Boletín del Observatorio de Seguridad y Defensa Vol. 01. N°06/2016

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Vol. 01. N° 06.

Abril 14 de 2016

ISSN 2500-5030

Observatorio S&D

Escuela Superior de Guerra Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales Boletín del Observatorio de Seguridad y Defensa


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ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

OBSERVATORIO S&D 2016. Boletín digital. ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales -CEESEDENBogotá D.C., Colombia.

DIRECTIVOS

Director: Mayor Gener al J uan Car los Salazar Salazar Subdirector: Contr almir ante J or ge Iván Gómez Bejar ano Director CEESEDEN: Cor onel Oscar Maur icio Flór ez Ar dila Jefe de Investigación: Car los Alber to Ar dila Castr o Editor: J onnathan J iménez Reina Asistente Editorial: J uan Sebastián Ber nal Cabas

El Boletín del Observatorio de Seguridad y Defensa del Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales, es una publicación virtual quincenal que recoge temas de actualidad y análisis crítico producto de sus investigadores. Las ideas expuestas son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no expresan la posición oficial ni el pensar institucional de la Escuela Superior de Guerra o el Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales

Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra del Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales. Esta publicación tiene periodicidad quincenal.

¿Cómo citarnos? Apellido, N. (Año. mes, día). Título del artículo. Observatorio S&D, V ol.(N°). Recuperado de [Dirección electrónica]

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CONTENIDO Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales -CEESEDENThe neverending story: El Estado Islámico y los Estados Unidos Rafael Castro Alegría, M. A (c).……..………………………..…………….……..………………………05 Japón: el renacer militar del Sol Naciente Jonnathan Jiménez Reina M.A (c)………………..……..……………………………………..................09 Asia - Pacífico: viejas alianzas y nuevas amenazas Juan Sebastián Bernal…………………………………..……………………………………....................13 Las drogas: un complejo de seguridad nacional en las Américas Carlos J. Poveda………………...…….………………………………………………...…………...……...15 El cambio climático: una amenaza para la seguridad alimentaria Erika Ramírez…………………………………………………………….…………………………………..17

Maestría en DD.HH. y DICA La política de la Unión Europea ante los refugiados: ¿una vulneración de la legislación internacional? Paula Comellas Angulo, PhD………………………………………………………………………...…….19 Maestría en Seguridad y Defensa Nacionales El miedo, la principal batalla que libra el mundo gracias a ISIS William Fernando Cuellar...……………………..………………………………………...……...……….23 Comunidad Académica Externa Push and be pushed: dilemas de seguridad entre América Latina y Canadá Juan David Abella - Universidad del Rosario………………………………..…………….……………25 Sudán y Sudán del Sur: la perpetuación de la violencia Luis F. Balaguera - Universidad del Rosario………………………………..…………………....……..29

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La nueva guerra Felipe Andrés Peña—Universidad del Rosario………………………………………………………….31 Recursos Académicos Libros sugeridos…………………………………………….……………………………………..33 Artículos sugeridos…………………………………………………………………………….…..35

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The Neverending Story: El Estado Islámico y los Estados Unidos Rafael Castro Alegría M.A (c) CEESEDEN El presente artículo pretende explicar las características de la estrategia de Obama en la lucha contra el Estado Islámico, en el marco de su política exterior. Con ese objetivo el texto interpreta cuatro elementos que se considera que permiten comprender su política externa: las características del líder, la variable gubernamental, el contexto sistémico-global y la opinión pública en los Estados Unidos. Debido a la complejidad del objeto de estudio, se dividirá en tres entregas consecutivas en el presente boletín. Las características del líder Dentro de las características del líder se debe mencionar la visión que tiene el presidente Obama de la política exterior y del rol de los Estados Unidos en el mundo. Aquí es importante destacar que el contexto en el que llega Obama al poder fue el de dos períodos presidenciales de la doctrina de la guerra preventiva, característica del presidente George Bush hijo, que enfatizó la utilización de la intervención militar directa para la erradicación de las amenazas. Doctrina que condujo a las invasiones a Irak y Afganistán y que significó, en cierta medida, una demostración del hard power estadounidense, pero que debilitó profundamente su legitimidad internacional (parte del soft-power) dada, en especial, la actuación por fuera de la legalidad

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internacional de las Naciones Unidas. En ese sentido, Obama tiene una visión muy distinta del papel de los Estados Unidos en el mundo, mucho más orientada a trabajar en la gestión de crisis a través de la diplomacia, de la construcción de coaliciones, y, como última ratio, del poder de las sanciones económicas y de las capacidades militar, pero sólo en aquellos casos en que su uso no será percibido como unilateral. Una de las demostraciones de esa visión fue el no haber bombardeado puntos militares del gobierno sirio. Pese a que ya había anunciado que lo haría si encontraba evidencia de la utilización de armas químicas prefirió llamar a Putin aparte en la reunión del G-20, para decirle que si forzaba al presidente Assad a eliminar sus armas químicas, no habría necesidad de la utilización de la fuerza militar estadounidense. Otro ejemplo es el acuerdo nuclear logrado con Irán. Gráfico No 1: Pr opuesta inteligencia estatal.

Fuente: Bilaterals.org

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Obama cree en la utilización del smart power en el siglo XXI (Pastrana, 2015, p. 61), especialmente en un contexto en que China se está posicionando como una gran potencia, y está empleando en muchas regiones ese tipo de poder (combinando la utilización de recursos económicos con la construcción de legitimidad y good will). De este modo, quiere construir en las regiones en las que se involucra, la imagen de un hegemón mucho más benevolente, que provee beneficios y representa los valores de la democracia y el progreso, mucho más que la amenaza de la intervención. Por supuesto, esto tiene también el objetivo estratégico de empezar a contener la creciente presencia de China, en especial en Asia del Este y el Sudeste Asiático, África y América Latina. Su “regreso” a América Latina, tras una década en que los Estados Unidos estuvieron relativamente ausentes de la región, a través del restablecimiento de relaciones con Cuba, del apoyo al proceso de paz en Colombia, de la visita a Cuba y Argentina, entre otras acciones, representa precisamente esa reaproximación para la contención (Serbin & Serbin, 2015), con la utilización de una estrategia de uso del soft-power, mucho más que del hard-power. En ese contexto, la importancia estratégica de la participación de los EE.UU. en el Acuerdo Transpacífico -TPP-, cuyas negociaciones concluyeron recientemente, ha crecido de manera exponencial. El objetivo geopolítico y geoeconómico fundamental:

contener a China en Asia y en América Latina. A su vez, la participación de EE.UU. en el TPP está acompañada de su impulso al Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones -TTIPque se encuentra negociando con la Unión Europea. La conjunción entre ambos megabloques comerciales busca ubicar a EE.UU. en el centro del comercio global y moldear las normas del libre comercio en concordancia con sus ideas e intereses (Ver Gráfico 1). Ese proceso de contención de China está basado en su exclusión de las negociaciones del TPP y en el aumento de la influencia económica, comercial y política que busca tener EE.UU. en los países que hacen parte de dicho bloque. Al respecto el presidente Obama declaró tras el final de las negociaciones del TPP: “W hen more than 95 percent of our potential customers live outside our borders, we can’t let countries like China write the rules of the global economy” (WhiteHouse, 2015). Otro criterio fundamental para Obama es que la intervención militar directa sólo debe darse en aquellos casos en que haya una amenaza clara y directa para la seguridad nacional de los Estados Unidos. A pesar de tener a Samantha Power, actual embajadora ante las Naciones Unidas, como una de sus consejeras sénior, él rechaza el concepto de la responsabilidad de proteger que ella y otros de sus asesores defienden con firmeza. Es interesante observar que esa visión de la política exterior estadounidense no proviene de una reflexión de (Continúa en la página 7)

