La Aventura Mas Grande

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por Julio Cruz

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introducción Los hobbits, criaturas pacíficas, sedentarias y con un estilo de vida bastante rutinario: fumar tabaco, beber cerveza, comer mucho y trabajar. Pero Frodo Bolsón simplemente no puede encajar allí. Él sabe que hay algo más, en su corazón está dispuesto a vivir una Gran Aventura.

Frodo no escogió su aventura, fue la Aventura quien escogió a Frodo y lo lleva a ir más allá de la Comarca (su país natal) a explorar tierras lejanas, a descubrir habilidades y talentos que jamás pensó tener, a enfrentar sus más grandes temores y salir vivo de ellos, a descubrir el amor y la fidelidad de grandes amigos, algunos diferentes a él, a ser parte de grandes y feroces batallas y ser parte importante en el triunfo del bien sobre el mal en la Tierra Media.

Tú y yo vivimos en un mundo bastante rutinario y aburrido: comer, trabajar, drogas, sexo y al otro día repetir. Pero en nuestros corazones hay algo que nos dice: “Esto no puede ser todo. Debe haber algo más”. ¡Y sí lo hay!

La nueva vida en Cristo es una gran aventura, llena de curvas y rectas, de subidas y bajadas a lo largo del camino. Es una aventura en la que no puedes esperar que todo sea igual que antes, porque ahora todo es hecho nuevo (2 Co 5:17).

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A partir de ahora, verás a Dios hacer cosas maravillosas, increíbles, imposibles y hasta sobrenaturales a través de tu vida, conforme vayas madurando y permitiéndole que moldee tu carácter: “Así dice el SEÑOR, Que abre camino en el mar Y sendero en las aguas impetuosas; El que hace salir carro y caballo, Ejército y fuerza (a una se echarán y no se levantarán, Como mecha han sido apagados y extinguidos)“ (Isaías 43:16-17). Él tiene todo el

poder, y hará éstas y aun cosas mayores, cuando se requiera, pero las hará a través de ti (Juan 14:12).

Pero el mayor impedimento eres tú: "No recuerden las cosas anteriores Ni consideren las cosas del pasado. Yo hago algo nuevo, Ahora acontece; ¿No lo perciben? Aun en los desiertos haré camino Y ríos en los lugares desolados. Me glorificarán las bestias del campo, Los chacales y los avestruces, Porque he puesto aguas en los desiertos Y ríos en los lugares desolados, Para dar de beber a Mi pueblo escogido.“(Isaías 43:18-20). Y es que esta Gran Aventura no

será fácil, habrán peligros, situaciones muy difíciles que querrán hacerte volver de donde saliste. Pero Dios te dice: “¡No vuelvas atrás! Espera a ver lo que haré a través de ti.”

La nueva vida en Cristo, la gran aventura que tienes por delante, demanda que dejes el pasado, lo que eras antes y encaminarte a lo nuevo que está por venir. Dejar la rutinaria vida pasada y comenzar a vivir en esta nueva vida, una vida con propósito siendo la sal y la luz en este mundo, en la que experimentarás y verás las maravillas de Dios a través de ti.

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el gran reto Normalmente, cuando experimentamos el momento precioso de conocer a Cristo y entregarnos a Él, se produce en nuestro corazón un gozo inexplicable. De inmediato nos sentimos diferentes y comenzamos a ser transformados.

Esto es lo que conocemos como: El Nuevo Nacimiento.

Este cambio tan radical que se experimenta no es comprendido por algunas personas. Hay quienes te aceptan borracho, drogado, etc., pero cuando te ven diferente te rechazan. Habrá quienes te dirán que te has metido en una cueva de locos, que te lavaron el cerebro, que no te fanatices, etc. Pero no tengas temor al rechazo, porque tú eres importante para Dios y para tu nueva familia espiritual.

los dos caminos Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición (destrucción), y muchos son los que entran por ella. (Mateo 7:13 NBLH)

La Palabra de Dios dice que hay dos caminos que puedes seguir en esta vida. El primero es un camino ancho, y es el que la mayoría escoge. Lo malo para los que siguen este camino es que su final es un final de muerte.

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Por otro lado, el camino que hemos escogido quienes confiamos en Dios, es un camino que te ofrece grandes retos y muchas pruebas que te ayudarán a acrecer y fortalecerte, ya que es un camino angosto. Por ser estrecho y pequeño muy pocos andan en él. Así que te felicito, eres uno de los privilegiados que van por este camino, cuyo final es la vida.

Y es que déjame decirte que muchos son invitados para andar en este camino, pero en realidad son pocos los escogidos. Dicho de otra forma, no cualquiera es cristiano, porque se requiere de valor y de un corazón dispuesto. ¿por qué es un gran reto?

"Bienaventurados (Felices) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí.

Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande...” (Mateo 5:3-12 NBLH)

El razonamiento de nuestro Señor es muy diferente al de este mundo. Aquí son dichosos los ricos, los que ríen, los que ocupan puestos importantes, los orgullosos, los que no padecen hambre, etc.; pero para Dios es lo contrario.

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Para Dios, el mayor en este mundo no es aquél que lo tiene todo o es servido por muchos; sino aquél quien sirve a todos los demás (Marcos 9:35).

Además, ser un hijo de Dios es un gran reto porque el Señor te da oportunidades y responsabilidades que te ayudarán a cumplir tus más anhelados sueños. Te da oportunidad de trabajar en su obra, y te da el poder y la autoridad para hacerlo (Lucas 10:17-19). ¿cuáles son esas oportunidades?

Ser Sal Y Luz Del Mundo (Mateo 5:13-14) En el diccionario podremos encontrar que la sal se usa como una figura de agudeza, sutileza. Esto quiere decir que es alguien muy sutil, que hace muchas cosas sin que se den cuenta. Así es la sal que se le pone a los alimentos, con un poquito que le pongas le cambia de gran manera el sabor y además los conserva.

Nosotros somos la sal de este mundo, con poco que hagamos podemos lograr que cambie, que las personas sean restauradas y sanadas de sus penas. A nosotros nos corresponde darle sazón a las vidas de las personas que andan en este mundo tristes, cansadas y deseando lo que ahora el Señor nos ha regalado.

