No metas la pata

No metas la pata

Errores en el noviazgo

LAS CRĂ“NICAS SEXUALES

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C AP Í TU L O 7

Errores En El Noviazgo

Bueno, esa sesión llegó a su final. Y aprendí, como nunca antes, acerca de cómo asegurar un buen noviazgo. Y no sé por qué, pero creo que estás muriendo de curiosidad por conocer lo que aprendí.

Llegué al punto interesante. ¿Cómo le hacía para que la chica destinada para mí, se fijara en mí? ¿Cómo hacerle para que se diera cuenta que yo era el chico para ella? ¿Cómo hacerme notar? Y si me decía que sí ¿có-

mo no regarla y perderla? ¡Ah!, ¿por qué es tan difícil?

Afortunadamente ya existe la Internet, Google y Wikkipedia. Digo, ¿no sabes acerca de algo? Búscalo en Google y lo hallarás. Así que: ¿Cómo 1

consigo novia? Y venían unos tips maravillosos eh.

sar en todo lo que tenía que recordar y aprender para ‘conseguir novia’.

Por ejemplo:

Lo mejor que me pudo pasar fue que se comenzó un ‘club de solteros: desesperados anónimos’. ¡Sí!, en ellos nos contábamos anécdotas acerca de nuestros noviazgos o intentos fallidos. La verdad que fue muy ilustrativo.

(1) No uses mucha colonia. ¡Ah caramba! ¿Hay que usar colonia? Yo pensé que mi olor natural las atraería, con eso de que contiene feromonas.

(2) Ve a lugares frecuentado por mujeres. ¡Ah!, con razón el Chicharito Hernández al ir al cine entraba a ver películas cursis, porque allí abundan las mujeres. Bueno, pues sacrificios, a cortarme el cabello en estéticas y a pasear más seguido en las tiendas departamentales, más cuando hay ventas nocturnas.

– Yo fallé porque no quise abrir los ojos –dijo la primera valiente.

Según nos contó, ella sabía el tipo de chavo que era su ex, ya había tenido varias novias antes que ella, pero supuso que “ella” lograría cambiarlo. Y por más que los papás y amigas le decían: ¡No te conviene! A ella no le importaba, “¡Es que lo amooo!”, solía decir. Hasta que descubrió lo que muchos le decían: “Lo vimos con otra”.

(3) Sé gracioso. Así que me dispuse a aprender todos los chistes de Pepito habidos y por haber.

(4) Aprende a coquetear. Me metí a curso intensivo de cómo arquear la ceja, sonreír de lado y hacer que los pectorales brincaran.

Para ese momento se le hizo un nudo en la garganta, y antes de que comenzara a estallar en lágrimas, alguien más del club dijo:

(5) Muestra interés en ella. Eso sí me costó un poco más, porque tenía que comenzar a hablar, para provocar que ella hablara y prestarle atención.

– ¿Han escuchado que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus? ¿Quién no? Famosísimo libro. Y entonces que se anima y nos cuenta que ella había sido atraída por alguien totalmente diferente a ella.

Y un sin número de consejos más, tantos que me frustré con sólo pen2

YUGO DESIGUAL Existe la idea generalizada de que, como el amor todo lo puede, se puede cambiar la naturaleza de alguien al aceptar andar con él(ella). La justificación “polos opuestos se atraen”. Pero este tipo de relaciones suele ser frustrante y peligroso, y por lo general, el final suele ser muy doloroso y triste.

Que sus mundos eran totalmente diferentes, y que sabía incluso que al andar con él ponía en riesgo sus propios valores (cualquier parecido con la novela de Crepúsculo fue mera coincidencia o pirataje de parte de Stephenie Meyer). Pero bueno, los polos opuestos se atraen, ¿qué no? Y eso pensaba, hasta que oí de sus labios lo catastrófico de su relación. Y es que nos contó algunas cosas que hizo ‘por amor’, cosas que ni siquiera nos hubiésemos imaginado que hizo.

¿Has notado que cuando alguien hace eso, casi todos vemos que hace o que dibuja en el suelo? Buena táctica para atraer la vista de los demás hacia otro lado y no a tu rostro.

Como ya se estaba poniendo tenso el asunto, y para no someterla a más vergüenza otra amiga habló:

Cuando escuché lo que dijo, yo pensé: ¡Qué tonta!, ¿qué no un noviazgo es para andarlo presumiendo? Pero, bueno parece que no es así para todos. Resulta que a ella no le daban permiso de tener novio. Por tanto apareció alguien en su vida, tierno, lindo, cariñoso, amable, y sobre todo que comprendía su situación y por tanto estaba dispuesto a hacer el “enorme sacrificio” de que fuesen novios sin que le dijesen nada a nadie.

