Revista Clarimonda no. 22: El Barrio -Homenaje a Tin Tan-

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DIRECTORIO Director Manuel Noctis Consejo Editorial y Consultivo Alex Torres “El Champi” Cloe X. Pérez Valladares Daniel Wence Luis E. Sánchez “Kikoy” Christian Fajardo Arte y Diseño Manuel Noctis Corresponsales Gaulo Amézcua (USA) Alex Barrios (Planeta Trampa) Colaboración especial Mario A. López “El Bubba” Luis D. Morales “El Boske” Contacto y Colaboraciones revistaclarimonda@gmail.com www.revista-clarimonda.blogspot.com www.myspace.com/revistaclarimonda

CLARIMONDA -Soul Rebel-

Imagen de portada: Fernando Casillas “Fercho”

Dibujo: Tony

Revista de autogestión editada por Manuel Alejandro Ayala Chávez. Morelia, Michoacán. Número 22. Año 5. 2009 Vigésima segunda víctima: Barrio Logo oficial Clarimonda: Gustavo Santiago López Logo Secundario: Luz Koreysi Ugalde Cada texto es responsabilidad de su autor.

* Clarimonda agradece y dedica esta edición a toda la gente de su Barrio: Los Macehuales, los Audiorootstika, los Chac Mool, los Puy’s, los Matanzas Club, l@s de Letras, la Moska Muerta, La Curva Villera, al Boske, Bubba, Eder, el Draf, revista Fedra de Guanatos, los Pollomingus, los de Hilo, al Mauricio Bares, a los Pibes Chorros, las revistas 3D2 & Verso Destierro del Defe, la bandita de Téjaro, al Carlos Rojas, Rogelio Rosiles, el Vizual, a Lázaro Melo y su periódico Epígrafe, los camaradas de Eronga, el Mario Resist y su Kohete Fanzine de Chihuahua, a los chavos de La Neta (SMRTV), al Colectivo Paracaídas, al fanzine Valiant 76, a todo el Clan Thiuime, al equipo Editorial de esta reva y a toda esa bandita chingona que resiste, se mantiene y con la que nos topamos a diario para compartir el debraye, el tripeo y las chelas bien a toda madre... venga banda! Hoy hay fiesta en el Barrio, bienvenid@ si vienes en paz!


Dise単o: Ulises Ortiz Castillo


Editorial Después de varios meses de ausencia , por razones de una larga consideración sobre el nuevo rol editorial, de arduas platicas internas entre Clarimonda y su creador, regresamos bajo un concepto renovado, bien puestos y dispuestos para seguir trabajando, porque Clarimonda nunca muere; y que mejor que regresar al BARRIO, el lugar que nos vio nacer, crecer y hasta jugarnos la vida, ni más ni menos que para celebrar el 5º Aniversario. Porque el barrio es el lugar principal del aprendizaje humano, por eso decidimos tomarlo como tema de partida y de entrada a esta nueva consideración Clarimondiana, y que mejor también que brindarle un pequeño pero merecidísimo homenaje al verdadero Rey del Barrio: el maestro Tin Tan; pachuco por arraigamiento, cómico de excelencia, bailarín exótico, músico inusual, poeta, un personaje completo. En este numero encontrarán textos variados -y barriados- procedentes de distintos puntos del país, todos ellos emanados desde el subsuelo de las grandes urbes mexicanas, atizados de un lenguaje coloquial, no propio para las mentes que le rinden culto al sistema o a las estructuras básicas del lenguaje –a fin de cuentas… que importa-. Además de ello Francisco Enríquez nos pone al tanto una selección fotográfica sexosa muy interesante. Fausto Alzati nos da muestra de algunos puntos elementales de la contracultura, también tenemos la colaboración de la reva La Pangolina. Gerardo Yépiz el Acamonchi nos da muestra de su ya reconocido trabajo sobre street art y para darle broche final a la edición, contamos con la colaboración de un escritor malo, proveniente del mismísimo defectuoso: Anónimo Hernández. Así que banda, esto es solo para ustedes. Disfrútenlo y rolenlo con sus camaradas. Ya se la saben con la Clarimonda. Pura vibra positiva!!! Manuel Noctis

© Gerardo Yépiz (Acamonchi) Studio Wall


© Othon Ramírez Ruvalcaba. “Tintanillo”

El llamado Tin-tan, sonó el timbre. Cuando abrió la puerta ya era una figura del cine nacional.

EDGAR PÉREZ PINEDA


Tin Tan, el pachuco de oro POR JAIME EDUARDO GARCÍA * Tin Tan irrumpió en el cine nacional como el cómico pachuco. La primera etapa de su filmografía encarnó a ese personaje marginal que nació en la subcultura de la juventud mexicana o de origen mexicano que radicó en la ciudad de Los Angeles, California, en los años treinta y cuarenta del siglo XX. Ahí están películas como El hijo desobediente, Hay muertos que no hacen ruido, Calabacitas tiernas o El rey del barrio para atestiguar su adopción de un personaje irreverente y de índole subterráneo. Si bien el personaje de Tin Tan no atentó contra instituciones como la familia, la Iglesia o la policía, sí fue enfático al hacer alusiones al consumo de la marihuana. Esas señales se colaron en la llamada época del cine mexicano escapando de la censura. En el cine mexicano actual la referencia es a la cocaína. Tomando en cuenta la moral represiva, autoritaria, intolerante y perfumada de las buenas costumbres de la primera mitad del siglo XX, los gags o alusiones directas a la adicción del cannabis fueron, sin proponérselo Tin Tan o su argumentista, el genial Juan García (a) El Peralvillo, actitudes modernas, si se permite el término, desenfadadas de actos de libertad y tolerancia, en un vicio reservado para el peladaje. La amplia filmografía de Germán Valdés lo demuestra. Pero sería un estereotipo afirmar que “pachuco” es sinónimo de drogadicto o consumidor de marihuana. Sin embargo, es necesario precisar que una característica de estos grupos juveniles muy populares en los años cuarenta y principios de los cincuenta era el consumo de la marihuana. Los pachucos Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo nació el 19 de septiembre de 1915 en la Ciudad de México, en lo que actualmente es el Hotel Cortés, frente a la Alameda de la Ciudad de México. En 1927 su familia se trasladó a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde estudió la secundaria. Ahí, Tin Tan tiene el primer contacto con los pachucos, quienes combinaban el español con el inglés (conocido como spaninglish). ¿Quiénes eran los pachucos? era el estereotipo que definió a los jóvenes mexicanos o de ascendencia mexicana nacidos en Estados Unidos (llamados chicanos), que surgió a mediados de los años veinte del siglo pasado.

Vestían ropa llamativa, llamada zoot suite, los cuales consistían en sacos con solapas anchas, casi como abrigos, debajo de la rodilla, zapatos bicolores (stauton), pantalones con valenciana de tubo (ceñido en la cintura y en los tobillos), relojes o leontinas colgadas casi hasta el piso (las cadenas que llevaban para las peleas), sombreros de ala ancha con una pluma (tipo italiano), y el corte de pelo con copetes amplios y de atrás la famosa duck tail (cola de pato). Les gustaba el boggie, el swing y el mambo. Otro elemento que definía a los pachucos era la identidad: la virgen de Guadalupe, el ideoelecto (el spanglish, el manito, el californio, o el tex mex. Ese caló fue su corriente principal y es el último vestigio de sobrevivencia del pachucho que fue retomado por los cholos); estaban muy arraigados al barrio y tenían códigos muy marcados como las jerarquías y fumar marihuana. Radicaban en California, en Texas, aunque por la migración, llegaron a la frontera norte de México, sobre todo Tijuana y Ciudad Juárez. De acuerdo con el Premio Nobel Octavio Paz, el pachuco era el fenómeno paralelo al zazou en Francia después de la Segunda Guerra Mundial, era el único eslabón conocido entre las dos culturas, la mexicana y la estadounidense. En El laberinto de la soledad, Paz escribe: “El pachuco no quiere volver a su origen mexicano; tampoco -al menos en apariencia- desea fundirse a la vida estadounidense. Todo en él es impulso que se niega a sí mismo, nudo de contradicciones, enigma. Y el primer enigma es su nombre mismo: pachuco, vocablo de incierta filiación, que dice nada y dice todo… Queramos o no, estos seres son mexicanos, uno de los extremos a que puede llegar el mexicano”. El pachuco es sin duda un ícono de la cultura chicana. Estos personajes subterráneos impresionaron a Tin Tan, quien quedó tan marcado por ellos que adoptó este personaje urbano en sus espectáculos. Por lo regular, Tin Tan se mostraba vestido de pachuco y empleó ese argot en muchas de sus películas. Se le apodó “El pachuco de oro”, pues Tin Tan retoma a los pachucos y de alguna manera los dignificaba. Es precisamente su contacto con la vida en la frontera lo que lo empuja a llevar al personaje del pachuco al escenario. La imagen del pachuco en esa época estaba muy marginada, satanizada, por la sociedad, que no podía negar su existencia e importancia en un México cada vez más influido por la cultura de Estados Unidos.


Flash back a la historia Tin Tan aprende inglés en la frontera, lo cual le facilita trabajar como guía de turistas. Entró a trabajar en la emisora XEJ, en 1934. El dueño de la estación radiofónica Pedro Meneses crea el personaje “Topillo Tapas”, para representar al mexicano que se encuentra en Estados Unidos. Ahí es cuando adopta el traje de pachuco. En la compañía de Paco Miller, ventríluco que creó a “Don Roque”, trabajaba Marcelo Chávez (su eterno carnal). Este empresario recluta a Germán Valdés: ahí nace Tin Tan. En 1943 inició una temporada en el teatro Esperanza Iris, donde se incorporó al elenco de Mario Moreno, “Cantinflas”. Tin Tan empezó a trabajar en la XEW en el programa Bocadillos de buen humor. Trabajó en el teatro Follies y en el centro nocturno El Patio. Actuando ahí, René Cardona los invitó a trabajar en la película Hotel de Verano, donde hacen una pequeña participación con un diálogo de pachucos. Su primer estelar fue El hijo desobediente (dirigida por Humberto Gómez Landeros en 1945). La manera de hablar le acarreó muchas críticas de la prensa conservadora. A principios de la década de los años setenta del siglo XX enfermó de hepatitis; el padecimiento degeneró en cáncer estomacal. Murió el 29 de junio de 1973. Las referencias a la grifa Ya sea abiertamente o de manera discreta, Tin Tan hizo referencia al consumo de la marihuana, por medio de gags o de manera verbal. Si bien en las contadas películas donde actuó como pachuco hizo alusión, muchas otras, las de la etapa pospachuco, también brotan de manera irreverente las menciones al hecho del consumo de la marihuana. En las siguientes películas aparece Tin Tan evocando su gusto (él decía de manera irónica: “Yo tengo treinta años fumándola y no se me ha hecho vicio”) por la marihuana. En El hijo desobediente el personaje es un aspirante a músico vestido de pachuco. En un diálogo con Marcelo, Tin Tan le dice a éste que es don Marcelo Fortuna: Marcelo: -Usted sigue siendo Marcelo Fortuna y yo su mayordomo Pascual. Tin Tan: -Mira Pascualito, si te pones al tiro, chansa que haga lo que tú quieras, ves, pero ahí se va. Dime, ¿qué es lo que quieres? Marcelo: -Ser su cómplice en el jueguito. Usted me acepta como su mayordomo para que pueda quedarme en esta casa. Tin Tan: -¿Y eso es todo? Marcelo: -Todo.

Tin Tan: -¿Y no tienes mal carácter? Marcelo: -No señor. Tin Tan: -¿Y sólo te da por ahí? Marcelo: -¿Me sigue tomando por loco? Tin Tan: -Nel, sabes, lo que quiero es conocerte a fondo ¿ves? ¿No te da por arrojar jarrones o algo? Marcelo: -¡Jamás! Tin Tan: -Menos mal. ¿Y te gusta la mota? Digo, ¿la música? Marcelo: -Es mi debilidad. Tin Tan: -¿Qué? Marcelo: -La música. Tina Tan: -¡Ah, sí! A los pipoles como tú les gusta de a bute la música. Marcelo: -Es usted muy perspicaz. Tin Tan: -Silverio. Marcelo: -Pascual. Tin Tan: -Pascualito, sí, ese es tu nombre, ¿verdad? Muy intrigado Tin Tan le pregunta si le gusta la marihuana y maliciosamente pregunta qué le gusta de las dos cosas.

Imagen de archivo: Tarjetas Ladatel


En Hay muertos que no hacen ruido (dirigida por Humberto Gómez Landeros, 1946), Tin Tan, quien personifica a un pachuco que quiere participar en un concurso de aficionados en la radio (en los años cuarenta y cincuenta, principalmente, las estaciones radiofónicas organizaban concursos de canto para buscar talentos) para salir de pobre. Pero por circunstancias azarosas Tin Tan topa con un personaje millonario excéntrico, que quiere jugar una supuesta broma a su amigo el comisario de policía. Tin Tan es contratado por éste para jugar la broma de que él es el asesino del contratante. Tin Tan llega a la casa de este millonario, su casa la tiene adaptada como un museo de cera. Marcelo es el inspector. En una escena Marcelo y Tin Tan entablan un diálogo hilarante: Marcelo: -Usted cambió la hora de su reloj para preparar su coartada. Tin Tan: -Pues si viera usted que no cambié absolutamente nada. Lo que pasa es que mi reloj es bueno pero un poco raro. Y cuando faltan diez para las seis marca quince para la una y entonces dan las dos… Marcelo: -¿Y qué? Tin Tan: -Que a mí ya me dan las tres… pero no de éstas (haciendo un ademán como si estuviera fumando un cigarro de marihuana) sino de las otras. Marcelo: -¡Dios! Las tres (dice alarmado). Dejemos ese punto. (Cuando dice esto hace el ademán de estar fumando marihuana.) En Soy charro de levita (dirigida por Gilberto Martínez Solares, 1949), Tin Tan y Marcelo son músicos de carpa y de levita, se van con una caravana que llega a un pueblo dominado por un cacique, un ser despótico y violento. Una de las muchachas de la compañía salió de ese pueblo porque el cacique se opone a que ella se case con su hijo. El cacique, al enterarse, manda a quemar la carpa Noris. Después de que el incendio ha terminado, de entre los escombros sale Tin Tan y busca a Marcelo, quien luego del siniestro vuelve en sí pero trastornado, se levanta y empieza a declamar: Tin Tan: -Perdone señor, ¿no ha visto a Marcelo por aquí? Marcelo: -¿Marcelo, quién es Marcelo? Tin Tan: -Mi carnal. Marcelo: -¿Marcelo? ¿Carnal? Los nombres me suenan. Tin Tan: -Pero si eres tú. ¿Marcelo, por qué andas desfajado así? Marcelo: -La función va a comenzar. Tin Tan: -Uf, uf. ¿Marcelo no me reconoces? Soy yo.

