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Censura en China
Censura en china
Por Uriel Siliceo
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La cultura asiática siempre ha sido algo extravagante para nosotros los occidentales. La comida, la vestimenta, las tradiciones y, en general, el modo de vida de algunos países pueden parecernos confuso o imposible de replicar. Es por eso que en algunas ocasiones se nos hace inconcebible que en un país tan grande e importante como China exista aún la censura en gran parte del contenido que consumen.
El gobierno chino no se caracteriza por ser flexible, y es por eso que ha emitido regulaciones para controlar lo que consumen sus habitantes. Algunos ejemplos de estas normas es que no se puede promover la violencia, los juegos de azar, el material sexual, el repudio al estado o al sistema socialista, entre otras cosas. Esta censura ha llegado al punto de que películas infantiles como Christopher Robin, película de Disney que tiene a Winnie the Pooh como uno de sus protagonistas, no pudiera estrenarse en territorio chino debido a las comparaciones hechas a modo de burla entre el icónico osito y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping.
Otros productos que han tenido bastantes casos de censura, en algunos casos entendibles y en otros casos algo ridículos, son los videojuegos. Uno de estos fue Battlefield 4, pues la trama principal del juego se concentra en un golpe de estado dado en China, desatándose una guerra en la que participan China, Rusia y los Estados Unidos. Siendo un shooter en primera persona es imposible que no haya bajas chinas en el transcurso de la historia, algo que por supuesto el gobierno no permitiría que se mostrara. Ni siquiera que un personaje de origen chino sea quien lograra mediar el conflicto hizo que el juego se escapara de la censura.
Otro caso sonado fue el de Rainbow Six Siege, popular juego de Ubisoft, que durante su campaña publicitaria anunció que se modificaría el contenido dentro del juego para adecuarse a los valores del mercado chino. Es por eso que se suprimió todo aquello que se pudiera relacionar con los juegos de azar (como las máquinas tragamonedas en cierta parte del juego) y también se cambió todo el contenido sugerente de tono sexual (como un anuncio neón de una bailarina).
Un caso especial fue el PUBG, el popular juego de Battle Royale que ha maravillado a jugadores alrededor del mundo, China no siendo la excepción, aunque no sea exactamente el mismo juego que conocemos. PUBG Mobile fue sancionado en China, porque el juego contenía material suficientemente violento como para que las autoridades considerarán que no seguía las guías y valores saludables para su población. Es por eso que se tuvo que cambiar el nombre del videojuego a Game for Peace, referencia usada para celebrar a la fuerza aérea de China, y se eliminó todo rastro de violencia, pues al disparar a los jugadores, la sangre ya no era visible; y por si eso no fuera poco, ¡los jugadores no morían! Sólo tiraban sus armas y se despedían levantando la mano. La esencia de PUBG quedó ahí, pero los cambios fueron realmente ridículos.
Estos cambios, a mi parecer, pueden ser desmedidos y molestos, pero es posible que a una parte de la población China le parezcan normales y necesarios. Sin embargo, creo que cada persona debería tener la libertad y el criterio para elegir qué contenido consumir, y tener la tranquilidad de que no se meterán en problemas si se les ocurre comparar a su presidente con un tierno osito de peluche. En situaciones como estas, para nuestro país se cumple el dicho “siempre podría ser peor”.