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IDENTIDAD GRテ:ICA URBANA
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“Una pared ha sido siempre el mejor sitio para publicar tu trabajo.� Banksy.
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ANTEPROYECTOS
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TINTA INFINITA
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ESCRITORES FORJADOS A PURA TINTA 62
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CARAS DEL TAG
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CAZADORES DE TAGS
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LA BULLDOG ENTRE TRAZOS Pág 66
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EL COLOR TAMBIÉN AYUDA Pág 34
TODOS QUIEREN UN ESPACIO Pág 56
BIBLIOGRAFÍA
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El “tag” surgió en las paredes de los barrios de Nueva York, a finales de los años 60
La intención del título recae en la importancia de darle la categoría merecida a los “tags” ya que éste es un fenómeno que se extiende a lo largo del territorio bogotano, lugar donde los elementos que hacen parte de esta expresión, como lo son tipografía, personificación y color, son los mismos elementos que hacen a una marca grande.
TAGS IDENTIDAD GRÁFICA URBANA
La identidad grafica se refiere a aquel carácter visual percibido, que puede generar diferentes puntos de vista y a su vez puede llegar a convertirse en medio de expresión de emociones, capaz de trasmitir mensajes. La pregunta fundamental es: ¿Qué induce a los grafiteros a buscar la exhibición de su arte dentro de un determinado sector bogotano? Probablemente sea una situación multifactorial que se revelará a lo largo de la investigación; sin embargo, es de anotar que es una identidad aquello que logra la creación de estos grafismos y analizado desde este punto de vista, la moda, la tendencia y la novedad son componentes esenciales en el desarrollo de “tags” como indentidad grafica.
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los “tags” son un fenómeno que se extiende a lo largo del territorio bogotano, lugar donde los elementos que hacen parte de esta expresión, como lo son tipografía, personificación y color.
INTRODUCCIÓN Una característica esencial en el tag, es su éxito en la permanencia desde los años 60 por sus formas
básicas y rápidas en elmomento de la ejecución. A finales de los años 60 el “tag” surgió en las paredes de los barrios de Nueva York, se generó de forma básica por personas que buscaban identificarse a través de un seudónimo sin que existiera una guerra de estilos como hoy en día, lo cual, puede llegar hacer competición, tal como también lo puede generar la publicidad. Después del boom de adolescentes plasmando sus “tags” por toda la ciudad, se hizo necesario la creación de nuevos estilos y métodos de ejecución que permitieran hacer la diferencia, es así como todo ello dio paso al surgimiento de plasmar el nombre con tipografías, donde la capacidad de plasmar con estilo propio era el aspecto más relevante. La idea principal se centra en el hecho de elaborar “tags” inigualables, aspecto esencial dentro del mundo publicitario, donde lo único y propio juega un papel preponderante en la evolución de una imagen y estilo excepcional de cada artista. Firma o “tag”, este término hace referencia a la parte del grafiti más baja, dado por su sencillez
y el poco tiempo de realización, logra tener una importancia relevante pues en éste se juegan varios elementos que se van ir desarrollando en a lo largo de este proyecto, involucrando la publicidad dentro del contexto urbano. Este trabajo consiste en demostrar que los fenómenos socio culturales de la actualidad son los nuevos modelos de expresión, por ello de acuerdo con lo anterior, esta investigación pretende resaltar los “tags” como una identidad gráfica urbana invaluable y como elemento enriquecedor para el ambiente citadino por el hecho que logran comunicar o transmitir una idea. Todo ello fundamentado en la idea que el grafiti puede llegar a considerarse la pieza y el “tag” la marca realizadora de esta.
PROBLEMA Presentar la importancia del Tag destacando el nivel de imagen y de creatividad, buscando competitividad con el fin de llegar a ser un medio publicitario propio y gráfico a través de la creación de ideas y tipografías; haciendo de la lado la complejidad de grafiti y dándole más enfoque publicitario a lo que conlleva el “Tag” en la ciudad de Bogotá.
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JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS
Dentro del complejo mundo del contexto urbano, se hace necesario comprender la forma como una firma llevada un muro, puede llegar a concebirse como una marca reconocida dentro de un contexto socio cultural determinado, de manera tal que pueda llegar a ser percibida medianamente por cualquier persona que la observa; de igual forma, se busca descubrir la existencia de una construcción con carácter de grafismo, el cual pueda llegar a representar un grupo de personas determinadas. Pues bien, a pesar que en la mayoría de las ocasiones los tags toman un cierto carácter de clandestinidad, cobran peso dentro de la ciudad gracias a que hay una buena cantidad de estos repartidos por toda la ciudad, es decir existe un bombardeo de firmas por llamarlo de alguna manera, un hecho que muestra una exhibición publicitaria, ¿Pero, hasta que punto y en que magnitud, este modo de expresión puede llegar a exhibir “algo”? Esta es una problemática que puede verse de alguna manera como un grito de identidad gráfica urbana, exceptuado en un par de casos por situaciones asociadas al vandalismo, en mi opinión personal, yo no escudo toda esta tendencia como lo hacen todos, bajo el nombre de arte, si no que esto de los “tags” va más allá de eso y que si se construye una identidad invaluable que es reflejo incluso de la personalidad de una persona ¿esto no es lo que hace la publicidad? Exhibición a eso quiero llegar. Por eso quiero llevar a cabo esta investigación.
