Tema 3.- Precursores de las vanguardias artísticas Impresionismo: Monet, Degas, Renoir y otros. Postimpresionismo: Gauguin y el preludio del fauve. La expresividad de Van Gogh. La nueva mirada de Cèzanne. Picasso: etapas azul y rosa PRECURSORES DE LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS. EL POSTIMPRESIONISMO LA PRIMERA GENERACIÓN VANGUARDISTA En los años ochenta, junto a la propuesta elaborada por el divisionismo cabe destacar la actuación de una serie de personalidades que encarnan la reacción antinaturalista a la vez que configuran la primera generación de pintores de vanguardia.
Paul Gauguin Paul Gauguin (1849-1906) Su obra está considerada entre las más importantes de entre los pintores franceses del Siglo XIX. Sus experimentos sobre el color y el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, en especial sobre el fauvismo, movimiento que se desarrolla entre 1898 y 1908. De familia liberal, su madre era descendiente de terratenientes españoles de América del Sur y del virrey del Perú. La feminista socialista Flora Tristán, de Valparaíso (Chile) era abuela de Paul Gauguin por parte de madre. En Lima (Perú) pasó sus primeros años de infancia. En 1855 Gauguin estudiará en Orleans entre 1859 y 1865; se embarca en la marina mercante siendo aún muy joven. A su regreso a Francia en 1870, se convirtió en agente de cambio en la Bolsa de París, teniendo bastante éxito en sus negocios. Su tutor, Gustave Arosa, hombre de negocios y gran amante del arte, introdujo a Gauguin entre los impresionistas. En 1874, conoce la obra del pintor Camille Pissarro y visita por primera vez una muestra de pintura impresionista. Al igual que su tutor, se aficiona al arte, lo que le lleva a tomar clases de pintura y a hacer sus primeros intentos de creación en este terreno. Expone sus obras junto a los impresionistas en 1876, 1880, 1881, 1882 y 1886 y reúne una colección personal con obra de Manet, Cézanne, Monet y el ya mencionado Pissarro. En 1882, deja su trabajo en la Bolsa (que se ha desplomado) para dedicarse por completo a su nueva pasión, la pintura, pero incapaz de asegurar la subsistencia de su familia, abandona a su mujer y a sus hijos en Dinamarca. Gauguin se traslada a Ruán, en Normandía, en donde se ha instalado Pissarro. En 1887-88 viaja junto a su amigo Laval a Panamá y la Martinica. Este viaje resultará fundamental para el futuro artístico, puesto que le mostrará la sensualidad del color y se interesará por una naturaleza primitiva capaz de acentuar las relaciones humanas. Regresa enfermo y abatido, y encuentra la hospitalidad de Theo Van Gogh, quién además expondrá sus pinturas en su propia galería. Su estilo de pintura empezará a transformarse desde las cercanías del impresionismo hasta un estilo mucho más personal. Por influencia de uno de sus jóvenes discípulos, su estilo evoluciona a lo que se ha dado en llamar sintetismo, un modo de pintar más natural y sintético. Busca inspiración en el arte indígena, en las vidrieras medievales y en las estampas japonesas. En 1888, en los dos meses (entre octubre y diciembre) que vive con el holandés Vincent Van Gogh en Arlés, en el sur de Francia, dedicándose ambos a pintar. Gauguin había quedado impresionado por la expresividad de Vincent. Trabajan juntos y pintan la serie de vistas de Alyscamps. Pero la convivencia
es muy difícil, ambos tienen un carácter muy temperamental, y Gauguin se cansa de Vincent. Su convivencia se deteriora y acaba con el famoso episodio de la oreja cortada de Van Gogh. Se sabe que Van Gogh tenía problemas emocionales y que se cortó la oreja. Arruinado y enfermo, Gauguin se embarca en 1891 hacia la Polinesia, con el dinero conseguido en una exposición en el Hotel Brouot, éxito alcanzado gracias a las críticas favorables. Se establece en Tahití, tratando de huir de la civilización europea y de todo lo artificial y convencional. Empieza también a redactar un relato autobiográfico ("Noa"). Sin embargo, una enfermedad en los ojos, la soledad y la falta de dinero le obligan a regresar a Francia junto a su compañera javanesa Ana. En Francia recibe la inesperada herencia de su tío Isidoro, y consigue vender unos pocos cuadros, por lo que regresa ya de modo definitivo a Polinesia. Las características esenciales de su pintura (en la que sigue usando grandes superficies de colores vivos) no experimentan demasiados cambios. Cuida especialmente la expresividad de los colores, la búsqueda de la perspectiva y el uso de formas plenas y voluminosas. Influido por el entorno tropical y la cultura polinesia, anticipa al arte abstracto: simplifica aún más las composiciones dando preponderancia al color y a la idea que el color puede sugerir, su obra adquiere fuerza, lleva a cabo esculturas en madera y pinta sus cuadros más bellos. En Tahití, conocerá a Tehura, que se convertirá en su modelo. Está muy inspirado y pinta 70 lienzos en unos pocos meses. Pero tras algunos años de felicidad en los que publica su autobiografía "Noa", problemas administrativos y personales (su hija preferida Aline muere) le hunden. También tiene problemas de salud: una herida en la pierna que no consigue curar desde 1894, una crisis de sífilis... Hacia los últimos años de su vida formó pareja y tuvo un hijo, Émile con Pau'ura, una joven de las islas Marquesas, pero también contrajo lepra. En 1897 intenta suicidarse, luego sobrevive prácticamente en la miseria con una pequeña pensión que desde París le enviaba un marchante. Decide entonces establecerse definitivamente en las Islas Marquesas para volver a encontrar la inspiración. En 1901, llega a Atuona (en la isla de Hiva-Oa), en las Islas Marquesas. Cree estar en el paraíso. Pronto se dará cuenta de su error al conocer los abusos cometidos por las autoridades y al tratar de defender a los indígenas. Se dedicó a realizar esculturas "primitivas" (principalmente tallas y bajorrelieves en madera). Débil, cansado de luchar, muere el 9 de mayo de 1903. Paul Gauguin es quien mejor encarna la figura del artista que rechaza la sociedad de su época y busca en otros ámbitos geográficos y en contacto con las culturas primitivas una humanidad más auténtica y solidaria. Gauguin se inició en la pintura en contacto con los medios impresionistas, tras haber renunciado a una cómoda posición económica y a una prometedora carrera profesional. En 1886 abandonó París con destino a Bretaña, región que por aquel entonces aún preservaba casi intacta una tradición popular impregnada de religiosidad. Pero será durante su segunda estancia en la localidad bretona de Pont-Aven, ya en 1888, cuando Gauguin elabore un lenguaje pictórico personal basado en la exaltación del color y la simplificación de la imagen. El color, libre de toda referencia verista, es aplicado desde aquel momento en grandes áreas delimitadas por gruesos trazos negros a imitación de los cercos de las vidrieras medievales. La gran aportación
