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El Águila real

El águila real

Por Pedro Lazcano

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El águila real es el símbolo patrio de nuestra nación, cultura e identidad, detrás de este se encuentra la grandeza de nuestras raíces prehispánicas, las diferentes luchas por la libertad e independencia que atravesó nuestro país y nuestra esperanza en el futuro cimentada en el valor y resiliencia del pueblo mexicano. Es por eso que como mexicanos debemos conocer el valor y la trascendencia de esta gloriosa ave, fuente de inspiración y simbolismo de nuestros antepasados precortesianos.

El águila real (Aquila chrysaetos) es una especie que alcanza hasta un metro de longitud total (de pico a cola), su envergadura puede exceder los 2.20 metros, llega a pesar más de seis kilos, puede vivir más de 30 años, su vuelo normal alcanza los 90 km/h, vuela en círculos a grandes alturas y puede lograr una velocidad de 200 km/h en picada cuando va contra una presa. Algunas de las cualidades del águila real sirvieron de inspiración para ser convertidas en símbolos en las diferentes culturas mesoamericanas, como los guerreros águila (en náhuatl cuauhtecutli), considerados una clase especial en la infantería militar del ejército mexica. Los misioneros y conquistadores la percibían como la encarnación del bien en la lucha contra el mal. Durante la guerra de Independencia el águila estampada en distintos estandartes significó el anhelo de libertad; se le mostró de frente, de perfil derecho e izquierdo, con la corona del imperio sobre la cabeza, hasta que, con el triunfo de la Revolución, se rescató el origen indígena de su representación.

El origen de nuestro escudo nacional, representado por un águila sobre un nopal devorando a una serpiente, proviene del mito de la fundación de México-Tenochtitlan con la llegada de los mexicas al Valle de México, este hecho quedó registrado en algunos códices. Los mexicas desterrados de Aztlán, su lugar de origen, en busca de la tierra prometida llegaron al lago de Texcoco después de una serie de hechos desafortunados con los diferentes habitantes asentados en el Valle de México.

La Crónica Mexicayotl de Alvarado Tezozómoc lo narra de la siguiente forma:

Vieron el ahuehuete, el sauce blanco que se alza allí, y la caña y el junco blanco y la rana y el pez blanco y la culebra blanca del agua. En medio de dicha flora y fauna encontraron un majestuoso nopal que había nacido del corazón del hijo derrotado y sacrificado de Malinalxochitl durante la batalla que se dio al pie de Chapultepec muchos años atrás.

Así es como del corazón del hijo de Malinalxochitl, hermana de Huitzilopochtli, nació un nopal coronado por una gran cantidad de tunas, que en la cosmovisión mexica representaban corazones humanos. En la cima se posó un águila, el ave que volaba más cerca del sol y, por lo tanto, representante de Huitzilopochtli.

Finalmente, en aquel islote los mexicas fundaron la ciudad de Mexihco-Tenochtitlan. La primera palabra significa “El lugar de Mexih o Mexihtli” y la segunda “En el pedregal donde abundan las tunas”.

Por lo tanto, el águila representa nuestra actual mexicanidad, nuestras raíces y devenir prehispánico que se conjugó con el sincretismo español. Debemos sentirnos orgullosos de esta identidad, de nuestra águila nacional que glorifica la lucha por la libertad de un pueblo nuevo en busca de paz y desarrollo, cimentados en la grandeza de nuestro devenir. Lo que somos ahora y seremos en el futuro será el resultado de nuestra consciencia sobre el significado de nuestra historia y del cambio en los sistemas de carácter social arraigados, los que no ayudan al progreso de nuestro país.

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