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"Veinte años en este país, son una eternidad"
En representación de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), Javier de la Peña, quien además integra el consejo directivo de la Unión de Tamberos de Franck, opinó sobre las oportunidades de la cadena: "nuestra lechería siempre estuvo llena de oportunidades; el mundo está retrayendo la cantidad de vacas, achicando el nivel de producción, lo cual está dejando un gran mercado internacional disponible como para poder ocuparlo. Claro que si nos encontramos con los problemas que venimos arrastrando desde hace muchos años, ya es una cuestión interna nuestra, en el cual la macroeconomía en general no acompaña a una explosión que tiene el país en el horizonte, mínimo a cinco años".
El cooperativista señaló: "estamos desfasados en todo lo que es la parte de infraestructura para el tambo y en la parte de acceso a la tecnología. A eso le tenemos que agregar que la última decisión macroeconómica (Soja 1, 2 y 3) y el estrés climático sufrido por toda la cuenca, dejaron totalmente desfinanciado a los productores para lo que viene".
Javier de la Peña opina que la lechería no está creciendo. "Hay una gran inestabilidad en la economía. De cualquier manera, creo que si el clima hubiese acompañado, la producción hubiera crecido. Hay tambos que ya están trabajando de manera eficiente, que se están despegando de la media habitual; aquellos tambos que han bajado los porcentajes de mortandad, que están usando semen sexado, están evolucionando muy rápidamente. Esos tambos están para crecer en producción al ser más efectivos".
El referente de los cooperativistas en la cuenca central, dice que el futuro está en la p´roxima generación. "Claramente lo que estamos pidiendo es que la generación de 40 años nos reemplace a nosotros los de 60 o más. Hay una visión distinta de la gente más joven, que es la que tuvimos nosotros pero 20 años en este país son casi una eternidad". Sólo se necesita "un cierto capital que es el que no está disponible financieramente porque son inversiones a cinco años y no se pueden bancar desde el capital de trabajo".
Por último, De La Peña afirma que "la tasa de cierre de tambos de argentina es inferior a la del resto del mundo, pero existe; lo que pasa que las estadísticas que tenemos en Argentina son poco confiables; yo hace tres meses cerré el tambo de mis suegros y si bien las vacas en general quedan en los tambos, aumenta la producción individual, pero no se puede negar esta realidad".