de Gauguin, tras la experiencia del impresionismo retiniano, es la recuperación de los valores emotivos. En cierto modo Gauguin se halla extremadamente próximo al simbolismo, del que le diferencia la novedad de su sistema pictórico, pues como el mismo artista expresó: «He querido establecer el derecho del pintor a atreverse a todo.» En Pont-Aven, Gauguin coincidió con otros jóvenes pintores entre los que se hallaban Émile Bernard y Paul Sérusier, quienes difundieron sus enseñanzas en París. Éstas fueron asimiladas por el grupo de los nabis, al que pertenecieron Pierre Bonnard y Edouard Vuillard, y que constituyó, sin duda, la opción artística más avanzada de la capital francesa hasta la aparición del fauvismo, puesto que Cézanne llevó a cabo su obra en Aix-en-Provence. En 1891 Gauguin se trasladó a Tahití, dando inicio a su etapa indigenista. A él se debe en gran medida la introducción en el arte europeo de vanguardia de las formulaciones plásticas de los pueblos primitivos. La conquista de la libertad y la fantasía exótica de Gauguin Los pintores conocidos con el nombre de postimpresionistas proporcionaron muchos de los puntos de partida del arte del siglo XX, tanto desde el punto de vista de las ideas como de su aplicación. De ellos, Gauguin fue el más claramente primitivista. Rompió con todo para dedicarse a la pintura, convirtiéndose en el prototipo de artista rebelde. Consiguió desarrollar una expresión pictórica personal que abrió nuevos caminos y configuró un nuevo lenguaje, basado más en la libertad y en el uso de los medios plásticos para expresar la idea y el símbolo, que en la sensación, afirmando las posibilidades expresivas del color. Marchó a Tahití porque quería librarse de la influencia de la civilización. Allí realizó una parte importante de su obra, en un estilo monumental y decorativo cargado de exotismo, con referencias a mitos y leyendas de ese mundo lejano de los mares del sur. Gauguin captó plásticamente todo el hechizo de la vida primitiva y expresó sobre una tela toda su grandeza, profundidad y misterio, junto a su fabulosa atmósfera de colores. OBRAS Gauguin. Cristo amarillo.1889 Una de las obras más famosas de Gauguin realizada durante el otoño de 1889 en Le Pouldu (Bretaña), donde se había trasladado porque Pont-Aven ya era demasiado turístico. El pintor se inspiró en una talla policromada del siglo XVII, versionada por un escultor local, que encontró en la iglesia de Trémalo, cerca de Pont-Aven. El Cristo se convierte en el protagonista de la escena, con ese color amarillo y las líneas de los contornos muy marcadas, siguiendo la técnica del "cloisonné" inspirada en los esmaltes y vidrieras. Junto a Cristo aparecen tres mujeres bretonas, lo que sugiere que nos encontramos ante una nueva visión provocada por la intensa devoción de las mujeres, igual que en La visión después del sermón. Al fondo, una figura salta una valla, lo que puede indicar el deseo de evasión, continuamente presente en el ánimo del artista. Lo primitivo, con las mujeres, y lo simbólico, intentando transmitir un mensaje, están presentes en la escena, al igual que lo real y lo imaginario. El colorido es típico del otoño bretón, con unos maravillosos colores amarillos mezclados con naranjas y verdes, en paralelo con el Cristo.
Gauguin. Mujeres de Tahití. Las mujeres indígenas se convertirán en las principales protagonistas de los cuadros pintados por Gauguin durante su primera estancia en la Polinesia. Esta escena fue realizada al poco de llegar a Papeete, apreciándose dos jóvenes en posturas enfrentadas - una de espaldas y otra de frente - sumidas en sus pensamientos. Una de las jóvenes viste la falda decorada a la moda indígena que llamó tanto la atención al artista. Buscando lo primitivo, Gauguin ha llegado hasta la Polinesia para descubrir esos rostros duros, no exentos de belleza, que pueblan sus lienzos y que aquí contemplamos. El colorido se ha hecho muy vivo, empleando una gama cálida que anima la escena. Las tonalidades son aplicadas de manera plana, introducidas en los espacios que dejan libres las marcadas líneas de los contornos, siguiendo el método del "cloisonné", que venía utilizando desde la época bretona como observamos en La visión tras el sermón. La planitud cromática es debido a la influencia de la estampa japonesa, recurso muy habitual entre los impresionistas. Gauguin. Tahitianas. “Aha oe feii? (¿Cómo, estás celosa?), 1892. Moscú, Museo Pushkin. El propio Gauguin consideró este cuadro como una de las obras fundamentales de su producción tahitiana. Aparecen dos mujeres en diferentes planos, sobre un idealizado y simplificado paisaje destacable por la planitud de los colores empleados, como observamos en el verde, amarillo o azul. Se trata de una influencia de la estampa japonesa que ya ofrece buena parte de los impresionistas. Las dos mujeres están muy bien asentadas en el espacio, como si de pesadas estatuas se tratase, aislada la una de la otra. El enigmático título forma parte del simbolismo general de la escena Estas mujeres tahitianas van a ser el motivo fundamental para la inspiración del artista, protagonizando la mayor parte de los lienzos ejecutados en la Polinesia.