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la experiencia estadounidense en Irak (aunque es posible que tales situaciones la hayan acentuado) sino que se puede encontrar incluso en discursos de su etapa como senador de Illinois. Así, en una manifestación contra la guerra en 2002, señaló: I suffer no illusions about Saddam Hussein,” he said. “He is a brutal man. A ruthless man … But I also know that Saddam poses no imminent and direct threat to the United States or to his neighbors.” He added, “I know that an invasion of Iraq without a clear rationale and without strong international support will only fan the flames of the Middle East, and encourage the worst, rather than best, impulses of the Arab world, and strengthen the recruitment arm of alQaeda. (Goldberg, 2016)

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Obama también desdeña el “establecimiento” de la política exterior, pues considera que hay unas respuestas preconcebidas sobre la manera de actuar ante los diversos tipos de crisis sin considerar las implicaciones o las particularidades de cada situación. Incluso se ha señalado que en general en la Casa Blanca se desestiman los tanques de pensamiento de política exterior que se encuentran a tan sólo unas cuadras, por considerar que favorecen los intereses de sus patrocinadores pro-israelís y pro -árabes (Goldberg, 2016). Otro elemento representativo y, en cierta medida, contradictorio con la idea de no involucrarse tanto en los asuntos los países musulmanes, es la creencia firme de Obama de que el presidente sirio debe salir de su cargo para garantizar una transición hacia la democracia.

Referencias: Goldberg, J. (2016). The Obama Doctrine. En The A tlantic. Recuperado de: http://goo.gl/I6lFjh Pastrana, E. (2015). Dilemas de la gobernanza en Suramérica frente a las actuales transformaciones hemisféricas. En Pensamiento Propio, 42, Julio-Diciembre. Serbin, A. & Serbin, A. (2015). Obama Is Using Cuba To Counter Russia, Iran, And China’s Growing Influence In Latin America. En Forbes. Recuperado de: http://goo.gl/TLfUom WhiteHouse (2015). Statement by the President on the Trans-Pacific Partnership. Recuperado de: https://goo.gl/VTBVe2

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Japón: el renacer militar del Sol Naciente Jonnathan Jiménez M.A. (c) CEESEDEN Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Japón se consolidó como la nación más influyente en el escenario político internacional del Lejano Oriente (Auslin, 2016). Los principales elementos de dicha condición fueron: a) la Constitución Política pacifista; b) la alianza estratégica con Estados Unidos -EE.UU.-; y c) el gran desarrollo económico. Sin embargo, hoy se presenta un escenario diferente. El cambio en términos de seguridad de la política exterior japonesa ha sido la respuesta al nuevo escenario político en dicha región, con el propósito de asegurar los intereses nacionales y geopolíticos de la nación nipona. El retorno del primer ministro japonés, Shinzo Abe, está enmarcado en el cambio de actitud de la seguridad nacional de Japón bajo la promesa de reivindicar su papel regional en la próxima década (Auslin, 2016). Estos cambios han sido la respuesta y, al mismo tiempo, la consecuencia de diferentes fenómenos regionales, tales como: a) el ascenso como potencia regional de la República Popular China; b) la inestabilidad en política exterior y la amenaza nuclear de Corea del Norte; c) el crecimiento en influencia de Corea del Sur; y d) los desafíos estratégicos de la presencia de EE.UU. en la región. Las preocupaciones de Japón se deben a dos aspectos predominantes desde la teoría

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de la seguridad y la defensa nacional: a) intereses nacionales; e b) intereses geopolíticos. En cuanto a los intereses nacionales, según la Commission on A merica’s National Interests (2000), existen cuatro niveles de clasificación de los intereses nacionales de cualquier Estado. Estos son: a) los intereses vitales; b) los intereses extremadamente importantes; c) los intereses importantes; y d) los intereses secundarios. A su vez, los intereses vitales se representan en: a) la supervivencia del Estado, b) el bienestar de la nación, y c) la exposición de valores nacionales (Commission on America’s National Interests, 2000). En este orden de ideas, y en aplicación al caso de estudio, Japón ha visto cómo sus intereses vitales han sido amenazados por los cambios regionales. La supervivencia del Estado se ha visto amenazada por las diferentes ocasiones en las que Corea del Norte demuestra a la región, y al mundo entero, su capacidad nuclear y sus diversos medios de disuasión contra sus enemigos naturales (EE.UU., Corea

Fuente: russiancouncil.ru

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Fuente: bbc.com.uk del Sur y Japón). El bienestar de la nación nipona se ha visto enfrentado a una nueva visión política, económica, social y militar como lo es la República Popular China. Con sus avances en tecnología, su basto crecimiento económico y de producción, y el enfrentamiento territorial, principalmente por las islas Senkaku o Diaoyutai (en Mandarín), China ha logrado superar en influencia e importancia en política exterior regional a Japón. Por lo que respecta a los intereses geopolíticos, Jiménez (2014) siguiendo a (Agnew, 1998) entiende que “la geopolítica asume un contexto en el cual los Estados rivalizan por proyectar poder más allá de sus fronteras nacionales y por obtener control en regiones atrasadas” (párr. 1). En consecuencia, los intereses geopolíticos de una nación son los siguientes: a) el diseño de rutas de comunicación; b) la ubicación de los recursos naturales; y c) la naturaleza de las fronteras estatales (Grygiel, 2006), los cuales son perseguidos por aquellos jugadores

geoestratégicos. Estos entendidos como aquellos “Estados con capacidad y voluntad de ejercer poder extra-fronterizo” (Brzezinski, 1997). Por lo tanto, Japón asume, también, amenazas a sus intereses geopolíticos frente a la presencia de China. En cuanto al interés por las vías de comunicación, la presencia china en la zona de disputa en el Mar de China Oriental interfiere en la comunicación de Japón con aliados estratégicos y socios comerciales tales como Taiwán, Vietnam, la región del Sudeste Asiático, Australia y la India. Además de lo anterior, como se puede observar en el mapa, entre la zona de identificación de defensa aérea de Japón y China, existe una zona en disputa en la que se encuentra el Campo de gas Chunxiao (haciendo referencia al interés geopolítico de los recursos naturales). Ante este panorama, las acciones de Japón han sido determinantes con el fin de evitar su descenso en el tablero político regional. En primer lugar, el gobierno japonés ha realizado una serie de reformas políticas iniciando con la creación del Consejo de Seguridad Nacional (aprobado por la National Diet) en 2013. Esto conllevo a que dicho consejo produjera una Nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Logró la prohibición de exportación de armas, instaurada en la Constitución Política de la postguerra. En septiembre pasado, logró la aprobación por parte del parlamento para el cambio de la naturaleza de “autodefensa” de sus fuerzas armadas con el fin de brindar asistencia a sus aliados cuyo territorio este bajo ataque y (Continúa en la página 11)

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proporcionar apoyo logístico (Auslin, 2016). Al mismo tiempo, se han aumentado las capacidades militares en términos de a) incremento gradual del gasto en defensa; b) la compra de 42 cazas F-35 y la intención de adquirir 17 Osprey y 52 vehículos de asalto anfibio; c) el compromiso de la construcción de dos nuevos destructores, la compra de 3 aviones teledirigidos de vigilancia top-of-theline, adquirir alrededor de 20 aviones de patrulla marítima y modernizar los sistemas de alerta de misiles balísticos y satélites; d) aumento de tropas en la cadena de islas al sudeste; y e) la puesta en marcha del segundo portahelicópteros clase Izumo (Auslin, 2006). En cuanto a la política exterior, el primer ministro Abe, ha fortalecido el convenio de cooperación con Estados Unidos, permitiendo el mejoramiento y aumento de capacidades de las bases norteamericanas en suelo japonés. Además,

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ha estrechado los lazos comerciales y estratégicos con Vietnam, mejoró drásticamente sus relaciones diplomáticas con los países que conforman la subregión, según Buzan & Waever (2003), del Sudeste Asiático y ha estrechado sus lazos comerciales y de asistencia tecnológica con Australia y la India (Auslin, 2016). Para finalizar, Japón afronta un conjunto de desafíos enormes para su seguridad nacional. Los cambios en el escenario regional han llevado a la transformación de la política exterior nipona llevando, de por si, a una competencia importante por la influencia y el control de la política regional. Las acciones presentadas por el gobierno japonés representan la preocupación y la necesidad por aumentar el ambiente de seguridad requerido por el Estado. Pero, al mismo tiempo, este escenario abre las puertas para el recrudecimiento de las hostilidades entre los Estados enfrentados y a la aparición de una carrera armamentista en la región.

