Notimani 35

35 ISSN 2215-9355

INFORMATIVO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA SEDE AMAZONIA / INSTITUTO IMANI Septiembre de 2017

150 Años

Construyendo Nación

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Editorial

Septiembre de 2017

150 años en 15 minutos: la construcción de la Nación a través de la Universidad Nacional

ÍNDICE Pag: 5 Leticia y la Universidad 150 años Pag: 7 Escritura creativa Pag: 10 Aniceto Negedeka

Casi 5 décadas después de las Guerras de Independencia, Colombia acariciaba la ilusión de volverse una Nación que vaciló sobre sus denominaciones, entre Gran Colombia, Nueva Granada y Estados Unidos de Colombia. Para construir esa nacionalidad, requirió ajustar territorialmente el sueño de Bolívar de una “patria grande”, que fue descuajada por conflictos e identidades en disputa. Primero se desgajó Venezuela y Ecuador y en el cambio del siglo XX, Panamá.

Pag: 11 Primeros graduados de Doctorado Pag: 13 Una soñadora más Pag: 14 Cartas del lector Pag: 15 Revista Mundo Amazónico

Visto en retrospectiva, varios aspectos fueron claves para imaginarnos colectivamente como Nación en el siglo XIX. El proyecto de conocer el país a través de la Comisión Corográfica; la abolición de la esclavitud; la consolidación de la propiedad privada de la tierra; la idea de que avanzábamos hacia un futuro que nos colocaría dentro del concierto de naciones civilizadas; los sucesivos e intermitentes intentos de separación de los asuntos del Estado y de la Iglesia; nuevas apropiaciones de tierras calientes. Quizás uno de los factores que más nos empezó a unir como colombianos, paradójicamente, fue nuestra división decimonónica entre liberales y conservadores. La bipolaridad libertad y orden, era un sello de unidad colombiana. Todos estos aspectos deberían ser de notoria recordación, pero no necesariamente de orgullo.

Si se tratara sólo de satisfacción por lo logrado, hay uno que no debería dar lugar a discusión, si los colombianos tuviéramos mejor sentido histórico: la creación de la Universidad Nacional de Colombia en 1867.

Encuentra toda la colección del Notimani en la Web, ingresa al portal: http://www.imani.unal.edu.co/index. php/homepage/revistas/notimani Editor Germán Palacio Comité Editorial Juan Á. Echeverri Salima Cure Marco A. Tobón Germán I. Ochoa Armando Camacho Harrison Calderón Director Sede John C. Donato Director IMANI Juan A. Echeverri Diseño y diagramación Harrison Calderón Impresión Impresol Ediciones Ltda.

Correspondencia hcalderonv@unal.edu.co Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas del Notimani.

Instituto Amazónico de Investigaciones Imani Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia Kilómetro 2 Antigua Vía Tarapacá Leticia, Amazonas, Colombia

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Bajo unas precarias condiciones fiscales y de infraestructura por parte del Estado de la época, los liberales radicales hicieron un formidable intento de armar Nación, tratando de traer hacia Bogotá distinguidos estudiantes provenientes de las regiones organizadas en la época en estados: Antioquia Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Santanderes y Tolima Grande. El talento de la Nación, educada por el Estado, tendría que pasar por Bogotá. El éxito de ese experimento no estaba garantizado y los vaivenes políticos socavarían un esfuerzo que tenía que ser sostenido.

Editorial

No se trataba solamente de buenas ideas mal llevadas a cabo, como las promesas utópicas que, a veces, conducen al infierno. Era también un asunto de disputa de modelos que colocaban a la Universidad en tensión entre el predominio de la enseñanza de las ciencias y las artes frente al poder institucional y espiritual probado de la Iglesia. Por ese tipo de conflictos y dilemas que se viven en la Universidad, muchas veces se dice que el país pasa, o palpita, a través de la Universidad Nacional.

Tendría que deslizarse otro de medio siglo para que la Ciudad Universitaria se empezara a construir en los años 1930s, y para que se asociaran las sedes andinas de Medellín, Manizales y Palmira.

De este modo se combinaría el modelo de la construcción de la Nación que arraiga en Bogotá y obtiene de ese modo un punto de vista privilegiado pero miope, con el de que la Nación se hace desde y para las regiones.

Ese esfuerzo fue notable pero insuficiente.

Nuevamente otro medio siglo se requeriría para que la Nacional reconociera que lo que formaba no era propiamente el talento de todo el país; que la Nación que educaba había sido reducida a la simplificación de Juan Valdés; que los que llamaba territorios nacionales debían hacer parte del esfuerzo de construir Nación, so pena de seguir practicando un colonialismo anacrónico; que si seguía como iba, continuaría desperdiciando el talento que no es privilegio de sólo unas cuantas regiones; que más de la mitad del país estaba por fuera de la Nación: el Chocó biogeográfico; la Orinoquia; buena parte de El Caribe; la Amazonia.

Si Manuel Ancízar, como primer Rector, es la figura emblemática de procesos complejos y estructurales que desbordan los nombres individuales pero que los humanos requerimos para contarnos buenas historias, Guillermo Páramo es la figura que representa este tercer momento de construcción de la Nación a través de la Universidad. De ese modo podríamos decir lo siguiente: si Ancízar colocó a la Nación en Bogotá, Páramo la colocó en los confines de la Nación, empezando a completar la tarea que empezó medio siglo antes de 1867.

La visión de Páramo no se centraba en

fortalecer la investigación sobre sino desde los territorios de frontera; su énfasis estaba asociado menos a la importación que a la formación de talento propio en las fronteras; de este modo, apuntaba en el largo plazo a romper las concepciones que mantienen inalterada la dependencia del conocimiento del interior del país, en una época en que se precipita en la importancia de las sociedades del conocimiento. El profesor Páramo pensaba tanto en las áreas de frontera, en sí mismas, como en su integración, en una Nación que requiere de la interrelación sinérgica con las naciones vecinas.

