Premiere Baco 2

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Aquí Baco, al habla desde la casa de mi colega Simpson en los Yorkshire Dales.

aquí llega Simpson...

Acabamos de volver de México, donde acabé renunciando a encontrar a Joe Teseo.

Aquí estoy solo, así que voy a contar historias en el vacío, y si alguien ahí fuera me escucha, mejor para todos...

Así es, Simpson, mi querido muchacho. ¿Qué tienes para mí?

¿Del 61? Bendito seas, Simpson... ¿Todavía guardas uno de éstos? ¡Creía que habías aprendido tu lección hacía mucho!

Un GrandPuy-Ducasse de 1961.

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El desayuno, Baco. Espero que esta mañana te encuentres mejor.


Sí, Baco... Pero es que me encanta jugar a este juego... Saborear el roble seco y la fruta suave y fresca...

...con un toque de caja de puros y una pizca de dulzura. El Pauillac Bordeaux tiene el sabor quintaesencial...

“Y por mucho que el vino haya hecho el papel del infiel, y me haya robado la túnica de mi honor, a menudo me pregunto qué compran los vinateros que sea la mitad de valioso de lo que venden”. Rubaiyat de Omar Jayam.

Resulta tan... materialista... esconder estas botellas... protegerlas tan celosamente. No estoy de acuerdo, Baco... El millonario típico no tiene paciencia para esperar 28 años a un clarete.

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...del clarete ideal... y el 61 fue una cosecha magnífica.


Así es Simpson... Os voy a contar su extraordinaria historia.

Fue uno de mis devotos favoritos hace unos sesenta años... Por entonces ya era un viejo.

Ya no tenía la juventud vigorosa de mis andanzas juveniles.

Yo no era joven, pero empezaba a darme cuenta de que incluso el dios del vino acabaría palmando algún día.

Ni siquiera la edad de mi decepcionante residencia en el Monte Olimpo.

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Pero mi muerte todavía no se ha producido... Os diré cómo fue la de Simpson.


Hermes es el hijo que tuvo Zeus, rey de los dioses, con Maya, que era hija del titán Atlas. Era el mensajero de los dioses y, como tal, uno de sus papeles era conducir los espíritus de los mortales al Más Allá.

Bueno, Hermes apareció para llevarse a mi colega Simpson al Inframundo. Si las cosas hubieran funcionado como debían, el buen muchacho ni siquiera debería haber ido allí nunca; las almas modernas van a otro sitio.

Hermes debió de confundir a Simpson con otra persona. Pero no se discute con Hermes cuando llega volando... Lo único que pude hacer fue pasarle a Simpson una botella de mi propia retsina mientras se lo llevaba.

¿Que a dónde van? ¿Cómo voy a saberlo? Soy un pagano.

¿Qué hizo cuando llegó allí abajo? Dejó reposar unos años la botella, porque, al fin y al cabo, pensaba que estaría atrapado allí para siempre y no quería pimplársela de golpe y no tener ninguna ilusión para el futuro. ése fue su primer error grave.

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Esas aguas absorben el conocimiento de quién eres y por qué estás allí. Las almas iniciadas deberían evitarlo, eligiendo en su lugar beber de las aguas de la Memoria.

Tan pronto como llegó al Inframundo de Hades, bebió un trago de las aguas de Lete, donde los espíritus comunes se amontonan para beber.

Después de Lete, el único placer que te queda reside en beber libaciones de sangre que te sirven los vivos en recuerdo. (Bueno, eso es lo que se creía en general en los viejos tiempos).

Esto hace que vayas aún más a la deriva. Simpson se convirtió en una “sombra”, como todos los demás ahí abajo.

“Mujeres jóvenes, mancebos, ancianos que en otro tiempo padecieron muchos males, tiernas doncellas con el ánimo angustiado por reciente pesar, y muchos varones que habían muerto en la guerra, heridos por broncíneas lanzas, y mostraban ensangrentadas armaduras”. la Odisea de Homero. (canto XI)

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Para entonces, Hades era un viejo decrépito.

Los dioses del Olimpo y los dioses del mar ya habían muerto, y ninguno de ellos murió en la cama, eso te lo aseguro. Cuando descubrieron que envejecían rápidamente, empezaron a recordar muchas cuentas pendientes.

