EL MITO DE PERSEFONE

EL MITO DE PERSEFONE

Por Michelle Zavala

En la actualidad, es sabido que existen 4 estaciones en el año: primavera, verano, otoño e invierno; mismas que se producen debido al movimiento de la Tierra y son fenómenos que la ciencia actual puede explicar sin ninguna complicación.

Sin embargo, en la antigua Grecia no se tenían tales conocimientos físicos o astronómicos. Por lo que se vieron en la necesidad de explicar de alguna forma el origen de las estaciones del año, es por esta razón, que en la mitología griega existe una historia sobre el origen de las estaciones del año; la cual comentaremos a continuación.

La historia comienza con la diosa de la agricultura y la naturaleza, Deméter, hija del titán Cronos y la titánide Rea. Deméter tenía una hija, que poseía una belleza inigualable de nombre Perséfone.

Un buen día, Hades, el Dios del inframundo, vio a Perséfone y quedó encantado con su belleza. Producto de su capricho, Hades recurrió a su hermano Zeus, Dios del Olimpo y le pidió permiso para poder casarse con ella, a lo que Zeus accedió sin problema alguno.

Perséfone se encontraba paseando por el bosque, cuando vio una hermosa flor; en el momento en que ella se acercó a verla, el suelo se abrió y Hades la raptó. Naturalmente, Deméter al enterarse de lo ocurrido, bajó a la tierra para buscar a su hija.

Deméter estaba desconsolada por el rapto, tanto que cayó en una profunda depresión y, al haber renunciado a sus obligaciones divinas por bajar a la tierra, provocó que las cosechas no dieran sus frutos. Esto trajo consigo que los mortales padecieran hambre y sumergió a la humanidad en un largo invierno. Zeus, al enterarse de lo que estaba pasando, ordenó a Hades liberar a Perséfone. Hades, negado a despedirse de su amada, la hizo comer un fruto del inframundo. Pues, si alguien llegaba a comer algo de este lugar, debía permanecer por siempre en él; de este modo, el Dios del inframundo aseguró que su amada siempre regresase a él.

Cuando Zeus se enteró que Perséfone había comido del inframundo y estaba condenada a volver siempre con Hades, decidió repartir el año, de tal manera que Perséfone pasara la mitad del mismo con su madre Deméter y la otra mitad con Hades.

Deméter, con la alegría de tal noticia, hizo que la tierra volviera a florecer y que los campos volvieran a dar su fruto. De esta manera, cuando Perséfone regresaba con su madre, la alegría de ésta daría origen a la primavera y el verano. Por el contrario, la tristeza de ver que su hija volvía al inframundo, daría origen al otoño e invierno.