Por último, aunque no menos importante, afirmaba el imperativo de recuperar el conocimiento local, milenario e indígena, enlazando una polifonía de saberes que ayude a resquebrajar las caducas versiones del conocimiento científico eurocéntrico.

La Sede Amazonia, junto con su instituto de investigación IMANI, ha avanzado en esta dirección con dificultades, aunque no siempre sus esfuerzos han sido bien comprendidos por las autoridades centrales de la Universidad. La apertura de programas de pregrado en la modalidad llamada PEAMA sirvió para enraizar la Universidad en sus ciudades anfitrionas y sus regiones en formación; y para lograr concretar la idea que hacer Nación es más que tener un punto de vista privilegiado sobre el país desde Bogotá; es más que trabajar y pensar desde regiones ya consolidadas; es, también, perfeccionar y concluir la tarea iniciada en el siglo XIX con las luchas de Independencia.

La población de la región empezó a dejar de ver a la universidad, y a su instituto de investigación, como un centro de “científicos” importados de Bogotá, Medellín, Manizales o Ibagué, pero con muy poco contacto y compromiso cotidiano con los problemas de la región y con su gente. Eso quiere decir un tránsito que lleva de vivir de la región a vivir en la región, lo que conduce también a reconocer que convivimos con unas poblaciones originarias de Abya Yala, el nombre que los antiguos cunas le dieron a lo que los europeos llamaron América, y todo el potencial de su saber sobre la selva, su resiliencia, su resistencia y la búsqueda de reexistencia que navega una compleja historia de lucha de 500 años.

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Editorial

Nuestros programas académicos nos aportan a la construcción de Nación en un nuevo sentido adicional. La Nación es fuerte y orgullosa, al tiempo que construye identidad, no porque se encierra en sí misma. Puede confiar en sí misma porque está abierta, es generosa y agradecida con nuestro prójimo, en este caso, particularmente peruanos y brasileros. No se puede pedir que la unidad de la universidad obligue a pensar a todas sus sedes del mismo modo. Tampoco se puede pedir que la Sede Amazonia piense todo como en Bogotá o Medellín. Uno de nuestros sellos emblemáticos es nuestro natural carácter internacional. No es necesario que la globalización aterrice en la Amazonia; eso ocurrió ya hace centurias. La Amazonia es una manifestación evidente y rotunda de las formas de existencia de la globalización contemporánea. ¿Parecería entonces que vislumbramos ya el fin de la tarea? Permítanme darles una mala noticia. No es así. Si 150 años se pudieran contar en 15 minutos, habría que contarla, como acá se ha hecho, en saltos de 50 en 50. Ello nos conduciría a una pregunta obligada: ¿Tendrá que pasar otro medio siglo para consolidar lo logrado desde las fronteras?

Los científicos somos tímidos para arriesgarnos a hablar de futuro, aunque el futuro nos

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haya invadido con la idea de sostenibilidad. Lo cierto es que ya pasamos un definitivo tiping point, dice la literatura científica sobre los cambios ambientales planetarios, refiriéndose a los puntos de no retorno.

La respuesta se debería colocar, como se hace ahora, a través de diferentes escenarios, uno de los cuales nos permite soñar y, si quisiéramos, a través del aliento de lo que se ha venido a llamar como post-conflicto. Para afrontar este desafío deberíamos apoyarnos, en parte, en ilustres pensadores colombianos que suelen pensar el país desde una ciudad sin calor ni mosquitos, desde la Bogotá que se localiza a 2.600 metros más cerca de las estrellas. El salto cualitativo, mis queridos estudiantes, funcionarios y profesores, está en sus manos: quiero decir, en la posibilidad que ustedes asuman la oportunidad que se les presenta. Un desafío en el que su futuro no será decidido por otros, sino por ustedes mismos. La provocación es que la Universidad les ofrezca los espacios para afrontar esta misión, que ustedes pueden no asumir, si les falta arrojo o compromiso y si se les nubla el sentipensamiento. Si ustedes, en cambio, deciden afrontar ese desafío y apostarle a la idea de que nuestras malocas están más cerca de las estrellas que Bogotá, tal vez no puedan tomar las estrellas con sus propias manos, pero sí será seguro que la Nacional, será verdaderamente, Nacional, gracias a su concurso.

Sesquicentenarios

Leticia y la Universidad Nacional cumplen 150 años: ¿por qué conmemorar?

Por: Carlos Zárate B. Profesor Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia Grupo de Estudios Transfronterizos GET

En el año de 1867, mientras el gobierno de los Estados Unidos de Colombia en alianza con el Estado Soberano de Cundinamarca y la Municipalidad de Bogotá creaba, mediante una ley orgánica, la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, el gobierno peruano dirigía la fundación de Leticia, un poblado ribereño a orillas del Amazonas fronterizo con Brasil. Estos dos actos de Estado que hoy convocan celebraciones sesquicentenarias y que son aparentemente inconexos, forman parte de una coyuntura crucial, dentro del proceso de demarcación y constitución de la región amazónica así como de concreción de las actuales figuras nacionales, no obstante haber sido relegada por la frágil memoria de la nación y por el olvido deliberado del Estado colombiano.

1867 marcó la materialización del convenio de navegación y limites firmado entre Brasil y Perú tres lustros atrás, en 1851, con el que estos dos países habían declarado la intención de mantener y extender su dominio en la región amazónica, con prescindencia de otros países, que como Colombia, Ecuador y Venezuela, también pretendían una porción de este territorio para anexarlo a su espacio nacional en construcción. El excluyente y exclusivo control fluvial y comercial del río Amazonas por parte del imperio del Brasil en asocio con el Perú republicano, se extendió desde 1851 hasta 1866, cuando por la presión de los países arriba mencionados, con la activa participación de los Estados Unidos, que ya veía prósperos negocios imperiales con la creciente -5 3

Sesquicentenarios

extracción de gomas elásticas de la Amazonia, logró la apertura del río Amazonas al comercio y la navegación internacional, poniendo fin al monopolio impuesto por los primeros. En ese último año, la comisión demarcadora creada por Perú y Brasil en virtud de ese convenio, arribaron a Tabatinga sobre el río Amazonas, muy cerca de la quebrada San Antonio donde finalizaba la línea trazada por ambos y que empezaba en la desembocadura del río Apaporis y donde un año después o sea 1867, de lado peruano, se empezaría a construir, con recursos del gobierno central el fuerte Ramón Castilla, el mismo que no terminó de construirse pero cuyo esfuerzo muy pronto se convirtió en Leticia.