Lo mismo pasó en el sótano... Un tío apuñaló a Hades por la espalda. Y muchas sombras escaparon por la puerta abierta.

Muchos de ellos fueron destrozados por Cerbero, el guardián de las puertas, o se ahogaron en el río Estigia, que tienes que cruzar para volver al mundo de los vivos.

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Simpson, sin embargo, tuvo la presencia de ánimo suficiente como para pimplarse la botella que le había dado antes de echar a correr.

Eso le dio el impresionante poder de caminar sobre el agua. Podría haberlo hecho la primera noche si lo hubiera sabido, pero, obviamente, no pude explicárselo delante de Hermes.

Simpson pasó diez años sin memoria en Londres antes de que alguien consiguiera localizármelo.

Simpson... no te preguntaré si mi vino había mejorado con la edad.

Oh, Baco, ¿y tú? Has envejecido mucho.

Supongo que no me parezco mucho a tus excelentes claretes.

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Simpson fue el miembro clave de un grupito de seguidores que tuve en años recientes hasta que nos separamos en la masacre del bar de Sloane.

Ahora parece que voy a perder al buen muchacho de nuevo, esta vez para siempre.

Veréis, Hermes se toma su trabajo muy en serio... Si las sombras consiguen salir del Inframundo, considera que recuperarlas es un asunto personal. Así que después de la fuga en masa, se nombró a sí mismo recuperador oficial sagrado de los prófugos. Lleva cincuenta años haciéndolo. Por supuesto, ya no existe un Inframundo organizado, así que se limita a rastrearlos y los manda a donde quiera que vayan los espíritus hoy en día.

Hermes también está envejeciendo. Quiere dejar las cuentas a cero cuando se vaya.

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Simpson ha estado muy preocupado desde que volvimos de México.

No sabe que lo sé, pero Hermes ha venido en ausencia de Simpson, y ha dejado su tarjeta de visita. Volverá.

Del Rubaiyat de Omar Jayam. “Entonces sobre el labio de esta pobre urna de arcilla...

...me incliné ante el pozo secreto de la vida por descubrir...

...¡bebe!

...y labio con labio murmuró: ‘¡Mientras vivas...!

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Pues una vez muerto, nunca volverás”.


“Ayer se preparó la locura del hoy...

...el silencio, el triunfo o la desesperación del mañana.

Sea en Nishapur o en Babilonia...

...Sea el cáliz de vino dulce o amargo...

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¡Bebe! Pues no sabes de dónde vienes ni por qué.

¡Bebe! Pues no sabes a dónde vas ni por qué.

...El vino de la vida sigue derramándose gota a gota...

...Las hojas de la vida cayendo una a una”.


“Cuando por fin el ángel de la bebida...

...no vaciles”.

...de la Oscuridad te encuentre a la orilla del río...

...Y ofreciendo su copa invite a tu alma...

Viejo, has tenido tu prórroga.

Estoy listo, Hermes. Llévame.

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...A que adelantes los labios para vaciarla...


¡¡Epa!! Vamos a sentarnos a discutir esto como adultos.

Con el debido respeto, Baco, ¿qué razón tienes para demorar el fin de este hombre?

...Y cualquier otra razón”.

¡Baco! Bueno, no esperaba encontrarte aquí.

¿Qué tienes ahí? ¿Esa excelente y vieja ambrosía del monte Nisa?

...Hay cinco razones para beber...

¿Qué razón? A ver...

“Creo que en todo el mundo...

¡Baco! ¿Quién escribió eso?

Salud.

No lo recuerdo

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Oh, no, es sólo un morapio barato del supermercado de la esquina.

...Buenos amigos, buen vino, para que no nos sequemos...


Para la generación iletrada: soy Baco, dios del vino. Me han dicho que vuestra capacidad de concentración es un tanto débil, así que seré lo más rápido que pueda.

Dirigid vuestros ojuelos hacia este vaso de cerveza que mi colega Simpson encontró en sus viajes. Es una vieja pieza de bronce con un tema curioso

En aquellos tiempos los artesanos no estaban familiarizados con la perspectiva y todas esas paparruchas, así que esto no es lo que parece...

