Obituario N.50 Publicado el 18 de mayo de 2017 obituariomag.blogspot.com COLABORADORES Marina Alcolea, Daniel Baudot , Aitor Boada , Carmen Crespo, Belén Cuesta , Laura Garret , Álvaro Gastmans, Anastasia Kondratieva, Kosta, Xavi Lázaro, Elena López, Gabriel Noguera , Diego Mercado Villarroel, Pigeon P, Clara Ruiz, Esperanza Vives Frasés. DIRECCIÓN Sonia Marpez y Gabriel Noguera
Obituario 2013-2017
LEOPOLDO Si alguna vez vivo para recordarte, padre, vuelve a poner el dedo en el círculo. Si alguna vez, se amansan las rejas de nieve que dan vueltas y regresan, dibuja de nuevo la cáscara del miedo que nos desgastaba. Ocupa otra vez esa órbita que cansa y te alimenta, que te hizo monstruo,
que te hizo loco como sólo son los verdugos sin patria. Si alguna vez vuelvo a vivir, padre, si me acuerdo de la vida, de la sangre que la baña deslizaré mente entre sentido, paja leída entre sangre que no engaña. Aquí está todo: franjas, decoración, adecuación al medio (lo que en esencia son dos cometas rojas cruzando el pecho) aquí está
—miento— la respiración, —miento— la leve cáscara que nos puede. Ahora desintégrame, gírate y mira a tus padres. Te pertenecen
LEOPOLDO MARÍA PANERO x ANASTASIA KONDRATIEVA
CHET BAKER x PIGEON P
LOS ASTROS DEL ABISMO Averigüé un abismo, instante luz previa para habitar el Mundo, implorando un orden en este no saber sabiendo. Arrebatada antes de tiempo en la interpretación de las corrientes, averigüé un vértice de mar que se desborda.
DELMIRA AGUSTINI x AITOR BOADA BENITO
LA FLUIDEZ Coges una silla, la levantas por encima de tus hombros, y la estrellas contra la espalda del primer indeseable que se acerque. Y repites el movimiento hasta que no quede ni uno en pie. Si te atacan fuera de un restaurante y no tienes suficientes sillas a mano también puedes utilizar menaje del hogar para atizarles. O las llaves del coche. Cuando estén todos tirados por el suelo, aullando y quejándose por las
contusiones, ya sólo debes relajarte y tomártelo con calma hasta que la siguiente oleada venga a por ti. Y bien te vale aprovechar ese instante de tranquilidad, porque será tu único momento libre del día. Es precisamente en ese lapso en el que estamos ahora, y cuando digo estamos quiero decir que estoy. Porque siempre estoy solo con y contra esto de sobrevivir. Se necesitan diez minutos para preparar un té blanco, pero esta panda de gamberros no me deja tiempo ni para escoger la taza. Y así no hay quien se prepare una infusión de cicuta. Hoy tampoco creo que me dé tiempo a envenenarme, pero aun así lo voy a intentar. Ser agua también significa evaporarse cuando el calor aprieta demasiado, y yo llevo años en estado de ebullición. Pero retrocedamos un poco para coger perspectiva. Todavía no me toca liarme a palos con la siguiente ronda de ninjas, así que hagamos números mientras limpio la tetera. El balance de hoy es de cuarenta matones inconscientes y trece gánsteres en coma. Me he visto obligado a batirme en duelo con toda una graduación de monjes Shaolin, y por si fuera poco lo he tenido que hacer con un calzón de cuero de todo menos elegante. También he conseguido zafarme de un tigre, esquivar un puñado de balas, y -
escapar del interior de un coche en llamas justo antes de que saltara por los aires. El balance de hoy es de doscientas pulsaciones por minuto. Sí, el balance de hoy y el de esta semana es el mismo que el de ayer y la semana pasada. Idéntico al de todos y cada uno de los días desde hace treinta y dos años. La temperatura correcta a la que debes hervir el agua para
preparar un té negro es de noventa y cinco grados. Entre setenta y ochenta grados en el supuesto que quieras hacer té verde. Hasta ahora nadie ha establecido lo caliente que tiene que estar el agua para potenciar el sabor de la lejía, aunque yo la recomiendo servir a temperatura ambiente. Pero me gustaría decir algo hasta que toda esta pócima que siempre preparo pero nunca consigo probar empiece a hacer chup-chup. Escucha, cuando enaltezco el agua en entrevistas televisadas no lo hago para ir de místico, ni para que se me tache del típico oriental que aprovecha la lejanía de su hogar para vender filosofía de baratillo del tipo galleta-de-la-fortuna a sus vecinos occidentales. Si despego un poco el culo de la silla y me echo hacia delante cuando insisto en que seas agua, amigo mío, es para enseñarte la maniobra de supervivencia por antonomasia; una que hará que rías