Referencias: Agnew, J. (1998). Geopolitics: re-visioning world politics. London: Routledge. Auslin, M. (2016. Marzo - Abril). Japan’s New Realism. Foreign A ffairs. Recuperado de https:// goo.gl/jiEoBD Brzezinski, Z. (1997). El gran tablero mundial: La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Washington, D.C. Buzan, B. & Waever, O. (2003). Regions and Powers: The Structure of International Security. Cambridge: Cambridge University Press. Commission on America’s National Interests. (2000. July). A merica’s National Interests. Cambirdge, MA: Belfer Center for Science and International Affairs. Grygiel, J. (2006). Great Power and Geopolitical Change. Baltimore, MD: The Johns Hopkins University Press. Jiménez, J. (2014. Noviembre, 05). El Ártico: Intereses geopolíticos rusos. Observatorio S&D, 40. Recuperado de https://goo.gl/l9nofB

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Asia - Pacífico: viejas alianzas y nuevas amenazas Juan Sebastián Bernal - CEESEDEN El auge de China como potencia ha transformado el balance de poder y el mapa geopolítico que ha imperado en el Pacífico durante los últimos años. A partir de las reformas económicas efectuadas por Deng Xiaopin durante la década de 1970 y sus sucesores en el partido comunista, China ha logrado posicionarse como la segunda economía del mundo (“World Economic […]”, 2014; “World’s largest […]”, 2016), sólo por detrás de Estados Unidos y por encima de países desarrollados como Alemania y Japón. El poder económico adquirido por China le ha permitido realizar una importante inversión en sus fuerzas militares, convirtiéndose en el segundo país con mayor presupuesto en defensa (“Defense Budget […]”, 2015). Igualmente, el país ha desarrollado sus capacidades de R+D – investigación más desarrollo- con vistas a modernizar su ejército, como lo demuestra la adquisición de un portaaviones ruso y un fortalecimiento de sus capacidades de ciberdefensa (Kirk, 2015). China ha utilizado sus nuevas capacidades materiales para asumir una postura más agresiva en la persecución de sus intereses en el escenario internacional, principalmente, sobre los territorios próximos a sus fronteras como las islas Spratly en el Mar del Sur de China o las Senkaku/ Diaoyudao en el Mar del Este de China. Las acciones que ha realizado para controlar estos

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territorios en disputa con varios países de la región, consisten en la construcción de infraestructura y la movilización de su armada para efectuar un control de facto que disuada a otros países de intervenir contra sus intereses (Forsythe & Perlez, 2016; Watkins, 2016). Las acciones de China, que atentan contra la libertad de navegación que reclama EE.UU. y los intereses territoriales de otros países de la región, han tenido como principal consecuencia una transformación del equilibrio de poder, ya que el país se posiciona como una potencia que puede competir con Estados Unidos por ser la potencia dominante del Pacífico (Forsythe & Perlez, 2016). Además, que ahora China proyecte su poder militar lejos de su costa altera el mapa geopolítico del pacífico puesto que está próximo a controlar el Mar del Sur de China. Esto le permite manejar una de las principales rutas comerciales del mundo y acceder a importantes recursos naturales. La amenaza que supone las conductas chinas para la región del Asia-Pacífico han generado que EE.UU. busque enfocarse en esta región, particularmente, con el “Pivote hacia Asia” del presidente Obama. Si bien la estrategia

Fuente: Council on Foreign Relations, (2014). 13


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de concentrarse en el Pacífico no ha tenido una hoja de ruta clara, distintas acciones como la instauración de una base militar en Australia, la firma del transpacific partnership -TPP- y el aumento de la cooperación con viejos aliados (Japón, Corea del Sur y Filipinas), junto a nuevos países (Vietnam), dejan entrever que Estados Unidos está buscando fortalecer y robustecer su posición en el pacífico mediante cooperación militar y económica para contener a China. Es importante resaltar que la amenaza china ha revitalizado la alianza entre Estados Unidos y Japón, dándole un nuevo objetivo estratégico a los dos países (Chanlett-Avery & Rinehart, 2016) ya que Shinzo Abe, primer ministro japonés, y Barack Obama se han

comprometido a preservar la estabilidad en el Pacífico, al igual que denunciaron la presencia de infraestructura y tropas chinas en las islas en disputa (Chanlett-Avery & Rinehart, 2016). No obstante, la nueva amenaza ha ocasionado que Japón cambie su política pacifista de la posguerra con la modificación del artículo 9 de su constitución, que anteriormente le impedía realizar operaciones en el exterior. Para concluir, el auge de China como potencia acarrea cambios en la geopolítica y el equilibrio de poder de la región, puesto que con sus acciones sobre territorios en disputa desestabilizan la seguridad regional. Además, generan que se revigoricen viejas alianzas para poder enfrentar la nueva amenaza para la región: el auge de China.

Referencias: Chanlett-Avery, E. & Rinehart, I. (2016. Febrero, 09). The U.S.- Japan Alliance. Washington D.C.: Congressional Research Service. Recuperado de https://goo.gl/dlnvz3 Defense Budget by Country. (2015). Global Firepower. Recuperado de http://goo.gl/YjVL Forsythe, M. & Perlez, J. (2016. Marzo, 08). South China Sea Buildup Bring Beijing Closer to Realizing Control. Recuperado de http://goo.gl/9pD7le Kirk, A. (2015. Octubre, 27). The largest defense budgets in the world. Business Insider. Recuperado de http://goo.gl/Ao6wTg Watkins, D. (2016. Febrero, 29). What China Has Been Building in the South China Sea. The New York Times. Recuperado de http://goo.gl/dasMx3 World Economic League Table 2015. (2014. Diciembre, 26). Center for Economics and Business Research .Recuperado de http://goo.gl/jxyHez World’s Largest Economies. (2016. Febrero, 11). CNN. Recuperado de http://goo.gl/2xpfS Xu, B. (2014. Julio, 01). The U.S. – Japan Security Alliance. Council on Foreign Relations. Recuperado de http://goo.gl/M6tFdb

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Las drogas: un complejo de seguridad regional en las Américas Carlos J. Poveda - CEESEDEN En 2003 la Declaración sobre Seguridad Hemisférica emitida por la OEA inserta al problema las drogas como una de esas “nuevas amenazas” que afrontan los países del continente. Si bien todos los países aceptan que se encuentran amenazados por este problema, no todos lo perciben de igual manera. Esto depende de la faceta del problema que en los territorios de cada uno de ellos se presenta. En el continente este problema tienen tres facetas: producción, distribución y consumo. Cada una de estas facetas se asienta de manera diferente en el territorio de varios países ya sea porque son países productores (Colombia, Perú, Bolivia), consumidores (Estados Unidos, México y Canadá), o de paso (países centroamericanos y caribeños). El problema de las drogas pone en relieve un cambio en la manera de estudiar la seguridad de los Estados. Dado que en la actualidad algunas amenazas que pueden afectar la seguridad nacional de los Estados poseen un componente transnacional, los estragos de un fenómeno en particular, en este caso el problema de las drogas, pasan a ser percibidos por varios países al mismo tiempo, pero de manera diferente. De este modo, se conforman lo que Buzan y Wæver (1998) denominan “complejos de seguridad regional”, y que puede ser entendido como un “perímetro compuesto por diferentes Estados que están intensamente relacionados en términos de seguridad, al punto que las