VINCENT VAN GOGH. Era el mayor de seis hermanos. Nació en Zundert Brabante Septentrional, el 30 de marzo de 1853, era hijo de un austero y humilde pastor protestante neerlandés, Theodorus van Gogh y de Anna Cornelia Carbentus. Recibió los mismos nombres -Vincent Willem- que se impusieran a un hermano que nació muerto justo un año antes que él, el mismo día 30 de marzo; como si fuera un presagio de su original y atormentada existencia. Cuatro años después, el 1 de mayo de 1857, nace su hermano Theodorus (Théo). Tuvo también otro hermano llamado Cor y tres hermanas, Elisabeth, Anna y Wil. Vicent comentaba luego sobre su juventud: "Mi juventud fue triste y fría y estéril... Fue muy temperamental desde su infancia y siempre buscó la muerte, pero a través de la vida. Durante la infancia asistió a la escuela de manera discontinua e irregular dejándola a los 15 años; no fue buen estudiante, allí fue donde empezó a aficionarse a la pintura. Durante toda su vida se enorgulleció de ser un gran autodidacta. Pese a su dedicación a los dibujos, muchos maestros de este arte le dijeron que nunca iba a ser un pintor profesional porque no sabía pintar. A pesar de estos informes, Van Gogh no se rindió y a los diecisiete años entró como aprendiz en Goupil & Co. -luego Boussod & Valadon-, importante compañía internacional de comercio de arte, ramo en el que su familia tenía, al parecer, alguna tradición. Además de las oficinas de La Haya, trabajó en la sucursal de Londres entre 1873 y 1875. Tras ser destinado a París, en mayo de 1875, donde ya había estado tres meses, la inadaptación de Vincent al negocio debido a que interponía sus gustos sobre las ventas ocasionó su despido. Su amigo Albert Djemal, un escritor, lo trató de ayudar. A fines de marzo de 1876 regresa a Inglaterra, donde permanece dos años. En Boussod & Valadon quedó, sin embargo, su hermano Théo, cuatro años menor que él, que trabajaría allí desde 1873 hasta su muerte y sin cuya abnegación nunca hubiera sido posible la corta e intensa carrera artística de su hermano mayor. A su vuelta de Inglaterra se obsesionó con La Biblia y quiso hacerse teólogo y estudió para ello en la Universidad de Leiden. Para demostrar su profunda creencia en la religión cristiana pidió ser misionero en varias compañías, pero fue rechazado por no saber ni latín ni griego. Un dirigente se compadeció de él por su profundo fervor y lo mandó como misionero a las minas de Borinage, en Bélgica. Allí durante 22 meses dio todo lo que tenía a los mineros: ropa, dinero y comida, además de realizar sus primeras pinturas. Estuvo demasiado abstraído en la religión y muchos le llegaron a temer. Decía que estaba obligado a creer en Dios para poder soportar tantas desgracias. En enero de 1879 comienza a predicar como misionero, a través de un puesto temporal, en el pueblo de Petit Wasmes en la minera de carbón del distrito de Borinage en Bélgica, siguiendo la profesión de su padre. Como demostró a lo largo de su vida, tomó al cristianismo muy enserio, Vicent optó vivir como aquellos a los que él predicaba, compartiendo sus dificultades; intentando, de esta manera, facilitar sus vidas. Llegó a dormir en una pequeña choza en la parte trasera de una panadería; además de repartir sus alimentos y ropas. Las autoridades de la iglesia se enteran del obrar de Vicent y deciden sacarlo de su puesto. De esta manera se movió a una aldea cercana, Cuesmes, permaneciendo un año completo en una
absoluta pobreza y en contacto con los mineros, por los que sentía una gran simpatía: "Los carboneros y los tejedores siguen constituyendo una raza aparte de los demás trabajadores y artesanos y siento por ellos una gran simpatía y me sentiría feliz si un día pudiera dibujarlos, de modo que estos tipos todavía inéditos o casi inéditos fuesen sacados a luz.(...)". En 1881 empezó su etapa de pintar de forma regular y empezó retratando a campesinos, que según decía eran lo único natural que quedaba ante la irrupción de la sociedad industrial e inspirado por el pintor, destacado en ese género, Jean-François Millet. El 12 de abril de 1881 Vicent llega a Etten, a visitar a su hermano, es durante este período que va a casa de su primo, el pintor Antón Mauve, quien lo aconseja sobre la pintura; también vuelve a enamorarse, está vez de una de sus primas Cornelia Adriana Vos-Stricker (Kee). Después del rechazo de Kee, regresa a casa de Anton Mauve. En 1886 se mudó a París, para vivir junto a su hermano menor Theo Van Gogh, quien sería el soporte más fuerte de su vida y de sus aspiraciones artísticas. Théo, que trabaja en Boussod & Valadon, le presenta, a Vicent, los trabajos del impresionismo; este contacto produce una paleta más luminosa, donde el color jugaría un rol fundamental en el resto de su obra. Se instalaron en Montmartre y empezó a codearse con los artistas de la época que allí se reunían creciendo como pintor y como ser humano. Conoció a Émile Bernard y a Henri de Toulouse-Lautrec, haciéndose gran amigo de ellos; además de Paul Gauguin, Georges Pierre Seurat, Paul Signac, Armand Guillaumin, Camille Pissarro, Paul Cézanne. Van Gogh, como muchos pintores de la época, admiraba el arte japonés-cífrense: Hokusai, Hirosige, Utamaro..., prueba de ello son las réplicas que realizó de grabados japoneses y algunas pinturas suyas que reproducen pinturas de ese país a manera escenográfica. Vicent tenía la intención de crear un taller de artistas, para esto alquiló, en mayo, la "casa amarilla" (llamada así por tener paredes de ese color) en Place Lamartine número 2; el color amarillo era el favorito de Vincent , a tal punto que, en sus últimos días llegó a comer pintura amarilla. El único que atendió a su petición del taller fue Paul Gauguin, que se desplazó hasta allí gracias a la intervención de Théo. Gauguin llegó a Arles el 23 de octubre. Vincent le hizo un cuadro de bienvenida, "La Habitación" y pasaron juntos una temporada, en la cual trabajaron juntos y discutían de arte. Pero a medida que el tiempo pasaba su relación empeoraba debido a sus carácteres y los desórdenes mentales de Vincent. En la tarde del 23 de diciembre de 1888 Van Gogh y Paul Gauguin tuvieron un altercado en el cual se dijo que Van Gogh amenazó a Gauguin con una navaja. Más tarde esa noche Van Gogh volvió a la "Casa Amarilla" en Arles donde él vivía y se mutiló el lóbulo de la oreja izquierda, y no la oreja completamente como se piensa generalmente. Van Gogh luego envolvió el lóbulo de la oreja en un paño y se las arregló para ir a su burdel favorito donde le presentó este "regalo" a una prostituta llamada Rachel. Regresa a casa amarilla donde colapsa; es descubierto por la policía y es enviado al hospital Hôtel-Dieu en Arles. Gauguin deja Arles con rumbo a París y no vuelve a tener contacto con Vicent, exceptuando luego algunas cartas. Los últimos años de Van Gogh estuvieron marcados por sus permanentes problemas psíquicos, que lo llevaron a ser recluido en sanatorios mentales de forma voluntaria, entre los que se encontraba el asilo de Saint-Remiy, donde realizó los cuadros de cipreses y La noche estrellada, expuesta en los independientes en 1889. En el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence le es habilitada una habitación para que siga pintando. Aquí empezó una frenética vida artística inspirándose en Rembrandt. En mayo de 1890 un amigo de Theo, el doctor Paul Gachet, le invita a que le haga diversas consultas y, como Vincent no tiene dinero, le paga haciéndole un retrato. Durante los últimos treinta meses de vida llegó a realizar 500 obras y en sus últimos 69 días firmó hasta 79 cuadros.
