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CAMPEONATO DE TREPA
Campeonato de trepa por binomios, Francia (III Encuentro Nacional de Arboricultura, Taillebourg, octubre de 2016)
Enrique Conde Pérez / Secretaría Técnica AEA Fotos cortesía de: Lionel Gueho
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“Árboles y hombres”, así rezaba el título del encuentro nacional por parejas que tuvo lugar en Taillebourg, Francia, durante los pasados días 7, 8 y 9 de octubre.
El objetivo, como ya viene siendo habitual desde hace varios años, es el de congregar a trepadores, técnicos, amigos y amantes de la arboricultura alrededor de un “campeonato” por parejas con el fin de mostrar al público en general el oficio de arbolista. Parece ser que el germen de todo esto se halla en las inquietudes e ideas de Didier Rives y Damjan Lohinski, los cuales cedieron este año el testigo al equipo formado por Vincent y Nelly Robin, Mathieu Béringuier, Bertrand Champion y Olivier Arnaud, todos ellos miembros de la SFA (Société Française d’Arboriculture).
En torno a la manifestación, además de la tribu arbolista, se dieron cita apicultores y agricultores BIO, y se propusieron diversas actividades como juegos infantiles, talleres de iniciación a la trepa para los más pequeños, concurso de hondilla por equipos y lanzamiento de hércules.
Desarrollo de las pruebas Se plantea una situación. Por ejemplo, una poda de mantenimiento sobre un árbol ubicado en un parque. La pareja de participantes describe el estado sanitario del árbol y define un perímetro de seguridad antes de comenzar a trepar. La prueba continúa con el lanzamiento de hondilla y la instalación de sus sistemas de ascenso y trabajo. Uno de los trepadores accede al árbol con el objetivo de visitar 3 estaciones: serrucho, péndulo y lanzamiento de peso.
Olivier Argentieri instalando el sistema de acceso
Steven y Romain Chignardet. Momento del rescate
Miguel Jofre y Dolfi Abraldes, mejor pareja extranjera
Steve y Romain Chignardet, campeones 2016 Miembros de la SFA y de la AEA con el binomio español
Finalizadas las 3 estaciones, el jurado para el crono y el primer trepador simula un accidente echado a suertes al inicio de la prueba. Su pareja activa la conducta PAS y accede al árbol para proceder a su rescate y posterior descenso al suelo. Todo esto en un tiempo de 35 minutos, con un total de 200 puntos. Si consiguen desmontar todo el equipo durante este tiempo, obtendrán puntos extra.
A esto se le añade otra prueba extra, que cada vez está tomando más importancia en la puntuación final: “Razonamiento del Árbol”. Dos jueces, metidos en el papel de potenciales clientes, comienzan a realizar preguntas referentes al arbolado de su propiedad. En este caso, acaban de adquirir un camping con una interesante colección de plátanos adultos, que no tienen muy claro cómo gestionar: un cuñado de uno de los dueños (ese fenómeno que solemos encontrar en muchas de nuestras familias) les ha comentado que para reducir el riesgo, mejor podar todos los plátanos a 7 metros de altura; los clientes del camping se quejan de la presencia de “unos bichos” que caen en sus vasos durante el aperitivo y solicitan un tratamiento químico urgente; una empresa de construcción va a realizar una zanja para pasar una línea eléctrica muy cerca del pie de uno de los árboles… Es decir, un cúmulo de ideas recibidas (traducción literal del francés), mitos o mentiras, que de tanto repetirlas se convierten en verdades para el cliente “no iniciado”. Cada pareja de trepadores tendrá que sacar a relucir su abanico de conocimientos para demostrar que las propuestas iniciales no son las más adecuadas y que existen alternativas más sostenibles y respetuosas con el patrimonio arbóreo que acaban de heredar.
Una vuelta de tuerca que pone en valor la necesidad en nuestro oficio, no solo de poseer una buena técnica de trepa y desplazamiento, sino de tener, refrescar y saber transmitir al cliente el conocimiento adquirido, ya que de esta forma podremos aportar nuestro granito de arena a la difusión y vulgarización de la cultura del árbol en la sociedad.
Nathanael Gros y Salim Annebi al finalizar la prueba
Vilarrubias, inició la andada de estos encuentros. Este año la representación española no podía faltar a la cita. La invitación fue lanzada, y el guante lo recogió esta vez la pareja formada por Dolfi Abraldes y Miguel Jofre.
La motivación de participar en un encuentro así era tal que el primero salió desde Cangas do Morrazo y el segundo cogió un vuelo desde Alemania para encontrarse en Burdeos y de ahí ir juntos hasta el pueblecito medieval de Taillebourg. Un equipo alemán y otro belga cerrarían la representación extranjera de este año.
¿El resultado? Más que satisfactorio. Sexto puesto de diecisiete en la clasificación final, con el mérito de ser la mejor pareja extranjera del evento. Además, alcanzaron una de las puntuaciones más altas en la prueba de “razonamiento del árbol” y en la puesta en marcha de la conducta PAS y rescate. ¡Enhorabuena! Mención especial a Romain Chignardet y a Steven Prost, que recogen el premio a mejor binomio 2016 y se aseguran la presencia el año que viene para defender el título conseguido.
De año en año este reencuentro, como a los organizadores les gusta llamarlo (evitan el término campeonato), está teniendo cada vez más éxito entre los trepadores. Además de crear un ambiente donde reina el intercambio y el buen humor, es formidable ver cómo varias generaciones de profesionales, tanto de Francia como de otros países, se dan cita en torno al árbol para defender y dar a conocer al visitante algo fundamental: la figura del binomio y por lo tanto del trabajo en equipo.
Nuevos proyectos entre asociaciones La fórmula de encuentros propuesta por la organización, proporcionó la oportunidad de crear una mesa redonda donde representantes de todas las nacionalidades invitadas pudieron intercambiar conocimientos, técnicas y prácticas relacionadas con la gestión de árbol. Surgieron, además, ideas de colaboración entre asociaciones, sobre todo entre la SFA y la AEA, que esperemos puedan llevarse a cabo en un corto periodo de tiempo.