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Opinión
¿Por qué aburrimos a nuestros educandos En la Última ¿QUÉ FACTORES HACEN QUE LOS NIÑOS PASEN DEL DISFRUTE CUANDO INICIAN EL KÍNDER A ESTAR CASI DESCO NECTADOS Y POCO EMOCIONADOS, AL LLEGAR LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR? Algo hacemos mal en el sistema educativo cuando llevamos a nuestros alumnos a pasar de la efusividad, a la pasividad y el aburrimiento, confor me avanzan en sus ciclos escolares.
Nuestros educandos poco a poco van perdiendo la motivación frente al deseo de aprender, y aunque quizás es un cúmulo de factores, me atrevo a señalar algunos: Memorización para la evaluación. Cualquier proceso de aprendizaje que no lleve a la construcción de nuevo co nocimiento, aburre demasiado.
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En algún momento, Thomas Edi son preguntó a Einstein por la velocidad del sonido, a lo que Einstein respondió: “No lo sé, procuro no cargar mi memoria con datos que puedo en contrar en cualquier manual, ya que el gran valor de la educación no consiste en atiborrarse de datos, sino en prepa rar el cerebro para pensar por su propia cuenta y así llegar a conocer algo que no figure en los libros”.
Y es que nuestro sistema educativo da por sentado de que el que memori za es bueno y el que no lo hace, debe reprobar. Ese concepto es una aberra ción en un siglo XXI donde la innovación y el nuevo conocimiento son el objetivo primordial. Justamente este par de conceptos se soportan en las lla madas soft skills que poco trabajamos en el sistema educativo. Pérdida de la emoción. Para Rolls (1999) “las emociones son parte de un sistema (cerebral) que ayuda a distin guir cierta clase de estímulos, muy ampliamente identificados como estí mulos recompensantes o de castigo y que sirven para actuar en el mundo”. Para Francisco Mora, “nuestros me jores y también nuestros más desagradables momentos van siempre unidos a sucesos emocionales”.
A nuestros niños hemos de conec tarlos a la construcción del conocimiento con emociones positivas y generar sensaciones de bienestar, que los lleven a interesarse por aprender para construir sus propios sueños. Pérdida del asombro. Nos equivocamos cuando creemos que las mentes de los niños son receptáculos que de ben ser llenados con números y datos. El asombro es el mejor motor que pue de tener un niño para soñar y crear; en lugar de inculcar conocimientos, teorías y datos, debemos dejarlos ob servar, preguntar, escuchar, probar, decidir, hacer, actuar, errar, aprender, repetir, corregir, caer, y levantarse; ya lo decía Tomás de Aquino: “El asombro es el deseo para el conocimiento”. Racionalización excesiva. El asombro es el deseo de conocer sobre algo. Los niños son humildes frente a lo nuevo. Cuando crecemos en la forma ción tradicional, terminamos siendo adultos que preferimos racionalizarlo todo, perdemos las ganas de emocio narnos con el asombro. Ya todo es muy “normal” para analizarlo.
QUIZÁS EXISTAN OTROS FACTORES, COMO la exagerada estimulación que reciben nuestros niños con la tecnología, o la creación de currículos académicos alejados de la realidad, o la falta de capacidad de los docentes, o muchas más.
Al final me quedo con esta frase de Catherine L´Ecuyer: “Edu car en el asombro es dejar que nuestros hijos acer quen la mirada hacia la cerradura de una puerta que da al mundo real”. Opinión
POR JUAN CAMILO MESA JARAMILLO @JuanCamiloMesaJ ? PERSPECTIVA ¿Por qué