– Pues yo la regué en el momento en que acepté ser su novia a escondidas –dijo esta amiga agachando la cabeza y jugando su pie en el suelo.

– Todo iba muy bien al principio, pero me comenzó a disgustar algunas actitudes que tomaba cuando le hablaba o mandaba mensajes los fines

– No inventes, ¿en serio lo hiciste?

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de semana. Y tampoco quiso estar conmigo el 14 de febrero.

– ¡Ai no inventes!, y ¿tú qué culpa tienes? –dijeron luego luego las demás.

El relato de las cosas que le fastidiaron continuó, hasta que nos dijo que finalmente descubrió por un lado que tenía otra novia en otra escuela y que por eso le convenía que no dijesen nada. Pero lo peor fue que poco después descubrió que el tipo era casado.

– ¡Sí!, ahora lo sé. Pero no saben cuántas veces regresamos porque me llamaba diciéndome que estaba muy enfermo. Y ¡sí! se ponía muy mal. Porque iba a verlo y entonces aceptaba ser su novia otra vez porque no me gustaba verlo así.

Asu mecha, con razón me cuesta tanto conseguir novia, pensé. Además de todo, tengo que pelear contra casados.

– Pero eso es chantaje amiga.

– ¡Ya lo sé!, pero pues así me sentía.

– ¿Qué tal los celos? –dijo alguien más.

– ¿Cómo llegamos a pensar que él lo es todo? –dijo una amiga más.

¡Oh!, celos. Destructivos.

– Mi noviazgo terminó porque no pude controlar mis celos. Le revisaba el celular, entraba a su cuenta de face y su correo.

Y comenzó a contar su experiencia.

Y su error fue pensar que tenían que estar todo el tiempo juntos. Nos dijo que su noviazgo se volvió una cárcel.

Ella quería ir a un lugar con sus amigas, y su novio no se lo permitía porque él no iba a estar. Llegaron al extremo de creer que no podían continuar su vida si no estaban juntos.

– Pero, ¿qué mala onda? Eso es privado, ¿qué no confiabas en él, pues?

–se me ocurrió intervenir.

– ¡Sí!, pero no confiaba en las lagartonas de sus amigas.

– El día que terminamos no había un momento en que no dejara de hablarme o mensajear diciéndome que no iba a poder continuar. Que se mataría; o que si le pasaba algo sería mi culpa, porque yo era su vida.

– ¡Ya vos migue!, suenas igualita a mis papás. “En ti si confío, pero no confío en tus amigos”.

– Pero yo tuve razón, porque me encontré que se mensajeaba con alguien más y por eso le pedí que deja4

LA PRUEBA DE AMOR Clásica historia: Me pidió la prueba del amor y, la verdad no quería, no me sentía lista, pero tampoco quería que se fuera con otra que sí se lo diera, así que lo hice con él...

Y aun así me dejó por otra.

ra de ser su amigo. Y le explique que ‘yo era la única amiga que él necesitaba’.

– ¿Y qué dijo? –preguntamos bien interesados, como que a todos nos ha pasado, ¿verdad?

– ¡Que no tenía por qué hacerlo! Y que mejor terminábamos.

Todos intercambiamos miradas. Pero pues quedamos viendo finalmente a la única amiga que faltaba por contar su anécdota. Yo creo que se sintió tan incómoda con las miradas de todos sobre ella que nada más dijo: – Pues yo lo clásico. Me pidió la prueba del amor y... pues no quería que se fuera con otra que sí se lo diera, así que lo hice con él... Y aun así me dejó por otra. ¡Todos los hombres son iguales! Desvergonzados, abusivos, poco hombres, y así cada una de mis amigas aportó adjetivos a los hombres, hasta que recordaron que habíamos allí dos de esos seres despreciables.

– Bueno ¡Todos los hombres!, excepto ustedes Julito y Felipe.

O sea, ¿Julito y Felipe no somos hombres... o no somos iguales a los demás?

– Pues mi noviazgo se terminó porque a mí comenzó a exigirme que cambiara -dijo Felipe.

– Pero ¿qué tiene de malo hacer algunos cambios?

– ¡Sí!, pero ¿al punto de exigirme que hasta dejara de comer chocolate porque a mí me gusta y a ella no?

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– ¡Ai que exagerada!

zón para decidir. El amor no se trata de elegir lo que más me apasiona, sino lo que más me conviene.

Yo me comencé a reír porque somos malísimos para juzgar. Apenas escuchamos algo y ya estamos emitiendo un juicio: “¡Qué mal!”. Pero cuando terminamos de escuchar, ¡ah no, pus qué bien!