En Colombia, la importancia del momento fue comprendida por pocos, entre ellos quienes estaban al frente de la Universidad de los Estados Unidos de Colombia que apenas acababa de crearse. Uno de los primeros trabajos que emprendió la Universidad con Manuel Ancizar su primer rector a la cabeza, fue encargar al entonces bibliotecario nacional José María Quijano Otero, que formaba parte del Gran Consejo de la Universidad de redactar una Memoria histórica sobre los límites entre el Imperio del Brasil y la República de Colombia. Este trabajo fue publicado en los cuatro volúmenes de los Anales de la Universidad Nacional del año 1869, así como en un volumen separado encargado por el gobierno de la época, en un libro que se puede consultar en la biblioteca del Banco de la República en Leticia pero que hoy está totalmente olvidado. Este trabajo es una muestra del compromiso que desde un comienzo tuvo la Universidad Nacional en el proceso de construcción de la nación y en particular en la articulación de sus regiones, en este caso la amazónica, al resto de la sociedad colombiana, compromiso que se ha extendido hasta el presente, a pesar de muchas vicisitudes, incomprensiones, errores y falta de apoyo decidido del Estado.

La fundación de Leticia es un hecho que se celebra cada año, el 25 de abril, por los sucesivos mandatarios locales pero que se ha convertido en un acto de rutina protocolario y carente de algún propósito y significado. No es que esta fecha no se deba celebrar, al fin y al cabo las efemérides son una de las pocas maneras de invocar o llamar el pasado con algún propósito. El 6

problema es que la conmemoración de la fundación de Leticia adolece de algún propósito o intención y lo que muestra es que quienes lideran los gobiernos municipales tienen muy poco conocimiento y menos aún interés en el pasado y por tanto en el contexto en el que se produjo la fundación de Leticia. Quizás por eso mismo y a propósito de efemérides, un hecho que debería tener mucha mayor significación para la historia de Leticia y el Trapecio, como para los efectos de su nacionalización, o la creación y reafirmación de los símbolos que reivindican su adopción por parte de Colombia, que generaron incluso una guerra, o sea la entrega por parte de Perú del trapecio amazónico y de Leticia, el 17 de agosto de 1930, no ha merecido mayor consideración y menos una celebración oficial.

Si el 25 de abril de 1867 nos recuerda el origen peruano de Leticia así como el largo y prolongado conflicto que dividió la Amazonia en sus actuales estancos nacionales, el 17 de agosto debería ser recordado como el fin de ese conflicto y el cambio de nacionalidad de esta ciudad con todo lo que eso puede significar, a pesar de la interrupción que por 8 meses significó la toma de Leticia y la guerra a fines de 1932 y comienzos de 1933.

Igualmente, este tipo de celebraciones deberían servir a los mandatarios locales y a la sociedad regional para hacer un balance de los avances y retrocesos efectuados en el proceso de articulación de la frontera amazónica al resto del país pero también para revisar, refrescar y reorientar las ideas relativas a las relaciones que mantienen los pueblos brasilero, colombiano y peruano en la frontera, incluido por supuesto su futuro. Llegada la época de la integración fronteriza, que algún día llegará, el propósito conmemorativo del 17 de agosto, si es que llega a tener alguno, también cambiará o desaparecerá, pero habrá cumplido el objetivo de aportar algún significado y motivar reflexiones sobre hechos que, para bien o para mal, han marcado la historia y la memoria de los habitantes de la frontera.

Fotos Militares en la Guerra contra Perú.

1932

Escritura creativa

“Agítese antes de usarse” Inspirados en el célebre texto de Julio Cortázar, “Instrucciones para subir una escalera”, los participantes del taller de “Escritura Creativa” elaboraron unos intentos de escritura que podrían ser útiles para quien lo necesite. Estas instrucciones no pretenden obtener patente y son de uso público.

Manual de instrucciones para bañarse sin despertar al bebé.

Por: Katherine Lopesierra Arteaga

Bañarse todas las mañanas es uno de los grandes retos para todas las mamás, en especial, para las mamás primerizas. Si usted es mamá y desea bañarse, debería seguir el siguiente manual de instrucciones: para bañarse hay que caminar del cuarto hacia el baño al estilo bailarinas de ballet, es decir en cuclillas. Cuando por fin logre entrar al baño asegúrese que la puerta no haga chirridos. De ser así, aplique unas gotas de aceite de cocina o grasa; si va a usar el aceite de cocina puede utilizar el que usó el día anterior para freír.

Después de cerrada la puerta del baño y haberse quitado la ropa, verifique exactamente la puntería de la ducha, lo anterior con el fin de que el agua caiga justo en su cuerpo y no directamente al

piso y así evitar el mayor ruido posible. Use calzado antideslizante por si él bebe se levanta llorando a mitad del baño y tiene que salir corriendo cubierta de jabón a calmarlo.

Existen tres prioridades a la hora de tomar un baño: 1- Lavarse bien las axilas 2- Lavarse bien las partes íntimas 3- Lavarse bien el rostro Si al terminar esas tres prioridades su bebe continúa dormido, tómese un tiempo más en la ducha y consiéntase; si por el contrario su bebe despierta, dese por bien servida, envuelva su cuerpo en una toalla y arrúllelo.

Si usted definitivamente ya no puede con el cabello sucio y quiere tomar el riesgo de lavárselo, se recomienda que realice esta rutina hacia la medianoche o alrededor de las 3 de la mañana, que es cuando los bebes duermen profundamente… o eso parece.

