Orexis, an
Agradecimientos A Cerasela Barbulescu por su exhausto y completo trabajo. A Laura Merino por su colaboraci贸n como modelo. A Borja Alegr铆a por sus consejos orientativos y seguimiento.
Maniquí, reflejo de lo que debemos ser, impuesto por una sociedad que impulsa una industria de adelgazamiento que penetra en las mentes más vulnerables y transforma sus ideales por un canon de belleza absurdo que cada vez más, nos conduce a la obsesión que desemboca en locura y decadencia.
Su peso ideal es el de sus huesos.
Buscando llegar a una meta dónde perfección, belleza y delgadez son sinónimos de moda y éxito social, ella se ve envuelta en un mundo de cristal dónde los temores, aparentemente ajenos a ella ,se quedan en el exterior y dentro ella es la autoridad, tiene el poder y con éste controla sus sentidos, sus deseos, sus necesidades.
Rodeada de un vidrio construido por la excesiva dependencia de opiniones forasteras, capaces de mutar tu autoestima. Ella, vacĂa de confianza, se esconde hasta desaparecer.
Su “yoâ€? radica en una lucha constante de deseo y abstinencia. Desea no comer por lograr la perfecciĂłn, y al mismo tiempo desea comer por callar el llanto de su cuerpo vestido de piel y huesos.
Soledad, fracaso, frustraci贸n, agon铆a, inseguridad, miedo, sufrimiento, dolor, odio...
Ella se encoge, se estremece, se marchita cual flor con la frialdad de sus triunfos.
A medida que se desvanece la importancia de su pensar optimista, sus cr铆ticas autodestructivas se sobredimensionan, reflejadas en el espejo que s贸lo ella puede ver, que muestra su realidad inexistente a miradas que s贸lo ven una vida que se ahoga y se apaga lentamente como una llama sin ox铆geno.
Trastorno, dependencia, control, piel y huesos, infinito, vacĂo, orexis, an, MUERTE.
Ana L贸pez L贸pez