OBJETIVO GENERAL: Estudiar la importancia del impacto publicitario y gráfico en la creación de “tags” con sentido de pertenecía, donde la ciudad misma es retocada por este tipo de expresiones en donde se hará necesario reflejar todo este proyecto a través de un trabajo de campo fotográfico.
OBJETIVO ESPECIFICO: •Describir los “tags” encontrados a partir de su exhibición, diseño, y objeto de comunicación. •Describir todos los elementos que hacen parte del mundo del los “tags” para poder llegar determinar que hace un “tag” mas valioso que otro” si su calidad o su simpleza. •Recopilar la suficiente información para la realización de un material impreso. •Comprender las situaciones que rodean la realización del los “tags” con el fin de medir el impacto social que ello pueda tener.
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Una firma llevada un muro, puede llegar a concebirse como una marca reconocida dentro de un contexto socio cultural determinado.
HIPOTESIS La importancia de los Tags como medio artístico del público joven en la ciudad de Bogotá, parte de la influencia del medio urbano y la guerra de estilos que se evidencia en una latente competencia de diversos artistas citadinos. Visto de esta forma toda expresión se puede llegar a concebir como el retoque de una ciudad.
TIPOS DE INVESTIGACIÓN Para el desarrollo del tema expuesto en el presente semillero, se contara con tres tipos de investigación que ayudaran a develar al Tag como identificación urbana.
INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL: La investigación documental es aquella que se realiza apoyándose en fuentes de carácter documental, lo cual implica documentos de cualquier especie. Dentro de esta investigación encontramos subtipos como la investigación bibliográfica, hemerográfica y archivista. La primera se basa en consulta de libros, la segunda en consulta de ensayos o artículos de revistas y periódicos y la tercera en documentos que se encuentran en archivos como cartas, oficios, circulares y expedientes entre otros. Este tipo de investigación será empleada en el desarrollo del tema, debido a su utilidad en el análisis de diferentes fenómenos de orden histórico, social, cultural etc., y a su proceso lógico y ordenado basado en la construcción de conocimientos.
INVESTIGACIÓN EXPLICATIVA: La investigación explicativa se encarga de buscar el porqué de los hechos mediante el establecimiento de relaciones causa – efecto. Visto de esta forma, este tipo de investigación puede ocuparse tanto de la determinación de las causas del hecho, como de los efectos. Los resultados de esta investigación constituyen un nivel más avanzado del conocimiento. Al hablar de “Tags” como identidad grafica urbana, y visto bajo la luz de esta investigación, se busca explicar el significado de esta situación social, entendiendo que el fenómeno se produce condiciones específicas y tratando de establecer generalizaciones extensibles.
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IDENTIDAD
GRテ:ICA URBANA
ESTADO DEL ARTE Encontrar un proyecto que cuente con características similares al cual se lleva un proceso previo de elaboración no es tarea fácil, sin embargo, cabe destacar un hallazgo invaluable para el desarrollo del presente proyecto, incluso llegando a convertirse casi en símbolo de inspiración. Dicho símbolo, es un proyecto que lleva por nombre “NAME TAGGING”, el cual fue desarrollado en la ciudad de New York por Martha Cooper, una reportera gráfica quien se desempeña en el mundo urbano como reportera de expresiones, su trabajo consiste en recopilar la mayor cantidad de información sobre el graffiti, utilizando la fotografía como herramienta demostrativa y explicativa con el fin de elaborar una recopilación de esta tendencia, la de escribir los nombres en “pegatinas” o “stikers” y los cuales se llamaban “hello my name is”. Toda esta nueva tendencia de comprar adhesivos y escribir el nombre con marcador, se podría decir que era invisible para las personas poco meticulosas y de alguna manera pasaba desapercibida; sin embargo no dejaban de hacer presencia en la ciudad, por tal motivo Cooper puso en marcha su proyecto, el cual desencadenaría en un emocionante e ilustrado libro colmado de este esplendido movimiento, concluía así, en los primeros gritos de identificación urbana de la década de los 80s y 90s.
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El contexto urbano es el perfecto espacio y refugio de un amplio mundo de diferentes tipos de expresión, donde todo tipo de manifestación es válido para trasmitir un mensaje o simplemente aguardar uno. A decir verdad, es muy difícil comprender este tema sin antes tener un previo conocimiento o inducción al mismo, ya que precisamente el desconocimiento de éste, es lo que puede llegar a generar confusión y conflictos dentro de su lenguaje.