Instrucciones para levantar a su hijo para ir al colegio Por Germán Palacio Profesor U.N. Sede Amazonia

En primer lugar, recuerde que la obligación de ir al colegio, normalmente, sólo se aplica entre el lunes y el viernes a horas muy tempranas de la mañana. Levantar a su hijo tan temprano en días sábados y domingos rayaría con el sadismo, generaría una crisis familiar, al tiempo que podría usted ganarse unos improperios de grueso calibre, no simplemente del pobre infeliz soñoliento, sino de su esposa que mide el valor de su vida por las risas y contrariedades de su hijo varón.

Es de crucial importancia que su hijo se acostumbre a despertarse temprano porque el colegio sirve para que los niños aprendan a obedecer por toda su vida lo que la sociedad espera que ellos hagan y siempre es mejor tener que educar a un niño que castigar un adulto, suele decir, con razón, la policía. Debe notar el lector de este manual que la obligación de levantarse temprano es correlativa de la de acostarse temprano. Este es el tipo de cosas que manuales ordinarios no advierten a los padres por lo que, en consecuencia, ellos deben aprender a golpes de discusiones al verse excluidos de la entrada al colegio por llegar tarde. Llevarlos a la oficina, como hacen algunos padres, no debería ser una opción. Este es un manual realista.

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Escritura creativa

Siempre es mejor, cuando hay que afrontar la cuestión de la levantada muy temprano, vivir en clima caliente que en clima frío. En este segundo caso, los ateridos escolares, generalmente no logran despertar sino una hora después de que ya están en la calle por lo que deben acostumbrarse a caminar como autómatas y a exhalar bocanadas de neblina por la calle o en el paradero. Mucho más tarde, cuando ya son adultos, recordarán con mucho cariño la época increible en que lograban caminar hacia la escuela o montarse en el bus sin haberse despertado todavía.

El infalible infante siempre pregunta que por qué no puede dormir solo un poquito más y si el día siguiente ya es sábado. Envuelto en telerañas que apretujan sus párpados, hace lo posible por no escurrirse de la cama y no arrastarse por el piso para lograr acceder al lavamanos para poder echarse agua fría a ver si por fin logra despertarse. No se desespere si en el 99% de los casos este esfuerzo es infructuoso y el chico regresa a su cama a acostarse como si no se hubiera lavado la cara.

Sacarle la piyama para colocarle el uniforme es más fácil que sarle la ropa cuando acabó durmiendo vestido. Esta situación no es de tan rara ocurrencia porque hay que reconocer que los padres no somos tan perfectos como se dice. Seguramente, algunos de ellos, sí logran colocarles sus piyamas, lavarles los dientes, acostarlos en su cama, leerles un cuento, cantarles para asegurarse que ya se van a dormir, quedarse con ellos hasta que efectivamente se duermen, darles el besito de las buenas noches, apagar la luz de la lámpara y cerrar la puerta moviendo los deditos de despedida y un “te quiero mucho” sin que él se de cuenta, como suele ocurrir en las películas enlatadas de televisión. La verdad es que la mayoría de los papás no somos así, pero eso tampoco lo dicen los manuales normalmente. Lo que más bien suele suceder es que los papás acabamos diciendo, si no te duermes, mañana no puedes ver tablet ni televisión o te voy a entregar al Bienestar Familiar que allí sí te enseñan a dormir temprano. Mejor dicho: ¡A dormir, chino pendejo, no joda, deje de mamar gallo!

Luego de sacada la piyama o, alternativamente, los chiros sucios con que durmió la noche anterior, viene ya la parte metódica: coloque los calzoncillos, cosa no tan fácil. De un lado, el infante debe levantar el trasero para poder pasar la parte de atrás y, de otro, tratar de pasar la parte delantera sin espichar en exceso el estandarte que regularme está bien erguido: ¡qué bonita es la infancia!, piensa uno de papá, confrontado con la cruda realidad que la época de estandartes espontáneamente levantados, con esa gracia sin par, ya no ocurre después de los 50 años. Inclusive, ya después de los 40s, hay momentos en que a uno lo traiciona el veleidoso instrumento: ingrato pensar en ¡tanta felicidad que tuvimos juntos!

Una vez pasado ese mal momento, el procedimento se acelera primero y desacelera después.

Camiseta y pantalón pasa rápido, pero se ralentiza en tratándose de las medias. Como ya no queda mucho tiempo porque se corre el riesgo de llegar tarde, en menos de 5 minutos sale pa´ pintura lo demás: remedo de desayuno; morral al hombro, lavada de dientes pospuesta, salto sobre la moto y chao mami, te quiero, por lo que una vez pronunciadas estas palabras, el estrés de la mañana valió la pena y el chico está listo para afrontar con optimismo este mundo cruel. El papá que sólo es un instrumento superfluo en la complejidad familiar se contenta con tirarlo en la puerta del colegio, con mucho estoicismo pero también reconfortado con una repetición: papi, también te quiero! Arranca 8 pensando: costó trabajo pero ¡misión cumplida!

Escritura creativa

Instrucciones para equivocarse de carrera Por: Liseth Johanna Escobar Aucu Estudiante Maestría Estudios Amazónicos Si usted es estudiante de pregrado y está empezando sus estudios, seguramente se ha preguntado si está estudiando la carrera correcta, y posiblemente ha considerado cambiarse a una carrera “mejor”. Pues bien, estas instrucciones están dirigidas a ese angustiado grupo de estudiantes que se sienten dudosos sobre la carrera que eligieron estudiar, pues les ayudarán a fortalecer esa particular sensación de confusión, necesaria para sentirse equivocado de carrera.

Para empezar, es preciso mencionar que sentirse equivocado de carrera no resulta nada fácil, pues como si no bastara ya con la confusión inicial de no saber si su carrera es la adecuada o no, hay que sumarle los poco deseables comentarios e interrogatorios que constantemente realizan sus compañeros, familiares o amigos, quienes, por alguna razón, parecen haber confabulado para hacerlo dudar aún más.