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dinámicas internas de seguridad de cada uno de ellos no podrían ser entendidas por separado sin tener en cuenta las de los demás” (Otalvaro, 2004, p. 230). Amenazas como el problema de las drogas se presentan de manera más arraigada sobre un país o un grupo de países, pero se nutre de los insumos y ganancias propios de una lógica económica transnacional en la cual la demanda del producto parte principalmente de una región, pero la oferta y la producción de este se localizan en otra. Cabe señalar que para la fecha en la que se acepta que el problema de las drogas tiene un alcance hemisférico, sólo en la región andina “la distribución relativa de la producción potencial de cocaína entre los tres países andinos en 2002 se calcula que fue: Colombia, 72%; Perú, 20%; y Bolivia, 8% […] los mayores decomisos de cocaína fueron en los Estados Unidos de América y Colombia” (ONUDD, 2003, p. 11). Para constatar la constitución de un complejo en el contiene es necesario aclarar los siguientes aspectos: “Primero: La disposición de las unidades y la diferenciación entre ellos; segundo: los patrones de amistad y enemistad;

Fuente: Colprensa.

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tercero, la distribución del poder entre las unidades” (Buzan, Weaver, & Wilde, 1998, p. 13). En primer lugar en el continente los Estados tienen una disposición a combatir la amenaza del problema de las drogas al mismo tiempo que hay una diferenciación existente entre los países por las respectivas dinámicas que en cada uno se desarrolla. Hay países productores, consumidores y de paso. En segundo lugar, en cuanto a este problema las relaciones entre los países del continente han tendido más hacia la amistad, entendida en términos de cooperación. Se han logrado trazar planes para contrarrestar los efectos de este fenómeno. Por ejemplo, el Plan Colombia entre EE.UU y Colombia para afectar la dimensión productiva de este problema, o la Iniciativa Mérida entre EE.UU y México con el objetivo de atacar el tráfico y el consumo de drogas.

En tercer lugar, en la distribución de poder de este complejo regional se evidencia la importancia que EE.UU tiene como potencia global dentro de éste. Países receptores de la ayuda norteamericana ejemplifican el poder de esta potencia, ya que en su intención de afrontar el problema de las drogas adoptan su modo de tratarlo de acuerdo a la política exterior norteamericana. Sin embargo, para concluir hay que señalar que si bien se han trazado planes para tratar este problema de manera conjunta, “las respuestas del combate siguen siendo esencialmente nacionales, ya sea por la falta de coordinación efectiva entre las agencias de seguridad a nivel nacional y regional, la desconfianza en instituciones y actores de otros países y la incapacidad de desarrollar un gobernanza transnacional debido a posiciones soberanistas” (Garzón, 2013, p. 1).

Referencias: Buzan, B. et al. (1998). Security. A new framework for analysis. Boulder. Ed. Lyne Rienner Publishers, Inc. Garzón, V. (2013). “La Diáspora Criminal: La difusión transnacional del Crimen organizado y cómo contener su expansión”. En: La Diáspora Criminal: La difusión transnacional del crimen organizado y cómo contener su expansión, Washington, DC: Woodrow Wilson Center (pp. 1-26). ONUDD. (2003). Tendencias Mundiales De Las Drogas Ilícitas. Organización de Naciones Unidas, Oficina contra las Drogas y el Delito. ONUDD. Disponible en: http://goo.gl/ JSgAOG Otalvaro, A. (2004). La seguridad internacional a la luz de las dinámicas regionales: Una propuesta teórica de complejos de seguridad regional. Seguridad Internacional. (11), pp. 222-242. Bogotá D.C, Colombia. Universidad del Rosario. Disponible en: http://goo.gl/ dOJSMy

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El cambio climático: una amenaza para la seguridad alimentaria Erika Ramírez - CEESEDEN El aumento de la proliferación de los efectos del cambio climático ha generado una serie de mutaciones en la vida de la sociedad global. Los fenómenos propios de este han generado situaciones que transformen elementos de la cotidianidad, desde las interacciones sociales hasta la forma de producción. El cambio climático como resultado del calentamiento global que se evidencia por medio de los registros condensados en datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) demuestran que “entre 1880 y 2012, la temperatura media mundial aumento 0,85% grados centígrados” (ONU, s.f.). Este fenómeno se considera como una amenaza principalmente para la seguridad alimentaria, la cual se hace evidente cuando “todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana” (Cumbre Mundial de la Alimentación, 1996) Ligado directamente con el sector agrario, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) hace énfasis en que “los episodios climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos tendrán un impacto negativo en la disponibilidad de alimentos, el acceso a los mismos, su estabilidad y su utilización, así como en los bienes y oportunidades de los

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medios de vida tanto en zonas rurales como urbanas” (FAO, s.f.), esto genera que se presente una dificultad en la sostenibilidad de este sector. Los cuatro factores que determinan la condición de que haya o no seguridad alimentaria son a) disponibilidad, b) acceso, c) estabilidad d) Utilización. Producto de los efectos inmediatos del cambio del clima se puede derivar la manifestación en los últimos años de fenómenos como el aumento de temperatura, por ende genera sequias que trae consigo el deterioro del suelo (erosión), consecuentemente pérdidas y escases de alimentos. Y el aumento de lluvias y baja temperatura derivando situaciones precarias en las cuales debido a efectos como inundaciones generan afectaciones en el suelo y en la producción de productos de la canasta básica familiar; otra consecuencia de ello es que la población se ve forzada a migrar por la imposibilidad de habitar estas zonas afectadas. Tanto el aumento como la baja de la temperatura, genera cambios en la variabilidad del clima, por lo tanto en el ambiente, lo cual trae consigo que se generen situaciones precarias para varias poblaciones en el mundo. La pobreza, el hambre, la malnutrición crean una situación

Fuente: cuculmeca. 17


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evidente de inseguridad alimentaria. Sumado a esto, es evidente que por los cambios en el clima se generen nuevas enfermedades que se desarrollan en determinadas circunstancias mediadas en la manifestación de determinadas temperaturas y condiciones de humedad específicas, representando así nuevos riesgos en la salud humana. En la zona rural donde se desarrolla el sector agrario es donde se manifiestan de manera más evidente los efectos, los cuales se evidencian en vulnerabilidades como “el aumento de malas cosechas, la perdida de ganado y de existencias de peces, el aumento de la escasez de agua y la destrucción de capacidades productivas” (FAO, 2007, p. 6). Como por ejemplo, en Centroamérica, en el Salvador se evidencia una situación de amenaza frente a la seguridad alimentaria

producto de las alteraciones en el clima que generan dificultades en la producción de alimentos. “Las sequias de los últimos cuatro años han causado fuertes impactos en la producción agrícola y por consecuente en la seguridad alimentaria de la población” (García, 2016). Frente a este problema, las medidas propuestas tanto por los Estados como las Organizaciones Internacionales están orientadas a mitigar los efectos del cambio climático, como una estrategia dirigida a buscar soluciones por medio de alternativas de producción para fortalecer el sector agroindustrial. Es deber de los Gobiernos de cada país, adaptar y adoptar estas normas para que se proteja el Derecho humano a la alimentación y se garantice la seguridad alimentaria.

