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Del albur y cómo cogerlo.
from México - Nigromante Julio 2019
by Nigromante. Revista de la DCSyH, Facultad de Ingeniería, UNAM.
Del albur y cómo cogerlo
Por Luis Carlos Novo
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Para todo aquel que aún no lo agarra y se quiera divertir, el albur es el juego mexicano verbal que esconde un doble sentido dentro las conversaciones. Si bien puede parecer una actividad vulgar para muchas personas y que solo forma parte de las bajas clases sociales, otros consideran al albur elegante e inteligente, esto debido a la dificultad que tiene por contar cada frase sin perder la postura y la rima, además de carecer de groserías.
—Alejandro Hernández, cronista y director del Centro de Estudios Tepiteños.
No se sabe con certeza el verdadero origen del albur. Muchos prefieren ubicarlo en sus más tempranas apariciones alrededor del siglo XIX, más específicamente en las minas colindantes a la ciudad de Pachuca de Soto en la época colonial, y desde entonces ha formado parte importante del caló(1) típico mexicano.
Como buen juego, el albur contiene una serie de reglas que a continuación serán expuestas para que puedas divertirte con ellas:
1.- Evitar que el contrario pueda contestar
2.- En lo posible, usar un verso rimado en vez de la prosa
3.- No usar lenguaje peyorativo
4.- Siempre incluir doble sentido
5.- Usar acentuaciones y divisiones
La popularidad del mismo ha logrado crear un concurso nacional llamado Trompos contra Pirinolas realizado cada año en el estado que lo vio nacer, Hidalgo. En este, la campeona por excelencia es Lourdes Ruiz “La reina del Albur” (QEPD) que en sus propias palabras comentaba qué es el albur:
Figuras artísticas como Alejandro Jiménez han usado el albur como una manera de representar la cultura e interés general del mexicanismo. En su libro Picardía Mexicana podemos ver su utilidad en muchos de los trabajos del cantautor y comediante Chava Flores. Y aunque otros como Octavio Paz lo han repudiado y criticado, podemos asegurar que este no desaparecerá por ninguna razón.
1 Jerga típica de un grupo específico de gente. El caló de los taxistas, el caló de los chilangos, etc.