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Alas que renacen

Como resultado de Alas para Chile, campaña de la cual en días pasados recordamos el octogésimo aniversario de su realización, a contar de 1943, algunos clubes aéreos recibieron uno o dos ejemplares de los Aeronca, designación USAAF L-3B, que con el dinero recaudado en ella se adquirieron en los Estados Unidos.

Aviones militares de enlace y observación más conocidos como “Grasshopper”, que más adelante fueron reclasificados como modelos 058B en su versión civil.

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El Club Aéreo de Puerto Montt recibió dos de aquellos nobles y frágiles aviones, que por años prestaran valiosos servicios tanto en la formación de nuevos pilotos, como en tareas de ayuda a la comunidad en lejanas y aisladas localidades.

El caso que hoy nos ocupa es uno de ellos. Matriculado como CC-XBB CC-48 y rematriculado en 1945 como CC-SMC, cumplida su vida útil, pasó por las manos de otros dos clubes aéreos y algunos particulares, hasta terminar sus días desarmado y abandonado en el hangar de un club aéreo de la zona central.

El Aeronca 058B con matrícula CC-XBB CC-48 y con su versión rematriculada de CC-SMC

Fue ahí donde se posó la mirada de don Patrick Wenborne Lehmann, un hombre que se ha caracterizado por preservar el valioso patrimonio de la aviación chilena, quien adquirió aquellos restos, dando inicio a un acucioso proceso de restauración, tendiente a dejarlo nuevamente en vuelo, tal como salió de fábrica en 1943, recibiendo de Aeronáutica la matrícula CC-PUM.

Cuando ya llevaba bastante avanzado aquel proceso, razones de salud le obligaron a detener tan loable esfuerzo, pero no queriendo que ello se interrumpa, cedió el paso de la posta a don Jorge Ríos Grotewold, quien con igual entusiasmo ha proseguido con la altruista labor de don Patrick.

Don Patrick Wenborne y don Jorge Ríos junto al fuselaje del Aeronca en reconstrucción.

Aerohistoria tuvo oportunidad de visitar el aeródromo La Victoria de Chacabuco, en uno de cuyos hangares pudo apreciar el avance de los trabajos de restauración de aquella pequeña aeronave, en que hasta el más mínimo detalle se ha tomado en consideración, de manera que cuando vuelva a surcar los cielos patrios lo haga tal como salió de fábrica.

En una próxima crónica, su actual propietario nos dará a conocer información actualizada de cómo sigue el renacer de aquellas históricas alas, que tanto sirvieron a la aeronáutica nacional y a nuestro país.

Sergio Barriga Kreft

Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas

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