De igual manera el Señor nos dice que somos la luz de este mundo. Y es que antes solíamos andar en oscuridad,

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nuestras vidas pasaban desapercibidas, sin brillo, perdidos en vicios, tristeza, penas, odio, rencor. Y es así como anda la mayoría de las personas en nuestras ciudades, así anda la gente en nuestros estados, en nuestro país y en el mundo: perdida, sin saber a dónde dirigirse porque andan en tinieblas. Pero ahora hemos visto la luz, y nos corresponde llevar esa luz a los demás, para que no se pierdan y encuentren también el camino que hemos encontrado.

Enseñar (Mateo 5:18-19) Ser la sal y la luz de este mundo, es tener el reto de caminar por este mundo llevando luz a los que andan en tinieblas, dando a las personas una razón de vivir, o darles sazón a su vida. Tú puedes ayudar ahora que has conocido la luz, puedes enseñarles el camino, puedes enseñar a los que no saben pero desean conocer lo que ahora tú sabes y conoces.

Aprender a perdonar (Mateo 5:21-23) Se nos ha enseñado a responder ojo por ojo y diente por diente, pero es diferente para Dios. Él nos enseña que debemos perdonar a todo aquél que nos ofende. Es algo bastante difícil, para aquél que no ha encontrado el verdadero amor; pero nosotros tenemos una ventaja, que hemos encontrado a Aquél que nos perdonó todo lo malo que habíamos hecho, y nos pide perdonar a quienes nos han ofendido, tal y como Él nos ha perdonado. En Mateo 18:2134, se nos cuenta una historia que nos explica el porqué debemos perdonar a los demás. Es muy fácil pelear, pero hemos aprendido qué es el perdón y podemos perdonar.

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Vivir en Santidad (Mateo 5:27-29) Esto es algo muy difícil por la gran cantidad de pornografía e inmoralidad que hay en tele, revistas, internet, etc. Somos bombardeados por una gran cantidad de ideas acerca de nuestra sexualidad, lamentablemente corrupta la mayoría, inmoral, obscena y en contra de la voluntad de Dios.

Hoy en día unión libre, homosexualismo, relaciones antes del matrimonio y fuera del matrimonio son algo común y hasta cierto punto aceptable. Pero el Señor diseñó las relaciones sexuales para nuestro deleite dentro del matrimonio.

El Señor advierte contra la fornicación y el adulterio. No por ser aguafiestas, como algunos te dirán, sino porque Él desea que disfrutemos de este regalo al máximo dentro de Su voluntad. Por decirlo de otra manera, las relaciones sexuales son “un regalo de bodas”, es algo que disfrutarás plenamente con tu pareja de toda la vida. ¿Qué pasa si abres un regalo antes de tiempo? ¿Si sólo por curiosidad le echas un ojito sin abrirlo completamente?

Cuando llegue el momento de abrirlo, sin duda alguna el regalo te seguirá gustando, pero no tanto como si te hubieras esperado para abrirlo hasta la fecha indicada. ¿Qué dirás a la persona que te lo obsequió al darse ella cuenta de que no causó la emoción que esperaba, y todo por qué ya sabías qué era?

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Esto mismo sucede con nuestra sexualidad, es mejor esperar a abrir el regalo hasta el día que nos ha indicado nuestro Señor, porque si no, tendremos remordimientos, tanto con Dios como para con quien será tu pareja; y tristemente la sensación de satisfacción será menor a la que tendrías si hubieras esperado hasta el momento que nos ha indicado el Señor y con la pareja que Él tiene para ti.

Cumplir Nuestra Palabra (Mateo 5:37) Es muy común escuchar que los jóvenes son los más desobligados en cuanto a responder promesas o a nuestra palabra. Pero ahora, como hijos de Dios, no podemos seguir así. Nuestro Señor Jesucristo nos enseña que nuestro “sí” sea sí, y nuestro “no” sea no. ¿Por qué?, porque Él es un Dios que cumple lo que dice, que cumple Su Palabra, y eso espera también de sus hijos. No seas de los muchos que suelen prometer muchas cosas y no cumplir ninguna, sé de los que digan algo y lo cumplan. Este tipo de personas y jóvenes valen más que los demás.

Amar A Los Demás (Mateo 5:43-48) El Señor Jesucristo amó incluso a los que le golpearon, escupieron y lo clavaron en una cruz; si Él no los hubiera amado, no hubiera dado su vida por ellos, y la biblia dice que Él dio su vida por todos los hombres (1 Timoteo 2:37). Así también quiere que amemos a todos, incluyendo a aquellos que nos insultan, nos golpean, nos ofenden. No cualquiera lo puede hacer, pero te recuerdo que nosotros tenemos a un Señor que nos dio el ejemplo y nos enseña a amar.

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Ser Dadivosos (Mateo 6:1-4) La palabra de Dios advierte que no obtendremos la salvación por nuestras buenas obras (Efesios 2:9), pero sí nos enseña que nuestra salvación debe producir buenas obras (Santiago 2:14-17). Esto quiere decir que si creemos que tenemos un Dios de amor, un Dios compasivo, un Señor que vino a este mundo a rescatar a los cautivos, a sanar a los enfermos y a dar al necesitado, entonces haremos lo mismo que Él hizo: “Dar al necesitado”.

No estoy hablando de sólo dinero, Él quiere que demos amor, gozo, paz, sanidad, liberación, luz, etc.; en pocas palabras, lo que tú has recibido de parte de Dios.

Algo maravilloso, es que la Palabra de Dios dice que todo lo que demos es semejante a sembrar una semilla en la tierra; tarde o temprano nos tocará cosechar de lo sembrado (Gálatas 6:7). Así que, a dar y sembrar lo que Dios nos ha dado.

Vida De Oración Y Ayuno (Mateo 6:5-8, 16-18) ¡La oración! Creo que es uno de esos temas en el que se puede saber mucho, y algunos suponer que todo, hasta que lo vives y descubres cosas nuevas. Los que somos hijos de Dios sabemos que “orar es platicar con el Padre Celestial”.

Entendemos que la oración es la forma que tenemos para poder comunicarnos y estar en comunión con nuestro precioso Señor. Es en oración que podemos hablar con Él y Él puede hablarnos también de muchas formas.

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Entre otras muchas cosas, es en oración que podemos: Pedir: y es que el Señor jamás nos desampara. Es bueno y necesario exponer nuestras necesidades al Señor, cualquier tipo de necesidad: materiales o de guía y dirección, etc. Hay una promesa al respecto: Si Dios cuida de los pájaros y de los lirios del campo, cuanto y más nos cuidará a nosotros que somos hijos suyos. Así que puedes pedir y confiar.