Referencias: García, P. (2016. Marzo, 29). Cambio climático es una amenaza latente para la seguridad alimentaria. El Salvador. Recuperado de http://goo.gl/LHU8Ou Organización de las Naciones Unidas (s.f.). Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Recuperado de http://goo.gl/d9VRLj Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) (s.f.). Cambio Climático y seguridad alimentaria. Recuperado de http://goo.gl/QLrXPW Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) (Junio, 2006). Informe de políticas. Seguridad alimentaria. Recuperado de http://goo.gl/99o5Rw Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) (2007). Cambio climático y Seguridad alimentaria: Un documento marco. Recuperado de

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La política de la Unión Europea ante los refugiados: ¿una vulneración de la legislación internacional? Paula Comellas Angulo - Maestría en DD.HH. y DICA En el marco de la crisis internacional actual de refugiados que surgió principalmente tras la guerra civil en Siria, pero que incluye también ciudadanos provenientes de otros países en situación de conflicto o crisis humanitaria, la Unión Europea se encuentra en la encrucijada de atender a más de un millar de personas que solicitan asilo en este territorio, siendo el número de desplazados más importante desde la Segunda Guerra Mundial (OIM, 2016). En este escenario, el objetivo de este artículo es analizar si la política actual de esta organización está vulnerando la legislación internacional al respecto y si, en esta medida, podría responder judicialmente ante el Tribunal Europeo de Derecho Humanos de Estrasburgo, una vez agotadas las instancias nacionales1. Las obligaciones en materia de 2 protección de refugiados se encuentran reguladas en el Derecho Internacional a través de diferentes convenciones y protocolos3. Esta legislación internacional establece el estatuto jurídico de los refugiados, en materia de derechos y obligaciones en el país de asilo, incluyendo la garantía de no devolución o expulsión a un territorio en donde su vida o libertad corran peligro (ACNUR, 1951). En última instancia, su objetivo es garantizar la protección de los Derechos Humanos de las personas que se

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encuentren fuera de su país nacional y que estén siendo perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad o pertenencia a determinado grupo social y siempre y cuando el Estado no quiera o no pueda brindarle la protección necesaria. En el marco de la Unión Europea, con la creación del Convenio Schengen y del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia4 se comenzó a regular la política en materia de migración legal e ilegal. No obstante, hasta 1999 no estableció su competencia en materia de asilo y migración, a través del Tratado de Ámsterdam y la creación del Sistema Europeo Común de Asilo –SECA-. Este tratado estableció que las solicitudes de asilo serían examinadas por cada Estado miembro (Comisión Europea, 1999). Desde entonces, la normativa comunitaria en materia de migración se ha multiplicado5, destacando lo establecido en el Reglamento de Dublín, en cuál se establece los criterios y mecanismos para determinar quién es el Estado miembro responsable de revisar la solicitud de asilo. Por lo tanto, a la luz de la legislación internacional y comunitaria vigente, la Unión Europea estaría obligada a coordinar y garantizar el proceso para la revisión de asilo de todas las solicitudes de los inmigrantes ilegales y la

Fuente: Bbva open mind, (2016). 19


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protección de sus derechos fundamentales. No obstante, la UE no preveía que se incrementara de manera tan sustancial el número de inmigrantes como consecuencia del conflicto armado sirio6, lo que supuso un desbordamiento de la atención de solicitudes de asilo y, en términos generales, propició el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre política migratoria7. Este acuerdo permite el rechazo de la solicitud de asilo por parte de un Estado miembro cuando el solicitante ya haya acudido a un país diferente de la Unión Europea en busca de asilo. Frente a este argumento, la Unión Europea procede a la expulsión masiva de inmigrantes a Turquía, aludiendo que éste es un país seguro y sosteniendo que el inmigrante debe solicitar asilo en Turquía, primer país al que llegó tras huir de su país de origen, y no en un país miembro de la Unión Europea. Sin embargo, según ACNUR y Amnistía Internacional, Turquía no sería un país seguro que brinde las garantías suficientes para la protección de los derechos

fundamentales de los inmigrantes, alegando que gran parte de ellos son expulsados de nuevo a su país de origen8. En conclusión, además del fracaso de la política de la Unión Europea en materia de libertad de movimiento de personas, eliminación de fronteras dentro de la organización y de su Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, el Acuerdo entre la Unión Europea y Turquía vulnera el Derecho de asilo consagrado en la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados respecto al principio de no devolución y la prohibición de las devoluciones colectivas consagrada en el artículo 4 del Protocolo cuarto la Convención Europea de Derechos Humanos. Teniendo en cuenta lo anterior, aquellos inmigrantes que sean víctimas de este tipo de expulsiones podrán demandar al Estado miembro responsable ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En este sentido, el Derecho Internacional, a través de sus órganos judiciales, debe velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos ante una de las crisis humanitarias más graves de la historia.

1. Los particulares que consideren ser víctimas de una violación de los derechos y garantías previstos en el Convenio Europeo de los Derechos Humanos o de sus Protocolos, pueden presentar una demanda ante el Tribunal, siempre y cuando la violación haya sido cometida por un Estado parte del Convenio y una vez haya agotado las instancias nacionales. Véase en este sentido el artículo 4 del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950.

2. Es necesario aclarar que por refugiado se entiende a aquella persona cuya solicitud de asilo ha sido aprobada. De lo contrario, se trata de un inmigrante que se encuentra en proceso de solicitud de asilo. 3. En materia de refugiados, destaca la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y el Protocolo 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados. A nivel general sobre la protección de los Derechos Humanos, destaca la Declaración Universidad de los Derechos Humanos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

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4. Artículo 3, apartado 2, del Tratado de la Unión Europea (TUE): “La Unión ofrecerá a sus ciudadanos un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras interiores, en el que esté garantizada la libre circulación de personas conjuntamente con medidas adecuadas en materia de control de las fronteras exteriores, asilo, inmigración y de prevención y lucha contra la delincuencia” (Tratado de la Unión Europea, 1993). 5. Véanse las directivas establecidas por la Unión Europea en materia de migración legal e ilegal: http://goo.gl/ hUVRI7 6. La cifra de solicitudes de asilo es la más alta registrada en la historia. Veáse: http://goo.gl/5qfExF 7. El pacto entró en vigor el 20 de marzo de 2016. 8. Véase: http://goo.gl/T0ujn4

Referencias: ACNUR (1951) Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados. Recuperado de: http://goo.gl/N8XvWt ACNUR (1967). Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados. Recuperado de: http:// goo.gl/10omzG Comisión Europea. (1993). Tratado de la Unión Europea, Maastricht. Recuperado de: http:// goo.gl/M6IJVO Comisión Europea. (1999). Tratado de Ámsterdam por el que se modifican el Tratado de la Unión Europea, los tratados constitutivos de las comunidades europeas y determinados actos conexos. Recuperado de: http://goo.gl/zTNL3S Comisión Europea. (2016). Acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre política migratoria. Recuperado de: http://goo.gl/cXUdG9 Comisión Europea. (1950). Convenio Europeo de Derechos Humanos. Recuperado de: http:// goo.gl/7SQLHt ONU. (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Recuperado de: http://goo.gl/ ZyT0h Organización Internacional de las Migraciones. (2016). Europe - Mediterranean migration response. Recuperado de: http://goo.gl/92vwRd

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El miedo, la principal batalla que libra el mundo gracias a ISIS William Fernando Salamanca Maestría en Seguridad y Defensa Nacionales El tema que tiene al mundo en vilo en estos últimos días a toda la comunidad internacional es ISIS. Después de una semana de los atentados sucedidos en el metro y el aeropuerto de Bruselas y los pocos días que han pasado del atentado en Pakistán, la pregunta que se hace el mundo es ¿Cuándo será el próximo ataque? y ¿Qué Estado será la siguiente victima?. Es claro que la batalla de poderes que se está librando en el mundo tiene nombre propio: ISIS, con el discurso de extremismo religioso para reunificar algo que ellos denominan el Estado Islámico –los territorios de Medio Oriente, el Norte de África, la península ibérica y el sudeste de Europa-, por medio de: la guerra sicológica -aterrorizar al enemigo-, la propaganda –videos por internet donde difunden masacres y hechos atroces con el fin de captar posibles seguidores en todo el mundo-, y el Corán – Cap. 47 donde dice “Cuando te encuentres con los infieles, atácalos en el cuello”- (Alvarez-Osorio, 2011). Partiendo de lo anteriormente expuesto, el escenario internacional hoy entra en un círculo vicioso y cerrado, donde cualquier Estado siente que ISIS puede poner en jaque su seguridad y defensa nacional en cualquier momento con la mayor facilidad (Faco, 2014). Sin embargo, por más que se intente proteger de cualquier tipo de ataque,