LA PRIMERA CARA DEL “TAG” El “tag”, es la firma que logra abstraer todo aquello que quiere transmitir una persona, desde descontrol, seriedad, sobriedad, hasta fortaleza y una innumerable cantidad de valores agregados, que se pueden llevar a cabo a través de una firma bien elaborada. Por supuesto, cabe aclarar que esta definición se la atribuyo desde mi punto de vista y habrá quienes la compartan y quienes tengan un diferente concepto, pero básicamente el mensaje es el mismo. Como toda tendencia de gran impacto y trascendencia este hecho fomentó controversia y a la vez evolución. ¿Pero por qué se generó tal evolución? Podríamos decir, que toda esta evolución surgió gracias a que los realizadores de este arte siempre querían ir más allá llevados por una exigencia de sus
sentidos; todas estas revelaciones que brotaban como una onda dentro de la ciudad, son prueba de que a la gente le gusta exhibirse de una u otra manera, generándose así nuevas tendencias dentro del contexto del graffiti. En mi concepto personal, los realizadores de este fenómeno cultural no solo buscan reconocimiento si no también marcar un espacio, es decir: “oye amigo yo también pase por aquí”; posiblemente esto les genera una gran variedad de sensaciones como el orgullo por el trabajo propio, pero este puede ser uno de múltiples factores, los cuales abarcare en los siguientes capítulos de este tema. Ya teniendo una idea base, surge la idea que abarcaría todo este complejo mundo del “tag”: la evolución nace de la idea de realizar una
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firma inigualable, aquella que le de vida a la personalidad de un individuo y logre perdurar en cualquier espacio o lugar. A decir verdad, creo que la necesidad de exhibirse, y lograr impactar en diferentes puntos de la ciudad con bastante flujo de personas, fue lo que genero evolución y con ello, cambios dentro de este mundo como el paso de firma a grafismo, locual es algo se convierte en una concepción aún más elaborada y conceptualizada dentro de este universo. Acerca del paso de firma a grafismo, podemos decir que en realidad no hubo un cambio como tal, el hecho más bien se centra en el surgimiento de un nuevo camino adaptable a la necesidad del realizador, esta vez, no solo de lograr involucrar elementos más visuales que le permitieran mostrar de alguna manera más amplia su percepción de sí mismo como persona, sino también de dejar a un lado su nombre, su apodo o seudónimo. Este camino recorrido por el “tag”, es solo la construcción de una realidad donde no existe una manera correcta de hacerlo, lo bello y lo novedoso de este proceso es que el realizador
. puede generar una buena abstracción de lo que quiere llevar a cabo y lograr: hacer un “tag” impecable, representado de acuerdo a su personalidad; una buena ejecución de éste, conllevaría a hacer presencia en el contexto urbano y convertirse en una señal o testimonio de los factores que llevan a la persona a realizar este tipo de expresiones, dando paso al denominado lienzo urbano.
Como bien sabemos, los “tags” pueden ser interpretados como un fenómeno urbano que desencadena en una expresión, sin embargo, dicha expresión pudiera llegar a convertirse en una pesadilla para algunos. Para nadie es un secreto que la ciudad puede convertirse en aquel reflejo de cómo somos las personas que habitamos en ese lugar, y así mismo, de cómo los “tags” se han convertido en aquella prueba visible construida a partir de elementos visuales que retocan la ciudad y a su vez, la convierte en una fachada para divisar “de qué estamos hechos”.
LA SEGUNDA CARA DEL “TAG” Esta clase de manifestaciones pueden en realidad llegar a darle vida a la ciudad o por el contrario deslucir está, convirtiéndola en un espacio saturado de expresiones donde se pierde todo sentido de percepción. Si retomamos la antigua tendencia del “tagging”: el “sticker”, podemos decir que en un principio, la situación consistía tan solo en hacer presencia en un lugar, sin embargo, la necesidad de darse a conocer fue más fuerte que este hecho, razón por la cual, los muros fueron la parte perfecta para llevar a cabo los “tags”. Es de resaltar, que los muros constituyen tan solo es una porción de la gran variedad de lugares en los que se puede llegar a exhibir un “tag”, encontramos otros no menos interesantes como una vitrina, una señal de tránsito o sencillamente un poste de luz, lugares que
se le suman a una gran variedad de sitios, en los que el realizador escoge a su antojo un lugar determinante y cumple la misión de ser el extra y componente perfecto para el “tag”. Surge aquí una pregunta ¿Cuál es el espacio perfecto para plasmar un “tag”? Sin lugar a duda, el lugar perfecto debe comprender una serie de factores relevantes, tales como la visibilidad y el contexto que lo rodea, ya que de una u otra manera logrará resaltar más en un sitio que contenga dichos factores que en uno que carezca de ellos; es así, como al hablar de “marcar territorio” se habla también de una función que cumple el “tag”, y es distinguirse de todos los demás por bombardear (por llamarlo de alguna manera), una zona específica de una ciudad.