Desahogarnos: y es que al haber problemas o tristeza, penas, dolores, etc. Podemos venir confiados al Señor y derramar sobre él todo nuestro peso emocional.

Pedir por otros: a esto se le llama intercesión. Y es que podemos orar por nuestra familia, por amigos, por conocidos, por aquellos a quienes queremos compartirles nuestra fe, por aquellos que están pasando por momentos difíciles, etc.

El ayuno, que no es más que abstenerse de alimentos y de aquellas cosas que a tu carne le gusta (televisión, videojuegos, revistas, chatear, etc.) por un periodo de tiempo determinado; nos permite mantener a la carne sumisa a la voluntad del Espíritu.

Es un ejercicio espiritual que fortalece al espíritu. Ya que al abstenerte de lo que alimenta a tu carne y en vez de ello alimentas a tu espíritu: orando, alabando, leyendo la Palabra de Dios, etc. Te fortaleces espiritualmente y obvio en comunión con Dios. Un ejemplo: Jesús ayunó 40 días.

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Hacer Tesoros En El Cielo (Mateo 6:19-24) Para ser una persona con mucho dinero en esta vida, tienes que prepararte muy bien, conseguir un buen empleo o poner una buena empresa, gastar poco e ir guardando el dinero en el banco o invertirlo en terrenos o metales, y así lograrás tener una buena cantidad. Otras formas: encontrarse un tesoro escondido o sacarse la lotería. Ser un artista o personaje famoso, etc.

El sueño de muchos es llegar a tener mucho dinero; pero nuestro Señor nos enseña a que no nos aferremos a las riquezas materiales en esta vida, ¿por qué?

Todo lo material que logres juntar en esta vida, no te servirá cuando mueras, ¿o sí? Puedes tener muchas casas, pero ¿qué pasará si hay un gran terremoto y destruye todas?

Puedes tener muchos autos, pero ¿quién los manejará cuando mueras? Con dinero te compras cama, pero no el sueño. Te compras medicinas, pero no salud. Te compras casa, pero no un hogar. Con dinero puedes tenerlo todo, pero no la felicidad. Así que no es bueno afanarse por hacer bienes y riquezas materiales porque éstas se acaban.

Dios no está peleado con el dinero o las riquezas materiales, pero nos advierte que donde tengas tus riquezas allí tendrás tu corazón. Esto quiere decir que si amas más lo material tu corazón no estará con Dios, sino aquí en la tierra. Por el contrario, si amas las riquezas celestiales, tu corazón está con Dios.

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¿Cómo puedes hacer tesoros en el cielo? Dando lo mejor de ti a los demás: servicio, ayuda, amor, consuelo y compartiendo tus bienes materiales con los necesitados.

Confiar En Él (Mateo 6:25-34) La gente ha olvidado y ha querido hacer a un lado a Dios, pero sólo Él nos ofrece seguridad eterna, Él nunca nos dejará. El hace una promesa hermosa: busca primero el Reino de Dios, y Él se encargará de nuestras necesidades.

Paradójicamente, aquellos que han hecho a un lado al Señor en sus vidas, incluso aquellas sociedades que han olvidado los principios del Señor, hoy tienen “más adelantos”, pero muchos más problemas y necesidades emocionales y espirituales.

No podemos depositar nuestra confianza en nuestros conocimientos o adelantos, en nuestras finanzas, en otro hombre, porque ninguno de éstas opciones pueden ofrecernos certeza. Sólo el Señor puede ofrecerte y darte todo cuanto necesites. Él es fiel y verdadero. Nunca desampara a quien le obedece. Por eso el rey David decía: “Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25).

No Juzgar, Ni Criticar A Nadie (Mateo 7:1-5) Es tan común que nos fijemos en los errores de los demás y no tanto así en sus aciertos. Pero nuestro Padre quiere que aprendamos a poner nuestra mirada en Él y no en los demás.

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El Señor quiere que amemos a los demás, con sus errores y sus aciertos. Un amor incondicional, tal y como el que Él nos tiene.

Recuerda que Él nos ama a pesar de todo lo malo que somos, y quiere que hagamos lo mismo con los demás.

Quiere que aprendamos a amar a todos por igual. Así que cuando veas a alguien fallando, aliéntalo, dale la mano para que se apoye en ti, tal y como lo hace Jesucristo cada vez que tropezamos.

Pedir A Dios (Mateo 7:7-11) Nuestro Padre te va a dar todo lo que necesitas, sólo tienes que pedirle y listo. Y aunque Él sabe nuestras necesidades aun sin que lo pidamos (Mateo 6:7-8), le agrada que expresemos nuestra confianza al pedirle.

El Señor hace una hermosa comparación. Cuando un hijo pide a un padre terrenal algo que necesita, si el padre puede y lo tiene se lo dará por que ama a su hijo. Cuanto y más nuestro Padre Celestial nos dará todo cuanto necesitemos porque Él es amor. Así que podemos pedir al Señor, con la confianza de que Él nos dará.

Respetar La Regla De Oro (Mateo 7:12) “Haz por otros lo que quieras que hagan por ti”. Nadie mejor que el Señor Jesús para ejemplificar esto. Él nos pide que amemos a los demás, para ello Él nos amó primero, a tal grado que dio su vida por ti.

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Debemos aprender a dar a los demás todo aquello que nos gustaría recibir de ellos. Y nota que la Palabra de Dios no dice que nos van a regresar lo mismo, tan sólo dice que demos lo que nos gustaría recibir de vuelta.

Y es que la Palabra de Dios nos enseña que todo lo que s e m b r e m o s h a b r e m o s d e c o s e c h a r, p e ro n o necesariamente de la misma persona. Pero el hecho es de que si siembras una semilla de manzana, no vas a esperar que brote un árbol de naranjas. El mismo principio opera, si tú siembras (das) amor, vas a cosechar (recibir) amor, etc.

Seguir En Un Camino Duro (Mateo 7:13) Somos muy afortunados, porque hemos escogido el camino estrecho. Este es un camino que nos lleva a la vida eterna; pero por ser un camino y una puerta estrecha, obvio que es duro. Muchos seremos tentados en más de una ocasión a renunciar, pero recuerda que contamos con el Espíritu Santo que nos ayuda a seguir avanzando. Cada vez que vengan pruebas y momentos difíciles recuerda pedir y confiar; porque nuestro Señor está al tanto de nosotros, nos cuida y nos responde en todo momento.

