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Importancia del Valor Económico del Agua Por. Raúl Artiga Aunque Honduras cuente con una oferta hídrica que supera el promedio mundial para abastecer a la población y satisfacer las necesidades de la industria y la agricultura, las condiciones de acceso al agua y de distribución de la misma son críticas, y se han convertido en una de las principales limitantes para el desarrollo económico y social del país. A esto se suma el deterioro de las áreas de recarga hídrica, áreas con cobertura forestal en la parte alta de las cuencas, lo que merma paulatinamente la disponibilidad de agua para el futuro y aumenta la vulnerabilidad ambiental de las zonas productivas ante los cambios climáticos. Una de las principales razones de esta ineficiencia en el aprovechamiento de los recursos hídricos es la poca comprensión del valor económico del agua. El agua, aún en sus condiciones naturales tiene un valor económico; el mismo se expresa como Valor Económico Total, derivado de su valor de uso directo (riego, industria, recreación, etc.), valor de uso indirecto (hábitat, depurador de contaminantes, etc.), valor de no uso, de existencia y legado (bellezas escénicas, sitios culturales, sitios históricos) y valor de opción (hábitat de biodiversidad, potencial uso y no uso). Asimismo, propiamente el proceso de aprovechamiento del agua implica una serie de costos para la sociedad: costos de extracción y abastecimiento (costos de capital, operación, mantenimiento), costos de mantenimiento de las áreas de recarga hídrica, costo de oportunidad y los costos de las externalidades por la forma de su aprovechamiento. Al no contar con estos elementos en la toma de decisión, se subestima el valor del agua, dificultando el manejo sostenible de los recursos hídricos. En última instancia, no se trata de generar más agua de lo que podría ofrecer la capacidad de recarga hídrica natural de una cuenca específica, sino de garantizar una cantidad suficiente para el mantenimiento de los caudales acorde a las características físicas de la misma y las necesidades hídricas planteadas por la sociedad. Uso del valor económico del agua en la toma de decisión (política pública) En este sentido, la metodología de valoración económica, por un lado, permite determinar los costos, tanto de extracción, como de conservación de las áreas sensibles para la oferta hídrica; y por otro lado, permite determinar los beneficios económicos del aprovechamiento del agua, para identificar cuales usuarios pueden y deben financiar la conservación, para garantizar la sostenibilidad del recurso. La valoración económica ayuda para determinar qué cantidad de recursos financieros hay que transferir hacia la conservación y uso sostenible de los recursos hídricos. Ayuda básicamente a operativizar y hacer más eficientes los instrumentos de la política pública diseñados para realizar este tipo de transferencias de recursos: tarifas y/o canon de agua. El estudio de valoración económica del agua en Honduras ha revelado que el Canon de Agua que actualmente se cobra presenta dos problemas principales: i) Tiene una cobertura muy baja; ii) El monto del canon (L. 0.025) no tiene una base científica que incluye los costos de conservación. Como resultados, la recaudación anual es de alrededor 2.5 millones de lempira (unos 125 mil dólares). 2
Mientras tanto, en instrumentos oficiales de planificación, como la Estrategia Nacional de Cuencas, se plantea la necesidad de manejo de unos 392 mil hectáreas en áreas sensibles para la oferta hídrica, lo que equivaldría a aproximadamente 300 millones de lempiras al año (unos 17.5 millones de dólares). Con este nivel de recaudación, si el canon del agua actual fuese la principal fuente de manejo de las áreas de recarga hídrica del país, existiría una inmensa brecha financiera imposibilitando la ejecución de obras de conservación y manejo sostenible en las áreas identificadas. Partiendo de una valoración del recurso hídrico que permita asegurar su disponibilidad a futuro, esto es, los recursos financieros suficientes para asegurar la conservación y preservación de fuentes, especialmente ante los escenarios previstos por el cambio climático; se han desarrollado una variedad de mecanismos financieros, tales como, canon de conservación, tasas ambientales, tarifas, y desde hace casi dos décadas en América Latina, surgió un mecanismo innovador