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¿Qué está pasando en la industria petrolera actual? última parte

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Por David Altamirano

¿Por qué dependemos del precio del petróleo?

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Escenarios posibles de acuerdo con la posición de México ante la OPEP

Ante una crisis global, la postura que tuvo el gobierno mexicano respecto a la negativa del acuerdo fue tan atrevida como imprudente. Las estrategias mundiales han cambiado de orden por la pandemia que hoy sufrimos y la administración de López Obrador no debería de ser la excepción ante una decisión internacional. Por otro lado, desde el punto de vista de la Secretaría de Energía, se consideró una medida respecto a las dimensiones de la producción nacional ya que el país no cubre el volumen que producen países como Estado Unidos, Arabia Saudita o Rusia.

¿Decisión correcta?

No

Si se considera que estos países producen y exportan más y de forma proporcional, su recorte es mayor (el objetivo del acuerdo original era mantener estable la cuota del mercado), así mismo, su ingreso por producción y comercialización es mayor, por lo que el contexto actual les afecta en la misma magnitud.

Si se toma en cuenta la preponderancia del mercado de ambos países, ya que el contexto internacional se agravó aún más por la guerra comercial que sostuvieron durante un mes.

En caso se haber aceptado el acuerdo inicial de la OPEP, una reducción que va desde un 18% hasta un 23% de la producción del crudo sí hubiera tenido una afectación directa al balance de ingresos de México, pues el ingreso petrolero representa el 4% de la producción interna bruta y PEMEX está obligado a pagar un estimado de un billón de pesos de impuestos, lo equivalente al 83% del gasto anual de dependencias de la Administración Pública Federal (APF)

Sin embargo, es importante resaltar que en general el acuerdo aprobado beneficia a nuestro país dadas las circunstancias. La estadística que reveló el Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que México será uno de los más afectados por el confinamiento, ya que el estancamiento de la producción provocará el decrecimiento del PIB del 6.6% en 2020. De modo que las restricciones del 23% habrían afectado aún más la economía mexicana.

Respuesta fundamentada por los siguientes puntos:

• La reducción de la demanda de producción entre diciembre de 2019 y febrero del 2020 fue del 10% por la falta de movilidad de la gente. Respecto a los datos de la OPEP, se estima que la demanda siga disminuyendo un 6.8% respecto al año anterior, dato que alerta a las autoridades mexicanas, puesto que según lo acordado, México quedó en reducir forzosamente el 6% de su producción.

• La estimación de un costo medio de 49 dólares por barril de la Ley de Ingresos de la Federación, para el ejercicio fiscal del 2020, dato que se puso en duda por la reciente caída de los precios a números negativos. Por el contrario, los ingresos públicos derivados de la renta del petróleo se aseguraron y quedaron garantizados por los seguros contratados para no afectar las finanzas públicas.

Panorama actual de México.

Dadas las calificaciones a la baja de la soberanía de las compañías de calificación crediticia, una ya mencionada por Moody’s y otra por Fitch Ratings, bajó la compañía a BB- (la más categoría más baja para la evaluación de las empresas), los bonos de Petróleos Mexicanos extendieron sus pérdidas a 2.5%, lo que implicó una ganancia promedio de 2% en los bonos corporativos de México. Causa que desencadenó una nueva baja al peso mexicano del 1.2%, siguiendo una caída en el petróleo y liderando las pérdidas de monedas de mercados emergentes.

Estas rebajas crearán un sentimiento negativo hacia los activos mexicanos por parte de los inversionistas extranjeros, factor que nos llevó a reformular la reforma energética en el 2016. Pero esto no será todo, pues según Brendan McKenna estratega de Wells Fargo, las rebajas adicionales de PEMEX se encuentran en camino en medio de esta crisis.

Analistas citaron a PEMEX como una compañía petrolera con débil perspectiva soberana, causando más bajas a la principal empresa del estado, misma que, es la compañía más endeudada en todo el mundo, pero que la actual administración está tratando de levantar.

Actualmente, la administración de Andrés Manuel López Obrador está luchando por revertir los descensos de producción que se mantuvieron exponencialmente durante más de una década

Con la actividad económica virtualmente estancada y los precios por debajo del cero, las refinerías están perdiendo dinero y están siendo sobresaturadas quedando menos espacio para almacenar los hidrocarburos, si este problema se agravia, los productores ya no tendrán dónde enviar lo que producen y así se estancará la cadena de logística que por años ha estado funcionando de la misma manera. Este panorama tiene todavía otra agraviante, ya que los puertos ya rechazan el acceso a buques-tanque petroleros, lo que pondrá más presión.

Otros datos de interés:

• El peso mexicano cotizaba en 24.0560 por dólar, con una pérdida del 1.63% frente a los 23.6710 pesos del precio de referencia de Reuters del mes de abril del 2020. Momentos antes , llegó a depreciarse hasta las 24.1820 unidades.

• El creciente costo de endeudamiento mexicano profundizará la incapacidad del país para enfrentar la recesión económica que se avecina y disminuye las perspectivas de recuperación del peso mexicano con una proyección a corto y mediano plazo.

Conclusión

El colapso de la actividad económica por la pandemia, la guerra de precios entre Arabia y Rusia, el agotamiento de la capacidad de almacenamiento, la baja en el precio internacional del petróleo hasta niveles debajo de cero confluye en una coyuntura sin precedentes.

Variables que han influido en la pérdida de confianza de los inversionistas en México, sin embargo, la crisis relacionada al COVID-19 parece ser la única característica que coincide con las fechas en las que se materializó la fuga de capital, ya que su curva se empezó a pronunciar cuando se confirmó el primer caso de coronavirus en México el 27 de febrero del 2020.

De acuerdo con datos reportados por el Banco de México (Banxico), actualmente se han retirado 150 mil millones de pesos en inversión extranjera directa. Resaltando que la deuda de México en inversionistas extranjeros es de 2 billones 64 mil millones de pesos, cifra que arroja número rojos comparada con los 2 billones 214 mil millones reportados el 21 de febrero.

Derivado de la crisis desatada por el coronavirus en México, inversionistas extranjeros empezaron a retirar sus recursos del país, aunado a esto, los recortes resaltan una debilidad en el sector energético en un día negativo para los mercados emergentes.

La negociación impuesta por parte de México con la OPEP+ aún no se sabe qué tan beneficiosa es para la nación, pues, en primera instancia las razones existentes por las cuales se tomó esta decisión parecen innegables. Ya que el acuerdo alcanzado en materia de producción de petróleo es benéfico para nuestro país desde una perspectiva económica, por lo que vale la pena celebrar los fondos, aunque el socavar de la “no negociación“ pudo y puede tener una repercusión muy alta.

Y por último, pero no menos importante, México no puede alcanzar una independencia energética dada la inmadurez gubernamental que lo rige, aquella que solo beneficia a privados. Cabe resaltar que la nación ha diversificado sus ingresos y el petróleo comienza a verse opacado por las remesas, el sector automotriz y el sector turístico, lo cual es gran noticia pues el valor del barril aún afecta la economía mexicana, pero parecer ser que es solo cuestión de tiempo para que deje de ser una variable importante en la economía del país y no afecte las finanzas públicas.

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