Este camino no es para alta velocidad. Es un camino que requiere constancia y resistencia.

Dar Frutos (Mateo 7:16-20) Cualquiera dirá: “soy cristiano”; pero alguien que realmente ha conocido a Cristo tiene un cambio en su vida: hay fruto.

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La Palabra de Dios habla acerca de lo que dijo Jesús a sus discípulos (Juan 13:35), acerca de que alguien que dice ser seguidor suyo se reconocerá porque ama a los demás: no juzga, no pelea, no critica, ayuda incondicionalmente, busca la manera de servir a los demás. Esto nos habla de que un verdadero discípulo de Jesús se reconoce no por lo que diga, sino por lo que hace.

El recibir a Cristo en nuestro corazón produce en nosotros una nueva vida, una nueva vida que muchas veces no se refleja inmediatamente, pero esa nueva vida produce en nosotros cambios.

El dar fruto será algo natural en tu vida. Por ejemplo, cuando sientas que estás a punto de explotar contra alguien, el Espíritu Santo te recordará que tú ya no eres así y en ese momento puedes pedir al Señor que te enseñe a perdonar y amar, a controlar tu ira y enojo.

Otro de los frutos que darás inmediatamente es el deseo de querer compartir con los demás tu experiencia con Cristo.

Adelante, no tengas temor, enseña a tus amigos, familiares o conocidos acerca de Jesucristo.

Obedecer A Dios (Mateo 7:21-23) No todo el que dice ser cristiano lo es. No todo el que lleva Biblia bajo el brazo es de Cristo. No todo el que tiene un pecesito en el auto es hijo de Dios. No todo aquél que llega a un templo a orar o enseñar es de Cristo.

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Muchos aprendemos, pero no aplicamos lo que aprendemos, damos por hecho que saber es hacer. Pero, no se trata de sólo aprender de memoria lo que el Señor pide que hagamos, sino de aplicarlo a nuestras vidas.

Una clara señal de que alguien es de Cristo, es su obediencia a los mandamientos del Señor. Cuando tú obedeces sus mandamientos es como decir: “Señor, yo sé que Tú eres bueno y que sabes lo que es mejor para mí, por tanto lo haré, aunque para mí no tenga lógica”. Esto me recuerda a Pedro, después de todo un mal día de pesca, y el Señor le dijo echa la red sobre el otro lado. Pedro le obedeció diciendo: “Señor toda la noche hemos tratado de pescar, sin resultado alguno, pero porque Tú me lo pides eso haré”. El resultado fue una pesca increíble. levanta tu casa sobre la roca "Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. "Todo el que oye estas palabras Mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.”

(Mateo 7:24-27 NBLH)

Todo lo que has aprendido hasta hoy pueden ser bases sólidas para tu crecimiento en esta nueva vida, siempre y cuando las pongas en práctica.

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Alguien sabio no sólo escucha las palabras de Cristo, sino que las pone en práctica. El tonto cae en ruina porque tan sólo escucha las palabras, pero jamás las aplica. Así que es importante que apliques lo que estás viendo.

Un ejemplo: Si tomas un curso para poder manejar un automóvil, ¿de qué te va a servir si nunca te atreves a manejar uno? ¡De nada! Lo mismo sucede con la Palabra de Dios y toda enseñanza que recibas.

Otro ejemplo: Si un médico te da el medicamento para que sanes de una enfermedad, de nada te servirá comprarlo y ponerlo al lado de tu cama y no lo tomas.

Es mi deseo que lo que acabas de aprender a través de estas páginas sea de gran ayuda para tu caminar en Cristo. Pero para que funcione tienes que poner en práctica todo.

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que tu luz brille como la aurora Supongo que has escuchado en más de una ocasión que somos la luz del mundo. También se nos dice que nos corresponde llevar la luz a los perdidos. Pero muy pocos nos han dicho cómo hacer brillar esa luz.

Afortunadamente el Dios Eterno dejó establecido cómo ser Luz del mundo en Su Palabra. Ser un Hijo de Dios no es algo monótono ni aburrido, al contrario, es un enorme reto cumplir con lo que el Señor nos pide, hay que tener disposición y un corazón humilde y conforme al corazón del Señor. ¿Sabes qué ayuno quiero yo?, dice el Señor, Yavé: Romper las ataduras de iniquidad, Deshacer los haces opresores, Dejar libres a los oprimidos, Quebrantar todo yugo; Partir tu pan con el hambriento, Albergar al pobre sin abrigo, Vestir al desnudo, y No volver tu rostro ante tu hermano.

Entonces brotará tu luz como la aurora, y pronto germinará tu curación e irá delante de ti tu justicia, y detrás la gloria de Yavé.

Entonces llamarás, y Yavé te oirá; le invocarás, y Él dirá: Heme aquí... (Isaías 58:5-9a Versión Nacar-Colunga)

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Para ser un cristiano se necesita ser valiente, alguien muy especial para el Señor. Pero te recuerdo algo, no todos son escogidos porque hay muchos que se acobardan y no aceptan el reto que ofrece nuestro Dios.

A lo largo de la Biblia y de la historia, podemos ver cómo el llamado de Dios es constante a los jóvenes, porque en ellos puso la fuerza y muchos deseos de ser diferente a los demás. Él quiere que seas luz para los demás jóvenes. Para ello se requiere coraje y mucho valor, quizás puedas decirme “es que nunca he sido valiente”, pues déjame decirte que el valor te lo da el Señor, tú solo tienes que estar dispuesto.

Además, ser valiente no significa no tener miedo, sino tenerlo y estar dispuesto a enfrentarlo. cómo ser luz Veamos como ser luz del mundo, esa luz que tus amigos, familia, vecinos, etc, necesitan para se dirijan a la Verdad.

Romper Las Ataduras De Iniquidad (Isaías 58:6) Tenemos que ir en este mundo llevando la contraria al enemigo, y él vino para hurtar, matar y destruir. Él ha atado a las personas al pecado, por tanto nosotros como representantes del Señor Jesucristo debemos ayudarles a romper con esas ataduras, llevándoles la verdad.

Una atadura es lo que mantiene emocionalmente a una persona ligada a una vida de pecado. Es un patrón mental o

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de conducta que hace que una persona se haga daño a sí misma y dañe a otros.