A lo anterior se le suma su edad, que debe ser muy avanzada, seguramente tiene entre 16 y 19 años, cosa que es grave, el tiempo literalmente se le acaba y usted aún no está seguro de su elección. Si tiene más de 18 años, la situación es aún peor, usted ya es un adulto, se supone que responsable, y a estas alturas de su vida lleva dos años de terrible desventaja, porque seguramente perdió algún año en el colegio, o sus irresponsables padres lo ingresaron tarde a la escuela.

En cualquiera de los casos, es indispensable que pierda su tiempo comparándose con gente que a su edad ya lleva media carrera o se siente feliz con la que eligió, eso le generará un poco de afán e incrementará su nivel de angustia.

Acto seguido, pregúntese ¿en qué tipo de trabajos puede ejercer?, o ¿quién lo va a contratar? Si encontrar una respuesta le toma mucho tiempo, puede estresarse un poco, lo más probable es que no encuentre una respuesta que lo satisfaga.

Ahora bien, piense en la cantidad de amigos o conocidos que estudian o ya estudiaron esa carrera. En el caso de que sean muchos, usted se encuentra en apuros, será difícil encontrar un empleo habiendo tanta competencia, y si lo encuentra, tenga presente que su sueldo no será muy elevado así estudie una carrera aparentemente prometedora.

Si ocurre lo contrario y encuentra pocas personas que hayan estudiado esa carrera, la situación no es muy diferente. Use el sentido común, si una minoría la estudia es porque no tiene “mucho campo”, eso lo pone en el mismo nivel de apuros que quienes eligieron carreras prometedoras. Finalmente conseguir empleo no será tarea fácil. Para evitar el pesimismo, en esta ocasión no profundizaremos en el tema del sueldo y lo bien o mal pago que puede ser cuando sea profesional, pues resulta un tanto apresurado pensar en ello cuando la simple idea de elegir un pregrado ya le complica la existencia.

Si usted ya ha perdido suficiente tiempo pensando en su mala decisión o ya siguió alguno de los pasos anteriores, a lo mejor ya tiene motivos para pensar que esa carrera le genera sus dudas y que cambiarse podría ser una opción. Pero deténgase, aún falta mencionar algo importante, sus padres. No olvide que ellos tienen gran ilusión en usted, sería terrible decirles que quiere cambiarse de carrera pero todavía no sabe a cuál. Ellos generalmente se angustian cuando ven que sus hijos van por ahí sin rumbo, por lo que se recomienda tener cautela al darles la noticia, pues ellos ya invirtieron mucho tiempo y dinero en usted, como para que a estas alturas les diga que no sabe qué hacer con su vida. Por supuesto ellos tienen derecho a indignarse, finalmente los pobres tendrán que pagar sus gastos cinco años más, más vale que no los haga invertir dinero en vano.

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Sabedores indígenas

Habiéndose sentido un poco más culpable, recuerde que sus opciones no son muchas, total, tampoco está seguro de qué carrera podría ser mejor que la que ya eligió, o tal vez debamos decir, menos peor.

Si usted finalmente decide equivocarse de carrera, es hora de invocar la calma, después de todo solo habrá dedicado cinco años de su vida o un poco más, estudiando la carrera que no era. Pero no es tan grave, aunque parecen muchos, cinco años no son tantos, aún le falta toda una vida haciendo lo que no le gusta, además, se sabe de la existencia de estudiantes que pasan por la misma situación cuando llevan media carrera, o peor aún, cuando están en los últimos semestres. Mire el lado positivo, es mejor confundirse a tiempo.

Finalmente, si de elegir la carrera se trata, no lo haga a la carrera, tenga en cuenta que, sea cual sea la decisión que tome, no hay manera en el presente de conocer su nivel de acierto. Sólo arriésguese, y no deje que su decisión sea producto de sus miedos.

Aniceto Negedeka Kajutne recibió importante reconocimiento de Mincultura El Ministerio de Cultura de Colombia otorgó al anciano de la etnia Féénemɨnaa (Muinane) Aniceto Negedeka Kajutne un “Reconocimiento a la dedicación del enriquecimiento de la cultura ancestral de los pueblos indígenas de Colombia por el pensamiento mayor”, en julio de 2017. Este es un reconocimiento que hace el gobierno nacional a investigadores y pensadores indígenas que tienen una trayectoria destacada en el enriquecimiento de sus lenguas y culturas. En este año recibieron ese reconocimiento, además de Aniceto, los siguientes indígenas: Alfredo Iyokina Neikase (ocaina del río Igaraparaná), María Mujanaginsoy de Jajoy (inga del valle de Sibundoy), Dolores Muchavisoy de Agreda (kamëntsa del Valle de Sibundoy) y Jesús María Jaramillo Uribe (yurutí del Vaupés). Son indígenas amazónicos que ganaron tres de los cinco reconocimientos que están abiertos a todos los pueblos indígenas del país.

Aniceto nació en La Sabana del Cahuinarí en 1946. El pertenece al pueblo Féénemɨnaa, clan Néjégaimɨjo (coco de cumare), linaje Ɨjɨmɨjo (Sombra de cumare). Así declara Aniceto su ascendencia: “Nejedagɨ (Perico de Cumare), mi tatarabuelo, engendró a Tɨfaiijɨ (Boca Roja), mi bisabuelo, 10

quien a su vez engendró a Atyibayɨ (Pepa Verde), mi abuelo, quien enseñó y formó a Nejedeka (Flor de Coco), mi padre, el cual llevó el nombre de Ramón Nejedeka para los blancos y de ahí es que nace el apellido que llevo yo y toda mi descendencia en la actualidad: Negedeka.”