Marcelo: -Arriba el telón. Tin Tan: -Estás borracho otra vez. Marcelo: -La función va a comenzar. ¿Ser o no ser? He aquí el problema. ¿Qué es más levantado para el espíritu, sufrir los golpes y dar los de la insultante fortuna, o tomar las armas contra un piélago de calamidades y haciéndoles frente acabar con ellas? Morir, dormir, no más. (Mientras tanto Tin Tan coloca su codo en su pierna y adopta la postura como si fuera el “Pensador”, de Rodin). Tin Tan: -Pero Marcelito, antes te daba por emborracharte y ahora le zumbas a la grifa. ¿De cuál fumaste? ¿De la de Xilpan? Marcelo: -Sí, he aquí el obstáculo. Tin Tan: -Que lo brinque Mariles (se refiere al capitán del ejército Humberto Mariles que en 1948 participó en equitación en los Juegos Olímpicos de Londres, ganó medalla de oro en la prueba individual), es el único en el mundo. Pero Marcelo que te fumaste un extragrueso. Mira, soy yo, Tin Tan, reconóceme. Tin Tan. Marcelo: -¿Tin Tan? Eso me recuerda las campanas de Puebla… 5 de mayo de 1862… El sol resplandeciente rasgando los jirones de la niebla… surgen las torres de la heroica Puebla (Marcelo comienza a llorar). Tin Tan: -Fumaste de la lloradora y me la pegaste a mí…


En El rey del barrio (dirigida por Gilberto Martínez Solares, 1949), Tin Tan es un ladrón frustrado que lleva una doble vida, finge ser un ferrocarrilero, para después transformarse en un bandido pachuco que recibe informes de un tendero español que le da la lista de los robos de su banda, que siempre le quieren ocultar. Tin Tan se va al fondo de la tienda de antigüedades para cambiarse. En ese salón hay un gorila disecado y una cigüena. Cuando se coloca el sombrero, se mira al espejo y se apunta simulando que trae una pistola en la bolsa del pantalón, cuando pone el sombrero en el gorila, éste lo saluda, y Tin Tan mira su cigarro, saluda a la cigüena y ésta se mueve, Tin Tan mira atemorizado su cigarrillo y lo tira al piso y lo aplasta con el zapato y negando con la cabeza como expresando: Esto es marihuana. En El revoltoso (dirigida por Gilberto Martínez Solares, 1952), Tin Tan es un bolero metiche y revoltoso, que se entromete en la vida de los demás y mete en problemas a quien se relaciona con él. Tun Tun (René Ruiz) vende tortas de queso de puerco en un expendio en el “Parque María Luisa”. En la escena cuando llega Tin Tan al puesto para que le entregue sus tres tortas diarias, Tin Tan le dice a Tun Tun: -Ese Víctor Mature (refiriéndose al actor estadounidense del mismo nombre). -Tun Tun: Quíhubole tú, mister moto. -Tin Tan: -Dame mi cajón. Tres de las mismas. Si algo caracterizó a Tin Tan fue su marcado sentido de lo popular: su vestimenta, su lenguaje, sus actitudes, sus referencias, su música, sus creencias, su religiosidad, la identidad de lo mexicano y la migración. El consumo de la marihuana es otro elemento que recoge una práctica ilegal (por ser una droga social y penalmente no aceptada, a diferencia del alcohol y el cigarro, entre otras) y aventura a expresarlo en las películas donde participó, aunque no en todas, sólo en unas cuantas. Sin embargo, tomando en cuenta que otros cómicos mexicanos como Cantinflas, Manolín, Resortes, Clavillazo, Piporro o Capulina, pese a ser la mistificación del humor popular, son sólo la representación de “una tendencia a la travesura ligeramente irrespetuosa y diversificada”. Tin Tan fue más allá, sin afán de idealizar o levantar falsas mistificaciones.

Tin Tan practicó una crítica social subterránea (gracias al guionista Juan García), y las referencias a la marihuana en sus películas, en la primera mitad del siglo XX pusieron ante el espectador una realidad: un hábito que se extendía y que las buenas conciencias de la sociedad ávilacamachista y alemanista condenaban y rechazaban. El cómico pachuco fumó marihuana (eso no lo hizo ni más genial ni lo denigró) y lo hizo saber con desparpajo en sus películas, “porque siempre estaba dispuesto al placer”, lo cual lo alejaba del sentimiento de culpa y lo solemne (como escribió el historiador de cine Emilio García Riera); fue la reivindicación y la afirmación de una integridad: la del artista y la del hombre, que vivió dentro y fuera del escenario en el éxtasis de la vida.

* Jaime Eduardo García Cruz, periodista cultural, redactor y corrector de estilo de varias publicaciones.


Tin Tan y los pachucos POR FUEN M. R.

En 1944 apareció en la pantalla grande uno de los cómicos más importantes que ha dado nuestro país, Germán Valdés cuyo personaje Tin Tan, era una contraposición a los personajes del cine nacional de aquel tiempo, no era un charro, sino un joven que había tomado las características de las modas fronterizas, la consistencia de una cultura que se encontraba a la mitad entre México y Estados Unidos, así, Tin Tan se convirtió en el reflejo de la comunidad chicana, esto incomodó a los impulsores del nacionalismo en México. Primero porque el auge nacionalista, proveniente de la pasada revolución mexicana, intentaba forjarse un yo mexicano. Hacerlo significaba negar al otro y los otros aunque provenientes de las mismas raíces también eran los chicanos. Segundo porque era el espejo del fracaso de los ideales progresistas de la revolución mexicana, que si bien había cambiado las cosas, no era rápidamente ni alcanzando a todos los sectores de la población, por lo que nuestros paisanos se veían obligados a emigrar hipnotizados como muchos por el American Dream. El sueño se convirtió en una pesadilla, nuestros paisanos eran tratados como ciudadanos de segunda, aun cuando se jugaron la vida en las dos guerras mundiales, eran discriminados, no podían aspirar a mejores empleos y les pagaban menos por el simple hecho de ser mexicanos. El sistema gringo se encargo de minimizarlos y reprimirlos, obligándolos a perder su identidad, cómo, a través del idioma. Los niños mexicanos que iban a la escuela tenían que hablar inglés pero también debían olvidar el español que era considerado el idioma de los subdesarrollados. Los padres preferían dejar de lado sus raíces con tal de sobrevivir y no ser marginados. En medio de esta lucha surgió el personaje del pachuco. Se dice que la palabra pachuco surgió del iniciador del movimiento, un inmigrante proveniente de Pachuca, en el Estado de Hidalgo. También se dice que el origen proviene de que los primeros pachucos estaban en el Paso Texas y que se les llamaba passucos. Chicano, proviene de la palabra Mexicano, con la pronunciación antigua de la x, Mexica, Me- chicano, chicano. Los pachucos se vestían exageradamente, así se quejaban contra la sociedad que los relegaba y cuya modernidad les era inaccesible. Usaban un lenguaje mezclado, no era ni ingles ni español, castellanizaban vocablos ingleses, decían unas palabras por otras, intentando así afianzar su identidad haciendo grande y llamativo lo poco que quedaba del idioma español que iban olvidando.Para los mexicanos de este lado significaba un insulto, los veían antipatriotas, indios agringados. Aunque la realidad era totalmente distinta, los de acá se sentían ofendidos, y ese resentimiento que se mitigaba cuando recibían las remezas acentuó una distancia no sólo física sino psicológica y emotiva con los chicanos.

Los chicanos comenzaron a organizarse, a unirse y conquistaron poco a poco un lugar en el vecino país, un lugar suyo, y muy importante, una identidad cuyos íconos también son los nuestros, Villa, Zapata, la virgen de Guadalupe, la batalla del 5 de mayo. En 1944, el personaje de Tin Tan incomodó a algunos intelectuales como José Vasconcelos que publicó una crítica en el suplemento cultural del periódico Novedades, donde tildó el habla tintanesca como “pochismo lingüístico” y otros escritores como Salvador Novo defendieron al personaje. Cito “Los vituperadores de Tintan yerran el tiro. El buen señor es un efecto no una causa, de una corrupción más grave que simplemente lingüística. Nos molesta porque mientras Cantinflas es la subconsciencia de México, Tintan es su incómoda conciencia” (Salvador Novo, Novedades 20 de jun. de 1944). Con Tin Tan no había melodramas chapuceros o mensajes moralinos y chantajistas. Mientras los intelectuales se debatían entre criticarlo y reconocer su talento, Tin Tan hacía de la suyas, rompía tabúes, ponía en jaque a los lingüistas, y nos hacía reír junto a personajes inolvidables: su “carnal” Marcelo, Vitola, Tun Tun, Wolf Ruvinsky, Yolanda Montes, Tongolele. Y se nos metía en la conciencia, nutriendo nuestra propia cultura, con una de las más importantes culturas en resistencia, el movimiento chicano.

Texto tomado de: http://www.radioteca.net/result.php?id=12030011


juanele.deviantart.com


Tirando barrio ese ALÍ TORRUCO *Morelia, Michoacán+

“Nomás pica, lica y califica ¿buscas grapa, toque o arponazo? ¿o quieres un vergazo tamaño sesenta y nueve punto g?”

Imagen: Javier Cufarfán. Graffitis en Chihuahua.

Pura obrera carnal. ¿O eres florecita de la Prados Verdes? Soy del Porvenir de los vatos locos. La aVentura Puente chingándote a pedradas. Tierra y lodo conectando, sacando y ponchando. El Punhuato sacándote la sangre del hocico. Soy el viento que se regresa en La Chole cuarta etapa. A veces cantoneo en la Molino y bailo toritos en los edificios afuera de tu casa. Mis hermanas son las putas de la Juárez. Soy Tin Tan y Don Palabras. Soy el santo pachuco padre de los cholos. Tengo una jainita en la Felícitas y otra morra en la Oviedo Mota. Organizo peleas de perros en el callejoncito de tu prima, y cuetazos en los filtros viejos. Soy de barrio hijo. Aquí cabe de todo aunque no nos lata. Cholos en la esquina. Cholos bajándote el varo. Cholos tirándote de la bicicleta. Cholos a la salida de la secu. Cholos amargándote la sopa. Piedra barata. Cristal en los baldíos. Todos salimos. Nos raspamos. Nos rajamos la madre. Trabajamos de macuarros y jugamos trompo, fut y burro flete. Almorzamos con Buñuel en el menudo de la esquina. Aquí el rey del barrio se chinga un tequila triple con la maldita, antes de que empiecen los trancazos. De Ciudad Juárez a DF. De Tijuana a La Patagonia. Putazos en Tepito. Razzias en La Lagunilla. Balazos en la Doctores.

Chingadazos en el Cerro de la Campana. Trancazos en la Recoleta de Buenos Aires. Metralla en las Favelas. Parceritos muertos en Bogotá. Panas jodidos en Maracaibo. Homies caídos en Los Ángeles. Grafitti en tu pared recién pintada. El barrio somos la mayoría. Ratones de campo transformándose en ratas urbanas. La flota. La palomilla. La banda. La raza. La clica asesina. Del barrio los ojetes. Del barrio los gandallas. Del barrio los niños en la escuela rayada. Del barrio los que quieran serlo. Del barrio enjambres de taxistas. Del barrio la carne de cárcel. Del barrio los historiadores. Del barrio los actores. Del barrio los artistas gráficos. Del barrio los médicos. Del barrio las revas para la banda. Al barrio caen puercos y sorchos por todos lados. En el barrio madrizas y más madrizas. Acá aprendes o aprendes. Musiquita en el king kong. Bailongo en la chil@nga Guerrero. Sonidero nacional en la regi@ Independencia. Ya llegó su pachuchote. El barrio se mueve con todo y fiestas. Barrio bravo. Barrio podrido. Barrio pobre. Barrio parranda. Rancheras y regeeaton a todas horas. Cantinas y tienditas pa disimular. Barrio de cumbia. Cumbia poder. El pueblo al poder. Cumbia de la paz. Paz que hace falta. Poder para la paz. Paz carnalito. Paz. El barrio rifa loco.


De cal y cemento MARÍA ELENA SOLÓRZANO [Barrio de San Lucas Atenco, Azcapotzalco, D.F.]

Era bajo de estatura, regordete, de lejos parecía un niño de trece años. La piel acanelada, el pelo lacio y los ojos levemente rasgados daban a su fisonomía un aire oriental; un sombrero de palma y un overol de mezclilla sus compañeros inseparables; en la bolsa trasera del pantalón asomaba un paliacate rojo que tenía mil usos: ya para proteger la cabeza de la tierra de las techumbres o de las oleadas de nostalgia que lo acometían de vez en cuando o para doblarlo como una banda sobre la frente e impedir que el sudor o los sueños entraran muy campantes a los ojos o simplemente para sonarse estruendosamente; también usaba zapatos de carnaza con suelas de desperdicios de llantas, calzado feo, tosco y mal hecho pero muy resistente e ideal para su trabajo. Don Pedrito, como cariñosamente lo llamábamos, era albañil, le sobraba el trabajo, era para nosotros el “superman de los pobres”, presto destapaba hoyos o los tapaba, siempre que se desprendía el yeso de un techo o se carcomía una pared íbamos por él. Nunca se negaba a auxiliarnos en nuestras necesidades de cal y cemento. - Don Pedrito, vaya a la casa de Severiano porque se está cayendo la puerta...que le corra, por favor... Pero don Pedro escuchaba fascinado las canciones de Agustín Lara, tan famosas allá en los cincuentas, por estar escuchando la radio ni siquiera se había dado cuenta de la presencia del chamaco, que no tuvo más remedio que zarandearle el hombro mientras decía: -¡Hágame caso! Se rompió la puerta de don Severiano...! El siempre contestaba: - Calma, calma, “hay más tiempo que vida” y “no por mucho madrugar amanece más temprano”. - ¡Qué si por favor le cambia el tinaco a doña Lencha! aquí a la vueltecita, usted ya sabe, todo se rajó y es un agual en la azotea. - Calma, calma… Se ponía de pie, apagaba su cigarrillo, de esos que todavía hay y que llaman "Faritos", recogía un costal donde iba su herramienta: un mazo, un martillo, una plomada, una espátula, una cuchara, cinta métrica y varios cachivaches más. - Dice Josefinita que se tapó el excusado y se está saliendo toda la “mengambrea”... ¡qué de rayo!

- Calma... Don Pedro no bebía uva embotellada sino pulque y muy temprano salía Juanita -su mujer- a comprar varios litros de “caldo de oso” en una pulquería cercana que no recuerdo si se llamaba "Las maromas de Agripina" o "Los eructos de Napoleón". La señora regresaba con el garrafón destinado para esos menesteres repleto de néctar. El laborioso “maistro” lo llevaba siempre consigo y entre tabique y tabique o entre remiendo y remiendo le daba un traguito y así durante toda la jornada, no tomaba ni agua ni refresco sólo chupaba pulmón, todo el día se lo “chiquiteaba”, pero con los sudores de la chamba ni siquiera se le subía a la tatema, en cambio sentía más ánimo para mover la cuchara o para subir los botes de mezcla; ya entrada la tarde se le oía cantar bajito y con tiple la misma canción: “...te he de querer, te he de adorar, p'os que almiración les causa que yo quera a esa mujer ...” Al terminar la tarde se despedía muy ceremoniosamente, todos nos dábamos cuenta que don Pedrito despedía un olorcillo no muy agradable. Un día un chamaco se atrevió a decirle: "ya no tome pulque que después huele rete feo" y él hombre le respondió: "muchacho, ¿qué no sabes? el hombre sin olor es como un clavel sin aroma”. Así pasó su existencia y llegó más allá de los ochenta años. Su figura perdió la verticalidad de las paredes y sobre sus espaldas fraguó todo el peso del tiempo. Andaba casi a tientas sobre los andamios como si una nube de cal le nublara el horizonte, las cataratas opacaron sus ojos, adivinaba los pasos que tenía que dar para no caer al vacío, hasta que desistió de subirse a grandes alturas; un día pisó mal y cayó rompiéndose una pierna, lo enyesaron, la inmovilidad lo anquilosó y salieron a relucir en ese lapso todos los achaques de la vejez. En su morral todo se oxidó: cucharas, espátula, clavos, alcayatas, la lima, el arco, las seguetas y hasta el alma.


La Chata OBED GONZÁLEZ *México, DF+

Sincho me cacha la chava esa Que no me conviene me dice Chente Pues en su chante La chata le chuta a la chela y a la Natacha Chansón y sí pero a mí me late su percha

© Gerardo Yépiz (Acamonchi) “Stricke 2. Total demolishion”

Dicen que en el metro de la Meche le chifla duro como chanate Yo ya le dije a La chata que si la checo con sancho la chingo Que no voy a dejar nadie le cuelgue la chaqueta en su percha Pero pa qué mascullo más en ello si La chata es chida Y su chante es el mío, además ella siempre está en mi chompeta.