Pero la estrecha relación con su hermano, quien sostenía a Vincent económicamente, lo alentaba moralmente. Su comportamiento agresivo y solitario le hacía ser un paria en los diferentes sitios donde habitaba y vivir una existencia de frustraciones amorosas al ser rechazado por cada una de sus pretendidas. Durante la noche del 27 de julio de 1890, a la edad de 37 años, caminó a un campo con un revólver donde se disparó en el pecho. A pesar de su herida se arrastró de vuelta a la posada Ravoux; murió el 29 de julio de 1890, dos días después, en brazos de su hermano Theo, "Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada": éstas son las palabras de Vincent en su última carta encontrada en su bolsillo el 29 de julio de 1890. Realizó cerca de 750 cuadros y 1600 dibujos. En 1973 fue inaugurado en Amsterdam el Museo de Vincent Van Gogh. Vincent Van Gogh produjo todo su trabajo (unas 900 pinturas y 1600 dibujos) durante un período de solamente 10 años (etapa de 1880-90) hasta que sucumbió a la enfermedad mental (posiblemente un trastorno bipolar o un síndrome de epilepsia). Decidió ser pintor cuando tenía 27 años y siempre quiso reflejar la vida en sus obras. Su fama creció rápidamente después de su muerte, gracias a la promoción de la esposa de Theo que, aunque no tuvo una buena relación con Vincent, resultó ser la única heredera de toda su obra tras la muerte de su esposo, ocurrida poco después de la del pintor. De hecho, debe señalarse que a ella se debe la única venta de un cuadro de Van Gogh en vida del artista. El mayor impulso de su obra vino especialmente después de una exposición de 71 de sus pinturas, en París el 17 de marzo de 1901 (11 años después de su muerte). La influencia de Van Gogh en el postimpresionismo, expresionismo, fauvismo y los principios del arte abstracto fue enorme, y se puede notar en muchos otros aspectos del arte del siglo XX. El Museo Van Gogh en Ámsterdam se dedica al trabajo de Van Gogh y a los de sus contemporáneos.
OBRAS Noche estrellada, 1889. Nueva York, The Museum of Modern Art Esta famosa escena resulta una de las más vigorosas y sugerentes realizadas por Vincent. En pocas obras ha mostrado la naturaleza con tanta fuerza como aquí. Vincent se encuentra recluido en el manicomio de Saint-Rémy desde el mes de mayo de 1889 y muestra en sus imágenes lo que contempla desde su ventana. La noche le había atraído siempre - Café nocturno o La terraza del café especialmente porque se trataba de una luz diferente a la que se había empleado hasta esos momentos. Es de destacar el tratamiento de la luz de las estrellas como puntas de luz envueltas en un halo luminoso a su alrededor, obtenido con una de las pinceladas más personales de la historia de la pintura: un trazo a base de espirales que dominan el cielo y los cipreses de primer plano, tomando como inspiración a Seurat y la estampa japonesa. Al fondo se aprecia la silueta de un pueblo con la larga aguja de la torre de la iglesia presidiendo el conjunto. Las líneas del contorno de los edificios están marcadas con gruesos trazos de tonos oscuros, igual que las montañas que recuerdan la técnica del cloisonnismo empleada por Gauguin y Bernard. Los tonos que Van Gogh utiliza son comunes a todas las obras de esta primavera del 89: malvas, morados y amarillos que muestran el estado de ánimo eufórico del artista, aunque da la impresión de predecir la grave recaída que tendrá Vincent en el mes de julio.
Autorretrato (detalle) Quizá nos encontremos ante uno de los retratos más bellos y significativos de Van Gogh. Fue realizado en septiembre de 1889, inmediatamente después de su recuperación. Muestra a un hombre con una salud aceptable - bien alimentado y con el alcohol limitado a medio litro diario - pero con preocupaciones interiores como se demuestra en el gesto y la mirada de Vincent. Sabe que ha superado la fuerte crisis que se produjo en julio de 1889, pero teme una nueva recaída precisamente porque la enfermedad no le permite pintar. Su mayor deseo es crear, empleando una técnica muy personal; la línea ondulada se ha adueñado de la imagen, no sólo en el fondo sino que también se muestra en la chaqueta. El azul y el naranja - colores complementarios - realizan un interesante contraste, sin olvidar el creado por la línea marcada por los contornos (chaqueta, ojos, etc.) con la soltura y rapidez del resto de la composición. Pero por encima de las fórmulas estilísticas empleadas, sorprende la capacidad para mostrar su personalidad, como ya hicieron pintores como Rembrandt o Van Dyck en el Barroco. La ronda de los presos, 1890. Moscú, Museo Pushkin Durante el mes de enero de 1890 las buenas noticias se suceden para Vincent: la exposición del grupo "Les Vingt" en Bruselas incluye seis lienzos suyos; Toulouse-Lautrec reta a duelo a un crítico por infravalorar sus cuadros; su cuñada Jo ha tenido un hijo; se publica un artículo en Francia donde se hace una crítica entusiasta de su obra; pero no todas las noticias serán positivas ya que, trasladado a Arles para ver a Madame Ginoux que llevaba enferma unos días, Vincent sufre una recaída que persistirá durante una semana. A esto debemos añadir la falta de inspiración que suple elaborando obras según las estampas de Millet, Daumier o Gustave Doré como en esta escena, incorporando su admiración por el azul, la luz y la aplicación de la pintura en facetas. Los presos están soberbiamente dibujados, exhibiendo un trazo firme y seguro en cada uno de sus contornos.
