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REIMS CONSULTING

Diseño de nuevos espacios para ser vividos

Hasta que aparezca la vacuna, la única cura que existe es la arquitectura

“El espacio doméstico deberá ser más flexible”, anticipó.

Mario Chernomordik, Reims Consulting

- La arquitectura moderna tiene más que ver con la defensa de la salud que con otra cosa. Enfermedades y avances en el diseño de ciudades han ido históricamente de la mano. A inicios del siglo XX los arquitectos tomaron más ideas de médicos y enfermeras que de la teoría de la arquitectura. Se inspiraron en particular en los hospitales para tuberculosos. Por eso decimos que la enfermedad modernizó la arquitectura, no sólo con nuevos materiales y tecnologías por una cuestión estética, sino más bien sanitaria. Pienso que la vivienda va a seguir cambiando, yendo a mediano plazo hacia entornos más cómodos, respondiendo a las demandas de espacio para home office o para hacer deporte. Eso llevará a cambios de regulación en la gran ciudad.

- Los balcones se convirtieron en una nueva forma de habitar el departamento. Hoy salir al exterior a tomar aire sin riesgo de contraer la enfermedad se convirtió en un privilegio. Lo mismo pasa con las terrazas. Ambos ponen de manifiesto su gran potencial arquitectónico, y abren la discusión sobre su valor comercial, superficie y estándares. Hoy son espacios más flexibles, permiten hacer deportes, tomar sol, otorgan espacio para la recreación e incluso encuentros con vecinos. Deberían cambiar a futuro, en dimensiones y modos de habitarlo. En Reims somos muy balconeros desde hace muchos años. Buscamos que cada uno pueda albergar una mesa con sillas

- La combinación entre la crisis de salud global y el colapso económico plantea dudas acerca del valor de vivir en lugares cerrados, y de si es favorable promover espacios habitables de alta densidad. Los residentes suelen estar ocupados en su vida cotidiana, pero aprovecharon esta oportunidad para reducir la velocidad y establecer vínculos con vecinos, al explorar formas creativas de interactuar y comprender el verdadero valor de la comunidad que habita el edificio. Si la pandemia sigue, esta parece ser una opción viable para retener cierta sensación de normalidad. Aunque residentes valoran que al menos transitan esto con otras personas. Por eso creo que los ambientes comunes tomarán fuerza a la hora de proyectar nuevos edificios.

- La propagación del virus no es sólo un tema de salud, también lo es de diseño. La arquitectura debe mediar entre las necesidades percibidas en el momento y las desconocidas del futuro. En su momento, las mejoras no vinieron tanto por tener ambientes más grandes sino por contar con agua más limpia. Se ha demostrado que estas epidemias van a volver de manera global, por eso se debería reconsiderar que nuestro espacio doméstico sea más flexible, para acomodar las necesidades al día a día. Las entradas a los edificios se verán afectadas. Hasta que aparezca la vacuna, la única cura que existe es la arquitectura.

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