Ese conecte PTEROCLES ARENARIUS *Ciudad de México. 1941+

Debajo de la rueda que inexorablemente, eterna e impasible, sin cesar gira y gira sabrás que sólo existen dos grupos de dichosos: Los que saben todo, los que no saben nada. Omar Khayyam (Rubayat) Hay plumajes que cruzan el pantano (y no se manchan mi pantano es de ésos. Salvador Díaz Mirón (Parafraseado por Manuuel Rodríguez Herrero)

P’s va, te late un choro del parle más efe ¿no? Chido y salitre; nomás oclayo coco y oreja. Chanclas, al tiro ¿eh? Cada banda maneja su verbo, pero cincho, cómo nariz, hay un rollo capitán, o bueno, general. La transa es conectar dos tres aligeres más bien leves que se rolan. O sea, para picar la salsa chido tienes que caer en un terreno machín ¿verdá? Tierra de apaches, sitio macizo pues. Si te pasa p’s Tepis jala: dos tres bofes cada cuadra; buti ratones y ya mínimo el bandón. O sea un clima bien acá ¿sí? Clarín dos tres morritos te hacen girar el verbo bien lujoso, te mascan un caliche pero cuco, ai’stá la vianda, ¿qué más? Ora si te late el caló de los ratones, p’s ‘tá más cabrera. El rata no afloja ni maiz, sólo que tambor tunas le pegues a la uña… Por si vasquez hay dos que tres pasiones para tito, a ver si una te cuachalanga: p’s ‘tá la farda, si tienes buen jamón, rabadilla chanchomona y desafanas de bolillo, papas, entransas por acámbaro. Ora, la zorra: acá a las vivas en la negra y control ¿no?, el guato de control, es chamba fina y en jacales donde hay oro. De metemano: ya sábanas, el metro y de cajón dos tres tartanas, sobre el billete de gilberto. Ora si vas por un pancho más espeso, p’s’tá el retinto, ai ganas de morocho y tocho: mondas, perras, buti trapos, bueno, hasta la trama rifa, me cai si no. Nomás hay que enredar al gil y estar siempre buzo con la lela. Ya chambas de la grasa es el cristalero, p’s van sobre las naves. El boquetero: las barretas, dos tres marros y van sobre aparato ¿no?, p’s pa’que jale. Y el más ojaldra que es el rata madredeador, el que carga su naifa o el tizón; así cualquiera, p’s vas cargado.

Como licas pa’las damas chamba fina y con los cabezas ya es otra línea, hay más violencia. Pero chale, no es pa’tanto; si andas en el palpe de una labia más acá, no hay por que clavarse tan gruesote, tan allá, porque además el verbo del ratón es muy oscuro. Ese bato nomás gira su caliche entre sus vales, acá quemando o en la trova, tons p’s es muy negro. Te despepito este toquín pero es leve, leve. No hay cuete, mira, con que llegues: −Que mené mi padrino, va un vidrio, ¿le pasa? Bueno, desde antier ya le caímos al bato y yo le aviento: −Aquí la morra quiere palpar el verbo de la banda. −Tons es cuando tú ya caes y te van a semblantear: −Uuuy ¿no es coto?, ¿pus a honras de qué diablo? Pero tú: −Quióbolas, mi tío, p’s yo cuando acá ¿o qué…? −No p’s’tá chido, va pero en breve ¿no?, ¿qué transa? −Porque yo te vo’a poner ese conecte con un jefe indio ¿eh? Tons de boleto: −A ver, mi canchanchán, en cortito merque un frasco. −Para esto de cajón tú ya bailaste ¿verdá? −¿De qué le pasa, mi jefe? −va’decir el achichincle. Y el jefe: −Que sea lumbre, porque la sangre de satanás ya me cai de peso, mi enterrador me’ncontró gastritis y pa’qué moverle. −Y p’s ya, empiezan a jalarse las chalupas. Nomás dos tres farolazos y al calor del alumbrón te avientan esa labia. Nomás ya le dije: oclayo, coco y póngase bien orejona. Porque ya el verbo desatado va y viene girando bien esquiso. También hay conecte en otros lares, si le vas’entrar a la-mor; con que te cargues un buen guato y dos tres lobos se arriman a la quema. Pero eso ya es otra línea ¿no?, una terapia más pesada. Yoni enchufo que es más chido acá en control. Porque cirios, esa banda ya enyerbada es otro rol. No te claves por otro laredo y piques que desamarran a satanás, neto. Lo que rifa es un rollo macizote; si tú quieres, medio plátano, pero eso cincho, muy negro, manchadote. Por eso yo le aviento: no se le vaya a caer el cantón y controlito ¿ve?


Los pibes de mi barrio* MANUEL NOCTIS *Morelia, Michoacán. 1985+

A la memoria de mi compa Enrique Vizcarra (q.e.p.d.) “Sábado a la noche nos vamos a bailar pateando un par de cuadras ya pinta pa’ fumar cruzamos a los chetos empezamos a bardear los corremos de caño los vamos a trompear…” La Rama. “Los Chetos”

Esa noche sería de cumbierío villero en el terreno Condesa, tocarían los de ‘La Curva’, una banda del barrio Esperanza, la cual era bien respetada por todo el villerío por sus constantes tokines gratuitos en la calle, fiestas del santo patrono y hasta en la cárcel de Santa Martha. El Drogas, vocal de la banda, era la especie de gurú de todos los pibes. Ahí se juntarían todos los fumancheros del barrio, por eso desde que habían apuñalado al Vizcarra; el Checo, un pibe de aspecto malandro, con su ropa bombacha, cabeza rapada, barba de candado y tatuajes por donde quiera, se cargaba una pistola escuadra a la cintura, pensando que en cualquier momento se pudiera encontrar con la banda de los Percheros y a él también le dieran baje. Vestidos con sus mejores garras y con cartones de cerveza en las manos se metieron al lugar, la idea era toparse desde un principio con las morras más piolas, darle duro a la cumbia, engancharse poco a poco con el alcohol y terminar echándose un buen zarpazo con ellas. Desde las tornamesas se estaba proyectando puro sonidero guarachero y El Pacho, un chaval de diecisiete años, proveniente del barrio de Santa Fe, que acostumbraba a cargar con el guato, no se hizo esperar y se prendió un buen toque de mota, sabía que con eso atraería a cuanta morra le ofreciese fumar y así fue, se arrimaron dos pidiendo aliviane, les corrieron el toque; esa es la ley del barrio, cuando la banda anda eriza siempre se le hace paro con el aliviane. La primera banda subió al escenario, un cover de El Empuje prendió duro a todos los locos fumancheros: Estoy en el baile / con mis amigos volando en el aire / zarpado en la cumbia / y zarpado en alcohol… La Katy y la Flor, que eran las morras que harían el bajón, le guaracheaban chido a la cumbia, el goce era pleno, el cachondeo ya comenzaba a dar juego en la pista. La nota de que los polis pudieran presentarse y les achacaran el baile estaba latente, aunque al villerío parecía no importarle eso, se veía cómo cada uno disfrutaba como si fuera la última noche.

Foto: Rodrigo Abd

El colorido se presentó cuando poco a poco fueron entrando los de la barra de La Lokera, con sus cantos generalizados, las banderas al aire, brincando y bailando por donde quiera; habían hecho caravana desde el estadio hasta el terreno Condesa, traían una euforia chingona porque el equipo del barrio había ganado esa tarde. Lo sorprendente de esos morros es que parecían nunca cansarse, sin duda alguna eran de los que armaban más chido la fiesta y el desmadre en cada tokin que se presentaban. El ambiente fluía conforme se enganchaban las pastas y el alcohol, la bronca no se hizo esperar, se armó justo en el centro del baile, algunos lanzaban botellas, latas, los que estaban más alejados seguían bailando, otros más se acercaban a ver… ¿Qué pasó con las palmas? ¡Quiero verlas ahí! …alguien sacó su pistola y aventó un balazo al aire, varios desconcertados se abrieron y la banda que tocaba paró la música, las rechiflas sonaron por donde quiera; el vocal pidió que se tranquilizaran o pararían el tokin, eso hizo que la gente se enfocara más hacia el escenario y pidieran más música, fue entonces que se escuchó otra vez: ¿Qué pasó con las palmas? ¡Quiero verlas ahí!, la música continúo y el griterío se encendió de nuevo.


Después de rato, pasó un morro aventando por la espalda al Pacho, quién se volteó encabronado y le cantó el tiro, el otro mostró una sonrisa ligera, provocativa y después de una mentada de madre salió corriendo, el Pacho fue tras de él y a solo unos metros lo detuvo un cachazo en la frente que lo mandó al suelo, el vato le apuntó con su pistola, lo miraba sin decir nada, se quedó quieto por un momento y se fue, tras de este iban cuatro morros más, se perdieron entre el gentío que había. El Pacho regresó con la frente medio ensangrentada, mareado por el golpe, el Checo se exaltó de inmediato y quiso que fueran a buscar a los morros, pero el Pacho se negó diciendo que estaban armados y que entre ellos andaba el Paki, uno de los Percheros. El Checo sabía que ellos dos y con una sola pistola no bastarían para cinco, aunque quizá solo uno estuviera armado, entonces le habló al Toño, un ruco que los protegía de los ratillas y de la poli, pero el Toño andaba en el Changote, gastando el varo que le salía de la refaccionaria y de vender latas de P.V.C. a la banda chemo. Checo sabía muy bien de qué se trataba la presencia del Paki, pensaba en si quizá lo mejor sería irse de ahí, antes de que sucediera algo más cabrón, pero era la fiesta del barrio, si se iban era como zafarse la onda, mejor aguantarían un rato a ver si llegaba alguien más de su banda. Mientras tanto seguían dándole al baile y fumándole machín a la mota. Cuando apuñalaron al Vizcarra se encontraba igualmente en el baile del año pasado, él solo; no habían podido hacer nada porque uno de los Percheros los había detenido en el camino, había sido todo un plan a traición, y sólo porque el Vizcarra traía de vieja a la hermana del Paki –recordaba vivamente el Checo, quien parecía como si la mota le rebuscara entre la memoria, lo cual le provocaba cierta intranquilidad, quería hacer algo, pero no sabía exactamente cómo. En un momento se apartó del lugar mencionando solamente que iba al baño, las morras no le tomaron importancia pero el Pacho pensó que se trataba de algo más, quiso ir tras de él, pero quizá el Checo se molestaría por pensar que solo lo estaba vigilando. Pacho se había desconectado un tanto de la escena, bailaba y brincaba ya bien loco y pasoneado, en eso se escuchó un desmadre cerca de donde se encontraban los baños portátiles, lo cual le sacó de su trance y salió corriendo hacia el lugar, cuando llegó vio al Checo tirado en el piso, tres morros lo pateaban, el Pacho se abalanzó sobre uno de ellos, lo tiró y lo pateó. Llegó otro vato por atrás y mandó de igual forma al Pacho a tragar tierra, Checo se dio cuenta de esto y como pudo sacó la pistola, le pegó un tiro a cada vato, uno cayó derrumbado y los otros dos salieron corriendo, la gente se abrió súbitamente, Checo se levantó y fue con el Pacho para reponerlo.

Las sirenas de la policía se escucharon cerca, la mayoría de la gente comenzó a abandonar el lugar, el Paki, que solo observaba detrás, salió a flote frente a los morros, apuntándoles con su pistola, estos se quedaron inmóviles; La policía ya estaba afuera, el Paki estuvo a punto de dispararles, pero corrió abandonándolos, el Checo le pidió al Pacho que se fuera, que lo dejara ahí, sería mejor que uno estuviera libre y no ambos, el Pacho le obedeció y se fue. La policía encontró a Checo con pistola en mano y un cuerpo sin vida frente a él. La yuta se lo cargó y se lo llevó a los separos. Lo sentenciaron a diez años de prisión en Santa Martha por el delito de asesinato en primer grado. Checo no era un tipo totalmente vandálico como para pretender sobrevivir tanto tiempo encerrado. Ya habían pasado tres años desde aquel suceso; el encierro y la manera de vivir en prisión, a parte del resentimiento ante las injusticias de la vida le habían transformado su mente; lo peor vino cuando su madre le llevó la noticia de que ahora habían asesinado al Pacho, su brother de toda la vida. Esa noticia fue el descontrol total, sabía bien quienes eran los responsables y él ahí encerrado no podía hacer nada. Cuando te metes en broncas y se da la respuesta a la agresión, el problema se torna en un círculo vicioso del que difícilmente se encuentra una salida ¿En qué momento de la vida había caído al abismo? – Se preguntaba. Esa noche su mente divagó por largas horas, la intranquilidad en su celda se proyectaba hacia las otras y más de una vez le pidieron que dejara de hacer ruidos, todos querían un descanso. Checo también quería su descanso. A la mañana siguiente encontraron su cuerpo inerte, el Checo se había ahorcado en su celda.

* Texto incluido en el libro inédito “Cumbia Maconha”

Imagen cortesía de Revista Guanatos


La raza HAYDEE RAMOS CADENA (México, DF)

Autorretrato del 22 de agosto de 2008

El olor rancio se combina con las viejas fotografías el chico banda se menea “mamita” me grita, sé con la memoria que hay afuera de la raza un olor a pobreza la casa de la abuela de cartones de una infancia que también se va haciendo vieja, las risas de los primos se destiñen en la madurez y la seriedad en el consuelo de este presente mío, no sé que fue de los primos no sé que fue de los tíos de las mesas en domingo y la persecución detrás del carrito de helados. Sé que hay a cada lado de la raza a la izquierda un tianguis de montones que reconozco a ciegas, los tatuadotes, un amigo de la secundaria, a la derecha los tacos, los vagabundos las micros. Mi infancia de la raza tiene un paisaje gris con el asfalto cada vez más cansado quién diría, que soy una historia vieja de mi barrio que habría que recorrer tantas tierras para llegar náufraga a la misma. La raza era nuestra con el diablito entre las manos recorriendo las calles tragándonos el polvo con las risas, las ganas de hacer pipí y de jugar a los novios siempre quise a mi primo (una típica historia de niños). Las tardes de la raza eran del abuelo jugando al ajedrez todos perdían en su defensa literalmente todos perdían.

Mi niñez dominguera terminaba con el viaje del metro la raza a cualquier punto en el sur donde mi madre volvía siempre a querer empezar con una nueva casa con una nueva falda o par de zapatos. II Entre los pasillos de la ciencia transité con la adolescencia y mis pechos llorando punzando con un dolor de la periferia al corazón me volví roja entre las piernas con los pezones a punto de reventar y las axilas húmedas quise besarme con cada novio bajo la bóveda celeste creí en el amor de los 16 de los 17 de los 20 y de todas las manos que sostuvieron mi mano, a los 27 el amor me parece una trasgresión de mi egoísmo de los tiempos que no vuelven y del tiempo siempre puntual que sólo sabe reciclar las experiencias el amor es el único cántico norteño qué aprendí con humildad en el barrio de los humildes de los que nunca tuvieron pretensiones de los que irremediablemente saben que el tiempo pasa para nunca ser otra vez el mismo segundo como ley de gravedad de todos los tiempos y de todos los humanos. Hoy regreso a la ciudad con la mochila al hombro y con todas las historias de la mujer que hoy soy y de la que no temo, busco mi constelación cual niña de cinco años debajo de la bóveda subterránea en el pasaje de la ciencia que guarda cada uno de mis genes fotográficos.


