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Historia de la segunda insignia del Grupo de Aviación N°8
El primer testimonio gráfico que se tiene respecto de la que fuera la segunda insignia del grupo N°8, corresponde a fotografías tomadas por los tripulantes de la segunda bandada de aviones B-26 (Bandada Matthei) enviada a Chabunco el 19 de agosto de 1958, con motivo de los graves sucesos ocurridos en el Islote Snipe, cuando la Armada Nacional instalara una baliza en dicho territorio, y que posteriormente fuera destruido por Armada vecina, generando una escalada de acciones que terminarían con una fuerte tensión diplomática entre Chile y Argentina.
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La primera agrupación de combate que despegó el 12 de agosto (Bandada Sepúlveda), debió regresar forzosamente a Santiago debido a la presencia de un gran frente de mal tiempo a la altura de Curicó.
Al respecto, escribiría el autor Germán Bravo Valdivieso sobre aquellos días del siglo pasado, donde las relaciones internacionales con “nuestros vecinos orientales se mantuvieron dentro de una fría cordialidad, respetándose, aparentemente, nuestra soberanía austral, pues era conocido que cuando naves argentinas penetraban en nuestros canales, lo hacían de noche y con las luces apagadas para no ser detectados lo cual, sin duda alguna, era un reconocimiento que se trataba de una incursión ilegal, pero por otra parte mostraba las pretensiones trasandinas de apropiarse de territorios chilenos”35 .
Orígenes de la insignia del Grupo de Aviación N°8
Preparándose el traslado del Grupo de Aviación N°8 desde Quintero, a su nuevo lugar de asentamiento en la Base Aérea “Cerro Moreno” en Antofagasta, en 1954 los mecánicos de la unidad, inspirados en las
35 Bravo Valdivieso, Germán. El incidente del islote Snipe. Revista de Marina, Año 133. Volumen 135, número 962.
insignias que los aviones de bombardeo de la USAAF lucieran durante la Segunda Guerra Mundial, diseñaron una que pintaron en los B-25J Mitchell 806, 809 y 811.
Emblema destacando un cóndor volando en picada y que en sus garras llevaba una bomba, el que nunca fuera oficialmente adoptado, pero que contó con la anuencia de los respectivos comandantes de la unidad.
Ya en Antofagasta, al recibir el grupo su nuevo material de vuelo B26C, se pintó al lado izquierdo de la nariz de los diez primeros (812 al 821) aquella insignia, la que tiempo después fue paulatinamente siendo borrada, por estimarse que más parecía un jote, ave nortina tan común en Antofagasta, que a un cóndor.
Bombardero Douglas B-26C s/n 44-34168
Fue el mecánico Sargento 2° Emilio Villarroel Oyarzo, por el cariño que sentía por el avión a su cargo, el último en borrar la mentada enseña del B-26C 819, Bombardero al que todos denominaban “El Jote” por ser el único que aún la lucía.
Línea de vuelo de bombarderos B-26 a finales del año 1957, nótese el 819, apodado “El Jote”, el cual aún conserva la primera insignia del Grupo.
En 1958 habiendo asumido el mando del grupo el Comandante de Grupo (RA) Ernesto Beltramí Quevedo, nombró una comisión integrada por cuatro oficiales encargada de diseñar y presentar para su aprobación, una nueva insignia que identificara la misión de la unidad.
Comisión que trabajaba a puertas cerradas, apoyada por revistas con diversos tipos de insignias y motivos.
Cierto día, el Subteniente (RA) Héctor Delgado Vargas se encontró con el Subteniente (RA) Fernando Roca Meróz, integrante de dicha comisión y al preguntarle por el resultado de la misión que les habían encomendado, le respondió que mal, por cuanto no llegaban a dar satisfacción a los requisitos establecidos por el mando.
Los que eran que en fondo celeste, en un círculo llevara un cóndor y una bomba. Círculo que en su parte superior debía decir Fuerza Aérea de Chile y en la inferior Grupo de Aviación N°8.
Delgado, mirándolo en son de broma le dijo; "Mañana te traigo la insignia..."
