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El impulso de una nueva generación
En el seminario, se expuso un panel con experiencias personales de jóvenes productores que graficaron cómo trabajan las nuevas generaciones en el tambo. Estos cuatro jóvenes ofrecieron valiosos testimonios sobre diferentes sistemas, manejos y modelos productivos conducidos por "la nueva generación".
El comienzo estuvo a cargo del médico veterinario Germán Albrecht, del tambo Asociativo Protambo y tambo familiar "Mi Sueño", en San Jerónimo Norte (SF). Además de mostrar las características de los dos establecimientos, las alternativas de negocio y los planes de crecimiento de la empresa familiar y del emprendimiento que comparten seis socios y a pesar de los vaivenes de la actividad, Albrecht se animó a sugerir ante un auditorio completo, "disfruten el camino que es lo más importante y sobre todo sean respetuosos de la empresa para que no haya problemas en la familia por la actividad".
Sobre el tambo familiar "El Chiflón", habló Julián Alberto de San Vicente (SF), quien fue mostrando la evolución del establecimiento, la progresiva incorporación de tecnología y la proyección de una mayor dotación de novedades en las instalaciones. Hablando sobre la importancia de confiar y formar al personal coincidió en que "hay que disfrutar del proceso que implica el desafío de cada día. No me imagino a la lechería sin la aplicación de tecnología, en mayor o menor medida. Es muy importante el factor del personal, pero contando con la ayuda de no depender tanto de los trabajos manuales, de la manera tradicional, sino con mayor soporte en la tecnología de proceso".
A su turno, Joaquín Alquati, titular del tambo Comercial "La Otilia", que tiene una unidad productiva con gran inversión en campo alquilado en Susana (SF) y con innovaciones tales como dos biodigestores para la generación de energía eléctrica y fue el primer tambo del país certificado por Aprocal en bienestar animal, habló de la importancia del trabajo coordinado dentro del establecimiento y de la relevancia que tiene la sustentabilidad ambiental en la tarea cotidiana.
Puntualizó que la coordinación de tareas y decisiones en una familia de cuatro integrantes es fundamental para poder seguir adelante y proyectar otro tambo con la instalación del mismo sistema productivo en un campo en la localidad de Lehmann, con el que se retomaría la actividad tambera abandonada en ese lugar hace años. Claramente el encanto de la lechería hace que estas apuestas, a pesar de los desafíos se sigan dando de manera concreta, revalorizando la importancia de este sector del país para la producción
Por su parte, Julián Imhoff, que abrió con sus hermanos el tambo familiar "El día", en Gessler (SF), reconoció que "crecer en hectáreas en la agricultura es muy difícil y "cómo nosotros queríamos mantener el capital heredado de mi madre, arrancamos con pocas vacas, pudimos ir comprando más animales, pudimos invertir en agrandar el tambo, hacer una sala de espera con sombra y ventilación, pudimos darle una mejor comodidad a la gente que vive en el campo, la tranquilidad de tener un mejor acceso y a futuro nos vemos creciendo, bien, estamos contentos con este desafío profesional y personal". Lo que este influencer del sector lechero destacó es que si el campo fuera agrícola tendría movimiento muy pocos días al año, sin embargo, ahora no dejan de circular profesionales, servicios, personas que le dan vida al tambo, con lo cual se demuestra el impacto socio-económico de la actividad.