“2013. Año del Bicentenario de los Sentimientos de la Nación”
ESCUELA NORMAL No. 1 DE TOLUCA
UNIDAD DE PLANEACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN PROGRAMA INSTITUCIONAL DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN CIEES
ELEMENTOS Y CRITERIOS
Evaluación, Acreditación y Calidad de la Educación Superior PRESENTACIÓN. Hoy en día la educación superior en todo el mundo enfrenta retos particularmente difíciles: debe formar profesionistas capaces, no simplemente de adaptarse a los imprevisibles cambios de la sociedad y de las actividades técnicas, científicas y sociales, sino, de generar y conducir dichos cambios; debe encontrar las formas de incidir de manera cada vez más decidida, permanente y eficaz en la sociedad (en todos sus ámbitos); también, y cada vez de manera más amplia, debe superar el economicismo educativo (que reduce la educación a un mero insumo de la producción, y al ser humano a "recurso humano") y rescatar el valor cultural de la educación. Un instrumento, que cada vez con más insistencia se plantea como adecuado para estimular el mejoramiento de la calidad de la educación, es la acreditación de instituciones y programas educativos, la cual consiste básicamente, en la producción y difusión de información garantizada, acerca de la calidad de los servicios educativos; el órgano o instancia que acredita es el garante de la precisión y confiabilidad de dicha información. El presente documento, se integra por cuatro apartados que se refieren a continuación: I Objetivos de la acreditación de programas educativos de nivel superior, donde se anuncian las bondades que tienen al insertarse en procesos de evaluación para la mejora en el manejo de los procesos institucionales, II Acreditación y calidad de la educación, en donde se contempla el concepto de calidad, los criterios y estándares necesarios de toda institución de educación superior, III La Evaluación, como un instrumento que nos permita medir el nivel de cumplimiento de los criterios mencionados con anterioridad, con vías a la mejora no sólo de los productos, sino del proceso mismo, IV Aspectos de evaluación de programas educativos, siendo éstos, los puntos en que se debe hacer énfasis en su desarrollo y revisión, para el éxito académico de los estudiantes y el personal docente.
I. OBJETIVOS DE LA ACREDITACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS DE NIVEL SUPERIOR. La acreditación, es el camino para el reconocimiento por parte de los organismos evaluadores y acreditadores, para la calidad de las instituciones de educación superior y de programas académicos, también es un instrumento, para promover y reconocer la dinámica del mejoramiento de la calidad y para precisar metas de desarrollo institucional. El proceso de acreditación de programas tiene los siguientes objetivos: a) Ser un mecanismo para que las instituciones de educación superior rindan cuentas ante la sociedad y el Estado sobre el servicio educativo que prestan b) Propiciar procesos de autoevaluación y mejoramiento continuo hacia el logro de altos niveles de calidad en la institución c) Estimular el mejoramiento de la calidad del programa educativo que ofrece la institución. d) Incentivar a los académicos, en la medida en que permita elevar la calidad de su trabajo y propicie el reconocimiento de sus realizaciones e) Favorecer la movilidad y reconocimiento nacional e internacional de estudiantes y profesores. f) Favorecer el reconocimiento de calidad por organismos internacionales, instituciones de educación superior del exterior y sistemas externos de aseguramiento de la calidad g) Favorecer la construcción y consolidación de comunidades académicas h) Fortalecer las funciones sustantivas en atención a los enunciados misionales institucionales y al contexto en el cual se insertan II. ACREDITACIÓN Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN. Cuando se señala que una función de la acreditación de los programas educativos es fomentar el mejoramiento de su calidad, debe advertirse que la simple acreditación, sólo puede hacerlo de manera muy limitada, y no sólo eso; también cabe advertir que, en ocasiones, un ejercicio de acreditación aislado de otras acciones, puede conducir a resultados totalmente contraproducentes y generar procesos de deterioro de dicha calidad. Las limitaciones que supone la acreditación de programas educativos para impulsar su calidad, se deriva del hecho de que ésta, indicará a los evaluados las metas en términos de los criterios, indicadores