Aquella noche, luego de cenar, recordando que siendo alumno había obtenido el segundo lugar en el concurso destinado a diseñar la insignia del Liceo Lastarria, se puso a dibujar diversos bocetos. Uno con fondo celeste y otro en amarillo, los que en su interior llevaban una bomba con un ocho que la abrazaba y unas rayas a sus costados representando las alas de un avión y la velocidad de caída de aquella.
Queriendo resaltar la insignia dentro del color negro de los B-26C, al igual que para el fondo, eligió el color amarillo oro para el ribete o borde externo del círculo.
A la mañana siguiente hizo entrega de ambos bocetos al Subteniente Roca, quien manifestó que le parecía mejor el de fondo amarillo y juntos se dirigieron a la oficina del segundo comandante, el Comandante de Escuadrilla (RA) Arturo Puentes Álvarez, mostrándoselos. Jefe que señalando su
conformidad con el diseño, indicó que el de color celeste le parecía más adecuado, partiendo los tres a la comandancia del grupo. Tan pronto los tuvo en sus manos, el Comandante Beltramí escogió el de color amarillo, diciendo; “…Este me gusta” .
En prevención de un ulterior cambio, el Subteniente Delgado, con el Cabo 2° Albino Cárdenas, esa misma tarde elaboraron una matriz, y por el lado del piloto, la pintaron en la nariz de un B-26C en mantenimiento, cubriéndola con una lona.
Al día siguiente el Comandante Beltramí ordenó que la insignia escogida fuera pintada en un avión y al enterarse que ello ya se había efectuado para su visto bueno, demostró su asombro, expresando su satisfacción por la elección hecha, ordenando se procediera con todo el material de vuelo de la unidad.
Cuando el Grupo 8 recibió los Vampire DH-115 y posteriormente su nuevo material de vuelo Hawker Hunter en reemplazo de los nobles B-26C que habían sido dado de baja, aquella insignia también fue pintada en ellos.
Aviones Vampire de la primera partida con la nueva insignia del Grupo 8.
Hawker Hunter con la insignia del Grupo N°8.
Transporte Douglas C-47 con la insignia del Grupo N°8.
Beechcraft C-45H 493 con la insignia del Grupo N°8.
Escarapela antigua desde 1958 Escarapela en uso desde 1960 aprox.
Escarapela antigua en uso desde 1962 Escarapela antigua en uso desde 1971
Años más tarde, encontrándose basado también en Antofagasta el Grupo de Aviación N°9, dotado igualmente de material Hunter, se ordenó su desactivación por lo que su personal y aviones fueron integrados al Grupo N°8.
Fue entonces que estimándose que dado que el Grupo 8 de hecho pasaba a constituir una nueva unidad, se determinó la conveniencia de diseñar una insignia que representara por igual a los dos grupos fusionados, naciendo una que era un cóndor volando sobre un rayo, con las alas extendidas, llevando en sus garras una bomba.
Insignia que representaba a los Grupos N°8 y N°9. (Esta llevará las 4 estrellas Al Valor concedidas a la Unidad).
Insignia que fue pintada en todos los Hunter.
Posteriormente, en 1991, al asumir el mando de la Fuerza Aérea el General del Aire Ramón Vega Hidalgo, quien siendo subteniente en la década del cincuenta había prestado servicios en el Grupo N°8, dispuso que la unidad retomara el emblema que en esos años para ella diseñara el Subteniente Héctor Delgado.
En la actualidad, un avión F-16 del Grupo N°8. Insignia utilizada por los aviones Mirage Elkan.
La segunda insignia del Grupo N°8 llevó durante mucho tiempo las estrellas que representaban las medallas al valor otorgadas a través del tiempo a esta Unidad por acciones heroicas de sus tripulantes, estas fueron; Wall (1957), Fuentes (1962) Hung (1971) y Pronunciamiento Militar (1973).
Esta es la síntesis histórica de los orígenes de la insignia, que con ligeras modificaciones posteriores, por más de sesenta años ha identificado al Grupo de Aviación N°8.
Sergio Barriga Kreft Danilo Villarroel Canga
Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile
Nota:
Los dibujos color son gentileza del investigador Sr. Julio Arróspide Rivera, socio de nuestra corporación.