Caseríos de tejadp de aja en Cordeville, 1890. París, Museo D’Orsay. Al salir del manicomio de Saint-Rémy Vincent realizó esta obra en Auvers-sur-Oise, donde residía por sugerencia de su amigo Camille Pisarro. Este pueblecito, que estaba a pocas horas de París, estaba compuesto en su mayor parte por casitas con tejado de paja, situadas a lo largo de las estrechas carreteras locales. En esta obra Vincent recurre a una paleta fría y lívida, compuesta de verdes, azules y violetas. La pincelada es retorcida haciendo que los árboles del fondo parezcan vivos.
Campo de grano con cuervos, 1890. Amsterdam, Van Gogh Museum. Posiblemente sea éste uno de los trabajos más famosos de Van Gogh, considerándose obra clave del periodo de Auvers. En primer plano contemplamos el punto de unión de los tres caminos que parten hacia diferentes direcciones; entre ellos, limitados con una línea verde que corresponde con las hierbas y la maleza, hallamos los campos de trigo en todo su esplendor, iluminados por la luz nocturna que tanto atrajo a Vincent durante toda su vida. Casi la mitad superior de la tela está ocupada por un cielo oscuro, excepto dos manchas arremolinadas que se aclaran ligeramente. Los cuervos revoletean por el trigal, obtenidos con trazos negros que acentúan su esquematismo. La factura rápida y empastada ocupa toda la superficie del lienzo, poniendo de manifiesto todo su más extremo sentimiento. El propio Vincent admitió que quería expresar tristeza y una extremada soledad cuando realizó este trabajo, transcurriendo unos delicados momentos por la dramática situación que atraviesa su hermano Theo y de la que él se siente responsable. Es ésta la razón por la que numerosos especialistas consideran a este lienzo como una especie de testamento pictórico, anticipando su trágico destino que pronto tendría lugar. El 27 de julio de 1890 Van Gogh sale por la tarde al campo que refleja en su esplendor en todos estos cuadros y se dispara un tiro. Regresa a su habitación con fuertes dolores lo que provoca que el matrimonio Ravoux - los dueños del café donde vive Vincent - avisen a los doctores Mazery y Gachet a los que confiesa su intento de suicidio. Los médicos deciden vendarle la herida pero no le extraen la bala; a la mañana siguiente Theo acude de inmediato a la llamada de Gachet, transcurriendo el día junto a su hermano que, moribundo, fuma y charla con él. El 29 de junio fallece Vincent van Gogh, quien a través del color ha sabido manifestar sus sentimientos como pocos artistas, sirviéndose de los tonos como vehículo de expresión.
CEZANNE Para buena parte de los pintores de la vanguardia, especialmente Matisse y Picasso, Cézanne sería el padre de la modernidad. Paul Cézanne nació el 19 de enero de 1839 en Aix-en-Provence, en la rue de l´Opera. Su padre se llamaba Louis-Auguste, comerciante de origen italiano que se dedicaba a la fabricación y exportación de sombreros, y su madre Anne-Elisabeth-Honorine Aubert, hija de un tornero y trabajadora durante un tiempo en la empresa de su futuro esposo. Ambos se conocieron y mantuvieron una relación secreta de la que nacerían Paul y Marie -ésta dos años después del futuro pintor-, contrayendo matrimonio el 29 de enero de 1844. De esta manera formalizarían su situación. Una nueva hija, Rose, nacería en el seno de la pareja, el 30 de junio de 1854.Entre 1844 y 1849 el pequeño Paul asiste a la Escuela Primaria de la rue des Epinaux, donde conocerá a Achille Emperarie. En 1848 su padre se asocia con Cabassol, el cajero de la Banque Bargès -que había quebrado- y funda, el 1 de junio, la "Banque Cézanne et Cabassol". Se trata de la única entidad financiera de Aix y los alrededores, lo que motivará su rápido y espectacular progreso. En 1849 Cézanne se matricula en l´Ecole SaintJoseph, dirigida por el abad Savournin. En esta institución educativa conocerá al futuro escultor Phillipe Solari y a Henri Gasquet, cuyo hijo Joachim será buen amigo del pintor. En 1852 se cambia de colegio, acudiendo al Collège Bourbon, donde entablará una estrecha amistad con el futuro escritor Emile Zola y con Jean Baptiste Baille. Los tres forman el "trío de los inseparables". En estos momentos Cézanne parece más inclinado a la poesía mientras que Zola se aficiona al dibujo, cambiando posteriormente sus papeles. Los tres amigos realizaron numerosas excursiones por los alrededores de Aix, surgiendo desde este momento la estrecha relación del futuro pintor con el paisaje provenzal. En 1857 Paul inicia sus estudios artísticos en l´Ecole Municipal Libre de Dessin, tutelado por el pintor Joseph Gibert, tomando de nuevo contacto con Emperaire. El joven Cézanne también se interesa por la música y toca junto a su inseparable Zola en una orquesta. Al año siguiente aprueba el bachillerato (12 de noviembre de 1858), sufriendo una profunda depresión por la marcha de Zola a París. A pesar de que Cézanne desea ser pintor, su padre rechaza terminantemente las ideas de su hijo. En 1859 inicia estudios de Leyes en la Universidad de Aix, estudios que se compaginan con la asistencia a l´Ecole Municipal Libre de Dessin, donde ese mismo año consigue un segundo premio gracias a un estudio al óleo. En estas fechas debía acudir al servicio militar pero el padre paga a un sustituto para que realice la milicia por su hijo. Y es que la banca cada vez funcionaba mejor; fruto de esta prosperidad comprará el Jas de Bouffan, una finca rústica a la afueras de Aix en la que el joven Paul pintará una serie de murales alegóricos. Asistiendo a la universidad con desgana, Paul continua sus estudios de dibujo. El apoyo de su madre y de su hermana Marie, con la que mantendrá un estrecho contacto durante toda su vida, provocarán un cambio en la opinión paterna, accediendo a que el joven artista se traslade a París para continuar con los estudios pictóricos. La única condición que el padre impone es que perfeccione su técnica en la Escuela de Bellas Artes. En abril de 1861 el joven Cézanne se traslada a París donde su buen amigo Zola le está esperando. Se matricula en la Académie Suisse donde conocerá a Armand Guillaumin, Camille Pissarro, Auguste Renoir y Claude Monet. Visitará con frecuencia el Museo del Louvre, donde admirará la obra de los maestros clásicos: Rubens, Rembrandt, Tiziano, Tintoretto, Veronés, Poussin, Chardin,... Sin embargo, el ambiente artístico parisino parece venirle grande y no se encuentra a gusto. El suspenso en el examen de ingreso de la Escuela de Bellas Artes supuso un fuerte mazazo para su autoestima, considerando que no tiene el suficiente talento. Todos estos condicionantes le llevarán a tomar una decisión arriesgada: regresar a Aix