y parámetros a los que debe llegar, pero, muy poco o nada les dirá acerca de cómo llegar a ellos. Otra limitante mayor se derivará del hecho de que incluso, el logro de esas metas, no siempre garantiza que realmente se eleve la calidad de los servicios educativos. Hace ya tiempo que los especialistas en evaluación, reconocen que este tipo de acreditaciones basadas en la evaluación de insumos poco garantizan, puesto que desconocen que en la educación, tan importantes son los insumos, como los proceso en los cuales éstos se interrelacionan. Para subsanar esta limitación, se ha intentado incorporar en la acreditación, tanto la evaluación de los resultados, como la forma de operar los procedimientos y obtener evidencias significativas. Sin embargo, la evaluación de los resultados tiene también múltiples dificultades aún no resueltas. Por un lado, muchos sistemas educativos, no cuentan todavía con la información mínima indispensable para poder evaluar
los resultados. Por otra, en la evaluación de los resultados de un programa educativo, intervienen cuestiones conceptuales, teóricas y valorales sumamente complejas. Precisamente, uno de sus aspectos más delicados consiste, en que puede traducirse en la imposición de un solo paradigma educativo, ser factor de una uniformidad no factible, puesto que es contraria a la pluralidad que exige la verdadera riqueza educativa. Cualquier persona con la mínima información de lo que ocurre en las instituciones educativas, reconocerá, que es indispensable evitar que la acreditación de programas se traduzca en otros graves efectos contraproducentes, pues es frecuente que el empeño por lograr los estándares fijados por las instancias acreditadoras distraiga la atención respecto de los factores que efectivamente determinan la calidad de un programa educativo, y no solo eso, ya que en ocasiones, la acreditación ha inducido al cumplimiento meramente formal de requisitos, ha generado actitudes de rivalidad, que debilitan el ambiente académico e incluso, ha generado acciones de simulación. Se hace indispensable entonces, la generación de mecanismos que aporten apoyo técnico y científico en todos los renglones relevantes para el mejoramiento de la calidad , eficiencia y eficacia de las instituciones y los programas: innovación y actualización educativa, planeación académica, administración, evaluación, métodos de enseñanza, etcétera. El mecanismo más importante para este propósito de superación general, es el de la cooperación. Al hablar de calidad en las Instituciones de Educación Superior, debe hacerse referencia a la síntesis de características que permitan reconocer a un programa académico específico o a una determinada institución. Aunque se parte de referentes universales, es la lectura diferenciada de esas características, lo que nos va a permitir evaluar la calidad de las instituciones y de los programas educativos, y a lo que el momento histórico y la sociedad reconocen como propio del género, al cual la institución o programa académico pertenecen y por los elementos propios que la definen como su vocación primera. Bajo estas premisas, un programa tiene calidad en la medida que haga efectivo su concepto o en la forma en que se aproxima al ideal que le corresponde, con relación a sus aspectos universales y al proyecto específico en que se enmarca. III. EVALUACIÓN La evaluación del aprendizaje de los estudiantes, no es una actividad nueva; de hecho es uno de los aspectos esenciales de la educación; es una actividad que casi siempre se ha considerado inherente al proceso educativo mismo. En cambio, la evaluación de instituciones o programas académicos, es realmente una práctica relativamente reciente; se desarrolló principalmente en los Estados Unidos de América, a finales del siglo XX. Pero tanto, la evaluación del aprendizaje de los estudiantes, como la de programas e instituciones, han tenido, tradicionalmente y de manera general, la función de generar calificaciones y acreditar el desempeño de los evaluados y con base en esto, orientar las decisiones acerca de la inclusión o exclusión de los involucrados, la aplicación de medidas administrativas, la asignación de apoyos financieros, el otorgamiento de premios y sanciones, etcétera, sin embargo, en los tiempos actuales y de acuerdo a los nuevos planteamientos y exigencias de la sociedad, se requiere analizar en qué medida se han cumplido los objetivos planteados, para a partir de ello, detectar posibles fallas u obstáculos en el proceso y sus productos.
