PLAN DE IGUALDAD Curso 2014/2015
PRÓLOGO
En este vuestro libro “Cuentas – Cuentos” queda recogido el trabajo de todos vosotros y de todas vosotras, alumnado del CEIP Francisco de Velasco. Es una recopilación de cuentos creados, modificados, copiados y/o ilustrados por vosotros/as acerca del tema de la Igualdad. Desde aquí quiero agradeceros a todos y todas, alumnado y profesorado, vuestra entrega y dedicación a este proyecto que se inició a principios de curso y que finalizó el 23 de abril de 2015, fecha en que se celebra el Día Internacional del Libro. Y qué mejor modo de celebrarlo que dejando en nuestra biblioteca una copia de vuestra obra maestra. Nuevamente gracias alumnado del Aula Específica, Infantil y Primaria, por vuestro gran trabajo. Gracias tutores y tutoras por vuestra paciencia, implicación y esfuerzo. Creo que ha merecido la pena; espero que opinéis igual que yo.
Coordinadora del Plan de Igualdad 2014/2015
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AULA ESPECÍFICA
Ilustrado por el Aula Específica 2
Hace mucho, mucho tiempo en un castillo de un lejano país vivía una princesa muy, muy parecida a una niña de mi cole. Casi siempre se la veía con un libro entre las manos; le encantaba la música, el dibujo, la escritura, los números, los juegos de preguntas y respuestas y bailar. Pero sobretodo destacaba por su buen corazón.
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Un día llegó al palacio un gracioso bufón; era muy simpático, alegre y divertido. Contaba chistes e historias que a todos hacía reír.
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Una tarde que la princesa paseaba por el jardín oyó al bufón llorar. - ¿Qué te pasa?- le preguntó. - Nadie se preocupa por mí. - Pero, si a todo el mundo le gustas.
- No, sólo les gustan mis chistes. Sólo soy un bufón que hace payasadas. Me encantaría cantar como tú, bailar como tú y saber tantas cosas como tú.
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La princesa sintió lástima por el bufón porque nadie le había enseñado las cosas que aún no sabía. - No te preocupes bufón, yo te enseñaré todo lo que desees. Pero hay algo muy importante que no puedo enseñarte porque nadie lo hace mejor que tú, ¿querrás enseñarme? - ¿Yoooo?- se extrañó el bufón. - Cómo hacer reír. Y así fue como la princesa y el bufón descubrieron que cada persona es única y que todos tenemos cosas que enseñarnos y cosas que aprender. Y a partir de aquel día los dos estuvieron siempre muy unidos y aunque nunca se casaron vivieron muy felices y comieron perdices. Y colorín, colorado este cuento se ha acabado y por la chimenea ha volado.
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UNA FAMILIA PERFECTA
Coloreado por Infantil 3 a単os
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Había una vez unos papás que tenían muchas ganas de tener un hijo/a.
Pronto se enteraron de que iban a tener dos hijos, serían mellizos, por lo que se pusieron muy contentos y orgullosos. Los querían mucho antes de nacer. 8
Pensaron -¿cómo les llamaremos? Vamos a pensar en nombres que nos gusten -. Pronto lo decidieron; como iban a ser niño y niña, les pondrían Susana y David. El gran día llegó y tanto Susana como David, nacieron bien grandotes y sanos, con muchas ganas de vivir y ser felices. David lloraba porque tenía hambre y Susana, que era más tímida, también comía mucho desde el primer momento.
Estos niños habían tenido mucha suerte, habían nacido en la mejor familia que se pueda tener, llena de amor, cariño, comprensión y protección, donde se sentirían en un ambiente acogedor y tranquilo.
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Cada uno con su carácter y forma de ser diferentes, fueron creciendo y sus papás cuidaban que no les faltara de nada para seguir creciendo y aprendiendo.
Llegó el momento de empezar el colegio y los niños estaban disgustados porque no querían ir. -¿Por qué tenemos que ir al colegio? ¡No nos gusta, no queremos salir de casa, queremos estar con papá y mamá! Sus papás les explicaron que para ser alguien importante en la vida tenían que ir al colegio, donde aprenderían muchas cosas, a ser educados y buenas personas.
