CRÓNICAS ESTUDIANTILES
JULITO 101 WWW.MONOLOGOSDEJULITO.COM
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JULITO 101 Y fueron 10 a単os
REMEMBRANZA
¿Cómo olvidar mis años de primaria y secundaria? Sé que hoy en día es diferente, pero aquí les va mi experiencia en esos tiempos. Yo no sé ustedes, pero no he podido olvidar el uniforme escolar, que obviamente para muchos era un trauma, porque si tus hermanos estudiaron allí, te tocaba heredar el uniforme. Así que te compraban pantalón, pero andabas la camisa desteñida. Ah y ni cómo olvidar aquel escudo que tenías que ponerte con un seguro todo oxidado que seguro te morías, de saber que infección, si te pinchabas. O qué decir de los parches bordados del pantalón, o de las camisas bordadas y desbordadas al indicar el mismo salón pero diferente grado. 2
¿Recuerdas los lunes? ¡Sí! honores a la bandera, todos teníamos que dirigirnos a la plaza cívica y empezaba el profe “tomen distancia”, y no podía faltar el clásico “¿Y yo de quién tomo distancia?”, pregunta hecha obviamente por el que estaba hasta el frente de la fila, que dicho sea de paso era al pobre que le pegaba todo el sol y quién recibía un “coco” de parte del profe “No se haga el chistoso”. Así como tampoco podía faltar aquél que ponían hasta el frente del grupo porque se estaba portando mal. O el trauma de que ese lunes tocara la escolta de las “kínder garden” ahhhhh “Paso re-doblado” (qué por cierto, te aseguro que hasta ahora te diste cuenta que no era “paso de roblado”) tú ya querías que terminaran de marchar. Y para acabarla, si le tocaba dirigir efemérides al grupo donde estaba el cerebrito, deseabas que no le tocaran las efemérides de la semana, porque ese méndigo investigaba hasta si ese día le salió el bigotito a Benito Juárez.
¿Qué tal el himno nacional? Hoy están en la gloria, yo recuerdo que me hicieron aprender 4 estrofas más el del himno nacional, y luego el himno a Chiapas. Pedías a Dios que no fuese el aniversario luctuoso o de nacimiento de Belisario Domínguez, porque si no, otro himno más. Y, ¿qué tal las mochilas? Hoy viven en la gloria, pero si no mal recuerdo, tenía que llevar, cuadernos para cada materia (por cierto una ventaja de esos tiempos era que no tenías que decidir entre spider man o capitán América, princesas o lady gaga en la portada, porque todos los cuadernos tenían que ir forrados de un mismo color), con su respectivo libro, ah que por cierto en más de una ocasión manchaste por el méndigo sándwich de mermelada que te puso mamá, el Pequeño Diccionario Larrouse Ilustrado, que dicho sea de paso de pequeño no tenía nada y de ilustrado menos, por sólo 4 hojitas a colores que tenía. Ah pero si tenías hermanos mayores, ese diccionario ya te llegó como enciclopedia (en 4 o más tomos). Ah no sé por 3
qué, pero te aseguro que en este momento comenzaste a pensar en BALDOR (si este mítico personaje legendario en las escuelas), por cierto yo no me he olvidado de Baldor, aunque debo admitir que no recuerdo que aprendí con él. En fin, llevábamos a cuesta casi 30 kilos porque no había mochilitas de rueditas, ahora entiendo porque éramos más atléticos. Y obvio que no podía faltar todo el juego geométrico que seguramente te dejó recuerdo porque en más de una ocasión te enterrabas la canija punta del compás, ah porque sólo los fresas tenían cajitas para estos útiles, la mayoría o teníamos bolsitas de soguita o lo llevaban desparramados al fondo de la mochila.
za de que nadie hubiese llegado antes y se hubiera llevado el único libro que tenían en existencia para poder sacarle copias. Si no a marcarle al amigo para ver si había conseguido la información. Si era así salías disparado a su casa y le dejabas el recado a mamá: “Mami, me fui a casa de Luisito a hacer tarea, te dejo el número de teléfono de su casa por si necesitas algo. Pero si te urge, sales y pegas un grito, ya sabes que vive aquí enfrente”. Sé que estás matando de la risa, porque hoy tú nada más buscas en google o wikkipedia y listo.
