Louise Bourgeois 1911-2010
TRIBU la piel de lo atávico su desplazamiento de gran-cangrejo millares de ojos-patas como diosa araña conquistada por la torre y
en su fisura
salirse al límite
quietud o preparación para lo que acontece (maquinaqueparasitalacarne) mantenerse en el confín en la dificultad de la espera
cuando todo fluye
un mientras para preparar los músculos
su tensión
en el poder de doblegar a un cuerpo desafío de lo articulado y en la dislocación volver al uno cuando camina adelante con los ojos en la espalda unidos por el tendón en su cuerda la prueba para el animal bifronte (apoyoerguidocarreragiro) lo bicéfalo en una respiración
lo que no se detendrĂĄ ni en la lucha ni en la caĂda
ni en el amor ni en el desmembramiento.
Las esquirlas de las fracturas reparan en el reloj, se agachan, se pegan al suelo y, algunas, intentan escaparse por las paredes. Soportan su peso hasta
la frontera. Respiran. El animal se arrastra y se yergue en el trabajo a la espera de dominar el aire, a la espera de su ingravidez.
Carmen DĂaz-Maroto
Pigeon P.
ARAÑA Tragué hondo una lágrima lóbrega Que me formó una pecera carmesí dentro Y tan contaminado estaba el jugo Que se me hizo una amibiasis mortal Pero yo aún no quería llorar Por la inmensa araña negra
Que era mi madre Y que de momento sólo quería el bien nuestro Aunque estuviese desolado y rasgado Yo en cambio preferí ser un ciego Dejándome envolver por la oscuridad de mis manos Rodeando un lápiz
Para que ya no hubiera más pene cortando mis ojos Y me haría con mis tijeras un cuarto de figuras Gritonas teniendo sexo Sin preguntártelo Y las pondré en todos los cuartos De mi memoria Delicadamente dulce y macerada Sexo en todos los cuartos de mi imaginación.
Rebeca Beta
Mamá. Recuerdo estar en tus brazos, ver tu cuello y tus manos, tu barbilla, tu blusa blanca.
Eres enorme. Después de tanto, en mi camino he visto tu dolor, pero ya le has dado la vuelta y empiezas otra vez.
(Insistir, cerrar los ojos y recrearse). Me miras de soslayo, detrás de una verja abarrotada. Todavía demasiado grande. Ahora entiendo en qué horno has sido cocinada.
Elena López
Lola MarĂn
UN DOMINGO SANGRIENTO —¿Qué le parece mi obra, señora Bourgeois? —Superficial. —Vaya, es verdad que es usted despiadada juzgando el arte. —Así es, jovencita. —¿Qué podría hacer para mejorar? —Dígale a su novio que se busque una amante. A ser posible, que sea alguien a quien usted tenga cariño. —No entiendo por qué eso iba a mejorar mi arte. —Ah, qué ingenua es usted, por eso fracasa como artista. Mire, yo soy quien soy sólo porque mi padre engañaba a mi madre con la niñera cuando yo era pequeña. Esa decepción fundacional ha dirigido mi vida en el arte. Hágame caso, señorita, y llévese una buena decepción.
Gabriel Noguera
La edad eterna llega cuando somos pequeños y no nos damos cuenta
no más sangre que llevar a la boca yo sola, como un amasijo ya troceado ya
devorado, con solemnidad me clamo ¡quítate esos ojos! ¡quítate ese semblante! exijo ayuda, esto no es suficiente
la brisa corre a mi defensa y pronto me susurra · herrumbre andante mendiga sobrante arráncate entera, he dicho, sucia desperdigada mendiga sobrante. araña andante. ·
vieja infame ni単a errante
Blanca Victoria de Lecea
Littleno
y ahĂ estĂĄs rellenando de pintura las impurezas de un torso (su seda y artejos) a golpe de corazĂłn dorsal madera
lĂquenes
restos de un mar ovillado
grumo urdido
sobre materia que ya no materia sino clamor
Carmen Crespo
ÂŤPara ser artista, necesitas vivir en un mundo de silencioÂť. Louise Bourgeois
COLABORADORES Rebeca Beta Carmen Crespo Carmen Díaz-Maroto Blanca Victoria de Lecea Littleno Elena López Lola Marín Gabriel Noguera Pigeon P. DIRECCIÓN Sonia Marpez Gabriel Noguera DISEÑO Sonia Marpez Obituario N.38 – Louise Bourgeois Publicado el 31 de mayo de 2016 obituariomag.blogspot.com