatos Tripp NYC, vestido Samantha Pleet. zapatos Betsey Johnson, zapatos Topshop, vestido Betsey Johnson, zapatos Tripp NYC, vestido Betsey Johnson, blusa Altamont.
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Arriba: vestido TopShop, zapatos apretados H&M. Abajo: chaleco Converse por John Varvatos, romper y calcetines American Apparel, botas Dr. Martens, jeans Volcom, sneakers Vans.
Vestido Betsey Johnson.
Arriba: vestido Topshop, tenis Converse, playera Five Four, jeans Volcom, tenis Vans. Abajo: camiseta McQ por Alexander McQueen, camiseta Puma, falda Lorick, brazalete Delphine-Charlotte Parmentier.
En el sentido de las manecillas del reloj: playera McQ por Alexander McQueen, camiseta Puma, falda Lorick, zapatos Miss Sixty, brazalete Delphine-Charlotte Parmentier, bra Betsey Johnson, blusa y zapatos Topshop, falda y tights H&M, romper American Apparel, vestido Samantha Pleet, calcetines Betsey Johnson, camiseta Ben Sherman.
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JOGGER STALKER FOTOGRAFÍA: RICHARD KERN
Puma underwear
Asistente de fotografía: Frances Kwon Coordinador de moda: Annette Lamothe-Ramos Modelo: Jenny Zhang
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Top American Apparel. Shorts Adidas. Tenis Nike. Brazalete Tiffany & Co. Gafas Ray-Ban.
Camiseta J. Crew. Shorts Victoria’s Secret. Reloj Chanel.
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Top y shorts American Apparel. Brazalete Tiffany & Co.
Bra deportivo Asics. Shorts Adidas.
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Camiseta J. Crew. Shorts Victoria’s Secret. Reloj Chanel.
Camiseta J. Crew. Reloj Chanel.
¿Qué es lo que hace a un payaso tan payaso? ENTREVISTAS POR ROCCO CASTORO. FOTOGRAFÍAS POR ROE ETHRIDGE Asistente de fotografía: Marc Tatti
He aquí 5 pros: Gabooba, también conocido como Danny Vice: ¿A qué te dedicabas antes de convertirte en payaso? Gabooba: Trabajé en agencias de empleos temporales. Fui asistente de un chef. También trabajé para el Departamento de Parques de Nueva York. Pero en la preparatoria gané como el payaso de mi clase, y eso me inspiró. La vida toma giros extraños. Uno de mis últimos trabajos “reales” fue como agente de magos y payasos. Un día, el tipo clave de la agencia se fue de repente, y nos quedamos sin un payaso. Todos los shows ya estaban reservados, y me vi forzado a entrarle. Sólo tenía tres días para estar listo. Algunas personas de la agencia me enseñaron lo más rudimentario. Y así estuve por un rato: entre el mundo “real” y el de ser payaso. Fue hasta el 96 que estuve listo para convertirme en payaso de tiempo completo, lo que he sido por trece años... y contando. Tu trabajo es ser una máquina de humor para niños y adultos aburridos. ¿Cuáles son algunos de los obstáculos que enfrentas? Pues, tratar con los DJs. Algunos son, literalmente, retrasados mentales. Tocan la música tan fuerte que crees que vas a quedar sordo. Tocan lo más asqueroso, el rap más hardcore, con letras que harían llorar a Martin Luther King. No hay nada peor que eso. Y se escucha en una fiesta de 4 años. Alguna vez dijo Don Imus: “¿Qué no deberían escuchar el “Hokey pokey” o el “Chicken dance”? Pero los DJs tocan cosas que ni siquiera son permitidas en la radio. Otra cosa que afecta tu vida social por ser payaso es que la gente suele tener el fin de semana libre, pero, para uno, son los días más ocupados. He perdido varias novias por eso. Terminar una relación con alguien porque se es un payaso suena bastante frío. Sí. Si llegara a encontrar a alguien por quien valiera la pena dejar esto, lo haría, pero aún no sucede. Tuve una chica, pero no era como del estilo “Te amo, mi amor” ni nada parecido. El primer año fue muy bueno por64
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que ella tenía los martes y jueves libres, y para mí esos días eran casi libres también. Pero como al segundo año ella agarró otro trabajo, y de repente quiso hacer todo los fines de semana, y yo llegaba exhausto como para hacer algo. Un día me dijo: “La próxima vez que me invites a salir el sábado, te diré que sí. Pero no estaba listo para dejar de ser un payaso. Desde entonces comenzamos a ser muy buenos amigos; de hecho, ahorita estoy cuidando a su gato. ¿Harás esto de por vida? Haré esto hasta que muera. Hasta que sea viejo y gris. Pero algún día creo
mi voto no cuenta de verdad. Sólo me miran como si estuviera loco y se calman por alguna razón. No sé por qué. ¿Qué pasa cuando no tienes ganas de ponerte peluca ni pantalones graciosos, ni de pintar mariposas en las caras de los niños? No es como que puedes echarte en tu escritorio y ponerte a pendejear por internet todo el día. ¿Cómo lo logras? Una de las razones por las que continúo con esto es porque es terapéutico. Entonces, aunque tenga uno de esos días, sólo recuerdo lo mucho que me encanta. He luchado contra la depresión de vez en cuando; no del tipo
“Creo ser el único payaso al que le han pagado 100 dólares por ver a una mujer quitarse la ropa”. que me gustaría intentar dar clases. Tengo algunos cursos en educación. Partes de mis rutinas son educativas. Si les quiero enseñar a los niños español, les digo conejo en lugar de rabbit. ¿Hablas español? Hablo un poquito, pero sólo cuando es apropiado. Por ejemplo, digo feliz cumpleaños en lugar de happy birthday, pero sólo si los niños no lo hablan. Si es una fiesta latina, no hago eso. ¿Cómo tranquilizas a los niños cuando se espantan? Eso sucede al menos una vez por evento. Entre más maquillaje y cosas te pones en la cara, se espantan más. Hay veces que no uso la nariz roja hasta que veo que están cómodos conmigo. Y les digo algo como: “Nunca digan mentiras porque, si lo hacen, la nariz se les hará grande, y yo nunca he dicho una mentira en mi vida”. Y luego me volteo con la nariz puesta. Ya si veo que un niño en particular se espanta de verdad, le digo que no soy ni demócrata ni republicano, sino que estoy registrado como independiente, y, como es un partido doble, entonces
clínico, pero sí de esos casos en los que te sientes muy mal. Nunca he tomado antidepresivos porque no confío en ellos. Lo único que tomo ahorita es café y St. John’s Wort. Hace unos días, mis abuelos murieron, y yo era muy cercano a ellos. De hecho, consideré tomar un empleo regular por el bajón que traía. Pensé que sería muy difícil continuar siendo payaso. Pero hice unos cuantos shows, y hacer a los niños reír me hizo sentir mucho mejor. En cuanto me empiezo a sentir deprimido o enojado o como sea, sólo hago un show o dos, y mi actitud cambia. ¿Cuál ha sido la fiesta más extraña en la que has trabajado como payaso? Una vez fui contratado para una despedida de soltero. El novio estaba muy decepcionado porque esperaba una stripper. Hice unas bromas, inflé unos globos, y me obligaron a sentarme. Se suponía que debía hacer un intermedio de treinta minutos en lo que salía la stripper. Creo ser el único payaso al que le han pagado 100 dólares por ver a una mujer quitarse la ropa. Tuve table dance gratis. VICE