de la de Heimlich. Pero para ello necesito que tengas muy en cuenta que Platón significa espaldas anchas en latín, y que al tipo le pusieron ese nombre porque entre sus hombros se podían sentar cuatro embarazadas. Esa espalda no tendió hacia el infinito a fuerza de rumiar, sino porque el sabio levantaba pedruscos con musgo desde sus talones hasta su clavícula en series de doce repeticiones. Sé que cuando te imaginas a un erudito lo haces proyectando la imagen de un
individuo canoso, encorvado y que tose un poco más de la cuenta cuando pontifica sobre ética, pero lo cierto es que la mayoría de los -
grandes pensadores clásicos eran capaces de partir nueces con las nalgas. Aristóteles tenía más pinta de quarterback que de bibliotecario. Así que, por favor, no me tomes demasiado a la ligera sólo porque me haga setecientas flexiones antes de desayunar. Que mi abdomen parezca una cordillera de mármol no me quita ni una pizca de veracidad, más bien al contrario. Pero mi cuerpo suprahumano no es
tanto una herramienta para legitimar mi discurso como un chaleco salvavidas, y hablo de manera literal. Necesito poder lanzar doscientos puñetazos por minuto y elevar la pierna a la altura de un aro de baloncesto para poder defenderme de los ataques constantes a los que estoy sujeto. Y también para ponerles fin de una vez por todas. Hasta cierto punto soy un trasunto con ojos rasgados de aquel personaje de Richard Matheson que cada día, después de que se pusiera el sol, lidiaba con una legión de vampiros que se le plantaban en el felpudo de casa, y no precisamente para pedirle un pizca de sal o una cabeza de ajos. Los vampiros no tenían más propósito que acabar con el héroe, y no cesaban en su empeño hasta que los primeros rayos de sol despuntaban y se veían obligados a regresar a sus guaridas. A mí me sucede algo parecido, salvo que lo que me hostiga no es un personaje
de ficción, aunque sí que es místico y atemporal. Hablo de la mismísima Muerte. La parca, o como la quieras llamar. El caso es que la tía no respeta ni la hora de la siesta y hasta sonámbulo tengo que pelear entre espasmos de la fase REM. Me la tiene jurada desde que nací. El nombre que consta en mi partida de nacimiento significa Fénix en mandarín, y supongo que a la señorita de negro le pareció algo presuntuoso.
Espera. Solo aguarda un segundo, que uno de ellos no estaba del todo grogui y tengo que ir a plantarle la puntera de mi zapato entre -
los ojos. Ojalá no tuviera una velocidad de reacción que se sale de la gráfica. Perdona, iba a contar que de pequeño me caí de la cuna. Éramos bastantes en la familia y yo ocupaba la cama más próxima al techo. Por una cuestión estricta de falta espacio las camas estaban apilonadas en forma de litera, tal y como si fueran un pastel de boda. El camastro más pequeño, el mío, estaba situado en la cima, y las
noches de verano en las que dormíamos con la ventana abierta aquello se balanceaba como un postre de gelatina. Una noche debió soplar más viento de la cuenta porque terminé cayendo al vacío. La altura era considerable pero de un modo u otro sobreviví gracias al acolchado de los periódicos que utilizábamos a modo de moqueta. La propia sección de necrológicas impidió que la protagonizara al día siguiente, aunque mi nariz salió tan mal parada que todavía hoy conservo la manía de palpármela de vez en cuando para comprobar que sigue entera. En su momento mis padres lo tacharon de milagro, pero pronto descubrieron que los milagros no son más que erratas del destino. El tema es que yo debería haber muerto en aquel entonces y no lo hice. Así que la Muerte se ofendió y decidió recuperar lo creía suyo. Vino a buscarme una y otra vez. Envío enfermedades y cataclismos al
vecindario, y me salvé de todos ellos en parte gracias a los antibióticos y en parte a que mis padres contrataron un seguro de hogar a todo riesgo. Y cuando a la muerte se le acabó la paciencia decidió hacer una subcontrata. Tiró de sicarios, vaya. Debió establecer una recompensa más que generosa, ya que desde entonces recibo la visita diaria de un puñado de matones; los cuales ya has podido ver en mis películas, atacándome sin venir a cuento e inventándose pretextos estúpidos
para
entablar
batalla
en
grupos
de
veinte.