Es como el elefante que desde pequeño lo mantienen atado a una estaca y una cadena en el suelo. Mientras es pequeño no tiene fuerza suficiente para arrancar la estaca, aunque lo intenta innumerable ocasiones. Finalmente se da por vencido y crece creyendo que nunca tendrá la fuerza para soltarse. Eso pasa con las personas, el enemigo las mantiene atadas al pecado y no saben que pueden romper con esa atadura. Tiene que venir alguien que ya ha sido liberado a enseñarles que pueden ser libres. Y esa es nuestra función: orar y compartir la buena nueva de salvación, de amor y de perdón a esas almas.

Deshacer Los Haces Opresores (Isaías 58:6) Un hace opresor es el hilo de cáñamo que se usa para atar el yugo al cuello de algún animal.

El yugo es aquella circunstancia o ley en la carne que satanás pone sobre las personas para tenerlas bajo su dominio. Y el Señor nos pide que ayudemos a las personas desatando el yugo para...

Dejar Libres A Los Oprimidos Y Quebrantar Todo Yugo Es nuestro llamado continuar con lo que inició Jesús, liberar a los oprimidos. Así como los demonios salían huyendo ante Su presencia, dejando libres a las personas, de igual manera huirán delante de nosotros.

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Es a través de tu vida que el Señor se acercará a una persona atada al pecado, con el yugo impuesto por satanás atada a su cuello, y le dirá: “Y ahora, quebraré su yugo sobre ti, y romperé sus cuerdas (hoces)” (Nahum 1:13). ¡Sí! Es a través de tu vida que el Señor dará cumplimiento a esta promesa.

Es a través de ti que el Señor Jesús sigue obrando en esta tierra trayendo libertad a los cautivos.

Partir tu Pan con el Hambriento (Isaías 58:7) En otras palabras, debemos aprender a compartir. Eso fue algo que caracterizaba a la Iglesia en el principio, todos los bienes lo tenían en común, todo era de todos.

Desde el Antiguo Testamento podemos ver la preocupación del Señor por los necesitados (Exodo 23:11; Salmo 10:12). Y es que por gracia hemos recibido lo que tenemos, por tanto debemos dar de gracia al hambriento, y esto no es sólo espiritual. Cristo nos dejó el encargo de cuidar a los pobres (Mateo 19:21; Romanos 15:26).

Albergar Al Pobre Sin Abrigo (Isaías 58:7) Todo lo que tenemos, bienes materiales y espirituales, le pertenecen al Señor; nada es nuestro, por tanto, tenemos que compartirlo con los que no tienen. albergar no sólo significa darle lugar para reposar, significa también dar protección. Por tanto, el Señor nos dice, protege al que está desprotegido, cuida de los débiles, etc. (Hebreos 13:2).

Vestir Al Desnudo (Isaías 58:7) Ayudar al que no tiene para cubrirse físicamente, pero

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también la desnudez se refiere a la vergüenza; por lo que podemos entender que el Señor nos pide que ayudemos a salir adelante a las personas.

No Volver Tu Rostro Ante Tu Hermano (Isaías 58:7) En otras palabras, no dar la espalda a los hermanos que están sufriendo, o no dejar de ayudar a un hermano tan sólo porque no coincide contigo en sus puntos de vista.

Si te das cuenta, estos puntos nos hablan de Dios pidiéndonos amar al prójimo. Jesús mismo dijo que el segundo mandamiento más importante: es amarás a tu prójimo como a ti mismo. En Mateo 5:43-47 nos pide amar a nuestros enemigos, bendecir a quienes nos maldicen, hacer bien a los que nos odian y orar por los que nos roban o nos persiguen para hacernos daño. También nos enseñó que aquel que dice amar a Dios, pero no ama a su prójimo: es un mentiroso. obtendremos recompensas Sabemos también que nuestro Dios es un Padre que le gusta recompensar a sus hijos. Y también tiene preparado recompensas para quienes puedan lograr cumplir con los deberes para con los demás. Estas recompensas son las siguientes: Nuestra Luz Será Como La Aurora (Isaías 58:8) ¿Has visto un amanecer?, es realmente hermoso. En un

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momento está oscuro y segundos después comienza a brillar la luz del sol y la oscuridad comienza a desaparecer.

Así será tu luz, hermosa y grande. La luz de la aurora penetra la más terrible oscuridad que existe antes del nuevo día, y va en aumento hasta que la oscuridad desaparece totalmente.

Por eso el Señor dice que somos la Luz de este mundo, porque nuestra luz brillará inmensamente para que aquellos que anden perdidos en tinieblas puedan ver en nosotros la Luz del Señor y así vengan corriendo a buscar la Luz de Dios.

Pronto Germinará Tu Curación (Isaías 58:8) “...tu salvación se dejará ver pronto...”. Nuestro deseo es poder reflejar a Cristo lo más pronto posible, y esto es lo que significa este punto, que al tomar en cuenta todo lo anterior nuestra salvación se notará más rápido. Porque es el primer reflejo de nuestra nueva vida, el amor que mostramos hacia Dios y hacia los demás. nos ha dado autoridad En una clase de administración aprendí que para delegar responsabilidades a un trabajador, y éste pueda cumplirla correctamente, es necesario darle la autoridad necesaria, y esto mismo ha hecho el Señor para asegurar que cumpliremos con su mandato.

Este principio fue instituido por Dios desde el principio. A Adán le dio el trabajo de cuidar de su jardín, y para ello le dio

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el señorío y autoridad sobre los animales (Génesis 1:27-30).

A Moisés, para que pudiera libertar al pueblo de Egipto le dio poder (milagros) y autoridad para cumplir con dicha tarea (Exodo 4:1-12). A Sansón, para poder juzgar sobre Israel y acabar con los filisteos opresores le dio poder (Jueces 13:5,24-25). Y así muchos ejemplos más.

A nosotros nos da también poder y autoridad para poder ser luz en este mundo: Irá Delante De Ti Tu Justicia (Isaías 58:8) Nuestra salvación se refleja desde el nuevo nacimiento, es decir, que todas las cosas viejas han muerto, de ahora en adelante verán en nosotros un cambio, lo cual nos ayudará a dar testimonio de quién es Dios.