Es decir, no son un tío y su esposa tirándose bebés el uno al otro sobre una montaña.

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La historia trata sobre el oficio del artesano, pero el argumento implica ciertas bebidas cruciales, así que abriremos una botella.

Gracias, Simpson

Hera, reina de los dioses, esposa de Zeus, no dejaba que los otros dioses mirasen a su hijo.

De hecho, el mocoso era tan feo que lo tiró del Monte Olimpo.

El bebé cayó en el mar, donde lo rescató Tetis, la hija de un antiguo dios marino.

Así que Hefesto, uno de los grandes inmortales, el dios de los artesanos, se crió en el fondo del mar, forjando mil objetos ingeniosos para Tetis.

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Hera apartó todo el lamentable incidente de su cabeza durante mucho tiempo.

Hasta que un día recibió un regalo de su hijo por paquete certificado...

Hera se sentó en él con deleite... pero cuando intentó levantarse se vio atrapada por cintas invisibles. ...un trono dorado.

Toda la peña de allí arriba intentó arrancar a Hera del asiento, pero pronto quedó claro que sólo Hefesto podía hacerlo.

Enviaron a Hermes a buscarlo, pero el astuto artesano no cedió.

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Enviaron a Ares para traerle a rastras, pero el herrero tenía un par de trucos guardados.

Y si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, no habría intentado llevar a Hefesto de vuelta al Olimpo.

El caso es que llené una caja con mi cosecha privada y me puse en camino.

Aquí es donde intervengo yo, porque éste era el período en el que residía en el Monte Olimpo... que no es algo por lo que me gustaría volver a pasar.

Me habría llevado un año de alcohol para quedarme con él y Tetis en el fondo del mar.

Hefesto y yo nos pusimos ciegos de vino y conseguí llevar al chaval de regreso al Monte Olimpo.

Todo bien, de momento.

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¡Bueno, pues adivina qué! Hefesto pidió rescate por el trasero de Hera. ¡No la dejaría levantarse del trono a menos que le dieran como novia a la más preciosa de las diosas, Afrodita!

¡Hay que tener valor! Yo me partía la caja detrás de una cortina.

Y se salió con la suya. Pero el desgraciado matrimonio de esa pareja de tortolitos es una historia para otra botella.

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Ahora tocaremos lo que es sin duda la cumbre de la gloria en el Olimpo, si pasamos por alto la pandilla de v谩ndalos que lo habitaban.

Hefesto construy贸 apartamentos para todos los dioses, moradas resplandecientes de metales incorruptibles y brillantes.

Y model贸 personas mec谩nicas que le ayudaran a aliviar el peso de sus piernas.

A partir de entonces hubo paz entre Hera y su hijo.

Y ahora, de regreso al vaso...

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La cuestión es que Hefesto estaba ahora tan encariñado con su madre que olvidó completamente su antiguo rencor.

Y con gran riesgo para su propia vida, al instante intentó defenderla de la violencia doméstica.

Un Zeus enfurecido lo expulsó del Olimpo por segunda vez.

Cayó durante todo el día, y al anochecer aterrizó más muerto que vivo en la isla de Lemnos.

Eso fue suficiente para mí. Hice las maletas, abandoné el Monte Olimpo sin mirar atrás.

Salud.

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Uno de los mayores atractivos de la literatura griega clásica...

Me llamo Simpson. Mi historia empieza en 1922, cuando llevé a algunos estudiantes avanzados a Grecia como parte de sus estudios de literatura griega.

En el teatro de Dioniso en Atenas se produjo un encuentro que cambiaría completamente el rumbo de mi vida.

...es su profunda sencillez.

Tiene una frescura que es como el amanecer en primavera, y una inocencia que es tan fresca como el rocío.

La religión de los antiguos griegos nos ayuda a entender su extraordinaria poesía.

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Baco, como los griegos le concibieron antes que Dioniso, era un adorable dios del éxtasis que vivía en los bosques y los árboles encantados...


...El impulso, la intuición y la inspiración que, como decía Wordsworth, centellea en el alma con la certeza de su origen divino.

Representa esa misteriosa fuerza de la naturaleza que reconocemos como superior a la razón...