Documentales
o
Retransmisiones en directo con el lugar del siniestro son términos más .
adecuados que Cine de acción para definir lo que hago. Por suerte o por desgracia mi familia se volcó en mi supervivencia. El primer regalo de aniversario que recuerdo fue un nunchaku de metal. Mis amigos asistían a clases de futbol o tomaban lecciones de violín, pero a mí me apuntaron a seminarios de esgrima tailandesa y cursos de Kung fu. Por navidad pedí un tren eléctrico y
recibí un spray de pimienta. Pero lo que más me marcó fue que mi abuela les hiciera jerséis de punto a mis hermanos y que a mí, en cambio, me tejiera un mono tan amarillo como ignifugo. Desde que tengo uso de razón me defiendo con uñas y dientes antes de empezar a hacer la digestión, y mis entrenamientos espartanos se han convertido en el equivalente del inhalador de aquel que tiene asma. Sobrevivir es mi enfermedad crónica particular. Por todo esto te recomiendo que aprendas a fluir entre los problemas si deseas sobrevivir a peligros mayúsculos como la familia Manson y/o Chuck Norris. Pero yo hace tiempo que me harté de todo esto de pegarle palizas a ejércitos enteros. Intento dejarlo pero no puedo. No tengo tiempo. He desarrollado unos reflejos tan sobrehumanos que me impiden
quedarme quieto en una persecución. Si alguien me empuja ni siquiera me doy cuenta de lo que hago hasta que no termino de lanzar una combinación de cinco patadas giratorias. La autodefensa emana de mi interior como si fuera un manantial. La única manera de matarme es hacerlo desde dentro, y para ello no hay mejor manera que el veneno. Si mi cuerpo detecta cualquier agresión se contrae y lo elimina con movimientos envolventes, por eso debo envenenarme con
la placidez implícita que hay en la ceremonia del té. Pero no me dejan ni sorber la cucharilla, joder. Ahora mismo me mataría con gusto si los -
asesinos a sueldo me dejaran tiempo para hacerlo. Así que he llegado al punto en el que entreno como un loco para ser más fuerte, pero no para sobrevivir a los embistes de esta gentuza, sino para poder despacharlos con suficiente rapidez como para tener tiempo de darle un sorbo al funesto brebaje. Mira, ahí están. Los plastas. Ya les veo venir gritando desde el
horizonte, corriendo con el puño en alto. Qué pesadez de gente, por dios. Pero lo llevan crudo, porque ni a un río se le puede apuñalar ni a una cascada se la puede estrangular. Le deseo algo más que suerte al que intente acribillar a un lago, y cantidades ingentes de ánimo a aquel que pretenda ahogar a un océano. No importa que no recuerdes en qué año estamos, pero no lo olvides nunca: es la lluvia la que te cala a ti y no al revés. Recuerda que debes fluir como el agua y no dudar en convertirte en un jarrón cuando sea preciso. Y no lo digo en sentido metafórico, que el interior de un jarrón es un escondite estupendo para despistar a la Yakuza.
BRUCE LEE x XAVI LÁZARO
SYD BARRETT x ÁLVARO GASTMANS
PLAGIO «Presiento, Dios mío, que el fin del mundo no tiene nombre». Vicente Aleixandre. Porque tus palabras me duelen. Y no las comprendo. Llegan y se clavan, como si una mano dichosa las hubiera retenido para convertirlas en gloria. Como la noche que se acerca y posa su oscuridad en algo que parece mi destino. Tú y yo sabemos que es inútil que riamos porque no conseguiremos que llueva. Tan fría, tan distante y a la vez tan ardiente. Tu frente. Tu ardiente frente. Y esos besos de metal con los que sueñas. Y te duermes mientras ella baila. Eterno, cuando rogabas a Dios, no en forma de súplica, sino de poesía. Y tus pensamientos volaban altos, en el Occidente herido. Pero yo te amaba, con lágrimas en los ojos, con mi muerte cotidiana. Y aún he hablado de ti, demasiado rápido. Veloz vuelo de las águilas que arrancan significado al mundo. Me hundo en tu claridad. Y creo que puedo destruirte, como tu eternidad me destruye. Ya lo dijiste todo: «ven, que quiero matar o morir o darte todo». Sí, te he querido como nunca. Y todavía te quiero, mientras quede tiempo para buscar una verdad, esa que no se encuentra en los libros. Y convocarás a los enamorados, con tu destrucción o tu amor. Siempre serás tú, aunque
Dios nos envíe su olvido —ya sabemos que siempre regresa—.