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Cappy da Clown También conocido como Dennis Vice: ¿Cómo caíste en este giro de empleo? Cappy da Clown: Estaba yendo a la Universidad en Rochester, y la dejé para irme a Nueva York y convertirme en actor. Antes de irme, me robé un traje de payaso del departamento de teatro y decidí que debía hacer algo chistoso con él. Un amigo quería que fuera el payaso de la fiesta de 5 años de su hija. Yo no tenía idea de qué estaba haciendo; sólo hacía tonterías y corría. Después trabajé en una tienda de tarjetas de felicitación en la ciudad dando volantes y jalando gente de la calle. En fin, tenía un amigo que hacía fiestas de niños para ganarse unos pesos extras. En uno de sus shows había una rutina en la que él salía vestido con algún disfraz por treinta minutos y luego se vestía de payaso para terminar. Él odiaba usar los disfraces; entonces, me daba un billete para que yo me vistiera de algún animal de peluche y bailara el “Hockey pockey”. Todo esto me llevó a trabajar en Zack’s Funhouse como agente de espectáculos. Comencé a imitar a Yosemite Sam cuando se necesitaba para alguna fiesta, y desde ahí empecé a ser payaso. Pero eso sólo es una parte de la historia. Le debo mucho de mi espectáculo a mis días de luchador profesional. ¿Eras del tipo de payaso luchador que suele aventar Alka Seltzer al público después de aplicar tu llave frankensteiner voladora? No. Era el Capitán, que ha sido, de alguna forma, mi personaje más recurrente. Yo coleccioné cómics por años, y el del Capitán América siempre fue mi favorito. Hasta tengo un tatuaje en el brazo. Casi siempre fui manager, pero, cuando necesitaban a alguien, me aventaban una máscara, y le entraba al ring. Siempre llevaba una camisa del Capitán América o un pin, y la gente simplemente me empezaba a gritar: “¡Cap!”. Me convertí en fotógrafo y comencé a vender fotos y a dárselas a los promotores y luchadores, y compré una estampa para pegárselas detrás que decía: “Photos by Cap”. Sólo le di un tiempo en el Caribe, y fui un poco famoso por allá. Una vez hasta competí por el título de peso completo en República Dominicana. Eso fue siempre un trabajo de medio tiempo, 66
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mientras tenía vacaciones de mi trabajo como oficial en los juzgados. ¿Ahora trabajas de payaso de por vida? Ser oficial de juzgados aún paga la renta. Me faltan exactamente dos mil cuarenta y un días para retirarme, y de ahí continuaré siendo payaso. Pero, como payaso, soy también muy activo. Ya he creado una variedad de personajes: Cap’n Dandy, Louis Lo’ser, Kanarsie Kid y un payaso vago con nombres como Mugglesworth Muggsy Aloisius McGuirk. He sido payaso por treinta años y no voy a parar pronto. ¿Cómo decides cuál disfraz ponerte? Hace unos años tuve un contrato con
y le da al patiño. Mi primer payaso fue uno de cara blanca, pero resultó ser muy elaborado ponerse todo el maquillaje. Como muchos otros, pasé de ser el payaso de cara blanca al payaso tontín. Es lo que actualmente hago con Cappy. Como un payaso tontín, pero leve. Según la organización dentro de los payasos — y son muy estrictos — , se supone que no puedo serlo por el atuendo que llevo. Los payasos tontines deben llevar algo como un traje y no usar confeti y cosas que yo uso con mi personaje. ¿En serio? ¿Existen reglas para ser payaso? Oh, sí. Las asociaciones más impor-
“Me faltan exactamente dos mil cuarenta y un días para retirarme, y de ahí continuaré siendo payaso”. estadios de beisbol para ser anfitrión de un par de juegos de las ligas menores de Nueva York, los Staten Island Yankees y los Brooklyn Cyclones. Como payaso, no puedes ser fan de los dos porque ellos compiten entre sí varias veces; entonces, comencé a llevar el disfraz de Cap’n Dandy con los Yankees. Él usa un traje y tiene una boquita peculiar; es un poco más conservador, un poco del estilo de “No me hables”. En Brooklyn, soy Cappy. La gente me ve en los dos estadios y me pregunta: “Oye, ¿qué no eres tú el del otro estadio?”. Y les contesto: “No, ese es mi hermano el malo, de Staten Island”, o: “Ese es mi hermano el idiota, de Brooklyn”. Entonces, ya creé esa rivalidad entre ellos dos. Me di cuenta de que se había corrido el rumor una vez que estaba pintándole la cara a una niña y vio una tarjeta promocional y dijo: “¿No es el mismo?”. Y su amiga le dijo: “No, ese es su hermano de Booklyn: son muy parecidos”. Muggsy casi no trabaja en fiestas. Cuando sale, es promocionando The King Henry show [mira en la página 73]. ¿Sigues una rutina en tus actos? Probablemente, más que algunos de mis colegas. En el mundo del payaso, el payaso de la cara blanca le tira el pastel al payaso tonto, este se agacha
tantes de payasos hacen competencias y publican sus reglas en sus revistas cada año. Yo pertenezco a las dos más grandes: Clowns of America y la World Clown Association. Pero no me gustan las competencias; para mí esto no se trata de competir. Un payaso está para hacer a la gente reír, para divertirse y ayudar a otras personas a divertirse. Tal vez puedes mejorar y ayudarte con las crítcas de tus colegas, pero yo no necesito ser juzgado por ellos. Si los niños no se ríen, ahí está mi crítica. ¿Qué opina tu familia acerca de tu vida de payaso? Ellos se han resignado a que me fui a Nueva York para actuar; entonces, eso es lo que esperan de mí. Me han visto hacer locuras toda mi vida, y continuaré haciéndolas. Una vez que te pones el traje de payaso, no lo puedes dejar. Hay una línea del musical Applause que yo siempre uso. “Cuando tenía 8 años, estuve en una obra en mi escuela. Sólo tenía una línea que decir. Llegó mi gran momento y dije: ‘Que viva el príncipe’. Mi hermana aplaudió, y estoy clavado desde entonces”. Una vez que tienes la luz del reflector en los ojos, nunca te deja. VICE
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Bubbly da Clown También conocida como Adel Vice: ¿Cuál es tu historia de payasa? Bubbly da Clown: Comencé cuando tenía 17 años. Mi hermano estaba muy clavado con aprender trucos de magia, y yo estaba intrigada. Entonces, fui a Zack’s Funhouse a checar a algunos magos y sus trucos de magia. King Henry, quien en ese tiempo trabajaba como otro payaso, se acercó a mí y me preguntó si quería intentarlo. Estaban poniendo en marcha una escuela de payasos; entonces, me enlisté, y todo fue surgiendo desde ahí. Primero le entré de tiempo completo, y después lo dejé para entrar en el mundo corporativo como por ocho años. Luego regresé de tiempo completo de nuevo en 2005, pues decidí que era lo que en verdad me encantaba hacer. ¿Y por qué lo dejaste en la primera ocasión? Tuve una hija, Destiny, a los 17, y el dinero salía trabajando de payaso; pero decidí que necesitaba un seguro de vida. Comencé de secretaria; después, la hice de asistente administrativa, y seguí desde ahí. Hasta que llegué a ser especialista en información computacional. Era un buen trabajo, pero yo no era feliz. ¿Has tenido eventos de pesadilla como payasa? Sí, he tenido malas fiestas. Los niños pueden ser muy malos, especialmente cuando se trata de hacer a sus amigos reír. Una vez, una bandita de niños de 8 años me atacó mientras estaba platicando con una niña. Llegaron por atrás y me arrancaron la peluca y la nariz al mismo tiempo. Me sentí completamente desnuda, pues destruyeron a mi personaje. Entonces, traté de olvidarlo con risas y les dije: “Okey, voy a agarrar mis cosas”. Pero a los padres no les importó. Es horrible cuando a los padres no les importa y solamente se quedan ahí riéndose de ti también, con cara de “Je je, ¡mis hijos están abusando de ti!”. Es raro, pero sí sucede. ¿Alguna vez alguien ha tratado de ligarte cuando estás vestida de payaso? Trato de parecer lo más unisex o andrógina posible. No se trata de verse bonita. Es por eso que uso pantalones grandes, maquillaje, una nariz roja y zapatotes. Pero sucede que hay tipos a quienes les gusta el look. Tipos que preguntan: “¿Haces fiestas privadas?”. Y sólo les contesto levantando 68
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los hombros y pateándolos de manera chistosa. Algunos de los más viejos me han dicho: “Lo puedo ver por tus ojos: debajo de todo esto eres bonita”. Es un poco extraño. También me ha pasado que, cuando estoy inflando globos de alguna manera en la que tenga que hacer un movimiento de la mano de arriba hacia abajo, no falte quien me diga: “Oh, ¡lo haces muy bien!”. ¿Cómo se te ocurrió tu nombre? Fue fácil. Toda mi vida me han dicho que soy un poco bubbly; entonces, lo usé como mi nombre de payasa. Tu nombre debe acomodarse a tu personalidad. Mi hija, Destiny, apenas comenzó a trabajar de payaso; entonces, ahí es un poco más complicado. No soy una payasa femenina, pero Destiny usa el