Un caso de la vida real: Durante la secundaria y parte de la prepa fue un “looser”, era golpeado y molestado por otros chicos, en más de una ocasión le quitaron su lunch y hasta su dinero para no ser golpeado. Las chicas no le hacían caso, algunas se burlaban de él. Le ponían apodos horribles. Pero diez años después, nadie esperó un gran cambio en él. Se hizo la reunión de generación, y al llegar al salón todos esperaban al “tonto” aquél que recordaban, el hazmerreír de los demás. Pero ahora que lo veían, pudieron ver una persona llena de gracia y encanto, y que además trasmitía eso bueno a las demás personas. Alguno que otro se acercó a pedirle perdón por su comportamiento durante sus días de estudiante. Pero en el momento en que le preguntaban que había pasado en su vida, él respondía: “Tengo a Cristo

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en mi corazón”.

Cristo cambia las vidas. Él nos regresa aquello que nos fue quitado. Atrae la atención de las personas hacia nosotros, para que podamos guiar la mirada de ellos hacia Cristo.

Cuando los demás vean el milagro que Dios ha hecho en tu vida, comenzarán a desear aquello que ahora tienes. Dios comienza a trabajar a través de ti para alcanzar a otros. Es la autoridad y el poder que te da para ser luz. Con tu testimonio podrás hacer muchas cosas. Así que dispón tu vida para que Él opere los cambios necesarios y utilice tu vida para alcanzar a otros.

Detrás La Gloria De Yavé (Isaías 58:8) Me gusta recordar lo que llegó a sucederle al apóstol Pedro, quien al ir caminando, podemos ver el cuadro completo que nos indica Isaías. Delante de él, iba la gracia de Dios reflejada en su vida, el amor y la salvación de Cristo fluyendo delante suyo; pero detrás de él, su sombra iba sanando, ¿por qué?

Porque la gloria del Señor iba detrás suyo (Hechos 5:15). Eso mismo pasará contigo, a donde quiera que vayas, el poder del Espíritu Santo irá detrás de ti haciendo milagros y prodigios. ¿Por qué atrás? Para que comprendamos que no somos nosotros los que hacemos la obra, sino el Señor. El Espíritu Santo no requiere de nosotros más que disposición para hacer las maravillas. El Señor es quien hace la obra y nos ha

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pedido que seamos portadores de Su gloria y poder.

Lo que no debemos perder de vista es que el Señor nos pide que nos preocupemos por mantener una comunión íntima con Él. A Dios le interesa lo que haces, pero no tanto como tener una relación contigo. Así que no debemos preocuparnos tanto por ser reconocidos por los demás, sino de ser reconocidos por nuestro Padre.

Permite que la Gloria del Señor vaya detrás tuyo, y no te olvides que las manifestaciones de poder del Señor no son causadas por nosotros, sino por Dios mismo.

Invocarás Al Señor Y Te Responderá (Isaías 58:9) ¡Qué hermosa promesa! Podrás decir: “Señor”, y Él te escuchará; le pedirás y hablarás con Él, y Él estará atento a escuchar lo que tengas qué decir; y lo más importante, Él te responderá (Mateo 18:18).

Clamarás Y Él Dirá: Heme Aquí (Isaías 58:9) Cada vez que digas: “Señor te necesito”, Él te dirá: “Aquí estoy, ¿qué necesitas?”. Cuentas con la ayuda de Aquél que es capaz de resolver todo con solo ordenarlo. Cuentas con la ayuda de Aquél a quien todo lo que existe en el universo tiene que obedecer.

Ahora ya sabes que tienes poder y autoridad para cumplir con la tarea que el Señor te ha encomendado, así que ¡adelante!, tienes todo para cumplir con tu propósito.

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capítulo 3

que tu luz brille en la oscuridad Cuando quites de ti el yugo, El gesto amenazador y el hablar altanero, Cuando des de tu pan al hambriento y Sacies el alma indigente.

Brillará tu luz en la oscuridad, y tus tinieblas serán cual mediodía.

Yavé será siempre tu pastor, y en el desierto hartará tu alma y dará tu vigor a tus huesos. Serás como huerto regado, como fuente de aguas que no se agotan; y serán edificadas por ti las antiguas ruinas, y alzarás los cimientos de generaciones y generaciones, y te llamarán reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar. (Isaías 58:9b-12 Versión Nacar-Colunga) El peor enemigo que te encontrarás, el que más resistencia te dará para hacer la voluntad del Señor en tu vida serás tú mismo, tu mente, tus pensamientos, tu autoestima. Así que debemos de: renunciar Quitar De Ti El Yugo (Isaías 58:9) Librarte de toda carga, de todo el viejo hombre y sus antiguos hábitos pecaminosos, de todo aquello que te impide ser feliz y servirle al Señor, por eso podemos leer que se nos invita a despojarnos del viejo hombre. Quitar de encima de ti todo odio, rencor, enojo, maldición, crítica, vicio, sentimientos de culpa, soledad, etc.; en el mismo instante en que estés dispuesto a que el Espíritu Santo obre en tu vida para hacerte completamente

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libre podrás ver que toda la carga (el yugo) que te impide ser libre desaparecerá.

Quitar El Gesto Amenazador ¿Difícil? Para muchos de nosotros es casi imposible poder quitar ese gesto de “no me mires feo porque no respondo”.

Pero el Señor nos pide que no seamos rencorosos, mucho menos groseros. Él quiere que aprendamos a mirar con sus ojos, a mirar a los demás con misericordia también. No quiere que andemos por las calles, y menos en nuestras congregaciones, con una actitud de “¿qué me ves?, ¿te caigo mal?”. Al contrario, quiere que donde estemos y andemos, mostremos Su amor y misericordia, que demostremos el amor que ha puesto en nuestras vidas. Para que esto suceda, debemos llenarnos primeramente con Su amor y anhelar diariamente Su presencia. Recuerda que no podemos dar aquello que no tenemos.

Quitar El Hablar Altanero (Isaías 58:10) ¿Has enfrentado la actitud de “Yo soy la última coca cola en el desierto”, “soy mejor que los demás”? A eso le llamamos vanagloria, orgullo, etc. Y nosotros no podemos albergar tales actitudes, ya que ninguno de nosotros es superior a los demás, todos fuimos comprados con la misma sangre, todos fuimos rescatados de lo más vil. Por decirlo de alguna manera: todos somos ositos de peluche remendados, ninguno venía de fábrica y sin parche. Debemos recordar que nuestro hablar debe ser “bendición” para otros, y glorificar el nombre del Señor.

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Tampoco podemos jactarnos de “siempre he hecho lo correcto”. Tal actitud y palabras tenían los fariseos, por lo que Jesús siempre les decía: “Yo no vine a ustedes, vine a los que están enfermos y necesitados” (Mateo 9:13). Al pretender considerarnos perfectos e intachables, nos descalificamos a nosotros mismos e incluso la Biblia dice que nos hacemos mentirosos.