Evaluar la calidad de una institución educativa o programa académico, implica un ejercicio complejo que, aunque se apoya en indicadores cuantitativos y objetivos, no puede ni debe renunciar a su carácter cualitativo y hermenéutico. Las evaluaciones de los CIEES, que se realizan a través del Comité de Educación y Humanidades, se ocupan de programas de estudios y de investigación, cuyo objetivo primario esté en el ámbito de los conocimientos académicos institucionalizados. Sus parámetros de evaluación, no se refieren a máximos absolutos o utópicos: sólo perfilan elementos deseables, dentro de lo que se concibe en las circunstancias, presentes como un ideal disciplinario, que pueda sostenerse a nivel nacional e internacional, criterios que desde luego, tienen siempre un carácter histórico. Al evaluar un programa o una institución, se toma en cuenta el modelo y misión que ésta se ha fijado, pero siempre dentro de los criterios de exigencia a los que obliga la evolución reciente de cada disciplina o campo de estudio, y los requerimientos mínimos indispensables que se han fijado para cada nivel académico. Los parámetros de evaluación que ha establecido el Comité a partir de su experiencia, hacen referencia a lo siguiente: ♦ Si bien la educación es un proceso que tiene lugar en el interior del estudiante, por su índole social debe manifestarse en ciertos logros apreciables, según criterios propuestos y aceptados en la comunidad académica. ♦ Se evalúa, no con respecto a lo mejor absoluto, sino lo destacado, dentro de los ideales de la disciplina, considerados como alcanzables dentro de los parámetros vigentes y en las condiciones presentes del programa. Se parte del supuesto de que, un proceso educativo requiere de un bagaje de conocimientos teóricos y prácticos, que es posible apreciar y valorar en relación con niveles máximos de tipo ideal, o mínimos considerados como suficientes. Se procura valorar capacidades resultantes, pero también esfuerzos de superación, aceptables y verificables. ♦ La evaluación de CIEES, no supone un juicio sobre la calidad en cuanto personas del grupo evaluado. ♦ La evaluación que realiza el Comité, supone en un programa académico que contemple los siguientes aspectos: a) Un plan de estudios en donde conste y se hagan explícitos sus objetivos, los cursos que lo conforman y los programas que incluye, así como bibliografía suficiente y pertinente a las actividades académicas que se desarrollan en apoyo a los planes y programas de estudios. b) Una planta estable de profesores competentes, con una escolaridad y grado académico mínimos análogos al que otorga el programa, que atienda como parte de su ejercicio docente a los estudiantes no sólo en las lecciones de aula, sino en las otras formas que tienen lugar en la convivencia académica diaria, así como el desarrollo de propuestas encaminadas a la investigación, difusión, publicación de resultados, que incidan en la práctica educativa institucional. c) La interacción educativa supone también, la existencia de una infraestructura adecuada, recursos humanos y materiales, de los que forma parte esencial una biblioteca actualizada y funcional, así como de recursos informáticos apropiados. d) La existencia efectiva de instancias colegiadas que permitan la planeación, programación, coordinación y seguimiento de los procesos y resultados de los programas.
IV. ASPECTOS DE EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS a) Historia y contexto Al Comité de Educación y Humanidades, le interesa conocer la evolución y desarrollo de los programas a lo largo del tiempo, y sus relaciones con el entorno al cual pretenden atender. Por ello, revisa con cuidado los motivos que dan lugar a la creación de un programa, su historia, condicionada por el propio desarrollo de la disciplina y su inserción en la dependencia y en la institución. Igualmente, es indispensable para el Comité, tener clara la ubicación de los programas en dos niveles: regional, es decir, la coexistencia de éste con respecto a sus similares fuera de la institución a la que pertenece; e institucional, con respecto a la situación que guarda dentro del organigrama general, que explica las relaciones del programa con dependencias de educación superior y con instituciones de la región que pretenden atender problemáticas afines. Finalmente, el Comité toma en consideración las relaciones externas que los programas pueden llegar a contraer, así como de la interiorización de materia sustantiva reciente dentro de su campo disciplinario. Además, es importante para el Comité, el poder valorar las condiciones de sustentabilidad de cada programa (los recursos de los que dispone, las relaciones, la demanda, entre otras). b) Normatividad Como los demás comités de los CIEES, el de Educación y Humanidades, revisa el conjunto de normas que rigen los propósitos y operación, tanto