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pero siempre hay algo que se escapa, lo cual es más que suficiente para que la islamofobia sea la gran arma del íncubo terrorista. Esto, abre la puerta a una encrucijada muy difusa, por un lado está el cerrar las fronteras de los Estados a los musulmanes como primera medida de defensa; y por el otro, la situación de que existen muchos musulmanes residentes -incluso de larga data- en los diferentes Estados del mundo, inocentes en su gran mayoría de cualquier debilidad ante el fanatismo criminal de ISIS. Es posible que el mundo –sobre todo Europa, quien posee mayor cantidad de musulmanes asilados en su territorio- vuelva a caer en la xenofobia, debido a que estos hoy, ahora, son objeto trato receloso e insultante gracias al miedo de que sus vecinos en algún momento pudieran convertirse en masa de maniobra del terror. Y para que esto suceda, no es necesario que se afilien a ISIS, simplemente con que pierdan interés en occidentalizarce -de creer y servir a la sociedad en la que viven-, basta para que el islamismo criminal avance sobre el terreno. Los atentados generan pánico en la ciudadanía de los diferentes Estados, no sólo de quienes son víctimas, sino también del mundo,

Fuente: Newsweek, (2015). 23


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quienes frente a un televisor, un computador o un celular se enteran de las atrocidades que suceden; produciendo que se dé una desafección entre ciudadanos de raíz o legítimamente adquiridos a través de la inmigración, hacia los refugiados recién llegados o por llegar, ya que los consideran como una probable presa fácil para los agentes del mal –ISIS-. El mundo tiene que ver que el enemigo no es el ISIS estatal, con su territorio, sus bases, su religión, sus ministerios y sus inspectores del fisco, sino realmente el miedo. Este sentimiento, es el que hace que un Estado pierda la cordura y

comience a cometer errores en la protección de la seguridad de sus ciudadanos, descuidando el control de su territorio. La pregunta que ahora queda, es ¿Cómo se puede hacer frente a esta guerra que claramente no están ganando los Estados?. Ni el Corán, ni mucho menos Alá tienen la culpa. Una gran civilización lucha por proteger un renovado lugar en el mundo, sin embargo hoy se están dando dos Primaveras Árabes: la tunecina, que pelea por la democracia contra la propia ISIS, y el Estado Islámico, que pretende nada más y menos que la victoria del horror en el mundo entero. Y de la victoria de una u otra se derivará buena parte de la historia del siglo XXI.

Referencias: Alvarez-Osorio, I. (2011). Las paradojas del Islam político en Siria. Revista CIDOB d'A fers Internacionals, No 93-94, pp. 163-178. FACO. (28 de Septiembre de 2014). Qué es, cómo funciona y qué busca ISIS, la amenaza terrorista en Medio Oriente. Obtenido de El Meme: http://elmeme.me/elfaco/que-es-comofunciona-y-que-busca-isis-la-amenaza-terrorista-en-medio-oriente_62033 Luizard, J.P. (2015) La emergencia del Estado Islámico: Claves geopolíticas, historia y clivajes confesionales. Nueva sociedad, No 257, pp. 48-63. Rey, M. (2015). Sobre los origenes del Estado Islámico. Pasajes: Revista de pensamiento contemporáneo, No 47, pp. 84-97.

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Push and be pushed: dilemas de seguridad entre América Latina y Canadá Juan David Abella O. - Comunidad académica externa Con sus idas y venidas, varios académicos han logrado identificar las orientaciones tradicionales de la política exterior de Canadá a lo largo de su historia, tomando como referencia el momento en el que el país norteamericano asume soberanamente su propia defensa e interlocución ante el exterior entre 1926 y 1931. Estas orientaciones responden a síes objetivos básicos que se han mantenido relativamente constantes: fomentar el crecimiento económico, salvaguardar la soberanía y la independencia, trabajar por la paz y la seguridad, promover la justicia social, mejorar la calidad de vida y asegurar un ambiente natural en armonía (Banderas, 2013, p. 230). Estos objetivos han guiado la manera en que Canadá se ha relacionado con sus vecinos latinoamericanos y le han dado posibilidades para que el país del norte desarrolle un contacto relativamente independiente y particular si se compara con la manera en que EE.UU. ha abordado su diálogo en el vecindario. De hecho, al día de hoy, Canadá cuenta con una Estrategia de compromiso en las Americas fundada en tres metas ambiciosas: 1) Aumento de las oportunidades económicas de Canadá y del hemisferio; 2) Repuesta a la inseguridad por medio de la profundización de la libertad, la democracia, los derechos humanos -DD.HH.-

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y el Estado de Derecho; y 3) Fomento de relaciones sostenibles y duraderas con sus socios. (“Canada’s Strategy […]”, 2015) De acuerdo con Hal Klepak, del Royal Military College, aunque Canadá ha tenido ya más de dos décadas como una “nación americana”, todavía continúa definiendo y construyendo su camino en el hemisferio y su lugar ideal en las relaciones interamericanas. (Klepak, 2012, p. 333). Paradójicamente, esta situación de relativa indeterminación de identidad para abordar las cuestiones latinoamericanas ha puesto al país en un dilema poco común en la política internacional: por un lado, mientras se le reconoce que ha jugado un papel activo en el apoyo a la democracia, los DD.HH, la defensa de las minorías, la cooperación científica y tecnológica, y la creación de capacidades institucionales (Banderas, 2013, p. 334); este mismo involucramiento le ha generado al país del norte ciertos factores desestabilizantes, incluso para su propia seguridad. Para Stephen Randall, Director del Centro de Investigación de América Latina en la Universidad de Calgary, Canadá enfrenta desde

Fuente: Earth Rangers Foundation, (s.f). 25


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Fuente: Lebanon wire (2007). América Latina una serie de amenazas complejas, que si bien no amenazan su propia soberanía, si reducen de manera sustancial sus propios recursos materiales y económicos, y ponen el riesgo varios intereses del país en la región (Randall, 2010). Tomando como referencia el análisis de Randall, es posible identificar tres amenazas interrelacionadas concretas venidas del vecindario del sur para el país de la hoja de maple: Crimen organizado con ramificaciones transnacionales; aguda violencia como factor de debilitamiento de la institucionalidad estatal; y penetración de estructuras y voluntades terroristas internacionales. El elemento trasversal de estas amenazas es la violencia, en junto con sus complejas y diversas implicaciones. Hoy día, por ejemplo, se ha evidenciado como la violencia latinoamericana ha golpeado a numerosos ciudadanos canadienses de visita en países como Nicaragua, República

Dominicana o México, ha dañado en ocasiones la infraestructura energética operada por empresas canadienses, e incluso se ha extendido por medio de grupos y núcleos delictivos en varias ciudades de EE.UU. y de Canadá, ansiosos por dominar el lucrativo negocio del micro-tráfico (Ojea, 2014; Randall, 2010). Los altos niveles de violencia también han afectado la institucionalidad de numerosos países latinoamericanos, logrando erosionar la autoridad de los Estados. Las consecuencias para Canadá de este hecho son numerosas e incluyen mayores presiones sobre su capacidad de recepción de personas víctimas de las confrontaciones (como se hizo evidente entre 1980 y 1990 a raíz del conflicto armado colombiano), y sobre sus propios recursos humanos y materiales, otorgados como respuesta a las crisis humanitarias, que además se agudizan en virtud de los numerosos desastres naturales que azotan las zonas tropicales (Randall, 2010). Frente a esto último, Canadá ha invertido más de $5.4 billones de dólares en asistencia internacional en la región desde 2007, recursos que bien podrían emplearse en atender adecuadamente las críticas condiciones de numerosas comunidades indígenas en zonas remotas de su geografía (Boyden, 2016; “Canada’s Strategy […]”, 2015). A esto se le debe agregar los sospechosos contactos que han tenido actores externos en el hemisferio. Varios analistas han advertido sobre las posibles consecuencias de la intromisión de Irán y Rusia en la política latinoamericana, el (Continúa en la página 27)