Tampoco podemos estar comparándonos con los demás: “Yo si hago bien, no como los demás”. Lo mismo decían los fariseos (Lucas 18:9-14), y hasta lo hacían mientras oraban condenando y señalando a los demás; pero Jesús reprueba este acto.

promesas y recompensas Yavé Será Siempre Tu Pastor (Isaías 58:11) Como siempre, el Señor nos capacita para poder cumplir con lo que nos pide. Ahora nos da como promesa el que siempre estará guiándonos, pastoreándonos. Así que no tengas temor, porque cuando no sepas cómo hacer algo, cuentas con la dirección del Buen Pastor. No puedes fallar porque lo único que tienes que hacer siempre es pedir al Señor Jesús dirección y Él te guiará.

Es tan firme su promesa que te recuerda lo siguiente: “Clama a mí y yo te responderé” (Jeremías 33:3). Así que no temas errar en el camino porque cuentas con la brújula que

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te indicará por donde ir.

Brillará Tu Luz En La Oscuridad (Isaías 58:10) Donde quiera que haya tinieblas, se dejará ver que tú eres diferente, tu luz brillará. Serás como la luz de neón, no importa que tan oscuro esté alrededor, tú te mantendrás brillando.

Donde quiera que haya necesidad, tú podrás llevar aliento, luz, consuelo, amor, etc. El Señor suplirá las necesidades a través de ti.

Tus Tinieblas Serán Cual Mediodía (Isaías 58:10) Primero déjame decirte que SU LUZ admirable penetrará, si tú lo permites, cada área de tu vida, aún las más oscuras.

Puedes estar seguro de que la Luz del Señor resplandecerá y se acabarán los momentos tristes, porque los llenará de gozo; se acabará la soledad, porque los inundará con Su Presencia; se acabará el temor, porque te inundará con Su Amor; etc.

Incluso aquellos momentos más difíciles y oscuros de tu vida, pasada o por venir, dejarán de ser maldición ya que no te consumirán en el dolor, en la soledad, en los vicios, en el pecado. Podrás ver que todo lo que el enemigo quiera hacer para lastimarte, el Señor lo convertirá en bendición para tu vida, y lo convertirá en experiencias que te ayudarán a bendecir a otros que pasan por lo mismo.

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Yavé Hartará Tu Alma Y Dará Vigor A Tus Huesos Otra promesa hermosa de parte del Señor: no importa que andes en el desierto más terrible, Él siempre te sustentará.

No permitirá que decaigas o desfallezcas, siempre te dará nuevas fuerzas, como las de búfalo (Salmo 92:10). Los problemas ahora no lo serán más, sino que serán pruebas, escalones que te ayudarán a crecer, que te permitirán alcanzar un nuevo nivel de vida y ser más como Cristo.

Serás Como Huerto Regado Considero que has visto un jardín que siempre está siendo cuidado y regado. Siempre estará lleno de vida, lleno de flores y vida. Esa es la imagen que el Señor quiere brindarte.

De hecho tendrías que recordar el Jardín en Edén, ya que era un huerto regado por un río.

Siempre habrá vida en ti. Siempre reflejarás la vida de Cristo y habrá vida y frescura fluyendo en ti y a través de ti. Tu vida será como un huerto regado porque de tu interior correrán ríos de agua viva (Juan 7:37-38). Lo cuál nos lleva a que...

Serás Como Fuente De Aguas Que No Se Agotan Y esto significa que siempre podrás beber y dar de beber al sediento. Atraerás sobre ti nuevas bendiciones y una unción fresca cada día de tu vida.

Además, se acercarán a ti muchos que necesitan beber del pozo de agua viva que tú has encontrado, y tú tienes el cántaro para darles de beber.

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Serás Reparador De Brechas Y Restaurador De Sendas (Isaías 58:12) Reparar brechas no nos habla de hacer caminos nuevos, sino de restaurar aquellos caminos y sendas que alguna vez fueron transitados, pero que la gente ha olvidado.

Nuestra sociedad cada día se aleja más del Camino a la Vida, que es Jesucristo. Cada día que pasa es una senda menos transitada, una brecha que ha comenzado a deteriorarse y a esconderse de la vista de las personas porque no es pavimentada, es terrecería, es un camino pesado, pero su destino es el mejor. Lamentablemente, las personas han preferido un camino más fácil, un camino pavimentado con filosofías y humanismo. Un camino bastante ancho y más fácil de transitar, pero su destino es fatal.

Tú has sido llamado para mostrar a otros el camino a seguir, podrás ayudarles reparando la brecha y la senda por la que deben seguir. Les ayudarás a encontrar el camino para que puedan restaurar lo que el enemigo destruyó en sus vidas.

Serás instrumento en manos del Señor para sanar heridas, reconciliar familias, etc. ¡Sí! Tu luz brillará aún en la más terrible oscuridad.

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capítulo 4

volarás en las alturas Cuando te abstengas de pisotear el Sábado y De ocuparte en tus negocios en mi día santo, y Llames al Sábado delicioso, y Venerable al (día) santo de Yavé, y Le honres no haciendo tus viajes, Ni arreglando tu negocio ni hablando de él, Entonces te gozarás en Yavé, y te haré remontar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la herencia de Jacob, tu padre, pues la boca de Yavé ha hablado. (Isaías 58:13-14 Versión NacarColunga) ¿Qué se requiere para hacer grandes cosas en la tierra? ¿Habilidades y talentos extraordinarios? ¿Grandes manifestaciones de los dones espirituales? ¡No! El Señor sólo requiere de ti la disposición para obedecerle. Él solamente te pide que cumplas con Su Voluntad (Isaías 58:13), del resto se encarga Él.

Aunque mucho se discute sobre guardar o no el Sábado: que si es de la ley o no, que si está vigente o no; no hablaré de un día en especial, puesto que ya todos sabemos que no se trata de apartar un sólo día para el Señor, sino de vivir todos los días para Él. Y esto me lleva a lo realmente importante: ¿Estás apartando al menos un día para el Señor? ¿Has intentado guardar un día para cumplir con la Voluntad del Señor? ¿Te has levantado al menos un día a la semana diciendo: “Señor, hoy haré TODO lo que me pidas”?