(2) Conocer antes de decidir amar. Decidí aprender de mi experiencia: nunca más me iría con la primera que me gustara, porque quizás me volviesen a cambiar por un modelo mejor o más nuevo. Así que primero conocería a las personas para que no entrara a un noviazgo con alguien mal intencionado.

– Y ¿tú Julito?

– Bueno, pues mi experiencia fue la romántica. De pronto vi a una chica muy hermosa, me gustó y al mirarla noté que le gusté porque me devolvió la sonrisa con coquetería. Me le acerqué y me dijo que sí esa misma noche. Pero, al otro día me cambió por alguien mejor. La vi besándose con alguien más.

(3) Aprender a ser feliz solo y con mis amigos. Para que al tener un noviazgo no convirtiera a mi pareja en mi todo o en mi felicidad. Porque muchos pierden a los amigos por estar sólo con la novia. Al contrario, estaba decidido a involucrarla en mi círculo de amigos.

Todas se quedaron en silencio, y yo nada más esperaba que dijeran: ¡Todas las mujeres son iguales!, pero nunca pasó.

(4) Dejar lo físico, y máximo el sexo, para cuando me casara. Y es que no estaba dispuesto a fallar como aquellos que pensaron: ¡A mí no me va a pasar! Y sobre todo, no me gustaría hacerle y fallarle como lo hicieron con mis amigas, ya que vi como se sentían mal por ello.

Bueno, esa sesión llegó a su final. Y aprendí como nunca acerca de cómo asegurar un buen noviazgo. No sé, pero creo que estás muriendo de curiosidad por conocer lo que aprendí.

Aquí te va: (1) El amor no es ciego. Debo abrir bien mis ojos y mis sentidos para no entrar a una relación con alguien que no me conviene. Y esto me lleva a que use el cerebro y no el cora-

Entendí que para enamorarnos basta ver a alguien físicamente atractivo o bien compartir emociones y senti-

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ENAMORARSE ES MUY FÁCIL Para enamorarnos basta ver a alguien físicamente atractivo, sin siquiera ponerse a pensar que el físico se acaba; o bien se enamoran del sentimiento generado al estar juntos. Pero para amar, necesitamos aprender a ser incondicionales.

mientos. Pero para amar, necesitamos aprender a ser incondicionales.

aseguran que es una decisión. Por fin pude ver con claridad que no se trata de un simple gusto, sino de una decisión de amar a esa persona, aunque llegara a quedar desfigurada y aún pese al paso de los años en su físico.

Muchos noviazgos han fallado porque se enamoran sólo del físico, sin siquiera ponerse a pensar que el físico se acaba. Es por eso que muchas parejas hoy terminan porque se cambian por alguien más atractivo o más joven.

Que el amor va más allá de lo bonito que siento al estar con esa persona, que es aprender a perdonar en aquellos momentos en los que no nos sentimos tan bien por nuestras diferencias.

Otros más fallan porque se enamoran del sentimiento generado al estar juntos. Se enamoran del romanticismo creado, más no de la persona.

Por eso terminan en cuanto aparece alguien que les entiende, que está con ellos en los momentos difíciles de la vida, por eso creen que el amor se acaba. Porque no se dan cuenta que las emociones son variantes.

Entendí que para que mi noviazgo, y futuro matrimonio, funcione, debo entender que el amor se trata de un compromiso incondicional. Que no es algo que encontraría por casualidad, sino algo que aprendería a hacer. Con razón Jesús dijo que entrenara: amando incluso a mis enemigos.

Comprendí el por qué muchos dicen que el amor se genera poco a poco. Y por qué algunos, pocos realmente, 7

Y es que si logro amar a mis enemigos que desean mi destrucción y que odio, pues me resultará muchísimo más fácil amar a la persona que siente algo bueno por mí, y por quien yo siento algo tan lindo y hermoso.

Y un principio mejor que aprendí fue: yo aprendo a amar con la experiencia; es decir, amamos de la misma forma en que nos expresan amor a nosotros. Si tú recibiste abrazos de mamá y papá, aprendes a expresar amor de la misma manera. Si escuchas de ellos ¡te amo!, también lo dices. Y uno de los problemas en la actualidad es que la mayoría aprende a amar, de lo que ven en películas, novelas o internet y creen que eso es amor.

Así que yo me decido aprender a amar de una fuente mejor: Dios. Porque yo puedo aprender a amar, porque Dios me ama primero. Y de Él sí puedo aprender amor incondicional y perfecto. Estoy casi, casi seguro que no meteré la pata.

Esta historia continuará...

Capítulo 8: El despertar (Emisión nocturna) 8