Los Changungas All Stars o ¿sí dí? CARLOS ROJAS *Morelia, Michoacán+ Habíamos acordado que nos encontraríamos en la tienda de la esquina, allá con Don Acá, quien vende las chelas tibias y los cigarros a $2.50. Ya eran tres meses desde que decidimos formar el grupo de cumbias, la chamba había salido y ahora hasta una combi chocolate nos compramos, así ya podemos hacer giras y una que otra vez sirve de cantón. Al principio nuestras jefas nos dijeron que mejor nos pusiéramos a trabajar como Dios manda, pero no hay que ser, pinches chambas jodidas, nomás puro explotar, está más chingón hacer la music pá bailar. El grupo fue un exitazo, nuestra primera presentación a media calle, aquí en la Santa Cruz, las morras baile y baile y nosotros que nos las pelábamos pá caerle a bailar con ellas, pero luego, ¿quién tocaba? La neta es que ni tocamos tan chido esa vez, pero la banda ya andaba bien pasoneada y se movían con cualquier cosa, eso sí, se puso mejor cuando nos dimos un gallo con guamas, hasta un rock satánico les tocamos. Si, ya tres meses, y hoy por primera vez íbamos a tocar en el Centro Histórico, por eso era la junta en la tienda de Don Acá, teníamos que ver qué avión con el repertorio, algo prendido y ponedor. Ensayamos cada dos días, ahí en la casa del Pitirijas, de paso nos quemamos a su jefa que está bien buena, nomás no le vayan a decir, es su jefecita. Querían que tocáramos dos horas, ¡hijos de su puta madre!, dos horas por mil varos, pero algo es algo. Esos gueyes del ayuntamiento, nomás buscando la oportunidad para metértela de a perrito. Según que es para ayudar a las propuestas independientes, como nosotros, que pá salir adelante, ¡hijos de la chingada!, lo único que les sale por delante a esos perros es pura verga. Por mil varos, en la colonia nos pagan cuatro mil la hora, y eso que se están muriendo de hambre. En fin, ya habíamos aceptado, y es que no es lo mismo tocar acá en el barrio que en el centro histórico de la ciudad de Morelia, allí donde siempre hay un puto desmadre de turistas jotos, inspectores babosos y vendedores con permiso para estar chingando. Todavía me acuerdo la última vez que estuvimos en el centro, cuando fuimos a San Francisco por lo del concurso de Toritos de Petate, agarramos nuestros instrumentos y le dimos al puro estilo de banda mix, junto con el apache, la maría y dos tres teporochos del barrio, éramos la pura sensación, aunque el del torito andaba bien tinaco y se le echó encima a una viejita que nomás iba pasando. El pedo del saco fue que la banda de otras colonias no querían quedarse atrás y se hicieron los madrazos, nos robaron los instrumentos, pero nosotros nos robamos otros, a mano. Esta vez no será así, pondremos a bailar a toda la raza con los puros exitosos pegajosos y no habrá competencia, bueno, los payasos cholos, la mafia de los viejitos bailadores y esos tamboreros de la cerrada de San Agustín.

Acá tenemos algo más chido. Y es que aunque son tres meses, nos sabemos todas las cumbias sabrosonas: la del garrote, la de los luchadores, Simón, suavecito suavecito, quién pompo, el listón de tu pelo y un chingo más. Hasta unos regueetones nos aventamos, las de Dady Yankiee y una que otra de Calle 13 y Amandititita. Y si les cuento que nos pusimos a componer unas rolas, y que nos sale un hip hop bien chingón que lo hicimos cumbia, dice más o menos así: Todo el cielo cae en mi espalda Tranquilo, despacio, me forjo la calma, No hay nada de malo con este vicio. Son sólo los otros no entienden el ritmo. Destapa la tella, saca las caguamas, El bla bla de la banda no quita las ganas, Hay mucha gente muriendo en el mundo, Con esto del hambre yo ya no me apuro. Mota, coca, alcohol, Dios y las fantasías Así es aquí afuera Paga que nadie fía. Cómo la ven, chida, ¿no? Así es bandita, con algo de suerte y hasta en el canal de las estrellas salimos, o mínimo en el de acá de Mugrelia. Chale, ya es bien tarde y estos gueyes no llegan, seguro se están haciendo bien pendejos en sus chantes, ese es el pedo con la banda, no se aplica. En la última tocada el de los teclados llegó bien crosti y que se guacarea en medio vals de los quince años, hijo de cinco putas, el papá casi nos corre, si no es porque la quinceañera se metió por nosotros nos hubieran corrido a la verga. Ya al final de la fiesta tuve que darle su regalito a la muchacha, qué cosas tiene la vida. Pero eso sí, ora sí les voy a decir que nada de andarse cruzando, o pedos, grifos, cocos, chemos, pastillos, chaqueteados, cogidos o lo que sea, pero nomás una cosa a la vez, porque es el Centro, la meritita Plaza de Armas. Aunque la neta siempre será mejor tocar para los tuyos, para tu raza, y no a esa bola de fresquis bon que se la pasan dando vueltas a la plaza, a ver qué hay. ¿Cómo se llama el grupo? Los Changungas All Stars. ¿Sí dí? Y aun no han llegado, sirve que me echo otra chela.


Salto de longitud OCTAVIO PEÑALOZA [Guadalajara, Jalisco]

No recuerdo de quién fue la idea original. Creo que del Noé, aunque poco a poco se añadieron variantes. A los catorce todos somos creativos para el desmadre. Los del “F” decían que en la unidad, a la salida, jugaban a los saltos de longitud, pero la neta no les creíamos porque a la salida ya era noche y: 1) en caso de haber luz, los cuicos luego luego los iban a ver y los apañarían, y 2) de no haber luz ¿cómo chingados verían quién ganó? En fin, ellos se las daban de muy acá, pero la neta parecían jotos; si en el pinche fut diario los chingábamos, entonces, con la peda de vivavilla encima y todo, dijo el Noé: “¿cómo es que esos cabrones ya se iniciaron en los saltos de longitud y nosotros nachos?” Esta reflexión del Noé vino a darle un interés nuevo a las sesiones de porno en la casa del Lemus, porque la neta ya nos habíamos aburrido de tetonas y vergudos que las ensartaban y ahí las tenían bien picoteadas como media hora. “Tanta gozadera aburre”, opinaba el Cristian, que cuando debutó con la Nayeli, más tardó en quitarse los calzones que en venírsele encima, en la mera panza. Nos platicó que la morrita peló chicos ojotes y se puso a llorar, exigiéndole que le limpiara el ombligo, pues le estaba dando mucho asco esa cochinada. El Cristian se volvió nuestro héroe, pues era el único de toda la bola que ya no era quintito, y por eso le hacíamos caso cuando decía que no eran ciertas las porno, que no se podía gozar tanto rato. Decía: “no sean pendejos, la urgencia de acabar se siente luego luego, y ustedes ahí de puñeteros con las porno…” Las reuniones se hacían en la casa del Lemus porque sus jefes casi no estaban. Los dos chambeaban y en la mañana se quedaban nomás él y su hermana, que bien sabía a lo que íbamos. Primero, se hacía pendeja, ya después nos agarró de su modus vivendi, pues pedía mil varos por piocha pa’ no decir nada, y ‘pos se los dábamos pa’ tenerla con el hocico cerrado. Ya después nos enteramos que el pinche pelonchas del Salinas le iba a quitar tres ceros al peso y nos pusimos retecontentos, porque el cinito ya iba a salirnos de a varo. Al principio, el Lemus se opuso a los saltos de longitud, decía que no fuéramos cabrones, que le íbamos a dejar todo chorreado el cuarto, y ‘pos la neta tenía razón. Las meras competencias empezaron cuando su carnala se metió a estudiar inglés por las mañanas; entonces sí la casa se quedó sola, y ‘pos nos salíamos al patio. Los vecinos no nos veían porque había láminas de fibra de vidrio de colores, pero por si las moscas nos subíamos a la azotea y poníamos una lona. Me acuerdo que la primera vez nadie se animó y las competencias se cancelaron. Luego empezamos a cotorrear con el nais, que era un vato que vendía mota afuera de la secu. Llegaba cerca de la salida, como a las ocho, y esperaba a sus clientes.

Le decíamos el nais porque el güey había estado un año en el otro lado, y traía la pinche costumbrita de decir nais para todo: que si veía una morrita que le gustaba decía, ¡nais!; o cuando le pagaban la hierba decía, ¡nais!; y así para todo, entonces se le quedó: el nais. Él nos consiguió pornos más cabronas, porque le ayudaba a un güey que tenía un puesto de pelis en San Juan de Dios. Entonces sí que se armaron los saltos de longitud. La primera vez nos bajamos bien califas todos al patio. El primero que se animó fue el Héctor, que a la hora de expulsar sus traumas nomás puso sus ojitos de huevo cocido y le valió madres a dónde disparaba. ¿‘Pos no los va aventando a la jaula del cotorro que estaba colgada en la pared? Pinche cotorro, nomás sacudía la cabeza y se metía la pata derecha al pico para limpiársela. Luego luego quedó eliminado el pinche Héctor, por güey. “Es salto de longitud, no de altura, pendejo” le dijo el Chente. Esa vez ganó el Juan, que llegó hasta el lavadero el cabrón. Luego se nos ocurrió que íbamos a hacer una liguilla, y también una vaquita, pa’ invitarle una güila al campeón, para él solito. Entonces sí nos empezamos a esforzar. Me da pena decirlo, pero me la aguanto: yo practicaba en mi casa, aunque yo creo que todos lo hacían. Poco a poco se fueron haciendo las eliminatorias. La neta yo sí me sentía bien tenso, pero ‘pos fui pasando. Un día que estábamos bien pedos viendo otra peli que llevó el nais, que se me ocurre: ahí estaba la Amber, en un closop perfecto, goce y goce con la boca abierta y sus ojitos cerrados. El Lemus se había salido a contestar el teléfono, y que le digo al nais: —Regrésale, güey. —Pérese, cabrón, ya se va a acabar. —No, güey. Regrésale antes que se me desocurra lo que se me ocurrió. —¡Oh, qué bien chingas, cabrón! ¿Qué se te ocurrió? —Cómo vamos a jugar la final, güey. Todos se me quedaron viendo intrigados. — “¿Cómo?” –preguntó el charro. —Regrésenle, cabrones –les respondí. Que le dan reguain al teip y no le podían parar en la escena que les dije (¿cuándo llegaría el devedé?) Cuando por fin se pudo, todos sonrieron y se me quedaron viendo: —Pinche Toño ¡qué buena idea, cabrón! –espetó el charro. —Sí, pendejos. Y el Lemus los va a dejar –nos aterrizó el nais. —Cabrones, a mí hasta la llave me presta. Acuérdense que ya mero se va de vacaciones con la family. A mí su jefa me tiene confianza, puedo decirles que yo les cuido la casa, al cabo vivo aquí a la vuelta –dijo el farol del Noé.


Pasaron las semanas. Ahí la llevaba yo en las competencias. Total que llego a la final, contra el nais. Ahí sí que me puse nervioso, ese cabrón ya tenía diecisiete años. Manejaba su cosa como taco de billar (si hasta se ponía su guante que había comprado en el monchos). Cuando acababa se ponía bien serio y le hacía como los perros cuando quieren empezar a ladrar: bfff, bfff. ‘Pos que llega el mero día. Ahí estaban todos. La chica mala la consiguió el propio nais, por ser el más lagartón y porque su compa el de las pelis la conocía. Pa’ lo que cobró no estaba tan mal. Se veía muy divertida por lo del concurso. Era de la edad del nais, y la neta sí me motivaba. El güey me pidió que le dijera que también tenía diecisiete, al cabo que sí me iba a creer porque ya estaba yo medio bigotón. Pusieron la peli y le dieron pausa en la escena. Saludamos a la Amber y nos encomendamos a ella. Que nos jugamos un volado a ver quién escogía turno. Lo gané y que le digo al nais: “vas primero, cabrón”. Se pone en cuclillas frente a la tele y que empieza. Llevaba como tres minutos y que se arrodilla. Dijimos: “ahí va”. ¡N’ombre, que se vuela la barda el cabrón! (digo, la tele). Suspiré aliviado. Con que le atinara a la tele, la diva era mía. La volteé a ver para inspirarme. Que me sonríe y ‘pos peor. No hubo broncas. Gané. Lo malo fue que para la morrita ya no hubo modo. Tenía yo que cargar baterías. Se puso en plan de mercader y amenazó con cobrar doble las horas extras, así que el subcampeón fue el que cargó el trofeo. Si ya decía yo que el nais no había dado paso sin huarache. Al regreso a clases, el Lemus me abordó de inmediato. Recuerdo que sentí su mano en el hombro. Al voltear no me dio tiempo de nada, así que le di tremendo narizazo en su puño cerrado. Ya en el suelo le golpeé los pies con las costillas, y cuando le dije que el usuario de la cama había sido el nais, se dio media vuelta y le volví a golpear los pies, pero esta vez con las nalgas. “Esta ya fue por mentiroso, cabrón” –dijo.

Al cierre de esta edición nos enteramos de la lamentable muerte de Koyote Lagañas, un gran amigo y colaborador de Clarimonda, una pena, pero tenemos por seguro que nos estará esperando con unas chelas bien frías allá arriba.

*Cuento incluido en “Verbo Cirio VIII” Literalia Editores/ Secretaría de Cultura, gobierno de Jalisco Guadalajara, 2008


Carta 1 CHRISTIAN FAJARDO [Tijuana, Baja California]

mira putito / gota de agua la neta la neta: sí q’ sí voy a TJ ssssseguro puto sin candado pa que le digas @ Viki q’ / haga para d vuelos barato (ya se me terminó la Mota x ende no tengo alas x el momento) A cada rato me topo con la Alicia y la muy perrrrrrrrrra, cito sus palabras: NOTEDOYONGOS pinche zorrita egoísta La literatura mi amigo se suicida cada día más encajándose 1 estaca en el culoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo / uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu A tu pregunta que por qué no me comunico (es pa que te mojes más enamorado cuando me veas) ¿qué más da? / odio las ataduras / solo quiero algo de verdad / y mierda bajo los árboles deberías conocerte a Guillermo / puerco d mierda de flatón la loquita d carito me la llevo en el costal de Santa / no hay pedo / esta natividad se la va a pasar en el ESTRELLA travestí para ver si así agarra a 1 Rodolfo con la verga rojiverde Ya sabes de TJ lee a Heriabierto -te abre las piernas de la percepciónJL Bohórquez / el maestro loquerríma LEwis CaRRol Alicia a través del tubo por 1 dollar Me voy a echar una pussyestita pa soñar bonito Salúdame @ la piratadelaViki dile que besos y palabras (y que haga paro se me murió la Lady) Ya questéhaya me llevaré los caballeros del sobaco la saga d Hades ¯Jan-jan-jan-jan¯ y a Biruta y Capulina XXXXXXXXXXXXX Cuidate el hoyo besos y abrazos

Carta 2 mira mira / marikanena a cabo d escuchar a la Trevi y la muy putademierda me dice que a los aviones les cortaron las alas / pornopornoporno querer pagar la cuota voluntaria de te pego unos vergazos la Trevi no sabe que Sergio se gastó all the money man on drugs and beers and he only got 2 bucks 4 the fucking Bus So so so pena de mi miamorcito tendré que verte tiempo después del pos-tu-lado uyuyuyuyuyuy