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Este aspecto forma parte del lenguaje de la tendencia, ya que todos los realizadores de “tags” desempeñan su labor detalladamente, ellos saben en qué lugares exhibirse y con qué fin hacerlo, saben que un buen lugar les otorgará un buen reconocimiento y prestigio. El hecho de estar haciendo esta actividad se convierte casi que en una rutina para ellos y les otorga una habilidad un poco más desarrollada que la de una persona del común que sería, tal habilidad, comprende el saber analizar un poco más el entorno citadino, ya que ellos deben aprender muy bien por donde caminan y conocen la ciudad como la palma de su mano. En este momento la clandestinidad también juega un papel fundamental en el mundo del “tag”, ya que este factor hace parte de la situación, quizás el hecho de hacer esto a escondidas con el temor a ser atrapado le da emoción y las personas muchas veces buscan aquella sensación que les produce más adrenalina y los podría conducir a muchos de ellos a elaborar su trabajo de forma diferente y arriesgada.
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En Bogotá, el hecho de realizar un “tag” exige una elaboración clandestina y la noche es el momento perfecto para llevar a cabo esta expresión, produciendo de esta forma la generación de una tendencia. El hecho de realizarlo a altas horas de la noche ofrece una mayor comodidad, ya que esto les concede más tiempo y les permite explorar a los realizadores un mayor número de lugares y por supuesto también les otorga seguridad en cuanto a ser detenidos en este acto.
LA TERCERA CARA DEL “TAG” Me atrevo a decir que si existiera algún tipo de limitación por parte de los realizadores a la hora de desarrollar su técnica libremente, perdería por completo su esencia y sorpresa ya que en algunos casos los “tags” también pueden tomar la apariencia de algo que revele inconformidad según en el contexto sociocultural en que se encuentre, también pueden ser de carácter informativo para producir lo que yo llamaría una especie de “convocatoria” ya que logra transmitir un mensaje de “sigan mis pasos si se atreven”, o incluso puede tomar el aspecto de un “tag” retador ya que la sustancia del contenido indica “me metí donde no debía”.
A pesar que el “tag” cumple la función de mostrar la cara amable de un realizador también puede llegar a convertirse en cualquiera de las expresiones anteriormente mencionadas, pero todo corresponde a la situación en la cual fue expuesto. Por otra parte cabe mencionar en este momento, las valencias que pueden llegar a presentar un “tag”, dentro de ellas se encuentran la marginalidad, espontaneidad, precariedad, esencialidad y velocidad. Estas valencias son las que pueden llegar a componer el mundo del “tag” según el uso y construcción. De igual forma, tenemos la valencia del anonimato que me atrevo a decir que carece de ella ya que la idea del “tag” es la identificación.
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Sin duda alguna, toda la sustancia del contenido que determina el significado de un “tag” recae en el sentido que se le dé, éste puede ser personal o grupal, donde el juego de palabras o letras es esencial para la identificación que se le quiere otorgar a éste. Con lo dicho anteriormente podemos concluir que el “tag” puede tomar dos rumbos: el personal que determinará las características que solo le concede el realizador, y el grupal al cual se le atribuyen una serie de características diferentes, ya que éste expresa el sentir de varias personas, en un lugar donde ellos se valen del mismo para identificarse y dejar en alto la identidad del grupo, generándose así un orgullo dentro del contexto al que pertenece; por supuesto, el “tag” personal también puede pertenecer a un grupo al cual se le denomina “crew” que quiere decir una familia. .
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En una mirada a la ciudad capital, lugar donde fácilmente se percibe un recorrido de los diferentes recursos de la comunicación, encontramos un sin número de prácticas plasmadas a mano con una gran relevancia por su peso comunicativo, tales prácticas son llamadas Stencil. El Stencil, ha contribuido indiscutiblemente a la construcción del “tag” como una vía de comunicación totalmente válida, ya que es símbolo de expresión y viéndolo desde el punto de vista de la publicidad es un medio totalmente útil.
LA CUARTA CARA DEL “TAG” ¿Pero cuál es el sentido comunicativo que toma el “tag” en los escenarios callejeros? Si tenemos en cuenta que el “Stencil” es una forma de expresión utilizada algunas veces, en símbolo de inconformidad por un tema específico, particularmente en política, el “Stencil” puede convertirse en una manifestación de desahogo con aquello que se considera injusto o inadecuado para la sociedad, incluso, también tiene la capacidad de tomar un aspecto lúdico. Esta práctica pretende impactar a través de un medio visual para generar discusión o controversia, o por llamarlo de alguna manera “un abre ojos”; visto de esta manera, el “tag” lograría abstraer del “Stencil” lo que yo denominó “el argumento expresión deliberado”.