de la institución, como del programa de que se trate. En ese contexto, considera el “deber ser” o misión del programa, su evolución y desarrollo. Según la institución y el programa correspondiente, la documentación puede ser muy diversa, pero debe incluir: el plan de desarrollo, las leyes, estatutos y reglamentos generales y específicos aplicables al programa. Asimismo, cuestiones relativas a gestión académica: órganos de gobierno, autoridades, funcionamiento de cuerpos colegiados, reglamentos y estatutos de personal académico y de estudiantes. Los planes de estudio, programas de las asignaturas, materias o módulos de que consta la licenciatura, son también material indispensable para la evaluación que realiza el Comité. La definición de objetivos o propósitos, perfiles de ingreso y egreso de los alumnos, campos de trabajo y aplicación, estructura curricular y métodos de enseñanza, son parte esencial de su deber ser. El Comité, analiza la normatividad, en cuanto a su pertinencia y cumplimiento. La eficacia o funcionalidad de ese cuerpo normativo se valora tomando en cuenta su utilidad, para orientar a los participantes en el programa, y resolver los problemas inherentes al proceso académico. Un lugar especial ocupa la revisión pormenorizada de planes y programas de estudio, teniendo como prioridad, su cumplimiento, la valoración de su coherencia interna, pertinencia y viabilidad. Los aspectos de actualización son esenciales, tanto para la valoración del plan de estudios, como de los programas de cursos y seminarios que se imparten en los distintos niveles. Considera prioritario en la orientación de éstos, el que brinden al estudiante una sólida formación en la disciplina o campo de estudio de que se trate, pero valora también, la vinculación y orientación viable hacia mercados de trabajo. También analiza la organización y estructura interna de los programas y planes, de tal forma, que se espera que éstos estén sustentados en una cabal comprensión de las disciplinas y problemas que aspiran a enseñar, que se
cuente con la posibilidad concreta de ofrecer conocimientos sólidos y actualizados, impartidos con rigor, por una planta de profesores capacitada y comprometida con el programa. Los planes de estudio y los planes de desarrollo con objetivos de mediano y largo plazo, requieren de evaluaciones periódicas; es necesario valorar si cumplen con las expectativas que ellos mismos se han propuesto, si la estructura formal (flexible o rígida) opera efectiva y favorablemente, y si su impacto y evolución resultan alentadoras; finalmente, contar con información sobre la inserción de sus egresados en el mercado profesional, contribuye a lograr una recapitulación de la experiencia lograda. c) Resultados El Comité elabora una serie de indicadores y criterios que considera permiten evaluar, de la manera más objetiva posible, el cumplimiento de los propósitos y sentido de cada programa. Considera no sólo los resultados y productos finales, sino incluso aspectos tales como series históricas de ingreso, matrícula, eficiencia terminal, egreso, titulación y graduación. Se valoran los resultados producidos por los alumnos en tesis y trabajos de investigación. Los productos del trabajo de los maestros: materiales didácticos, ponencias, libros, artículos. Las aportaciones en líneas de investigación determinadas, tanto de profesores como de alumnos de distinto nivel. Dado que la formación profesional es una de las principales razones que fundamentan la existencia de una licenciatura, sus resultados son considerados de manera especial, ya que permiten conocer los logros y realizaciones del mismo. Todo programa de educación superior debe contar con programas de seguimiento de sus egresados, vigilar cuidadosamente el movimiento y tendencias de la matrícula, la deserción y el egreso. Los índices de ingreso y deserción permiten pronosticar el futuro desarrollo de un programa. El seguimiento de los egresados en el mercado de trabajo o de la continuación de sus estudios en niveles de posgrado, ofrece elementos para valorar la utilidad y sentido de la formación, y sirve para retroalimentar el proceso de evaluación y las propuestas de reforma. La titulación requiere de esfuerzos especiales para estimular y favorecer la culminación de los estudios profesionales. El Comité concede un valor importante a las tesis de aquellos alumnos de licenciatura que tienen voluntad y condiciones de proyectar un trabajo de esta naturaleza, pero acepta otras alternativas con rigor equivalente. Descarta opciones de titulación de licenciatura, como el cursar materias de posgrado, porque considera que no constituyen una opción formativa para el alumno que aspira a titularse. d) Formación y apoyo docente Los servicios de apoyo en el campo de la educación, pedagogía y didáctica, son ayuda importante en materia de capacitación de los