Hermanito lastracho de vinocontino y sangre te tendré que jalarte 1,2 soles con su media luna para tomarnos unas Chelas con Shelatl / la nueva deidad d la fiestas No te preocupes iré a tu orgasmooooooooo que tenoshacemos / pero caminando sansho el del culo ancho / pa que escuchemos ladrar a las perrasssssssssss mana porque es señal que caminamos / re-cuerda eso caminar es lo primordial de la vida / sino caminas pues te quedas en el mismo spot pot pot pot pot fucks the brain Por qué crees que Mercury murió? Nos vemos pronto / es más / estoy en tu mente de madre fílmica Alicia me sigue acosando y la muy bitch no kiere aflojar (le voy @ dar yumina de yumi yumi) Clip: si 2 y 2 son 4 qué putas tiene q' ver el ciego Bueno bueno bueno... como te iba diciendo: Salúdame a tu Madre a tu Padre y tus Hermanos diles q los quiero far away y a la Brother de la Viki dile que te de unas nalgas Nos vemos Bisho ATTE: Papageno

© Francisco Zúñiga. “Oso-street”


De puras barbas SERGIO FONG [Guanatos, Jalisco]

Los centauros, eso son: mitad bestias y mitad animales La luna La tía luna disipaba su amarga luz entre los escombros y los matorrales del baldío, los gatos aullaban su hermosa melodía sexual, las ratas roían pedazos de la noche mustia. Algún niño vicio aún jugaba alegre a los electrocutados colgado de un gancho de carnicería que llevaba atravesado en su paladar, con el cual se deslizaba como trolebús sobre un cable de alta tensión. -"Ora sí, cabrones", escuché mientras los frenos de la camioneta chillaban y el motor detenía su marcha y se apagaban los faros: todo quedó suspendido en el silencio sepulcral. -"Oink, oink", gruñó unos de los cerdos. El Pingo y yo estábamos esposados en uno de los tubos posteriores de la troca como animales rabiosos. -"A ver si es cierto que son muy machines", escupió una voz socarrona de otro de los marranos sobre nuestros cuerpos, y ahí fue donde empezó la tracachinga: patadas, culatazos, macanazos de todos los colores y sabores. Cuando saciaron su amor por la patria a bola de madrazos nos dejaron en paz hechos un par de guiñapos. "Nos partieron la madre carnal", bufaba El Pingo mientras arrojaba los bofes. De ahí deduzco que no todos los puercos son iguales; otros son peores, unos hijos de su santa y culera madre, y sí. De allí nos trasladaron a los separos, supuestamente sin broncas, pero a la hora de la báscula al Pingo le sacaron una ristra de reynas. El tira de la baranda que estaba esculcando y quitando fajos, cigarros y cerillos a todos los incautados, no la hizo de pedo, y haciéndose el sordejo las arrojó disque al bote de la basura (para luego darles vuelta en la prisión) y chido porque nos la dieron por briagos y acelerados. La celda en que nos enjaularon estaba atiborrada de raza, pueblo, nación y desesperanza. Todos los entorilados éramos los más castos, los más santos ¡puros inocentes! Y el cotorreo era estarse tirando carrilla de que nadie había hecho ninguna mala acción, pero la neta cada mono tenía una cara de jijo`ela chingada que daba pánico. Así pasaron dos tres cuatro horas y escuchamos nuestros nombres de pila y uno contesta con su apellido. "Ya la hicimos", me gritó animado El Pingo. Y pos cuáles camarones, nomás nos formaron en fila india borracha y nos fueron carruchando en una camioneta que estaba tapada para darnos hilo hasta la correccional. El Cerro del Cuatro nos esperaba con su coraza abierta de par en par y méndiga nochecita pasamos. El pinche cuchitril en el que nos hospedaron estaba cruel: apestaba a patas, culo, mierda, miados y creolina; estaba atascada de chinches, pulgas y sabecuántamadremás.

Me cae que estaba haciendo un frío bien culero, pleno diciembre y yo en shorts y con camiseta de tirantes pa'cabarla de chingar y luego un pinche crudonón triple, más la bola de madrazos que me propinaron los del escuadrón especial de la policía municipal, nomás no me la acababa, no supe si dormí o no dormí. La neta era que habíamos pasado una nochecita inolvidable. El soldado empezaba a filtrar sus trizas acres por los helados barrotes del penthouse para recordarnos que el mundo ya estaba funcionando al chingazo. En ese momento fue cuando trajeron al Perro. -"Quihubo Perro". -"Qué onda Gato, ¿por qué te apandaron?". -"Pos por qué, ya sabes cómo son de manchados los azulejos, estábamos en mero terreno apache, bien ranas afuera de la tienda de Doña Petra echándonos unas birrias bien helodias, tirando cábula con las hainas del barrio cuando cayó manotas, El Changilla gritó: "al tiro locos" y todo el bandoleón empezó a desafanarse, y yo me quedé guachando cómo un cuico quería apañar al Viciocho y no podía, cuando ya lo iba a agarrar El Viciocho se aventó contra la puerta del chante del Black, pero la puerta no se abrió y el tira se quedó parado tragando ñonga, y que se vuelve a tender sobre el vato y El Viciocho se vuelve a aventar contra el portón de madera y nacho, la pinche puerta nomás temblaba pero no se abría, y yo me la estaba curando bien machín, porque el tirano se quedó parado otra vez, y cuando la vió cincha y ya lo había aperingado de la chaqueta, salieron unas manos misteriosas de adentro del cantón del Negro y ¡fumm! que desaparece El Viciocho como brujo de Catemaco.


El pinche tirita se quedó de a seisote con la chamarra que le dejó este valedor en las manos y ¡noombre! yo ya estaba que me cagaba de la risa torciendo toda la acción social. Entonces oigo que me dicen: `de qué te ríes' y de volada contesto: `no viste güey', y al volteón me doy tinta de que era un cerdo y que me gruñe el puto: `a ver quítate las gafas' (no mames eran como las diez de la noche y yo con lentes oscuros, la pura placa)y hago un iris pero, nomás me las levanto, entonces el culero me quiere sablear: ‘andas bien mariguano’ y en caliente le respingo: `yo no ando grifo, grifa tu madre'. No pos se me calentó,`¿ah sí cabrón?' me muge queriéndome atolondrar y nomás naranjas, y me gruñe: `súbete a la patrulla' y yo, pues nel `no me subo, ¿por qué chingados?', `que te subas' ya agüevo tirándome de culatazos y ya me llevaba cerca de la trulla, en eso sabe de'onde chingados salió El Pingo, y me grita: `nel carnal, no te subas' y el tira se le queda viendo como queriéndolo fulminar como raid matabichos, y El Pingo se acerca y se la empieza a hacer de dope al cuico: `qué onda pinche negro, déjalo' y pos cual déjalo, empezamos a forcejear los tres y en caliente que emerge un racimo de puercos de la nada y que nos suben agüevo a la troca y nos esposan en un tubo. Toda la raza estaba viendo la acción, las morritas y las ñoras bien prendidas haciéndonos el paro, les gritaban un chingo de madres, que `bájenlos', que `pinches puercos de mierda', que `pinches rateros', que `lo que quieren es lana' y me cai que la presión estaba cabrona porque la banda ya estaba arriba de las azoteas tirándoles de botellazos y pedradones y neta, los culeros estaban sintiendo que el culo se les hacía puño, ¡cómo no! El gran cerdo comandante les gruñía a los cerdos menores que ya, que nos llevaran a la delegación de policía, entonces los tiranos arrancaron a madres dejando una nube de polvo en el escenario del arrabal, pero antes de llevarnos a la delegación hicieron escala en el baldío".

-"Y a tí ¿por qué te apandaron, Perro?". -"A mí de barbas, de puras barbas... ...Orita me acaban de aperingar, hace ratito que llegué. Yo estaba a toda madre con Doña Mary echándome, apenas, un menu- dito para curármela, me acababa de servir... ‘¿Qué te pongo de carne?’ me preguntó. ‘¡Ay, Doña Mary! ando bien malilla, póngame cuajo, puro cuajo y una ramita de yerbabuena...¡’ Y ya sabes que uno le pone su oreganito bien molidito pa'que amarre y su limón, a mí sí me gusta con un chingo de limón y poquita sal, ¡ah! y su chilito de árbol doradito en manteca. ¡Noombre cabrón!, agarré una tortilla, dos (original y copia) le embarré su limoncito, le puse su pedazo de cuajo, salecita y salsa de tomate, `¿ya conoces la salsita?... Ah, sí, pa'la salsita si se discute la Doña'... Enrollé el taco y oigo que Doña Mary me dice: `Tenga mijo para que se la cure bien y se vaya a dormir'. Ya sabes cómo se discute: un roncito con coca. Y en eso le iba a dar la primera mordida al taco y ¡chale! que llegan dos patrullas: una por cada lado de la cuadra. Yo le hice al loco y le dí el segundo mordidón al taconazo. Pero la bronca era conmiguelito. -`A ver cabrón' y que me jalan de donde estaba sentado, y en una de las patrullas venía la Meche..." -"¿Cuál Meche?" "... La carnalita del Camello, y que le dicen a la morra: ‘¿Este es?’ y la ruca que les dice que sí, que soy yo. Y sí pos si, yo soy yo ¿o no?, y ahí me traen, pero yo no hice ni madres". En eso de una de las literas de concreto helado, de arriba de la celda, se asoma la mascarota del Pingo. -"Qué onda cabrones, ¿cuándo los apañaron?" -"No mames, cabrón, pos si nos agarraron juntos" le digo. El vato sin gesticular nada, sin denotar pizca de preocupación alguna, me pregunta: "¿deveras?, yo nomás siento los madrazos. Y tú Dogo ¿por qué caiste? -"De barbas, de puras barbas". -"Ay no mames, a mí me dijeron que ayer en la tarde fileriaste al Camello por una mona de toncho". -"AH, SI, PERO ESO FUE AYER. A MI ME AGARRARON APENAS HOY EN LA MAÑANA, HACERATITO".

Stencils: © Watchavato, Xpresat Stncil (Culiacán, Sin) Foto: Manuel Noctis


Un escritor y su hijo ANÓNIMO HERNÁNDEZ* *México, DF+

La gente cree que la exigencia profesional de un escritor se corresponde en una medida justa con sus retribuciones económicas. Pero está muy equivocada. Y cuando un escritor es malo, resulta aún peor. Hay que pagar la comida, el techo, la ropa. Las palabras lo dicen todo, porque a diferencia de otros profesionales (incluso del hampa o de la política), una expresión como “hacer el súper” en mi caso se limita a “conseguir qué comer”; “comprar una casa” se reduce a “pagar el techo”; e “ir de shopping” se constriñe a “buscar qué ponerme”. El caso es que ayer por la mañana agarré a mi hijo, un bodoque inquieto y risueño, y me lo llevé a renegociar mis deudas con la arrendadora de mi covacha. Ni siquiera me cuestioné si estaba usando al niño para apelar al chantaje sentimental: ni modo, pensé, tú también comes, así que a chambear con tu papá. Si otros artistas utilizan changuitos amaestrados, yo al menos soy escritor… Si ellos se aprovechan de que la música seduce a humanos y a animales, yo vivo de transmitir palabras, que sólo le incumben a otro humano. Ya en el camino me topé con una mujer de acento extranjero que le decía a su retoño: –Ése es un Coche. Y ése es un Árbol. Mira la Fuente, tiene Agua, allí va un Pájaro… La escena me estrujó el alma por varios motivos. Primero me estremeció la ternura propia de la enseñanza natural, instintiva: el paso del conocimiento milenario de una generación a otra, esa transmisión que ha asegurado nuestra supervivencia en el mundo. El resguardo de algo tan valioso como el lenguaje, el vocabulario, la palabra. Todo eso en un acto tan banal que ahora pasamos por alto y que hasta puede resultarnos chocante por sí mismo, aún más viniendo de una fuereña que hablaba mejor que nosotros, y que por ello sonaba raro, mal…

Segundo, me hizo saber que yo no pasaba tanto tiempo con mi propio hijo. Tercero, la imagen de esa mujer nombrando al mundo, objeto por objeto, me hizo recordar aquel cliché de que los escritores reinventan, o cuando menos renombran, al mundo. Y terminan creando otro. Un mundo de ellos, sí, pero un mundo para nosotros, para todos. En pocas palabras, me sentí hecho pedazos y estuve a punto de regresar a mi casa –que es su casa– a llorar. Como pude, me rehice y proseguí mi plan. Para ello hay que realizar un largo viaje a pie por el centro de la ciudad, usar el metro, y todavía caminar un trecho por una zona arbolada y vistosa que parece de otro país. Cargaba a mi hijo en brazos, en silencio, dadas las prisas. Llegamos al enorme edificio de la inmobiliaria con un esquema para renegociar nuestra deuda, la corredora encargada de nuestro expediente me conocía a la perfección… Pero antes de llegar a ella debíamos pasar por el filtro de las recepcionistas. Esto me vino a la memoria cuando vi que nos atendía una nueva empleada en el puesto, misma que me hizo pasar por todo el ritual como si fuera un contratante nuevo para la empresa: –A qué viene? –Lo que pasa es que soy escritor y… –Profesión? –Le acabo de decir que soy escritor… –Cómo que escritor?… Eso no aparece en las opciones de este programa… –reclamó presionando varias teclas de su computadora, sin valorar que llevara a un niño en brazos. A ver, intenten explicar a una empleada lo que es un escritor, su importancia histórica, antropológica, su propósito de transmitir conocimiento a lo largo de milenios, preservando y cultivando y desarrollando algo vital para la especie –incluida ella–, como el lenguaje, sin importar que la pobre no juntara dos mil palabras. Haciendo cálculos estrictos, mi hijo habría de rebasarla en un lapso relativamente corto, si antes no nos quedábamos sin techo por culpa de ella. En fin, una vez que pude dejarla atrás, conseguí abonar un descuento a mi deuda con el fin de postergar el resto. Abandonamos las ostentosas oficinas de la inmobiliaria, la cual, dicho sea de paso, se enriquece ofreciendo una vivienda indigna a una muchedumbre de pobres diablos como yo. Nuestra miseria es su riqueza. Lo importante fue que, saliendo de allí, pude ejercer el don hasta entonces negado: nombrar el mundo. Y no sólo para mí, o para unas hojas que nunca encontrarían lectores, sino para mi hijo. Lo hice para sentir ese placer básico de la comunicación. Y pese a la opinión de los profesionales del ramo, no me limité a “comunicar”, sino a heredar conocimiento. Al enseñar fuente-aguapájaro, la mujer extranjera estuvo rebasando, sin saberlo, las meras palabras aisladas: enseñaba un sistema. Algo más incluyente, más significativo, global. Algo tan importante como los instintos, pues asegura la supervivencia de la especie.


Así que al llegar al Zócalo y caminar rumbo a la Alameda, de vuelta en nuestro territorio, ansioso, comencé con mi nene: –Mira, estos puestos ambulantes!… Qué linda piratería! Aquí hay montones de películas provenientes de todo el mundo, muchas sin estrenarse siquiera; y paquetes con telenovelas enteras –me pregunté si debía enseñarle la palabra “telenovela”, tan barata e injusta con los verdaderos novelistas, pero como pronto se habría de insertar irremediablemente a su vocabulario, consentí–; y mira aquí, esto se llama pornografía, Las colegialas por la puerta trasera, dice en inglés, aunque no son colegialas de verdad, hijo, sino señoras disfrazadas de muchachitas. Pero si quisieras menores de edad, aquí está Minifaldas y colitas de caballo, traducción aceptable de Ponytails and miniskirts, junto a Dumbo y Baby Einstein. No te gustan? Mira a esta niña que está revisando las portadas como si nada… –Señor, si no va a comprar… –Ya, ya, que las compre la niña, yo sólo estoy educando a mi hijo… Con el sol cayendo a plomo, nos alejamos rumbo al Eje Central. Sentí que me faltaba el aire, y sin aire no hay palabras, al menos para hablar. El brazo izquierdo, asignado para cargar al niño dado que soy diestro, se me había adormecido, así que realicé el cambio pertinente y proseguí con mi función: –Vamos por acá… Entonces, junto a un puesto de tortas, vi a un pelón ofreciendo unos sospechosos papelitos, muy disimuladamente, según él. Le dije a mi primogénito: ese señor pelón que acabamos de pasar junto a las tortas está disimulando que no vende papelitos con coca, muy baratos. Hace todo lo posible para disimular que eso es lo único que no está haciendo, para que todos nos enteremos de que está haciéndolo… A fin de cuentas casi no es coca, sino anfetaminas molidas, principalmente, así que el precio está bien, quizá un poco elevado.