Este consiste en realizar un acto estético visual, con un sentido asignado por el realizador, el cual está conformado básicamente por el concepto de comunicación representativa de alguien o algo. El peso representativo que comprende el mundo de los “tags”, debe ser lo suficientemente creativo y de alguna manera conceptualizado, lo anterior con el fin de poder llegar a la idea que esa firma o carácter representa a alguna persona o a un colectivo en común o simplemente algo importante para alguien. Cabe anotar que un buen diseño y una clara conceptualización, les otorgará una especie de recompensa en la calle: el reconocimiento, lo cual a su vez, estaría ligado a las habilidades del realizador a la hora de intervenir la calle.
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El hecho de plasmar un “tag” en la calle puede tener una razón y sería la recordación de éste, así como la perdurabilidad que pueda llegar a tener en el ambiente citadino, que por demás, está constantemente sometido a intervenciones tanto publicitarias como practicas manuales; por lo tanto, como la calle es un medio de libre pauta, está expuesto a una gran variedad de factores los cuales pueden impedir que el “tag” tenga permanecía. Se sustenta así la idea (que por su naturaleza son imágenes de poca duración) y por esa misma razón se revela la afición por hacer un mayor número de intervenciones callejeras, adaptándolas como rutina y actos espontáneos que desencadenan en una premisa: a mayor número de “tags”, mayor será la perdurabilidad y el reconocimiento.
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Cita: Decoración de exteriores + Excusado Printsystem Stencil- Graffiti: Gráfica de intervención, primera edición, 2.007. Página número 13. Editorial La silueta ediciones ltda.
A pesar que el “tagging” siga siendo considerado un acto vandálico capitalino y que por consecuencia sea juzgado como algo inapropiado, éste se ha convertido en una tendencia que permite explorar un estilo, estilo que emerge de una simple hoja de papel a una atmósfera callejera, y la cual está preparada para recibir un impulso de expresión cargado de sentimientos.
LA QUINTA CARA DEL “TAG”(En busca del estilo) Esta tendencia consiste en salir a la calle y abalanzarse contra ella, no en símbolo de daño y descontrol sino más bien en símbolo de libre albedrio. A esta práctica se denomina “Bombíng” y consiste en realizar marcas, trazos y pintadas atrevidas e inesperadas en la calle. Por una parte, pueden generar controversia por su repentina aparición, pero por otra, se convierte en un reto para el realizador, ya que está plasmado su esfuerzo en un lugar no concedido previamente. El reto de buscar un lugar clave no se convierte en una búsqueda como tal por parte del realizador, y es de esta forma donde sustento mi punto de vista: el “Bombing”, se cristaliza como un hecho repentino en el cual la calle busca al realizador; visto de esta forma, es la
calle la que esta se proyecta e invita hacer teñida con el talento de un realizador deseoso de plasmar su idea, donde los intentos no son válidos, el “tag” se “hace o se hace” ya que no hay vuelta atrás, arriesgarse es la prueba final y el resultado la satisfacción personal. Por otra parte, siempre habrá buenos conocedores de la calle y de los sectores susceptibles de ser plasmados; aquí estudiar la ciudad es su misión. Todo ello con el fin de calcular el momento perfecto para realizar algo a gran escala con un sentido comunicativo seductor y lo suficientemente contundente para detener la marcha y ser apreciado así sea por unos minutos.
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. Por un instante pienso en cómo esto se ha convertido en el reflejo de años de práctica y conocimiento del ambiente callejero, y así mismo, como esto enriquece a la ciudad en referencia a construcción de imagen con sentido de propiedad. Por otra parte pienso en la manera cómo el “tag” contribuye al crecimiento personal de sus realizadores, de estos individuos como seres totalmente autónomos, con un sentido de conciencia más desarrollado que las personas del común por su destreza y elaboración de piezas que son reflejo y ejemplo de lo que viven a diario.
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UNA MIRADA DE MÁS
Los realizadores de “tags” generalmente buscan ganar una mirada de más, pero no hablamos simplemente de llamar la atención, más bien diríamos que persiguen aquel invaluable reconocimiento que solo les conceden algunas personas, aquellas que les gusta mirar con buenos ojos las creaciones de lo demás; por supuesto, si se logra ser lo suficientemente atractivo dentro del contexto urbano, se logrará robar una mirada adicional de aquellos ojos que son ajenos al mundo del arte citadino.