El dios sufrió una degradación en tiempos de los romanos, pero nos deja testimonio de que los griegos eran conscientes de esa interioridad de la religión...

...que se asociaba en especial con la vida, el toro y la cabra.

...que, en su forma posterior y mucho más triste, y bajo la influencia del cristianismo, conocemos como la sociedad de amigos.

La tragedia recibe su nombre de su relación con el griego tragos, que significa “cabra”. Se habría originado con una canción que tenía a la cabra como premio, o como una canción relacionada con el sacrificio de una cabra.

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Baco parece que comulga mejor con las almas puras y las criaturas salvajes de la naturaleza en las montañas bajo las estrellas.

El drama griego se originó en las celebraciones rituales de los festivales religiosos de Dioniso o Baco...

La comedia se desarrolló posteriormente, su origen en espontáneo agradecimiento a Dioniso por la fertilidad que ayudaba a la agricultura.


Después de mi charla in situ, di un paseo por una arboleda.

¿Eh?

Pero el Olimpo me decepcionó terriblemente.

Y diciendo: “¡Te odio más que a ningún otro dios del Olimpo!”.

Y tienes razón, ¿sabes? En lo de la belleza original.

Soy Baco.

Me ha impresionado mucho lo que has dicho, mi querido amigo.

Por un lado, Hera echando una bronca muy merecida a su marido Zeus.

Luego está Atenea quejándose de la interferencia de Afrodita en cuestiones no sexuales.

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Por el otro, Zeus escupiendo a su brutal hijo Ares.

Afrodita poniendo los cuernos a su marido Hefesto a troche y moche.


Hermes con su historial de delincuente juvenil por cuatrero.

Mientras que aquí abajo seguían bruñendo a estos viejos dioses mucho después de que los griegos dejasen de creer en nosotros

Aquel hombre tenía 4000 años. Hace cinco años que te conozco, Baco, y en ese tiempo nunca has mencionado tu infancia.

Y yo pillándome unas curdas de campeonato.

Copiaba las flautas de Pan para vendérselas a Apolo como invento propio.

Llegué a conocer muy bien a Baco, y no tardé mucho en creerle y en creer en él. Pablo, Georges, Juan Gris y yo nos dimos la mano aquel día de 1914...

Y había mucho que quería decirle que me contara.

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Cada uno se fue por su lado, y supimos en nuestro corazón que París no volvería a ser el mismo.

Después de inventar el vino lo recuerdo todo borroso.


Cincuenta y cinco años después, Baco se recuperaba en mi casa en Yorkshire.

Después de nuestra aventura en México.

Hermes también estaba presente. Ah, buenos días, madrugadores.

Empecemos con un seco para llegar al dulce al atardecer, Simpson.

Eres un buen tipo, Simpson, pero hoy me siento sociable.

¡Baco! Iba a llevarte el desayuno.

Llevamos aquí cuatro días, Baco. Mi bodega está completamente agotada, salvo por dos botellas.

Hermes y yo compartiremos el moscatel australiano.

¿Cuál es la otra?

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Y más recientemente, de mi segundo encuentro con Hermes.

¿Qué tienes para mí?

Eres un caballero además de un erudito, Simpson.

Tengo un excelente Barsac, en el punto justo de frío.


Bueno, si nos hemos quedado sin vino, tendremos que salir.

¿Qué dices tú, Hermes?

Puedes acompañarme si quieres. Tengo un trabajo que hacer en Grecia.

¿Sabes? No voy a Grecia desde que me escondí en aquel pequeño monasterio en la cima de una colina en Meteora en el 43.

Baco, te haces viejo. No eres ni la mitad del hombre que eras.

¿Cómo viajaremos, oh el de los pies ligeros?

Más rápido que un perro con artrosis...

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Grecia

Simpson y yo no poseemos tu facilidad aérea.

Capaz de saltar el bordillo de un solo salto.


“Tengo un barco. Haremos el recorrido en mi barco”.

Los muchos años que pasé en aquel lugar crepuscular no cuentan para mi edad total, que en sí excede con mucho a lo normal.

La madre de Hermes era Maya, una hija del titán Atlas.

Hermes tenía un barco dotado con un arsenal de herramientas para localizar “sombras” que habían escapado del Inframundo cuando asesinaron a Hades.