No importa: mientras disimule bien, es decir, mal, parecerá que no está haciendo lo que no disimula que hace… Bueno, ya pronto entenderás… Te pongo un ejemplo más sencillo: esas cajas grandotas sólo pueden ser televisiones de contrabando, por el tamaño. Aquellos señores en la esquina que ni las voltean a ver, han de ser rusos, o algo así, los otros son asiáticos, y los demás son tus paisanos… Y allá está la patrulla, es la policía, que se encarga de que no suceda nada de lo que está sucediendo… Me detuve para explicarle lo que eran las fritangas, pero el mediodía estaba a punto de freírnos, de convertirnos en fritangas con pelos, como las que vendían allí. Por instinto busqué una sombra, perseguido por una voz que me inquiría si quería mi sope sencillo o con pollo. El panorama se tornaba borroso y me pregunté si ése no era el modo más adecuado para enfocar mis alrededores. Caminé asegurando a mi hijo entre los brazos y le dije: –En fin, compadrito, ya no puedo más, éste es el Eje Central, que cuando yo tenía tu edad se llamaba Niño Perdido… Entonces me cuidé de no dar un paso en falso entre la multitud y caer en el arroyo vehicular, con el riesgo de que se convirtiera en arrollo vehicular. Mi hijo lo miraba todo con suma curiosidad, pero con un gesto de indiferencia, o de familiaridad. Como si esa jungla desquiciada no fuera tan difícil de entender, o como si la comprendiera de antemano y sólo estuviera reconociendo el terreno. Al pie de la Torre Latinoamericana, al borde del colapso, balbuceé: –Yo nací de aquel lado, yendo tres calles sobre Victoria, pasando el Barrio Chino. Pero ese pastelote de mármol que ves por allá, apréndetelo bien, es el Palacio de Bellas Artes, a donde sólo entran los escritores más importantes del país…

*Seudónimo usado por Mauricio Bares en la revista A sangre fría y en los libros Ya no quiero ser mexicano y La vida es una telenovela. La infancia de este peculiar personaje es el tema de la novela Anónimo, finalista en el concurso Herralde de novela organizado por la editorial Anagrama en 2005.


El Círculo Contracultural “APUNTES DE UN ESCRITOR MALO” Con Mauricio Bares MANUEL NOCTIS

El pasado sábado 11 de julio se llevó a cabo la primera de una serie de ponencias que la revista Clarimonda estará implementando en la ciudad de Morelia, todo esto con la firme intensión de desentrañar la Contracultura desde un enfoque primeramente literario. La primera de estas se dio con el escritor del defe Mauricio Bares, quien además de haber sido coeditor de la revista A sangre fría, es autor de los libros Sobredosis, Ya no quiero ser mexicano, Posthumano, entre otros. La conferencia se concretó en gran medida con el apoyo y colaboración del Colectivo Paracaídas, quienes realizaron el 4º Encuentro Nacional de Letras Independientes y a su vez concertaron la impartición de un Taller Literario por parte del mismo Mauricio, o sea que se mataron dos pájaros de un tiro como dice aquel dicho. La rapidéz, el tiempo al acecho y las constantes modificaciones de fechas y demás propiciaron que de alguna manera se retribuyera todo de manera casi exprés, porque se armaron unos flyers bien antiestéticos que solamente se rolaron vía mail, ya que el patrocinador que nos haría paro nos quedo mal y no hubo el recurso suficiente para armar algo impreso. El chiste es que de una u otra manera se armó la conferencia, Mauricio y su servilleta andábamos en iguales situaciones crudo-bucólicas-somnolientas, todo debido al fiestón que habíamos agarrado la noche anterior al ritmo de la Matancera michoacana. Inicié haciendo lectura de un texto breve donde se exponían de manera ligera parte de los objetivos y metas de este proyecto. Después el Mauricio prosiguió con su charla contraculturosa donde comenzó confesando la aceptación de un movimiento como antecedente para su literatura y su generación, ni más ni menos que La Onda, una influencia que no muchos de mi generación se atreven a aceptar como tal… mencionó el escritor.

Noctis & Bares. Foto: Gilberto Pérez

La contracultura, las tribus urbanas o la filosofía del underground nacieron como una forma de manifestación social, de desprecio a la cotidianeidad vital, social, espiritual, artística e ideológica, pero nos hemos dado cuenta que conforme pasan los días esa visión se ha distorsionado en gran medida, al grado de que entre la cultura general y la contracultura solo existe un paso, por ello creemos que es preciso llevar a cabo este proyecto con una serie de charlas, ponencias y conferencias con distintos íconos de la contracultura contemporánea, para delimitar el tema, ya no como se ha venido haciendo desde un enfoque académico o histórico, donde prevalecen las complacientes políticas y las discriminaciones generalizadas, sino más bien en un sentido de desentrañar la contracultura desde sus propias raíces, que el brote sea de adentro hacia fuera, como si fuese un fruto que florece y no un fruto al cual le llueven piedras de todos lados, más del lado político, institucional, académico, intelectualoide, oficialista y convencional.

Además de ello postuló la idea incondicional de escritor independiente y principalmente de este sentido de la independencia que te lleva a crear tus propios espacios, tu propios puntos de distribución y sobre todo tus propios elementos de publicación, de ahí la creación de su Nitro/Press, proyecto que fungía como editorial y a la vez como revista literaria. El autor destacó la importancia del ser creador como portador de una visión crítica y autosuficiente, para que por lo tanto las carencias institucionales, oficialistas y demás no limitaran la consciencia libertaria; libertaria en el sentido de poder producir y publicar textos donde los temas como el sexo, las drogas, la violencia y demás ya no sean vistos como tabúes y que por lo tanto tampoco te limiten en ese sentido de la publicación. En general Mauricio Bares nos mostró un poquito de su rebeldía como escritor, como editor y como persona, lo cual generó un grado de concreción ideológica para los que conformamos Clarimonda. Nos hubiera gustado que la banda que nos rodea hubiese estado presente, lástima por ellos, afortunados los que se dieron cita al lugar. Aunque después ya no tuvimos la oportunidad de brindar en la clausura del evento, porque Maurico se nos perdió, va un abrazo grande de la Clarimonda. Esta es la primera de tantas, espero sigan al pendiente de este proyecto. Chido banda.


El portafolio del sexo Francisco Enríquez Muñóz De la serie”Mis amigos”


En el debraye... Inmanencia Subversiva FAUSTO ALZATI FERNÁNDEZ *México, DF. 1979+

Hay un capítulo de los Simpson en el cual Homero se determina a leer un libro de Bill Cosby sobre cómo educar a los hijos, para mejor lidiar con Bart. En dicha lectura encuentra una proposición que le parece paradójica y atractiva a la vez: Para lograr que un chico haga lo que quieres, dile que haga lo opuesto. Y le funciona. A lo que voy es—aparte de intentar amenizar el ambiente con una referencia cultural simpática y bien conocida—que la contracultura no es necesariamente contra de nada. Es decir que no se basa o se define en oposición—y/o por lo términos—de la cultura dominante a la cual presenta una alternativa o problematiza por añadidura. Creo inicialmente que este es un valor contracultural esencial: la diferencia. Sobra decirlo y es redundante, pero por algún motivo—la homologización rampante de esta época del sentido común y el brutal sintetismo jungiano de la tolerancia y el multiculturalismo por el cual se reduce y neutraliza—la diferencia es siempre radical. Es decir que marca algo que no es meramente el polo opuesto o complementario o contrario de un modelo, sino que introduce modelos distintos e inconmensurables. La contracultura no se define por la cultura dominante y sus términos. Incluso un parte vital de las propuestas contraculturales, particularmente las que se encuentran en un estado de diáspora, es la gestación y establecimiento de lo que Hakim Bey designa como Zonas Autónomas Temporales; es decir, espacios en los cuales los valores de la cultura dominante cesen de operar, ofreciendo modalidades de interacción y vivencia de otra textura e índole. Así también las contraculturas no sólo se oponen a la cultura oficial o dominante, o el Zeitgeist, de cierto sitio o tiempo, sino que los desestabilizan y deconstruyen de paso. Es una suerte de hermenéutica de la subjetividad, subversiones de la mirada. Ya que si tomamos la palabra cultura por su designio clásico de hábitat; es decir, aquel sitio que habitamos y aquello que a su vez nos habita—espero tener tiempo para volver sobre este punto, ya que creo que hoy en día con las neurociencias tan en boga y bajo su delirio de poder y verdad, es esencial preguntarnos dónde empieza el mundo y dónde la mente, dónde quién percibe y lo percibido: es una raya tan borrosa y difusa como la que designa al narco y al gobierno. Me parece también importante calcar una distinción entre contracultura y lo que hoy conocemos—y explotamos en los medios—como subculturas.

Me gustaría aludir a esto en referencia al mercado del porno de imágenes en movimiento. Como en los años 70s que había el cine porno, con las megaproducciones y mega-narrativas como Garganta Profunda, Detrás de la Puerta Verde, El diablo en la señora Jones, EN FIN…la llamada Era Dorada del Porno. Propuestas ante las cuales se podrían presentar variaciones y propuestas alternas a sus narrativas del deseo y sus construcciones del sujeto deseante. Posteriormente, en los 80s, entran al mercado las videocaseteras Beta y con ello el mercado porno se divide en nichos, cada vez más específicos. Como analogía, mucho de lo que presenciamos hoy en día como subculturas no son necesariamente contraculturales, sino más bien nichos. Es decir que puede incluso que apoyen y reivindiquen los valores de la cultura dominante en vez de plantear alternativas o problematizaciones. Con esto quiero hacer hincapié en un punto esencial en el estudio de la contracultura: distinguir la ética de la estética. Y esto no porque inicialmente estén separadas, sino porque una de las maneras más efectivas de cómo se desarma un movimiento contracultural es depurando su estética de la ética. El movimiento punk es un claro ejemplo de ello. Surgido a principios de los años 70s a la par del desencanto que trajo consigo la respuesta de la derecha global a las protestas de finales de los 60s, el Detente, el punk basó sus fundamentos ideológicos en la noción de comunidad y de escepticismo primordial y encarnado ante los criterios convencionales, incluso los ya instalados en la mente del individuo. Era de entrada un movimiento con una propuesta ética y política clara. Como muchas de las manifestaciones contraculturales, surgió de una comunidad para esa comunidad, y al ser asimilado y cooptado por el mercado, fue dirigido hacia un grupo demográfico desde un interés de capital, logrando mediar las relaciones entre los participantes por medio del consumo, generando un sentido de jerarquía antes ausente, pero ante todo, alienando a los sujetos, desarmando así el movimiento en su ámbito político. Depurado de su ética, hoy podemos incluso ir a Pabellón Polanco y a un lado de Radio Shack, comprar ropa "punk"; hoy en general tendemos a creer que el punk es mucho gel en el pelo pintado y aretes en las cejas y pulseras con picos de metal, y música apática. Cuando en su trama ideológica incluso la ropa tenía un sentido, la hacía uno mismo para no alienar a otros en su producción así como para desafiar la noción de belleza establecida.


El sonido tenía un propósito, minimalista, para permitir la expresión de quienes no eran virtuosos musicales, y a volúmenes altos para descentrar al sujeto. Incluso había métodos para mantener alejados a los dorgadictos, para no darle escusa a la policía de irrumpir las tocadas y modos de presentar las tocadas, sin división entre público y banda para no hacer de la banda, ni de nadie una autoridad cultural. Fugazi es una banda ejemplar en estos sentidos: sus tocadas son siempre en lugares que no rebasen cierto tamaño para no permitir esa división, no se cobra más de cierta cantidad en la entrada para no excluir a nadie por falta de recursos, así mismo se hacen de tal manera que puedan entrar personas de todas edades. O pensemos incluso en el movimiento Gótico, cuya propuesta en gran medida ha sido poner en escena algo obsceno: la tristeza. Darle sitio y movimiento dentro de lo público a la tristeza, a la melancolía. Creo que es una propuesta digna, en particular en una época que no porque tengamos I-Pods deja de ser feudal, y en la cual estamos, de una u otra forma normativizados por el protocolo más que el castigo, la disciplina y la vigilancia, de tener que gozar. Obligados a gozar en forma, en lo que bien podríamos designar, en acuerdo con Alexander R. Galloway, como una adhocracia. Me hace pensar en un espectacular de seguros monterrey que vi hace poco en Parque Lira, que decía: Ríe, nosotros nos encargamos del resto. O, "nosotros controlamos tu vida y hacemos lo que se nos antoje de ti, pero tu riete; no vayas a dar indicio de que no estás de acuerdo". Ahora no sólo hay que hacer lo que la autoridad con todo su aparato represor dictamina, sino que nos debe agradar. El jefe, como bien lo plantea Zizek, ya no ejerce su autoridad como lo que es, terror, sino que es más insidioso, ahora llega y nos cuenta un chiste obsceno, despliega un nuevo albur y nos dice "güey"; no sólo hay que hacer lo que dice, sino que hay que amarle. El movimiento gótico me recuerda un poco a Bartleby en este sentido, es decir, que el trabajo es trabajo y el hambre es hambre. Pero no idealizemos al movimiento gótico tan pronto, ya que en general me encuentro con personas que visten de negro y traen unas botas francamente increíbles, pero no tienen idea de porqué o para qué o nada de eso. Curioso dato dentro de este esquema es que tanto el movimiento punk como el movimiento gótico, en sus propuestas ideológicas, tienen una gran aceptación a sexualidades fluidas, pero al ser asimilados se configuran hasta como modelos de hombría: más hardcore=más machin, o más dark= más Si bien la historia es también así—o sobre todo—la versión de lo acontecido que hace que hoy sea hoy; es decir el cuento, la trama, el choro de lo sucedido y el choro construido por lo sucedido—en sus términos— cabe, por ello echar un vistazo a la narrativa de la contracultura hoy en día; en un sentido quizás, por jugar con las palabras, estrictamente estético. En esta cuestión me viene a la mente esta suerte de propuesta literaria llamada literatura basura o hiperrealismo.

De entrada, Bukowski y Burroughs tuvieron su época, y está claramente fechada, y lo que es más, son intentos de Celine, pero lo que me concierne en esta trama es la manera en que lo real y la realidad (y no dejemos de distinguirles…) son equiparados con lo sórdido en una variedad de exacerbación de ello. Es decir que entre más auto-obsesivos, egocéntricos y auto-críticos los personajes—nihilistas a fin de cuentas, que es una forma de considerarse realista "yo conozco la realidad de la situación, es grave y por ello yo soy apático y vivo fatiga empática"—, y entre más sórdido lo que acontece, más muertos, más vacío, menos sentido, más putas y cocaína y orina y demás, más real. Alguien realmente se ha meado en este tapete, ha sido realmente real. Alude mucho a la retórica de derecha extrema de la transparencia, que todo sea transparente. Y con ello conduce a la retórica del "a fin de cuentas" o el "bottom line" en inglés, tan en boga ahora con la sociobiología—a fin de cuentas lo que quieres es una Hummer nueva, a fin de cuentas todos sólo queremos más obscenidad…Y no sólo esto, sino que presenta un sujeto despolitizado por completo, absorto en sus patoaventuras de lo sórdido, confundiendo esta "realidad" con la transgresión—transgresión que es ahora la norma incluso.