artista nata. Debes ser un artista para poder hacer esto. No cualquiera puede ser payaso. Tiene que ser parte de ti. Ella sólo sufrió un poco a la hora de hacer su personaje, su personalidad. Tiende a ser un poco callada a veces, como yo. Es un poco más reservada. Pero, cuando le das un disfraz, olvídalo. Es muy diferente cuando tiene puesto el disfraz, y los niños, o gente desconocida, se le acercan. Llegan, la abrazan, le dicen: “Te quiero”. Ella ama esto, le gusta. ¿Hay competencia en la comunidad de los payasos? No, cualquiera sabe, en cuanto entra, que yo soy la buena. Es broma. A veces las personas se aburren entre sí, y se trata de no dejar que esto llegue
“Podrías ser Floopsy y decir algo así como: ‘Oopsy, Floopsy se hizo poopsy’”. ángulo femenino. Cuando ella apenas comenzaba, le hice su disfraz y su estilo para ver si de ahí salía su nombre. Mientras estaba en su personaje, le decía: “No sé, te vez como un Floopsy da Clown”, porque el nombre era tan femenino como su personaje; pero ella prefirió Oopsy. Insistí en que fuera Floopsy. Le dije: “Podrías ser Floopsy y decir algo así como: ‘Oopsy, Floopsy se hizo poopsy’”; pero no me hizo caso y se quedó con Oopsy. Tú y tu hija aplican el Da en lugar del The. Muchos payasos lo usan. Yo lo uso por que, cada vez que voy a una fiesta, comienzo a mezclar los nombres de los niños y niñas a propósito, como tontería. Luego les digo: “Déjenme decirles quién soy yo. Yo soy Bubbly daaaaaaaa Clown”. Y extiendo el Da por mucho tiempo. Luego les explico que Bubbly es mi nombre; Da, mi segundo nombre, y Clown, mi apellido. A los niños les encanta cuando extiendo demasiado el Da. ¿Alguna vez obligaste a tu hija a ser payasa, o fue algo que ella simplemente quiso hacer por un tiempo? Yo nunca la obligaría. Ella es una
tan lejos. Si estoy haciendo un show con alguien con quien nunca haya trabajado, trato de ser democrática y pregunto: “¿Qué quieres hacer esta vez: globos, pintar caras? ¿O en qué eres mejor?”. Y tratamos de no meternos en lo que está haciendo el otro payaso porque es muy fácil que un payaso se robe todo el show. Es difícil para los entretenedores trabajar juntos. Tú no sabes cómo acercarte a la otra persona, o no la conoces. Cada quien es diferente. ¿Qué fue lo que dijo tu esposo cuando supo que eras una payasa? Por un rato, ni lo supo. Una vez trataba de ser romántica y le hice un globo con unas palomas. Me preguntó que cómo sabía hacer eso, y le expliqué todo. Cuando me vio en mi disfraz completo, sólo dijo: “Guau”. Y le pregunté: “No estás avergonzado o algo así, ¿verdad, mi amor?”. “Es grandioso”: eso fue todo lo que dijo. Hemos estado juntos por catorce años. Le doy besos a escondidas en los shows, pero tenemos que tener cuidado porque no podemos dejar que los niños vean a alguien apretujando a un payaso. VICE
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Oopsy da Clown También conocida como Destiny Vice: ¿Cómo fue crecer con una mamá que es payasa? Oopsy da Clown: Increíble. Ella también tenía otros personajes, y era superpadre verla llegar a la casa vestida de Barbie o de Barney. A veces me hacía actos privados, sólo para mí. Y me hacía sentir muy especial. ¿Cuándo comenzaste a seguir sus pasos de payasa? Decidí hacerlo hace poco tiempo. Soy adolescente, y a veces me vuelvo a preguntar si esto es, o no, lo mejor del mundo; pero verla actuar es inspirador. Una vez ella necesitaba un poco de ayuda en una fiesta; entonces, me disfracé y la ayudé. Fue divertido, y continué haciéndolo; además, necesitaba hacer algo en el verano, y el dinero estaba bien. Suena como que va con tu personalidad. Sí, creo que se puede decir que me gusta probar. Tengo el cabello rosa y piercings. Cuando voy por la calle, la gente se me queda viendo; pero, cuando estoy vestida de payasa, nadie sabe quién soy en realidad. Es grandioso ver a todos sonreírte. Es como un álter ego. ¿Cómo se te ocurrieron el nombre y el personaje? Bueno, tuve el disfraz, la peluca y todo. Después, decidí qué maquillaje quería tener y con qué personalidad iría. Ya que tenía al personaje, comencé a jugar con los tipos de voces, y se convirtió, eventualmente, en un tipo de niña. Comenzamos a buscar nombres como Curly debido a mi peluca china. Luego, a mi mamá se le ocurrió Smooksy, pero pensé que sonaba extraño. Yo quería algo más bonito. Oopsy surgió en mi mente de repente. Ya sabes, una chica sonsa actuando toda boba y cometiendo errores estúpidos debe ser graciosa. ¿Qué opinan tus amigos sobre el negocio de los payasos? Muchos de ellos solamente se ríen, no se burlan de mí ni nada. De hecho, piensan que está bien. Dicen cosas como “Yo nunca podría hacer esto”. ¿Los chicos de tu escuela saben que eres payasa? Es muy chistoso porque voy a una escuela de arte, y casi no hay chicos. Creo que los chicos creen que es
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extraño que alguien que les atrae haga cosas tan extrañas. De hecho, siempre les da una risa incómoda. Una vez estaba vestida de payaso, y un chico me invitó a salir. Yo estaba: ¡¿qué?!, y me dice: “Sé que estás bien buena debajo de todo esto”. Cuando los chicos ven a una payasa, les gusta imaginar cómo se ve sin el disfraz. Otro chico se me acercó y me preguntó que si era judía. Le dije que por qué, o si era por el cabello chino. Él era judío; entonces, creo que me estaba coqueteando. ¿Te ha sucedido algo en verdad repugnante mientras estás haciendo tu trabajo? Una vez. Estaba vestida con mi dis-
todo eso. Lo más gracioso es que te hace más difícil pintar caras, ya que quieres que te salgan bien y, además, poner tu estilo en ellas. Pero no hay tiempo para eso: tienes que ir a la versión más simple de lo que te piden. ¿Tienes otros hobbies? Sí, me gusta andar en patineta. De hecho, patiné vestida de payaso hace poco. Fue en la inauguración de IKEA. Tenía trabajando en el ferry todo el día, y de la nada llegan estos niños con sus patinetas. Le pido prestada una a uno de ellos y, de repente, me aviento un ollie. Ellos quedaron encantados. También toco la guitarra.
“Cuando los chicos ven a una payasa, les gusta imaginar cómo se ve sin el disfraz”. fraz esperando el ferry. So, unos señores ya mayores se me acercaron y comenzaron a intimidarme: “Tú no sabes qué hacer vestida de payasa”. Uno de ellos me dijo algo así como “¿Qué pasa si yo también soy un payaso?”, y otro, bastante viejo por cierto, me dijo: “¿Qué te parece si rozamos nuestras narices?”. Eso fue bastante extraño. ¿Alguna vez has ido a algún lugar después de tu show y olvidado que traes tu disfraz? De hecho, sí. Una vez fui a un restaurante y, antes de entrar, sólo me quité la peluca: ¡se me olvidó que aún traía maquillaje en la cara! Todo el mundo me sonreía, y yo pensaba: “¿Por qué me ven tanto?”. Y, claro, era que traía el maquillaje. El otro lado es que estás tan acostumbrada a tu personaje que tienes que recordar que no debes ir sonriéndole a todo el mundo porque igual piensan que estás loca. Tu mamá dijo que eres artista. ¿Qué es lo tuyo? Ahorita, en verdad, me gustan los cómics. Dibujo cosas de ese tipo todo el tiempo. Como estudiante de arte, tengo un amplio rango de cosas que hacer en la escuela: pintar, dibujar;
¿En serio? ¿Qué tipo de música te gusta? Me gusta el punk viejo, el underground y el hardcore de Nueva York. Probablemente no has escuchado nada semejante, excepto por los Ramones. Pruébame. Me gusta algo como The Germs. The Subhumans son buenos. Agnostic Front no está mal. Oi Polloi es otro. Hay una banda muy buena de Filadelfia llamada Witch Hunt. Entonces, eres una payasa que escucha a Agnostic Front. Sí, voy a los shows aunque se junten con mi trabajo. Luego es un gran dilema. Este fin hay un show de Circle Jerks. Me gusta toda esa onda. ¿Hasta cuándo te ves a ti misma hacienda esto? No sé. No siento deseos de detenerme por ahora. Es un poco cansado y hay mucho trabajo los fines de semana, pero no es de los trabajos que te hacen decir: “Ash, hoy no quiero ir a la oficina”. Cuando me siento así es por que en realidad estoy agotada. No es un trabajo que te lleve mentalmente a otro lado. No te importa hacerlo porque en realidad es agradable.