Por supuesto, mi edad no es nada comparada con la de mis dos compañeros de viaje. Hermes es con mucho el mayor, aunque no lo parezca.

Para escapar de la cólera de Hera, la esposa de Zeus, dio a luz a su hijo en secreto en una cueva del monte Cilene en Arcadia.

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Tal vez te sorprenda saber que yo soy una de esas sombras. Pero Baco intervino en mi favor, explicándole a Hermes que no tenía que haber ido allí en primer lugar, así que se me permitirá acabar mi vida sin perturbaciones.

Ambos son hijos de Zeus, que durante un tiempo fue el gobernante de todos los dioses, y ambos creyeron en su momento ser inmortales...

Cuando Hermes alcanzó la mocedad, escapó en busca de aventuras.


Con sus mañas, robó un rebaño de vacas que pertenecía al dios Apolo.

Lo atraparon mucho más tarde, cuando los mensajeros de Apolo escucharon una música ahogada que procedía de un instrumento hecho con un caparazón de tortuga y cuerdas de tripas de vaca.

¿De dónde has sacado las tripas de vaca, hijo?

Donde Hermes se vino abajo Apolo se llevó al niño al Monte Olimpo, hogar de Zeus y su familia. y confesó el robo. Muy bien, ven conmigo y te entregaré tu rebaño.

Yo.

Sólo sacrifiqué dos, de las que hice 12 pedazos como ofrenda a los 12 dioses.

¿Doce dioses? ¿Quién es el duodécimo?

Se dice que ése fue el origen de los sacrificios de carne a los dioses. Apolo, según se supo luego, quedó tan encantado con la lira de caparazón de tortuga de Hermes que le cambió el rebaño entero por ella. Más tarde se convertiría en el patrón de la música.

Y sólo me comí mi parte y quemé debidamente el resto.

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Apolo llevó al chico de regreso al Olimpo y le contó todo a Zeus.

Zeus advirtió a Hermes que a partir de entonces debería... Respetar los derechos de propiedad y reprimirte de contar mentiras.

Y yo seré responsable de la seguridad de toda la propiedad divina y nunca diré mentiras.

Un yelmo redondo para la lluvia...

Aunque no puedo prometer que siempre diga toda la verdad.

¡Ja! Nadie podría esperar eso de ti.

Y sandalias aladas que le llevaban con la velocidad del viento.

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Pero pareces un diosecillo muy ingenioso, elocuente y persuasivo.

Entonces conviérteme en tu heraldo, padre.

Zeus le dio un bastón de heraldo con cintas blancas, y ordenó a todo el mundo que lo respetara.

Enseguida fue bienvenido en la familia olímpica.


Por supuesto, la idea de que siem- Arturo y sus doce caballeros de la tabla redonda. pre había doce dioses residentes en el Monte Olimpo es engañosa. Es el número del año solar.

Rómulo y sus doce pastores.

Orlando y los doce pares de Francia.

El danés Hrolf y sus doce salvajes.

Jesucristo y sus doce apóstoles.

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Balder y sus doce jueces.

Jacob y sus doce hijos.

La cabeza y las otras doce partes del cuerpo destrozado de Osiris, que Isis recogió del Nilo en su barca.


Hades había contado originalmente como uno de los doce, pero raras veces abandonaba su residencia en el Inframundo.

Luego los vástagos de Zeus y Hera: Ares, el dios de la guerra, Hefesto, de los herreros y artesanos, Hebe...

Luego estaba Afrodita, diosa del amor, que salió del mar sobre una concha.

Y Poseidón, después de vivir en los mares, pronto perdió sus poderes anfibios, especialmente cuando los dioses declinaron en todas partes.

Además de Zeus y sus dos hermanos, estaban sus hermanas, Hestia, patrona del hogar y la casa, Deméter, de la cosecha del maíz, Hera, del matrimonio.

Aunque Hefesto tardó mucho tiempo en ocupar su sitio en el Olimpo debido a que Hera lo arrojó del monte cuando era un niño, a consecuencia de lo cual quedó cojo de por vida.

Y Hebe nunca formó parte de los doce, sino que fue la copera de los dioses hasta que Heracles fue divinizado y subió al Olimpo y se casó con ella.