Dice Aniceto: “Con mucho dolor y mucho esfuerzo he venido produciendo y recopilando trabajos que integran el mundo indígena y el mundo no indígena para evitar que nuestros conocimientos y nuestra lengua se pierdan. Antiguamente éramos un pueblo muy unido, estábamos concentrados en un solo territorio y hablábamos una sola lengua. Después del martirio que sufrieron nuestros padres y abuelos en tiempos del caucho nos dispersamos y acabaron con casi todos nosotros. Hoy en día tengo hijos y nietos, y así mis hermanos tienen hijos y nietos. Ya ellos se han criado conociendo la lengua de los blancos, y eso es bueno porque yo quiero que ellos no sufran como yo sufrí por no saber la lengua de los blancos. Y mirando en ellos, en la nueva generación, he visto que nuestro conocimiento propio, nuestra ciencia de vida que recibimos en el origen ya los jóvenes no lo tienen. Por eso entre nosotros hemos venido mirando ese punto y cómo hacer para que ese conocimiento quede a los jóvenes, ya que nuestros ancianos todavía están entre nosotros, la palabra de creación, los relatos, la palabra de vida, los cantos, los bailes están vivos.”

Postgrados

La Sede Amazonia gradúa a sus dos primeros estudiantes de doctorado Discurso pronunciado por Adriana Guzmán en ceremonia conjunta con las otras 4 sedes de la Universidad.

Buenas noches a todas las personas aquí presentes. Es para mí un verdadero honor pronunciar este discurso, en nombre de Germán Grisales y mío, los dos primeros PhD en Estudios Amazónicos. Hoy, German y yo finalizamos uno de los caminos más importantes de nuestras vidas y compartimos la alegría de haber conseguido una meta personal que nos propusimos hace más de cinco años. Ambos llegamos al Amazonas más por motivaciones personales que académicas o profesionales, y por sincronías de la vida, decidimos entrar al nuevo y prometedor programa de doctorado en Estudios Amazónicos. Sin saber cuál iba ser el resultado, nos lanzamos a recorrer este largo camino, el cual terminó por ser un gran viaje de autodescubrimiento y transformación.

Colegas y amigos sorprendidos me preguntaron porque hacía este doctorado y no uno en Ecología o en Medio Ambiente en Bogotá o el exterior, y hacer la tesis en la Amazonía. Nunca pude darles una respuesta convincente, pero ahora, con el paso del tiempo y al observar los logros que obtuve con mi proyecto de investigación puedo hacerlo. Durante estos cinco años que viví aquí, acumulé experiencias únicas que me permitieron entender mejor el contexto social, político, y económico de este increíble y maravilloso lugar.

Antes sólo había venido al Amazonas en calidad de turista o a realizar trabajos de campo de corta o larga duración, pero vivirlo día tras día es definitivamente una experiencia diferente. Puedo decir que ahora comprendo mucho mejor las limitaciones y necesidades de su gente, su idiosincrasia y valores, factores fundamentales para poder hacer cualquier investigación en esta zona con miras a su conservación y desarrollo sustentable. Varias veces quise escribir un relato que se llamara “Como hacer un doctorado en el Amazonas y no morir en el intento”, pero siempre que lo intenté, algún misionero tocaba el timbre de mi casa para hablarme de Dios, alguna indígena peruana o brasilera me interrumpía para que le cambiara “gallina por ropa

usada”, llegaban los amigos con una salida improvisada al río o a asar pescado, o simplemente se iba la luz en el pueblo..…

En mi caso, también me encontraba en búsqueda de una vida que tuviera mayor contacto con la naturaleza, tener mayor certeza de la procedencia de mis alimentos y sus prácticas de cultivo. Deseaba vivir en un lugar que tuviera mayor calor humano y aumentar mi calidad de vida. Saber por ejemplo, cómo se llama el vecino y a que se dedica, poder almorzar en casa todos los días, entre otras cosas. Ingresar al doctorado en Estudios Amazónicos me permitió lograr este sueño entre muchos otros.

La apuesta de la Universidad Nacional de Colombia de crear un programa de doctorado en Estudios Amazónicos fue acertada, debido a la necesidad de realizar investigación propia e interdisciplinaria en esta región. La Amazonia es un socio-ambiente, por lo tanto, los esfuerzos de la universidad en promover la interdisciplinariedad son muy valiosos, ayudando en la construcción de nuevos paradigmas de investigación, fusionando y creando nuevos conceptos. Estos esfuerzos incluyen métodos de investigación pertinentes, cómo la investigación participativa y el diálogo de saberes, lo que hace que los proyectos que aquí se gestan sean incluyentes, respetuosos con las comunidades, y las preguntas planteadas responden a las necesidades de los amazonenses de manera coherente con sus formas de vida. Es precisamente esto la verdadera fortaleza al programa doctoral en EA, además de ser un programa de gran importancia para el empoderamiento de la región, al ser la mayoría de sus estudiantes amazonenses nativos o adoptados.

Germán y yo no vamos a olvidar lo enriquecedores que fueron los seminarios de investigación y las presentaciones durante el “Mes de la Investigación” para estructurar nuestros proyectos y fortalecer los lazos de amistad entre nosotros.

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Postgrados

Luego de las discusiones que se presentaban en los seminarios por las múltiples visiones del grupo de trabajo, proseguían días de estudio y camaradería. Así también fue nuestra preparación para el examen de cualificación. Nos reuníamos en el consulado para estudiar y discutir las preguntas del examen, compartir bibliografía y finalmente poder escribir los cuatro ensayos en ¡¡tan sólo una semana!! Esto al principio nos parecía una misión imposible de cumplir, pero lo logramos y salimos fortalecidos. Agradezco mucho eso, ya que la vida es así tal cual. Como por ejemplo, cuando el jefe te pide que organices un documento para la reunión de mañana o cuando te enteras de un trabajo cuya fecha límite de aplicación esta encima.

A los estudiantes de maestría y doctorado, quiero aconsejarles que escriban mucho, que escriban todo lo que se les pase por la cabeza, por más de que les parezca obvio o poco importante.