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King Henry También conocido como Guy Vice: Por favor, trázame tu camino en el mundo los payasos. King Henry: Nací y fui criado en Brooklyn y, mientras iba al Kingsborough Community College, necesitaba un trabajo de tiempo parcial. Durante los fines de semana, un amigo mío trabajaba en una compañía que le pagaba a cualquiera que fuera payaso 24 dólares la hora. Eso era en 1989, y 24 dólares la hora era genial para un estudiante universitario. Aunque no lo creas, la compañía se llamaba A. A. A. A. A. Entertainment. Cinco aes. Ahí te daban un curso de capacitación de una hora que se basaba en tres trucos de magia. Te enseñaban a hacer de uno a tres animales con globos, te metían en un disfraz que después me di cuenta de que era como de 15 dólares y te daban unos tubos de maquillaje de agua de colores blanco y azul. En mi primer día, me enviaron a tres shows. Qué miedo. En el camino a mi primer show, estaba muy nervioso y ansioso. Tuve ese famoso sentimiento de mariposas en el estómago, o como se llame. Sólo había tres niños, de los cuales dos me tenían miedo. Entonces, me sentí tan miserable que me dije a mí mismo: “No puedo creer lo que estoy haciendo”. Pero soy un hombre de palabra. Decidí hacer los tres shows y olvidarme de todo. Mi segunda presentación fue en Prospect Park. Fue justo en ese tiempo cuando el programa de TV In living color acababa de salir, pero yo no lo había visto. Toda la gente en el parque me decía: “Ey, ¿qué onda, Homey?” y “¡Miren, es Homey el payaso!”. No entendía ni madres. Después, la tercera fiesta, en Queens, fue con gente de Jamaica y Trinidad. Se rieron de todos mis malos chistes. Una mujer me dio 10 dólares de propina. Con 20 años de edad y siendo estudiante universitario, me subí a mi carro y todo el camino de regreso me la pasé riéndome y pensando que tal vez debía intentarlo. Después de años, pasaste de payaso trabajador a dirigir una de las mejores agencias de payasos y entretenedores en Nueva York. La mayoría de la gente no se imaginaría que se puede crecer tanto en esta carrera. Al principio trabajé como payaso para muchísimas agencias, pero el tiempo que hice Zack’s Funhouse, con la agen72
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cia William Morris, me formó. Eventualmente, ellos quebraron, y yo compré su teléfono en una subasta. Luego pensé que sería una buena idea tener una mascota para la compañía, así que, tras una lluvia de ideas con otras personas, surgió la idea de King Henry. Fue una época muy loca, pues me acababa de casar. Y, bueno, contraté a una persona para que contestara el teléfono e hiciera las citas de los shows y todo eso, en lo que yo me iba de luna de miel, y, cuando llegué, tuve más trabajo del que hubiera podido manejar. Desde entonces, todo está simplemente fuera de control. Ahora tengo mi propio programa en la televisión abierta, que se llama The King Henry show, y aparte trabajo como anunciante para los Brooklyn Cyclones.
¿Qué es lo más memorable que has hecho como payaso? Ha habido varios shows notables durante mis trece años de carrera. Cuando me dedicaba de tiempo completo, hice un baby shower donde salí como un gran bebé, con mi pañal, mi tutú y mi bonet. Llegué buscando a mi mamy. Ya que la encontré, me volteé de espaldas y me puse a mear con una flor de chorrito que me amarré a la cintura. ¡Estuvo increíble! Hasta me dieron 50 dólares de propina. También he dado fiestas para grandes celebridades. ¿Por ejemplo? Bueno, tendré que dejar fuera a los más famosos o, de lo contrario, comenzaré a recibir llamadas de por qué nombré a uno antes que al otro.
“Sólo piensa en el más mafioso entre los mafiosos: le hice sus fiestas cada año”. ¿Tuviste algún payaso profesional como modelo durante tus primeros días? Uno de mis mentores es Glen Frosty Little, el último jefe que vive de Ringling Bros. Circus. Para que te conviertas en jefe hay varios criterios que debes llenar: necesitas tener una licencia de Pyro, haber sido maestro de payaso por algunos años y haber escrito unos cuantos sketches para el circo. El título sólo se lo han dado como a cinco personas en el mundo. Otro gran payaso que respeto es Junior the Clown. Me ha enseñado muchas cosas en las convenciones. Es ahí donde agarras tips. Joe Barney es grandioso. Él ha sido el jefe de la unidad de payasos de Big Apple Circus. ¿Hay otro tipo de jerarquía en la industria del payaso? En cierto modo. Es como si existieran cuatro niveles. Joe Barney y Frosty Little son los pilares. Después está la gente como yo, que es a la que ellos respetan, aunque, en mi opinión, no estamos a su nivel. Y están las personas que llevan las lecturas, y los payasos trabajadores que los cuidan.
Sólo piensa en el más mafioso entre los mafiosos: le hice sus fiestas cada año. También he hecho fiestas para Katie Couric, Puff Daddy y LL Cool J. Hice fiestas para los hijos de Tommy Hilfiger. Él era un gran cliente y una gran persona y, sorprendentemente, alguien común y corriente. Llegaba en su limusina con pantalones de vestir, una blazer azul, zapatos tipo Oxford, y luego se subía corriendo, se ponía sus jeans rotos y una playera y jugaba con nosotros todo el día. ¿Cuál es tu secreto? ¿Cómo es que te convertiste en el rey de los payasos? Cuando era joven, como a los 19 años, pude fácilmente haberme ido por el mal camino. Me encontré a mí mismo a través de la filosofía del este y las artes marciales, el taichi, el budismo y el tao. Eso enderezó mi camino. Creo que me ha ayudado en este negocio porque se me han presentado muchas oportunidades de hacer dinero rápido y siempre he escogido no hacer las cosas de esa manera. Creo que por eso lo he hecho muy bien. VICE
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Esta foto la tomó mi medio hermano Benjamin Caldwell Acree. Saqueaba un camión de la policía mientras a mí me partían la madre.
¡AUCH! Una manifestación violenta contra la carne me hirió la cabeza TEXTO Y FOTOS POR ROBERT JOHNSON
Esta fue la primera noche que utilizaron cañones de agua. Él estaba en shock. Y era superalto.
Hola. Este soy yo en el Hospital de la Universidad de In Jae, en Corea del Sur. Tengo una herida con puntos en un cachete, siete puntadas dentro de la boca y otras siete por fuera. También tengo un hombro dislocado con daño en los ligamentos y una contusión. Esto se lo debo a que un escudo policial me agarró desprevenido mientras cambiaba el rollo de mi cámara. Esta protesta comenzó hace unos meses. El 25 de febrero, la gente de Corea del Sur eligió como presidente a Lee Myung-bak. Anteriormente, el señor Lee fue jefe de gobierno de la ciudad de Seúl por el bando de Hyundai. Y antes de la elección pesaron sobre él múltiples cargos judiciales por desvío de fondos, especulación de compra de tierras y financiamiento ilegal de campaña. Fue electo con la menor diferencia de votos en la historia de Corea del Sur. Uno de sus primeros movimientos en la política fue la aprobación del KorUS FTA, un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Esto incluyó la reintroducción al mercado surcoreano de la carne de la Unión Americana, que había sido bloqueada en 2003 con el surgimiento de la enfermedad de las vacas locas. Después de la aprobación de esta ley, su rating VICE
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El gobierno bloqueó muchas calles con camiones. Esta era una escena normal en Seúl.
Algunas personas se metieron al agua de los cañones y se pusieron a bailar alrededor. Personalmente, a mí me dio una vez, y fue una experiencia pinchísima.
Los protestantes se sentaron en las calles, lo cual fue tomado por la policía como un acto ilegal, comenzando así la redada. 76
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de popularidad cayó del 28 al 12 por cierto. Y la protesta comenzó. Esta se centró en la importación de carne de los Estados Unidos, pero no fue la única queja, sino que hubo otras más generales: sobre la economía y el ámbito social. Estas protestas han sido mucho más notorias desde que esta ley de importación fue aprobada. Yo fui a la primera de estas protestas por curiosidad, y he ido desde entonces. Estas fotos son una selección de las que he tomado durante los últimos meses. Las primeras fueron tranquilas, con encendido de velas y marchas. Querían ir directo a la casa del presidente a mostrar su inconformidad. El gobierno aplicó bloqueos en las calles con autobuses y policías antimotines. Los manifestantes se sentaron en las calles, lo cual fue tomado por la policía como un acto ilegal, comenzando así la redada. Estas fotos de las señoras de la tercera edad son de esa noche. Es por eso que pienso que esto fue un acto violento desde el principio. Yo fui herido hace como un mes en las protestas. El humor se ha ido deteriorando: los manifestantes están hartos de que no se les escuche, y los policías están cansados de salir todas las noches. Una mañana, la gente destruyó tres tanques antimotines de agua que los policías olvidaron dejar custodiados. Los destruyeron y los atracaron. Esa noche, cuando los policías estaban disparando sus cañones de agua contra la gente, los manifestantes podían defenderse. Fue una barricada que duró un tiempo, mientras todos seguían
No vi exactamente qué le pasó a este tipo. Su brazo estaba roto, pero no supe por qué.
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No sé si este tipo estaba usando su cartel al revés a propósito. Está cagado que lleve una gorra de NYPD en una demostración antiyanqui.
Sí, a esta señora le pegaron con un escudo y la noquearon. Estuvo un tanto de la verga.