docentes. El Comité parte de la idea de que no se puede enseñar bien lo que no se conoce bien, de allí que la primera condición para que un profesor sea eficiente, es que exista la garantía de que tiene una formación sólida en su disciplina. Sin embargo, valora el que se apoye a profesores y alumnos mediante cursos o talleres sobre técnicas y métodos didácticos. e) Planta académica Sin una adecuada planta académica, sustentada por la idoneidad, deseo de superación y cumplimiento de sus profesores, es difícil que un programa docente o de investigación pueda rendir frutos valiosos. Todo programa académico debe contar con los recursos humanos indispensables. Con base en lo anterior, el Comité revisa la composición de la planta académica de cada programa evaluado, poniendo especial interés en que esté constituida por profesores o investigadores de carrera a quienes
corresponde la carga fundamental del trabajo académico. Los profesores de asignatura tendrán una función complementaria. Es imprescindible que tanto los profesores de carrera como los de asignatura, sean especialistas en las materias que imparten. Las instituciones y programas, tienen a su cargo vigilar, que sus profesores e investigadores cumplan con requisitos mínimos indispensables, y que se realicen los procedimientos de ingreso, selección y asignación de estímulos y promociones, mediante evaluación y dictamen de cuerpos colegiados altamente calificados. Ciertos elementos subjetivos, como puede ser el hecho de que los académicos estén satisfechos con su función, o su “orgullo de pertenencia”, son indicativos para el Comité de la calidad de su trabajo. Representa un compromiso para las instituciones y responsables de programa el alentar y arraigar institucionalmente a profesores que, además de otras aptitudes, cumplan con esta característica. Todo buen programa académico, requiere estar sustentado por un porcentaje de profesores de carrera, con cargas de trabajo bien definidas y con equilibrio en horas frente a grupo, preparación de clases, exámenes y talleres, asesorías, producción de materiales, participación en cuerpos colegiados e investigación. Estos cuerpos académicos deben contar con condiciones para su permanente superación: la asistencia a coloquios, congresos y seminarios garantiza su actualización y vinculación con la comunidad académica nacional e internacional de su disciplina. Una política de estímulos que sea equitativa y valore adecuadamente, tanto la investigación como la docencia, sin que una actividad desmerezca frente a la otra. f)
Investigación
El Comité de Educación y Humanidades asigna especial importancia a las actividades de investigación de todo programa de educación superior. Ello supone la existencia de líneas de investigación y de orientaciones básicas tanto para los académicos como para los alumnos. Toma en cuenta el que los programas cuenten con algún tipo de reconocimiento, como el pertenecer a padrones de excelencia, contar con investigadores en el SNI, con proyectos registrados en el CONACYT o instituciones afines, con estímulos y beneficios otorgados por organismos externos o de la propia institución. Las tesis y los productos publicados son la principal forma de medir los resultados y avances de los programas. El Comité valora estos productos del trabajo académico, procurando explicar sus alcances y limitaciones en función del contexto académico, del respaldo institucional y las condiciones específicas en las que se llevan a cabo estas tareas. g) Infraestructura Todo programa de educación superior, debe determinar la calidad y cantidad de instalaciones que garanticen el desarrollo de la actividad académica (salones de clase, laboratorios, equipo, cubículos), así como los programas regulares de conservación, actualización y mantenimiento que correspondan. El resto de los servicios de apoyo a la docencia (salas de cómputo, equipo audiovisual), los acervos bibliotecarios y los materiales de estudio que requieren alumnos y maestros (libros, revistas, paquetes didácticos y otros) deben coincidir con lo estipulado en los programas de estudio. h) Trabajo Colegiado La evaluación que realiza el Comité, busca la congruencia de una organización clara y funcional; una dirección, con reconocimiento de la comunidad escolar, con evaluaciones periódicas, que reflejen los avances o los problemas no resueltos aún en el proceso académico. Los cuerpos colegiados que participan en ello, consejos técnicos o academias, necesitan una amplia libertad para poder discutir y desempeñar un papel decisivo en la toma de decisiones.
Áreas, elementos y criterios de evaluación CIEES ÁREAS
ELEMENTOS
Normatividad y políticas
Intencionalidad
Planeación
Modelo educativo y plan de estudios
Alumnos
Estructura
Personal académico
Servicios de apoyo
Servicios financieros
Infraestructura
Instalaciones, equipamiento y servicios.