y trabajar en el banco de su padre. En septiembre está de nuevo en su ciudad natal. La aventura parisina ha durado escasamente seis meses. Una vez en Aix continua acudiendo a la Escuela Municipal de Dibujo, sintiéndose profundamente atraído por la pintura. En enero de 1862 decide abandonar el trabajo en el banco para instalarse en el Jas de Bouffan y dedicarse a la pintura, como bien había escrito en el libro de cuentas del banco: "No es sin terror que el banquero Cézanne ve cómo tras su pupitre nace un pintor". Louis-Auguste Cézanne admite que su hijo continúe su carrera artística y le asigna una pensión de 150 francos mensuales. En noviembre de 1862 regresa a París. De nuevo acude a la Académie Suisse, dedicándose al estudio de desnudos sin la guía de un profesor, y frecuenta el Café Guerbois, donde se reúnen los jóvenes artistas liderados por Manet. Allí tomará contacto con sus amigos de la Academia y con Bazille, Sisley y FantinLatour. En 1863 toma parte del "Salon des Refuses" junto con otros artistas a los que se ha negado la participación el Salón Oficial. Sus obras gozan de cierta veta romántica, manifestando una significativa influencia de Delacroix, Courbet, Daumier, Corot y los pintores de la Escuela de Barbizon. Seguirá acudiendo a copiar al Louvre y paulatinamente siente más admiración por Manet. En el verano de 1864 regresa a Aix, iniciando una etapa en la que está a caballo entre su ciudad natal y la capital, trabajando en una serie de obras caracterizadas por la violencia y el erotismo. Su afán de triunfar en el Salón Oficial le llevará a enviar año tras otro sus trabajos a esta institución, obteniendo siempre el rechazo por parte del jurado. En 1866 su indignación le hace escribir una carta de protesta al Superintendente de Bellas Artes. En este mismo año realizará sus primeros intentos de pintura al aire libre en la localidad de Bennecourt, a orillas del Sena, donde había acudido junto a sus amigos Zola y Baille. En una de sus largas estancias en París, durante el año 1869, conoce a Hortense Fiquet, una joven de 19 años que trabaja como encuadernadora y saca un sueldo extra haciendo de modelo para los pintores. La relación se hace más estrecha, conviviendo con ella en secreto para evitar perder la asignación paterna. El estallido de la Guerra Franco-Prusiana en julio de 1870 llevará a Cézanne a instalarse en L´Estaque, un pueblo costero cercano a Marsella, en compañía de Hortense. De esta manera evita ser llamado a filas. Ese mismo año su padre cierra el negocio bancario y se dedica a la política, resultando elegido concejal. En estos meses de L´Estaque se interesa especialmente por el paisaje, abandonando su estilo romántico -también llamado expresionista- para ofrecernos una nueva visión de la pintura. El final de la Guerra le llevará en primer lugar a Aix, instalándose en el otoño en París. Hortense está embarazada y el 4 de enero de 1872 nace Paul, el primer y único hijo de la pareja. La familia del pintor no tiene noticias de este nacimiento y Cézanne pretende mantener en secreto su relación. En el verano de 1872 los Cézanne se trasladan a Pontoise, localidad cercana a París, a orillas del Oise, invitados por Camille Pissarro. En esta estancia se producirá un significativo cambio en el estilo de Cézanne ya que empezará a pintar al aire libre y empleará una paleta y una pincelada vinculada al impresionismo. A finales de año se muda a la casa del doctor Gachet en Auvers-sur-Oise. Gachet era un médico muy buen amigo de los impresionistas y gran amante de la pintura. Compra algunos cuadros de Cézanne y le invita a vivir en su pueblo, donde permanecerá hasta la primavera de 1874, resultando de esta etapa la obra más impresionista del pintor: la Casa del ahorcado. Desde Auvers visitará París con frecuencia, acudiendo a la tienda de Père Tanguy, donde se encontrará con Van Gogh. El grupo de Batignolles como se hacían llamar los jóvenes artistas que se reunían en el Guerbois deseaban mostrar sus obras al público y por ello no cejaban en su intento de ser admitidos en el Salón. Sin embargo, tanto rechazo llevó a considerar el montaje de una exposición propia como la mejor solución. Tras numerosos esfuerzos, entre abril y mayo de 1874 se desarrolla la primera exposición conjunto de los jóvenes creadores -la Sociedad Anónima Cooperativa de Artistas Pintores, Escultores y Grabadores era el nombre que utilizaban. En la muestra participaron Monet, Boudin, Cézanne, Pissarro, Renoir, Sisley, Gautier, Morisot y Bracquemond, utilizando como sala de exposiciones las instalaciones del fotógrafo Nadar, en el boulevard des Capucines. A ella acudieron 3.500 visitantes, la mayoría
de ellos entre risas y burlas. La crítica se cebó con la exposición y un escritor de la revista "Chirivari" llamado Louis Leroy será el que acuñe la denominación del grupo, tomando el nombre de un cuadro de Monet titulado Impresión, sol naciente. Desde ese momento, estos artistas preocupados por la luz y el color se denominarán impresionistas. Al año siguiente Cézanne conoce a través de Renoir al funcionario Victor Choquet, uno de sus primeros mecenas, gran admirador de Delacroix. Choquet será también presentado a Monet y Manet, convirtiéndose en uno de los principales coleccionistas de los jóvenes artistas.Si bien en la segunda exposición impresionista -la celebrada en 1876- Cézanne declinó participar, sí lo hace en la del año siguiente, aportando 16 lienzos. El público se ceba con las obras de Cézanne y la crítica no le concede ningún respiro, llegando incluso a recibir insultos. Esta delicada situación supondrá el rechazo del mundo cultural parisino por parte del maestro y su paulatino alejamiento del estilo impresionista para comenzar un camino de búsqueda personal, entrando en el neo-impresionismo. Sólo Pissaro, Monet y Renoir mantendrán relaciones con el "ermitaño de Provenza" quien llega a reconocer que sus metas artísticas son incompatibles con los impresionistas. La bronquitis se presenta por primera vez en 1877, durante una estancia en Issy. Sus continuas estancias en Pontoise, Aix y L´Estaque provocan que Hortense y Paul, vivan solos en París. Precisamente en 1878 el padre de Cézanne conoce su existencia e inmediatamente reduce la asignación mensual de su hijo a la mitad. Ironías de la vida cuando el padre había estado cinco años sin contraer matrimonio a pesar de tener dos hijos. Desde ese momento será Zola, a quien las cosas iban francamente bien, quien ayude económicamente al pintor y su familia. Sin embargo, los amigos de la infancia se distancian cada vez más: para Zola, Cézanne es una existencia fracasada; para Cézanne, Zola es un burgués arribista. En la década de 1880 se manifiesta con más fuerza el alejamiento de Cézanne del mundo artístico de París y su refugio en la pintura. Visitará diferentes lugares -Médan, Melun, Pontoise, L´Estaque, Normandía, Giverny- y experimenta una nueva forma de trabajar basada en la observación de la naturaleza, intentando recuperar la forma y el volumen a través del color. Intentará estructurar la realidad que le