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seguían enloqueciendo. Como a la medianoche, unos seiscientos policías lograron infiltrarse a través de un pequeño espacio entre los camiones que los contenían al área donde los protestantes se encontraban. Entraron tirando madrazos con escudos y macanas a diestra y siniestra contra todo lo que se les atravesara. No hubo ninguna advertencia. Abrieron a todos de la calle, excepto a unos setenta que se quedaron en medio. También como a treinta policías antimotines les tocó. Se armó una gran pelea. Los agentes iban perdiendo. Acabaron siendo apañados por la gente, madreados y sacados de esa escena uno por uno. Entonces, una segunda ola de policías entró, y fue ahí cuando mi cabeza recibió el chingadazo. La policía de Corea del Sur tiene una reputación histórica de violencia. En 1980, durante una protesta masiva por una reforma democrática, la policía antimotines militar suprimió el levantamiento en Gwangju, un pueblo en el sur de la península. Mataron a un estimado de ciento setenta personas y golpearon a todos los que se les atravesaron. Aunque el régimen ha cambiado con el tiempo, la policía sigue siendo notoriamente violenta frente a cualquier tipo de oposición. Esta es la razón principal por la que la gente sigue protestando. Piensan que las políticas utilizadas por su presidente son iguales a las de los dictadores anteriores.
Entraron tirando madrazos con escudos y macanas a diestra y siniestra contra todo lo que se les atravesara. No hubo ninguna advertencia. VICE
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This is right down town, two blocks from the American embassy. They were burning framed old prints of American marines fighting in the Korea War. I asked them why and they said “America OUT!”
Esto es exactamente en el centro, a dos cuadras de la embajada de los Estados Unidos. Estaban quemando viejos pósteres de marines luchando en la guerra de Corea. Les pregunte por qué, y me contestaron: “America, out”.
Era como si el gobierno hubiera creado un ejército lleno de adolescentes encabronados que buscan pleito.
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Yo estoy totalmente del lado de los manifestantes. La gente de Corea tiene derecho a hablar. Es una democracia, después de todo. Por lo regular, la policía es excesiva. En una ocasión, casi fui golpeado por una botella de vidrio llena de meados que los policías aventaron contra la gente. Y suena ridículo, pero en Corea del Sur el servicio militar es obligatorio; entonces, los policías son niños de entre 17 y 24 años de edad, no weyes con una carrera o algo parecido. Tienen muy poca disciplina. Los he visto peleando entre sí, agarrándose a madrazos, no discutiendo, cuando deberían ser ejemplo de la no violencia. Por un momento, parece que a ellos les vale madre lo que esté sucediendo o lo que estén haciendo. Aventando tubos a los manifestantes desde arriba de los camiones, madreando a una niña que estaba hecha bolita debajo de un camión para protegerse, pegándome en la cara con un escudo. Fuera de control. Era como si el gobierno hubiera creado un ejército lleno de adolescentes encabronados que buscan pleito. Inicialmente, los policías eran amables con los camarógrafos. Al principio de la protesta, yo podía acercarme a la línea divisoria y tomar fotos sin ningún problema. Pero, conforme las protestas continuaron, ellos se volvieron menos amigables. Un fotógrafo captó a un policía sacándole filo a la orilla de su escudo: le destruyeron la cámara y lo arrestaron. También vi a camarógrafos alcanzados por los macanazos. Las protestas siguen. No es muy claro cuándo terminará esto, o si es que algún día se alcanzará una solución. Hay menos gente en las calles, pero también ha habido sindicatos laborales y organizaciones religiosas involucradas. Yo creo que este movimiento se convertirá en una especie de pequeña guerrilla. A menos de que el presidente Lee haga algo para calmar a la gente, esto volverá a hacer erupción. La próxima vez me voy a quedar fuera por completo, pues aún me dan unos terribles dolores de cabeza.
INFANTICIDIO EN MERSEY Dentro de las violentas vidas de los onceañeros de Liverpool FOTOGRAFÍAS POR STUART GRIFFITHS
Al noreste de la tierra de los scousers, también conocida como Croxteth, Liverpool, hay una antigua y majestuosa propiedad. Alrededor de doscientas hectáreas fueron convertidas en un parque en 1972, y desde entonces, durante todo el año, familias enteras se toman el día para pasear por los campos, comer helado y subirse a los columpios. Pu-ta-ma-dre, es hermoso. Lamentablemente para los paseantes, el área que rodea el parque es dominada por algunas pandillas a las que les encantan las subametralladoras y cuyos miembros no rebasan, en promedio, los 15 años de edad. Estos chicos ocupan su tiempo en tiroteos diarios y suministrando a los junkies citadinos sus dosis de crack y heroína, todo por debajo del radar de la atención pública. Hasta que un día uno de ellos — por equivocación — le disparó en la nuca a un niño de 11 años de nombre Rhys Jones durante una riña de pandillas. Eso fue hace dos años. Después, el escritor británico y reportero de crímenes por excelencia Graham Johnson viajó a Croxteth con el fotógrafo Stuart Griffitsh para involucrarse con los niños que manejan estas pandillas. Regresaron con esto. VICE
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“Cuando le pregunté qué se siente que te disparen en el culo, me dijo que no era para tanto, que era normal que te dispararan”.
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Vice: Platícanos sobre los pandilleros adolescentes que conociste. Graham Johnson: Hay un chico del área de Huyton. Estaba en una pandilla llamada Moss Edz. Tenía 14. Llamémosle John. Hablamos en la cocina de su mamá mientras él lavaba los platos. Me platicó que había estado involucrado en más de treinta incidentes con armas de fuego, incluyendo dispararle a pandillas rivales, ser objeto de disparos y rafaguear casas con metralladoras. Me platicó cómo evitó que lo atraparan por evidencia forense al quemar sus lowies, el uniforme negro de la pandilla, que consta de equipo de montaña marca Lowe Alpine, unos Reebok clásicos negros y sombrero negro de trampero. Ah, y también pasamontañas. Me gusta. Es un look fuerte. También lavan sus manos con gasolina para borrar cualquier rastro de pólvora. Me contó todo esto mientras cenábamos dulces Haribo, papitas, una barra de chocolate y una botella de Lucozade. Suena delicioso, pero no muy nutritivo. ¿Conociste a alguno de sus amigos? Sí, el líder de la pandilla era un chico llamado Lee y también tenía 14. Lo conocí junto con un chico llamado Kevin que había recibido una herida de bala a los 12. Me dijeron que al hermano de 17 años de Kevin, Alfie, le acababan de disparar en el culo y que se había ido en taxi al hospital. Conocí a Alfie ese mismo día. Cuando le pregunté qué se siente que te disparen en el culo, me dijo que no era para tanto, que era normal que te dispararan. VICE
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“Hacen videos donde aparecen con armas, manejando autos robados por las viviendas municipales y escuchando rap”.
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¿Por qué le dispararon? Insultó a la mamá de un dealer local. ¿Y qué sucedió después de que salió del hospital? Fueron a disparar con un rifle a la casa de la mamá del dealer. En respuesta, el dealer fue a la calle donde Alfie, Kevin y Lee vivían y disparó un arma semiautomática al aire, a las casas y a los callejones donde estos niños vendían drogas. Así que llegaron los policías y mataron a este tipo en medio de la calle, ¿no? No, nadie se molestó en llamar a la policía. Lo dejaron ser. El dealer estaba conectado a una pandilla rival llamada Dovey Edz, del área vecina de Dovecot, y cosas así pasan todo el tiempo. Tal vez hace diez años eso se hubiera arreglado con una pelea o con navajas, pero ahora los niños tienen acceso a armas de alto poder. Puedes verlo si entras a YouTube. Hacen videos donde aparecen con armas, manejando autos robados por las viviendas municipales y escuchando rap. La mayoría de estos videos tiene mensajes a pandillas rivales, como “Vamos a ir a matarlos usando todas nuestras armas”. ¿Qué tipo de armas tienen? Había un niño del que oí. Le decían Fuji. Se disparó en el pie cuando estaba amenazando a otro pandillero. Cuando la policía cateó su casa, encontraron un rifle de asalto SA-80, del ejército, el mismo que usan los sol-
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da por la guerra y el set de Escape from New York. Es el ambiente perfecto para que operen pandillas. Hay muchísimos rincones donde esconder armas y drogas. Necesitan las armas porque actualmente hay una guerra entre ellos y sus principales rivales, los Croxteth Crew. Dicen que esta guerra es lo que pudo haber ocasionado la muerte del pequeño Rhys Jones. ¿Quién es el viejo parado frente al BMW (abajo)? Es Stephen French. Lo conocen como el Diablo en Liverpool. ¿Por qué? Solía raptar y torturar a los dealers jóvenes en el área de Norris Green, en Liverpool, y les quitaba el dinero que hacían vendiendo heroína y crack. Les decía que necesitaba alimentar a su familia y ayudarle a un amigo a pagar el recibo de la luz. Ja ja ja. Sí, ha sido comparado con un Robin Hood negro en Liverpool por sus aliados. Los dealers le tenían terror porque nadie sabía quién era el secuestrador misterioso. Escribí un libro sobre su vida y, cuando fui al norte con Stuart Griffiths a fotografiar a los niños, me lo topé y le pedí su opinión sobre todo este asunto.
