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LA TOLERANCIA ESTÁ DE CASTIGO.

Marbella Centel Comunicadora Social México

¿Te has puesto a pensar qué a veces es necesario castigar a la Tolerancia? ¿Te ha pasado que ser demasiado tolerante o prudente -como decía mi mama- ha llevado a confundir a las personas respecto a ti?

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A mí sí y muchas ocasiones y por esta razón a veces es bueno “castigar” a tolerancia.

Desde pequeña mi madre me enseñó a ser tolerante, ella decía que lo más importante en la vida de una persona era ponerse en los zapatos de la otra para poder comprenderla, entender su dolor… su historia de vida, y con esto aprender y practicar una de las mayores virtudes de un ser humano: La Paciencia y por consecuencia la Prudencia. La Tolerancia forma parte de mí, la llevo tan profundamente arraigada que no puedo soltarla fácilmente.

Ser paciente y tolerante me ha llevado a alcanzar muchas metas trazadas en mi camino profesional; en mi vida personal a veces no tanto.

El ser tolerante con mi esposo, hijos, familia y amigos, me ha evitado tener problemas serios cuando están enojados, irritados o estresados por situaciones que superan sus emociones o cuando yo “no estoy en mi mejor momento” y ellos bromistas; en ese tiempo no opino, no hablo… solo escucho, porque sé que el tema no es conmigo.

El ser paciente me ha llevado también a no perder amistades porque aun cuando los escuche hablar de mis "errores cometidos” o hagan “comentarios inocentes” para hacerme quedar mal frente a otros, lo tomo con calma y como es, de acuerdo a la situación que estoy viviendo; no me lo tomo personal porque no es conmigo, la mayoría de las ocasiones el tema es con ellos mismos.

En su interior habita tanto dolor que hacen de la agresión en cualquiera de sus formas- parte de sus vidas; porque es más fácil mirar hacia fuera que enfrentar sus emociones; sus monstruos. El minimizar a otra persona les hace sentirse seguros y superiores porque ellos están arriba y ¿la tonta tolerante? abajo por empatizar con sus historias y sus vivencias.

Pero... ¿Hay algún momento en que cambia la perspectiva de la tolerancia? Si, si lo hay. ¿Sabes cuándo pasa esto? Cuando las personas a quienes amas pretenden apoderarse de tu vida personal o profesional y opinar acerca de ella, regañarte y peor aún decirte que hacer por considerar que el ser tolerante es sinónimo de tonta.

La perspectiva y los límites de la tolerancia son rebasados cuando ya te agreden con insultos verbales o corporales, con palabras que te denigran a ti o a una persona querida ... ahí es donde debes mandar de castigo a la tolerancia, ahí es donde debes poner un punto final a las “buenas intenciones” de tu esposo, tus hijos, tu mamá, papá, hermano, tío, primo o amigo aun cuando empatices con su dolor; con sus vivencias, porque son precisamente ellas quienes las llevan a actuar de la manera que lo hacen, porque su pasado vive tan presente en ellos que no saben cómo manejarlo; tratan de hacer que otras personas sean el “Yo” que quieren para ellos.

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