¿Recuerdas los exámenes? Antes del examen, no faltaba el “profe, me permite ir al baño”, y te ibas todo el camino al baño “shin, voy a reproPor cierto, las TAREAS, sí eran tareas. De entrada tu mamá te supervi- bar, no estudié nada”, hasta que te saba y cuidado si decías “no entien- topabas en el baño a alguien más que decía “no te preocupes, no nos do”, porque tenían ese método dipuede reprobar a todos”, y ya tú redáctido-pedagógico infalible de “pues no te paras de esa silla hasta gresabas feliz al examen sabiendo que entiendas, porque aahhh cuida- que no fuiste el único que no estudito de ti y si te paras antes”. O que dió. tal las de investigación, tenías que Y ¿nunca te tocó revisión? “¿A dóncorrer a la biblioteca con la esperande con ese peinado?, viene a la es4
cuela, péinese, no venga con los pelos parados.” “Aquí no se aceptan niñas con el pelo pintado, se va de regreso” “Ahh tiene usted piojo, no regresa hasta que le hayan aplicado Her-Klin” “A ver cómo trae las uñas, están cortas y limpias.. uiiii que es esto, si así tiene las uñas que se ven, como tendrá los calzones que no se ven.” Por cierto, te aseguro que no has de olvidar la mayoría de los nombres de tus amigos, porque cada hora, cada día pasaban lista: Aguilar Ballinas…, Araujo Nucamendi…, Barrientos Trujillo…, Borrallez Mazariego…, Castañón Aguilar…, y así hasta llegar a Zepeda Gordillo… (cualquier parecido con la realidad fue mera coincidencia ehh). Y estoy seguro que hay muchas anécdotas más, pero con éstas bastan para que te des cuenta de por qué nunca olvidaré esos hermosos años, ¡y fueron 10 años! Ni a los formidables amigos Y sobre todo aquellas cosas útiles para la vida que me dejaron mi paso la escuela.
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JULITO 101 Haz siempre lo mejor, aunque nadie lo valore.
ESFUERZO
Recuerdo cierta ocasión en la que el profesor dejó una tarea bastante complicada. Yo deseaba una muy buena calificación y sabía que podía, porque lo que pedía era algo que me gustaba. Me esmeré en conseguir lo mejor para la tarea. Como era de esperarse, me desvelé con tal de dejarlo increíble, digno de un ‘12’. Creo que sabes lo que sucede esos días de entrega de trabajos. Verás en primer lugar al ‘gandallita’ del salón diciendo ‘na me vale’ justificándose por haber olvidado la tarea. Verás al que acaba de recordar que tenía que entregar una tarea y en ese momento está acabándola como puede. También podrás notar las tareas que fueron hechas en 10 minutos... y al parecer con los 7
pies. Notas de igual forma aquellas tareas a las que les faltó creatividad o quizás ganas de presentar algo mejor. Y finalmente las tareas dignas de estar en una galería de arte, que suelen ser tres o cuatro.
gusto se rompe en géneros, así que el hecho de que yo considere que no ‘son buenos’ (o alguien considere que algo que hice no es bueno), no quiere decir que así sea.
• Y lo más importante que aprendí La enseñanza para mí vino al otro es que, no importa que los demás día, cuando el profesor entregó los no valoren mi esfuerzo, mi arduo tratrabajos y dijo: ‘Fueron buenos traba- bajo, mi ‘magnífica labor’; yo siemjos. Todos tienen 9 o 10’. ¡Plop! ¿Có- pre debo dar lo mejor. Que no immo era posible eso? ¿De vicio me es- porta si los demás no dan lo mejor, o forcé tanto? ¿Conoces el sentimienque se esfuercen menos y sean reto? compensados de la misma forma en la que yo lo soy; yo siempre debo haTengo que admitir que, parte de la cer lo mejor porque al final de cuenmolestia se debía al orgullo y quizás tas el beneficiado soy yo. Ya que en sí un poco de arrogancia porque llela vida creceré haciendo siempre mi gué a pensar que mi trabajo era el mejor esfuerzo, y eso me asegurará único que se merecía el 10. Pero la mejores recompensas a la larga, verdad es que era más frustración, mientras que lo mediocre y malo a la porque de haber sabido no me hularga me traerá pesar. biese desvelado, lo hubiese hecho como los demás, total hubiese obte- Trabajen de buena gana en todo lo nido la misma calificación que obtu- que hagan, como si fuera para el Seve pero sin tanto esfuerzo y desvelo. ñor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará…peFue allí que aprendí dos cosas muy ro si hacen lo que está mal, recibivaliosas de la vida: rán el pago por el mal que hayan he• Por un lado, yo no soy nadie pa- cho (Col 3:23-25). ra juzgar el trabajo de los demás. El 8