Pues muchas veces sucede que nosotros, los que vivimos aquí en la Amazonia, subestimamos nuestros conocimientos y experiencias, pues pensamos que al ser algo cotidiano, no es de interés para el mundo. La verdad es que todo lo que experimentamos al estar aquí, es una historia para contar. Estoy segura de que para muchas personas que viven al otro lado del planeta, nuestro día a día es exótico e interesante. Así que escriban todo lo que se les ocurra y si pueden hacerlo en ingles, mucho mejor. También quiero decirles que, por duros que sean los comentarios que reciban de los jurados, éstos siempre contribuyen enormemente a mejorar la estructuración de los proyectos. Así que

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queridos estudiantes, por más piedras que haya en el camino y por más difícil que éste se torne, no pierdan la Fe en sí mismos, confíen en su intuición y sigan adelante con sus proyectos. Apóyense en aquellas personas que contribuyen a que esta etapa de la vida sea mucho más fácil y en las personas que siempre están a su lado cuando lo vemos todo negro..., es decir, en los orientadores de tesis, los profesores, familiares y amigos. Yo quiero dar especialmente las gracias a Carlos Rodríguez, Carlos Lasso, Priscila Lopes, Gabriel Colorado, Carlos Franky, Rodrigo Bermúdez, Jorge Jiménez, Clarisa Martínez, Blanca Yagüe, a mi compañero German Grisales, a mis padres y a mi hermano.

Gracias a todos ellos por el apoyo y la confianza que depositaron en mí.

Para Germán y para mí, ha llegado ya el momento de empezar una nueva etapa, en donde tenemos que mirar e ir hacia delante, pero eso si, sin olvidar el pasado. Sé que contamos con las herramientas para hacer investigación en la Amazonia, y que esta universidad nos ha preparado para trabajar para esta región y sus habitantes de manera coherente. Yo al menos espero poder hacerlo, ya que amo esta región, a la cual llegue por primera vez hace más de 15 años. Espero seguir colaborando con ustedes, profesores y estudiantes de la UNAL - Amazonia. Cuentan con todo mi apoyo para fortalecer este programa y sus investigaciones.

Por eso no les digo adiós, sino hasta luego, nos vemos en el camino.

Un abrazo muy fuerte a todos!! Gracias y buenas noches!!

Talento UNAL

Una soñadora más Por: Equipo periodístico del Notimani

Hace poco escuché que realmente no conocemos a las personas que nos rodean, ¿Qué hacen? ¿Qué sueñan? ¿qué sabemos de por ejemplo las señoras que hacen el aseo, o de aquellos que barren nuestros pisos, o de quienes reciben nuestros oficios, o incluso de los que atienden o dictan las clases? Bueno, pocos apostaríamos a que entre nosotros pudiera estar una Taekwondista, y más aún, una medallista mundial. Viviana Infante, aquella que todos vemos pasearse a diario por la Universidad hablando del ambiente, Bióloga de profesión, contratista de la Sede, entró al mundo del taekwondo hace cerca de 8 años.

Lo conoció en la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá, de la mano del maestro Pedro Pinzón, y se enamoró de su práctica en la Academia Baekdusan Phoenix del Sabonim Raúl León en Soacha (Cundinamarca). Desde ese momento, más que un deporte, se convirtió en su vida. Tuvieron que pasar 7 años, lesiones, espacios sin entrenar por la carga académica o el trabajo, problemas financieros y muchos inconvenientes más hasta conseguir participar en una competencia internacional. Este año tuvo el honor de representar a Colombia en el Mundial de Taekwondo UITF realizado entre el 10 y el 12 de agosto en Corrientes – Argentina. En este evento participaron más de 1.500 deportistas de 20 países, que compartieron y aprendieron juntos por 3 días, porque, aunque muchos no lo crean, el taekwondo no es solo “puño y pata”, es un Arte marcial, un estilo de vida, que se demuestra cuando al salir del combate los contrincantes se abrazan y se felicitan, no hay rencores, no hay insultos, en cambio hay crecimiento personal, respeto por el otro, construcción colectiva.

Viviana luchó muchas veces sola, ahorró por mucho tiempo, y se arriesgó a ir a esta nueva aventura, de la cual fue recompensada, pues obtuvo una medalla de oro en la categoría de formas y una de bronce en combates.

Actualmente entrena a distancia con el Sabonim Raúl León y presencial con Profesor Jhon Castillo, es difícil, pero no imposible. Vale intentarlo, vale creer en sí mismos, vale arriesgarse.. vale soñar!

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Cartas del lector

Derecho y, en Mi nombre es Lina Díaz, estudiante de sta que ofrece mi opinión, el Notimani es una revi s además de información útil en diferentes áreas, pue la ciudad de a a darle una mirada critica y constructiv ortantes que Leticia, da a conocer otros aspectos imp agradezco a el suceden en nuestro país, por lo que este tipo de equipo de edición que hace posible de lo que está actividades que informan y dan detalle sucediendo a nuestro alrededor.

Muchas Gracias

ntré una “En la edición # 34 enco eresantes serie de artículos muy int nc ia el en los cu ale s se ev ide ativo que amplio trabajo investig De sd e la re ali za es te eq uip o. ani, me primera vez que leí Notim , por el llamó mucho la atención ce r la s no in te ré s en da r a co s de la di st in ta s pr ob le m át ica tie ne la re gi ón . Es ta re vis ta por su tor facilidad de atrapar al lec manejo excelente redacción, buen lid o de y es tru ct ur a, al go sa gustará contexto, muy original. Me ta llegue que esta interesante Revis s de mi hasta las aulas educativa o para ay departamento del putum or. que aprecien esta gran lab Zú ñi ga , id ap Di an a So le y Ch Estudiante de Derecho.

La Por tada me pare ció sup er imp acta nte y el Editorial de Notimani muy Es in importante. Trae grandes te r elacion r e s a n t e v e problemáticas de la r delimit ados a la u q u e n o ú Am azo nia , incl uid o el niversid ación p nicam solo de en ara qu a tem a de la corr upc ión, d e n ienes t la revis t e s e e n m que las ie s ino qu nen la asociado a la politiquería arcan ta, ni perso person e es la invit nas que form iniciativa de existe un m t e m a s que ofre ce “pe nsa r en e a a a a conoce s que gozan ción sin ex n parte de la scribir; que n rgen de grande” pero hace muy c o r Ademá o exponer u de escribir y lusión de la universidad se trata poco. Me gusta la n tema e q s, me u sc u n e prob iv . quizá r investigación y redacción ablem ersidad ha riban, no son esulta de m ente d uc compa esean cia las accesible que perite rtir sus profesionale ho agrado q darse s Sin em c u a informar mejor a la bargo, onocimiento pero que tie e permitan a m s consid nen in con la perso ejor comunidad universitaria. e interpr s i s e i n c l u ro que no es comunidad a formación d nas que Laura Carolina Álvarez ye e inter e t m és, Yahair tación), hum n t a m b i é n á demás sug azónica.