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apartar para hacer su voluntad Guardar o apartar un día para el Señor no consiste en ir al templo y encerrarse en Él todo el día. Tampoco se refiere a encerrarse a orar y ayunar todo el día. Guardar el día para el Señor nos habla de no hacer nada que nos desvíe de SU voluntad, a no hacer nada que el Señor no nos ha pedido hacer.

No Hagas Tus Negocios (Isaías 58:13) En otras palabras: “No hagas tu voluntad”. En la Biblia de las Américas podemos leer: “No hagas lo que te plazca”. Y es que lo que el Señor nos está pidiendo es que nos dediquemos a hacer Su voluntad.

Los errores más comunes que cometemos son: 1) Suponer que porque soy cristiano y voy a culto los domingos ya estoy haciendo la voluntad del Padre; 2) Suponer que porque sirvo en algún ministerio de la iglesia ya estoy haciendo la voluntad del Padre; 3) Suponer que porque voy un día completo a la iglesia a orar y ayunar ya estoy haciendo la voluntad del Padre.

Esto mismo pensaron tanto el fariseo como el levita de la ilustración del buen samaritano que Jesús dio (Lucas 10:2537). Y es que hacer la voluntad del Padre no consiste en sólo encerrarse en cuatro paredes, y no olvidemos que Jesús no vino a promover cultos, sino en salir y acercar el Reino de los cielos a los necesitados. En llevar el evangelio con palabras pero también con obras a los que aún están afuera.

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No Hacer Tus Viajes (Isaías 58:13) Esto es, no sigas tus propios caminos. No te vayas por aquello que tú consideras es correcto. Pregunta siempre al Señor y sé sensible a la dirección del Espíritu Santo. Ejemplo de esto lo podrás ver en: FELIPE, quien deseando noblemente llevar el evangelio a multitudes, fue instruido por un ángel del Señor a ir por un camino poco transitado, y motivado por el Espíritu a compartir el evangelio a una sola persona (Hechos 8:26-29).

PABLO, quien teniendo el noble deseo de compartir el evangelio, fue impedido por el Espíritu Santo (Hechos 16:6); y luego quiso ir a un lugar y nuevamente fue impedido por el Espíritu (Hechos 16:7).

No Arregles Tu Negocio, Ni Hables De Él No busques la fama en lo que hagas. No busques el aplauso de la gente. Busca que el Señor obre en y a través de tu vida, pero que tu mayor interés sea el reconocimiento de tu Señor, no el de la gente.

No busques tu beneficio en lo que hagas. Lo que des, dalo sin esperar nada a cambio, “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). Intenta hacer algo por alguien que no pueda pagarte por lo que has hecho (Lucas 14:13-14). Y sigue el principio que enseñaron Pablo y Pedro: no te vayas tras ganancias deshonestas, es decir, no lucres con el evangelio (1 Timoteo 3:3,8; Tito 1:7,11; 1 Pedro 5:2).

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las recompensas Te Deleitarás En El Señor (Isaías 58:14) Siempre tendrás gozo, a pesar de las pruebas y tribulaciones. Y es que tendrás la certeza de que, pase lo que pase, Él te ama y estará siempre contigo. Llegarás a la comprensión de que: “Todo ayuda a bien, a los que le aman” (Romanos 8:28).

Te Remontará Sobre Las Alturas De La Tierra Nunca busques que sea el hombre quien te glorifique o te alabe, porque esta alabanza es pasajera. De hecho, si así lo haces, estarás perdiendo la alabanza celestial porque la alabanza de los hombres será la única que obtengas (Mateo 6:1-2).

No busques los primeros lugares, nunca te exaltes a ti mismo. Permite que sea el Señor quien te alabe, quien te coloque en el lugar en donde debes estar. Él mismo lo dijo: "Cuando seas invitado por alguien a un banquete de bodas, no tomes el lugar de honor, no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: 'Dale el lugar a éste;' y entonces, avergonzado, tengas que irte al último lugar. "Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, ven más adelante;' entonces serás honrado delante de todos los que se sientan a la mesa contigo. "Porque todo el que se engrandece, será humillado; y el que se humille será engrandecido." (Lucas 14:8-11). Él es quien te colocará como

cabeza.

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Todos anhelamos el reconocimiento. Existe una parte de nosotros que desea el reconocimiento de los demás, y eso no es malo; lo malo es no permitir que sea el Señor quien nos de a conocer por Su obra en nosotros y a través de nosotros. Recuerda que nuestro llamado no es para que nos vean a nosotros, sino para que vean a Cristo a través de nosotros.

No olvidemos lo que Jesús mismo dijo: "Si alguien desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos." (Marcos 9:35).

Te Alimentará Con La Heredad De Jacob (Isaías 58:14) ¿Cuál es la heredad de Jacob? Es la tierra que Dios prometió a su pueblo Israel, una tierra fructífera, una tierra donde fluye leche y miel, a pesar de estar rodeada de desierto.

Su promesa es clara: “Nada te va a faltar”. Él te prosperará en todas las áreas de tu vida, de tal forma que nada te faltará.

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conclusión Has sido llamado a ser Luz y Sal de la tierra. No es una tarea fácil, se requiere de valor y esfuerzo. Y Dios te ha escogido.

Ser un hijo de Dios representa una gran oportunidad. Él te creó y te conoce a la perfección, y ha preparado una gran aventura llena de emociones y situaciones que te permitirán utilizar y desarrollar todas tus habilidades, dones y talentos para el beneficio de los demás. Has sido llamado a ser diferente a los demás, has sido llamado para dejar huella en este mundo.

El Señor tiene un plan maravilloso para ti y lo único que necesita es tu disposición para que vivas esta gran aventura caminando a su lado. Te llenará cada día de nuevas experiencias con Su Santo Espíritu.

Caminar por fe, caminar en este mundo lleno de tinieblas llevando la luz a los necesitados, ser la sal que evite que las personas terminen corrompidas por el pecado, caminar como hijo de Dios, como una oveja en medio de lobos es un gran reto, así que ¡anímate! y aprovecha la oportunidad que Dios te ha dado y sal a vivir la aventura más grande de tu vida.

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aventura más grande El Señor nos ha encomendado ser la luz del mundo, y esto es un gran reto y una gran aventura, ya que sólo los que él ha escogido pueden realizar esta tarea.

En este librito, tú verás cómo los jóvenes hemos sido llamados para ser parte de esta gran aventura, para ser parte del mayor reto en tu vida.