rodea, tendiendo a geometrizar la naturaleza, incluso captará los objetos desde puntos de vista diferentes para romper con las leyes tradicionales de la perspectiva. Para realizar sus obras tardará mucho tiempo, en ocasiones cuatro o cinco años, e incluso algunos lienzos no los llegará a acabar. En 1882 una de sus obras será admitida en el Salón, consiguiendo uno de sus objetivos, estar representado en la muestra oficial. Se trata de un retrato masculino, figurando en el catálogo como alumno de Antoine Guillemet. En los próximos años trabajará fundamentalmente en Aix y sus alrededores, excepto un viaje a la casa de Renoir en La Roche-Guyon para recuperarse de una neuralgia y de un misterioso lance amoroso ocurrido con una mujer provenzal. El año 1886 será especial para Cézanne. Las presiones de su madre y su hermana Marie le llevarán a contraer matrimonio con Hortense el 18 de abril, aunque la boda no solucionaría el distanciamiento existente entre ambos. Posiblemente la razón estuviera en la delicada salud del padre del pintor, quien falleció el 23 de octubre dejando a sus cuatro herederos una herencia de 1,6 millones de francos. Al fallecimiento del padre debemos añadir otro duro golpe para el pintor. En marzo se publicó la novela de su amigo Zola titulada "La obra" en la que el protagonista, Claude Lantier, es un pintor genial que lucha contra el mundo y consigo mismo para realizar su obra maestra, acabando enloqueciendo y suicidándose. Cézanne se identifica con Lantier y tras una carta a su amigo escrita desde Gardanne, rompe definitivamente con él. Al año siguiente se instala en Aix y pinta al aire libre, realizando paisajes del Château Noir, de la cantera de Bibémus o del Jas de Bouffan. El grupo vanguardista "Les Vingt" le invita a exponer en Bruselas, enviando tres lienzos. Su "reclusión" en Aix se intensifica viéndose interrumpida en 1890 cuando realiza un viaje de cinco meses a Suiza, en compañía de su familia. Este retraimiento le llevará a desarrollar su máxima capacidad creativa, empezando a trabajar en la serie de los jugadores de cartas y continuando con sus naturalezas muertas, intentando transmitir la estructura de los objetos que aparecen en sus composiciones, expresando su esencia y captando la verdad fundamental de la naturaleza. Además se va haciendo más huraño, reaccionando con mal genio, buscando con mayor fuerza refugio en su profesión.
En diciembre de 1895 se produce un hito en la vida artística de Cézanne. El joven marchante de arte Ambroise Vollard organiza la primera exposición en solitario de obras del artista provenzal. En la rue Laffitte se presentan cincuenta lienzos que habían sido escogidos por su hijo Paul. La obra es reconocida por Renoir, Pissarro, Matisse, Degas y Monet pero fracasa ante el público. Cézanne no asiste a la exhibición y se refugia en su trabajo. Ahora viaja menos y se relaciona con muy poca gente, uno de los pocos el poeta Gasquet. En 1897 enferma de gripe y Vollard le compra los cuadros que tiene en su estudio. El 25 de octubre fallece su madre, iniciándose problemas por la herencia. Su aislamiento se acentúa, volcándose en los paisajes de Le Tholonet, la cantera de Bibémus, el Château Noir o la montaña Sainte-Victoire. La muerte de la madre supone un duro golpe para el maestro que no se recupera de la venta en 1899 del Jas de Bouffan, refugiándose durante cinco años en Aix. Alquila una casa en la rue Boulegon, contrata como ama de llaves a madame Brémond y alquila diversas cabañas en los alrededores de Aix para guardar sus trastos de pintura cerca de los motivos que trabajaba. En noviembre de 1901 compra un terreno en la colina de Les Lauves, al norte de Aix, construyendo un amplio estudio en el que se instalaba en septiembre del año siguiente.Desde 1898 venía exponiendo regularmente en la galería de Vollard, consiguiendo vender bastantes cuadros, situándose la cotización media de sus obras en 1.700 francos. Sus trabajos empiezan a ser cada vez más demandados y los jóvenes artistas como Gauguin le consideran una fuente fundamental de inspiración. En 1900 se exponen tres lienzos de Cézanne en la muestra "Cien Años de Pintura Francesa" durante la Exposición Mundial de París. Ese mismo año se organiza la primera exposición de Cézanne en Alemania, a cargo de Paul Cassirer. Al año siguiente expondrá en el Salón de los Independientes. La culminación de estas muestras será la exposición de 33 obras en el Salón de Otoño de 1904.La salud de Cézanne empeora con el paso de los años. La diabetes, cuyos primeros síntomas se habían manifestado en 1890, se convierte en aguda y su carácter, ya de por sí irritable, se hace ahora intratable. Sólo el trabajo le produce felicidad y se enfrasca en la ejecución de la serie de las bañistas culminada con las Grandes Bañistas, concluida en 1905. Ese mismo año Durand-Ruel muestra sus cuadros en las Grafton Galleries de Londres. Diez de sus cuadros son expuestos en el Salón de Otoño de 1906. En agosto de este año Cézanne sufre un nuevo ataque de bronquitis. A pesar de su delicado estado de salud trabaja a "plein air" en los alrededores de Aix cuando es sorprendido por una fuerte tormenta; busca refugio en los alrededores pero sufre un desmayo. Tras ser encontrado por unos campesinos, le llevan a Aix. La testarudez del maestro le hace volver al trabajo para realizar el retrato del jardinero Vallier. El 22 de octubre de 1906 fallece de una pulmonía en su piso de Aix-en-Provence, la localidad que le vio nacer y cuyos alrededores inmortalizó en un buen número de lienzos, especialmente la montaña Sainte-Victoire. Al año siguiente, el Salón de Otoño organizaba una gran exposición conmemorativa que contenía 56 cuadros del "ermitaño de Aix" iniciándose el llamado "Mito Cézanne". OBRAS Autorretrato, hacia 1882. Moscú, Museo Pushkin Una de las razones que se argumentan para explicar el porqué de la amplia serie de autorretratos de Cézanne -se conocen 47- sería la lentitud de su forma de trabajar y la desmesurada cantidad de sesiones a las que sometía a sus modelos. El marchante Ambroise Vollard llegó a posar en más de 125 ocasiones, lo que asustaría a los demás modelos que pudieran posar para el artista. En esta ocasión, el maestro centra más su atención en el rostro al representar su busto, renunciando a la postura de tres cuartos de obras anteriores y posteriores. El pintor se concentra en su mirada, que se dirige de reojo al espectador, creando una contraposición en las líneas estructurales de la composición. La pincelada es aplicada contundentemente, siendo el propio
color el que organiza el conjunto a través de los diferentes trazos que se estructuran en variadas direcciones. Está fórmula tan personal de Cézanne será la antesala del cubismo ya que tiende a la geometrización de la composición a través de las pequeñas facetas, como si de un puzzle se tratara.