“Es el ambiente perfecto para que operen pandillas. Hay muchísimos rincones donde esconder armas y drogas”.
¿Qué te dijo? Pues, se culpa parcialmente del aumento del uso de armas de fuego por parte
dados británicos en Afganistán, bajo su cama, junto a sus juegos de Xbox. Este rifle dispara ciento diez balas por minuto. La policía dijo que el arma había sido utilizada para rafaguear una casa en un incidente no relacionado. ¿Entonces todo se trata de dispararle a casas y heridas accidentales en el pie? No, para nada. Como sabes, está próximo un juicio sobre la muerte de un niño de 11 años al que le disparó otro de 14 mientras el primero regresaba de jugar futbol. También conocí a una señora llamada Donna Smith, cuyo hijo, Liam Smigger Smith, era miembro de la pandilla llamada Noggadogz: le volaron la cabeza al muchacho con una escopeta a las puertas de la cárcel porque intercambió palabras con un miembro de una pandilla rival al visitar a uno de sus compañeros. Su mamá me describió cómo nunca había visto correr sangre de esa manera. “Era como un grifo”, me dijo. Pobre señora. ¿Sigues en contacto? No. Desafortunadamente, murió después por causas naturales. Esa fue la única entrevista que dio. Bien, tenemos a los Moss Edz, a los Dovey Edz y, ahora, a los Noggadogz. ¿En qué ambiente viven? Los Noggadogz viven en lugares como Boot Estate, la propiedad más grande de vivienda de interés social en toda Europa. Apuesto a que es bonito. Hmmm. De hecho, es como una mezcla entre una aldea de Bosnia destrui88
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de niños en la ciudad porque, cuando comenzó su negocio, hace unos diez o quince años, creó un clima de miedo entre los dealers jóvenes, quienes antes sólo se preocupaban por algún navajazo o sentencia corta de cárcel. Cuando se enteraron de que un tipo llamado el Diablo andaba raptándolos, torturándolos y robándoles su dinero, todos se empezaron a armar para protegerse. Tiene sentido. Sí. Pero, bueno, ya dejó el crimen y ahora está involucrado en el Andrew John Centre, donde niños de lugares poco privilegiados, como el que citamos, pueden aprender cosas como tapizado, mecánica de motores y carpintería. En estos días, el Diablo es un luchador social. Sí, pero igual no me metería con él. ¿Qué piensa de todos estos pandilleros actuales? Dice que está aterrorizado. ENTREVISTA POR ANDY CAPPER
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FOTOS POR MAGGIE LEE
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EPICLY LATER’D Texto y fotos por Patrick O’Dell
BLACK POWER 3 evilangel.com Director: Joey Silvera Rating: 10 Siempre he soñado con tener black power porque creo que sería muy chingón poder clavar de un salto una bola de básquet. Cuando era más joven, podía tocar el aro, pero ahora estoy gordo y viejo y dudo que vuelva a tocar siquiera la red. ¿Han visto a las mascotas de la NBA brincar desde un trampolín para después clavar la bola? Eso me da miedo. Lo mejor es cuando un equipo tiene un nombre que no se presta para ningún tipo de mascota y sólo le ponen un jersey a un tipo en botarga de lobo y le dicen que salga. Los San Antonio Spurs, el Utah Jazz y los New Jersey Nets tienen lobos y zorros y perros en uniformes de básquet haciendo pendejadas. ¿Qué putísima madre es eso? Siempre pensé que los Nets deberían tener a un tipo corriendo envuelto con redes para pescar cargadas con todo tipo de basura y desperdicios tóxicos y partes humanas. Creo que sería gracioso y mandaría un mensaje ambientalista a los niños en el juego: devuelve al mar todo lo que agarres en las aguas de la isla de Jersey. También creo que tener afro está chingón. Una vez me hice un flat top, pero eso era muy de los ochenta. Eran otros tiempos. No conocíamos nada más. No teníamos televisiones en ese entonces, o por lo menos, no planas. Nuestras televisiones eran gigantescas, y cualquier persona que se atreviera a robarse una televisión se la merecía. No como los ladrones de teles de esta generación, que se clavan cinco o seis aparatos bajo cada brazo. No es lo mismo. Me quito el sombrero ante los antiguos ladrones de televisores: lo hicie104
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ron con estilo y significaba algo. ¿Qué? No sé. Black power? Tal vez. O tal vez no. Este DVD quizá mande mensajes mezclados a nuestra juventud. En la carátula dice: “Black power: no luches contra él”. Disculpa, pero yo me quedé con la impresión de que se debía luchar contra el poder. Fight the power, ¿no? Es lo que Chuck D dijo. Así que ¿de qué se trata esto? ¿Qué debería estar haciendo durante mis fines de semana, días feriados y cuando no tengo trabajo? ¿Peleando contra el poder, o no peleando contra el poder? Como hombre no negro que desea ser más negro en 2008, esto es confuso y necesita clarificarse. Digo, no mames, si Obama va a ser nuestro próximo presidente, entonces creo que es necesario aclarar esto. Odiaría encontrármelo en un bar, y yo, todo casual: “¡No mames!
¡Obama! ¿Qué pedo, wey? ¡Me la he pasado peleando contra el poder, hermano!”, sólo para que me coneste: “Ya no hacemos eso”. Es como esa letra de Crank Squad que dice: “We don’t Superman no mo’. We just Spiderman that hoe”. Y yo, supermaneando como si no hubiera pinche mañana. Nadie me dijo nada. Lo que sugiero es la creación de una lista de correo electrónico que te mantenga al día sobre los cambios importantes en las políticas. Para que todos estemos en la misma página, ¿no? Ah, pero, por favor, ¿podemos empezar a utilizar la función BCC? Odio tener que leer trescientos mails en un envío masivo. Ves esa clase de cosas y no puedes evitar decir: “Pinche novato”. CHRIS NIERATKO Para leer más de Chris, entra a chrisnieratko.com y a njskateshop.com.
Arriba: Mike Carroll. Abajo: Alex Olson filmando un truco para mí, Marc Johnson y su tabla Jason Lee de colección y Tony Trujillo con su medalla de los X-Games.
Hoy estoy saturado filmando el programa Epicly later’d. Esta mañana, estaba en la casa de Guy Mariano, y el día de ayer, en la de Marc Johnson, en las montañas. Mi vida está llena de estas cosas: preguntas, itinerarios, llamadas telefónicas, y aun así no lo siento como trabajo. Estoy tratando de contactar a Lance Mountain. Tal vez, si me lo permite, de entrevistar a Gino Iannucci en la cárcel. Es raro porque no los conozco tan bien; sólo soy su fan. Recuerdo haber visto a Guy Mariano en Ban this y pensar: “Es un año mayor que yo, así que lo tengo que alcanzar. Tal vez cuando tenga 14 seré tan bueno como él”. Como la mayoría de los patinadores, soñaba en convertirme en un profesional. Pero no soy especialmente bueno patinando, así que, cuando eso no funcionó, soñé con trabajar en una compañía de patinetas, cualquier cosa que involucrara patinetas. Pensé que hasta empacar cajas en una bodega estaría bien. No quiero regodearme, pero estoy muy feliz de hacer lo que hago; es más de lo que pude haber pedido. Espero que no se termine pronto. Perdón por ser tan ñoño. VICE
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RULETA DE JUEGOS DE SHEPPARD POR STEPHEN LEA SHEPPARD Foto por Dan Siney
METAL GEAR SOLID 4: GUNS OF THE PATRIOTS
THE WORLD ENDS WITH YOU
Plataforma: Playstation 3. Editor: Konami
Este review está retrasado por dos cosas: es tardado jugar un RPG y tener una verdadera apreciación de él, y el juego estaba agotado en todos lados. Pero valió la pena rastrearlo. The world ends with you es un JRPG que trata de un juego mortal que se lleva a cabo en Shibuya, Tokio. Esto significa que exploras, compras ítems, subes de nivel, entras en peleas y, como es un título de Square Enix, también navegas una trama que es un poco del típico JRPG: la historia subversiva y un tanto incomprensible. El problema de hablar sobre la trama es que todo lo que diga acabaría con la sorpresa, así que, mmm, el personaje principal es Neku, un adolescente nervioso y misántropo que pelea junto a Shiki, una adolescente alegre. Ya dije una mentira, y fue una mentira por omisión. La historia no logra capturarme completamente porque ya he jugado muchos JRPG de Square, y todos van en la misma dirección. Lo que realmente me impresionó de The world... es la manejabilidad. ¡Verga!, este juego es excelente en eso. Controlas a Neku con la stylus en el fondo de la pantalla, y a Shiki, con el D-pad del DS (o los botones si eres zurdo) en la parte superior de la pantalla. Neku pelea con hechizos que obtiene por botones (como los que te pones en la playera, los que tienen eslóganes y nombres de bandas), mientras que Shiki le parte la madre a los mounstros con su gato de peluche telequinéticamente animado. En el combate, los personajes se pasan un disco verde de luz entre ellos, y el que tiene el disco es el que hace más daño, dándole idea a los jugadores del personaje en el que deben centrarse. Shiki también juega en piloto automático si tienes problemas concentrándote en dos personajes controlados por dos métodos completamente distintos al mismo tiempo, como a algunos jugadores les pasa. Yo me esforcé por aprender los controles dobles, y la experiencia es, por decir lo menos, interesante. Pero eso no es todo. Hay un minijuego de modas (los accesorios son moda y proveen bonos o penalidades, según lo que esté de moda), y también, un juego de manipulación memética (insertar ideas en la mente de transeúntes para provocar algún comportamiento). La dificultad se puede ajustar. La música es pegajosa y no convencional para el género. El arte de sprites del juego es hermoso. Sigo regresando The world... por lo adictivo del combate, aunque este no sea un JRPB estándar manejado por menú y de turnos. Me mantiene jugando una historia que, a estas alturas, es solamente otra vuelta a lo mismo.