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primero por medio de la exportación del terrorismo islámico por medio de Hezbollah, principalmente en Venezuela donde ha encontrado cierta tolerancia del gobierno, y en la zona de triple frontera; y el segundo, dada su creciente influencia militar y las evidencian que señalan que organizaciones criminales de ese país, así como del Medio Oriente, han establecido vínculos con los carteles mexicanos de narcóticos (Randall, 2010). Frente a esto, no deja de generar inquietud un posible escenario de confrontación con redes terroristas internacionales, en una zona ya azotada por una violencia local, que además se desarrollaría en la esfera geográfica inmediata de atención del Estado Canadiense. En conclusión, es posible sostener que la relación entre Canadá y América Latina se

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caracteriza por contener numerosos dilemas y desafíos en materia de seguridad y defensa. Para Canadá, esta situación es de especial relevancia en la medida que se enfrenta a una disyuntiva tipo Push and be pushed, en la cual el Estado, fiel a los principios que guían la política exterior, se involucra y contribuye con la paz y la seguridad de América Latina, pero al mismo tiempo eleva los riesgo y presiones sobre sus recursos humanos y materiales, así como sobre sus intereses en la región. Aunque resulte paradójico, es muy probable que el camino correcto que deberían seguir los futuros gobiernos canadienses sea el de continuar trabajando, junto con sus socios latinoamericanos, en garantizar a corto plazo sus intereses comunes en la región, con el fin de asegurar su propia seguridad nacional en el largo plazo.

Referencias: Banderas, J. (2013). El fortalecimiento de las relaciones entre Canadá y A mérica Latina: un proyecto por la paz y el desarrollo. Recuperado el 2016, de Biblioteca Jurídica Virtual Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): http://goo.gl/gTg9uk Boyden, J. (2016). The true tragedy of A ttawapiskat. Recuperado el 2016, de Maclean's - Rogers Media: http://goo.gl/rOJcD7 Canada’s Strategy for Engagement in the Americas. (2015). Global Affairs Canada. Recuperado de http://goo.gl/rZ9Xua Klepak, H. (2012). Espacio y rol de Canadá en las relaciones internacionales con América Latina en el siglo XXI. En F. Rojas Aravena, A mérica Latina y el Caribe: Relaciones Internacionales en el siglo XXI: Diplomacia de Cumbres y espacios de concertación regional y global (pp. 325-347). Buenos Aires: Editorial Teseo. Ojea, V. (2014). “A mérica Latina sufre más del 30% de los homicidios mundiales”. Recuperado el 2016, de Banco Mundial: http://goo.gl/bd9OWQ Randall, S. (2010). Latin America: A threat to Canada’s security? Recuperado el 2016, de Archives from the Canadian Foundation for the Americas (FOCAL): http://goo.gl/MRvtm4

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Sudán y Sudán del Sur: la perpetuación de la violencia Luis F. Balaguera S. - Comunidad académica externa Sudán se constituyó como Estado independiente en 1956. Sin embargo, desde esa época tuvo grandes dificultades para consolidarse como Estado-Nación debido a la diversidad identitaria de su población. Por una parte, en el norte del país predominaba el islam y la influencia de los árabes, propia de varios países del norte de África. Por otra parte, las comunidades del sur del país se caracterizaban por profesar el cristianismo y ser ajenas a esta influencia árabe. La división norte-sur contribuyó de manera categórica a minar toda iniciativa de estabilización del país, ya que promovió el rechazo a la diferencia por parte de estos dos grupos, principalmente de los musulmanes del norte, quienes trataron de imponerse en varias ocasiones sobre la población del sur, originando las dos guerras civiles sudanesas y la posterior escisión del sur. Con la creación de Sudan del Sur, se esperaba dar cese al conflicto y lograr que ambas sociedades pudieran estabilizarse pero, contrario a lo previsto, en algunos sectores de Sudán aún se mantiene el conflicto. Esa es la situación en Kordofan del Sur y Nilo Azul, en donde todavía combaten grupos que apoyaron la secesión del sur contra el gobierno del presidente Omar Al Bashir (Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, 2016). En Darfur, la violencia catalogada como genocida, por estar focalizada en contra

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de los grupos étnicos no arabizados, tampoco ha cesado. De hecho, las tensiones entre las tribus rivales de la zona han aumentado recientemente por las elecciones de este mes, en las que se define el grado de autonomía de esta región con respecto al gobierno de Jartum (Molano, 2016). Asimismo, la independencia de Sudan del Sur tampoco se ha traducido en tranquilidad para este país. Dos años después de obtener la independencia, estalló el primer conflicto de esta joven nación cuando grupos rebeldes liderados por el ex-vicepresidente, Riek Machar, trataron de derrocar al gobierno de Salva Kiir (“Los combatientes de Sudán […], 2016). Este conflicto ha dejado cerca de 500.000 víctimas mortales y más de un millón de desplazados, además de amenazar con convertirse en un conflicto étnico al enfrentar a la etnia Dinka y la etnia Nuer, los dos grupos mayoritarios a los que pertenecen que pertenecen Kiir y Machar respectivamente (Ayuso, 2015). En el desarrollo de este conflicto se están produciendo violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la población civil. Muestra de ello son las denuncias de la Organización de Naciones Unidas, que en un reciente informe

Fuente: Associated Press, (s.f). 29


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acusa a las milicias oficialistas de incentivar la lucha contra los rebeldes al permitirle a sus miembros cambiar su paga por autorizaciones para violar mujeres (“Los combatientes de Sudán […]”, 2016). La turbulenta situación de orden público ha promovido el deterioro de la condición de vida de la población civil en ambos países. En Sudán del Sur es alta la probabilidad de una hambruna, dado el difícil acceso de ayuda humanitaria y los desplazamientos producidos por el conflicto (Young, Larson, et al., 2016). Es evidente que la violencia que se ha perpetuado en estos dos países no posee una solución inmediata, sino que requiere soluciones a mediano y largo plazo, como eliminar la preferencia de los gobiernos por

algunos grupos étnicos, promoviendo la participación equitativa de los mismos en los procesos de consolidación nacional. Teniendo en cuenta el escenario actual, la contribución de terceros, tanto países como organizaciones internacionales, será primordial para garantizar el éxito de este proceso, en especial los que hacen parte de la iniciativa IGAD-plus, que reúne tanto a los miembros más relevantes de la escena regional como a instituciones internacionales de peso. Finalmente, será de vital importancia que estos Estados tomen control de las regiones ricas en recursos naturales, para que los reductos de los grupos armados no obtengan fuentes de financiamiento y se vean incentivados a obtener lucro por medio de la violencia, como ha sucedido en la zona de Kivu en la República Democrática del Congo.