Valderrama, Estudiante or, y ac a Patiñ erir qu gráfico e t iv o p s id Estud de Ciencia Política iante A ades de inte ( c o m i c s , odría ser aún imáge racción dminis ne tració con el n lector. s d e

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Revista Mundo Amazónico

Mundo Amazónico es ahora una revista colombo-brasileña (Extracto del Editorial del volumen 8, número 1 de Mundo Amazónico) Hasta el año 2016, Mundo Amazónico fue editada por el Instituto Imani de la Universidad Nacional de Colombia, con sede en Leticia (Amazonas, Colombia). A partir de 2017, la revista será editada en conjunto con el Programa de Pós-Graduação em Antropologia Social (PPGAS) de la Universidade Federal do Amazonas (UFAM), con sede en Manaus (Brasil). Los profesores Gilton Mendes dos Santos y Carlos Machado Dias Jr., coordinadores del PPGAS son ahora miembros del Comité Editorial de la revista, junto con los profesores Germán Palacio y Juan A. Echeverri, del Instituto Imani, y Luisa Belaunde (UFRJ) y Carlos Rodríguez (Tropenbos-Colombia) como miembros externos.

Son varias las razones que nos han movido a tomar esta decisión, cuyo potencial apenas estamos comenzando a explorar. Esta alianza significa, por una parte, un fortalecimiento de la publicación. Nuestra revista ha tenido como política publicar en español, portugués e inglés y un buen número de sus autores y lectores son del mundo luso-parlante, particularmente del Brasil. De hecho, ha sido clasificada por el sistema Sucupira del Capes (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior) de Brasil en la categoría B2. La vinculación de los colegas brasileros fortalece nuestras capacidades para la selección y edición de textos en lengua portuguesa y amplía el espectro de posibilidades temáticas. De parte del PPGAS/UFAM, se tomó la decisión —sabia, a nuestro parecer— de mejor entrar a fortalecer una revista ya establecida que buscar crear una nueva. La primera promoción del Programa de Pós-Graduação em Antropologia de la UFAM ingresó en el año 2008 y en ese tiempo se consolidó, a través de sus cinco líneas de investigación y dos decenas de profesores, contando actualmente con casi una centena de estudiantes matriculados en los niveles de maestría y doctorado, y habiendo formado también casi una centena de antropólogos. Es con ese capital intelectual que el PPGAS ingresa, con ímpetu, en la edición conjunta de Mundo Amazónico, apuntando a nuevas perspectivas y mayor robustez y alcance de la revista.

Además, y principalmente, la decisión de unirnos para editar y publicar conjuntamente la revista señala la opción política y científica que compartimos de salirnos de los ámbitos nacionales y enfocarnos hacia una perspectiva panamazónica y latinoamericana. Cuando se habla de “internacionalización” en los medios de ciencia y tecnología de los países latinoamericanos, la tendencia es a pensar en relaciones e intercambios con Europa y Estados Unidos. Los sistemas de indexación de revistas latinoamericanas, que se basan en empresas privadas como Thomson Reuters y Elsevier/Scopus para medir y evaluar el impacto bibliográfico, son un ejemplo de este tipo de noción de internacionalización subordinada. Esto es evidente en el sistema de indexación Publindex de Colciencias en Colombia. En el último Congreso de Antropología en Colombia (Bogotá), los editores de dieciséis revistas de antropología nos reunimos para plantear nuestra posición frente a estas políticas de indexación y medición que desestimulan los esfuerzos de los editores, nos subordinan a estándares “internacionales” comerciales y no propenden hacia la construcción de una práctica editorial con un compromiso social y cultural con nuestras realidades.

El sentido de internacionalización que subyace a nuestro trabajo editorial es otro. Aquí no hablamos de internacionalización subordinada, sino de internacionalización horizontal y transfronteriza. Al salirnos de los ámbitos nacionales, nos enfocamos en esta gran región en la búsqueda de crear lazos de comunicación, de apoyar la formación de jóvenes diversos, de fomentar iniciativas transdisciplinares, de fecundarnos con el pensamiento de los pueblos nativos. Amazonia es tierra de indígenas, caboclos, colonos, migrantes y agentes de toda suerte y proveniencia; alberga ciudades y es frontera de nueve países; es escenario de intereses globales y, sobre todo, está en el corazón de un proyecto de integración sudamericana y su defensa frente a intereses globales. Esta es una revista de alcance mesocontinental editada desde el centro de la Amazonia. La política adoptada por la revista de publicar no solo en español, portugués e inglés, sino también en lenguas nativas, apunta de modo fundamental para nuestros reales intereses de estimular y evidenciar una nueva producción académica. No más restringidos a lo que nosotros sabemos y decimos, sino, sobre todo, a lo que saben y dicen muchos otros pueblos a partir de sus formas de saberes y prácticas relacionadas con el mundo amazónico.

15 “Leer el editorial completo en https://revistas.unal.edu.co/index.php/imanimundo/article/view/67875/62514”

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Revista

MUNDO AMAZÓNICO

https://revistas.unal.edu.co/index.php/imanimundo/

Instituto Amazónico de Investigaciones

Mundo Amazónico es una publicación anual del Instituto Amazónico de Investigaciones Imani de la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia.

Acepta contribuciones originales en Español, Ingles o Portugués de autores de cualquier nacionalidad y de un amplio espectro de disciplinas científicas con énfasis en la Panamazonia.