Y Atenea, hija de Zeus con la titánide Metis, que heredó el ser guardiana de la sabiduría de Metis, pero también hizo de la guerra su dominio.

Apolo, hijo de Zeus con Leto, y su hermana Artemisa, cazadora y protectora de los niños, y patrona del parto.

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Y hay muchos dioses menores en el Olimpo, además de los doce, tales como Helios en su carro solar dorado. Era hijo del titán Hiperión.

E Iris, diosa del arco iris y mensajera personal de Hera, que siempre dormía bajo el trono de Hera.

Eros, hijo de Hermes y Afrodita, que personificaba la pasión sexual salvaje.

Y había muchos dioses cuya grandeza era reconocida, pero que no vivían en el Olimpo, como Pan, que se contentaba con vivir en los bosques de Arcadia.

Hécate, diosa de la brujería, que habitaba en el Inframundo.

Asclepio, dios de la curación, hijo de Apolo con una madre mortal.

Nereo, hijo de Ponto el mar y dios de los mares antes de Poseidón, padre de las Nereidas, de las que formaba parte Tetis.

Tritón, hijo de Poseidón y Anfitrite, que era otra hija de Nereo...

Baco, hijo de Zeus con Sémele, princesa de la ciudad de Tebas.

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Baco se casó con Ariadna, que le dio los hijos Enopión, Toante, Estáfilo, Latromis, Evantes y Taurópolo.

Por supuesto, Baco era “inmortal” y Ariadna no. Después de la muerte de ella, él fue bienvenido en el Monte Olimpo.

La edad dorada del Olimpo llegó poco después de eso.

Cuando Hefesto también estaba allí.

Y construyó espléndidos nuevos palacios para los dioses.

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Donde la humilde diosa Hestia renunció a su silla por él entre los doce que se sentaban a la mesa de Zeus.


Baco no se llevaba bien con los olímpicos...

que Creo es un n e i t blema pro n la co da. bebi

Y se desencantó de su vanidad y sus obsesiones triviales.

Volvió a bajar al mundo en tiempo de los romanos.

Sólo cuando los bares cierran.

Y por lo que yo puedo confirmar, se regodeó con la imagen grosera y vulgar que los romanos tenían de él.

...cuando el nieto del legendario Argos de los cien ojos robó el rayo de Zeus.

Desde entonces ha vagado por el mundo.

Por eso tuvo la suerte de evitar la calamidad fatal que acaeció a la familia olímpica...

De la familia de Zeus, sólo Baco y Hermes, que estaba haciendo un recado, y el desterrado Hefesto, que vivía en Sicilia, sobrevivieron.

Esto ocurrió en el siglo XVII.

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Baco ha mostrado una actitud muy desenfadada hacia la muerte desde que se acostumbró al hecho de que los dioses no son tan inmortales como pensaba. Un puñado de nobles se juntaron para darle una fiesta y cargárselo en mitad de ella.

Al ser colega de la zarina, pero un “monje loco” y completamente majara, Rasputín está enfrentado con la mayoría de la corte.

Llenaron una bandeja con los dulces favoritos del monje loco con veneno suficiente como para matar a un elefante.

El caso es que se comió un montón, ya que nadie más parecía tentado, y siguió disfrutando de la fiesta.

Así que le dispararon en la cabeza, unas cinco veces... Rasputín se recuperó, se levantó y los embistió.

Le pegaron en la cabeza con una vara de metal, y luego tiraron su cadáver al río.

Un noble se puso nervioso y le disparó en el corazón. Un poco mosqueado, Rasputín fue a por el viejo chivo.

En la autopsia, se diagnostica que la causa de la muerte fue que... Rasputín se había ahogado.

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éste es el tipo de situación con la que siempre soñé cuando era un joven profesor en Oxford... recorrer Grecia con dos de los dioses originales del Olimpo... Se puede aprender tanto...

...de los relatos de primera mano de los buenos tiempos de los dioses. Pero allí estaba Hermes jactándose de todas las mujeres que había seducido, y Baco contando chistes de colegial sobre la muerte. ...Henry Miller y yo con las hermanas Argent...