Esta es una película ocasionalmente sorprendente y, la mayor parte del tiempo, ridícula de doce horas de duración con algo de diversión satisfactoria, pero burda en los controles. Metal gear solid 4 es el séptimo juego de la serie Metal gear. En conjunto, la serie nos platica una historia larga, operística y, muchas veces, sin sentido de dos generaciones de miembros de las fuerzas especiales, ambos de nombre clave Snake, y su lucha contra conspiraciones mundiales, ejércitos enteros de lunáticos, miembros también de fuerzas especiales y sus oficiales superiores. Como todos los juegos anteriores en la serie, MGS4 enfatiza el sigilo en el combate, excepto cuando no lo hace, como en (todas, menos una) las peleas contra jefes y los dos lugares donde el juego se convierte en un mediocre shooter sobre rieles. También se avienta el tipo de mamadas populares entre los creadores de juegos más snobs, como, en lugar de “Game over: continue / exit?”, poner “Game over: continue / exist?”. Bueno, MGS4 es un final sólido para la historia hasta ahora. Y el único motivo por el cual no digo que es el final de la historia y punto es porque es una franquicia exitosa, así que siempre habrá secuelas. Desperdician más tiempo cerrando los cabos sueltos de la historia de los juegos anteriores que explicándoselos a los nuevos jugadores para que puedan entender qué pedo. Aunque, de hecho, en el juego abundan explicaciones de quién carajos está en la pantalla en ese momento y por qué están hablando de memes y legado genético y ninjas cyborg, de manera que el jugador, estrictamente hablando, no necesita haberse paseado por los juegos anteriores. Creo que hubiera disfrutado del juego de haber sido mi primer Metal gear solid. Sin embargo, esta clase de jugadores se perderá uno que otro chiste y momento emocional; pero se explica lo suficiente como para que nadie se quede en medio de la nada. Los juegos Splinter Cell, tan viejos como son, tienen mejores mecánicas de sigilo que este juego. Cualquier videojuego de acción tiene mejor manejabilidad de acción. Pero ninguno tiene mayor valor de producción: no le puedes ganar a Metal gear solid 4 en espectacularidad. No es un juego de lanzarle carnada a los fans y, después, cambiar toda la historia, como el Metal gear solid 2. Tiene una rejugabilidad decente debido a las múltiples dificultades y medallas que el juego otorga por logros, como terminarlo sin fatalidades o muchos tiros a la cabeza (que no se excluyen gracias a la pistola de tranquilizadores). No voy a decir que es lo mejor del mundo, pero me siento satisfecho después de haberlo jugado. Aun así, no sería mala idea revisar los juegos anteriores de la serie antes. Deben estar a la venta muy baratos. 106
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Plataforma: Nintendo DS. Editor: Square Enix
RESEÑAS
RESEÑAS
MEJOR ÁLBUM DEL MES: R. KELLY
R. KELLY 12 play: fourth quarter Jive El maestro del R & B vuelve una vez más para divertirnos con las letras sexuales más detalladas desde la época dorada de Prince. Este álbum suena permanentemente en la oficina de Vice. ¿Quién más podría rimar “Can’t wait to see the booty shake like jelly/ Zigzag braids got’ em looking like spaghetti” con tanta finura como Kelly? No podría tener sexo mientras escucho este disco: me vendría por la nariz de tanta risa. VINCENT GAUGHAN
HIGH PLACES S/T Thrill Jockey
Esta es la banda favorita de aquel al que se le salieron las lágrimas en la escena de American beauty en la que el putito tiene un romance con la bolsa de plástico. RANDY CUNNINGHAM
THE VERVE Forth Megaforce
La banda de ese viejo video del tipo en la calle que empuja a toda la gente a su paso tiene un nuevo álbum y nos llegó en un celular. El celular está increíble, pero no he escuchado el disco porque he estado muy
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ocupado hablando todo el tiempo con el celular que me dieron con el disco. CHEF LIPS HOWARD
PEOR ÁLBUM DEL MES: THE COOL KIDS:
único rock patrio que vale la pena. A bajarlo, pero como van, en www.nenerecords.net. TROPICAZA
HARVEY MILK Life… the best game in town
LINDHA KALLERDAHL Gold
Hydra Head
ESP-Disk
Su álbum de 1995, Courtesy and good hill toward men, es de los mejores discos de la historia, y Special wishes, de mis favoritos de la década. Ah, y tienen a Joe Preston en la banda, joyita que pone a cualquier otro disco del año en ridículo (excepto a Torche… chance). ¿Qué más quieres? Cuando veo en la calle a su bajista, Tanner, quien se parece a Groundskeeper Willy, hago reverencia con respeto y admiración. DOODIE HOWSER
LOS MARGARITOS R´nrolandia Nene Lo siento mucho, pero Los Margaritos es, simplemente, uno de los pocos grupos de ROCK que existen en este país. No como estilo, claro, sino como filosofía y canon. Es de los poquísimos que tienen algo que contar, letras bellísimas, dignas de memorizarse. Chinga’o, ¡TIENEN LO QUE HAY QUE TENER! Entre Napalm Death y los New York Dolls, pero de Monterrey. Edwin y su pandilla no sólo hacen himnos al desenfreno, como “Detonaciones”, sino hits rotundos, clásicos instantáneos, como “El mundo ya no sabe rockear” y “Adelantado mental”. El
Lindha Kallerdahl es una dama sueca loca que canta bonito y, de repente, “Burp! Aaaah! Kwee kee! Bweeaaah! Meeeeeeep!”. Es como Björk con el síndrome de Tourette o, para los expertos freaks del jazz de mujeres, como Patty Waters por un millón. Lo mejor que he escuchado. MEG SNED
TRICKY Knowle west boy Domino
¿Qué chingados es esto? Guau, Tricky sigue sin darse cuenta de que es productor y no artista. Esto suena como un mix tape de tu amigo esquizofrénico atascado en amfetaminas. No mames que estoy reseñando un álbum de Tricky: qué estupidez. RODNEY PETE
THE COOL KIDS Bake sale Chocolate Industries
ARIEL PINK’S HAUNTED GRAFFITI Oddities sodomies vol. 1 Unknown El superstar angelino Ariel Pink, para decirlo rápido, es uno de los más lúcidos compositores en la actualidad. El que, durante los últimos diez años, haya grabado solo todos sus discos en una casetera de ocho canales y usando su boca para hacer los ritmos pasa a segundo plano. Por encima de su psicodelia personal, teniendo a Robert Smith y a Kate Bush por santones, tenemos en el hacer artesanal del erudito Ariel Rosemberg más que a un Brian Wilson del No-Fi. Pon a un lado sus pasadísimos videos, su look tan far out, y clávate en sus numerosos y adictivísimos discos. Este último, tan bueno como cualquiera. TROPICAZA
Las rimas más lentas en la historia del hip hop tanto por velocidad como por idiotas. JS
STANDSTILL Vivalaguerra Buena Suerte / Intolerancia
¡He aquí algo para volverse locos scenesters! Ya deben estar aburridos de ir a esas fiestas donde se toman fotos mientras un maricón vestido de American Apparel les mete el dedo en la boca. Y la música siempre es la misma horterada. ¿Y qué si te dijera que hay un grupo español llamado Standstill que es tan espasmódico que mezcla los falsetes de Tiny Tim con la epilepsia sonora de Stickmen; que se hunde en orquestaciones
ácidas onda The Flamings Lips era Zaireeka; que pasa por el afrobeat; que, sin la menor traza de vergüenza, calca los quiebres de At the Driven In, y que, a la postre, se carga letras tan bonitas como “Lo que importan son los goles, no los colores”. Y, si te dijera todo esto, ¿te lo creerías? No, porque no tienes una puta idea de lo que estoy diciendo. BALMORI