Foto: Cortesía Tianguis del Chopo


Aquí quisiera citar a Baudrillard, de su libro La Inteligencia del Mal, en el cual dice: La realidad es la manera en que lidiamos con y encubrimos la radical incertidumbre e ilusoriedad del mundo. Contemplo eso como lo real: la radical ilusoriedad, la infinitud de la contingencia y nuestra completa permeabilidad. Estas tramas de lo sórdido como lo real, entre más chafa el video de camarita de celular, o entre más gacho el cuartito de hotel que se filma en tacubaya para el video de hoteles de México, más real, yo lo llamo el efecto chafita. Pero en este contexto quisiera plantear dos cosas: primero una defensa y profunda apreciación del sentido onírico de la vida del sujeto—de la subjetividad para ser redundante—, esa radical ilusoriedad y, segundo, que como historiadores una tarea que ahora les atañe en su sentido genealógico, foucauldiano-nietzschiano es la de estudiar lo que Barthes delineo como el Efecto de Realidad. Efecto que puede darse como en las series de televisión médicas (ER, Greys Anatomy, House) cuando el guión hace a los actores decir cefalea en vez de dolor de cabeza para darles mayor credibilidad. ¿Hemos confundido la credibilidad con la realidad? ¿Qué relación tiene esto con la historia de la locura? ¿Por qué creemos que el desencanto y lo sórdido son la realidad? Bien, quisiera ahora plantear un valor contracultural que me atreveré de momento a llamar, abrazando las contradicciones de ello, como universal: la sabiduría. Y me refiero a ello en el sentido Hegeliano y también en el sentido del Budismo Mahayana y Tántrico a como lo destina Nagarjuna en el Sutra del Corazón de la sabiduría, como una inmanencia dialéctica (negativa). Es decir, cesar la arbitraria división del sujeto y el objeto— que luego culmina en inmersión y fascinación más que en inmanencia, la diferencia siendo que la inmersión no es dialéctica en el sentido que ya no hay un otro. A lo que voy con esto es que considero que una base para la contracultura es el involucramiento, en vez de la indignación. Hay que decirlo, desde estas supuestas literaturas hasta el periodismo mexicano, amén de la indignación y el tono indignado. Y cuán cómodo resulta, cuánta seguridad ontológica y qué noción de prestigio se construye el autor, como tal, tanto que incluso me parece que hay tales beneficios secundarios de tener un mundo que le indigne, que ya con ello ha resuelto gran parte de su vida. El involucramiento es asumirnos como parte inmanente de ese monstruo que nos asecha—no hay afuera del texto—y desde ahí, desde esa consciencia y claridad de la interdependencia que somos, actuar. Así sucede, antes las contraculturas eran asimiladas y puestas en jaque en una constante necesidad de vanguardia, que se torna prontamente en innovación de mercado o de valores publicitarios. Ahora se denomina contracultura, muy prontamente, a la exaltación de estos valores de mercado.

La estética o la pinta de la contracultura en vez de un movimiento sociopolítico. Asumimos sin reservas que ciertas apariencias son por ende contracultura, cuando gran parte de lo que constituye la contracultura no tiene este glamour prestigioso de contra y es más bien un trabajo riguroso y atinado de modificar políticas públicas. Si todas las personas que creyeron que metiéndose una dosis de LSD iban a cambiar al mundo hubiesen estado en lo cierto…hoy viviríamos en poco menos que un idilio. Otro punto vital para la contracultura en estos tiempos, es la defensa de la palabra del sujeto, de la subjetividad. Y en este caso sí es una defensa; una defensa contra el supuesto saber de la nueva religión: la ciencia. Ese saber que es siempre ya una abstracción—bien lo plantea Hegel—ya que para constituirse parte necesariamente de la suposición de un sujeto aparte del objeto que estudia. ¿Pero, dónde cabe entonces el peso de la mirada? ¿La distancia ideológica entre el sujeto y el objeto? ¿Los intereses de poder y prestigio del sujeto en su observar al objeto? ¿Si no están relacionados, entonces cómo puede entrar en relación de observación? Es el saber en función y servicio del poder. Poder que luego se proclama "natural", se reifica a través de las tramas de la ciencia como lo más evolucionado, como el mando de aquellos cuyos genes son superiores, el resultado lógico de un proceso biológico de supervivencia milenario, y por ello como el mejor sistema político posible. No sólo el mejor, sino el único. (Creo que aquí cabe decir que una de las tareas más importantes del arte ahora, es la de crear espacio, espacio desde el cual la ideología pueda surgir, ideología que desafíe la noción de fin de historia del capitalismo tardío neoliberal, la idea de que es la única y mejor idea, y la última ideología, y lo único que podemos ya hacer es afinar sus tuercas, pero ya no pensar y proponer alternativas). Así la sociobiología pretende estudiar al sujeto, al sujeto cuya palabra construye la política y propone ideologías, en tercera persona, cuando su experiencia es inasible y es siempre-ya en primera persona. Y sólo por su palabra la comunica. Bien podrán decirme que estoy deprimido porque mis neuroreceptores están bloqueados, pero el cómo es esta vivencia para mí sólo puedo decirlo yo. La palabra se borra con el diagnóstico y la totalidad de un neoliberalismo naturalizado y garantizado por las ciencias que le sirven. Así mi angustia es un problema, uno que habrá de tratarse con un fármaco. Ya no habrá acceso a mis emociones y a lo que mi vida psíquica crea y expresa en relación al mundo, no, ya no. Será ahora una experiencia mediada por el capital, por un fármaco, por ese supuesto saber de la ciencia, yo me vivo en absoluto narcicismo: en tercera persona, alienado de mis emociones y mi decir.


Creo entonces pertinente planear otra preferencia, y avocar por la empatía sobre el empirismo. Me baso aquí en lo propuesto por George Lakoff y Mark Johnson en su libro Philosophy in the Flesh, en el que describen cómo el empirismo se basa en una serie de metáforas cognitivas, tales como: Ver claramente y la manera en que el Ver y el saber y la iluminación y el entender terminan por equipararse generando el efecto del empirismo. Sugieren así, que el empirismo es una construcción metafórica (y me gusta aún más esto en el sentido Lacaniano de que no hay metalenguaje, no se puede vivir en 3era persona lo que se vive en 1era, no hay Otro del Otro), mientras que la empatía, al asumir la permeabilidad e involucramiento del sujeto, sus indudables interdependencias con ese supuesto objeto es tanto más atinada, así mismo, un modo de involucramiento basado en la sabiduría mas no en el saber. (He aquí otro tema interesante para los historiadores: la empatía). Defendamos las causas pérdidas: al sujeto, a la inmanencia, a la sabiduría (y recordemos con esto que la filosofía no es una colección de paradigmas, sino un amor, una relación erótica-afectiva con la sabiduría—vis a vis, como sugiere Sloterdijk al principio de Crítica de la Razón Cínica, la sabiduría por vía del amor), así mismo, defendamos a la ternura y al amor, en tanto creaciones del sujeto y no como meras respuesta inventadas en el Medievo para procurar la perpetuación un dado gen, sino como un profundo asombro y un responder adecuado a la radical ilusoriedad del mundo. Asumamos nuestra permeabilidad e involucrémonos, de tal manera que dejemos colapsar ese modelo por el cual habitamos en un pánico constantemente vigilando nuestra noción de territorio, y a su vez, optemos por inspirarnos mutuamente sin buscar ventaja…y sin piedad.

La poética del Hip Hop MANUEL NOCTIS

Para mis brother’s el Boske, el Bubba, el Eder y el Chilango.

Soy un poeta… No, No de ese tipo de poetas, ni lo pienses Porque me ofendes… Bocafloja. “Rica” (Imarginación, 2008)

La mayoría de los movimientos y variantes musicales que se han desempeñado de manera alternativa, han emergido casi en su totalidad desde los recónditos lugares inimaginables del planeta, desde el underground. Pero también la mayoría, gracias a los estupefactos quehaceres del maimstrem, se masificaron casi en su totalidad, para dar muestra de ello solamente de una consideración comercial, que los mass media se han encargado de vislumbrar ante un público cautivo, que está siempre a la espera de las nuevas modas y/o tendencias musicales, cosa que los aleja cada vez más de la verdaderas esencias.

Sucedió con el Rock n’ roll, cuando se trataba de un movimiento contestatario, enraizado en una constante lucha contra la marginación de la juventud, ahora lo vemos como una simple modilla, un cliché de la rebeldía actual. Pasó con el Tango argentino, cuando antes se decía que era la música de arrabal, del bajo mundo, ahora lo encontramos como una de las mejores propuestas estéticas y dancísticas. En el caso del Dark y el Punk pues fue un poco más acelerado el proceso, ya que casi inmediatamente de su aparición se comercializaron. En el Hip-hop sucedió de la misma manera, pero en este caso resalta una cuestión invariable, aunque la parte masiva prosiga con su andar filosófico homofóbico, sexista, y de contradicción social con su mismo discurso de drogras, muertes, pandilla y demás, hay otra parte, otro movimiento hiphopero que se ha mantenido en la lucha, con una creatividad constante, con una propuesta de transformación mental. Que si bien se ha proyectado en una individualidad, está dirigido hacia una colectividad. En mi caso particular, me resulta interesante lo que implica el fenómeno del hip-hop, desde las distintas maneras que tiene para poder expresar su cultura, coincido con aquellas personas que mencionan que el hip-hop es uno de los movimientos más completos, aunque solo se conforme oficialmente de cuatro elementos, coincido también y creo que son más los que le conllevan.


Uno de ellos es la poética, el sentido o mensaje que se transmite con el rap, cantando, rimando o improvisando como en el spokenword. Otro de los puntos a destacar, ya que como nos hemos dado cuenta proviene desde la tradición oral y de algunos métodos africanos y hasta nativos de las tierras de América. La tradición oral ha representado un factor muy importante dentro de las sociedades, ha sido incluso motivo de organización y unión de algunos colonos que padecieron de la injuria de los sistemas opresores de aquellos tiempos, incluso la tradición oral ha creado grandes obras literarias, y que el hip-hop, en su manera de hacer discurso se contemple en esta tradición, esta por encima de muchas circunstancias. Ahora bien, muchos de los analistas sociales y culturales se han encargado de desacreditar la poética del hiphop, todo por tratar de encontrar un sentido oficialista en cada discurso otorgado por el otro, entonces ¿En qué sentido radica la poética del hip hop? La respuesta es clara y concisa, radica en ella misma, toda esa bola de intelectualoides y académicos que mencionan que no existe la poética dentro del hip-hop se equivocan, o sus visiones son remotamente oficialistas. Las perspectivas filosóficas-musicales dependen de la geografía donde cada uno se ubica, hay mucha razón en ello, no son los mismos patrones para una persona que vive en la urbe que para uno que proviene del pueblo, y no lo digo con el afán de qué o cuál sea mejor, sino por los elementos que provee cada uno de los sitios. Tampoco es lo mismo –por ejemplo- para un mexicano que para un argentino el comprender la música del Tango, solo ellos lo conocen mejor que nosotros, está en sí mismos la filosofía que conlleva. Es el mismo caso dentro de los movimientos contraculturales o alternativos, cómo pretender entenderlos desde una perspectiva oficialista, convencional o canónica si su esencia radica precisamente en el desprendimiento de ello. Así se manifiesta también la poética del hip-hop, su estructura rítmica no pertenece a la misma estructura convencional, porque concientemente trata de salir de todo eso, de los formulismos preestablecidos, de los discursos canónicos. Porque el verdadero hip-hop no pretende insertarse en el mundo convencional, sino crear su propio mundo, sus propios patrones, sus propios rasgos culturales, su propia esencia y desde ahí se tiene que enfocar la perspectiva de su poética. Una vez Juan José Arreola dijo ante un publico casi en su mayoría rapero que lo que se escribía en el hip-hop no era poesía y mucho menos sus exponentes eran poetas, palabras que casi tuvo que tragarse ante la cantidad de reclamos provenientes del público, pero yo encuentro una contradicción en su actuar, porque si bien Arreola es un escritor de mi respeto y admiración, pero cómo entenderlo entonces si el fue el principal impulsor y editor de los jóvenes que iniciaban con la literatura de La onda, un movimiento literario encabezado por José Agustín que hasta la fecha ha sido un tanto marginado y desprestigiado precisamente por su discursividad contracultural –cosa que yo admiro-.

Stencil: © Manuel Noctis

Como diría Bocafloja –un poeta del hiphop- “el rap es poesía que rompe con la tradición estética, la solemnidad y todas las estructuras clásicas de la expresión, porque el rap es una forma de hacer poesía”. El sistema oficial siempre se equivoca, por eso de manera constante se han generado estos movimientos alternativos, y para retomar el camino después del error el sistema se ha escudado en los mass media para retomar todos estos movimientos, medio masticarlos y echárselos casi a huevo a las nuevas generaciones que van creciendo con estos patrones que en poco o nada tienen que ver con los originales. Solamente para seguir con el sometimiento cultural y para que no pretendamos ir más allá de lo que la televisión nos muestra. Por eso cuando alguien por ahí me dijo una vez que el Hip Hop no tenía sentido, ni esencia y en pocas palabras que no tenía nada, lo primero que le dije fue: a ver, aguanta, no me chingues, no me vengas con esas mamadas de erudito de la literatura, porque tu visión se fundamenta de lo que has encontrado en la televisión y el verdadero hip-hop no se encuentra en la tele, el verdadero hip-hop se encuentra en el barrio, en las calles y en cada uno de los exponentes que quieren hacer las cosas distintas, sin prejuicios, sin tapujos y sobre todo con la plena conciencia de lo que se esta haciendo. Por eso no concibo a los oficialistas, a los burócratas. Por eso me hartan las instituciones y sus dirigentes. Por eso me cagan los intelectualoides que se sientan en los cafés de las plazas públicas a dizque resolver los problemas del mundo. Por eso me caga también la soberbia de varios poetas que andan por el mundo sintiéndose los padrotes de la literatura. Por eso digo ¡Viva la Hip Hop Revolución!, ¡Viva la Clarimonda Soul Rebel!

Texto leido el 7 de marzo de 2008 en la presentación del disco del Boskejo “Ke no estoy loko”.


Todos vuelven... POR LUIS ARTEAGA

Diez de Septiembre de Dos mil nueve. Saliendo de mi casa, con la billetera austera pero con gran entusiasmo, tomé un colectivo rumbo al norte de la ciudad. El día vaticinaba tormentas y gélidos vientos, el sol apenas un diminuto circulo entre las grises nubes y el verde de los alrededores, el mismo color digno de esta época del año. Por la ventana del transporte público se veían los estragos de la lluvia, humedad, inundación, charquitos y charcotes! Al llegar con mi amiga a la central de autobuses, un viento helado cimbró las salas de espera y la taquillera nos apresuró a tomar el bus. Eran cerca de las diez am. El viaje fue cansado, ya que un par de choques en la autopista dificultaron el paso varios minutos, y el asfalto mojado no permitía un traslado seguro a una (subjetiva) buena velocidad. Después de unas horas y un par de ellas bajo sueño, la Ciudad de México nos recibió con los brazos abiertos, ruido y bullicio. La percepción de un ambiente a prisa y el hambre nos obligaron a tomar directo “el metro” hasta la casa de mis familiares, donde chiles rellenos de carne molida con queso y frijoles acompañados de una “lulú” de limón aparecieron casi tan pronto abrimos la puerta. After meal, fuimos a “la divina” por un anís del mico y dos tehuacanes de seiscientos: las “teporochas” perfectas para pasar desapercibidos en los colectivos (por cierto nuevos y del bicentenario) entre civiles y la seguridad pública. Ruta Chapultepec, siete pesos. Una hora de camino hasta el coloso de Reforma y el final de nuestras bebidas significó la tan anhelada cima que buscábamos alcanzar desde que salimos de casa; mi amiga y yo. Gente, revendedores, seguridad, lluvia, impaciencia, tráfico… todo junto a las afueras del Auditorio Nacional: Rubén Blades y Seis del Solar dentro.