Referencias: Ayuso, J. (2015. Agosto, 05). Sudán del Sur, un país derrotado. El País. Recuperado de http:// goo.gl/ngF5ha Los combatientes de Sudán del Sur a los que pagan su sueldo permitiéndoles violar a mujeres (12 de marzo de 2016). BBC. Recuperado de http://goo.gl/GWy27k Molano, E. (2016. Abril, 11). Darfur decide su futuro político más de una década después del inicio del conflicto. A BC. Recuperado de http://goo.gl/1Lfctk Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (abril de 2016). Sudán. Recuperado de http://goo.gl/nVS5QY Patinkin, J. (2016. Abril, 07). S. Sudan rebels move into capital; risky part of peace deal. The Washington Post. Recuperado de: https://goo.gl/VAS9Vo Young, H; Larsson, N; Leach, A; Banning-Lover, R & Purvis, K. (2016. Marzo, 24). 'The crisis in South Sudan can’t be solved with more money. We need peace'. The Guardian. Recuperado de http://goo.gl/0msHf8

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La nueva guerra Felipe Andrés Peña B. - Comunidad académica externa Hace pocos días, navegando por el vasto mundo del internet, entre saltos y saltos por las interminables publicaciones y contenido de Facebook, Twitter y Google, pasando el tiempo entre diferentes temas de actualidad, todos igualmente interesantes, llegué a un artículo publicado por un portal web dedicado a temas de actualidad cibernética llamado Panda Media Center en el que citaban una lista acerca de ciertos mitos sobre la seguridad en internet como que la ciberseguirdad no es para todos los públicos o que los celulares no necesitan antivirus (“Cinco mitos sobre seguridad […]”, 2016) que me hacía pensar en la manera en que todos solemos ser muy ingenuos. Y así, una vez finalicé el artículo y de nuevo, saltando entre más contenido en internet, me acordaba de una historia que leí cuando iniciaba mis estudios de pregrado, el primer ataque entre países de manera cibernética que habia ocurrido durante la invasión rusa a Georgia, invasión en la cual, según reportes, desde el Kremlin mismo, se orquestó varios ataques a páginas web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia, por ejemplo. Sin embargo –seguía leyendo-, lo cierto es que este ataque pudo ser más un ensayo que otra cosa, ya que el gobierno georgiano sólo ocupa el puesto 74 sobre 234 Estados que utilizan el internet (“Georgia sufre la guerra […]”, 2008) y por lo tanto, la

inoperatividad de enviar correos durante algún tiempo no supuso un gran problema para su seguridad. Sin embargo, desde el 2008 se han intensificado los reportes de aparentes ataques y confrontaciones entre Estados, cuyo objetivos son los de infiltrar y obtener información o ralentizar las comunicaciones en algún momento. Por ejemplo, en el 2013, el Director General del Departamento de Norteámerica y Oceanía del Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaraba en relación a los Estados Unidos y la relación bilateral que “para crear un nuevo modelo, diferente del antiguo de confrontación, hay que apostar por la confianza (…)” (“EEUU y China: Amistad […]”, 2013), mientras que el Washington Post publicaba un informe de la Junta de Ciencias de Defensa para el Pentágono en la que se detallaba cómo China había espiado varios diseños de armas como los famosos helicópteros Black Hawk (“EEUU y China: Amistad […]”, 2013). Y los reportes de otros conflictos armados seguían, durante la invasión rusa a Crimea, por ejemplo, los militares ucranianos reportaban intentos rusos por atacar las

Fuente: Georgetown security studies, (2015). 31


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comuniaciones móviles de parlamentarios o mensajes porpagandisticos en el internet o en el 2007 también hubo ataques a Estonia en los que inclusive se afectó su sistema financiero concidiendo con un desacuerdo con Rusia (Lee, 2014). De hecho, el tema ha llegado a tal punto en la agenda de seguridad que la misma Agencia Nacioanl de Seguridad de los Estados Unidos tendría ya una división del ejército dedicada a destruir computadores enemigos tal y como documentos publicados por Snowden relatan en donde se le hecha la culpa a este grupo del virus Stuxnet, responsable de la paralización del programa atómico de Irán; de hecho, según estos documentos, la idea es que el grupo sea capaz de tener acceso a flujos de agua potable, eléctricidad, fábricas, aeropuertos y transacciones de pago y capitales (Muller, 2015), en esencia un ataque a gran escala a la

infraestructura de un país. En conclusión, lo cierto es que la irrupción del internet en cada vez más dimensiones de la vida, ha visto surgir un sin número de dimensiones nuevas, como la consecución de parejas o el cierre de negocios, pero también los problemas de seguridad pasarán por este plano en la medida en que se agrandan las infraestructuras de los Estados y se hacen más dependientes para funcionar del internet. Y es en este mundo cambiante en el que las Relaciones Internacionales, como una disciplina que busca entender el origen de los conflictos y su solución como parte de su objeto de estudio, que tiene que sin lugar a dudas estar al frente del análisis de estos fenómenos nuevos y empezar a plantear desde ya conceptos y análisis claros sobre este nuevo tipo de conflicto, ya que son estos los que en un futuro, no tan lejano, taparán las portadas de los diarios y las agendas de seguridad de todo Estado.

Referencias: Cinco mitos sobre seguridad que aún cree la mayoría de la gente. (2016. Abril, 11). Panda Security Media Center. Recuperado de http://goo.gl/j0fVIm EEUU y China: Amistad y guerra cibernética. (2013. Mayo, 30). El Espectador. Recuperado de http://goo.gl/0VVq7w Georgia sufre la guerra cibernética. (2008. Agosto, 14). El País. Recuperado de http://goo.gl/ BKgOXT Lee, D. (2014. Marzo, 07). La confrontación cibernética entre Rusia y Ucrania. BBC. Recuperado de http://goo.gl/80OJA2 Muller, E. (2015. Enero, 17). La NSA se prepara para la guerra mundial cibernética, según Der Spiegel. El País. Recuperado de http://goo.gl/6QmIz2

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Recursos para Estudiantes e Investigadores El Observatorio de Seguridad y Defensa se permite recomendar las siguientes lecturas: Compiladores: Juan Bernal, Carlos Poveda, Erika Ramírez

Campbell, J. (2016. Mayo). Morning in South A frica. Rowman & Littlefield. Recuperado de http://goo.gl/zWntX1

Clinton, H. & Panetta, L. (2014). W omen on the Frontlines of Peace and Security. National Defense University Press. Recuperado de https:// goo.gl/jVPnha

Engelhardt, T. (2014. Octubre, 07). Shadow Government: Surveillance, Secret Wars, and a Global Security State in a Single-Superpower World. Haymarket Books .Recuperado de http://goo.gl/58n8vk

Fukuyama, F. (2014). Political Order and Political Decay: From the Industrial Revolution to the Globalization of Democracy. Farrar, Straus and Giroux. Recuperado de https://goo.gl/QcDdyM

Jordán, J & Baqués, J. (2014). Guerra de drones. Política, tecnología y cambio social en los nuevos conflictos. Biblioteca Nueva. Disponible en: http://goo.gl/2WqRXE

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Recursos para Estudiantes e Investigadores El Observatorio de Seguridad y Defensa se permite recomendar las siguientes lecturas: Compiladores: Juan Bernal, Carlos Poveda, Erika Ramírez

Jordán,J. (2014). Manual de Estudios Estratégicos y Seguridad Internacional. Plaza y Valdés. Disponible en: http://goo.gl/XS7m2v

Molano- Rojas, A. (2016). Fronteras en Colombia como zonas estratégicas: Análisis y perspectivas. Konrad-Adenauer-Stiftung. Disponible en: http://goo.gl/VYtZ76

Preble, C. & Mueller, J. (2014). A Dangerous W orld: Threat Perception and U.S National Security. CATO Institute. Recuperado de https://goo.gl/ q6ClhE

Turse, N. (2015. Mayo, 19). Tomorrow’s Battlefield: U.S. Proxy W ars and Secret Ops in Africa. Haymarket Books. Recuperado de http://goo.gl/ hJyrSP

Youngs, R. (2015). Climate change and European security. Routledge – Taylor & Francis Group. Recuperado de https://goo.gl/Wt9Dx4

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Recursos para Alumnos e Investigadores El Observatorio de Seguridad y Defensa se permite recomendar las siguientes lecturas: Compiladores: Juan Bernal, Carlos Poveda y Erika Ramírez

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Observatorio S&D - Vol. 01. N° 06 - Abril 14 de 2016

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