EL COLOR TAMBIÉN AYUDA Ese es el mejor reconocimiento para cualquier artista, lograr capturar la mirada de los que no pertenecen al mundo del arte y que éstos se cautiven y deleiten de cada pieza elaborada, para cualquier creador, este hecho será un orgullo; sin embargo, la pregunta es ¿cómo lograr atrapar aquellos ojos que son apáticos a su entorno urbano? Es aquí donde el color forma parte fundamental para atraer más de un vistazo. Los Graffitis que irradian armonía de color siempre van acompañados por uno o varios “tags”, o por el “tag del crew”, estos dos com-
plementos juntos equivalen a una composición perfecta y un buen manejo de color te concede un peso visual más atractivo. Es así que cuando los “tags” están plasmados junto a los Graffitis, se encuentran siempre en una posición representativa, es decir, por lo general forman parte de la pieza para resaltar más a la vista y en otras ocasiones, tan solo se encuentran en una esquina donde su misión es simplemente comunicar sobre el creador y fecha de elaboración de la pieza.
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Los Graffitis que irradian armonía de color siempre van acompañados por uno o varios “tags”, o por el “tag del crew.
EL COLOR TAMBIÉN AYUDA La importancia de los Tags como medio artístico del Los “Tags” se valen del color de la pieza para empaparse de esa magia visual que puede generar el Graffiti, ya que algunas veces recrea escenarios en donde todo es un conjunto para representar algo. Por supuesto el entorno también ayuda, pero es el color el que le da vida al “tag” es lo que resalta a la vista. Muchos realizadores de “tags” recurren al uso del color porque de una u otra manera los caracteriza en cada una de sus apariciones, son fieles conocedores del uso del color y saben captar la atención de las personas. Pueden usar un color en común o por el contrario se valen de dos colores para su propósito, los colores no son escogidos al azar ya que la intención siempre será persuasiva para cualquier transeúnte, también como recurso visual usan el contraste, el cual les otorga una presencia mas marcada en cualquier escenario callejero. Se podría afirmar entonces que el color es el alma del “tag”, ya que le otorga la vida logrando contagiar ese esfuerzo que realizó el artista al momento de elaborarlo, donde su impulso de emociones lo llevó a expresarse a través de una firma Un buen “tag” goza de buenos colores.
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UN BUEN “TAG”
GOZA DE BUENOS COLORES.
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TINTA INFINITA Pareciese que Bogotá nos sumergiera en un mundo reconstruido por piezas de alto contraste que proyectan creatividad, recursividad y sentido de pertenencia, piezas que con el paso del tiempo se van reinventando para ofrecer nuevos contenidos visuales. De acuerdo con esta afirmación es posible contemplar la idea que es una tendencia que nunca tendrá fin ya que es difícil pensar en un mundo que carezca de aquella necesidad de expresión. Pero ¿de dónde surge esta necesidad? Nace desde el momento en que empezamos a fórjanos como personas, es allí cuando empezamos a manifestarnos con un estilo propio el cual puede ser influenciado por diversos factores sin que éstos sean notables a simple vista, tales factores constituyen tan solo una pieza de esta virtud de la cual gozan unos pocos privilegiados. Es aquí cuando nace la pregunta ¿qué factores intervienen en la consolidación de un estilo propio? Para nadie es un secreto que en Bogotá las posibilidades de trabajo son limitadas y la calidad de estudio desafortunadamente no es la adecuada, pero aun así se puede sobrevivir, no solo para contarlo sino también para vivirlo a través de la búsqueda constante de nuevos refugios donde soñar, imaginar y crear.
Las personas que son ajenas a la tendencia del “tagging” y “el graffiti” suelen juzgar y rechazar esta afinidad relacionándola con el vandalismo. Comentarios indiscriminados que tan solo empañan la imagen de quien pretende rescatar el arte urbano, donde el concepto base lo constituye la pasión por hacer del mundo un lienzo. Aquellas personas que no comparten el mismo sentimiento podrían constituirse en un verdadero factor que perjudica la ciudad ya que no permiten explorar la creatividad a fondo de estos apasionados por la tinta y las firmas.
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Las personas que son ajenas a la tendencia del “tagging” y “el graffiti” suelen juzgar y rechazar esta afinidad relacionándola con el vandalismo.
TINTA INFINITA El hecho de intervenir espacios públicos implica ser atrevido en el sentido de estar dispuesto a todo para alcanzar lo que se anhela, se requiere ser intrépido porque no todos tienen el potencial de arriesgarse a inundar la ciudad con arte propio, cada quien tiene la posibilidad de mostrarse al mundo a su antojo ya que afortunadamente para estos artistas citadinos no existe ningún tipo de juicio que califique un “tag“ en la calle. Cada persona tiene características que intentan reflejar en cada uno de sus “tags”, ello les ayuda a construir su imagen personalizada, de rasgos únicos que se convierten en señales de sus pasos artísticos, por esa razón es posible encontrar ornamentas de acompañamiento en cada “tag”, corazones, líneas, estrellas, asteriscos, coronas y una gran variedad de elementos son atributos que otorga cada artífice a su “tag”. Aquí es cuando cobra vida la recursividad, no solo en ubicar el sitio ideal para elaborar un “tag” sino también pensar con que material llevarlo a cabo, desde un marcador hasta un Griffin de zapatos, pasando por una gran variedad de recursos de los que se puede apropiar una persona que adopta el “tagging” como disciplina. Es por esto que la tinta es infinita.