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Cuando empezaron a ir al colegio, les gustó mucho, conocieron muchos niños de todas razas, religiones y colores de piel. Ellos se hicieron amigos de todos los niños y niñas porque eran muy buenos y generosos. Un día llegaron al cole dos niños que no podían caminar como ellos. Leonor iba en silla de ruedas y Evaristo con muletas, ellos les aceptaron y les ayudaron, tratándoles lo mejor que pudieron. Para ellos ¡todos eran iguales, todos eran personas buenas!
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Los niños se pasaban la tarde jugando con sus amigos.
Al volver a casa, hacían los deberes que les habían mandado sus profesores y todo lo hacían muy bien y con mucho cuidado para que quedase limpio y ordenado. Si quedaba tiempo, salían a jugar con sus amigos un ratito antes de la cena.
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En casa ayudaban mucho a sus papás, ponían la mesa juntos, hacían su cama y recogían sus juguetes sin rechistar. Colaboraban mucho en las tareas de casa y así sus papás tenían más tiempo libre para jugar y compartir con ellos.
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Susana y David, fueron creciendo y haciéndose mayores, pero siempre compartían las tareas de casa con sus papás. Llegó el momento de estudiar en la universidad y tuvieron que marcharse de casa para vivir en otra ciudad los dos juntos. Sus papás les echaban de menos, pero sabían que estaban estudiando para ser algo en la vida.
Así es como Susana y David se hicieron personas importantes, ayudaban a los demás siempre que podían y siempre fueron felices.
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Coloreado por Infantil 4 a単os
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¡¡¡TODOS Y TODAS
A TRABAJAR!!! Ilustrado por Infantil 5 años 33
Don Ara単o y Do単a Ara単a tejen que tejen y trabajan al comp叩s.
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Sus hijitos los observan, con su ejemplo pronto aprenderรกn. 35
Todos y todas trabajan en casa. Tejen y tejen sin cesar, ยกHay que ayudar!
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ยกEnhorabuena, todos y todas colaboran!
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Sus obras de arte terminadas estรกn y la red pueden completar.
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Ceniciento Adaptado e ilustrado por 1ยบ 39
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Las tres cerditas Adaptado e ilustrado por 2ยบB
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Caperucita
Roja Adaptado e ilustrado por 2ยบB
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Adaptado e Ilustrado por 3ยบA
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Inventado e Ilustrado por 3ยบB
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Adaptado e ilustrado por 4ยบ
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Inventado e Ilustrado por 5ยบA
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Adaptado e Ilustrado por 5ยบB
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Mercedes, la niĂąa sin miedo
Inventado por 6ÂşA
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Había una vez una niña llamada Mercedes que siempre estaba feliz. Mercedes nunca tenía miedo, pero un día salió a pasear y unos niños la asustaron para divertirse. La niña se fue corriendo a su casa para contarle a su madre lo que le había ocurrido. Desde ese día todo le daba miedo y siempre estaba triste, incluso le daba miedo estar sola en una habitación de su casa y su madre la tenía que acompañar a todas partes. Un día Mercedes decidió salir sola y combatir sus miedos, pero... a un hombre se le escapó su perro y fue corriendo hacia ella. Aunque el perro sólo la perseguía porque quería jugar, Mercedes pensaba que la quería morder. El hombre le dijo que no le iba a hacer nada, pero Mercedes se asustó tanto que se volvió a su casa. Desde entonces decidió no salir de su casa nunca más, porque pensaba que si volvía a salir, algo le asustaría de nuevo. Se encerraba en su cuarto y sólo salía de él para comer. Su madre hizo miles de cosas para intentar convencerla de que no tuviera miedo, pero no consiguió nada. La madre de Mercedes tuvo una idea: todos se fueron de la casa y dejaron a la niña sola, para que superara sus miedos. Cuando Mercedes se dio cuenta de que no había nadie, se fue de su casa a buscar a su familia. Esta idea hizo que Mercedes saliera de casa sin pensar en el miedo que le daba. Cuando se dio cuenta, se había perdido, estaba sola y tenía mucho miedo. Mercedes pensó que no debía tener miedo porque no le iba a pasar nada malo y se tranquilizó.