L’Estaque, 1882-1885. París, Musée d’Orsay. Integrado dentro de los impresionistas, Cézanne realizará diversos paisajes gracias a su buena relación con Pissarro. Uno de los más atractivos es esta vista de L'Estaque a plena luz del sol con su especial atmósfera, destacando el azul intenso del mar que se extiende hacia las montañas del fondo. En primer plano observamos algunas casas y sus parcelas de terreno, destacando los árboles y los sembrados. Interesado por el color y la luz, Cézanne no pierde su atención hacia el volumen y las formas, alejándose del propio Pissarro y de Monet. La pincelada es rápida, aplicada en algunas zonas con espátula, buscando "hacer del Impresionismo un arte sólido y duradero, como el que se conserva en los museos". Retrato de Madame Cézanne en la butaca amarilla, 1888-1890. Chicago, The Art Institute. A pesar de la extraña relación existente entre Hortense y Cézanne, la esposa del pintor posó en unas veinticuatro veces para él. Decimos extraña porqué sólo vivieron juntos durante un tiempo, pasando la mayor parte de su vida distanciados ante el deseo del artista de pintar la naturaleza provenzal. Al haber sido modelo, Hortense sabía posar y Cézanne se preocupaba por representar cuestiones relacionadas con la frontalidad y la simetría alejándose de la expresión, como podemos observar en el inexpresivo rostro de la mujer. El color se convierte en el auténtico protagonista como se aprecia en el rojo vestido, el sillón amarillo o el fondo azul-verdoso. La pose es la que más interesa al artista, girada en tres cuartos hacia la derecha y con las manos entrelazadas. El espacio pictórico está construido gracias al equilibrio de las masas de color y las formas, simplificadas o incluso abocetadas. Las pinceladas presentan una paulatina autonomía, poniendo las bases para el cubismo, al igual que los rostros de máscara que tanto admirará Picasso. Bañistas, hacia 1890. París, Musée D’Orsay. En sus últimos años Cézanne volvió a tratar algunos de los temas de su primera época, especialmente los bañistas. Observamos a un numeroso grupo de figuras masculinas desnudas que se sitúa ante un fondo de paisaje; sus cuerpos han sido delimitados por una gruesa línea oscura, relacionándose con la pintura de Gauguin y el sintetismo. El vivo colorido es aplicado contundentemente, apreciándose los toques de pincel y de espátula en el lienzo. Las fuertes anatomías demuestran el interés de Cézanne por recuperar el volumen que estaba perdiendo la pintura impresionista de Monet, sin olvidar que será el color el objetivo fundamental de Paul, deseando "convertir al impresionismo en algo sólido y duradero, como el arte que se conserva en los museos".
Fumador con pipa, hacia 1891. San Petersburgo, Museo del Ermitage. A la ahora de realizar sus retratos, Cézanne se manifiesta como un pintor tremendamente convencional, mostrando en sus obras una significativa rigidez aumentada por la expresiones pensativas y ausentes de los rostros de sus modelos. Esto lo podemos apreciar en uno de sus retratos más famosos, el Fumador de pipa, obra de la que hizo dos versiones que hoy se conservan en Moscú y Mannheim. El modelo se presenta sentado, con la cabeza apoyada sobre un brazo acodado en una mesa -posiblemente para soportar mejor las prolongadas sesiones a las que sometía el maestro a sus modelos- con la mirada ausente y manifestando cierto aire melancólico. En el fondo apreciamos parte de un cuadro de bañistas -de la misma manera que hacían Degas y Gauguin en sus trabajos al colocar referencias a su obra- y un bodegón sobre la mesa que parece también ser un lienzo, como observamos en la doblada esquina superior de la tela. Cézanne emplea una variada gama cromática que va desde el azul al amarillo, pasando por el violeta, el verde o el marrón, utilizando la camisa del campesino como botón de muestra de esa variedad. Entre estos vivos colores encontramos el blanco de la pipa, cuyo contorno azulado enlaza con el sintetismo de Gauguin. Las pinceladas con las que ha sido aplicado el color son cada vez más autónomas, tendiendo a las facetas que serán características del cubismo.
EL IMPRESIONISMO: DEGAS Jóvenes espartanas, 1860-1862. Londres, National Gallery
La clase de danza, 1871-1874. París, Musée d’Orsay
Coche de carreras, 1872. Boston, Museum of Fine Arts.
El Mercado del algodón en Nueva Orleáns (retratos en una oficiona), 1873. Pau, Musée des BeauxArts
Ensayo de ballet en el escenario, 1874. París, Musée d’Orsay
La absenta. 1875-1876. París, Musée d’Orsay
Después del baño, 1884. San Petersburgo, Museo del Ermitage
Bailarinas entre bastidores, hacia 1897. Moscú, Museo Pushkin