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Cada persona tiene características que intentan reflejar en cada uno de sus “tags”, ello les ayuda a construir su imagen personalizada.
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“CAZADORES DE TAGS” Como toda tendencia del lenguaje urbano a la que está vinculada una gran cantidad de personas y por supuesto, la cual también es pretendida por un buen número de aspirantes, es totalmente normal que se presenten diversos conflictos que van desde el ámbito personal hasta frecuentes problemas de comunicación. Esta tendencia del “tagging” proveniente de Estados Unidos, fue adoptada por nuestra cultura, anteponiendo por supuesto, las respectivas variaciones a sus reglas. El término “Killer” que en el mundo del “tag” es asignado para aquellos artistas hostiles que tienen como fin último fastidiar a los demás, producto o no de ofensas realizadas que descalifican sus piezas de arte, se traducen directamente en hechos originados dentro de ambientes callejeros es decir: “el pinto sobre ti.” Esta expresión “Killer” de origen americano, tiene una serie de reglas entre las cuales se destaca que si eres el vencedor en una batalla de “graffiti”, tienes derecho a agregar en tu “tag” las siglas “e” “r” al final del seudónimo, con ellas se da referencia a que tú fuiste vencedor en una batalla de graffiti, defendiste tu estilo y ganaste. Gracias a los “tags” todos pueden escudarse bajo un seudónimo, éste con el tiempo adquiere respeto por su trascendencia y por la calidad de arte de quien representa, por tal motivo, a veces la calle y los espacios urbanos se convierten en verdaderos campos de batalla, lugar donde todos quieren pertenecer.
Este referente de “Killer” es la única regla que se aplica en la ciudad de Bogotá y no es muy común encontrar un “tag” con dicha característica; en cuanto al perdedor dentro del contexto le corresponde cambiar de “tag”, algo no muy severo si si tiene en cuenta que la regla original de Estados Unidos contempla el dejar de pintar por determinado tiempo o entregar todos los utensilios de trabajo; tal regla no fue adaptada en esta cultura ya que no representa valor alguno en nuestra ciudad.
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TODOS QUIEREN UN ESPACIO
Bogotá ofrece una gran variedad de lugares para expresarse, dejando a los artistas grandes posibilidades de explorar su creatividad, y es precisamente aquí donde cada realizador de los “tags” convierte su firma en su distintivo personal. Esto implica convertirse en un propietario único, el cual es responsable de todos los movimientos que se marquen con este sello..
Una señal de tránsito, un poste de luz, un muro, un par de ventanas, un buzón, los semáforos, y una que otra caneca, se convierten en el blanco perfecto para los realizadores de esta práctica urbana, sin contar los numerosos lugares que nacen de la espontaneidad de un creador que recorre la ciudad minuciosamente buscando un espacio en el cual pueda ser contemplado. El espacio algunas veces puede ser seductor a la vista, por eso solo con tan solo un movimiento ligero el realizador lleva a cabo su firma de una forma rápida y segura; pero por otra parte, también hay lugares que representan todo un desafío para ellos, ya que en ocasiones implica el deseo de llegar a un punto por su grado de complejidad, ya sea por que se encuentra en un sitio
recóndito o por que el lugar está custodiado por aquellos que no comprenden esta práctica. Por lo general cuando se trata de hacer “bombing” la ciudad es sometida a las intenciones del realizador ya que éste plasma su firma en cualquier espacio, casi que se convierte en una costumbre llevar pintura consigo, podría decirse que por sus venas corre pintura y brota creatividad. Al caminar siempre van haciendo lo que mejor saben hacer, con cada pisada dejan una huella, pero el rastro perfecto es su firma, aquello que no es tan fácil de borrar y perdura por una buena cantidad de tiempo cautivando caminantes de la calle.
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Todos en la calle tienen una técnica diferente pero todos contribuyen para ser parte de un espacio, donde salta a la vista esas composiciones geniales y únicas que están cargadas de diferentes estilos y colores. Cada realizador de “tags” determina el lugar en el que se quiere etiquetar y es totalmente irrespetuoso escribir sobre la etiqueta de otro escritor. Por otra parte hay espacios que ya están cargados visualmente y no se logra identificar quién es quién, pero todo ello genera piezas exclusivas imposibles de replicar, y en eso consiste lo más bello de esta tendencia, que todo escritor plasma su firma en un instante donde su función es habitar un lugar, está cargada de una emoción la cual siempre será percibida con un sentido de pertenencia muy particular.