Faltaban ya unos minutos apenas y los pasillos abarrotados no daban abasto espacial, al igual que los bar man preparando refrescos y los encargados en las puertas iluminando los lugares correspondientes para no perder la calma y el orden. Ya en eso con un buen ron en la mano suena en las bocinas “Segunda llamada”, o sea, deja de beber y busca el lugar que marca tu boleto. Así fue y una muy amable señorita nos encaminó a los asientos cerca del barandal del primer piso. Las ocho y treinta y siete pm, fuera luces, palmas humanas hilvanando ritmo en clave muy a lo cubano… escenario engalanado por tres pantallas y dos monitores fuera del mismo; Pum! Venga ese trópico, venga esa Salsa! mientras los más de Seis del Solar tocaban a ritmo perfectamente ensayado y un Rubén Blades que nomás no salía. Pero cuando lo hizo, una estruendosa ovación con todo y público de pie cimbró el recinto al compás de un “buenas noches” del panameño. “Amor y control”, “Buscando guayaba”, “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, “Pablo Pueblo”, “Plástico”, temas que han propiciado la fama del cantautor, político, actor, abogado, salsero, activista, orgulloso panameño-latinoamericano y esposo de Luba Mazon (por cierto excelente cantante). Uno de los momentos clave durante el evento fue antes de interpretar “Ligia Elena” (del álbum –Canciones del Solar de los aburridos), ya que Blades, muy a su estilo, dio cátedra del buen discurso y comentó que “no es el dinero, ni el color de la piel, mucho menos el status social lo que hacen a la gente, sino el carácter y su visión dentro de esta vida, quizás – Maestra Vida; todo ello para terminar diciendo “imagínense, justo ahora hay un trompetista en la Casa Blanca” palabras paralelas a una imagen de Obama con su trompeta en las pantallas del escenario. Al final, “Pedro Navaja”, “Patria”, “Todos vuelven” (del cual se tomó el nombre para la gira, y tema del disco – Buscando América y por el cual se motivó esta serie de conciertos ya que cumple veinticinco años de existencia), y la versión unplugged de Adán García, provocaron la euforia de los casi diez mil espectadores, mi amiga y yo. Un concierto; casi tres horas; un recital inolvidable en toda la extensión de la palabra. Seis del Solar, Oscar Hernández, Eddie Montalvo, Ralph Irizarry, Robby Ameen, Mike Viñas, Arturo Ortiz y Richie Marrero; musicazos. Rubén Blades, maestro y poeta fundador de la Salsa intelectual.

*Los primeros 3 en gritar “Quiero mi disco” antes del 5 de Octubre de 2009 al correo: matanzasclublr@hotmail.com se llevan un disco de éxitos de Rubencito!


Escritura trotamundos CUITLÁHUAC CUIRÍZ RIÓS

(O la razón por la que los locos aprendieron a escribir cuando se les fue el tiempo navegando por los ríos de la casualidad empeñándose siempre en parecer destino a los ojos de los crédulos que jamás comenzaron a terminar lo que ellos no iniciaron basados sólo en la causalidad)

Antes que nada debemos atender a lo siguiente como si fuese una norma: En el difícil mundo de la caridad se aprende con la práctica y en virtud de ella es que se crece día a día; se pueden ofrecer senderos o vías de acceso, pero serán nada más especulaciones dado que cada vagabundo o chepe del mundo es responsable de aprender y desarrollar su propio camino para encontrarse en su propio destino. Sólo estará ahí cuando sus propias habilidades le conduzcan por todo el camino necesario. El arte de vivir en la calle ofrece una cantidad gigantesca de libertades, pero cada una de ellas acarrea una nueva responsabilidad, por ello, aunque en nuestra mente sólo exista la idea de aquello que andamos buscando no debemos olvidarnos de la observación y aprendizaje de nuestro entorno, a pesar de lo mucho que el entorno disguste a la utopía fantástica de nuestra cabeza, es primordial echar una mirada a la realidad de vez en cuando. Este intento de aportación a la causa tiene que ver con Morelia y tomándola como ejemplo intentaremos esclarecer algunos de los elementos a considerar por todo hombre libre de la hipocresía, de la intolerancia y de las ignominias que causan el agua y el jabón. Vivir en la selva Toda ciudad es distinta y única, por lo que sólo se pueden sugerir estrategias de acción, pero lo más importante aquí es desentrañar la esencia de la ciudad para poder manipularle en su ser caritativa, sólo así podremos acercar a las personas a su lado más sensible pa´ que sí nos den pa´ un taco. Morelia es una ciudad con dos caras distintas, no opuestas, pero tampoco emparentadas. Cuando se vive bajo el periodo escolar la ciudad está plagada en calles y negocios por estudiantes, en su mayoría muertos de hambre, pero de buen corazón. Más de uno ofrecerá de 2 a 5 pesos… lo sé, lo sé, es una ofensa, pero debemos recordar que los pobres no tienen más que ofrecer que su buena voluntad porque siguen trabajando toda su vida a cambio de nada… así es este país y debemos aceptarlo tal cual es con errores, limitaciones y ladrones… en fin, procuren mantenerse ecuánimes ante la grosería y piensen que entre los estudiantes podrán encontrar los discípulos necesarios para comenzar por fin la dominación mundial.

Y bueno, la otra cara de la ciudad aparece en la época vacacional. Es una ciudad con turistas de cualquier lado del mundo, por lo tanto viene dinero de todos tipos y colores. Sí, fluye más el dinero, pero es más difícil conseguirlo porque la disposición a escuchar la verdad no es tan efectiva como la de los habitantes de la otra Morelia. En está época hay que concentrarse en el centro histórico, olvidarse de la periferia es algo que el mismo gobierno hace, a las afueras se vive sin otra ley que el dinero, así que por lógica nosotros no tendríamos demasiada protección jurídica en esos lugares sin ley, así que en Morelia no hay nada que ver más allá de la cantera. Es importante conseguirse un buen refugió cercano al centro porque es allí donde encontraremos una fluyente derrama económica afín a nuestros sueños de dominación mundial. Es bueno mantenerse rondando cerca de los lugares caros y exclusivos, pero no debemos olvidar guardar la distancia con los trabajadores asalariados de esos sitios que suelen ser extremadamente violentos. No piensen mal, no son malas personas, pero son explotados; obligados a trabajar durante toda su vida, jornadas dignas del esclavismo se han ido convirtiendo en entes capaces de las actitudes más violentas. Ante tal presión no les queda otra que desquitarse con los siguientes en la escala de los seres menos importantes de la sociedad (Nosotros los vagabundos), pero todo eso cambiará cuando consigamos la dominación mundial y reinemos en una utopía de basura, tierra y comunión. Cuidado con el Tira Los espacios abiertos como las plazas públicas no son buenos lugares para nosotros, es difícil ocultarse de la policía y además ellos se muestran más agresivos cuando pueden exhibir todo el poder de la fuerza pública ante los aplausos de los transeúntes deseosos de sangre inocente. Lo recomendable es conseguirse un buen mapa turístico de la ciudad (no se preocupen existen alrededor de 30 distintas versiones) y moverse cerca de los lugares turísticos llegando por los callejones, es cierto que operan asaltantes, pero si somos disciplinados con el uso del agua y el jabón nuestra fragancia podrá defendernos fácilmente de un ataque de estos malositos. Los policías tampoco son malas personas, pero después de no poder golpear a nadie en todo el día pueden sentirse atraídos a golpear salvajemente a algún vagabundo insignificante, antes de desquitarse con algún miembro valioso de la sociedad como les pasa luego en las manifestaciones.


No estoy seguro, pero creo que desde tiempos de la conquista opera una ley en Morelia que obliga a bañarse a los ciudadanos para poder seguir sustentando sus garantías individuales. Las sanciones van desde baño obligatorio hasta humillación pública según sea el humor del policía que haga de Juez en el momento de ser denunciado el agravio. Después de no bañarse durante 30 días la persona renuncia a sus derechos constitucionales. Pero todo esto cambiará cuando… bueno ya saben. No hay una manera efectiva de vivir en el mundo como un vago y evitar siempre las golpizas. Lo más que está en nuestras manos es confiar en nuestras técnicas de camuflaje y desaparecer en la invisibilidad cuando nos persiga alguno. Si hemos podido conseguir algo durante el día tal ves podamos evitar alguna golpiza con un soborno, pero recordemos que nada es garantía. Es importante aprender a no reclamar y quejarse lo menos posible para no ser golpeados con excesiva brutalidad. La única forma de terminar una pelea rápido en estas circunstancias es perder pronto el conocimiento, así que roguemos por golpes efectivos y certeros que inconcientizen con precisión matemática. Educar a las masas La juventud será de gran importancia para conseguir dominar con efectividad en el mundo. Es importante que no desdeñemos la participación de los jóvenes en la revolución que se avecina. Es deber de todo veterano el observar a los futuros candidatos de nuestro ejercito. Particularmente en Morelia no existe una organización adecuada de la educación, los conflictos entre los universitarios y las constantes intromisiones de la política en las instancias educativas han puesto a los jóvenes en una posición de ignorancia respecto de los problemas trascendentales.

Ante ello es necesario que tomemos en nuestras manos la tarea de educar. Únicamente con la existencia de una sociedad enterada del poder indisoluble de la verdad se realizará por fin la utopía soñada y dominaremos por fin la dirección que deberá tomar el mundo. Mucho hemos mencionado sobre los problemas trascendentales del mundo, pero poco hemos aclarado al respecto, lo cual constituye una descortesía que ya vamos en camino de reparar. Para aquellos que no lo han escuchado presten atención porque definiremos en las siguientes claves el origen, el sentido y el destino de la vida: rFlsaLD OSD AMMDASDEAE OO = DsdEMR 4431AKKL860sa854ASD-021007-MMMAdsd DES AOA OA DE 45612340` ´DA ´DERYYCX. XXY 30 OCT 03 301207…sssssss… Me quedé dormido sobre la banca del parque y cuando desperté me dolía la cabeza, comencé a pensar en el tiempo que había pasado y pensé en largarme al campo para buscar la unidad, volverme uno con la tierra, explorar las transformaciones de la conciencia y convertirme al fin en el Zaratustra que siempre quise ser por medio de las transmutaciones de mi espíritu… Será la única manera de conseguir dominación mundial para mis súbditos y no quedar como uno más de los charlatanes en la plaza que prometen utopías. Tu mamá no me quiere, dice que soy un vago…


Viajes Astrales de Clarimonda

Noctis con el Ronson bien happy’s

La banda de Téjaro afinando gargantas

Noctis & Cuiríz (Revista Hilo) pura camaradería

Eledere en su pose sexi, Boske y su banda pistera

La pura banda Macehual en Foro

L@s enmascarados del Matanzas Club

Los Chac Mool Crew en el desaparecido Mukai

Noctis y el Iván después de una cumbacha

Acá con el Alí bien pasoneado

El carnal Oscar, Chendo y Noctis in the party

Los Tamborilocos comploteando la city

El Hector y el Fercho en el after party

Puro Reggae Style Macehual/Audiorootstika

Rosendo en su cumpleaños acosando a Wence

The HipHop Conection para Clarimonda


Con la gente del Colectivo Pu’y

Los Pollomingus in action!

El Karas, Pazuzu & Perrero

La banda, la banda, la banda...

La Mortiz en pleno debraye

El Vizual, Champi, Bubba & Noctis en Salvatierra

El Primo, Champi, Noctis, Bubba, Karen & Daniela

El Ras Deim de Skautomathik’s con el Kikoy

Fabián Villegas & Bocafloja “Imarginación”

La graduación de la Nea

El Primo & Noctis. Puro Barrio!!!

La Daniela y la Cloe de a Cholillas tirando barrio

En el cumple del Foza, dándose unos toques!

El viaje fallido al Defe de los Funkdamentalist


5 Años de ClArimondA Cristo Karateka

POR CAROMA

Año con año la ciudad de Morelia, al igual que todas las ciudades en este planeta, se descomponen en grado sumo por la producción y consumo de productos y servicios banales y pendejos, llamados comúnmente mamaditas en la verga. Esos productos y servicios los encontramos en todas partes, e inclusive tienen sus tiendas especiales, los Oxxos son un ejemplo, pero dense una vuelta por las podridas calles y verán desde uñas postizas hasta psicólogos para perros y gatos. Y así las cosas, qué podemos hacer, ahora quién podrá ayudarnos. Las revistas independientes o culturales o como quieran llamarles, son realizadas por personas preocupadas por problemas de este tipo, ofrecer un producto que sea digno de ser adquirido y degustado es la finalidad. A lo anterior agreguémosle que las publicaciones independientes reúnen a la comunidad y son un medio de expresión en donde se manifiestan aquellos que están, de una o varias maneras, fuera de los sistemas de poder y corrupción.

De ahí que escribamos esto, en honor a esta resistencia contra la alienación de nuestros cerebros, celebrando a las revistas independientes, festejando a Clarimonda. En la historia de la humanidad comprobamos la eterna lucha por el apropiamiento de los medios: físicos e intelectuales. Esa lucha es inevitable, jamás estaremos en paz sino cuando toda nuestra raza haya desaparecido. Por eso las revistas independientes deben participar en la guerra inmanente, sus armas son las palabras, aunque a veces haya que utilizar otros medios; no debemos desertar, siempre buscando la manera de destruir la estupidez que nos acecha en cada esquina, en cada televisor, en los prejuicios de nuestras familias, en nosotros mismos. Clarimonda y todas las otras publicaciones de este tipo, comerciantes, grupos musicales, panaderos, teatreros, gente de la danza, voceadores, artistas plásticos, deportistas, diseñadores, políticos concientes del pedo, cineastas, poetas y filósofos, tú, todos, hagamos paro a la creación y seamos cristos karatekas. Amén.

Un abrazo y un reconocimiento a los 5 años de trayectoria y terquedad ante este pinche mundo globalizado; adelante y sin bajar la guardia. Sus hermanos de lucha: Revista de Historia, Arte y Cultura del Estado de Guerrero.Estela Diaz y Luis Luna (Revista Reevolución) Iguala, Guerrero.

En hora buena por la party. Abrazos desde montegay huevo lion. Gerson Gómez (Monterrey, Nvo. León)

Estimados compañeros y compañeras. Les enviamos un cordial saludo. Muchas felicidades por el Quinto aniversario. El Mane (Revista 3D2) DF.

Clarimonda (Revista editada en Morelia) Presente Cuándo es inminente un aniversario, en particular si se trata de una publicación, sus editores siempre buscan echar la casa por la ventana (popularmente es así), pero la realidad es que la literatura es un camino arduo, en constante movimiento; haciendo de la palabra un largo camino. Pero si se habla de una tradición de editar revistas en el México actual: la obra de ciertos escritores es la que reviste sus páginas y en el ejemplo particular de Clarimonda (edición moreliana de escritores no tan viejos pero si pasando de jóvenes a adultos), es el camino de una pasión editorial, que ha dejado una estela de su inquietud por mostrar su creatividad, donde su principal enemigo no es la pasión sino la desproporcionada pasión con la que publican su revista. Un acierto, un desacierto, puede que sea más lo primero que lo segundo, pero la huella de su presencia ya es palpable en la literatura y las manifestaciones artísticas y en particular el enriquecimiento Editores Revista Palabra Poesía (Morelia, Mich)




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