VICENTE ALEIXANDRE x BELÉN CUESTA
LAS MALVAS SABEN A ROJO La muerte es una gata en celo que restriega su flor de brea en el trauma de los ojos limpios y la aflicción de las bocas tiernas. Si hubieras nacido lavanda, y no filósofo triste, tus malvas olerían al hierro encarnado que esconden los disfraces sin dueño. La memoria es un niño hambriento que susurra singles prohibidos en los callejones llamados hogar y los oídos vacíos de sueños. Si hubieras nacido vertedero, y no noche cerrada, tu esperma sabría al agua estancada de los jardines que nadie transita.
FÉLIX FRANCISCO CASANOVA x CLARA RUIZ
ALBERTO DURERO x ELENA LÓPEZ
allí
—en el margen
cristal en el que acunas tu cuerpo
óleo
mástil
en dulce mar de peces asilado de luciérnagas caldeando ternura
ceniza
por lamentos allí
tú —siempre intempestiva
MARÍA BLANCHARD x CARMEN CRESPO
QUIÉN ERES En Hollywood te pagan mil dólares por un beso y cincuenta centavos por tu alma. Marilyn Monroe En cambio yo, no os lo vais a creer, a veces tengo la sensación de que soy un alma sin cuerpo. Norma Jean
marilyn monroe le canta cumpleaños feliz al presidente mientras norma jean llora a solas en el camerino marilyn monroe baila en el príncipe y la corista mientras norma jean toma ansiolíticos y llega tarde a los rodajes marilyn monroe aparece en todas las portadas mientras norma jean desea que alguien la ame a veces se miran a través del espejo y dicen tú quién eres y dicen quién soy marilyn monroe usa como pijama unas gotas de channel nº5 mientras
norma jean escribe poemas sobre puentes, jardines y pesadillas marilyn monroe guiña un ojo a los fotógrafos y sonríe mientras norma jean le cuenta a su psicoanalista que nunca ha tenido un orgasmo marilyn monroe es esa rubia tonta que hacía películas en hollywood
[mientras norma jean era una infancia oscura con garras devorándola por dentro lo que se ve es una ilusión lo que no se ve es un grito dos nombres encerrados en un mismo cuerpo dos mujeres atrapadas en una sola una madrugada de agosto de 1962 marilyn monroe y norma jean se miran a través del espejo quién eres después el silencio.
MARILYN MONROE x MARINA ALCOLEA
YUKIO MISHIMA x KOSTA
AGUA Sé agua,
es algo sencillo. Desencájate las articulaciones y fíltrate por cualquier resquicio que deje el contorno. Viaja sin brújula surcando tu propio sendero. Sé constante en tu fluir,
en el arroyo, en el mar o corriendo por el borde de la acera. Si pudieras abandonar tu cuerpo por un instante para ser algo diferente sé agua; sé todas las cosas que están fuera de ti.
HART CRANE x DIEGO MERCADO VILLARROEL
SIMETRÍA Un círculo no es un círculo sin que vuelva a su propio hoyo y un hombre no es un hombre si en sus sueños, un espejo, no se ve reflejado él mismo.
RICHARD BRAUTIGAN x DIEGO MERCADO VILLARROEL
CITA Los cohetes amarillos ahora caen sobre la tierra meditabunda para estallar en los lugares comunes. Las arañas entre las estrellas han tejido una red de ojos y litio que penetra
con fiera dulzura hasta los baños privados. La gente ardió y solo quedan cenizas bíblicas. Cambiamos las urnas por ceniceros. El paraíso ya no está en ninguna parte.
JACK KEROUAC x DANIEL BAUDOT
ALFONS MUCHA x LAURA GARRET
ENTRE ―Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo. (*) no siempre la voz la luz la mezcla donde adherir los puentes de barro de moho de cieno térreo
entre apenas acordes abismos de brotes de alba de arriesgados gorriones si no es la mezcla pura de una cosa y otra lejos de las palabras que brota del corazón como nube ligera y tensa tensa el silencio para advertir paciente en la ventana un mundo que se oculta al oído ―Von Herzen Mogüe es wieder zu Herzen geben. (**)
LUDWIG VAN BEETHOVEN x ESPERANZA VIVES FRASÉS
BEAUTIFUL LOSERS AGAIN Leonard Cohen murió el siete de noviembre, pero su familia no lo anunció hasta el diez. Y pienso que es normal: tenían que esperar tres días para ver si resucitaba.
LEONARD COHEN x GABRIEL NOGUERA