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ESCRITORES FORJADOS A PURA TINTA No cabe duda que los espacios de la ciudad son evidencia perfecta de infinitas vivencias personales que cada escritor propone en los escenarios callejeros, ésta misión de empapar la ciudad con sentimientos y emociones vividas no es fácil, pero por fortuna aún existe gente dispuesta a dar todo de sí misma por llevar un mensaje positivo. Esa necesidad de consolidarse como algo totalmente auténtico dentro de un mundo que exige lucir diferente, requiere tener el compromiso de incrustar las ideas en cada lienzo y ser fiel a los impulsos; ya que esto aviva la creatividad y al mismo tiempo la promueve. Cada persona que adopta esta tendencia como guía para otras personas siempre conserva la misma línea visual y conceptual, la cual indica todo el esfuerzo por el cual ha pasado el escritor y da pie para que el aprendiz siga sus pasos, construyendo un estilo totalmente diferente al que ya esta plasmado; no solo un ecuánime artista es buen ejemplo para los futuros adeptos a la tinta, si no que también su calidad de trazo y color en cada pieza son motivo de orgullo para personas que siempre están pendientes de cada movimiento de ellos.
Es aquí donde se propaga el trabajo de cada artista, desde sus primeros pasos hasta cómo éste evoluciona junto a su experiencia, la cual fue forjada a tinta pulso y corazón, este es un talento el cual se mejora con la práctica y es por eso que la recursividad y la creatividad cada día juegan un papel más importante; ya no se pinta la ciudad, se talla al antojo del artista el cual la ve con ojos diversificados, solo el papel es testigo de los cambios que puede tomar un lugar. El cuadernillo de bocetos es aquel fiel confidente que guarda una gran variedad de piezas, donde se propone una visión totalmente diferente a la ciudad uniforme que estamos acostumbrados a ver diariamente, quizás es imposible lograr concebir en alguna oportunidad todas las creaciones de los graffiteros que están plasmadas en papel y no por falta de espacio, más bien la cruda realidad, es la falta de recursos lo que impide la dispersión de esta tendencia; no todos los grafiteros están en la capacidad de hacer piezas a gran escala, es por eso que surge el “tag” como una oportunidad de darse a conocer de una manera practica. El hecho de firmar por donde vayas origina una espontaneidad la cual siempre acompaña a estos escritores adictos a la tinta.
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El estilo cada uno lo forja en la calle, la agresividad de trazo, la línea delgada o suave y los detalles personales se los otorga aquel escritor que intenta reflejarse detrás de una firma donde su fin es exhibirse y por qué no, ¡dejar un mensaje con un concepto solido! “ yo estoy aquí y hago parte de esto” los muros podrán caer y la tinta desvanecerse pero su espíritu por mostrarle al mundo de lo que están hechos representado a través de un “tag”, no cesará y seguirán en busca de nuevos lugares donde etiquetarse y dejar su huella.
EL ESTILO CADA UNO LO FORJA EN LA CALLE.
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LA BULLDOG ENTRE TRAZOS Toda persona que busca rayar, pintar o escribir se podría decir que lo hace con lo que tenga a la mano pero para las personas que les gusta ir un poco más allá siempre buscaran no sólo la manera más creativa si no también un elemento que los ayude a elaborar de una forma más precisa lo que sus metes imaginan y sus ojos reflejan. Teniendo claro que la recursividad es muy valida en la tendencia del “tagging” y que la experiencia y habilidad son la base de todo , existen lugares no únicos pero si que a simple vista manifiestan una magia que contrasta con las cosas que estamos acostumbrados a ver en los almacenes y que seduce a los ojos por su peso visual y por su cautivadora fachada que logra incitar a las personas a entrar. Quizás el lugar al que me refiero no es el mejor pero si uno de los más representativos en la ciudad de Bogotá y es que toda persona que este vinculada con el arte callejero por lómenos ha visitado este lugar una vez o sabe de su existencia. Este lugar conocido como la BULLDOG es sin duda alguna un impulsador de pensamientos ansiosos de volverse reales y visibles donde dejar a un lado la hoja o la cabeza es la ilusión de cada cual. Este lugar que más allá de ser un negocio distribuidor de artículos para pintar a logrado consolidarse como uno de los primero referentes para obtener aerosoles o pintura de buena calidad y con eso a conseguido forjar trazo a trazo a quienes desean salir de la rutina y ven este lugar como el refugio perfecto para soñar.
A pesar de su ubicación no es la ideal por lo general muchos se dirigen a la “BULLDOG” en busca de abastecerse para cumplir la cita de amor; por decirlo de alguna manera, un lugar que es sinónimo de libertad y libre expresión ya que eso expresa su fachada con la firma de cada una de las personas que se atreven a dejar su rastro. La “Bulldog” un lugar frecuentado por unos, conocido por pocos ; sin duda alguna esta donde esta gracias al voz a voz que produce este lugar que profana mentes y paredes. .
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