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Mientras andaba se encontró con una mujer muy amable que le ofreció su casa, porque era de noche y la pequeña no sabía dónde estaba. La niña le dio las gracias por su amabilidad. Al día siguiente Mercedes le pidió a la mujer que la ayudara a buscar a su familia, o que la acompañara a su casa, porque pensaba que se podía perder más de lo que estaba. La mujer le dijo que estaba muy ocupada y no podía acompañarla. Mercedes se fue en busca de su familia. Mientras andaba se dio cuenta de que ya no tenía miedo, que no tenía que haber dejado de salir de su casa y no tenía por qué encerrarse en su cuarto. Al cabo de un rato vio el coche de su madre, fue corriendo muy contenta porque ya volvía a estar feliz y no tenía miedo. Mercedes le explicó todo lo ocurrido a su madre y ésta le contó que la idea había sido suya. También le dijo que la mujer que le dejó dormir en su casa era su amiga, que todo lo que le había pasado ya estaba planeado. La niña le dio las gracias a su madre por haberle ayudado y también le dijo que nunca más volvería a tener miedo de nada. A partir de ese día Mercedes se volvió más valiente, más segura de sí misma, fue feliz y no volvió a tener miedo de nada.
Fin
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PROCESO
A LA SOBRINA Adaptado e Ilustrado por 6ยบB 96
Jueza: ¡Levántese la acusada. ¿Cómo se llama usted? Acusada: Elena García, sobrina de Cristina García. Jueza: Conozco a Doña Cristina García, es una magnífica persona desde todos los puntos de vista. ¿De qué le acusa? Ministerio público: Precisamente señora jueza, la sobrina es acusada de haber ofendido gravemente a su tía. Imagínese usted que en un ejercicio de redacción en clase ha escrito: “Mi tía es una elefanta”.
La tía: ¿Entiende usted? ¡Si ni siquiera tengo trompa! Ministerio público: Los testimonios están todos de acuerdo: la señora tía es un modelo de virtudes. No bebe, no fuma, no sale de noche, no hace quinielas, no gasta las suelas de los zapatos, no se seca los pies con la toalla de las manos, no toma la sal con los dedos, no se mete el dedo en la nariz ni mete la nariz donde no le importa. 97
Jueza: ¿Es cierto todo eso? ¡Acusada, responda! Acusada: Ciertísimo, señora jueza. Jueza: ¿Y ha osado usted calumniar a su tía? ¿Ha osado escribir en su redacción que esta ciudadana ejemplar es, nada menos que, una elefanta? Acusada: Pero señora jueza, todo ha sido por culpa de una G. Jueza: ¿Qué G? Yo aquí no veo ninguna G.
Acusada: Precisamente por eso. Se trata de una G ausente. Jueza: Ya entiendo. Se ha dado a la mala vida. Se convertirá en una bandida callejera. 98
Abogado defensor: Señora jueza, la acusada Elena García tenía intención de escribir: “Mi tía eleGante”. Pero la G se le ha escapado de la pluma transformándola en una F. La tía: Sí señora jueza. Yo también estoy convencida de que mi sobrina, en el fondo, es una buena muchacha. Jueza: ¿Una buena muchacha? Diga más bien que merece ir a la cárcel. La tía: Sí, entiendo señora jueza. Pero me disgustaría mucho que fuera a parar en ese lugar. Mire usted, yo había hecho unos proyectos respecto a su futuro. Soy la dueña de una próspera tienda de electrodomésticos. Vendo a plazos y hago grandes descuentos a la clientela. Jueza: ¡Deje en paz los electrodomésticos! La tía: Pues eso. Yo tenía intención de emplear a mi sobrina como dependienta, apenas terminara la escuela. Yo no tengo hijas. Si no ayudo a Elenita, ¿a quién tendría que ayudar? Jueza (conmovida): Realmente es usted una persona de buen corazón. Haremos lo que usted dice. Acusada, ¿lo ha oído? Acusada: Sí señora jueza. Jueza: Está bien, por esta vez queda usted perdonada.
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