Hablando de tirar zanahorias... ¿Conoces la historia del atentado con una “máquina infernal” contra la vida de Napoleón III?

Acabé harto de los dos. Y entonces aquel asunto de las zanahorias.

Si no fuera por esta caja de adrano que cogimos en Sicilia...

...de cuyas espinas salían expulsados los explosivos...

Se la mandaron al emperador durante un desfile multitudinario y mató a unos 36 espectadores.

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Alguien fabricó una granada de mano automática con la forma de una gran anémona marina...

Y Napoleón III se paseó entre la multitud, ileso, saludando a todos.


Creo que fue a uno de los principales generales de Napoleón III a quien, durante otro desfile...

Aplastando al general hasta matarlo...

En todos los buenos ratos que se pasan bebiendo vino llega el punto en que la mugre reseca de las preocupaciones cotidianas acumuladas se deshace y se nos desprende.

Delante de centenares de espectadores...

Le pasó que un semental se soltó y montó a su yegua...

Vestido de gala...

Entre medias.

Y uno se entrega por completo a la situación inmediata.

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Explíqueselo a San Pedro, mon général.


Llegamos a Corfú, donde Baco se enamoró de los peores aspectos de la industria turística.

Ah, el antiguo Imperio griego, tuviste lo que te correspondía y más de genios...

Anaximandro, que murió en el 549 a. C., veía a los animales terrestres como evolucionados a partir de los peces, y al hombre como descendiente del animal.

¡¡Simpson, deja que te eyacule otra gota de este excelente ouzo!!

Anaxágoras explicaba los eclipses de la Luna y el Sol en términos de la sombra de la Tierra, y comprendía la indestructibilidad de la materia.

Demócrito dijo que toda sustancia consiste en átomos.

Diógenes, el filósofo cívico, vivía en un tonel y buscaba de día a un hombre honrado.

La filosofía de Epicuro se ha malinterpretado. Era un profesor de escasas necesidades y cuyo lema era “Vive sin cargas”.

Pitágoras dijo que la Tierra era una esfera.

Sócrates argumentó que el hombre podía descubrir los principios duraderos de la verdad y la justicia independientes de los deseos egoístas de la gente.

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Aristóteles fundó la ciencia de la Biología, y dedicó años de estudio a las metamorfosis de los insectos, los hábitos reproductivos de las anguilas y el desarrollo embriológico del cazón...

Pero quedó desacreditado con la teoría de los cuatro humores... la idea de que la enfermedad se debe a una cantidad excesiva de bilis amarilla, bilis negra, sangre y flemas en el organismo...

Eurípides protestó contra la exclusión de las mujeres de la vida social e intelectual.

Pero negó la sexualidad de las plantas.

Lo cual llevó a la práctica de desangrar a los pacientes.

Alejandro Magno nunca perdió una batalla. Concibió un plan grandioso para conquistar Persia, y anexionó a Grecia todos los territorios orientales desde el río Indo al Nilo...

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Empédocles descubrió que la sangre fluye hacia y desde el corazón, y que los poros de la piel complementan el trabajo de los pasadizos respiratorios...

Safo, una poetisa de la isla de Lesbos, describió la belleza conmovedora del amor, la gracia delicada de la primavera y el esplendor de las estrellas en una noche de verano.

Pero murió de la fiebre de los pantanos babilónica con 32 años de edad.


Hiparco, en el siglo II a. C., hizo un cálculo aproximado correcto del diámetro de la Luna y su distancia respecto a la Tierra.

Eratóstenes, astrónomo, poeta y bibliotecario de Alejandría, mediante relojes solares situados a centenares de kilómetros de distancia calculó la circunferencia de la tierra con un error de menos de 300 kilómetros.

Arquímedes descubrió la ley de los cuerpos flotantes, o la gravedad específica, y formuló con exactitud científica los principios de la palanca, la polea y la rosca.

Hero de Alejandría, que vivió en el último siglo a. C., inventó la bomba de agua, un sifón...

...un motor de reacción, un órgano hidráulico...

...una máquina tragaperras...

...y una catapulta manipulada por aire comprimido...

Pero ninguno de ellos llegó a producción porque la mano de obra esclava seguía siendo abundante.