basado en el uso de la figura de Fideicomisos público-privados, llamados Fondo De Agua. Los Fondos de Agua, son un mecanismo financiero que permite unir los esfuerzos de varios actores para solucionar una problemática en torno al agua. Promueve la conservación de los servicios ecosistémicos y crea una plataforma de gobernanza institucional que compromete a los usuarios del agua a su mantenimiento continuo. Lineamientos para la sostenibilidad económica del sector hídrico hondureño. En la Visión de País 2010-2038, objetivo 3, se plantea una Honduras productiva que aprovecha de manera sostenible los recursos y reduce la vulnerabilidad ambiental (especialmente ante los cambios climáticos); asimismo, en el Plan de Nación 2010-2022, en el lineamiento estratégico 7 se promueve el desarrollo regional y usos sostenible de los recursos naturales y ambiente1. Para garantizar el cumplimiento de estos objetivos y lineamientos estratégicos, en un contexto de alta variabilidad climática que genera múltiples dificultades, hay que considerar una serie de elementos cuando se trata particularmente del manejo de los recursos hídricos: • •
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Retomar el valor económico del agua en términos de necesidades de conservación de áreas de recarga hídrica (que oscila entre L. 0.09 y 0.18 por metro cúbico) Asumir que los diferentes sectores usuarios pueden financiar estos costos de conservación (se ha determinado que los diferentes usuarios presentan utilidad de entre L. 0.30 a L.20 por tipo de uso, tales como, café, ganadería, otros cultivos, producción de hidroenergía, agua para uso doméstico, entre otros). O sea, existe una capacidad de pago de los costos de conservación. Por tanto, es importante ajustar los instrumentos financieros existentes en términos ambientales, como es el caso particular del Canon de Agua: introducir el valor de conservación dentro del instrumento. Al mismo tiempo hay que fortalecer la institución (Dirección General de Recursos Hídricos de la Secretaría de Estado Mi Ambiente) para incrementar su capacidad de gestión y administrativa para el registro de usuarios y recaudación de los fondos. Los recursos financieros recaudados tienen que ser descentralizados de la Caja Única del Estado, utilizando esquemas como la de un Fondo Hídrico, permitiendo invertirlos directamente en las áreas de recarga hídrica (considerando los Planes de Manejo de las
Ambos documentos de orientadores de las políticas del Gobierno de Honduras, elaborados en 2010.
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Cuencas), para efectivamente lograr mantener la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos. Finalmente, es importante incrementar los recursos movilizados, identificando otras iniciativas en el país que involucran el sector hídrico, siendo este transversal para todos los demás sectores de la sociedad hondureña: Cambios climáticos, seguridad energética, seguridad alimentaria, etc. Hay que buscar sinergias para cubrir la brecha financiera de la conservación y manejo de la oferta hídrica a nivel de país.
El estudio y propuesta, fueron facilitados a través de la Asistencia Técnica coordinada por EPTISA bajo el programa PAAPIR-UE, en apoyo al Gobierno hondureño. Este aporte técnico fue especialmente bien recibido y apoyado por la Presidencia de Gobierno, la Secretaría General de Coordinación de Gobierno, MiAmbiente y otras entidades relacionadas al sector. Con el respaldo político obtenido del estudio de valoración económica, se dio el siguiente paso y se diseñó y estructuró en base a la Ley General del Agua de Honduras, el Fondo del Agua, como el instrumento financiero para la sostenibilidad del sector. Con la finalización de PAAPIR, la responsabilidad para concretar el proceso y sus instrumentos concebidos y diseñados, recayó en las autoridades hondureñas y dependerá de la responsabilidad de estas en asegurar la constitución del Fondo y el inicio de su operativización. Finalmente, valorando la implicancia política, económica y técnica que supone la puesta en marcha de este tipo de mecanismo financiero para un recurso como el agua tan vital para el desarrollo, se recomendó el nombramiento de un delegado presidencial que garantice concluir efectivamente el proceso político-técnico, facilitando acuerdos interinstitucionales y gestiones requeridas.
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