Trascendencia del programa
Resultados
Productividad académica
Vinculación con la sociedad
CRITERIOS
Existencia Vigencia Actualidad Difusión Cobertura Adecuación Congruencia Funcionalidad Consistencia Integración Impacto
Existencia Vigencia Difusión Actualidad Viabilidad Cobertura Adecuación Oportunidad Calidad Eficacia Eficiencia Impacto Flexibilidad
Actualidad Calidad Cobertura Cumplimiento Eficacia Eficiencia Flexibilidad Funcionalidad Impacto Oportunidad Rendimiento Resultados
Existencia Vigencia Actualidad Adecuación Viabilidad Difusión Cobertura Congruencia Seguimiento Eficacia Eficiencia Impacto
GLOSARIO CRITERIOS DE EVALUACIÓN ACTUALIDAD: Cualidad de la normatividad, de los procesos y de las funciones que atrae y ocupa la atención de la comunidad institucional en un tiempo determinado. Característica o propiedad de un objeto, sistema o norma acorde con las condiciones del presente ADECUACIÓN: Adaptación entre las ideas e intencionalidad y las acciones que realiza la institución. Correspondencia que existe entre el desarrollo e implantación de una norma, plan, proyecto o acción, las necesidades y requerimientos que les dan origen CALIDAD: Conjunto de cualidades deseables de personas, objetos o sistemas COBERTURA: Proporción de usuarios atendidos en relación con los servicios demandados COHERENCIA: Sinónimo de congruencia CONGRUENCIA: Relación apropiada de las funciones, normas y actividades de las IES con la intencionalidad y los objetivos establecidos CONSISTENCIA: Cohesión o unión de los elementos que integran una función con el fin de darle estabilidad y solidez CUMPLIMIENTO: Realización de una tarea en un plazo o en un periodo de tiempo DESCENTRALIZACIÓN: Proceso de transferencia de facultades, recursos y programas de una institución a una entidad con personalidad jurídica y patrimonio propios, dotada de autonomía técnica y orgánica, aunque el nivel central conserva la tutela DIFUSIÓN: Formas y alcances de la propagación de normas, programas, proyectos y resultados de las IES en la comunidad institucional y al exterior. EFICACIA: Comparación del logro de las metas y objetivos previstos en función de las subsecuentes acciones emprendidas. Se concibe como el cumplimiento en tiempo, lugar, cantidad y calidad EFICIENCIA: Logro de los objetivos y metas con el mínimo de los recursos y tiempo. Es el resultado del mejor aprovechamiento de los recursos utilizados para la realización de las actividades que se prevén al finalizar el cumplimiento de una meta o acción determinadas EXISTENCIA: Disponibilidad de normas, recursos, instrumentos, etc., para la realización de las actividades de un sistema FLEXIBILIDAD: La diversificación de la oferta educativa para permitir que el estudiante tenga alternativas de aprendizaje que respondan a sus intereses, expectativas y aptitudes. Se distinguen tres variantes: de contenidos, de docentes y de horarios / espacios. FUNCIONALIDAD: Análisis de la operación o gestión realizada para el desempeño de las funciones IDENTIFICACIÓN: Reconocimiento de un proceso o función de acuerdo a la intencionalidad establecida. IMPACTO: Efectos positivos o negativos esperados o no de un programa en un contexto determinado INTEGRACIÓN: Incorporación o unión de varios elementos en un todo, consiguiendo la adaptación a él INTEGRIDAD: Honradez y rectitud en la forma de actuar de funcionarios y directivos educativos y administrativos OPORTUNIDAD: Realización o consecución de una acción en un tiempo convenientemente determinado PERTINENCIA: Congruencia de los logros de una institución con sus objetivos y metas RENDIMIENTO: Relación entre los productos alcanzados y la aplicación de los recursos financieros, humanos y/o materiales de una institución RENDICIÓN DE CUENTAS: Informar en tiempo y forma del manejo de recursos físicos, humanos, financieros, técnicos y procesos académicos y administrativos a la sociedad en general RESULTADOS: Productos obtenidos en el desarrollo de las actividades o funciones SEGUIMIENTO: Observación y vigilancia de la evolución y desarrollo de un proceso o función académica o administrativa o de gestión SUFICIENCIA: Grado en que los recursos humanos, materiales, técnicos y financieros satisfacen los requerimientos TRANSPARENCIA: Claridad o evidencia en las etapas de un proceso o función hasta su conclusión y resultados VIABILIDAD: Condiciones técnicas, económicas, administrativas, institucionales y legales para el desarrollo o aplicación de una norma, un plan, un proyecto o una acción en el sistema VIGENCIA: Validez, actualidad y aplicación en tiempo y espacio de disposiciones emanadas de un sistema
DIRECTORIO
PROFRA. ANGÉLICA MARÍA LÓPEZ SOTO DIRECTORA
PROFRA. ANA LAURA CISNEROS PADILLA SUBDIRECTORA ACDÉMICA
PROFR. MAURO GARCÍA TORRES SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO
PROFR. ARTURO VEGA MEJÍA JEFE DE LA UNIDAD DE PLANEACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN
PROFRA. NEYLA ESPERANZA VARELA LÓPEZ PROFR. ALCIDES RAFAEL GUZMÁN MARTÍNEZ RESPONSABLES DEL PROYECTO DE EVALUACIÓN CIEES
Octubre del 2013