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Generar energías limpias

Descongeladas las tarifas de los servicios públicos, la Empresa Provincial de Energía (EPE) confirmó un aumento del 25% para el primer semestre, y adelantó que habrá otro ajuste en la última parte del año. A eso se suma un cambio en el esquema de subsidios que aplicará el Gobierno nacional por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que redundará en otro incremento en el costo de distribución. Además, ya se anunció un incremento de un 20 por ciento para el gas natural. Traducido: este año se pagará mucho más por electricidad y gas y ante este panorama, vuelven a lograr interés las alternativas energéticas. Cuáles son las opciones disponibles y los costos en viviendas unifamiliares y en edificios.

Prevención de cortes y ahorro energético

“Cada vez que se anuncia un aumento de precio de la energía explotan nuestros teléfonos, y esta vez no fue la excepción”, comienza diciendo Fernando Lombardo, al frente de Energiu, empresa encargada de aportar soluciones energéticas y especializada en la venta y colocación de equipos de energía fotovoltaica. “Es un tema que se instaló en la agenda y por ahí muchos lo vienen pensando, pero se deciden a implementarlo cuando llegan las subas o empiezan los cortes”, agrega en diálogo con Ahora Vivienda Revista.

Respecto a esto último, destacó que los titulares de viviendas en las afueras de Rosario no son partidarios de grupos electrógenos por la molestia que causan los fuertes ruidos y en cambio cada vez más se vuelcan a paneles solares que garantizan provisión energética cuando se interrumpa el normal suministro y -segundo- otorgan ahorro. Los equipos híbridos son los que permiten a los usuarios ahorrar

cuando la vivienda se abastece de la energía de red, acumulando reservas en sus baterías de litio que utilizan en caso de que se produzca un corte. “Para una casa de tamaño medio, alcanza con un equipo de 5 kw, que con instalación y todo sale entre u$s12 mil y u$s15 mil a la cotización oficial”, explica Lombardo.

Compensación por producir energía

Más allá de que por su precio, estos equipos no están al alcance de todos, destaca que a la larga es posible terminar recuperando la inversión. “Los que cuentan con un equipo bien dimensionado y se anotan en el programa ERA (que reemplazó el de Prosumidores), pueden tener un retorno económico en seis u ocho años, según su curva de consumo”, aseveró. ¿Cómo funcionan? El usuario siempre está conectado a la EPE, pero con los paneles suma energía adicional. Los días soleados, la mayor parte de la energía la toma de allí, mientras, que si la jornada está nublada se nutre del suministro convencional. “En el medidor es posible averiguar qué tipo de energía se está utilizando, pero para el usuario no hay ninguna diferencia, y si se corta la luz, se avisará que entra a funcionar el sistema de emergencia”, explicó.

En los sistemas conectados a la red que no tienen almacenamiento de batería (y que por ende son más económicos), el retorno se hace más rápido cuando hay actividad plena en el hogar. “Si estás en tu casa sólo un rato, casi todo lo que producís lo mandás a la red y la EPE te lo paga, pero no al precio que te vende la energía sino al valor que le cobró la distribuidora más un plus. En la práctica, te paga la mitad de lo que abonás por la energía convencional”, ahondó respecto al esquema de compensación implementado por el actual Gobierno provincial. Cabe aclarar que el programa ERA funciona no sólo con energía fotovoltaica sino también con lo producido por generadores eólicos y biodigestores.

La alternativa para los edificios

Los edificios de a poco van sumando opciones de energía renovable, pero la evolución es mucho más lenta por sus propias características. A diferencia de una vivienda unifamiliar, un edificio tiene un alto consumo en general y poca superficie para colocar paneles, sobre todo si el techo se utiliza para colocar quinchos, solarium, pileta u otras amenidades. Esto lleva a que resulte más factible atender con energía solar los espacios comunes (a duras penas), pero al menos hoy resulta sumamente complejo hacer lo propio con el consumo de cada departamento.

“Este proceso aplicado a edificios se inició embrionariamente con los termotanques solares para el calentamiento de agua, y en una segunda instancia, se pasó a colocar paneles para energía fotovoltaica, en menor medida”, indicó Walter Jauk, de la desarolladora Mustapich & Jauk, aunque aclaró que suele ser muy difícil almacenar la energía recolectada para el consumo propio, por lo que la opción que queda disponible es la de volcarla a la red de la EPE y recibir una compensación. “En un PH no suele ser una cuestión decisoria la presencia o no de estos equipos a la hora de comprar una unidad, no obstante cada vez hay más consultas y los precios se van acomodando porque hay producción nacional, lo importado se consigue al tipo de cambio oficial y la inversión final no termina siendo alta en relación al costo final del edificio”, dijo.

Pero claro está que los paneles solares son sólo un elemento más que hace a la eficiencia energética, y por eso Jauk pidió tener en cuenta otros factores, como la utilización de ladrillos HCCA (Retak) que aumentan la aislación térmica y acústica, tabiques exteriores en hormigón también con aislación, cerramientos exteriores en aberturas de dormitorios con cortinas de enrollar en aluminio y aislantes térmicos de poliestireno expandido inyectado, aberturas con doble vidriado hermético (DVH), ascensores tipo “Gearless” que reducen el consumo eléctrico en un 50%, Iluminación de palieres e ingresos mediante luminarias LED, terrazas verdes, retardadores entre otros puntos.

La cuestión estética

“Los desarrolladores de vivienda debemos fijar en agenda el etiquetado energético de edificios, tal como ocurre con los electrodomésticos, ya que así la gente podría tomar real dimensión de cuán eficiente es lo que compra”, sugirió. Pero a la vez también considera necesario avanzar hacia una nueva arquitectura que contemple a la eficiencia energética como parte integral del diseño de una torre. “En Europa se usan mucho estos equipos en las fachadas o medianeras; también los techos a dos aguas, que del lado que da el sol, cuentan con recolectores de energía. Deberíamos empezar a pensar en cambiar la arquitectura para hacer esto más común, porque además esta tecnología ya no es un armatoste como antes, mejoró mucho estéticamente”, planteó y mencionó las obras del italiano Renzo Piano como un modelo a seguir en este sentido.

Lombardo coincidió en la gran evolución de diseño que han tenido estos equipos. “Hoy las baterías de litio son casi como un mueble, donde uno puede elegir hasta el color para que no desentone con la vivienda. Actualmente hay toda una revolución en este sentido porque los sistemas se están volviendo cada vez más eficientes y estéticos, además de no requerir de ningún mantenimiento”, cerró.

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