Didedide... dahh

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Uno de sus sucesores, cuyo nombre se me escapa, dividió la Tierra en las cinco zonas climáticas que todavía se reconocen, y explicó las mareas como consecuencia de la influencia de la Luna.


Y así redescubrimos Grecia. Al sur de Olimpia se extiende la región de Mani.

Tal vez todavía sienta rencor contra la ciudad entera debido a Teseo. Pero Atenas tiene muchas cosas malas en su historia.

Los maniotas tienen una cura curiosa para la resaca. Apretándose medio pepino contra la frente, bailotean sobre las cumbres de los acantilados como unicornios.

Rodeando el continente llegamos a Atenas. A pesar de que era el sitio donde nos conocimos, y por tanto tenía una gran importancia sentimental, Baco no quiso bajarse del barco.

En cierta ocasión los atenienses asesinaron a toda la población masculina de Melos y esclavizaron a las mujeres y los niños sin más razón que el haberse negado a abandonar la neutralidad en la guerra entre Atenas y Esparta.

Y por fin llegamos a las islas del Egeo.

Skópelos, verde y fértil para lo que es el Egeo. Estáfilo fue el legendario líder de los cretenses que llegó a Skópelos.

Era hijo de Baco y Ariadna, y fue uno de los argonautas que navegaron con Jasón en busca del Vellocino de Oro.

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Lesbos. En los mitos, cuando las ménades tracianas hicieron pedazos a Orfeo, su cabeza flotó hasta Lesbos, todavía cantando.

Dum de du de dum

Se supone que la recogieron en la costa del sur de Antisa, a la cual la llevaron. Allí la metieron en una cueva donde ejerce el oráculo.

A ninguno de los nativos les importa un bledo Orfeo. Los recogedores de aceitunas no pueden ganarse la vida recogiendo aceitunas y los pescadores no llegan a fin de mes pescando. La fábrica de cuero contamina la bahía.

o, no Lo sientni nguna conozco por cueva aquí...

Delos, la islita sagrada de Apolo. Leto, una hija de los titanes Febe y Ceo, quedó embarazada de Zeus.

Hera, furiosa por otro adulterio, persiguió a Leto de un sitio a otro hasta que Poseidón le dio el santuario de Delos.

“Todo Delos se llenó inconmensurablemente del perfume de la ambrosía y la inmensa tierra se rió y las profundidades del mar gris se regocijaron”. Teognis de Megara

Atenas, en el 426 a. C., decretó que nadie debía morir o nacer en Delos.

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Dio a luz primero a una hija, Artemisa, y luego agarrando una palmera durante el parto, dio a luz a “el más bello de los inmortales”.

Hoy sólo los cuidadores y los arqueólogos duermen en la isla. Y no se ve árbol alguno.


Tienes muchas citas geniales, Simpson.

ah, mi mente no es maravillosa, es sólo una vitrina donde se exhibe mi colección de virutas de las grandes obras del mundo.

...Los brazos de la Afrodita encontrada en la isla de Melos.

...la cabeza de la Victoria alada hallada en la isla de Samotracia.

...La lanza del lancero de Policleto.

...Todas esas figuras halladas en el frontón del partenón por lord Elgin.

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Sólo soy un turista que se lleva a casa piezas de aquí y de allá.

...el tridente del Poseidón encontrado por pescadores en el mar junto al cabo Artemisio.

...El pene del Hermes de Praxíteles.


Al llegar a Naxos, el sol era el extremo de un cigarrillo incandescente en un cielo de humo azul, y yo estaba cenando pescado con los dioses.

Imaginé que Helios nos acompañaba hundiendo su enorme copa dorada mientras se recostaba en su sillón detrás del horizonte.

Pestañeé ante el tono que había bajo el dorado del agua.

Juro por todos los dioses que era el color del clarete... el “mar del color vino oscuro” de Homero.

Nuestro barco, trémulo con hojas y llenando el mar que le rodeaba con música de flauta...

se deslizó hasta la islita donde Baco encontró a la princesa cretense Ariadna abandonada.

e Perceb l Bill e ro marine

Y suave y dulcemente, con su alegre comitiva de sátiros y ménades...

acudió a su rescate. Arthur Frederick Simpson

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