MONOTONIX Body language Drag City
“¡Seguro son mariguanos!”. Había visto que las bandas se aventaran al público, rompieran sus instrumentos, los quemaran, vomitaran en el escenario y se estrellaran botellas en la cabeza. Pero que un tipo se prendiera fuego a medio concierto, ¡NUNCA! Así son las presentaciones de Monotonix, en las que la gente pierde la cabeza. Después de esto, por más distorsionado que sea el heavy-garage-hard rockpunk de la banda, el CD sólo suena a los Ositos Cariñositos. Tres ñores de Israel que hay que ir a ver, en vez de nomás escucharlos mientras miras la pared de tu recámara. JS
MONKEY (DAMON ALBARN & JAMIE HEWLETT) Journey to the west XL Si pensabas que la idea más pacheca del mundo eran unos dibujitos haciendo como si tocaran instrumentos, en
realidad... estás chavo. No te preocupes: no hay pedo. Sea como sea, Damon Albarn sigue intentando hacer las cosas más inverosímiles del mundito pop, ahora con Monkey, probablemente su aspiración más profunda y mejor lograda. Una antigua leyenda china contada al estilo de Broadway acerca cada vez más al (alguna vez chico bueno) vocalista de Blur hacia la malviajadez de Frank Zappa. Y, aunque todavía le falta bastante, este disco está partemadres. BAXTER
ONE DAY AS A LION One day as A lion Anti La banda conformada por John Theodore, del grupo The Mars Volta, y Zach de la Rocha, de Rage Against the Machine, ha estado creando mucha expectativa. Con sólo un track en MySpace, con un sonido crudo y un tanto filoso, esta pareja nos deleita con los suculentos tamborazos ejecutados por Theodore y las legendarias rimas de protesta que sólo Zach de la Rocha sabe manejar. “Wild international”, el primer sencillo de su E. P. homónimo, nos muestra el crecimiento de De la Rocha como músico y cantante, ya que es el encargado de operar los sintetizadores y teclas e incorporar no sólo versos rapeados, sino también, armonías melodiosas. El concepto del nombre fue inspirado por un grafiti captado por el fotógrafo chicano Jorge Rodríguez en 1970 donde se leía “It’s better to live one day as a lion than a thousand days as a lamb”. MAURICIO TERRAZINA
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VICE PRESENTA LA LISTA DE PERSONAJES Extracto del Libro de las listas #3, de Amy Wallace, David Wallechinsky e Irving Wallace. Fuente primaria: Stephen Berger, De causas naturales: la enfermedad y muerte de prácticamente todos, Nueva York, Vantage Books, 1982. Ilustraciones por Laura Park.
KARL MARX (1818 – 1883) ALFREDO EL GRANDE (849 – 899) Siendo muy joven, el rey Alfredo el Grande manifestó su deseo de que Dios le mandara una enfermedad que lo librara de la lujuria, pero sin que le impidiera gobernar. Tiempo después, sufrió de hemorriodes, y una vez, después de un doloroso día de caza montando a caballo, Alfredo se detuvo en el sepulcro de San Neot, en Cornwall, para rezar por el alivio.
NIKOLÁI GÓGOL (1809 – 1852) En 1831, el joven autor escribió a su madre: “Al sufrir por primera vez de hemorroides, tuve la absurda idea de que era otra enfermedad, una más peligrosa. Después me di cuenta de que no hay hombre en San Petesburgo libre de esta molestia”. Empero, ciertos excesos empeoraron su situación.
JIMMY CARTER (1924 -)
GEORGE BRETT (1953 -)
En 1974, Carter fue sometido a una operación por hemorroides. El trigésimo nono presidente de los Estados Unidos estaba tan adolorido que un día tuvo que faltar a sus labores en la Casa Blanca. Un simpatizante egipcio le mandó este mensaje: “Que Alá te cure. Esta dolencia le debió de haber tocado a un gobernante injusto en lugar de a ti, oh, Carter”.
Después del primer juego de la Serie Mundial de 1980, los Royals de Kansas anunciaron que su bateador estrella estaba incapacitado por hemorroides. Brett fue sometido a cirugía y, treinta horas después, abandonó el hospital justo a tiempo para jugar en el tercer partido de la serie. Le dijo a los reporteros: “Ese problema quedó atrás”.
Mientras escribía El capital, Marx estaba plagado de hemorroides. Escribió a su amigo Federico Engels: “Para terminar, por lo menos tengo que poder sentarme”, y añadió: “Espero que la burguesía recuerde mis heridas”.
DAVID LIVINGSTONE (1813 – 1873) El explorador misionero médico africano sufrió innúmeros ataques de hemorroides. En 1864, se rehusó a que lo intervinieran quirúrgicamente para quitárselas porque temía quedar minusválido y no poder regresar a África. Livingstone es el único personaje famoso que se sabe que murió de hemorroides.
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GERALD FORD (1913 – 2006)
EARL WARREN (1891 – 1974)
El trigésimo octavo presidente de los Estados Unidos siempre fue muy atlético. Antes de titularse en leyes por la Universidad de Yale, fue entrenador de futbol y de boxeo. Pero años después, conforme las hemorroides le restringieron sus actividades, Ford optó por deportes menos agitados, como el golf.
Estar sentado en un banco de la Suprema Corte de Justica de los Estados Unidos de 1953 a 1969 quizá haya sido, debido a sus hemorroides, un poco incómodo para el entonces juez presidente Earl Warren, pero esto no le impidió participar en delicadas decisiones.
ELIZABETH TAYLOR (1932 -) Estrella de cine desde la adolescencia, Taylor ha tenido una carrera igual de impresionante en problemas médicos: una traqueotomía de emergencia, cáncer de piel, extracción de un hueso de pollo de la garganta, problemas de espalda y dos operaciones para remover sus persistentes hemorroides.
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LISTA DE MARCAS
Foto por Richard Kern. Top American Apparel. Shorts Adidas. Brazalete Tiffany & Co. Gafas Ray-ban.
ACNE JEANS acnejeans.com
HARLEY-DAVIDSON harleydavidson.com
NIKE nike.com
J. CREW jcrew.com
NOM*D nomd.co.nz
KATHRYN AMBERLEIGH kathrynamberleigh.com
OPENING CEREMONY openingceremony.us
KSUBI ksubi.com
PATRICIA FIELD patriciafield.com
COSABELLA cosabella.com
LORICK loricknewyork.com
PUMA puma.com
ALTAMONT altamontapparel.com
DELPHINE-CHARLOTTE PARMENTIER dcp-corp.com
LUDWIG ludwigvantheman.com
RAY-BAN rayban.com
AMERICAN APPAREL americanapparel.net
DR. MARTENS drmartens.com
LUX available@urbanoutfitters.com
SAMANTHA PLEET samanthapleet.com
ASICS asics.com
EZEKIEL ezekielusa.com
MARC POR MARC JACOBS marcjacobs.com
TANJA MALO tanjamalo.com
BEN SHERMAN benshermanusa.com
FAFAFA fafafa.dk
MARITHÉ + FRANÇOIS GIRBAUD girbaud.com
TIFFANY & CO. tiffany.com
ACTUAL PAIN actualpain.org ADIDAS adidas.com AGENT PROVOCATEUR agentprovocateur.com ALPHANUMERIC alphanumbericbrand.com
COMING SOON POR YOHJI YAMAMOTO yohjiyamamoto.co.jp CONVERSE converse.com CONVERSE POR JOHN VARVATOS converse.com
TOPSHOP topshop.com
BERNHARD WILLHELM totemfashion.com
FIVE FOUR fivefourclothing.com
MCQ POR ALEXANDER MCQUEEN mcq-alexandermcqueen.com
BETSEY JOHNSON betseyjohnson.com
FOGAL fogal.com
MISHKA mishkanyc.com
VANS vans.com
BIJULES NYC bijulesnyc.com
H&M hm.com
MISS SIXTY misssixty.com
VICTORIA’S SECRET victoriassecret.com
CHANEL chanel.com
HANKY PANKY hankypanky.com
MODERN AMUSEMENT modernamusement.com
VOLCOM volcom.com
TRIPP NYC trippnyc.com
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